MANIFIESTO DE PROTESTA Y DENUNCIA ¡Ni la represión, ni las amenazas, detendrán nuestras luchas! El 8 de marzo de 2014 en el Día Internacional de la Mujer afirmamos que las mujeres no somos territorio en disputa. Nuestro pronunciamiento anual reafirmó que estamos en rebeldía por nuestros cuerpos y por el país que queremos. Movimientos, redes, organizaciones, todo el amplio espectro del movimiento de mujeres y feminista del país llamamos a conmemorar el día con un Carnaval político, mediante el cual celebramos nuestra rebeldía contra los patriarcas, abusadores, mal tratadores y asesinos de mujeres. Desde el día anterior, desde distintos puntos del país, se realizaron actividades que culminaron con actos políticos y culturales. En todos, menos en Managua, la capital del país. El acto celebratorio que reconoce nuestras luchas presentes y pasadas fue reprimido mediante el uso de la fuerza pública y grupos partidarios oficialistas. El abuso estatal llevó a utilizar grupos de las fuerzas públicas, que deberían proteger la vida cotidiana de la ciudadanía en los lugares donde hay inseguridad y violencia. No contento con lo anterior, el abuso estatal armó a esas fuerzas públicas con equipos y armas de contención, como si el carnaval político hubiese sido una manifestación armada. El abuso estatal fue de tal naturaleza que utilizó como fuerzas antimotines a unas decenas de mujeres, en primera línea, mientras en segunda línea tenía a decenas de antimotines hombres. El abuso estatal llevó incluso a armar a mujeres policías con rifles que disparan balas de gomas y bombas lacrimógenas para usarlas contra otras mujeres que luchan por sus derechos. El abuso del poder confirmó que vivimos en un estado que actúa desde la misoginia, menosprecia, controla y criminaliza nuestras vidas y nos deja en total indefensión, generando violencia estatal e incumpliendo lo establecido en diversos instrumentos de derechos humanos. El abuso de poder desnudó sus mentiras y falacias y nos demostró que su política de género es la represión y la negación de derechos y que la política del 50/50 es convertir por igual de represores a hombres y mujeres. Ante el abuso de poder demostrado por el gobierno de Daniel Ortega, repudiamos la utilización de mujeres policías como represoras de los derechos ciudadanos de otras mujeres. Reafirmamos que no nos callaremos, ni permitiremos ser silenciadas. Ante el abuso de poder demostrado por el gobierno de Daniel Ortega, anunciamos que seguiremos en las calles luchando por nuestros derechos. No a la criminalización de los derechos políticos No a la represión de nuestros derechos ciudadanos Las mujeres seguimos en rebeldía Por nuestros cuerpos, por el país que queremos Managua, 11 de marzo de 2014