GUIA PARA LA PRACTICA ESPIRITUAL DIARIA Werner Schroeder.La oración.Ed. Comunidad de cristianos. A LA MAÑANA Para la mayoria de nuestros contemporáneos será más difícil encontrar la verdadera disposición del alma para la oración de la mañana que para la de la noche. El tráfago febril de todos los días que irrumpe en los pensamientos y las exigencias de la profesión no dejan tiempo para la meditación.Todos habremos expirimentado alguna vez¡cuanto cuesta sacudir el sueño de la mañana!.¿Cómo encontrar entonces energías para pensar y meditar?. A la mañana regresamos del mundo espiritual al terrenal. Nuestra alma tuvo experiencias concretas en el mundo espiritual y entre seres espirituales;estuvo cerca de la esencia divina del mundo y ha sido fortalecida, enriquecida y purificada por los poderes superiores unidos a ella. Estas reflexiones despertarán nuestra voluntad para tornarnos una vez más-pero ahora conscientemente- hacia ese mundo y trataremos de sentir cómo la fuerza del mundo espiritual nos quiere guiar al terrenal. El Padre Nuestro se convierte entonces en un vaso colmado de las preciosas fuerzas del sueño que quieren verterse en las vivencias del día.Haciéndonos nuevamente conscientes de los reinos espirituales aportamos esta consciencia un sentimiento que inspira el dia que comienza.Este sentimiento -diariamente ejercitado- puede convertirse en una gran fuerza que nos llega del sueño es uno de los factores que caracterizan la oración matinal. …........................................................................ El otro factor resulta de la mirada que se dirige al día que comienza.Nuestro sentir ya no se encuentra frente a algo que fue, al contrario, debemos cumplir nuestras obligaciones y debemos vivir lo que el destino nos asigna.Nuestra oración se compenetra del sentimiento de que lo divino puede formar una parte esencial de nuestro día obrando en él, y que nuestro destino proviene de este obrar divino.La oración de la mañana aumentará nuestro anhelo de poder trabajar con la ayuda del poder divino, diremos con real sinceridad las palabras que Cristo nos enseña:”Santificado sea Tu nombre” y “ Hágase Tu voluntad”. La oración de la mañana tiene una función muy especial: anima y en parte también define nuestra actividad del día.Quizás sea por esto que es más difícil.Si se hace regularmente , no quedará sin efecto. Lo mejor es sumirse inmediatamente al despertar en las palabras del Padre Nuestro, así es lo primero que ocupa nuestra conciencia de la vigilia.Compenetrarse del Padre Nuestro antes de todo roce con la realidad terrena exige mucha presencia de ánimo. Muchas personas lo lograran sólo después de un largo ejercicio y muchos revese. Más lo importante es justamente no cejar en el empeño de encontrar la correcta conducción de vida. La oración matinal,por más breve que sea, nos ayudará profundamente. ….......................................................................... La oración abre mi comprensión acreca del destino.Mientras mis emociones estén demasiado atadas a mis hechos y errores,veré en mi destino, sólo lo que atañe a mi egoísmo, lo que lo fomenta o trata de vencerlo, y no alcanzaré a ver lo que obra en el destino viniendo de reinos superiores.La oración de la noche puede crear en el alma el temple que necesita para liberarse del egoísmo en su contemplación del destino y elevarse al mundo que vive en el destino y del cual procede el destino.La oración confiere al alma la seguridad de que los sufrimientos y las alegrías, las acciones buenas y las culpas del día serán aceptadas en el conjunto de los mundos, en el fundamento paternal de todo ser y que así se arreglarán a justicia, de manera que sólo experimentaré consecuencias que acrecienten o aminoren el egoísmo, sino que fortalecerán, liberarán y animarán mi SER... ….......................................................................... A la mañana vivimos en otra disposición de ánimo que a la noche. Entonces, se trata del destino que traerá el día, que nos es desconocido y a lo mejor nos intranquiliza o atemoriza.Si nos adentramos en estratos más profundos de la vivencia, encontramos muchos indicios de un saber oculto que podrá referirse al futuro.El sentimiento con el que nos despertamos, nos vaticina cómo será el día.También los ensueños pueden predecir exactamente el futuro. Durante el sueño estamos relaionados con nuestro futuro.Vivimos con los seres que preparan nuestro detino, con los ángeles,y junto con ellos trabajamos en lo que ha de suceder en un tiempo próximo inmediato. Al despertarnos, nos olvidamos de esto, pero algo queda en el alma, un conocimiento subconsciente de lo por venir...El destino no llega desde afuera como parece,en realidad es nuestra obra, lo hemos labrado junto con los seres espirituales en el reino nocturno del destino. Si tratamos de suprimir la conciencia común cotidiana al despertar y de llenar nuestra alma con algo sustancial, es decir una palabra del Padre Nuestro. Ya las primeras palabras tienen un tenor que conecta con la noche:”Padre Nuestro, que estás en los cielos”, la presencia divina que hemos experimentado plenamente durante la noche también se hará sentir al comenzar nuestro día. Lo mismo sucederá con las palabras siguientes:”Santificado sea Tu nombre”,quiero contribuir a la santificación del nombre divino en la tierra.”Hágase tu voluntad” trato de conformar la voluntad divina con mi propia voluntad de la conciencia terrena. Si al despertar me compenetro de sentimientos como éstos, me será cada vez más fácil vencer la preocupación y el temor innecesarios ante el futuro.Aceptaré lo que viene hacia mí com algo que CON-VIENE y desarrolaré una confianza siempre creciente de que, en el fondo, nada sucede sin haber sido resuelto justamente en el fondo de todo SER con el que estoy íntimamente ligado y desde el que yo mismo he labrado mi ser conjuntamente con los seres espirituales. La verdadera oración fortalece el sentimiento de conformidad con nuestro futuro, estableciendo la legítima armonía con el destino, intensificando la fuerza de aceptar y soportarlo.