Informe 7/93, de 15 de abril de 1993. "Clasificación a requerir a las

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Informe 7/93, de 15 de abril de 1993. "Clasificación a requerir a las empresas que
concurran a la adjudicación de un contrato sobre desarrollo del programa coordinado de
erradicación de la peste porcina africana. Distinción entre "Estudios e informes" y
"servicios".
Clasificación de los informes: 9.1. Régimen general. 9.3. En los contratos de servicios.
ANTECEDENTES
El Director General de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación dirige escrito al Presidente de la Junta Consultiva de Contratación Administrativa con
el siguiente texto:
"El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación convocó el 23 de mayo de 1992 (B.O.E. n1 124)
un concurso público para contratar el desarrollo del programa coordinado de erradicación de la peste por­
cina africana. En los pliegos de cláusulas administrativas particulares de este concurso (se acompaña
copia) se exigió para las empresas ofertantes la clasificación en el Grupo I (estudios e informes),
subgrupo 4 (otros informes).
Habiéndose planteado a instancias de algunas empresas la posibilidad de exigir para el concurso de
este año la clasificación correspondiente al Grupo III (servicios), subgrupo 1 (sanitarios) se han suscitado
dudas en cuanto al alcance de este último subgrupo.
Asimismo, se ha considerado la idoneidad de exigir otras alternativas - Grupo III (servicios),
subgrupo 8 (otros servicios) - cuyo campo dudamos en extender al concurso mencionado.
Por todo lo anterior, y con el fin de no restringir la concurrencia y de otorgar a aquellas empresas
que deseen participar en este concurso un plazo suficiente para adecuar su clasificación actual a la
exigible en el pliego, se solicita de esa Junta Consultiva pronunciamiento acerca del alcance de las
clasificaciones mencionadas y de su adecuación a las características de este concurso."
Acompaña al escrito, como documentación que integra el expediente, la siguiente:
- Pliego de cláusulas administrativas particulares, modelo-tipo para los contratos de asistencia
técnica del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación aprobado por el Ministro de Agricultura,
Pesca y Alimentación en 22 de noviembre de 1991, en el que no se incluye el Anexo I, al que
hacen referencia diversas cláusulas, que expresará, entre otros datos, el presupuesto base de
licitación del contrato y, en su caso, la clasificación que debe exigirse a las empresas que opten a
la adjudicación del contrato.
- Pliego de prescripciones técnicas.
- Anexo I al pliego de cláusulas administrativas del contrato convocado en el año 1992 con el
mismo objeto.
- Anexos 1 a 7 del pliego de prescripciones técnicas también del contrato convocado en el año
1992, que son coincidentes con los mismos Anexos del pliego de prescripciones técnicas que
determina las acciones a ejecutar en el contrato que se pretende adjudicar en este año.
En el Anexo I del pliego de cláusulas administrativas particulares correspondiente al contrato
adjudicado en el año 1992 se indica la exigencia de clasificación en el Grupo I, Estudios e informes,
subgrupo 4, Otros estudios e informes, categoría D.
CONSIDERACIONES
1. La cuestión que plantea el Director General de Sanidad de la Producción Agraria se centra
en conocer qué clasificación debe ser exigida a las empresas que deseen concurrir a la adjudicación
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del contrato cuyo objeto es el desarrollo del programa coordinado para la erradicación de la peste
porcina, señalando como posibles opciones las siguientes:
a) Exigir la clasificación en el Grupo I, "Estudios e informes", subgrupo 4, "Otros estudios e
informes".
b) Requerir la clasificación en el Grupo III, "Servicios", subgrupo 1, "Sanitarios", opción que
exponen ante la petición formulada por algunas empresas que al parecer desean concurrir a la
adjudicación del contrato y que ha planteado dudas en cuanto a su alcance a la Dirección General.
c) Exigir como alternativa la clasificación en el Grupo III, "Servicios", subgrupo 8, "Otros
servicios", de la que también dudan sobre su aplicación.
2. Para adoptar un criterio sobre la cuestión planteada es necesario, a juicio de esta Junta
Consultiva, determinar, por un lado, el carácter y la finalidad del objeto del contrato y, por otro,
analizar la interpretación de las normas que regulan la clasificación exigible a las empresas en los
contratos de asistencia y, en concreto, aquellos aspectos que hacen referencia a los grupos y subgrupos aludidos en su escrito por el Director General de Sanidad de la Producción Agraria, así como
los efectos respecto de su aplicación, para posteriormente llegar a una conclusión sobre la
clasificación a exigir.
3. Antes de entrar en el análisis de las cuestiones indicadas, se ha de advertir que la
clasificación de empresas se basa en la necesidad de determinar previamente la capacidad y la
solvencia de las mismas en relación con de las actividades que estas desarrollan, que corresponden
a los grupos y subgrupos de clasificación y a los importes de los contratos, que corresponde a la
categoría asignada a cada empresa, adecuados las posibilidades de los contratistas respecto de las
exigencias que el cumplimiento de los contratos imponen, siendo las empresas las que han de
solicitar de la Administración su clasificación en los grupos y subgrupos en función a la actividad
que pretenden desarrollar.
4. El contrato objeto de la consulta tiene como finalidad el "Desarrollo del Programa
Coordinado para la Erradicación de la Peste Porcina Africana", con unas determinadas acciones,
que, según se desprende de los antecedentes aportados, son repetitivas, al menos en el año 1993,
respecto de las efectuadas en el año 1992. Estas acciones se especifican en los apartados 1 a 6 del
pliego de prescripciones técnicas, como el control serológico de los animales a investigar con la
necesaria toma de muestras, la identificación e inmovilización de los animales hasta que se
constate un resultado negativo, la determinación del propietario y de la explotación y de su
ubicación, actuaciones respecto de los animales que sean portadores de la peste porcina africana y
sobre los animales de las explotaciones afectadas, el control de sacrificios y de las repoblaciones, el
registro y censado de las explotaciones porcinas y el asesoramiento técnico al sector ganadero
sobre la peste porcina africana y sobre las medidas de profilaxis y de lucha contra la enfermedad,
debiendo transmitir con frecuencia mensual y semestral los correspondientes informes sobre el
desarrollo del programa.
Así, podemos apreciar que el objeto del contrato no se refiere a la investigación de un sector o
tema concreto relacionado con la ganadería porcina, como podría ser el estudio o elaboración de un
programa para la erradicación de la peste porcina africana, sino que tiene como finalidad la
ejecución de un programa coordinado previamente establecido, posiblemente en función de los
estudios que en su momento se realizaron.
5. Tanto el Decreto 1005/1974, de 4 de abril, que regula los contratos de asistencia, como el
Real Decreto 609/1982, de 12 de febrero, modificado por el Real Decreto 52/1991, de 25 de enero,
y la Orden de 24 de noviembre de 1982, también modificada por la Orden de 30 de enero de 1991,
sobre normas de clasificación de las empresas consultoras y de servicios, establecen una clara
distinción en el objeto de los contratos, en las empresas que pueden realizarlos y, consecuente­
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mente, con las actividades en que pueden ser incluidas que se concretan en dos sectores
perfectamente definidos como son los estudios e informes y los servicios, distinguiendo en estos
últimos por razón de su especialidad profesional de carácter facultativo la redacción de proyectos y
la dirección de obra, criterio que ha sido reflejado en el Acuerdo de esta Junta Consultiva de
Contratación Administrativa, de 10 de mayo de 1991, sobre aplicación de la normativa reguladora
de la clasificación de empresas consultoras y de servicios.
Los contratos de asistencia cuyo objeto es la realización de estudios o informes tienen como
fin la exposición de unas conclusiones sobre planteamientos más o menos concretos en relación
con un determinado asunto o tema, previa la investigación de los elementos que en el mismo
inciden y la consideración de las variables que puedan ser estimadas, estudios que pueden ser
realizados de forma independiente o en colaboración con la Administración contratante, cuyas
conclusiones pueden dar lugar, en su caso, a la elaboración y posterior aplicación de planes,
proyectos o programas que contengan las actuaciones que se consideren oportunas. Por otra parte
cuando los contratos de asistencia tienen por objeto la prestación de un servicio se refieren a
actuaciones concretas de ejecución material de instrucciones definidas en mayor o menor grado
por la Administración contratante, que no dan lugar al planteamiento final de las conclusiones, sino
que se concretan en la total ejecución de las actuaciones previstas, lo que no impide que la
Administración decida a la vista de los resultados del desarrollo del programa realizar los nece­
sarios ajustes o modificaciones del mismo. No obstante, es preciso señalar que desde el punto de
vista de la más reciente adopción de normas de la Comunidad Europea, la Directiva 92/50/CEE, de
18 de junio de 1992, sobre coordinación de los procedimientos de adjudicación de los contratos de
servicio, que no será aplicable hasta el 1 de julio de 1993, no se establece en la misma una
específica distinción entre ambos objetos, refiriéndose a todos bajo el concepto único de servicio,
filosofía que, sin embargo, no comparte el proyecto de Ley de Contratos de las Administraciones
Públicas, que se encontraba en fase de tramitación parlamentaria, que, por el contrario, mantiene
la distinción entre los contratos de consultoría y asistencia, contratos de servicio y contratos de
trabajos específicos y concretos no habituales, todos ellos en el ámbito objetivo de la citada
Directiva.
En el contrato sobre "Desarrollo del Programa de Erradicación de la Peste Porcina Africana" la
empresa adjudicataria ha de realizar una serie de actuaciones perfectamente definidas en el pliego
de prescripciones técnicas que corresponde ejecutar a la Administración, pero que, por las causas
que se señalan en el expediente y que se corresponden con las establecidas en el último párrafo
del artículo 4 del Decreto 1005/1974, de 4 de abril, ésta no puede realizar, lo que viene a indicar
que la empresa adjudicataria prestará un servicio y no va a realizar un estudio o un informe,
quedando en consecuencia excluida la clasificación del objeto en las actividades del grupo I,
Estudios e informes.
Considerada ya la cuestión relativa a la clasificación genérica de la actividad y desestimada la
opción contenida en la primera de la cuestiones planteadas en la consulta, debemos incidir a
continuación en el alcance de las actividades que comprenden los subgrupos 1, "Sanitarios", y 8,
"Otros servicios", del grupo III en relación con el contrato.
El Acuerdo de esta Junta Consultiva de 10 de mayo de 1991 estuvo motivado por la
conveniencia de exponer a los órganos de contratación de las distintas Administraciones Públicas y
a los sectores empresariales los criterios aplicables sobre determinadas cuestiones relativas a la
clasificación de empresas consultoras y de servicios, que como en el mismo se indica no tienen el
carácter excluyente de otros, cuya decisión corresponde en exclusiva a los órganos de contratación
mediante la aplicación de las disposiciones reguladoras, pero no a las empresas que deseen
acceder a la adjudicación de los contratos que disponen en caso de disconformidad con la
clasificación exigida de la acción de interposición de los recursos pertinentes. En el apartado
segundo, al referirse al grupo III, Servicios, subgrupo 1, Sanitarios, se señala que comprenden los
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servicios de asistencia sanitaria, incluidos los de rehabilitación y los de ambulancia. Debe matizarse
en este momento, con la finalidad de no introducir elementos interpretativos que desvíen el
verdadero significado de la consideración de actividades que en el subgrupo se incluyen, que éstas
están dirigidas a la prestación de asistencia sanitaria a personas ya sea por especialidad médica o
farmacéutica o bien por la ampliación de criterio introducida por la Comisión de Clasificación de
Empresas Consultoras y de Servicios, en la práctica de la concesión de clasificaciones, a las
actividades de carácter sanitario relacionadas con la inspección veterinaria de mataderos por su
íntima relación con el área de salud de las personas, extensión que no puede confundirse con las
actuaciones que referidas al término "sanitarias" se aplican sobre la agricultura, la ganadería o las
instalaciones que deben estar en el subgrupo 8, "Otros servicios", como a continuación se expone.
Excluida la aplicación del subgrupo 1, procede indicar el criterio de la Junta Consultiva sobre la
clasificación exigible a las empresas que pretendan concurrir a la adjudicación del contrato y que
constituye la tercera de las opciones consultadas. También hemos de aludir al Acuerdo de 10 de
mayo de 1991 citado anteriormente que en su apartado segundo determina las actividades que
estima incluidas en cada subgrupo y que al referirse al subgrupo 8, Otros servicios, señala, entre
otros, los servicios no comprendidos en un subgrupo determinado, lo que nos lleva a considerar
que es en este subgrupo en el que deben incluirse las actividades relativas al objeto del contrato.
CONCLUSION
Por cuanto se expone la Junta Consultiva de Contratación Administrativa considera que las
actividades comprendidas en el objeto del contrato de asistencia para el "Desarrollo del Programa
Coordinado para la Erradicación de la Peste Porcina Africana" deben dar lugar a la exigencia de
clasificación en el grupo III, Servicios, subgrupo 8, Otros servicios, si en función de su importe
fuera exigible.
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