EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO "La investigación del conocimiento no puede tener lugar de otro modo que conociendo; tratándose de este supuesto instrumento, investigarlo no significa otra cosa que conocerlo. Más querer conocer antes de conocer es tan absurdo como aquel prudente propósito del escolástico que quería aprender a nadar antes de aventurarse en el agua" Hegel ¿Existe algún tipo de conocimiento en el mundo, el cual sea tan cierto que ningún raciocinio pueda dudar de él? ¿Qué sabemos? ¿Cual es la extensión de nuestro conocimiento? ¿Cuál es la diferencia entre conocimiento y opinión verdadera? Estas interrogantes han sido formuladas a lo largo de la historia de la filosofía y aún se encuentran en el centro de la discusión filosófica. Todas estas preguntas tienen algo en común, todas están relacionadas con el conocimiento el cual constituye la materia de estudio de la Teoría del Conocimiento o Epistemología. Si buscamos la definición de epistemología encontramos una gran variedad de descripciones de esta disciplina, pero, en general, todos los filósofos coinciden en que la tarea principal de la epistemología es formular una base crítica acerca de los fundamentos que soportan las diferentes nociones de conocimiento, a través de la construcción de un sistema de principios por medio de los cuales la verdad de una proposición1 pudiera establecerse adecuadamente, justificando al mismo tiempo la razón de estos principios. 1.1. Un sondeo sobre la noción de conocimiento. La mayoría de los filósofos están de acuerdo en que existen varios tipos de conocimiento, éste nos parece un buen punto para comenzar a desentrañar la idea de conocimiento. Así, vemos que Platón en el Teeteto pregunta: ¿Cuál es la distinción entre conocimiento y opinión verdadera? y a partir de esta pregunta trata de ensamblar bajo una misma definición las diferentes formas de conocimiento. Chisholm, en su Teoría del Conocimiento, comienza su indagación tratando de responder la misma pregunta de Platón en el Teeteto: "Una forma de atacar la pregunta es sugerir, asumir primero, que si un hombre sabe y otro hombre posee opinión verdadera pero no sabe, entonces, el primer hombre posee todo lo que el segundo hombre posee y algo más". Y se pregunta: ¿Que es lo que debemos añadir a la opinión verdadera para que sea conocimiento? Enmanuel Kant señala la distinción entre juicios analíticos y juicios sintéticos: "En todos los juicios en que se concibe la relación de un sujeto a un predicado (considerando sólo los juicios afirmativos, pues en los negativos es más fácil hacer después la aplicación) esta relación es posible de dos maneras: o el predicado B pertenece al sujeto A como algo contenido en él (de un modo tácito) o B es completamente extraño al concepto A, si bien se halla enlazado con él. En el primer caso llama al juicio analítico, en el segundo sintético". De esta forma, Kant asume la existencia de diferentes clases de conocimiento, y dedica su obra La Crítica de la Razón Pura para dar una fundamentación del conocimiento científico de la naturaleza,sobre la base de la validez lógica del conocimiento.2 Bertrand Rusell, en Los Problemas de la Filosofia (The problems of Philosophy) 1681, señala: "Para entender este punto completamente será necesario destacar la diferencia entre conocimiento por familiaridad (acquaintance) y conocimiento por descripción, y considerar después qué conocimiento de principios generales, si lo hay, posee la misma calidad de certidumbre que nuestro conocimiento de la existencia de nuestras propias experiencias . . . Hay dos clases de conocimiento: conocimiento de las cosas y conocimiento de las verdades". A.J. Ayer expresa: "Empecemos preguntando si las varias clases de conocimiento tienen alguna cosa en común, y la sugerencia sobre si esta característica común es un estado de la mente o una actuación". J.L. Austin, señala que es un error suponer que existe una distinción entre conocimiento y opinión verdadera. La expresión "yo sé " tiene el rol de plena seguridad. "Yo sé " posee lo que él llama un uso de realización (performative) más que un uso descriptivo; "decir yo sé ", no es lo mismo que decir "Yo he realizado una hazaña cognoscitiva especial, superior, en la misma escala de creer y estar seguro, o estar completamente seguro, porque no existe nada en esa escala superior a completamente seguro . . . Suponer que 'yo sé ' es una frase descriptiva, es sólo un ejemplo de la falacia descriptiva tan común en filosofía". A.J. Ayer, define saber (conocer) como el derecho de estar seguro: "Cuando proclamamos el derecho de estar seguros de la verdad de cualquier proposición dada, la sustentación de ésta puede ser o que la proposición es autoevidente, o que su verdad está garantizada directamente por nuestra experiencia, o que ésta es válidamente derivable de otras proposiciones, o conjunto de proposiciones, de las cuales tenemos el derecho de estar seguros". Como un ejemplo de las dificultades que presenta cualquier respuesta que persiga este sistema de argumentación podemos mencionar a Chisholm, quien reduce el problema del conocimiento ,al siguiente esquema. 1. S cree que h es verdad. 2. h es verdad. 2 3. (para ser llenado). "Encontramos que la mayoría de las expresiones que nos vienen a la mente como posibles candidatas para 3 serán expresiones que aparentemente nos dejan con el mismo problema. Porque cuando tratamos de decir lo que ellas significan, regresamos otra vez a 'saber', por ejemplo: evidencia adecuada, probabilidad, observación". Chisholm finalmente recurre a otros términos epistémicos y relacionando "saber" con ellos da una solución aparente al problema: S sabe en t que h es verdad siempre y cuando 1. S cree que h en t es verdad. 2. h es verdad 3. h es evidente en t para S. De esta forma, obtiene una solución parcial del problema, al definir "saber" en términos de "evidente" y "evidente" en términos de "más razonable" y pretende romper el círculo vicioso considerando que "más razonable" es también adecuado para la definición de otros términos básicos. Desde el punto de vista estructural, podemos considerar el conocimiento como la relación entre el sujeto cognoscente y el objeto a ser conocido. Así, J Hessen, señala: "En el conocimiento se hallan frente a frente la conciencia y el objeto. El conocimiento se presenta como una relación entre estos dos miembros, que permanecen en ella eternamente separados el uno del otro. El dualismo de sujeto y objeto pertenece a la esencia del conocimiento". En el ejemplo dado por Chisholm buscamos justificar la relación entre S (sujeto) y h (objeto). Todas las posibles definiciones de conocimiento están muy relacionadas con el problema de verdad o si podemos, en algún momento, estar en posición de decir que determinada proposición es verdadera (más allá de toda duda) ¿cuáles proposiciones pueden ser consideradas evidentes? ¿qué justificación tenemos para decir que tal cosa es verdad? ¿existen proposiciones cuya verdad pueda ser establecida más allá de la posibilidad de la duda? Como un ejemplo, de esta línea de acción hacia lo indudablemente verdadero, podemos mencionar la filosofía de Descartes, quien utiliza la duda metodológicamente para alcanzar la verdad. En sus Meditaciones, Descartes señala: "Podemos dudar de todas las cosas, especialmente de las materiales, al 3 menos mientras no poseamos otros fundamentos de las ciencias que los que hemos tenido hasta ahora. Aunque la utilidad de esta gran duda no aparezca a primera vista, su efecto principal es que nos libera de todo prejuicio y facilita un camino sencillísimo para apartar la mente de los sentidos, y hace finalmente que no podamos seguir dudando de lo que posteriormente averiguamos ser cierto". Pero muchos filósofos se muestran escépticos acerca de este punto, así por ejemplo J.L. Austin: "La búsqueda de lo incorregible es una de las venerables alimañas en la historia de la filosofía. Esta ha sido excesiva en la filosofía antigua, más conspicuamente en Platón, y fue fuertemente reanimada por Descartes y legada por él a una larga línea de sucesores ... En algunos casos el motivo parece simple ansia porque algo sea absolutamente cierto, un ansia que puede ser difícil de satisfacer si uno considera que la certidumbre es absolutamente inalcanzable, en otros casos quizás como el de Platón, lo que aparentemente se busca es algo que siempre sea verdad. Pero en el caso presente, el cual desciende directamente de Descartes, existe una complicación extra en la forma de una doctrina general del conocimiento". Los filósofos pragmáticos, representados principalmente por el filósofo americano William James, modifican el significado de verdad en el sentido que lo verdadero es lo útil, lo valioso para la vida humana. Según el pragmatismo el hombre no es un ser teórico-pensante sino un ser práctico de voluntad y acción. La función del intelecto no es la búsqueda de la verdad, sino servir de brújula para poder orientarse en la realidad. El valor del conocimiento humano se fundamenta en su destino práctico. Como los pragmáticos, Gastón Bachelard también evita la noción de verdad y desde un punto de vista psicologista se refiere al conocimiento científico de la siguiente manera: "Cuando se investigan las condiciones psicológicas del progreso de la ciencia, se llega muy pronto a la convicción de que hay que plantear el problema del conocimiento científico en términos de obstáculos". A estos obstáculos los llama obstáculos epistemológicos. Para Bachelard, se conoce en contra de un conocimiento anterior, todo conocimiento científico es una respuesta a una pregunta y el espíritu científico desea saber, pero para interrogar mejor. El pensamiento científico se fundamenta sobre errores rectificados, venciendo obstáculos epistemológicos y el primer obstáculo del conocimiento científico es la experiencia básica. De esta forma Bachelard desarrolla un método de rectificación discursiva, como proceso fundamental del conocimiento objetivo. Para los filósofos marxistas o materialistas la producción del conocimiento cientifico es una actividad social. A. Althuser [1 ], "La teoría (marxista)4 es una práctica específica que se ejerce sobre un objeto propio y desemboca en un producto propio: un conocimiento". 4 1.2. Conocimiento a priori: apriorismo El apriorismo representa una concepción epistemológica, que sostiene la existencia del conocimiento a priori, es decir, un conocimiento que no está basado en la experiencia, y que se puede expresar por medio de verdades necesarias, universalmente válidas y cuyo origen son las ideas innatas (Platón, Descartes) o formas apriorísticas de la experiencia y la razón (Kant). Lewis señala: "La concepción del a priori trae como consecuencia dos problemas los cuales son perennes en la filosofía; la #rte que corresponde a la mente en sí y la posibilidad de verdades necesarias o de conocimiento independiente de la experiencia. Lo que es a priori es una verdad necesaria, no porque compele a la aceptación de la mente, sino precisamente porque no lo hace. Es la experiencia dada, el hecho bruto, el elemento a posteriori, el conocimiento que la mente debe aceptar. El a priori representa una actitud de alguna forma libremente tomada por estipulación de la mente en sí misma, y esa estipulación la cual pudiera ser hecha de alguna otra forma si ésta coincide con nuestra necesidad. Tal verdad es necesaria en forma opuesta a contingente, no como opuesta a voluntaria. Y el apriori es independiente de la experiencia, no porque esté prescrita como una forma en la cual los datos recogidos por nuestros sentidos deban coincidir, o anticipar alguna armonía preestablecida de la experiencia con la mente, sino precisamente porque no prescribe nada de la experiencia. Por su parte, A.J. Ayer, señala: "Los filósofos han buscado proposiciones a priori por seguridad, porque ellos han asumido que en tanto estas proposiciones sean ciertas en el sentido de ser necesarias, entonces pueden ciertamente saber ... Se ha asumido que sin una base de lo que es cierto todo nuestro conocimiento es sospechoso ... Algunas veces la palabra cierto es utilizada como sinónimo de necesario o a priori ... Proposiciones a priori pueden, desde luego conocerse pero no porque ellas sean necesarias sino porque son verdaderas y porque tenemos derecho a no dudar de su verdad. Y la razón por la cual tenemos derecho a no dudar pudiese ser que estas proposiciones puedan ser probadas o simplemente podamos ver que son válidas." Bertrand Russell en el capítulo "Cómo es posible el conocimiento a priori, analiza algunos puntos sobre la filosofía de Kant y reconoce a éste como el primer filósofo en percibir: "Que tenemos un conocimiento a priori que no es puramente analítico, es decir, un conocimiento tal, que lo contrario sería autocontradictorio". Antes de Kant se presuponía generalmente que cualquier conocimiento a priori debía ser analítico. Se dice que una proposición es analítica cuando el predicado se obtiene analizando meramente el sujeto. Por ejemplo, la proposición "los vertebrados tienen huesos" es una proposición analítica, ya que la cualidad de tener huesos está inmersa en la condición de ser vertebrado De esta forma, lo contrario, es decir, los vertebrados no tienen 5 huesos, afirmaría y negaría al mismo tiempo la propiedad del sujeto (en este caso vertebrado) de tener huesos y por lo tanto sería una autocontradicción, es decir, una proposición de la cual se puede deducir una contradicción, sin presuponer ninguna proposición contingente. Para Kant las proposiciones de la matemática pura eran sintéticas (no analíticas)5 a priori. Su famoso ejemplo fue la proposición "7 + 5 = 12", en la cual 7 y 5 han de ser puestos juntos para obtener 12, la idea de 12 no se halla contenida en 7 y 5, ni siquiera en la idea de sumarlos. Y de esta forma Kant llega a la conclusión que la matemática pura, aunque apriorística, es sintética (no analítica) y se pregunta ''¿Cómo son posibles las cognicciones sintéticas a priori? ¿Cómo es posible la matemática pura?" En otras palabras ¿Cómo es posible conocer algunas verdades por adelantado con respecto a cosas particulares de las cuales aún no tenemos experiencia? "La posibilidad de proposiciones analíticas se entiende fácilmente, estando enteramente fundadas en la ley de contradicción.6 La posibilidad de proposiciones sintéticas a posteriori, aquellas recogidas de la experiencia, tampoco necesitan mayor explicación, porque la experiencia no es más que una síntesis continua de percepciones. De aquí que sólo queden las proposiciones sintéticas a priori, la posibilidad de las cuales debe ser buscada e investigada, porque ellas deben depender de otros principios no basados en la ley de contradicción." Russell critica la filosofía de Kant: "Aparte de otros aspectos menores que pueden criticarse en la filosofía de Kant, hay una objeción fundamental que parece fatal para cualquier intento de tratar el problema del conocimiento apriorístico utilizando este método. La cuestión que hay que explicar es nuestra certidumbre de que los hechos deben conformarse siempre a la lógica y a la aritmética. Decir que la lógica y la aritmética son aportadas por nosotros no explica esto. Nuestra naturaleza es un hecho del mundo existente tan importante como cualquier otro, y no puede haber ninguna certidumbre de que permanecerá constante". Russell, tratando de resolver el problema de las proposiciones a priori, recurre a la teoría de las ideas (formas universales) de Platón: "El hecho parece ser que todo nuestro conocimiento apriorístico está relacionado con entidades las cuales, hablanco con propiedad, no pueden existir en el mundo físico... " Estas cantidades, como las relaciones y las cualidades, las coloca Russell en el mundo suprasensible de Platón: "Para Platón, el mundo verdaderarnente real es el mundo de las ideas... La esencia de la clase de entidad que Platón concebía radica en que es opuesta a las cosas particulares que se dan en la sensación. Decimos que todo aquello que se da en la sensación (o es de la misma naturaleza que las cosas que se dan en la sensación) es un particular. En oposición a esto, un universal será todo aquello que pueda ser compartido por muchos particulares y posee aquellas características las cuales distinguen la justicia y la blancura de los actos justos y las cosas blancas. Hallamos conveniente hablar sólo de cosas existentes cuando estén en el tiempo, es decir, cuando podamos señalar un tiempo en el cual 6 existan (sin excluir la posibilidad de que existan en todos los tiempos). Así pensamiento y sentimientos, mentes y objetos físicos, existen. Pero los universales no existen en este sentido; diremos que subsisten o tienden a ser, donde ser se opone a existencia en tanto que es atemporal. El mundo de los universales, por lo tanto, puede ser descrito también como el mundo del ser." Y Russell concluye: "Todo conocimiento apriorístico trata exclusivamente de las relaciones de los universales. " Popper y Lakatos también preconizan este tipo de solución. Popper adopta el mundo de las ideas de Platón bajo el nombre del "tercer mundo"7 o Mundo 3. Según Lakatos, la irracionalidad (es decir, lo ajeno al método científico) sólo ocurre en el mundo material (físico) y en el mundo del pensamiento (mental), primero y segundo mundo de Popper respectivamente, pero están ausentes del mundo de las ideas del tercer mundo de Platón y de Popper. Y es en ese tercer mundo donde tiene lugar el crecimiento del conocimiento, es decir, donde se produce el conocimiento, y conviven las teorías, problemas y argumentos. En contraposicicón con esto, para los filósofos materialistas las teorías científicas no pueden existir en un mundo autónomo como el munde de las ideas, sino por el contrario, son parte de una práctica real y objetiva, como lo es la práctica científica, la cual es capaz de modificarse y producir nuevas teorías. 1.3. Empirismo: el problema de la percepción El problema de la percepción está fuertemente relacionado con el problema de la existencia del mundo material. Desde la antigüedad griega se puede apreciar la preocupación de filósofos y científicos por el problema entre apariencia, lo que las cosas parecen ser, y la realidad, lo que las cosas son realmente. El problema de la percepción origina las siguientes tres preguntas de carácter epistemológico: 1. ¿cuál es el significado exacto de las proposiciones perceptivas? 2. ¿cuál es exactamente la clase de evidencia disponible para sustentar tales proposiciones? 3. ¿cómo se puede justificar el pasar de esta evidencia a la proposición perceptiva? Uno de los primeros filósofos en dar una descripción consistente de la percepción fue John Locke3, quien influido por la irrupción científica del siglo XVII emprende la tarea de construir una doctrina de la percepción: se suponía 7 que los órganos de los sentidos eran mecánicamente estimulados, ya sea por contacto directo con el objeto externo, o como en la visión, por partículas sensibles emitidas o reflejadas por el "objeto externo"; este estímulo mecánico era transmitido por medio del sistema nervioso al cerebro. Pero cuando el estímulo alcanzaba el cerebro algo completamente diferente sucedía, la causa mecánica producía un efecto no mecánico, la ocurrencia en la mente de lo que Locke llamaba una idea de sensación. Según el punto de vista de Locke, tener una idea en la mente no nos garantiza la existencia del objeto en el mundo real. Tener una idea es tener conciencia de la idea. Esto nos conduce a la siguiente pregunta: ¿Las ideas que ocurren en nuestra mente, representan verídicamente el mundo externo que causa el estímulo? I El Mundo 1 contiene toda la materia y energía del cosmos Toda la biología: todas las estructuras Y actividades de los seres vivos. Todos los artefactos materiales creados por el ser humano El Mundo 2 contiene todo el conocimiento subjetivo: experiencia de percepción, pensamiento, emociones, intenciones, recuerdos, sueños, imaginación El Mundo 3 contiene El producto intelectual del ser humano: redstros filosóficos teológicos, científicos artísticos, tecnológicos, históricos y todos los sistemas teóricos Y problemas científicos Locke concibe el problema distinguiendo entre lo que él llama cualidades primarias y cualidades secundarias. Las cualidades primarias como movimiento, extensión, y densidad, son aquellas cualidades que las cosas parecen tener y realmente poseen y las cualidades secundarias como color, olor, y sabor, son las cualidades que las cosas parecen tener pero que en realidad no poseen. "Las cualidades primarias de los cuerpos son semblanzas de ellos mismos, y sus patrones realmente existen en los cuerpos mismos; pero las ideas producidas en nosotros por cualidades secundarias no son semblanzas de los cuerpos que las causan. Estas ideas no existen en los cuerpos. En los cuerpos existe sólo un poder para causar estas sensaciones; y lo que es dulce, azul o caliente en idea, es sólo cierto volumen, figura y movimiento de los puntos insensibles de los cuerpos mismos que nosotros denominados de esta forma." Otro punto interesante de la teoría de Locke es el concepto de sustancia. Para Locke, sustancia es aquello a lo cual pertenecen las cualidades. Y la sustancia debe existir, ya que no podemos suponer inteligiblemente que las mismas cualidades existan por derecho propio. En la exposición de Locke podemos destacar dos interrogantes: ¿Cómo podemos saber algo del mundo externo, si nunca estamos conscientes de nada que no sean las ideas en nuestra mente? 8 ¿Qué es la sustancia en sí misma? Para Locke la sustancia es "Algo que no sé lo que es" y trata de establecer una distinción entre sustancia material, algo al cual todas las cualidades de las cosas materiales pertenecen, y sustancia inmaterial lo cual caracteriza las propiedades no materiales, como conciencia, sensación y la habilidad de pensar. Pero esta clasificación de sustancia se cae por su propio peso, ya que no podemos clasificar aquello que, según el mismo Locke, es algo acerca de lo cual no sabemos nada, y por lo tanto cualquier especulación al respecto es insostenible. Sin embargo, la exposición de Locke se constituyó en una de las teorías tradicionales de la percepción y el mundo real. Por su parte, Berkeley, a pesar de construir una teoría muy similar a la de Locke, critica la mayoría de sus puntos fundamentales. En primer lugar, desde el punto de vista teológico, Berkeley critica la Teoría de Locke por no dejar sitio para Dios en su teoría, lo cual induce a un escepticismo religioso, y en segundo lugar, desde el punto de vista explicativo, Berkeley señala que la teoría de Locke no sirve como explicación del fenómeno de la percepción. La teoría de Berkeley se puede resumir a grandes rasgos, en los siguientes puntos: Negación de la existencia de materia, entendiendo por materia la sustancia inerte e insensible en la cual, figura, extensión y movimiento, subsisten. Empleando el mismo tipo de argumentos que utilizó Locke, Berkeley demuestra que las cualidades secundarias como color, olor y sabor, no se encuentran en los objetos. Rechaza la existencia de cualidades primarias, así como también la distinción de las cualidades en primarias y secundarias. "Así como las cualidades secundarias aparentemente varían cuando varían las condiciones de la observación o del estado del observador, (el estado de la luz podría cambiar los colores aparentes de un cuerpo, una mano caliente percibe el agua más fría que una mano fría) de la misma forma podemos argumentar para las cualidades primarias que el cambio del ángulo de observación puede cambiar la forma aparente de un objeto, y las velocidades aparentes varían al variar la distancia del observador al móvil." Para Berkeley, es imposible que cualquier color o extensión u otra cualidad sensible pudiera existir en un sujeto no pensante que careciera de mente, o que existiera un objeto verdaderamente externo. Más aún, de acuerdo con 9 Berkeley, si nos basamos en los principios de Locke, la existencia de un mundo externo a la mente debería ser completamente incierta, ya que todo lo que existe son las ideas en mi mente. ¿Cómo se podría saber que la causa de ciertas ideas es un objeto externo (imperceptible), que realmente posee alguna cualidad de las cuales las ideas son semblanzas? Todas las cosas sensibles están en la mente de Dios. Dada la suposición inicial que las ideas y sólo las ideas son realmente perceptibles, Berkeley argumenta que un mundo en el cual sólo existen ideas y mentes perceptivas, debería percibirse tal y como es, no podría diverger en apariencia de un mundo supuestamente formado de cosas materiales. Entonces, la distinción de Locke entre el mundo material y real y el mundo que se percibe es absurda. En la concepción de Berkely: "Existe un mundo único, el mundo de las ideas." Esta concepción que rechaza la materia y retiene sólo las ideas obliga a Berkely a sustentar que es autocontradictorio suponer que existan objetos que no puedan ser percibidos; ya que existir es ser percibido, "existir es estar en la mente y esto implica otro problema: si la existencia de cuerpos externos es rechazada ¿no estamos rechazando el principio supuesto que nuestras ideas tienen causas? ¿Cuáles son las causas de nuestras ideas? ¿El mundo deja de existir cuando dejo de percibirlo? Berkely admite que existen objetos los cuales no son percibidos por ningún ser humano. Un árbol continúa existiendo aun cuando cerremos los ojos o cuando ningún ser humano lo esté percibiendo; pero todas las cosas son percibidas y existen en la mente de Dios. Y así el árbol continúa existiendo debido a que Dios continúa percibiéndolo. De acuerdo con Berkeley toda nuestra percepción consiste en nuestra participación parcial en la percepción de Dios, y debido a esta participacion es que todos los seres perciben más o menos el mismo árbol. De esta forma, Berkeley rechaza la teoría mecanicista de la percepcion de Locke y presenta en su lugar una teoría basada en un mundo donde "cada objeto que percibimos, todo el coro de los cielos y el ajuar de la tierra están en la mente de Dios." Ambas teorías, tanto la de Locke como la de Berkeley, han sido criticadas principalmente por aceptar la suposición inicial de que en la percepción sólo estamos conscientes de nuestras propias ideas. Sin embargo, ambas teorías han sentido de base a nuevas teorías. Por ejemplo, la teoría conocida con el nombre de Fenomenalismo9 está prácticamente basada en la crítica de Berkely a la teoría de Locke. La teoría fenomenalista ha sido definida algunas veces como: "La teoría de Berkeley sin Dios", ya que para los fenomenalistas es imposible sostener que la percepciónde Dios, cualquier cosa que ésta sea, pueda ser tomada en cuenta por la teoría. 10 Volviendo a las preguntas planteadas al principio de esta sección podemos resumir ambas teorías en lo que sigue: 1. ¿Cuál es el significado de las proposiciones perceptivas? Locke: Algunas cosas parecen ser lo que ellas realmente son (cualidades primarias). Existe un mundo material externo y por medio de la percepción captamos parte de ese mundo. Berkeley: Decir que un objeto material tiene una propiedad física significa que ciertas ideas están ocurriendo u ocurrirán, bajo ciertas condiciones. 2 y 3. ¿Cuál es la clase de evidencia disponible para sustentar tales posiciones y cómo se puede justificar el pasar de esta evidencia a las proposiciones perceptibles? Locke: La justificación de las proposiciones perceptivas está basada en la experiencia sensitiva y en que cada evento tiene su causa. El mundo material externo es la causa de nuestra percepción. Berkeley: También su creencia en aseveraciones perceptivas está basada en la experiencia sensitiva pero la forma de pasar de esta experiencia sensitiva a las proposiciones perceptivas es por medio de la inducción. David Hume fue el último del llamado triunvirato del empirismo británico. Al igual que Berkeley y Locke su doctrina es empirista:"Todo lo que sabemos se originó o está basado en la experiencia sensitiva o introspección" Para Hume nuestras percepciones son ideas o impresiones, y las impresiones pueden ser subdivididas en simples y complejas, y también en impresiones de sensación e impresiones de reflexión. Hume cuestiona el concepto de idea de Locke como "cualquier cosa que sea el objeto del entendimiento cuando un hombre piensa", ya que considera este concepto de idea muy vago y poco claro: "Otra vez la palabra idea parece ser tomada con un sentido vago por Locke y otros, quienes la utilizan para denotar cualquiera de nuestras percepciones, sensaciones y pasiones, así como también nuestros pensamientos. Ahora, en este sentido, desearía saber qué significado tiene decir que el amor a uno mismo, o el resentimiento del dolor, o la pasión entre los sexos no es innata. " De esta forma, Hume trata de clarificar el concepto de idea, haciendo distinciones entre diferentes procesos, señalando cuatro puntos importantes relacionados con impresiones e ideas (percepciones): 1. La percepción aparece en forma dual, como impresiones e ideas 11 2. La percepción primero existe como impresión y las ideas son usualmente independientes de las impresiones 3. cualquier idea es una imagen exacta, réplica o copia de la impresión a la cual corresponde 4. La diferencia entre impresión e idea es una diferencia de fuerza y vivencia. Otra distinción importante de Hume es la clasificación de las proposiciones en "relación de ideas" y "materias de hecho o fácticas," señalando que las primeras (relaciones de ideas) son la única clase de proposiciones susceptibles de certidumbre intuitiva o demostrativa, mientras que las materias fácticas carecen de esta propiedad. "De la primera clase (relaciones de ideas) son las ciencias de la Geometría, Algebra y Aritmética y en resumen, toda afirmación la cual es intuitiva o demostrativa-- mente verdadera, por ejemplo, que tres veces cinco es igual a la mitad de treinta... Las materias fácticas, las cuales son segundos objetos de la razón humana no son consideradas de la misma manera.. Lo contrario de la materia fáctica es posible, porque nunca implica una contraindicación y es concebida por la mente con la misma facilidad y distinción como si conformara parte de la realidad, por ejemplo, la proposición 'el sol no saldrá mañana' no es una proposición menos inteligible y no implica más contradicción que la afirmación: 'el sol saldrá mañana'. Así llegamos al siguiente problema: ¿Cuál es la naturaleza de esa evidencia la cual nos da seguridad de cualquier existencia real y materia fáctica más allá del testimonio de nuestros sentidos o el registro de nuestra memoria? Hume: responde: "Todo razonamiento concerniente a las materias de hecho o fácticas parece estar fundado sobre la relación de causa y efecto. Por medio de esta sola relación podemos ir más allá de la evidencia de nuestra memoria y sentidos, lo cual origina una nueva pregunta: ¿Cómo llegamos al conocimiento de causa y efecto? "Este se basa enteramente en la experiencia, cuando encontramos que objetos particulares cualesquiera están constantemente relacionados unos con otros" Hume continúa su argumento dentro del problema, respondiendo t escépticamente a la pregunta ¿cuál es el fundamento de las conclusiones de la experiencia? "No existen argumentos lógicos válidos que nos permitan establecer que esas instancias, de las cuales no hemos tenido experiencia se parezcan a aquellas de las cuales si hemos tenido experiencia" Consecuentemente, "aun después de la observación o constante conjunción de objetos, no tenemos ninguna razón para extraer inferencias 12 relacionadas con cualesquiera objetos más allá de aquellos de los cuales hemos tenido experiencia." Entonces ¿en qué proceso de argumentación está basada la experiencia? y ¿cuál es el medio donde estas ideas se interponen de tal forma que une proposiciones tan dispares? Hume trata de justificar el problema de la infe#encia dando una explicación sicológica de inducción en términos de costumbre y hábito. La costumbre o hábito de creer en leyes o regularidades: "Este principio es costumbre o hábito. Porque siempre la repetición de cualquier acto particular u operación nos hace propensos a renovar el mismo acto u operación sin ser obligados por ningún razonamiento o proceso del entendimiento, siempre decimos que esta propensidad es el efecto de la costumbre." Empleando esta palabra no pretendemos haber dado la razón última de nuestra propensión. De esta forma, todas las inferencias de la experiencia son efectos de la costumbre y no del razonamiento. Evidentemente, la justificación de Hume es tan solo una explicación psicológica, una puerta de emergencia para el problema de la inducción, pero sin embargo, su escepticismo abrió las puertas para nuevos intentos y nuevas teorías sobre el problema de la inducción. Desde el tiempo de Hume un gran número de filósofos han intentado resolver este problema y algunos han declarado haber dado solución, pero estas soluciones están limitadas por ciertos principios aceptados previamente. Algunos filósofos han argumentado que el intento de justificar la inducción debe ser abandonado, mientras otros como Bertrand Russell, sostienen que si la inducción es rechazada, "todo intento de llegar a leyes científicas generales a partir de observaciones particulares es falaz y el escepticismo de Hume es inevitable para un empirista " El problema de la inducción es sólo uno de los muchos problemas que tocó la filosofía escéptica de Hume, cuya principal contribución a la epistemología radica en haber conmovido las bases del conocimiento humano, por medio de su profundo análisis epistemológico de la causalidad y la inducción. 1.4. Racionalismo y Empirismo La concepción epistemológica es el substracto fundamental de cualquier filosofía de la ciencia Los filósofos de la ciencia, ya sean filósofos, matemáticos o científicos han venido interpretando la ciencia y la matemática a la luz de las diferentes concepciones de conocimiento dadas por la epistemología, en 13 particular a la luz de las dos grandes tradiciones epistemológicas: el racionalismo y el empirismo (y sus variantes). La concepción racionalista del conocimiento se fundamenta en términos de verdades necesarias a priori, con la matemática como paradigma y la intuición intelectual como fuente de conocimiento. Este ideal racionalista ha sido frecuentemente extendido a la física (y disciplinas afines), ya que la comparación entre la matemática y la ciencia siempre ha sido la fuente principal de la mayoría de los problemas de la filosofía de la ciencia. La concepción empirista del conocimiento es en términos de la experiencia (sensaciones, percepciones, observaciones) como fuente de conocimiento, o como el criterio principal de significación y de validación (empirismo moderno). La demarcación epistemológica entre racionalismo y empirismo en el contexto de la filosofía de la ciencia no está claramente limitada, esto se debe en general a las diferentes variaciones filosóficas con que los términos racionalismo y empirismo son usados. Así, por ejemplo, racionaIismo posee significado radicalmente diferente cuando se contrasta con irracionalismo a cuando se contrasta con empirismo, en este segundo caso es mejor denominar al racionalismo como apriorismo. El apriorismo sostiene que existe conocimiento a priori (es decir conocimiento que no está ni basado ni es derivado de la experiencia) expresado en proposiciones necesarias y universalmente válidas, la fuente de las cuales son las ideas innatas (Platón y Descartes) o formas a priori de experiencia y de razonamiento (Kant). Kant sostenía que las verdades de la matemática y de la física (física newtoniana) eran sintéticas a priori, ya que, según Kant, estas verdades eran no analíticas, universalmente válidas, necesarias y por lo tanto no a posteriori. Uno de los principales problemas de su filosofía residia en explicar cómo era posible el conocimiento sintético a priori contenido en la matemática y en la física newtoniana. Su respuesta se fundamenta en que la fuente de este conocimiento eran las formas apriorísticas de nuestra experiencia, explícitamente, el espacio y el tiempo. Ni el concepto de espacio ni el concepto de tiempo son derivados o aprendidos a partir de la experiencia, por el contrario, cualquier percepción presupone al espacio y al tiempo. Tanto el espacio como el tiempo son formas en las cuales el material de nuestras percepciones sensoriales son moldeadas, somos nosotros quienes imponemos un orden espacial y temporal sabre las cosas y los eventos que percibimos. La doctrina de Kant recibió un duro golpe con el descubrimiento de las geometrías no euclidianas (ver sección 2.1.3) por un lado y el reemplazo de la mecánica newtoniana por la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad 14 Sin embargo, la idea de proposiciones sintéticas a priori no ha sido completamente abandonada por aquellos quienes no comparten la concepción empirista del conocimiento. Así H. Poincaré sugirió que el principio de inducción matemática era una proposición sintética a priori y más tarde B. Russell le da el mismo estatus al principio general de inducción para la ciencia (ver sección 2.4.). También se ha esgrimido que la tesis del apriorismo: existen proposiciones sintéticas a priori es ella misma una verdad sintética a priori. Debemos observar también que los términos "sintético", "analítico", "a priori" y "a posteriori" han sido causa, a través de la historia, de diferentes interpretaciones y podrían ser redefinidos, si fuese necesario, para tomar en cuenta los avances de la matemática, la ciencia y la filosofía de la ciencia. Por su parte, el empirismo niega la existencia de conocimiento sintético a priori, afirmando que todas las proposiciones significativas son o analíticas o bien sintéticas a posteriori es decir hipótesis empíricas. Esta aseveración ha sido sostenida por el empirismo lógico (ver sección 3.1) para rechazar el apriorismo. Sin embargo, podemos suavizar la tesis empirista aceptando la existencia de proposiciones indeterminadas, proposiciones que, aun siendo significativas, no son ni verdaderas ni falsas debido, por ejemplo, a la vaguedad de sus términos. De esta forma podemos modificar la aseveración anti-apriorística del empirismo, diciendo que cualquier proposición determinada (una proposición que es falsa o verdadera) o es una proposición analítica o bien una hipótesis empírica. En una diferente terminología, en la cual racionalismo es contrastado con el irracionalismo, el empirismo es una doctrina racionalista ya que rechaza la idea irracionalista del conocimiento basado en la inspiración divina y experiencias místicas o intuición intelectual. En este sentido Popper considera el racionalismo como "una actitud que procura resolver la mayor cantidad posible de problemas recurriendo a la razón, es decir, al pensar claro y a la experiencia, más que a las emociones y a las pasiones". En esta terminología el apriorismo es clasificado por los empiristas como una doctrina irracional, y el empirismo especifica el criterio de racionalidad. De la lectura de las secciones 1.2 y 1.3, podemos destacar que desde un punto de vista epistemológico, tanto el apriorismo como el racionalismo kantiano (apriorismo) tienen graves fallas, en cuanto a la justificación de las ideas fundamentales de ambas doctrinas. Así, el empirismo falla en dar una justificación adecuada del principio de inducción (ver Unidad 2) y el racionalismo no puede sustentar racionalmente el conocimiento sintético a priori. Estas dos fallas son atajadas por Bertrand Russell al tratar de justificar el principio de inducción ( y en consecuencia, la ciencia, que no sería posible según Russell sin este principio), considerando la inducción como una proposición sintética a priori, lo cual constituye obviamente un círculo vicioso, o más popularmente está utilizando un hueco para tapar otro hueco. 15 Para finalizar esta sección debemos remarcar que la controversia entre los llamados dogmáticos, quienes afirman que se puede conocer y que el conocimiento es posible (Platón, Berkeley, Kant) y los escépticos, quienes, como Hume, afirman que o bien no se puede conocer o, al menos, no sabemos qué se puede conocer y cuándo conocemos, seguirá siendo el tema básico de la epistemología y el sustento de cualquier filosofía de la ciencia. NOTAS Y EJERCICIOS NOTA 1 En esta unidad nos enfrentamos al problema del conocimiento. Empezamos suministrando un sondeo de las diferentes concepciones de conocimiento dadas por diferentes filósofos y epistemólogos a través de la historia. Este sondeo tiene como finalidad primera: confundir ¿Por qué tratamos de confundir cuando pretendemos enseñar? Porque, como advertimos en la introducción de este módulo, la filosofía en general y la filosofía de la ciencia en particular, debe ser considerada como una actividad, una práctica viva que enfrenta cierto tipo de problemas y que trata de resolverlos no con la finalidad de hallar respuestas únicas y absolutas, sino para preguntar mejor. En este sentido siempre partimos de la confusión, del caos, y lo primero que surge al tratar de ordenar este caos es un problema, el planteamiento de un problema. En el caso del problema del conocimiento, el primer obstáculo que enfrentamos, como bien lo señala Hegel en la cita que introduce esta unidad, es que sólo podemos conocer conociendo ¿Cómo podemos conocer lo que es el conocimiento? Esto asemeja al popular acertijo sin solución del huevo y la gallina. Lo que sí queda claro, y esa es nuestra opción, es que para aprender a nadar hay que lanzarse al agua. Ejercicio 1 Defina lo que es una definición. Ejercicio 2 Haga una lista de todas las preguntas que aparecen en esta Unidad y trate de responderlas. 16 NOTA 2 J. Hessen señala: "Mientras que la lógica investiga los principios formales del conocimiento, esto es, las formas y las leyes más generales del pensamiento humano, la teoría del conocimiento se dirige a los supuestos materiales más generales del conocimiento científico. Mientras la primera prescinde de la referencia del pensamiento a los objetos y considera aquél primeramente en sí mismo, la última fija su vista justamente en la significación objetiva del pensamiento, en su referencia a los objetos. Mientras la lógica pregunta por la corrección formal del pensamiento, esto es, por su concordancia consigo mismo, por sus propias formas y leyes, la teoría del conocimiento pregunta por la verdad del pensamiento, esto es, por su concordancia con el objeto. Por tanto, puede definirse también la teoría del conocimiento como la teoría del pensamiento verdadero en oposición a la lógica, que sería la teoría del pensamiento correcto." Ejercicio 3 Señale las principales semejanzas epistemología (teoría del conocimiento). y diferencias entre lógica y Ejercicio 4 Dé una definición de epistemología. NOTA 3 A pesar que desde la Antigüedad tenemos vestigios de estudios epistemológicos, como en Platón y Aristóteles, (cabe destacar el Teeteto de Platón, a partir del cual iniciamos nuestro sondeo sobre la noción de conocimiento, desde un punto de vista histórico la epistemología o teoría del conocimiento surge como disciplina filosófica autónoma en la Edad Moderna. Las obras esenciales que consolidaron a la epistemología como una disciplina autónoma fueron: Ensayo sobre el entendimiento humano (An essay concerning human understanding) de John Locke 1481, aparecida en 1690. Muchos autores consideran a Locke como el fundador de la epistemología moderna. Tratado de los principios del conocimiento humano (A treatise concerning the principles of human knowledge) de George Berkeley, editada en 1710. 17 Tratado de la naturaleza humana (A treatise on human nature) de David Hume, aparecida entre los años 1739-40. Crítica de la razón pura, de Emmanuel Kant, aparecida en 1781. Ejercicio 5 Escriba una pequeña biografía de estos cuatros filósofos: Locke, Berkeley, Hume y Kant. NOTA 4 En su significación extrema, tanto el racionalismo (o apriorismo) y el empirismo son insostenibles. El apriorismo extremo nos dice que "el pensamiento o la razón es la única fuente del conocimiento" y el empirismo extremo "sólo considera la experiencia como fuente de nuestro conocimiento". En general las concepciones epistemológicas modernas, ya tiendan al empirismo o al apriorismo, son posiciones intermedias que involucran tanto a la experiencia como a la razón. Así, por ejemplo, el apriorismo kantiano señala que la materia del conocimiento procede de la experiencia y la forma de la razón. Por materia entendemos las sensaciones que recogemos de la experiencia y son de naturaleza caótica, careciendo de toda regla. Es nuestra razón la que crea el orden en el caos de la experiencia, enlazando y conectando los contenidos de las sensaciones. Ejercicio 6 Refute las posiciones extremas del empirismo y del apriorismo. NOTA 5 Según Kant un conocimiento es a priori cuando se puede adquirir sin una experiencia que le sirva de premisa, este conocimiento depende de la pura razón; en el caso contrario se le llama conocimiento a posteriori o empírico, y depende de la experiencia, percepción u obsenación del mundo. Ejercicio 7 Dé un ejemplo de conocimiento a priori, y un ejemplo de conocimiento a posteriori. Ejercicio 8 Diga cuáles de las siguientes proposiciones son analíticas y cuáles son sintéticas. 18 a. Los cuadriláteros son figuras planas que tienen cuatro lados. b. El agua hierve a 100 C. Los triángulos son figuras planas que tienen cuatro lados. c. El todo es mayor que las partes. d. Dos rectas perpendiculares nunca se cortan. e. El hielo es caliente. Ejercicio 9 Comente las siguientes ideas de B. Russell sobre el conocimiento: a. el conocimiento es un concepto vago, por dos razones. La primera, porque el significado de una palabra es, siempre, más o menos vago, excepto en la lógica y en la matemática pura; y segundo, porque todo lo que consideramos como conocimiento es incierto en mayor o menor grado, y no hay modo de decidir qué grado de incertidumbre hace que una creencia no merezca ser llamada "conocimiento", del mismo modo que no se sabe la pérdida del cabello necesaria para hacer calvo a un hombre. b. la distinción de lo empírico y lo apriorístico parece depender de la confusión de las fuentes del conocimiento con el fundamento de la verdad. Indudablemente existe una gran diferencia entre el conocimiento logrado por la percepción y el conocimiento adquirido por el razonamiento; pero eso no muestra una diferencia correspondiente, en cuanto a lo conocido. 19