Autarquía y estraperlo: Jaén 1939-1945. - TAuja

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Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Trabajo Fin de Grado
Grado en Geografía e Historia.
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LAS EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD DE JAÉN
Autarquía y estraperlo:
Jaén 1939-1945.
Alumno: José Antonio Aranda García
Tutor:
Dpto:
Prof. D. Salvador Cruz Artacho
Antropología, Geografía e Historia
Junio, 2014
1
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN. ................................................................................................... 2
II. EL NUEVO MARCO POLÍTICO-CONSTITUCIONAL DE LA ESCASEZ. ...... 3
III. AUTARQUÍA: LA MISERIA IMPUESTA A UN PUEBLO. .............................. 7
IV. ESTRAPERLO: VÍA DE ESCAPE Y CAMINO DEL LUCRO. ........................ 19
IV. 1. Mercado negro. ............................................................................................. 19
IV. 2. Estraperlo de los pobres. .............................................................................. 27
IV. 3. Estraperlo de las clases medias y altas, adeptas al régimen. ........................ 31
IV.4. Implicación de los miembros del Régimen. .................................................. 32
IV. 5. Legalidad y publicidad. ................................................................................ 34
V. EL CASO DE LA PROVINCIA DE JAÉN. ......................................................... 36
VI. CONCLUSIÓN. ................................................................................................... 39
VII. BIBLIOGRAFÍA. ............................................................................................... 41
ANEXOS .................................................................................................................... 43
Anexo I ................................................................................................................... 43
Anexo II. ................................................................................................................. 45
Anexo III. ............................................................................................................... 46
I. INTRODUCCIÓN.
El objeto del presente trabajo es el estudio de la autarquía y del estraperlo en la
España de la postguerra; ante la importancia que tuvo en la población la situación de
escasez provocada por la imposición del sistema de racionamiento, así como la del
mercado negro como forma de escape de dicha situación de extrema escasez.
Se hará por otra parte una especial referencia a la situación de la provincia de Jaén,
sobre datos referidos a casos de estraperlo en la dicha provincia.
Para este estudio, ante la escasez de bibliografía específica se ha usado junto a
esta, bibliografía general y manuales. Sí han sido más específicos los diversos artículos
de revistas científicas; que se centran en su caso en el estudio de la autarquía, del
estraperlo o de ambos. Sin embargo ni la bibliografía ni los artículos hacen referencia a
la provincia de Jaén. Para solucionarlo, se han obtenido datos relativos al estraperlo
principalmente y al racionamiento en la provincia de Jaén a partir del uso como fuente
2
de Diario Jaén, tras la revisión meticulosa de los ejemplares existentes, contenidos entre
1941, año de su fundación y 1945, como año en el que el contexto internacional cambia
radicalmente con el fin de la II Guerra Mundial.
En los puntos siguientes se expondrán diversos temas que giran en torno a la
aparición del mencionado mercado paralelo al oficial en la postguerra española. Para
ello se hace en primer lugar referencia a la situación social y política de la postguerra,
como marco que explica la dificultad para subsistir en el Régimen franquista y que
apoya la idea de la necesidad del mercado negro como vía de escape. Posteriormente se
estudia el sistema autárquico imperante en la España de la postguerra, donde el sistema
de intervención deriva en una situación de escasez y racionamiento, que será la base
para la aparición del mercado negro. Este, que aparecerá como consecuencia del control
del mercado por parte del poder, será objeto de estudio, haciendo en primer lugar una
referencia general al mismo, para en puntos posteriores diferenciar en la tipología de
estraperlo y de control gubernamental del mismo, según clases sociales. Estudiado el
marco general se hará un breve estudio de algunos factores del estraperlo en la provincia
de Jaén, según notas de prensa de la época, en las que se informaba de los diferentes
casos de acusados por estraperlistas. Finalmente se hará una valoración del trabajo en
una conclusión.
Como principales conclusiones se obtienen: la necesidad de la aparición del
mercado negro como respuesta al sistema autárquico; y la existencia de un doble uso de
la autarquía y del mercado negro que surge tras esta, por parte del Régimen Franquista,
que diferenciará con su trato entre los vencedores y los vencidos en la Guerra que
legitima al Régimen.
II. EL NUEVO MARCO POLÍTICO-CONSTITUCIONAL DE LA ESCASEZ.
“En el día de hoy desarmado y cautivo el Ejército Rojo, han alcanzado
las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La Guerra ha
terminado. El Generalísimo. Franco. Burgos 1º abril 1939.”1
1
Último parte de guerra emitido por los sublevados declarando el final de la guerra.
3
Así terminaba una guerra, que surgida del levantamiento militar de una facción
sublevada del ejército español, contra la legalidad constitucional de la II República,
había desangrado el país durante 33 meses de contienda. ¿Pero realmente había
terminado? La guerra, abandonaba entonces el frente para convertirse en una batalla
diaria por la supervivencia.
La sociedad española previa al golpe de estado de 1936, avanzaba creando
industria y desarrollándose en el contexto del primer tercio del siglo XX,
desarrollándose también socialmente con la secularización, si bien el sistema político no
supo adaptarse a estos cambios; frente a las tesis que justifican la aparición del conflicto
en una sociedad atrasada y rural.2 Este atraso, sin embargo, empieza a surgir desde este
momento, con la vuelta al mundo rural de población y el aumento de población activa
agraria en 700.000 personas, alcanzando el máximo histórico con casi 5 millones y
medio de personas; dos de los cuales eran campesinado sin tierra3, que sería
especialmente vulnerable a la pobreza y al control estatal. Además este estancamiento
del éxodo rural se ve reforzado por la “retórica ruralizante del fascismo español”4
Frente a estos desposeídos, se encontraba un sector de la población que
sustentaba al régimen y recibía de este un trato diferenciado; el sector de los
propietarios, aquellos que se habían visto afectados por el ascenso de los partidos
obreros y el aumento de derechos laborales y sociales: industriales, aristocracia,
propietarios y arrendatarios.5 Y junto a estos la tan “agraviada” Iglesia católica.
Desde el preciso momento de la victoria, la represión caracterizará a la sociedad
española. Esta lleva a fusilamientos, encarcelamientos, exilios masivos6, a la
eliminación de los dirigentes obreros,7 y la depuración de cargos políticos y
burocráticos, sometiendo con ello a la población. La represión servía como forma de
consenso, con la eliminación de los elementos subversivos.
En este clima de represión y ruralización el régimen intentará controlar a la
población, en primer lugar intentando justificarse con la creación de toda una
propaganda de necesidad de la guerra en la defensa de los valores patrios contra los
2
Santos JULIÁ: “La sociedad”, en José Luis GARCÍA DELGADO (ed.): Franquismo…, pp. 57-72.
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 266.
4
Santos JULIÁ: “La sociedad”, en José Luis GARCÍA DELGADO (ed.): Franquismo…, pp. 85.
5
Ibid., pp. 88.
6
Existen bailes de cifras en los diferentes asuntos. Por ejemplo Hernández Burgos considera 1 millón de
encarcelados, mientras Juliá aporta un informe del director de prisiones sobre ¼ de dicha cifra.
7
Jiuliana di FEBO y Santos JULIÁ (ed.): El franquismo…, pp. 30.
3
4
“rojos marxistas”, así como la propaganda de un futuro de paz y prosperidad. 8 El
discurso de la intelectualidad católica y falangista, pretenderá así mismo recuperar el
esplendor del antiguo imperio, que consideraban decadente ante la llegada de tendencias
extranjeras como el laicismo, la democracia o el liberalismo. 9Además, hará uso de sus
tres grandes apoyos: la Iglesia, el Ejército y el Movimiento10; con apoyo de los cuales
intentará controlar a la población, que se verá obligada a la clandestinidad en todos los
aspectos mientras públicamente muestra una apariencia acorde con los ideales del
régimen.
La Iglesia, será el primer gran aliado del franquismo, que le apoya desde el
inicio de la Guerra, atemorizada ante el avance republicano; esta intentará imponer su
moral a la sociedad y se apoyará en diversa legislación que penalizará actividades
privadas mal vistas por la Iglesia como adulterio, y perseguirá una moral católica
obsesionada con vestimentas, separación sexista y constantes prohibiciones; mientras
haciendo uso de una doble moralidad permitía otras como la prostitución.11 El estado se
definirá como católico y cederá a la Iglesia, para conseguir tal fin, la concesión del
magisterio y la purga de bibliotecas; y esta acabará con el laicismo y las formas
participativas de la ILE12, para moldear desde la base a la nueva sociedad española.13
Durante varias décadas será una campaña constante con misas de obligada asistencia,
que calarán en la población española, que repentinamente se recatoliza, si bien de forma
fingida14.
El ejército lo ocupará todo, los cargos políticos y de la administración pública y
empresarial, lo que hará virar la industria hacia las propias de sus intereses,
manteniendo el estado de guerra hasta 1948; serán los creadores del INI, y los
administradores de justicia, con la extensión de la justicia militar15, lo que supondrá la
imposición de sentencias de gran dureza, así como juicios sumarísimos ante cualquier
mínima falta ciudadana.
8
Miguel Ángel DEL ARCO: Hambre de siglos…, pp. 44.
Santos JULIÁ: “La sociedad”, en José Luis GARCÍA DELGADO (ed.): Franquismo…, pp.83.
10
Se trata de un mecanismo, que como reflejo de los sistemas fascistas pretende ser el cauce de
socialización en la España de la postguerra; contendrá diversos organismos entre los que cabe destacar: el
partido único, el sindicato vertical o el auxilio social.
11
Lucia PRIETO BORREGO: Racionamiento, control social y estraperlo…, pp. 17.
12
La Institución Libre de Enseñanza fue una institución que basada en la filosofía krausista defendía la
libertad de cátedra, negándose a aceptar dogmas políticos o religiosos.
13
Santos JULIÁ: “La sociedad”, en José Luis GARCÍA DELGADO (ed.): Franquismo…, pp. 75.
14
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 289-296. Se produce un gran aumento de
seminaristas para los que se crean fastuosas obras, sin embargo frente a estos, en cuanto la represión se
suaviza un poco, la “practicante” sociedad española deja de asistir a los oficios religiosos.
15
Santos JULIÁ: “La sociedad”, en José Luis GARCÍA DELGADO (ed.): Franquismo…, pp.75.
9
5
El movimiento será la tercera gran pata en la que se sustentará el franquismo. De
la Falange saldrán los nuevos hombres de estado, pero sobre todo será el Movimiento
quien acapara la fuerza de trabajo, encargado del sindicato vertical; este agrupará a
trabajadores y patronos, lo que impedía todo tipo de negociaciones por parte de los
obreros, que se ven bajo el control del patrono16, que adquiere recursos legales para la
explotación obrera.
Será la mezcla entre la burocracia fascista y el poder militar una base para el
rápido desarrollo de clientelismos, si bien no al estilo de la Restauración en la que se
confunde lo público y lo privado; sino a la creación de redes de “favores” y
corruptelas17.
Sin duda el triunfo del franquismo diferenciará desde el principio entre
vencedores y vencidos, al sustentarse en la legitimidad de la victoria en la Guerra Civil.
De tal manera que el trato será muy favorable a sus apoyos, con acceso a puestos de
trabajo, pensiones a los familiares de caídos, ayudas estatales y preferencia en la entrega
de viviendas baratas, entre otras ventajas18. Mientras que los vencidos, aquellos de las
clases no afines al régimen, serán represaliados y privados de todo, serán estigmatizados
y señalados como “rojos” junto a sus familias, dificultando su acceso a los recursos 19, lo
que les llevará a hacer uso de cualquier cauce a su disposición para la supervivencia,
entre ellos el uso del mercado negro.
Las condiciones de vida, por lo tanto empeoraron de forma generalizada. El
control del sindicato vertical llevó a la caída real de salarios hasta un 30%,
empobreciendo a la población.20 Junto al empobrecimiento real y la represión
generalizada, la postguerra civil española destaca por la aparición de otra serie de
problemas sociales: la falta de viviendas, que lleva al chabolismo, a la mendicidad y al
hacinamiento; la falta generalizada de todo tipo de bienes de consumo básico como ropa
o productos de higiene personal; la falta de alimentos que lleva al hambre y la aparición
de enfermedades asociadas a todas estas condiciones de extrema miseria. 21 Serán
comunes por lo tanto las muertes por inanición22, que se estiman en 30.000 en España
entre 1940-1945, así como las provocadas por ingesta de hierbas en la desesperación del
16
Jesús A. MARTINEZ (ed.): Historia de España siglo XX…, pp. 61.
Santos JULIÁ: “La sociedad”, en José Luis GARCÍA DELGADO (ed.): Franquismo…, pp.80.
18
Claudio HERNÁNDEZ BURGOS: Franquismo a ras de suelo…, pp. 142.
19
Ibid., pp.107.
20
Santos JULIÁ: “La sociedad”, en José Luis GARCÍA DELGADO (ed.): Franquismo…, pp.85.
21
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp.279-289.
22
Según los informes de los cónsules británicos de 1941. Claudio HERNÁNDEZ BURGOS: Franquismo
a ras de suelo…, pp. 170.
17
6
hambre y las asociadas a enfermedades infecciosas como la tuberculosis, que se estiman
en 25.000 para el mismo periodo.23 El hambre y la mendicidad que aparecerán en la
postguerra, servirán al régimen como pretexto para controlar a la población, imponiendo
sentencias de extrema dureza por delitos comunes como el robo de alimentos; penas
impuestas sin distinción a hombres, mujeres y niños. 24
Frente a esta situación social extrema, el régimen no invertirá en política social,
sino que continuarán siendo prioritarias las inversiones en control de la población y
mantenimiento de los ejércitos, ante la creciente burocracia interventora interna y la
constante amenaza de guerra exterior; así en 1942 de los 10 mil millones de presupuesto
estatal, casi 5 mil se destinan al ministerio de gobernación y al de defensa; y tan solo
1.200 en infraestructura y educación.25 Entre las prioridades del régimen no estaba pues
la asistencia social, que dejaba en manos de la caridad ejercida por organizaciones de la
Iglesia o por el Auxilio Social26; la ayuda social será por tanto otorgada como una
gracia del régimen, como caridad, y no como un derecho y por lo tanto aquellos que la
reciben deben estar agradecidos por ello; además serán salidas recurrentes contra la
miseria la generalización de la prostitución y el robo de subsistencia27.
III. AUTARQUÍA: LA MISERIA IMPUESTA A UN PUEBLO.
“Ni un hogar sin lumbre, ni un español sin pan; Patria, justicia y
Pan”28
Las consignas franquistas prometían una serie de condiciones que no llegaron a
darse, puesto que desde el principio el nuevo régimen impuso una política autárquica,
que llevaría a una situación de pobreza generalizada.
23
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 283. Frente a este por ejemplo, las cifras se
elevan a 200. 000 muertos por hambre y enfermedades según Jesús A. MARTINEZ (ed.): Historia de
España siglo XX…
24
Lucia PRIETO BORREGO: Racionamiento, control social y estraperlo…, pp. 14 -17.
25
Daniel SUEIRO y Bernardo DIAS NASTY: Historia del franquismo…, pp. 140.
26
El Auxilio Social fue una sección del Movimiento dedicada a la ayuda humanitaria, ocupando el nicho
propio de los inexistentes servicios sociales. Resulta especialmente llamativo el método de financiación
mediante “donaciones obligatorias”.
27
Claudio HERNÁNDEZ BURGOS: Franquismo a ras de suelo…, pp. 107.
28
Eslogan franquista utilizado desde la guerra.
7
Las razones de la implantación son variadas; si bien el régimen siempre se
excusó en la necesidad impuesta de aplicarla.29 Sin embargo la política autárquica fue
una elección del propio régimen, en su pretensión por el autoabastecimiento y la
independencia de los mercados30; así ilusoriamente el propio dictador declaraba
“Tenemos todo lo que nos hace falta para vivir y nuestra producción es lo
suficientemente abundante para asegurar nuestra propia subsistencia. No tenemos
necesidad de importar nada”31.
Sin embargo, frente a la teoría de la imposición por necesidad; según García
Delgado ni los campos habían sido dañados durante la guerra, ni las industrias
destruidas; las mayores pérdidas se contabilizaban en el ganado de labor y los sistemas
de transportes, siendo la pérdida del ganado de tiro de un 26%32, por ello la teoría de la
total destrucción del país imperando la necesidad autárquica, carece de sentido.
¿Qué llevó entonces a la quiebra y al
hundimiento económico del país?
Sencillamente la intervención estatal, que intentó abarcar todos los ámbitos de la vida
pública del país.
La industria, que había sufrido mayores daños que el sector agrícola, pero que
tampoco eran significativos pues, por ejemplo la industria siderometalúrgica vasca es
entregada intacta en 1937, y la catalana no sufre daños y está en condiciones de producir
pasada la guerra, quebrará en los años 40 puesto que quedó intervenida por el INI33
desde 194134. El INI, bajo dirección militar, desvió hacia las industrias de defensa los
escasos recursos; además se encargaba de generar las licencias industriales que permitan
la apertura de nuevas fábricas, lo que no supuso más que trabas al sistema industrial
español, ya débil, dificultando el fluir del sistema con la aparición de nuevas
industrias35. Junto a esto, buena parte de los escasos recursos fue dirigida a industrias
basadas en ideas utópicas como el abastecimiento de combustibles a partir de las
29
Jesús A. MARTINEZ (ed.): Historia de España siglo XX…, pp. 50-51. El franquismo plantea la
autarquía como medida necesaria tras la destrucción de los recursos durante la Guerra Civil;
posteriormente plantea la necesidad autárquica ante la escasez de recursos internacionalmente durante la
II Guerra Mundial; tras el fin de la II Guerra Mundial excusará la política autárquica con el bloqueo
internacional impuesto por las Naciones Unidas en 1946.
30
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 247.
31
Ibid., pp.248. Declaraciones de Franco de agosto de 1938
32
José Luis, GARCÍA DELGADO: “La economía”, en José Luis, GARCÍA DELGADO (ed.):
Franquismo…, pp. 115-136.
33
Instituto Nacional de Industria, en lo siguiente referido por sus siglas INI. Será un órgano creado en
1941 con el objetivo de generar un desarrollo industrial en el país; entre sus funciones se encuentran la
intervención de la industria y el fomento de la industrialización.
34
Jiuliana di FEBO y Santos JULIÁ (ed.): El franquismo…, pp. 40-42.
35
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 267.
8
pizarras de Puertollano que conllevaban costes superiores en producción a los
beneficios de su uso, o la confianza en un ingeniero que prometía convertir en gasolina
las aguas de Júcar36.
La escasez de cupos obligará a que los propios industriales se abastezcan del mercado
negro. El control de importaciones por el estado a imposibilitar la renovación de
maquinaria y el constante desabastecimiento energético37, harán que las producciones
se vean estancadas o disminuidas constantemente. Junto a esto, los industriales pusieron
constantes trabas a la apertura de nuevas industrias en su interés de mantener el
monopolio del mercado. Todo ello, tuvo como consecuencia un crecimiento industrial
escaso, según Fontana y Villares, del 0.8% de media hasta 1945, con la creación de tan
sólo 350.000 puestos de trabajo en industria de escasa importancia y 200.000 en la
construcción38.
Junto a esto, el INI tuvo vocación nacionalizadora, interviniendo en la industria con
compra de porcentajes de esta y creación de empresas nacionales. Sin embargo, las
inversiones no tuvieron gran rentabilidad; aparecen por mediación del INI: Renfe en
1941 (que se convierte en la mayor empresa del estado con120.000 empleados), Encaso
en 1942 (que abarcará 1/3 del presupuesto), Iberia en 1943 o Endesa en 1944. Estas
empresas serán las mayores del estado en cuanto a capital y empleados39.
En la cuestión económica con la imposición de la ley de Statu Quo, se impidió la
entrada de capital extranjero dejando a merced de la banca española el crédito, que fue
monopolizado tras la Ley de Ordenación Bancaria de 1946, que permite a los grandes
bancos absorber a los pequeños y hacerse con parte de las empresas40.
La balanza de la hacienda era deficitaria ante: el gran gasto de la extensa burocracia
intervencionista, la industria que se encontraba estancada, la balanza agraria negativa
por la ausencia de inversión en el sector y la baja productividad asociada que obligaba
constantemente a importar productos agrarios, la caída de la demanda de la oferta
36
Miguel Ángel DEL ARCO: Hambre de siglos…, pp. 191.
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 261. La escasez de material para ampliar la
industria, sumado al desinterés de los industriales eléctricos por ampliarla al estar los precios tasados por
debajo de niveles de rentabilidad, hace que aún en los años 40, el 86% de la energía sea producida por
empresas construidas antes de la guerra; a esto se suma un constante aumento de la demanda del 10%
durante esta década.
38
Ibid., pp. 248-252. Existen múltiples ejemplos como el del industrial textil y alcalde de Sabadell José
María Marcet, que declara abastecerse del mercado negro ya que el cupo sólo cubría 1/3 de la lana. En
cuanto a la maquinaria obsoleta, aún se mantiene en los años 40 un 20% de maquinaria del siglo XIX.
39
Ibid., pp.257-262.
40
Ibid., pp. 256.
37
9
interna, la falta de una fiscalidad importante y el fraude fiscal41 que impide recaudar
más de un tercio de lo debido42; la suma de todos estos factores hacían que el estado
contrajera constantemente deuda con los grandes bancos nacionales, que pignoraba
mediante el banco de España con la emisión continuada de moneda, lo que derivó en
una fuerte inflación43 y en el empeoramiento de las condiciones de vida de los
ciudadanos que veían disminuido su poder adquisitivo ante el aumento de precios.
La necesidad de importaciones fue constante y la carencia de divisas absoluta, además
el IEME44 estableció tipos de cambio irreales sobrevalorando la peseta en el cambio con
otras divisas, lo que abarató las importaciones y encareció
las exportaciones. La
escasez de divisas llevó así mismo a la regulación de las licencias de importación, que
dificultaron la importación de recursos de insumos industriales, desviando gran parte de
las divisas a obtención de alimentos, y que derivaron a su vez en una corrupción
generalizada del sistema.45
Será la escasez de bienes ante la incapacidad de producirlos en el propio país y la falta
de recursos para obtenerlos fuera, lo que lleve a la necesidad de racionar y controlar los
precios.
La autarquía y la escasez, sí que tuvo por otro lado usos prácticos por parte del
poder. Sirvió como forma de represalia y de control de una población hambrienta, que
había de preocuparse por su supervivencia diaria y no por enfrentar al régimen46;
especialmente en los casos de los familiares de los represaliados que se veían más
privados aún de recursos y obligados a la pequeña delincuencia con hurtos de alimentos
en el campo para sobrevivir, siendo duramente represaliados, incluso imponiendo penas
de cárcel a niños y mujeres47. Por otro lado, como elemento ideológico en la defensa
del aislacionismo diferenciador de una España mítica donde imperaba la idea de raza y
patria. Del mismo modo, la autarquía supone un modo de premiar a los apoyos del
41
Ibid., pp. 259. No existe IRPF, lo que convierte al país en un paraíso fiscal; por ello, el gasto público
asciende solo al 12% del PIB frente al del resto de los países de Europa occidental que oscila entre el 25 y
el 40%.
42
Según estimaciones de Carlos Barciela, en José Luis, GARCÍA DELGADO: “La economía”, en José
Luis, GARCÍA DELGADO (ed.): Franquismo…, pp.136.
43
Ibid., pp. 129. La inflación será del 13% anual entre 1941 y 1943, del 16% entre 1945 y 1947, y del
23% de 1950 a 1951.
44
Instituto Español de Moneda Extranjera, en adelante por sus siglas IEME. Este organismo estatal fue el
encargado del control de todo lo relativo al cambio de moneda; entre sus funciones estaban la fijación de
la tasa de cambio, que buena parte del tiempo será una tasa irreal.
45
Jesús A. MARTINEZ (ed.): Historia de España siglo XX…, pp. 54-55.
46
Lucia PRIETO BORREGO: Racionamiento, control social y estraperlo…, pp. 9, y Jesús A.
MARTINEZ (ed.): Historia de España siglo XX…, pp. 52-55.
47
Lucia PRIETO BORREGO: Racionamiento, control social y estraperlo…, pp. 14.
10
régimen, pues amparados en la situación de carestía y la determinación de
autoabastecimiento, el régimen premia a aquellos que habían financiado el golpe de
estado, eliminando su competencia; sirva como ejemplo escándalos como el de la
quiebra de Barcelona Traction y Ebro Irrigation and Power.48
La imposición de la autarquía fue por tanto mayoritariamente una cuestión
política e ideológica, más que una cuestión de necesidad o de obligatoriedad por las
condiciones de destrucción y de aislacionismo impuesto desde el exterior; si bien estas
también estuvieron presentes.
Organismos de intervención.
Para llevar a cabo esta política intervencionista, el gobierno franquista creará una
serie de organismos, que sustentado por una gran burocracia pretenderán el control de
todos los elementos del estado.
Junto a los mencionados IEME e INI, encontramos multitud de organismos de
control; en el caso de este estudio interesa hacer mención a aquellos cuya intervención
influirá en la aparición del racionamiento y del mercado negro.
La Comisaría General de Abastecimientos y Transportes (CAT) fue
la
encargada del control de los mercado, desde que aparece una vez finalizada la guerra y
sustituyendo al SNAT. Desde sus orígenes, estaría dirigida por personal militar y
mantenida por una densa burocracia. Se pretendía con ella controlar el mercado
nacional regulando el comercio y abastecimiento. Para ello, los servicios centrales
contaban con delegaciones provinciales y locales. El CAT adquirió las funciones del
SNAT sobre la incautación, comercialización y abastecimiento nacional, así como sobre
los transportes, organizando la prioridad de los mismos. Las delegaciones provinciales
por su parte, quedaron encargadas de generar las estadísticas provinciales en cuanto a
las necesidades, consumo y precios, sobre producción y existencias, harían propuestas a
la Comisaría General
para el aprovisionamiento, así como precios y concederían
permisos para la movilización de mercancías intervenidas; desde finales de 1939, serán
dirigidas por los gobernadores civiles. Las locales por su parte generarían las
estadísticas de necesidades, consumo y precios y propuestas para la delegación
48
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 261-262. Principal eléctrica española en los
30s, de capital mayoritario extranjero, que quiebra a instancias de Juan March, quien con apoyo del
gobierno la compra a muy bajo precio. El caso Barcelona Traction fue incluso elevado al tribunal de la
Haya. Esta quiebra permite a Juan March que había apoyado el levantamiento, fundar FECSA (Fuerzas
eléctricas de Cataluña sociedad anónima), principal eléctrica.
11
provincial. Además, la CAT, disponía de la potestad para imponer sanciones a quienes
infringieran sus disposiciones, con apoyo de la autoridad civil y militar en las diferentes
jurisdicciones49.
Los precios, por su parte, eran regulados por la Fiscalía Superior de Tasas (FST)
y la Junta Superior de Precios (JSP).
La JSP, creada en 1941 será la encarga de fijar los precios de una ingente
cantidad de productos; posteriormente en 1942 aparecerá la Junta Provincial de Precios,
encargada de proponer los precios de la provincia a la CAT 50. Esta fijaba precios bajos
para los productos básicos, pretendiendo generar en principio facilidad de acceso por la
población a los mismos; sin embargo, esta fijación de precios deriva rápidamente en una
disminución de la producción agrícola por no ser rentables los cultivos; por otro lado
deriva las producciones de los grandes propietarios que cuentan con concesiones de
maquinaria y abonos produciendo más y a menor costo y que además pueden permitirse
los medios de transporte, hacia el mercado negro51.
La FST creada en 1940 contaba con Fiscalías Provinciales para llevar a cabo sus
funciones, que serán las encargadas de controlar que se cumplan las disposiciones en
cuanto a tasas y abastecimientos, estando en constante comunicación con la CAT para
ello. Para asegurar el cumplimiento de las tasas y abastecimientos, disponía de la
capacidad de imponer sanciones que oscilaban entre multas de escaso valor y condenas
a cárcel o a campos de trabajo. Además si se estimaba oportuno por el Fiscal Provincial
podía pasarse el caso al tribunal militar, bajo la acusación de “rebelión militar” para que
se instruyera en “procedimiento sumarísimo”. Para mantener la independencia de la
Junta de Abastecimientos, el Fiscal Provincial era nombrado por el Presidente, siendo el
elegido un militar, lo que suponía un dirigismo militarizado de tendencia más estricta de
lo que podría haber sido de ocupar el cargo un civil.52
El SNT fue una de las instituciones de mayor importancia en la regulación de la
producción, si bien existieron muchas otras53, ya que regulaba desde su creación en
1937, la producción, distribución y precio remunerador del trigo a sus productores; lo
49
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: Las alas…, pp. 99-122.
Ibid., pp.280-284.
51
Jiuliana di FEBO y Santos JULIÁ (ed.): El franquismo…, pp. 38.
52
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: Las alas…, pp. 269- 280.
53
Ibid., pp.153-210. Multitud de otros organismos regulaban diferentes tipos de producciones agrícolas,
algunos de nueva creación y otros heredados de la República; entre otros encontramos el SNPS (Servicio
Nacional de patata de Siembra) o el SNCFT (Servicio Nacional del Cultivo y Fermentación del Tabaco).
50
12
que llevará a su comercialización en el mercado negro ante los bajos precios que se
paga a los productores.
Será el SNT el encargado de estimar la superficie que ha de cultivarse de trigo, de
manera que el agricultor habrá de realizar declaración de superficie cultivada y de
producción. Posteriormente el SNT compraría toda la producción a precio de tasa,
permitiendo una parte para el autoconsumo familiar, de manera que sería el SNT el
único proveedor de trigo a los fabricantes de harina, a un precio tasado; del mismo
modo será tasado por una “Junta harino- panadera” provincial, el precio de venta de la
harina y del pan54. Además en su intento de regulación del uso de la harina del país, se
prohíbe la apertura de nuevos molinos maquileros55, que eran difíciles de controlar, así
como la mezcla de harinas en la elaboración de productos.
Para el control de todo el sistema, el SNT contaba con un Delegado Nacional del
Servicio, con potestad para imponer sanciones a quienes no cumplieran lo ordenado y
de permitir las importaciones y exportaciones nacionales en materia cerealista; este,
delegaba sus funciones en Jefes Provinciales y Jefes Locales para las provincias y
comarcas respectivamente. En 1938 el SNT ampliará sus funciones a otros cultivos
como el maíz o el centeno, por cubrir “necesidades afines a las del trigo en extensas
zonas de nuestro territorio, en las que se utiliza su harina para la fabricación del
pan”56. Además, será el SNT el encargado de abastecer de semillas y abonos, conceder
préstamos para el cultivo y mejora y subvenciones para la construcción de silos57.
El funcionamiento del SNT se basaba en la asignación de un cupo forzoso a entregar
por la provincia, que era negociado con el SNT por la Jefatura Agronómica Provincial,
quien a su vez distribuye el cupo en las diferentes localidades; el cupo es nuevamente
negociado por las Juntas Agrícolas Locales58, que después lo distribuyen entre los
agricultores. Sin embargo, del estudio de estas interrelaciones Del Arco deduce que los
diferentes organismos tienden a defender los intereses de su jurisdicción, de modo que
54
Miguel Ángel DEL ARCO: Hambre de siglos…, pp. 219.
Los molinos maquileros eran aquellos que se quedaban con parte del trigo en pago por la molienda del
resto.
56
13 de septiembre de 1939 (BOE/ 20/9/1939) en Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: Las alas…, pp.
137.
57
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: Las alas…, pp. 123-153. Para ampliar sobre la cuestión del
abastecimiento y el sistema de silos consultar: Carlos BARCIELA LÓPEZ: “Ni un español sin pan”: la
Red Nacional de Silos Y Graneros, Zaragoza, Prensas Universitarias, 2007.
58
Las JAP (Jefaturas Agronómicas Provinciales) y las JAL (Juntas Agrícolas Locales), serán organismos
encargados de implantar las instrucciones dadas por el SNT y velar por su cumplimiento. Estarán
formados por miembros de Falange y otros poderes locales; sin embargo no existe un patrón predefinido
para la composición de los mismos. Resulta de gran interés para la ampliación del tema consultar Miguel
Ángel DEL ARCO: Hambre de siglos…, donde se estudian casos pormenorizados de los mismos.
55
13
los poderes provinciales intentarán disminuir su aporte y los municipales permitirán el
falseamiento de estadísticas, por ejemplo declarando menor superficie de la existente,
con el fin de tener que aportar menores cantidades; además a nivel local los cupos de
entrega serán repartidos de forma favorable a los propietarios cercanos a la
administración, que tendrán aportes menores 59. El interés en escapar al control del SNT
reside en varios elementos: de un lado la posibilidad de cultivar otros cultivos en las
zonas no declaradas como existentes y de otro en el cultivo de trigo de forma
“clandestina” para enviarlo al mercado negro, al no estar registrado por el SNT.
De manera que, al estar estos organismos integrados por miembros de las propias
comunidades, estos no dudarán en salir en defensa de su ámbito de jurisdicción; de
forma que no titubearán en denunciar la falta de abastecimientos por parte del SNT a
sus provincias o municipios. Encontramos ejemplo de esto en las declaraciones de
desabastecimiento por parte del Gobernador Civil de Barcelona60.
Consecuencias de la intervención agrícola.
La autarquía tuvo consecuencias en todos los sectores; en general fracasó en su
intento de autoabastecimiento provocando carestía en todo tipo de bienes; así como la
quiebra de los sistemas económicos, industrial y agrícola.
En el sector agrícola, el que interesa principalmente en este trabajo, la
intervención supone un descenso generalizado de la producción por diversos factores.
En primer lugar por el abandono de cultivos por parte de los pequeños productores que
no podían sobrevivir con los bajos precios de tasa a los que se veían obligados a vender
su producción al SNT; mientras los grandes agricultores, por su parte, desviaban buena
parte de la cosecha al mercado negro, lo que en la práctica quedaba recogido como un
descenso en la producción de cereal al no quedar recogido en las estadísticas oficiales.
Por otro lado, el descenso de la capacidad de consumo derivado del descenso de salarios
reales, llevó al descenso de la especialización y de la intensificación; así como al
aumento de la diversidad de cultivos, que en ocasiones pasaron a ser de autoconsumo,
por lo cual se produce un descenso de la superficie dedicada a la explotación intensiva
para la comercialización del producto. De esta forma, según datos de Fontana y Villares,
la superficie dedicada al cultivo del trigo en 1935 sería de 4.5 millones de hectáreas y
59
60
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: Las alas…, pp. 123-153.
Antonio CAZORLA SÁNCHEZ: Las políticas de la victoria…, pp. 84.
14
apenas 5 años después, en 1940 los datos señalan que desciende a 3.4 millones de
hectáreas permaneciendo en tan bajas cifras hasta al menos después de 1947; y del
mismo modo se produce descenso en varios tipos de cultivos como la cebada. Todo ello,
supone un descenso de la producción de entre el 20 y el 30% en la producción de
trigo.61 Estos descensos de las producciones serán excusados por el Régimen con
constantes sequías que asolan los cultivos, que sin embargo solo se produjeron en 1945
y 1949;62 de forma que las malas cosechas se deberían realmente a la política impuesta
por el régimen.
Por otro lado se produce una caída generalizada de los rendimientos agrícolas
por la confluencia de diversos factores. En primer lugar por la vuelta al mundo rural de
parte de la población, lo que generaba un excedente de mano de obra, que además tenía
unos bajos costes al haber descendido un 40% el salario agrícola tras la desaparición de
los sindicatos63. Ante la gran cantidad de mano de obra de bajo coste y la gran dificultad
para conseguir maquinaria, no se invirtió en mejoras de la producción sino que
simplemente se aumentó la mano de obra, lo que supuso tanto un descenso del
rendimiento por superficie, como un descenso del rendimiento por jornalero, todo ello
junto a la caída de la superficie cultivada64. “Siguiendo los datos proporcionados por
Barciela, los rendimientos del trigo pasaron de 9.5 quintales métricos por hectárea en
1931-1935 a 8.7 y 8 en los dos quinquenios siguientes de postguerra”, lo mismo ocurre
con otros cultivos lo que lleva a una crisis alimentaria65.
Frente al descenso de la productividad y del rendimiento agrícola, el Régimen
creará el Instituto Nacional de Colonización en 1939, con la pretensión de colonizar
grandes zonas del país, poniendo en valor extensas zonas con la creación de regadíos;
esta política sin embargo fue así mismo un fracaso puesto que, según datos de di Febo y
Juliá, tan solo se consiguen transformar unas 10 mil hectáreas del medio millón
propuesto y la ubicación estimada de 1759 colonos de los 25000 que establecen las
cifras oficiales; lo que implica una fracción mínima del campesinado sin tierra, que no
61
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 262- 267.
Jiuliana di FEBO y Santos JULIÁ (ed.): El franquismo…, pp. 39.
63
Jiuliana di FEBO y Santos JULIÁ (ed.): El franquismo…, pp.38.
64
José Luis, GARCÍA DELGADO: “La economía”, en José Luis, GARCÍA DELGADO (ed.):
Franquismo…, pp. 135.
65
Jesús A. MARTINEZ (ed.): Historia de España siglo XX…, pp56.
62
15
alcanzaría el 0.2% ni tan siquiera aceptando las cifras oficiales; junto a esto los lotes de
tierra fueron muy pequeños y poco rentables66.
Sin embargo, en particular en el caso Andaluz, no se altera en gran medida la
superficie cultivada, ni las formas de explotación, ni la tipología de cultivos,
manteniéndose estables los grandes cultivos latifundistas67. Lo que indicaría más bien
un estancamiento en las producciones de estas grandes fincas, que no aumentan su
productividad con insumos y maquinaria, sino que se conforman con mantener la
rentabilidad.
Además la gran consecuencia de la intervención será el destino de parte de la
cosecha al mercado negro, donde los precios son mayores a los de tasa, lo que genera
miseria y corrupción generalizadas. En todo caso, la existencia de salarios muy bajos,
junto al mantenimiento de precios de la tierra estabilizados y los beneficios obtenidos de
la venta en el mercado negro, hacen que el cultivo tenga alta rentabilidad, lo que
permite el ahorro a los terratenientes, que será de gran importancia en la
industrialización española68.
Racionamiento
La consecuencia más notable de la política autárquica fue sin duda el
racionamiento de una ingente cantidad de productos debido a la escasez de los mismos,
implantado en mayo de 1939 ante “la necesidad de asegurar el normal abastecimiento
de la población y de impedir que prospere cierta tendencia al acaparamiento de
algunas mercancías, movida por el agio y fomentada por las falsas noticias, aconsejan
la adopción, con carácter temporal, de un sistema de racionamiento para determinados
productos alimenticios”
69
y cuya consecuencia directa fue la aparición del mercado
negro, a pesar del esfuerzo del Régimen por impedirlo mediante el uso de la Comisaría
General de Abastecimientos y Transportes, que intentó garantizar el abastecimiento sin
llegar a conseguir todos sus objetivos. .
El primer modelo de racionamiento se basó en la imposición de dos cartillas
familiares, una para la carne y otra para otros productos, en las que existían una serie de
cupones que se retiraban cuando se adquiría el producto. La ración original se estableció
66
Jiuliana di FEBO y Santos JULIÁ (ed.): El franquismo…, pp.40.
Leandro ÁLVAREZ Rey y Encarnación LEMUS LÓPEZ (ed.): Historia de Andalucía Contemporánea,
pp. 467.
68
José Manuel NAREDO: La incidencia del estraperlo…, pp. 34-35.
69
José MARTÍ GÓMEZ: La España del estraperlo…, pp. 115.
67
16
para “el hombre adulto: pan, 400 gramos; patatas, 250 gramos; legumbres secas, 100;
aceite, 50; café, 10; azúcar, 30; carne, 125; tocino, 25; bacalao, 75, y pescado fresco,
200. Se estableció por otro lado que la ración de la mujer adulta y la de los mayores de
60 años sería del 80% de las primeras, y la de los menores de 14 años del 60%”. Sin
embargo el abastecimiento nunca llegó a tales cifras, por la escasa producción y la
ocultación ante la intervención del mercado; de modo que no llegó a cubrirse más de la
mitad de lo estimado para el aceite y cifras menores para el resto de productos,
destacando entre estos el pan por su notable importancia en la alimentación70; de hecho
en ocasiones las raciones “en el caso del pan se fueron restringiendo hasta tal punto
que han sido consideradas inferiores a las facilitadas a los prisioneros en los campos
de concentración nazis”. Estas condiciones de miseria serán incluso reconocidas por la
autoridades en sus informes; así en 1945 el gobernador de Valencia “reconocía que el
racionamiento organizado por sus propios servicios no alcanzaba más de 953 calorías,
la mitad de lo necesario para vivir” 71.
Este caso sería un ejemplo que apoyaría la teoría que presenta Moreno Fonseret,
basándose en los estudios Molinero e Ysas, según la cual las autoridades locales se
preocupaban seriamente por el desabastecimiento, teoría que presenta frente las tesis de
Albuquerque del uso del racionamiento como modo de control político72.
Las zonas de mayor precariedad y falta de abastecimiento fueron aquellas no
productoras; además las zonas urbanas recibieron mayores cantidades en el
racionamiento pues se consideraba que en el mundo rural existían mayores facilidades
para abastecerse de alimentos, cosa que no siempre era cierta73.
Un segundo modelo de racionamiento aparece en 1940 con una nueva tipología
de reparto por la que se diferenciarán las cartillas en tres niveles, según poder
adquisitivo, con el fin de garantizar el acceso a una mínima alimentación a aquellos que
no podían permitírselo en el mercado negro; de manera que el gobierno era plenamente
consciente de la existencia de este mercado paralelo, aunque intentara ocultarlo; además
junto a esta nuevas cartillas, aparecerá la “Cartilla del Fumador” para los hombres74.
70
Roque MORENO FONSERET: “Pobreza y supervivencia en un país en reconstrucción” en, Conxita
MIR, Carme AGUSTÍ y Josep GELONCH: Pobreza, marginación, delincuencia y…, pp 150 -151.
71
Lucia PRIETO BORREGO: Racionamiento, control social y estraperlo…, pp. 6.
72
Roque MORENO FONSERET: “Pobreza y supervivencia en un país en reconstrucción” en, Conxita
MIR, Carme AGUSTÍ y Josep GELONCH: Pobreza, marginación, delincuencia y…, pp. 152.
73
Ibid., pp. 151.
74
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 281.
17
En 1943, el racionamiento vuelve a ser modificado con la aparición de una
cartilla individual por persona, lo que servirá por otra parte como forma de control,
puesto que las cartillas eran otorgadas por la autoridad local, que podía presionar al
individuo por ello75.
A pesar de este intento de racionamiento, el abastecimiento de bienes básicos
como el pan se ve imposibilitado por el desvío masivo hacia el mercado negro del trigo,
por parte de los grandes productores que en ocasiones contaba con la aprobación de las
autoridades76.
El intento de racionamiento llegará a extremos, como la regulación de la matanza casera
en noviembre de 1941, obligando a realizar esta entre el 1 de diciembre y el 31 de
enero, bajo permiso del alcalde de la localidad y para uso exclusivo de la familia77;
intentos descabellados de regulación que no eran posibles aplicar.
Este racionamiento y la escasez de todo tipos de productos, sumados a los bajos precios
de intervención harán aparecer un mercado negro en el que se traficaba con alimentos,
materias primas e incluso manufacturas78; a pesar de los esfuerzos de la autoridad por
impedirlo, con la continua regulación del movimiento de productos mediante el uso de
“guías” para la autorización del desplazamiento de artículos, incluso en pequeñas
cantidades.
El racionamiento contará con grandes problemas al no contarse con los recursos
necesarios para hacer viable el abastecimiento, además se encuentran casos de gran
ineficacia de la administración, en los que la propia burocracia dificulta el
abastecimiento, con paradojas como la existencia de hambrunas al tiempo que se pudren
grandes cantidades de alimentos en los almacenes ante la imposibilidad de ponerlos en
el mercado por trámites burocráticos79. El desabastecimiento será generalizado,
llegando, según datos de Fontana y Villares, en 1950 a las ciudades tan solo: la mitad
del pan, un cuarto del aceite, la quinta parte de las patatas y la sexta parte del arroz, del
que llegaba en 1936; lo que lleva así mismo a la aparición del consumo de nuevos
75
José MARTÍ GÓMEZ: La España del estraperlo…, pp. 116.
Lucia PRIETO BORREGO: Racionamiento, control social y estraperlo…, pp. 6-7.
77
José MARTÍ GÓMEZ: La España del estraperlo…, pp. 119.
78
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 269. Diversidad de productos eran
comerciados en el mercado negro, entre ellos materias primas, como algodón para las fábricas textiles o
carbón. Realmente en la situación de total carestía, todo aquello que escaseaba era propenso de ser
estraperlado.
79
Lucia PRIETO BORREGO: Racionamiento, control social y estraperlo…, pp. 10. En los almacenes
municipales de Marbella en el verano de 1940 se pudren miles de kg de patatas y cientos de tocino
decomisados y destinados a los comedores del Auxilio Social.
76
18
alimentos ante el hambre y la miseria y a cifras desorbitadas de mortalidad por hambre,
que alcanzan, por ejemplo, y según estos autores, la cifra de 30.000 personas en la
provincia de Jaén entre 1940y 194580.
IV. ESTRAPERLO: VÍA DE ESCAPE Y CAMINO DEL LUCRO.
“Pasan carros de mulas para arriba y para abajo, y de vez en cuando,
cruza un camión cargado hasta los topes; a veces la guardia civil
detiene algún camión; el estraperlo suelen llevarlo debajo de la
carga”81
IV. 1. Mercado negro.
La aparición del fenómeno estraperlo, según expone Rodríguez Barreiro, ha sido
enfocada desde números puntos de vista, que mencionaremos brevemente en síntesis82.
Michael Richards considera que el franquismo adoptó la política autárquica
conscientemente y de forma permanente permitiendo con ello el enriquecimiento de la
oligarquía agraria y la burocracia del régimen, siendo pues una forma consciente de
enriquecer a sus apoyos mediante el estraperlo. Una segunda teoría considera la
aparición del estraperlo como forma cotidiana de resistencia contra una escasez
impuesta de forma premeditada como elemento de control político; si bien los estudios
de Carme Molinero y Pere Ysàs vendrían a demostrar que el propio régimen mantenía
su preocupación por la escasez de productos, no adoptando medidas para solucionarlo,
no de forma intencionada sino porque esta surgía como consecuencia inevitable de la
implantación de la política autárquica, de arraigada importancia en el proyecto político.
Una tercera teoría de Antoni Vives Riera presenta el estraperlo como respuesta de las
comunidades locales ante el proceso de modernización y urbanización, al considerarse
80
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 281- 285. La muerte por inanición se verá
reforzada por otros elementos de la miseria como la falta de viviendas y las malas condiciones sanitarias.
Los autores profundizan aquí con cifras de interés sobre el aumento de la “mortalidad no violenta”.
81
Viaje a la Alcarría. Camilo José Cela. 1948. El estraperlo generalizado, acaba siendo aceptado
socialmente e influyendo en las obras literarias de su tiempo.
82
Oscar J. RODRÍGUEZ BARREIRO: Migas con miedo…, pp. 222- 228.
19
desde el mundo rural “la pobreza como una cuestión de consumo y no de productividad
o de injusta distribución de la riqueza”83; tratándose por ello de una cuestión más bien
de principios. Una cuarta teoría plantea el estraperlo como forma de lucha de clases,
pero no de forma “revolucionaria” sino en tanto que el pequeño estraperlo es arma de
resistencia de las clases bajas en su lucha diaria por la supervivencia. Sin embargo, otras
teorías más simples, como la de Carlos Barciela defienden que “cualquier sistema de
intervención y de racionamiento genera inevitablemente fenómenos de mercado negro,
de estraperlo” 84; siendo por tanto un fenómeno espontaneo de lógica reacción frente al
sistema impuesto.
Aceptando esta teoría de Barciela, el mercado negro es la consecuencia directa
de la intervención gubernamental en el mercado por medio del racionamiento y la
fijación de precios; de modo que el precio de los productos deja de estar fijado por la
ley de la oferta y la demanda para influir en el mismo factores de escasez, persecución
de su venta fuera de la ley o favoritismo en el abastecimiento del mismo.85
El estraperlo aparece tanto por parte del que comercializa con el producto, bien sea para
su enriquecimiento o bien sea para su supervivencia; como por parte de quien se
abastece del mercado de negro, pudiendo considerarse estraperlo cualquier expresión
social que supusiera conseguir un bien o servicio de forma ilegal y fuera del mercado
oficial86. Teniendo esto en cuenta, aparece, ante la unión de diversos factores.
El racionamiento que imposibilita el acceso legal a una cantidad de productos que el
consumidor considera que necesita, sumado a la escasez de productos que obliga al
racionamiento de los mismos para intentar abastecer mínimamente a toda la población,
hará que la población acuda a abastecerse de estos productos 87. Pero también aparece
inmediatamente tras la intervención, ante los bajos precios de tasa a los que los
productores se ven obligados a vender sus productos, muy inferiores a los precios
naturales; que por tanto no les permitía producir obteniendo un beneficio, viéndose
abocados a la venta ilegal, pero sin la opresión de las tasas88.
Este monopolio estatal del mercado de ciertos productos alimentarios como el trigo, que
le permite fijar el precio, hará bajar la oferta por parte de los productores al no obtener
83
Ibid., pp.226.
Ibid., pp. 228.
85
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: El estraperlo…, pp. 1.
86
José MARTÍ GÓMEZ: La España del estraperlo…, pp. 27.
87
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 268-269.
88
Aquí cabría diferenciar entre los diferentes tipos de productores, que aprovecharan más o menos el
mercado negro, dependiendo de sus posibilidades.
84
20
rentas y aumentar la demanda por parte de los compradores ante los beneficiosos
precios; puesto que los precios bajo tasa serán reducidos, al aparecer como forma de
garantizar el abastecimiento de los más desfavorecidos si bien, según Rodríguez
Barreiro, el SNT también fija precios bajos ante la creencia en un peligro de excedentes
de trigo89. Ante esto, los productores desviaran su producción a un mercado paralelo en
el que obtener precios superiores a los de tasa y al que acudirán los compradores ante la
escasez de productos en el mercado oficial90; surge así el estraperlo.
Generalización de la ilegalidad.
El estraperlo supondrá prácticamente desde su origen, el desastre de la política
autárquica puesto que la
ilegalidad se generalizará y el mercado clandestino se
extenderá a todo el país, ante la imposibilidad del gobierno para pararlo, a pesar de que
la sociedad estaba vigilada constantemente y se requería de identificación para todo:
para trabajar, acceder a las cartillas, examinarse o cambiar de residencia 91 y a pesar de
contar el sistema con numerosos informantes.
El país al completo vivió al margen de la legalidad, llegando a ser cotidiano el
estraperlo; y contando con la participación de todos los españoles en una forma o en
otra, ya que se convirtió en la única forma de abastecimiento ante el racionamiento. Tal
generalización de la ilegalidad acaba dando lugar según Conchita Mir a la aparición de
una “nueva moral” en la postguerra española, en la que esta se acepta como normal92.
La generalización del mismo, será una forma de resistencia a la legalidad del sistema sin
precedentes93, pues participa de ella todo el estado sin importar la clase social; si bien
cada cual de forma diferenciada.
Incidencia en la producción nacional.
Las cantidades ocultadas, según datos de Naredo, fueron estimadas por el SNT
entre el 28.45 y el 38.26% para el periodo de 1942 -1943; sin embargo, el autor apunta
que las revisiones posteriores de Albuquerque estiman que en los años 40, la ocultación
89
Oscar J. RODRÍGUEZ BARREIRO: Migas con miedo…, pp. 229.
Roque MORENO FONSERET: “Pobreza y supervivencia en un país en reconstrucción” en, Conxita
MIR, Carme AGUSTÍ y Josep GELONCH: Pobreza, marginación, delincuencia y…, pp. 156-159.
91
Lucia PRIETO BORREGO: Racionamiento, control social y estraperlo…, pp. 15.
92
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: El estraperlo…, pp. 4.
93
Miguel Carlos GÓMEZ OLIVER y Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: EL estraperlo: forma de
resistencia…, pp.182.
90
21
ronda como media el 41% de la producción, alcanzando su máximo en 1942-1943 con
casi el 47% de la misma94.
En ocasiones el mercado negro se verá más concurrido que el mercado oficial 95. La
magnitud del mercado negro hará que la cantidad comercializada de forma ilegal, según
apunta Barciela, supere a la que se realiza en el mercado oficial en el caso del trigo y
casi lo iguale en el caso del aceite de oliva, lo que hace que el SNT infravalore las
producciones reales del país; así, el porcentaje de trigo comercializado en el mercado
negro supera el 50% hasta el final de la intervención sobre este producto y el de aceite
de oliva oscila entre el 10 y el 30% de la producción total de aceite, lo que supone una
comercialización de entre el 30 y el 50% de la que se producía en el mercado oficial96.
El mercado no afectó por igual a todas las producciones siendo los mayores volúmenes
estraperlados y ocultados, los de trigo, como producto estrella de la intervención 97, por
ser el producto más básico y consumido en la alimentación, y por lo tanto el más
buscado.
El precio de los productos en el mercado.
Los precios del mercado negro dependerán en gran medida de los “costes del
estraperlo” de los diferentes productos, sopesando la distancia a transportar la mercancía
y el riesgo de hacerlo ante la legislación del momento; así como la necesidad del
producto en cuestión y la escasez del mismo según la época del año, que lo hacen más
costoso. Así, según los datos que aporta Naredo, la media oficial del precio de un kg. de
trigo en los años 40, es de 1.5 pesetas; mientras que la del mercado negro oscila entre
las 6-7 pesetas durante el año y las 9-10 pesetas en los meses previos a la nueva
campaña de recolección, en los que la escasez del trigo es superior al estar agotándose la
cosecha del año anterior. En el caso del pan los precios oficiales rondan las 0.55
pesetas los 100 gramos para las cartillas de 1ª, oscilando entre las 15 y las 18 pesetas los
100 gramos para las mismas cartillas a lo largo del año98.
En general Barciela afirma que el precio de los productos alimentarios en el mercado
negro superó entre 2 y 5 veces el precio de tasa como media, aumentando conforme a la
lejanía de la zona de producción llegando a darse en ocasiones en ciudades como
94
José Manuel NAREDO: La incidencia del estraperlo…, pp. 14-15.
José MARTÍ GÓMEZ: La España del estraperlo…, pp. 34.
96
Carlos BARCIELA: “El mercado negro de productos agrarios en la postguerra 1939- 1953”, en Josep
FONTANA (ed.): España bajo el Franquismo, pp. 193 - 196.
97
Ibid., pp.199.
98
José Manuel NAREDO: La incidencia del estraperlo…, pp. 90-91.
95
22
Alicante precios del trigo que superaban la tasa 10 veces; del mismo modo influía en el
precio de venta la capacidad económica del estraperlista, generando precios más altos
aquellos vendedores con recursos suficientes como para mantener oculta la mercancía
hasta el momento más oportuno para su venta99; y siendo por lo tanto los precios de
venta de los pequeños estraperlistas menores al necesitar estos de la venta urgente de la
mercancía para su propia supervivencia.
Los precios serán siempre superiores en las grandes ciudades, donde encontramos en
1943, según las cifras que aportan Fontana y Villares, precios del pan 8 veces
superiores, en 1947 precios del aceite 7 veces superiores, en 1946 precios para el arroz 5
veces superiores y 10 veces superiores los del azúcar, en 1949 hasta 3 veces superiores
los del café y en 1943 hasta 3 veces superiores los de productos no alimenticios como el
hierro y hasta 4 veces el cobre o el algodón100. No sólo se tratan de precios superiores
sino que el estraperlo resulta un negocio de gran rentabilidad con precios desorbitados,
que por otra parte evitan, como hace el sistema de racionamiento, el acceso de los más
desfavorecidos a los recursos básicos.
En el estudio del precio de los productos estraperlados, resulta interesante hacer
mención a los insumos agrícolas, que son de difícil acceso durante la dictadura, pero
que, por otra parte permiten aumentar la productividad, lo que unido al mercado negro
aumentaría significativamente la rentabilidad; resultan llamativos los precios en tanto
que unos precios altos en los insumos deben acabar teniendo algún tipo de reflejo en el
precio de los productos. En su estudio Naredo101 destaca por su importancia y extensión
en el uso a los mulos, que quedan bajo precio de tasa en 1942 al ser indispensables para
el cultivo de la tierra; en su caso, los precios del mercado negro excederán en un 80% de
media a los de tasa, alcanzándose de forma puntual precios hasta 5 veces superiores
ante: la gran necesidad de los mismos, la escasa oferta de estos animales y sobre todo la
gran rentabilidad del mundo agrícola, que obtenía grandes beneficios del mercado negro
y contaba con suficiente liquidez para poder permitirse unos precios tan levados por este
bien en particular. Rondarán por tanto en los momentos de mayor valor entre 15 y 35
mil pesetas, descendiendo su valor una vez acabada la época de autarquía a tan solo
3000 pesetas. Del mismo modo, entre los insumos, serán de gran importancia los
abonos, que son escasos en la época y se obtienen por concesión gubernamental,
99
Carlos BARCIELA: “El mercado negro de productos agrarios en la postguerra 1939- 1953”, en Josep
FONTANA (ed.): España bajo el Franquismo, pp. 196.
100
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 269.
101
José Manuel NAREDO: La incidencia del estraperlo…, pp. 110-115.
23
mientras que “El kilo de abono nitrogenado se cambiaba en el mercado clandestino por
medio kilo de trigo”102, lo que permite suponer los altísimos costes del mismo. Otro
producto que alcanzará un gran precio serán los tractores que serán productos de una
notable escasez y conseguidos tan solo por concesión estatal, elevándose su precio en el
mercado negro a precios desorbitados, cuyo pago solo se puede explicar por la
rentabilidad de la venta de las cosechas en el mercado negro, sumada a los bajos salarios
de los obreros y los precios estables de la tierra103.
Formas de estraperlar.
Los límites del estraperlo son confusos, abarcando este término a multitud de
transgresiones de la legalidad.
La ocultación de la producción, no haciendo entrega del cupo obligatorio fue la
base del estraperlo, pues suponía la acaparación de productos para su posterior venta en
el mercado negro. Esta fue generalizada a pesar de la aparición de multitud de
legislación para evitarlo, como constantes avisos de obligatoriedad de
entrega de
excedentes agrarios u obligatoriedad obligatoriedad de declarar las existencias.
Si bien la ocultación estuvo generalizada, será en las grandes fincas del sur de España
donde tenga una gran implantación, siendo extraña la finca en la que no se produjera
alguna forma de estraperlo, de manera que esta ocultación lleva a que en ocasiones “el
grado de ocultación culmina en el trigo en año 1949, en el que la cosecha excedió en
un 106.2 por 100 a la declaración”104. Como vemos la ocultación de la cosecha en
cantidades en ocasiones superiores a las no ocultadas, permitía la aparición de un
mercado negro bien abastecido, a costa del desabastecimiento del oficial.
Otro elemento de la ocultación para el posterior envío al mercado negro residía, junto a
la declaración de producciones menores a las reales, en la declaración de superficies
cultivadas menores a las que realmente se cultivaban, aprovechándose las tierras no
declaradas para el cultivo, de manera que en las grandes fincas del sur la superficie
cultivada suele exceder a la declarada105.
102
Ibid., pp. 112.
Ibid., pp. 113. En particular, el precio de los tractores se dispara; sirva como ejemplo el de los
Tractores Caterpillar de 65 cv en el mercado oficial ronda las 400 mil pesetas, superando el millón de
pesetas en el mercado negro.
104
José Manuel NAREDO: La incidencia del estraperlo…, pp. 103.
105
Ibid., pp. 86, 88 y 98.
103
24
El contrabando y transporte de mercancía sin la correspondiente guía será
considerado también como estraperlo por las autoridades, que verán en el trasporte
ilícito de mercancía, una “red logística” de transporte desde os lugares de producción
hasta las ciudades para su venta. Por ello, la psicosis del Régimen no diferenciará a la
hora de señalar como contrabando, el medio de trasporte de la mercancía: tanto si es
llevada a pie, en tren, autobús o vehículo propio; amplitud de formas que permiten el
transporte de cantidades muy diferentes. Ante esta persecución, que lleva incluso al
registro personal, los métodos de transporte se refinan y en ocasiones deja de ser
transportado de forma personal para ser abandonado en un medio público de transporte
a la espera de que otro individuo lo recoja en la siguiente parada; o solía llevarse la
mercancía consigo hasta las cercanías de las estaciones, deshaciéndose de estas por la
ventana justo antes de llegar, donde un cómplice se hacía cargo de recogerla; o bien, se
esconde entre otros productos de libre transporte o que cuenten con las guías
correspondientes. Ante la constante revisión, y vigilancia, serán múltiples las formas en
las que se especialice el método de contrabando.
El contrabando será, en todo caso, especialmente significativo en las zonas donde
existía tradición del mismo, como las fronteras portuguesas o la frontera gibraltareña,
ambas de gran tradición contrabandista donde los métodos eran si cabe, más
especializados106. En la zona de Gibraltar, por ejemplo, se asiste a un aumento del
tradicional contrabando que se deja notar en el gran aumento de mujeres en la prisión
provincial de Málaga desde 1941107.
Otra forma de consideración de estraperlo, fue la venta a precios de tasa
superiores, que como se ha dicho anteriormente excedieron en varias veces a los precios
de tasas; dependiendo en todo caso de las circunstancias del mercado en particular.
La adulteración de la mercancía, supuso otra de las formas más habituales de
ejercer estraperlo, pues con una determinada cantidad del producto original se obtenía
otra superior que aparentemente era del mismo producto, suponiendo ello un aumento
de los beneficios de su venta. La adulteración se dio en multitud de formas, fue
constante por ejemplo la modificación del peso del pan o la mezcla de diversos tipos de
106
Roque MORENO FONSERET: “Pobreza y supervivencia en un país en reconstrucción” en, Conxita
MIR, Carme AGUSTÍ y Josep GELONCH: Pobreza, marginación, delincuencia y…, pp. 159.
107
Lucia PRIETO BORREGO: Racionamiento, control social y estraperlo…, pp. 9-10.
25
harina de menor calidad para obtener cantidades superiores de pan 108. Así mismo
sucedió con la leche, que solía ser aguada para aumentar su volumen.
Otra constante fue la manipulación de cartillas con el objeto de conseguir
mayores raciones del sistema oficial de abastecimientos. Para ello, se utilizaban las
cartillas de difuntos y de militares en servicio activo, así como cartillas duplicadas en
varios municipios. Del mismo modo se produjo un constante mercadeo de cartillas de
racionamiento. En Málaga por ejemplo solían declararse mayor cantidad de familiares
de los existentes109.
Si bien no puede considerarse literalmente como estraperlo, está relacionado así
mismo con la carencia de recursos y la miseria extrema, el hurto de productos
alimentarios. Este podría ser considerado por aquellos que lo ejercían, como una forma
de redistribución de la riqueza en momentos de extrema escasez, puesto que “en
primera instancia las víctimas de las acciones en contra de la propiedad solían ser
miembros de las fuerzas vivas de la localidad”110, es decir a miembros del gobierno
local, al SNT, al Auxilio social o incluso a los medios de trasporte de estos organismos,
con el consiguiente peligro añadido que ello conllevaba. Sin embargo, no siempre
ocurre así puesto que, la extremada miseria, tampoco hizo infrecuente la aparición de
hurtos a vecinos descuidados, que en principio comienza siendo de fruta o ganado para
la alimentación y se extiende desde 1941 a gran multitud de productos ante la escasez
absoluta de todo tipo de bienes. No era por otra parte infrecuente que estos hurtos de
alimentos se hiciesen en familia. En todo caso se trataba de formas espontáneas y no
organizadas de delitos menores contra la propiedad, que suponían una forma de
resistencia ante la desmedida miseria. Contra estos pequeños delincuentes, que hurtan
alimentos o artículos básicos para la supervivencia, las medidas serán muy amplias,
llegando desde la pequeña sanción económica hasta casos extremos como en Sevilla
“donde los robos de bellotas, higos, algarrobas… eran una cuestión vital para muchos
jornaleros hambrientos, el general Jefe de la Segunda Región llegó a ordenar en mayo
de 1941 que se aplicase el Fuero de Guerra a los ladrones de cosechas”111;
108
Ibid., pp.7.
Roque MORENO FONSERET: “Pobreza y supervivencia en un país en reconstrucción” en, Conxita
MIR, Carme AGUSTÍ y Josep GELONCH: Pobreza, marginación, delincuencia y…, pp. 13.
110
Oscar J. RODRÍGUEZ BARREIRO: Migas con miedo…, pp. 199.
111
Ibid., pp. 201.
109
26
consideración que consideraba el pequeño hurto como sabotaje y lo exponía a las penas
más duras.112
Productos estraperlados.
Los productos estraperlados son de diversa índole, pudiendo ser cualquier tipo
de producto que se comercializase fuera de los controles estatales del mercado oficial;
de hecho las empresas habrán de abastecerse de los insumos necesarios para su
funcionamiento en el mercado negro113.
Destaca obviamente el estraperlo de productos indispensables para la dieta, siendo el
producto estrella el pan, que, según datos de Gómez y del Arco, para 1944 en el caso de
la provincia de Málaga supone casi el 32% de los delitos; también son objeto de gran
cantidad de delitos de estraperlo otros artículos relacionados con la alimentación como
los cereales y la harina, 6% de los delitos por estraperlo en ambos casos, o la ocultación
de cosechas , que suponen un 10% de los delitos contabilizados por estos autores114.
IV. 2. Estraperlo de los pobres.
El estraperlo de los pobres, desde el enfoque que aquí se pretenderá dar, puede
ser definido también como el estraperlo de los “consumidores”, es decir de aquellos que
estraperlan con pequeñas cantidades para su propio consumo, pero también de aquellos
que compran productos de estraperlo o que esconden pequeñas cantidades para
abastecerse.
La base del pequeño estraperlo no es otra más que la supervivencia en la lucha
diaria contra el desabastecimiento que provoca hambre; de manera que caen en la
ilegalidad todos los que hacen uso del mercado negro para abastecerse de alimentos; lo
que implica de una u otra forma a todos los habitantes del país puesto que como se ha
comentado las raciones eran en todo caso insuficientes, será por tanto generalizado y
aceptado por la sociedad como método habitual de subsistencia. Así encontramos casos
como el de “José Luis de Villalonga, Grande de España, no tendrá pudor en reconocer
112
Ibid., pp. 195- 222. Resulta de gran interés para ampliar la información de este párrafo, que es en parte
síntesis de estas páginas, en donde se exponen casos particulares de los diferentes tipos de hurto y las
circunstancias particulares.
113
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp. 251.
114
Miguel Carlos GÓMEZ OLIVER y Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: EL estraperlo: forma de
resistencia…, pp. 188.
27
que en su casa había de todo durante la postguerra, además de por ser una por ser
“una familia rica, porque vivían del mercado negro, del estraperlo”115; de ahí que no
sea correcto delimitarlo solo a los pobres, pues la escasez era generalizada.
Sin embargo no era el único objeto del mercado negro de los “consumidores”
puesto que “cuando se participaba en el mercado negro se buscaba unos recursos que
asegurasen la satisfacción de las necesidades primarias; pero, a la vez, no aceptar el
sistema de intervención implicaba una protesta contra la política del Estado”116. Así,
según Del Arco y otros autores, esta forma de estraperlo, de los pobres no era por tanto
solo una forma de escapar de una situación económica crítica, sino también, una forma
de resistencia cotidiana y de lucha contra un sistema económico muy desigual; una
forma de protesta espontánea y guiada por las necesidades de supervivencia; más
desarrollada por los pobres que por los grupos de “sin poder”, pues no pretende hacerse
con poder sino paliar su pobreza. Será además una forma individualiza de protesta, que
no pretende dejar huella de la misma pues no será exitosa si es descubierta; y en todo
caso rechazándola como forma de protesta cuando era descubierta, excusándose en el
desconocimiento de la ilegalidad. Sería pues la única forma de resistencia ante la
imposibilidad de ninguna otra y como única forma de mostrar el descontento, a la par
que garantizar la subsistencia117.
Perfil del pequeño estraperlista.
En el pequeño estraperlo tendrá un papel importante la mujer, aunque las cifras
sobre su participación no están claras, así: Rodríguez Barreiro, sobre sus estudios en la
provincia de Almería dónde tan solo suponen un cuarto de los casos frente a tres cuartos
en los que los detenidos eran hombres, enfrenta la teoría de Del Arco, que considera la
implicación de las mujeres en un 70%.118
Del análisis socio-profesional de los detenidos, Rodríguez Barreiro deduce un
especial interés del régimen en la persecución de un tipo de clase en particular; así sus
cifras indican que el 57.4% de los detenidos eran o bien trabajadores no cualificados
(obreros o jornaleros, que suponen el 34% de los detenidos) o bien artesanos y otros
oficios (23,48%), en todo caso, más de la mitad de los tenidos eran no propietarios, de
115
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: El estraperlo…, pp. 10.
Miguel Carlos GÓMEZ OLIVER y Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: EL estraperlo: forma de
resistencia…, pp.182.
117
Ibid., pp. 182-183, y Oscar J. RODRÍGUEZ BARREIRO: Migas con miedo…, pp.223.
118
Oscar J. RODRÍGUEZ BARREIRO: Migas con miedo…, pp.236.
116
28
clase baja no afín al régimen. Las clases medias serán el 34% (siendo el 26% clases
medias rurales); mientras que propietarios y profesionales liberales apenas si suponen el
5% de los casos. Por otra parte, comparando los delincuentes por estraperlo con los
delincuentes habituales, aumenta el porcentaje de trabajadores no cualificados en casi
un 9% y disminuye en más de 5% el de las clases medias; cifras que indican que el
perfil de los estraperlistas transciende de una clase social en particular, no es por tanto
ejercido solo por los pobres. Por otro lado, como es evidente, el estraperlo estará más
generalizado en aquellas profesiones con capacidad para ejercerlo, de modo que
obviando jornaleros y labradores, el siguiente mayor grupo es el de los transportistas,
seguidos de los industriales de trasformación (molineros) y de los distribuidores como
(comerciantes y panaderos)119.
En el perfil socio-económico, según los datos que aportan Gómez y del Arco,
serán los más pobres lo que se dedicaran al estraperlo siendo el 80% de los estraperlistas
individuos sin propiedades y el 70% de los mismos insolventes que no podrían hacer
frente a la sanción económica que se les impusiera.120
En cuanto a la edad, los datos de Rodríguez Barreiro, destacan con un cuarto de
los casos a individuos con edades comprendidas entre 30 y 45 años; casi la quinta parte
serán individuos de 20 a 30 años y tan solo un 12.28% ente 45 y 60 años. Se trata en los
tres casos de edades que encajan en el perfil de personas con responsabilidad familiar, al
tener la edad óptima para ser cabezas de familia. El estudio del estado civil, por este
autor apoya la teoría del estraperlo como método de supervivencia familiar pues de las
cantidades anteriores, más de dos terceras partes están casados, suponiendo más del
doble las cifras de casados que delinquen en el estraperlo, de los que lo hacen en otros
delitos.121
En definitiva “el perfil del pequeño estraperlista será el de un desesperado.
Perteneciente de las clases más bajas de la sociedad española. Hombres y mujeres con
nula o escasa capacidad económica, sin propiedades, sin tierras, y sin recursos
económicos. La mayoría de las mujeres encausadas se dedicarán a sus labores y, en el
caso de los hombres, la mayoría serán jornaleros, obreros, parados, pequeños
119
Ibid., pp. 236- 237.
Miguel Carlos GÓMEZ OLIVER y Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: EL estraperlo: forma de
resistencia…, pp. 186.
121
Oscar J. RODRÍGUEZ BARREIRO: Migas con miedo…, pp.238- 240.
120
29
vendedores ambulantes…”122, en general la visión aportada por Del Arco resume con
cierta precisión el perfil del pequeño estraperlista.
Finalmente cabe destacar que la mayoría no eran individuos reincidentes que se
dedicaran al comercio en el mercado negro, sino que se trataba de individuos empujados
a la fuerza a delinquir, además, por otro lado serán mayoritarios los individuos con
perfil no desfavorable al régimen, de manera que este persigue a una gran cantidad de
individuos por pertenecer a la clase baja aun sin tener filiación política opuesta al
mismo.123
Persecución del pequeño estraperlo.
Las cantidades estraperladas en los diferentes delitos serán según datos de
Gómez y del Arco pequeñas, siendo en un 54% de las sanciones menores a 15 kg y tan
solo un 8% superiores a 50 kg; encontramos por tanto que es el pequeño estraperlo
destinado al consumo de bienes básicos el que se sanciona, mientras queda impune el
gran estraperlo124. Las cantidades serán mínimas: hogazas de pan, arrobas de aceite,
algunas cajetillas de tabaco; lo que supone delitos de escasa importancia.125
La persecución del pequeño estraperlo de supervivencia será absoluta de manera
que la gran mayoría de las sanciones son impuestas a los pequeños estraperlistas. En lo
referente a las cuantías de las sanciones, estas oscilaran desde multas de unas pocas
pesetas hasta sanciones de algunos de miles de pesetas; si bien, Gómez y del Arco
llegan a la conclusión de que mayoría de infracciones se sancionaba con cifras en torno
a 1000 pesetas, lo que supone sanciones de tipo medio; aunque excesivamente altas para
los más pobres126.
Además de la imposición de una sanción la mercancía era intervenida e incluso
el medio de transporte en el que se llevase, lo que en ocasiones suponía privar al
pequeño campesino de su medio de vida. Así mismo, aquellos que no pudiesen pagar
las sanciones eran enviados a campos de trabajo en los que habrían de trabajar 1 día por
122
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: El estraperlo…, pp.15.
Miguel Carlos GÓMEZ OLIVER y Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: EL estraperlo: forma de
resistencia…, pp.186 – 187.
124
Ibid., pp.188.
125
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: El estraperlo…, pp.16.
126
Ibid., pp.16. El estudio de estos autores se centra en las sanciones en la provincia de Almería para los
años 1944 -1945.
123
30
cada 10 pesetas de deuda; de modo que el régimen de una u otra forma obtenía
beneficios127.
IV. 3. Estraperlo de las clases medias y altas, adeptas al régimen.
La diferencia entre el pequeño estraperlista y el gran estraperlista será notable;
en primer lugar desde el punto de vista popular, si bien se aceptaba el pequeño
estraperlo de supervivencia que todos se veían obligados a ejercer, no se toleraba así
mismo, de forma popular, el gran estraperlo, vinculado a la especulación con grandes
transacciones ocultadas con pretensión de obtener el mayor beneficio de las clases más
desfavorecidas.
Serán las clases medias y altas las mayores beneficiarias del estraperlo ante la
permisividad del régimen para con sus apoyos sociales, de manera que podrán
abastecerse del mercado negro con cierta facilidad; pero también comercializar grandes
cantidades de productos en el mismo.
El mercado negro se convirtió, por tanto para estas clases, en una forma de acumulación
de capital y enriquecimiento, del que se benefició la gran burguesía agraria y comercial
y para parte de la burocracia del régimen.128 Serían los grandes propietarios los que
pudieran estraperlar con los excedentes de sus cosechas, frente a los pequeños
propietarios quienes finalmente más aportarán al sistema de intervención; además los
grandes terratenientes contaban con capital suficiente como para permitirse los medios
de transporte necesarios para el movimiento de las mercancías, que podrían realizar bajo
la impunidad que les otorgaba la pertenencia al bando ganador.
Así mismo, para beneficio de las grandes oligarquías, el sistema de intervención generó
dos mecanismos de acumulación de capital. De una parte con el aporte de un mínimo
racionamiento a bajo costo a los obreros industriales, se hizo soportable por esto la
pérdida de poder adquisitivo debida a la bajada de salarios, de forma que ahorraban en
salarios aunque los obreros mantenían acceso a la alimentación al estar los productos
racionados a bajo precio; el precio que pagaban a los pequeños agricultores intervenidos
que se empobrecían con ello. De otro lado la acumulación de los grandes agricultores
que dirigían su producción al estraperlo obteniendo grandes rendimientos y que además
127
128
Ibid., pp.17.
Oscar J. RODRÍGUEZ BARREIRO: Migas con miedo…, pp.223.
31
eran quienes recibían las concesiones de maquinaria y abono aumentando la
rentabilidad de sus explotaciones. 129
Entre las más beneficiadas se encontrarían las fincas del sur que en general desviaron
sus producciones hacia el mercado negro, si bien de forma diferenciada según cada
finca; y junto a estas otras propiedades menores e incluso personas de escasas
propiedades que consiguieron amasar grandes fortunas gracias al estraperlo. 130
Las clases afines no son perseguidas pues por la legislación franquista; de
manera que los grandes estraperlistas no eran castigados más que de forma puntual.
Ante la impunidad de los cercanos al régimen, de sobra conocida por la población, y la
constante declaración del Régimen de su interés en la persecución del estraperlo, en
ocasiones este anunciará puntuales sanciones contra los grandes estraperlistas, a modo
de ejemplo de cumplimiento de la legislación. Así, Del Arco plantea como ejemplo, una
multa impuesta por la Fiscalía de Tasas en Cádiz en 1942, por valor de 100.000 pesetas,
a unos armadores de la ciudad, junto al destino de los mismos a un batallón de
trabajadores. Del mismo modo el régimen, para desvincularse del fenómeno del
mercado negro, constantemente proclama su decisión en la lucha contra este y publica
listas de sancionados.131
IV.4. Implicación de los miembros del Régimen.
El gran estraperlista puede encontrarse también, entre los propios miembros del
Régimen formando parte de su extensa y corrupta burocracia. Entre los grandes
estraperlistas se encuentran miembros del Movimiento como los Jefes de Falange (como
ejemplo el de Coín que fue sustituido por su implicación en el estraperlo), miembros de
la política como gobernadores civiles (como los de Málaga, Córdoba o Gerona, que
fueron relacionados con el estraperlo) y miembros del ejército; individuos que contaban
con inmunidad política y con la logística necesaria para el transporte a gran escala.132
Justamente serán los altos mandos militares, grandes implicados en el mercado negro
ante la inmunidad de su posición. Así “a finales de 1939 o principios de 1940 se
extendió el rumo de que la fábrica de jabón del general Saliquets, uno de los militares
129
Carlos BARCIELA: “El mercado negro de productos agrarios en la postguerra 1939- 1953”, en Josep
FONTANA (ed.): España bajo el Franquismo, pp.199-200.
130
José Manuel NAREDO: La incidencia del estraperlo…, pp.88.
131
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: El estraperlo…, pp.13.
132
Ibid., pp.12.
32
más cercanos a Franco, utilizaba grasas de estraperlo”, de la misma inmunidad gozó
el “General Orgaz quien, según informó en septiembre de 1943 la policía del
protectorado de Marruecos, donde éste era el Alto Comisario […] llevaba numerosos
negocios en colaboración con su colega el general Múgica”.133
La corrupción llegaba incluso a los ministerios, así el ministro de Comercio entre 1939
y 1940 Luis Alarcón de Lastra, adquiere en tan solo 8 años (1946-1954) la notable
cantidad de 42 tractores, uno cada 2 meses, con el claro objeto de su reventa, al tener
acceso con mayor facilidad a las concesiones de maquinaria del gobierno 134. O el caso
de “cierto ministro que ponía en letras muy visibles su nombre, como salvoconducto, en
los camiones que utilizaba para el estraperlo”.135
Ciertamente, como en el punto previo se vio, se producen también algunas
condenas a miembros del régimen y altos personajes, que en principio pueden aparentar
ser ejemplarizantes. En este caso se encuentra la condena al General Heli Rolando de
Tella por su implicación en el estraperlo; e incluso se llevó a cabo una única sentencia
de muerte por estraperlo, contra un falangista camisa vieja, José Pérez de Cabo, por su
implicación en el estraperlo. Sin embargo, ambos casos tenían otros motivos de mayor
peso para el régimen: el primero de los casos, el General Heli, había apoyado la
monarquía en el golpe de estado de 1936; en cuanto al segundo, el camisa vieja, había
participado en una conjura falangista contra el régimen. De manera que el régimen
franquista volvía a usar con fines publicistas hechos que claramente tenían otro
trasfondo de mayor importancia.136
El régimen por lo tanto, bajo el poder absoluto del dictador teje una red de
clientelas económicas encajadas en el sistema de la autarquía, que controla la
macroeconomía del país en beneficio de los miembros de la red, quienes controlan y
trafican con las grandes construcciones y concesiones, con el mercado negro a gran
escala de productos alimenticios, con el tráfico de las divisas y con las licencias de todo
tipo. Este sistema la corrupción se generaliza entrelazando a los grandes empresarios
con los hombres del régimen.137 Puesto que, ante la falta generalizada de productos de
todo tipo, las conexiones políticas se convirtieron en el mejor medio para acceder a
133
Antonio CAZORLA SÁNCHEZ: Las políticas de la victoria…, pp.86.
José Manuel NAREDO: La incidencia del estraperlo…, pp.114.
135
Carlos BARCIELA: “El mercado negro de productos agrarios en la postguerra 1939- 1953”, en Josep
FONTANA (ed.): España bajo el Franquismo, pp.199.
136
Antonio CAZORLA SÁNCHEZ: Las políticas de la victoria…, pp. 87.
137
Jesús A. MARTINEZ (ed.): Historia de España siglo XX…, pp. 52.
134
33
suministros a precios oficiales para su reventa en el mercado negro, o a concesiones y
licencias; lo que en un país donde regían el intervencionismo y la arbitrariedad,
garantizaba la obtención de grandes beneficios sin riesgo alguno.138
IV. 5. Legalidad y publicidad.
Constantemente el régimen promulgaba normativas publicitando su constante
lucha contra el mercado negro; aparece así por ejemplo publicado en el BOE de 21 de
octubre de 1941 “pena de muerte a los que oculten y acaparen géneros de primera
necesidad”; penas que por otra parte no llegaron a realizarse más que en el caso
comentado anteriormente. Además el régimen publicitaba su continua lucha con noticas
sobre la detención de peligrosos los contrabandistas: “una peligrosa banda de
traficantes de sacarina”. 139
Siguiendo con el afán publicista, en 1941 la Fiscalía de Tasas anuncia haber impuesto
100 millones de multas y haber detenido a 5000 estraperlistas140, aunque el mercado
negro continuó funcionando sin inmutarse.
A pesar de la ingente normativa creada para impedirlo, el régimen fue incapaz
de atajar el problema del mercado negro; en buena parte como ya se ha comentado por
su propio desinterés en acabar con el sistema que tanto beneficiaba a sus apoyos
sociales.
La legislación será muy abundante e intentará abarcar el máximo de aspectos de la vida
cotidiana en su interés por el control de todos los elementos de la misma. Aparecerán
legislaciones obligando a declarar las características de las fincas para mantener un
control sobre ellas; prohibiciones sobre el consumo para controlar los abastecimientos;
ordenes de declaración de tenencia de productos o prohibiciones de circulación de
ciertos productos. La legislación será tan abundante que en ocasiones rozará lo ridículo.
Ante el fracaso del intento de control del mercado negro, el régimen llevará a
cabo diferentes campañas de ocultación. Así se falsean las estadísticas negando la
existencia del mercado negro a base de no reconocerlo en las estadísticas, lo que
generaba una infravaloración de los precios, las producciones, la renta agraria y la renta
138
Oscar J. RODRÍGUEZ BARREIRO: Migas con miedo…, pp.233.
José MARTÍ GÓMEZ: La España del estraperlo…, pp. 96.
140
J. FONTANA y R. VILLARES: Historia de España…, pp.270.
139
34
nacional.141 Sin embargo, a pesar de los intentos de censura del régimen y de la falta
informativa, la población era consciente de lo que ocurría y se preocupaba por la
existencia de “demasiados altos cuadros de la política especulaban con productos
alimenticios de primera necesidad y chupan la sangre del pueblo”.142
Y ante la
incapacidad de prohibición y de ocultación de lo que ocurría, solo quedará al régimen
establecer campañas de persecución del estraperlo.
Como último recurso del régimen para hacer cumplir la legalidad, cabe hacer
mención a la extensa red de informantes y denunciantes con los que contaba el sistema,
quienes denunciaban a los individuos infractores; sirviendo además el conocimiento
popular de la existencia de estos como forma de imponer una psicosis colectiva que
hiciera que la gente se plantease delinquir ante la posibilidad de ser denunciado; pues
cualquiera podía ser un denunciante, más aún cuando “la ley establecía que al
denunciante le correspondía el 40% de lo incautado”. Sin embargo ni con la
imposición de esta ley el Régimen fue capaz de generalizar las denuncias entre la
población, a pesar de la pobreza generalizada. 143
Las políticas de control fueron un fracaso total, demostrando la absoluta
incapacidad del régimen para el control del estraperlo en todo el estado. Sin embargo el
estraperlo, será una baza fundamental para política franquista en tanto que le servirá
tanto para legitimarse como para explicar sus fracasos: el régimen se presentará como
defensor de la legalidad legitimándose ante las clases más desfavorecidas mostrando su
persecución de los estraperlistas que tan solo pretendían lucrarse con el comercio en el
mercado negro mientras existía paralelamente un racionamiento por la escasez de
productos. A la par, podrá excusar esta escasez de abastecimientos en la existencia de
grandes redes de estraperlo que pretenden tan solo beneficiarse de la situación de
carestía de la población, con la venta de productos indispensables a precios
desorbitados144.
141
Carlos BARCIELA: “El mercado negro de productos agrarios en la postguerra 1939- 1953”, en Josep
FONTANA (ed.): España bajo el Franquismo, pp. 200-205.
142
Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: El estraperlo…, pp.12.
143
Lucia PRIETO BORREGO: Racionamiento, control social y estraperlo…, pp. 6.
144
Miguel Carlos GÓMEZ OLIVER y Miguel Ángel DEL ARCO BLANCO: EL estraperlo: forma de
resistencia…, pp.19-20.
35
V. EL CASO DE LA PROVINCIA DE JAÉN.
En el estudio del estraperlo en la provincia de Jaén, se puede concluir, que en
rasgos generales sigue las pautas del resto de España. Se trata por tanto, en primer lugar
de un mercado negro generalizado, por el uso del cual, al menos el 1% de la población
provincial es sancionada, por lo que se puede estimar superior la participación 145; de
hecho la extensión del mercado negro parece alcanzar unas cifras tan considerables
como para que las autoridades se preocupen en lanzar un campaña contra el estraperlo,
exponiendo las causas por las que se incurría en el mismo y señalando las pequeñas
transacciones individuales como fuente de la pobreza del país146.
Del estudio de las noticias de prensa podemos obtener algunos datos relativos a:
las causas de las sanciones, las tipologías de las mismas y el perfil de los infractores.
Sería de gran interés el estudio de las zonas donde actúan estos infractores para generar
un mapa de las zonas con mayor influencia del estraperlo pues encontramos por ejemplo
diversos casos de estraperlistas en la zona cercana Linares, quizá asociados a la
existencia del ferrocarril147; pero no es posible mediante el uso de esta fuente pues en
muy pocos casos se indica la procedencia.
Los tipos de infracciones resumidos en la tabla1,148 muestran que entre los 791
individuos, 99 lo son por ocultación de mercancía, lo que supone la octava parte de los
expedientes y el delito más usual en materia de estraperlo; siendo, en buena parte de los
casos, cantidades de mercancía pequeñas destinadas muy posiblemente al consumo
familiar. A estos habría que añadir los 29 casos de infracción por transporte de
mercancía en cantidades pequeñas, que corresponderían a abastecimiento para uso
familiar, posiblemente como en caso anterior, aunque quizá por individuos que no son
productores y no tienen por tanto una cosecha que ocultar para su abastecimiento; así
145
En 1942 los expedientes sancionados en la represión del estraperlo en la provincia ascienden a 1739,
según declara la Fiscalía de Tasas en “Represión del estraperlo”, Diario Jaén, 19 de enero de 1943; por
otro lado según informes de la Junta de Andalucía, en torno a 1940 la población era de 760. 847
habitantes en la provincia en Instituto de Estadística de Andalucía: Evolución en la población en
agregaciones municipales.1942- 2001. Recuperado de internet.
(http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CCAQFjAA&url=http%3
A%2F%2Fwww.juntadeandalucia.es%2Finstitutodeestadisticaycartografia%2Fehpa%2Ffich%2F012.xls
&ei=rGOfU-6OK6qo0QWS3oCADA&usg=AFQjCNFbC_0Z_QJLezYSysslKSVjkyR_6g)
146
Artículo completo en el Anexo I. “¿Cómo se hace el estraperlo?”, Diario Jaén, 19 de abril de 1943.
147
Diversos casos de estraperlo de productos alimenticios en Linares, Arquillos y Vilches; en “Aceite,
harina, garbanzos y trigo en gran cantidad intervenidos a estraperlistas”, Diario Jaén, 24 de septiembre de
1941.
148
Véase Anexo II.
36
como los 19 casos de hurto de alimentos y bienes básicos149. Estos casos formarían
parte del pequeño estraperlo, de supervivencia.
Por otro lado encontramos diversas sanciones que a actividades que pretenden algún
tipo de lucro como: la venta a precio superior al de tasa con 18 casos; la adulteración de
productos para su venta150, con objeto de aumentar la rentabilidad de los mismos; el
robo y la estafa, que suman una treintena de casos; o el contrabando de mayores
cantidades de productos, con posible destino al mercado negro.
Las sanciones impuestas se recogen en la tabla 2,151 y serán de tres tipos
básicamente: cese de la actividad, multas y restricción de libertad; sin perjuicio de
aplicar varias de ellas al mismo individuo.
En cuanto a las primeras suele cerrarse los locales de los infractores, sobre todo cuando
se trata de reincidentes en materia de precios y de adulteración de productos. Aunque
entre los casos estudiados solo se informa del cierre de 6 locales, la cifra es muy
superior según los informes de la Fiscalía de Tasas152. Por otro lado, a los individuos
sorprendidos con artículos que no pueden justificar se les incautan los mismos; de
nuevo, como en el caso anterior, los datos aportados por las noticias indican 29
incautaciones frente a los datos de la tabla 1 que proponen 66 individuos (entre
contrabando y pequeño transporte). Los datos que aporta la fuente son, en todo caso
incompletos.
En el aspecto económico la mayoría de las sanciones económicas rondan como en el
caso anterior entre as 250 y las 2500 pesetas, siendo sanciones de tipo medio y
contabilizándose un total de 92 de 122 y seguidas por sanciones pequeñas menores a
250 pesetas, un total de 24; de forma que las grandes sanciones apenas son
representativas.
En cuanto a la detención, los individuos sorprendidos en posesión de mercancías solían
detenidos de forma preventiva, siendo menores los casos referidos a condenas de
prisión.
Por otro lado, los datos nos permiten hacernos una idea básica sobre el perfil de
género de los estraperlistas. Así resulta mayor el número de hombres con 109 casos
149
El hurto oscila desde artículos alimentarios básicos como frutas y verduras al de otros bienes
imprescindibles, por ejemplo el hurto de prendas de abrigo, en “Tres individuos detenidos por el hurto de
tres abrigos”, 26 de enero de 1944.
150
En la mayor parte de los casos se trata de: cambios en los pesos del pan, en “14 panaderos de Jaén
multados por la alcaldía”, Diario Jaén, 22de mayo de 1943, o de aguado de la leche, en “Establecimiento
clausurado”, Diario Jaén, 12 de febrero de 1942.
151
Véase Anexo II.
152
Véase Anexo III, tabla1.
37
frente a 41, lo que supone una tercera parte de sancionados mujeres y dos terceras partes
de hombres, cifras que resultan más cercanas a las propuestas porque a las de Del
Arco153; además, si se tuviese en cuenta el número de casos contabilizados como
“empresa” posiblemente las cifras se acercasen más aún ante la mayor posibilidad de ser
empresarios los hombres.
Del estudio de las notas de prensa, podemos obtener también una cierta idea de
la intencionalidad propagandística del Régimen; así, encontramos sanciones de tipo
ejemplarizante, por ejemplo, se sanciona con una multa de 250.000 pesetas a D.
Cristóbal Luque Onieva de Priego junto a la incautación de cereales y leguminosas; o se
multa con 500.000 pesetas a la Compañía General de Industria S.A., cerrando además
su producción e incautando diverso material.154 De hecho destaca que uno de los casos
ni tan siquiera pertenezca a la provincia, pero se publique de igual modo en el diario
provincial, con claro interés propagandístico.
Los anuncios de la Fiscalía de Tasas con respecto a la multitud de sancionados y las
grandes cantidades de multas impuestas son constantes y suelen realizarse por medio de
artículos en los que se resume la actuación de la Fiscalía de Tasas en el mes previo: en
estos aparecen de forma sistemática el número de expedientes, la cifra a la que
ascienden las y otra serie de publicidades indicando las donaciones caritativas al Auxilio
Social, por ejemplo; junto a las cifras entregadas a los denunciantes, quizá como modo
de aviso de que existen tales y son además muchos y bien pagados.
Sin embargo, las cifras aportadas por la Fiscalía de Tasas, parecen retocadas para
conseguir un mayor efecto publicista; así encontramos que en la publicación del
resumen de la Fiscalía en la provincia de Jaén en 1942, se han sancionado 1739
expedientes; sin embargo, y a pesar de no contar con los datos de todos los meses, la
suma de 8 de ellos aporta solo 804 expedientados, lo que supondría la necesidad de que
en los 4 meses de los que no tenemos datos la Fiscalía hubiera sancionado a 935 (134
mensuales).155
153
Véase página 28 de este trabajo.
“Multa de medio millón de pesetas por infracción en materia de tasas”, Diario Jaén, 3 de septiembre
de 1941. Resulta llamativo que se publiquen 4 casos “ejemplarizantes” en el mismo artículo.
155
La comparativa de los valores indicados en el Anexo III no son coincidentes con los datos aportados
por la publicidad del régimen en “Represión del estraperlo: las multas impuestas en 1942 ascienden a
pesetas 4.082.093”, Diario Jaén, 19 de enero de 1943.
154
38
VI. CONCLUSIÓN.
Todos los que vivieron la postguerra española, declaran cuando se les pregunta
que fueron tiempos de hambre y de miseria en los que la muerte por inanición y
enfermedades infecciosas era una constante habitual. Fueron días de opresión y de
silencio en los que la falta de todo tipo de bienes imprescindibles en la vida diaria,
intentó ser sustituida por oraciones de la Iglesia y por himnos que vitoreaban al ejército
y al Movimiento, bajo la sublime imagen de un dictador militar que se había levantado
en armas contra el gobierno y que pretendía resucitar una España mítica, que ya en el
1898 había dado sus últimos alientos. Aquel Imperio de tiempos remotos, tan solo
podría levantarse, según la nueva ideología domínate en España, con la destrucción de
los males impuestos por las potencias extranjeras: el laicismo, la democracia y el
liberalismo; y en pos de conseguirlo Iglesia, Ejército y Movimiento se esmeraron en
conseguir hacer de España una isla anclada en el pasado, mientras las tumultuosas aguas
de Europa corrían hacia el progreso.
La burocracia lo llenó todo: los militares se hicieron con el control de la industria, los
sacerdotes con el de la educación y el los falangistas con el de los medios de
socialización de un pueblo desecho por la guerra. Y como era de esperar, el
intervencionismo estatal, intentando el control de todo, no llevó más que al hundimiento
del sistema, que no fue capaz ni de abastecer a su propia población de alimentos
básicos; aún a pesar de dedicar ingentes esfuerzos a ello. Sin embargo, y a pesar del
fracaso de la política intervencionista, la ideología del nuevo estado impidió restringir
las limitaciones; de manera que la escasez generalizada, por la obstinante e intencionada
permanencia de un sistema que prendía sin tener posibilidades para ello, ser autárquico,
no tuvo más opción que romper con legalidad y crear un sistema de mercado al margen
de la ley.
Nacía así un mercado negro, a espaldas de la intervención del estado, que se regía por
las leyes de la oferta y la demanda, aunque influenciadas por la propia naturaleza de este
mercado perseguido y gravemente sancionado por el Régimen. Fuera de la intervención
del estado, los consumidores no veían restringido su acceso a los artículos por una
ración impuesta y controlada mediante cartillas, sino que podían acceder a los artículos,
aunque a precios desorbitados; por otro lado los productores no se veían obligados a la
venta de sus productos a unos precios que no dejaban margen alguno, como ocurría con
las cosechas que se veían obligados a entregar a unos precios tasados por el estado, que
39
monopolizaba todo el mercado del trigo primero y luego de una ingente cantidad de
productos básicos, sino que vendían a precios que no solo eran remuneradores, sino que
permitían un amplio lucro.
Ante la generalización de este mercado negro, que pronto se popularizó con el nombre
de estraperlo, el estado respondió con infinidad de nuevas normativas y sanciones que
amenazaban hasta con la pena capital a aquel que estraperlara. Y sin embargo, y a pesar
de la publicidad persecutoria del régimen contra tan grave infracción, las dos Españas
de las que hablaba Machado en su poema Españolito, estaban presentes. De un lado la
España que muere, acosada por el hambre y represaliada, perseguida por el régimen que
no pretendía, a sabiendas de que el estraperlo era la única posibilidad de supervivencia,
permitirle salirse del mercado oficial, pues inmediatamente arremetía con dureza contra
cualquiera que escondiera a la intervención un triste trozo de pan con el que alimentar a
sus hijos; aquella señalada era la España de los vencidos, con los que el Régimen seguía
ensañada. De otro lado, la España que bosteza, aquella que se asienta en la nueva
comodidad, que el Régimen le ofrece a cambio de su callado beneplácito, en la que será
permitido el estraperlo para abastecerse y también como forma de hacer fortuna con el
comercio de estraperlo; esta será la España de los vencedores, de los propietarios que
vuelven a obtener beneficios laborales frente a los obreros. Y sobre ellas, una tercera
que Machado no intuye aún en 1912, la de la burocracia y los cargos del nuevo
Régimen, la de aquellos que ostentan el poder político y militar, que no dudan en usar
desde el primer momento en la creación de una red clientelar, en la extensión de la
corrupción a todos los ámbitos, haciendo del país su señorío y del estraperlo su mayor
forma de renta.
40
VII. BIBLIOGRAFÍA.
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41
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-Yzquierdo Perrín, Rafael. España años 40. Hambre, estraperlo, racionamiento. Bilbao:
Ediciones beta III milenio, 2008.
42
ANEXOS
Anexo I
¿CÓMO SE HACE EL ESTRAPERLO?156
La prensa española, con unanimidad de criterio, ha emprendido una férrea campaña
contra el estraperlo en todas sus manifestaciones. Hemos comenzado a desenmascarar a
estas gentes sin conciencia que trafican con la vida de seres humanos, porque en todos
los corazones de hondo sentir, españoles, ha brotado la voz de la indignación contra
sujetos tan desaprensivos.
Nuestra habilidad de reporteros nos ha lanzado a la calle. El fotógrafo no hubo de
corretear mucho para sorprender algunas de las “colas” que como producto,
consecuencia, des estraperlo vemos con harta frecuencia.
El porqué de las colas.
Las “colas”, semillero de rencillas, disputas, y a veces, vivero de juicios de faltas, solo
las justifica la aparición del estraperlo, cuyos tentáculos han llegado a alcanzar desde la
cajetilla de tabaco hasta la más corriente verdura.
A este afán desmedido de riquezas se debe exclusivamente la aparición de “esas
nutridas colas” que han vuelto a lucir en nuestra ciudad, la mayoría de las veces para
adquirir unos productos de la huerta.
Las verduras no llegan al mercado, precisamente, no porque nuestras riberas no las
produzcan para abastecer a la población sino porque los logreros especulan desde la
simple lechuga o rábano hasta la preciada y sabrosa fruta.
Aquellas típicas caravanas de hortelanos que daban vida al amanecer de nuestra ciudad;
aquellas reatas de animales que cargados de hortalizas invadían las calles rumbo al
mercado, guiadas por nuestros sencillos hombres de campo, han desaparecido porque el
logrero, el estraperlista, ha llegado a sus huertas para adquirir al precio “que sea” la
verdura, que transportada a otro mercado o vendida a sus “compromisos” producirá
buenas ganancia. Y al igual que con las hortalizas sucede con el pescado y otros miles
de artículos alimenticios. En cuanto a este, por ejemplo, no llega en cantidad suficiente
porque el estraperlista se niega a admitir los precios de tasa fijados. Tiene industrias que
le paga a buenos precios. Y burlando la vigilancia de la autoridad, “exponiéndose”,
consiguen ocultar y vender su mercancía. Y esa “exposición”, precisamente, es lo que
motiva la elevación de precio, según ellos, que generalmente nos salen diciendo que son
gentes honradas, que lo hacen por el compromiso de servirles, porque les están muy
agradecidos.
¿Cuántas veces pronunciarán al día tan manidas y vulgares frases?
El tabaco
Usted tiene un amigo que no fuma. Está en buena posición económica. Obtuvo la tarjeta
de racionamiento porque “tenía derecho”. No la vende. Ni la cede. Tiene su
“compromiso”. Con la tarjeta de tabaco, sabiamente administrada, consigue aumentar
156
¿Cómo se hace el estraperlo?, Diario Jaén, 19 de abril de 1942.
43
los panecillos de su ración, que le “guarden” la leche, el carbón, que le cedan algunas
raciones de azúcar… Tiene lo que se dice “su apaño”.
El señor que no fuma es una persona “honrada”. Y orgulloso se le oirá decir en la
oficina, en el trabajo: “Yo tengo de todo”.
La cartilla del fumador que no fuma es el “salvoconducto” del estraperlo.
¡Primero, yo!
- No te preocupes. Págalo al dinero que te pidan. Mientras tengamos dinero no hemos
de carecer.
- Pero hombre, si es carísimo.
-¡Nada, nada! Paga y calla, ¡que pasen necesidades otros!
El dinero de este señor, sin duda, fue salvado con la vida de lo mejor de la juventud
española. Cara al sol se jugaron la existencia miles de españoles para salvar la hacienda,
el honor, a los “señores” que pagan a como les pidan. ¡Que pasen necesidades otros!
La señora del mantón.
Nadie la vio entrar. Oculta en su mantón lleva la mercancía.
- Traigo azúcar, señorita.
- ¿…?
- Las raciones de una vecina, que no la puede comprar. Está muy necesitada, señorita.
Yo no es que me gane nada, sino que una no tiene corazón para ver sufrir.
- ¿…?
- ¡Qué disparate! Me acordé de usted porque se que al señorito le gusta el café a todas
horas, pero hay mucha gente que me la quita de las manos. La señora de don Fulano, la
de don Zutano y la de Perengano.
¡Menos de 20 pesetas no se la puedo dejar!
La señora de don Fulano, de don Zutano o el ama de la casa paga las 20 pesetas para
que “tome su café”.
Y otro día son patatas, arroz, huevo, verduras, jabón y toda suerte de artículos
alimenticios.
La mujer del mantón que vimos subir la escalera no es sino una de los estraperlistas.
Falso el argumento de la vecina, falsa la necesidad: es una manifestación del estraperlo.
La leche.
El estraperlo tiene serias repercusiones en la infancia.
La leche, producto básico de su alimentación, está también en manos del estraperlo.
Usted sabe, ¿verdad?, que muchos de sus amigos disfrutan de este producto por la
“amistad” con el lechero. Lo que es posible no sepan son las consecuencias que acarrea
la “amistad”, el “tabaco”, el favor…
El raquitismo, niños pálidos y con hipotenia, con marcado retraso delo desarrollo, con
pesos y tallas menores que los niños normales, con acción interrumpida o acompañada
de gravísimos trastornos, todo es producto de la escasez de leche y esta escasez no es
sino producto a su vez del estraperlo.
Las “colas”, los precios elevados, el “bautismo” no tienen otra justificación que el ansia
desmedida de lucro de los estraperlistas.
¡Basta!
Como estos ejemplos, manifestaciones corrientes del estraperlo, podemos seguir
ofreciendo, pero – nuestro ¡basta ya!
44
Con todas las fuerzas de nuestra razón, con la alteza de miras que siempre nos
caracterizó tenemos que cerrar este breve reportaje pidiendo la cárcel, el desprecio, el
destierro lejano para los que, a sabiendas están produciendo tantas catástrofes.
No más compasiones. Con la fuerza de la razón hemos de eliminar a los parásitos que
asesinan, porque (matan) con premeditación y alevosía lo mejor de España, a nuestra
infancia.
Sin escrúpulos, como animales ajenos a la sociedad, es necesario eliminar al estraperlo.
Y con él desaparecerán las “colas” y se normalizarán los mercados en aquellos cuya
escasez no se justifica.
Anexo II.
Las tablas siguientes han sido confeccionadas a partir de los datos recogidos en notas de
prensa de la sección de noticias provinciales del Diario Jaén, entre los años 1941 y
1945. Se trata de noticias sobre detenciones, intervenciones y actividades del gobierno y
las fuerzas del orden contra el estraperlo, por ello son referidos a las sanciones que se
imponen y a los individuos a los que son impuestas.
Tabla 1. Sanciones y sancionados. Según Diario Jaén 1941-1945. Fuente: elaboración propia, a partir de datos
de Diario Jaén.157
CAUSA DE SANCIÓN
Ocultación de cosecha
Pequeño transporte de mercancía *
Contrabando **
Venta a precio superior a tasa
Adulteración de productos para venta
Robo***
Hurto****
Estafa
Daños materiales a propiedades
INDIVIDUOS
SANCIONADOS
99
29
37
18
35
29
19
3
2
157
*Pequeño transporte de mercancía: de cantidades manejables a mano, con obvio sentido de
autoconsumo, a pesar de ser señaladas por las autoridades como “para la venta a precios abusivos”.
**Contrabando: cantidades con obvio objetivo de venta en el mercado negro, para cuyo transporte son
necesarios animales de carga o vehículos motorizados.
*** Robo: hace mención o bien al robo de grandes cantidades en metálico o al de productos para su venta
y obtención de beneficio económico.
**** Hurto: se trata de robo de pequeñas cantidades destinado a la supervivencia o bien de productos de
alimento o de cobertura de necesidades básicas.
45
Tabla 2 Sanciones y sancionados. Fuente: elaboración propia, a partir de datos de Diario Jaén.158
SANCIÓN
Confiscación de material incautado
Cierre del local
Multa inferior a 250pts *
Multa de 250-2500 pts.**
Multa superior a 2500 pts.
Multa superior a 25000 pts.
Detención
Prisión
Trabajos forzados
INDIVIDUOS SANCIONADOS
29
6
24
92
3
3
83
7
2
Tabla 3. Sancionados según tipología de género. Fuente: elaboración propia, a partir de datos de Diario Jaén.
SANCIONADO
Hombre
Mujer
No determinado
Empresa
Nº DE INDIVIDUOS
109
41
82
39
Anexo III.
La tabla siguiente, ha sido confeccionada con datos obtenidos de noticias publicadas
periódicamente por la Fiscalía Provincial de Tasas de Jaén, en la sección provincial del
Diario Jaén entre 1941 y 1943, cuando dejan de hacerse tales publicaciones de forma
espontánea; en estas aparecen resúmenes mensuales de las cifras en la lucha contra el
estraperlo.
158
*Se ha establecido el precio de 250 pts. como sueldo medio de un jornalero a lo largo de un mes de
trabajo, estimando el sueldo diario en 7 pts., Diario Jaén 28/9/1942.
** Se ha establecido 2500 pts. como sueldo anual sobre la consideración anterior.
46
Tabla 1. Datos aportados por la Fiscalía de Tasas en diferentes artículos. Fuente: elaboración propia, a partir de
datos de Diario Jaén.
expedientes
sancionados
dic-41
multas
multas
venta género Pago a
impuestas
percibidas
incautado
denunciantes
22
170000
90500
23102
97222
feb-42
mar-42
abr-42
may-42
jun-42
jul-42
ago-42
sep-42
86
80
89
141
146
111
151
714765
189200
476300
331500
348625
204500
309100
290500
100237
ene-43
feb-43
abr-43
1942
1943
Total
140
166
300
804
606
1432
147156
276200
452767
2864490
876123
3910613
36400
37220
21600
25400
132500
719500
205000
56088
98426
40371
196500
15518
38247
162000
169678
572000
1353737
903678
2347915
21069
3268
13001
210403
37338
270843
23740
42351
11400
158867
77491
333580
47
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