1 CAPITULO III LOS SENTIMIENTOS HUMANOS

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CAPITULO III
LOS SENTIMIENTOS HUMANOS
Según la figura 3, los seres humanos para suplir sus diferentes necesidades deben expresar sus sentimientos de alguna
forma. Infortunadamente ha sido el sentimiento del egoísmo, el que con más fuerza se ha expresado. Unos sentimientos
egoístas y explotadores a todo dar, con la tiranía a bordo, empuñando el látigo del sometimiento dieron orígenes a la
esclavitud. Y así por el estilo los otros sistemas socioeconómicos han tenido como punto común la exteriorización del
sentimiento del egoísmo en forma extrema.
Contrario al egoísmo tenemos la solidaridad. Lamentablemente, en el SSE, por lo general el sentimiento de la
solidaridad lo expresamos esporádicamente, casi siempre cuando nos ocurre una calamidad, en tanto el sentimiento del
egoísmo predomina hasta el punto de ser la constante en todo lugar y tiempo. El revertir lo anterior es posible con el
argumento de que el egoísmo es la ausencia o falta de solidaridad, así como el frío es la ausencia de calor. Al frío se le
puede aplicar calor, al egoísmo se le pueden aplicar fuertes dosis de solidaridad constantes.
El sentimiento de la solidaridad lo podemos volver una constante, sin necesidad de que los expresemos cuando tengamos
calamidades, y con ello pondremos al sentimiento del egoísmo en el lugar ideal de tal forma que no cause daño.
Expresado de manera constante, el sentimiento de la solidaridad es la única forma de acabar con el egoísmo extremo
demostrando que no hay ni habrá otra forma de exterminarlo.
Todas las personas llevamos en la sangre una serie de sentimientos que nos son comunes y otros que nos diferencian.
Por ejemplo, el hambre y el frío son sentimientos comunes a todos los seres humanos, entre tanto, el egoísmo, la
solidaridad y el amor son algunos sentimientos que nos diferencian.
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No son las doctrinas humanas o postulados económicos los que definen un sistema socioeconómico, así la micro o la
macroeconomía demuestren muchas cosas con sus fórmulas al cuadrado, denominadores comunes o las famosas
integrales. Son los sentimientos humanos los que en verdad dicen qué es lo que puede pasar, pues la suma de las
expresiones de todos los sentimientos da como resultado el sistema socioeconómico por el que se rige la sociedad.
Aunque un sistema socioeconómico depende en parte de las decisiones de algunas personas, la identidad principal
depende de la forma cómo los ciudadanos en su totalidad expresemos nuestros sentimientos.
Cuando los ciudadanos de un país expresan fuerte y mancomunadamente el sentimiento de la ira por el inconformismo
son capaces de dirigir la economía hacia cierto rumbo, como lo demostró lo sucedido en Túnez y Egipto a principios del
año 2011; ejemplos claros de lo que es capaz de hacer una sociedad unida, que en última instancia tiene la última
palabra. No son las reformas estatales ni las nuevas leyes las que dicen qué es lo que puede pasar, es la expresión del
pueblo unido la dueña del futuro de las naciones.
Todos los seres humanos tenemos sentimientos que son comunes y que son vitales, pero también tenemos una serie de
sentimientos que nos diferencian y no son vitales. Para comprender la verdadera razón de ser de un Estado es vital que
nos internemos en lo profundo del ser humano para entender al mismo hombre que al final es el mismo Estado.
Los principales sentimientos que dan lugar a un sistema socioeconómico los podemos clasificar en tres niveles:
sentimientos que se sienten físicamente, sentimientos que se expresan físicamente y por último están los sentimientos
que se expresan mediante actos o comportamientos.
Veamos a continuación su clasificación con más detalle.
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Sentimientos que se sienten físicamente
En el primer nivel están los sentimientos que se sienten físicamente, y que son comunes en todos los seres humanos sin
distingo alguno. El hambre se siente físicamente en el estómago y el frío se siente en la piel, es decir que los sentimos
en algún lugar del cuerpo humano mediante dolor, ansias, frío, calor, etc. Todos sentimos hambre por igual, todos
sentimos sed por igual en todos los rincones del mundo, ya sea rico o pobre, o cualquiera sea la condición física.
La encargada de puyar este tipo de sentimientos es la misma madre naturaleza. Ella nos dice que debemos comer para
poder vivir, que nos debemos abrigar para no morir de frío, que nos debemos cuidar de los golpes para no sentir dolor y
no morir. Acatar este tipo de sentimientos son de carácter obligatorio para poder vivir, de lo contrario seremos
condenados a muerte. El sentimiento del hambre nos lleva a que necesitemos alimentos. El sentimiento del frío, en la
estación invernal de los países que tienen las cuatro estaciones, nos lleva a que necesitemos vivienda y abrigo.
El hambre es la principal necesidad de todos los seres humanos que se debe satisfacer y ningún Estado lo debe
desconocer dentro de su estrategia para minimizar la desigualdad social. Si un Estado desconoce este sentimiento se
sale de su razón de ser, pues un país, antes que nada, debe velar por el cumplimiento de las leyes que nos dicta nuestra
madre naturaleza. Todo país está en la obligación de velar para que el sentimiento del hambre se satisfaga en todos y
cada uno de sus ciudadanos, es decir, todo país debe acatar la ley natural que dice: “comer para no morir” o “comer
para vivir”. Observe que es una ley de carácter natural y no es un precepto dictado por ningún humano, es una ley de
obediencia universal para todo ser viviente que todos debemos acatar, así seamos liberales o conservadores, del partido
de la U o del Polo Democrático, demócratas o republicanos, reyes o pordioseros.
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Sentimientos que se expresan físicamente
En el segundo nivel están los sentimientos que se expresan físicamente en algún lugar fijo del cuerpo humano. Estos
sentimientos no se sienten físicamente sino que se expresan mediante un gesto ubicado en algún lugar del cuerpo
humano. El reír o el llorar se expresan físicamente en nuestros rostros y son ejemplos claros de este tipo de
sentimientos. Este tipo de sentimientos nos lleva a que necesitemos ciertos motivos que pueden ser físicos o de otra
categoría. Un duro golpe es físico y produce llanto. Un chiste no es físico y produce risa. Una calamidad no es física y
produce llanto. A diferencia de los que se sienten físicamente, este tipo de sentimientos no son indispensables para la
vida humana y los puede dictar el mismo ser humano, por ejemplo, con un chiste o un duro golpe.
Sentimientos que se expresan mediante actos o comportamientos
Y en el tercer nivel están los sentimientos que se expresan mediante las acciones o los comportamientos de las
personas. Aunque estos sentimientos se pueden expresar físicamente no existe un punto fijo en el cuerpo en el que se
localice. La no expresión y no suplencia de este tipo de sentimientos tampoco es mortal. Los sentimientos como la
solidaridad, el placer, el egoísmo, la angustia, la paciencia, la ira, el amor y muchos otros son ejemplos claros de este
tipo de sentimientos.
Para satisfacer el sentimiento del egoísmo nos lleva a que necesitemos mucho capital o muchos bienes materiales y
mucho poder, y para expresarlo necesitamos hacer actos propios que nos lleve a dichos objetivos. El sentimiento de la
solidaridad no se siente en ninguna parte del cuerpo, sino que este se exterioriza y se expresa de acuerdo a nuestras
acciones y comportamientos. El sentimiento del placer se siente físicamente o mentalmente o de muchas otras maneras.
Muchos dicen “eso me da un placer inmenso” o “qué placer me da comer esa cosa tan rica”. ¿Pero en qué parte del
cuerpo se sienten el amor, el egoísmo, la solidaridad, la ira, la paciencia, etc.?
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Extraigamos de este nivel los sentimientos del EGOÍSMO VS SOLIDARIDAD para que los tratemos por separado, ya
que han sido determinantes en la generación de los diferentes sistemas socioeconómicos. Es bien importante aclarar que
los sentimientos humanos de segundo y tercer nivel son imposibles de abolir por cualquier ser humano pero se puede
controlar con un sentimiento adverso. Observe que lo contario a llorar es reír, lo contrario a egoísmo es solidaridad,
nadie puede decir que es capaz de quitarle el sentimiento de la risa a una persona. En cambio, observe como el hambre
se controla únicamente con alimentos y el frio con vivienda y abrigo, es decir, que se deben controlar con cosas
materiales tangibles que debemos tener para suplir tan importantes sentimientos, es decir, en el primer nivel todos
necesitamos cosas materiales para poder vivir sin distingo alguno.
El Sentimiento del Egoísmo: la base de todos los sistemas
Sin excepción, absolutamente todos los seres humanos somos egoístas por naturaleza. El sentimiento del egoísmo viene
impreso en los cromosomas de todos los seres humanos. La diferencia está en que unas personas expresan este
sentimiento con más fuerza que otras.
La intensidad arrojada por el “EGOSÍMETRO” con la que se ha expresado el sentimiento del egoísmo es lo que
diferencia una persona de la otra. Infortunadamente debemos aceptar que la mayoría de los seres humanos en todo el
mundo expresan más fuertemente el sentimiento del egoísmo que el sentimiento de la solidaridad. Tanto saqueo,
explotación, ratas (corruptos), desigualdad social, muertes violentas y desastres naturales por el abuso del hombre,
demuestran la forma cómo el mundo ha expresado el sentimiento del egoísmo.
Que busquemos comida hasta cierto punto para calmar el hambre es un egoísmo sano, pero que la busquemos tanto hasta
el punto de acumular fortunas ya es un egoísmo destructor. Que busquemos una vivienda digna para vivir sin
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ostentación, se puede considerar como un egoísmo sano, pero que busquemos una mansión a todo lujo es un egoísmo
extremo y perjudicial para la sociedad. Que busquemos placer adquiriendo artículos para vivir con comodidad moderada
es un egoísmo sano, pero que los busquemos hasta el punto de querer apoderarnos de todo un país es un egoísmo
totalmente perjudicial para la sociedad. En consecuencia, podemos hablar de dos tipos de egoísmo. El primero es el
egoísmo sano o controlado, un egoísmo que se puede considerar natural, pues el hombre necesita alimentarse, tener
techo, salud y vivir con dignidad y comodidad. El segundo es el egoísmo extremo, un egoísmo que nos lleva a acaparar
mucho más de lo que realmente necesitamos para vivir. Este último egoísmo es el que ha predominado en todos los
tiempos y es el causante de tanta problemática social porque el hombre es incapaz de controlar este sentimiento
conllevándonos a la guerrilla, narcotráfico, corrupción, falsificación, estafa y muchas otras consecuencias negativas.
El egoísmo como tal no es malo, lo malo es su expresión en forma extrema, debido a que no tenemos conciencia para
controlarlo. Es más, el hecho de que todos vengamos equipados con el sentimiento del egoísmo no es sólo para causar
daño, pues el egoísmo es bien importante para la misma preservación de la vida y para el surgimiento social. Si el
egoísmo no existiera, entonces, los encuentros deportivos siempre quedarían empatados, nadie investigaría ni se
superaría por salir adelante socialmente. El sentimiento del egoísmo es el que nos empuja para sobresalir ante los demás,
es el que nos mantiene expectantes ante las amenazas, en fin, el sentimiento del egoísmo es vital para la vida humana y
nadie en el mundo será capaz de abolirlo, pero cualquier ser humano está en la capacidad de controlarlo de manera
consciente de tal forma que no cause daño.
El gran problema social actual es dejar desbocar a rienda suelta este importante sentimiento; el gran problema es que no
le ponemos control y por tanto desde el mismo momento en que nacemos nos hace caminar por todas partes sin ningún
rumbo, por lo que se cae en un despeñadero por las piedras puntiagudas del egoísmo extremo. Nadie nos ha dicho que el
sentimiento del egoísmo lo debemos controlar, que debemos tener un cierto grado de conciencia y de sabiduría para no
dejarlo ir más allá en donde está la prepotencia.
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El egoísmo extremo es el común denominador de todos los tiempos y por ende el de todos los sistemas
socioeconómicos. En la esclavitud unos cuantos querían tener mucho y para ello explotaban y humillaban a las mayorías
sin pago alguno. En el feudalismo, unos cuantos dueños de tierras llamados terratenientes igualmente explotaban a las
grandes mayorías vasallas. En el capitalismo, unos cuantos igualmente siguen explotando a las grandes mayorías
proletarias. En el socialismo y comunismo unos cuantos dueños del poder lo dominan todo, en tanto, las mayorías son
reprimidas por un régimen igualmente injusto.
Como pueden ver, seguimos en las mismas, pues unos cuantos se apoderan de todo y dominan a las grandes mayorías
siguiendo la pirámide de la desgracia humana. En verdad nada ha cambiado, lo único que ha cambiado son las relaciones
de producción y la manera como se relacionan los hombres para explotar a los demás. Primero la tiranía era a la vista,
hoy sigue la misma tiranía, quizás peor, pero no tan visible como antes, hoy más subjetiva o virtual. Puede que hoy no se
condene a la horca en plaza pública, pero las balas que se cruzan a diario matando a miles de inocentes es la condena de
este vil sistema.
De un sistema socioeconómico egoísta por el cual la humanidad se ha regido en todos los tiempos, no se puede esperar
ningún equilibrio social ni justicia que a sus anchas la mayoría de los Estados del mundo predican y desean. ¿Cómo va a
haber equilibrio y justicia social en un sistema socioeconómico egoísta? ¿Qué tal si cambiamos el común denominador
del egoísmo por el de la solidaridad? ¿Será posible hacerlo? Sí es posible hacerlo, y todo en el futuro cambiará sin
acudir a la misteriosa bola de cristal; serán las grandes mayorías las que tomen las decisiones importantes del país, ya
que no serán ese poquito de humanoides los que dirán qué es lo que se deberá hacer con las riquezas de las naciones.
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El Sentimiento de la Solidaridad: la base de un nuevo sistema
La solidaridad es un lindo sentimiento, que al igual que el egoísmo, se expresa con los actos o comportamientos
humanos. Todos los seres humanos hemos sido solidarios de muchas formas, aunque algunos expresan la solidaridad
más que otros, lo cierto del caso es que todos tenemos impreso en nuestros cromosomas este lindo sentimiento.
A pesar de que el sentimiento de la solidaridad lo hemos expresado muy tenuemente en todos los tiempos, siempre
queda la esperanza de sensibilizarlo y volverlo predominante en nuestras vidas.
Todos los seres humanos tenemos una serie de buenos sentimientos que casi siempre yacen dormidos en la penumbra de
la indiferencia del Sistema Socioeconómico del Egoísmo. Pero, si desde el mismo momento en que nace un niño se le
empieza a sensibilizar su parte solidaria, sería el camino más indicado para no tener que retroceder a desaprender tantas
cosas que se enseña en el egoísmo o SSE.
Así como clasificamos al egoísmo en bueno o controlado y malo o extremista, lo mismo sucede con el sentimiento de la
solidaridad. Para no caer en errores, sobre el verdadero significado del lindo sentimiento de la solidaridad, vamos a
clasificarla en esporádica y constante.
La Solidaridad Esporádica y la Solidaridad Constante
En el SSE expresamos la solidaridad de manera esporádica, y como si fuera poco casi siempre la expresamos debido a
que nos suceden cosas extremas como un accidente, un desastre natural, un secuestro, una fuerte enfermedad y muchos
más males. Da lástima necesitar estar enfermos para caminar de rodillas 20 kilómetros para pedirle a nuestro Dios Padre
que alivie nuestro dolor o penas, eso es lo que vemos, sin embargo, cuando estamos plenos de salud todo es indiferente.
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Por ejemplo, hace algunos años cayó un avión en los montes nevados de los Andes. En aquel evento a varios
sobrevivientes les tocó comer carne humana, hoy uno de ellos anda por el mundo predicando sobre la importancia de la
vida. Con respecto a ese hecho pregunto: ¿será que si ese ser humano no hubiese sufrido ese caso extremo, hoy estará
predicando por el mundo? No hay que ser magos para saber la respuesta correcta, pues el SSE del egoísmo así predica
sus acciones y así hace actuar.
En Colombia, cuando explotó el volcán del Ruiz, muchos se solidarizaron con los afectados regalándoles muchas cosas,
pero al final todo se apaciguó y la solidaridad volvió a dormir en el colchón del olvido. Es muy triste tener que esperar a
que cada 200 años explote un volcán y mate a miles de personas para que todo un país se concentre solidariamente a
ayudar a los demás.
Individualmente, tenemos que estar postrados en una silla de ruedas para tomar conciencia de la importancia de la vida y
darle el valor a caminar. En verdad, tenemos que estar ciegos para saber la importancia de ver, tenemos que estar sordos
para saber la importancia de escuchar, tenemos que esperar a que muera un ser querido para lamentarnos de todas las
cosas buenas que dejamos de hacer con esa persona; en fin casi todos valoramos la vida una vez un duro golpe nos hace
tomar conciencia.
Otra forma de expresar la solidaridad en forma esporádica que nos enseña el SSE es cuando muchos magnates con
grandes fortunas toman una parte de sus capitales y se dirigen todos los diciembres a los barrios populares a regalar
algunos víveres a muchas familias necesitadas. En muchos casos, las personas al regalar una ínfima parte de sus grandes
fortunas toman cierto aire de paz ante el dios de su religión y por eso creen que están haciendo las cosas muy bien. Este
tipo de solidaridad también es esporádica y sus efectos positivos tienden a cero, ya que casi siempre la mayoría que
aplican este tipo solidaridad lo hacen con el fin de impregnarse de más autoridad moral para seguir explotando y
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saqueando al pueblo. Lea bien, digo la mayoría de los seres humanos, pues hay otros que realmente sí aplican la
solidaridad como debe ser, pero todo es mucho más efectivo si se hace dentro del marco de la ley LBM.
En realidad en el SSE tenemos que esperar cosas extremas para poder exteriorizar el lindo sentimiento de la solidaridad
o la expresamos en forma esporádica según lo enseña el sistema, y esa forma de expresar la solidaridad en la suma total
no es suficiente para crear unas buenas condiciones que nos identifiquen como un pueblo con idiosincrasia solidaria.
Para que un sistema socioeconómico permanezca en el tiempo, la expresión de los sentimientos debe ser constante y
unificada. El egoísmo ha sido constante y unificado en todos los tiempos y eso ha dado origen a todos los sistemas
socioeconómicos que hasta hoy hemos tenido. La solidaridad con sus destellos intermitentes ha dado origen, no a
sistemas socioeconómicos, pero sí a estilos de vida y congregaciones sociales como cooperativas y muchas otras formas
comunitarias, lo que ha sido insuficiente para conformar un sistema socioeconómico, porque esos destellos tan tenues se
los absorbe el fuerte Sistema Socioeconómico del Egoísmo.
En un ejemplo práctico, no es lo mismo regalarle unos zapatos viejos a un indigente que asumir el reto de adoptarlo
para recuperarlo socialmente, empezando por generarle un empleo y tratarlo con cariño y afecto. Son dos cosas muy
diferentes, el primer acto de carácter esporádico es lo que nos enseña el actual sistema y el segundo acto de carácter
constante es lo que nos enseña la verdadera solidaridad.
Con una lógica de lo más simple podemos decir que unas relaciones sociales basadas en el egoísmo producen unas
relaciones de producción egoístas, pero unas relaciones sociales basadas en la solidaridad constante producen unas
relaciones de producción totalmente solidarias, y como sabemos las relaciones de producción son las que determinan el
sistema socioeconómico por el que se rige una sociedad. ¿Se pueden imaginar si tan sólo unos cuantos colombianos le
generamos empleo a todos los indigentes del país? ¿Se pueden imaginar lo que sucedería, si los excesos de capital, que
se dedican a la lujuria, mejor los orientamos a otros rubros como la generación de empleo, la investigación y desarrollo,
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la proyección de nuestras empresas a nivel internacional, la ayuda de nuestros empleados para que consigan su vivienda,
y la ayuda a los demás de alguna forma? El gran efecto social que produciría este cambio de actitud que propongo en
este libro nos daría como resultado una Colombia o mundo más equitativo, siendo este camino la única forma de llegar
hasta la anhelada paz y la armonía que tanto necesitamos, a no ser que en el futuro se aviste otra cosa diferente.
Si todos adoptamos como guía un sistema socioeconómico basado en la expresión del lindo sentimiento de la solidaridad
en forma constante, poco a poco iremos armando un engranaje social diferente al que nos propone el sentimiento del
egoísmo. Somos seres sociales, por lo tanto inyéctese en su mente la gran idea de hacer parte de un engranaje social
natural sin la necesidad de que nadie se lo imponga.
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No le dé miedo, adopte su propio sistema socioeconómico basado en el lindo sentimiento de la solidaridad que usted
tiene impreso en su corazón, pero hágalo en forma constante.
Esa puede ser parte de la respuesta a esa otra cosa que tanto necesitamos para menguar tanta desigualdad social, esa
puede ser la luz que brilla detrás de las actuales fisuras y discrepancias humanas.
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Es más importante tan sólo un acto de solidaridad constante como el educar y ayudarle a un niño con afecto y amor
que el acto de regalar miles de mercados en los barrios populares cada año en un diciembre. ¿Se pueden imaginar lo
que sucede si todo colombiano acepta ser tutor constante de un niño de bajos recursos económicos? Tan sólo
necesitamos mínimo un acto constate, pero si todos hacemos lo mismo, las consecuencias serían asombrosas.
Es muy sencillo darle una restauración a nuestras vidas, expresando la solidaridad por simple convicción sin la
necesidad de que le ocurra algo extremo, haciéndolo sin la necesidad de que llegue un régimen a imponerlo y con toda
seguridad, así como el egoísmo ha imperado naturalmente, del mismo modo la solidaridad la podemos poner a imperar
naturalmente sobre todas las cosas arrasando a su paso a los corruptos, subversivos, paramilitares, inconformes,
violentos, indigentes, prostitutas, falsificadores, piratas y cuanta plaga existe, además de arrasar con tantas leyes
absurdas dictadas por el hombre para controlar los mismos problemas que genera el SSE, hasta el punto de hacer una
Declaración de Importación de mercancías de 10 contenedores en tan sólo una hoja de papel y de manera digital,
evitando así la tala de tanto bosque.
Repito; en verdad las balas sólo matan masas humanas, pero una bala jamás será capaz de exterminar al egoísmo
extremo, sólo el sentimiento adverso de la solidaridad es capaz de exterminarlo, así como el frío se minimiza con calor.
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