La Importancia Y Peligros de No Cumplir con este Mandamiento:

La Importancia Y Peligros
de No Cumplir con este Mandamiento:
“Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la
tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te
harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la
tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;
porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre
los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,”
(Éxodo 20: 1 – 5)
Dios fue, ha sido y será muy exacto en cuanto lo que Él pide que se cumpla y lo
que Él demanda. Dios no pone salidas rápidas o pide las cosas a medias, todo lo
contrario, pide todo con exactitud y veracidad. En Éxodo veinte Dios deja un
mandamiento que está dividido en tres versículos (3 – 5) donde le pide al ser humano lo
siguiente:
1. No tendrás dioses ajenos delante de mí.
2. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté en la tierra, cielos o
mares.
3. No te inclinarás a ellas.
4. No las honrarás.
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La palabra “adoración” se puede definir como culto o reverencia que se rinde a Dios
por sus obras (Salmos 92: 2 y 4) y por ser quien es (Salmos 100), la cual se puede
expresar por varios medios: oración, sacrificio, ofrenda, alabanza, cantos, meditación, y
sobre todo inclinación (Salmos 95:6). La adoración debe nacer de la parte interna de la
persona, de la parte más profunda de este; la cual se vea reflejada en obediencia y una
vida dedicada en todo para Él.
Dios en este pasaje, pone las pautas de lo que Él llama “adoración”, de lo que él
quiere y cómo se haga. Parece que Él sabe que el hombre se iba a desviar fácilmente
por otros dioses, ya que es el primer mandamiento que menciona y el único que se
extiende en más de dos versículos.
Este mandamiento tiene u importancia en la vida misma de un creyente, de un ser
humano, el cual debe dar toda honra y gloria a su Creador y no a la creación; a su
Hacedor y no lo que éste puede hacer por sí mismo; al Sabio y Conocedor de todo y no
a la ciencia. En fin, Dios nos pide no desviarnos, no descarriarnos de la verdad, que es
sólo Él. Mantener este pasaje en nuestra mente y en nuestro corazón dictará quiénes
seremos nosotros en el futuro con respecto a Dios, nos dirá a dónde estará Dios en
nuestra vida, es decir, declarar que Dios es el único Dios existente quien merece toda
mi adoración, es darle a Él el primer lugar en todo lo que yo haga.
Además Dios menciona en el versículo cinco que Él es “celoso”, así es, Dios no
comparte con nadie, Él es dueño de todo y todos. Nahum 1:2 dice: “Jehová es Dios
celoso y vengador…”, El dueño de todo menciona que él no comparte su lugar con
nadie, Jesucristo mismo no le dejó campo a nadie, ni a su mamá, ni a sus discípulos, a
nadie, él mismo recalcó que la adoración era solo para Dios (Marcos 12:30).
En el versículo cinco de Éxodo 20, Dios menciona “…yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen,” Dios devenga la idolatría, la maldad de aquellos
quienes se apartan de los mandamientos de Dios, Él llegará hasta la tercera y cuarta
generación de los que practican tales cosas. En el Antiguo Testamento esto era pagado
con grandes consecuencias porque la adoración a falsos dioses era la más grande
ofensa para Dios (Éxodo 32).
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En la actualidad es más notable la adoración a otros dioses, el ser humano hoy día
escoge primero ir al estadio, a una fiesta, a un compromiso social o familiar que asistir
al culto, que debe ser lo primero en todo ser humano creyente. Hoy día la música, las
actividades, el predicador sicólogo llena las iglesias y no la verdadera adoración al
único y supremo Dios.
Dios pidió completa adoración, así como Abel y Caín presentaron sus ofrendas y
reprendió a Caín por haber escogido su forma de adorar, Él seguirá reprendiendo a
todo aquel que no le adore como debe. Habrá consecuencias que debamos llevar con
nosotros de no cumplir con lo que Dios pide, nos robaremos muchas bendiciones y
promesas que Él ha establecido en su Palabra para sus hijos. Nunca tendremos por
completo el plan de Dios en nuestra vida, porque no le estamos dando el primer lugar al
que es el dueño de todo. Además nuestras oraciones serán interrumpidas porque no
podemos adorar el mundo, sus cosas, sus perdiciones y al mismo tiempo elevar una
oración a Dios.
Dios es un Dios de orden, no permite que el ser humano decida qué hacer y cómo
hacerlo porque Él sabe que todo lo que sale del hombre es vanidad y está erróneo,
porque sólo Él es perfecto. El hecho de que muchos hayan escogido el mal camino de
adorar a Dios como
cada quien desea ha llevado a la humanidad a un proceso de
degradación asombroso, el cual ha ido creciendo de gran manera y por esto es que hoy
día cuesta hacer entender a las personas que Dios es quien debe reinar en sus vidas y
no las cosas y vanidades de este mundo.
Eclesiastés 12:13 dice: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y
guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.” Salomón después de
descubrir y ver la realidad de lo que es la vida, pura vanidad, concluyó que solamente
Dios es la respuesta de todo en la vida del ser humano. Solo dos cosas hay que hacer
para entender que eso es todo en la vida: temer a Dios y guardar sus mandamientos.
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