Cenicienta

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Palabras al aire 2001/2002
Érase una vez: Caperucita Roja
Programnr: 01046/tv3
Cenicienta
Sändningsdatum: 2001-11-07
Programlängd: 15 min.
Producent: Laura Albanesi
Locutor:
Esta niña tan guapa vive con sus padres en una casa grande y bonita.
Sus padres son ricos y felices. Pero, cuando la niña tiene 10 años,
su madre se muere.
Entonces su padre, que es todavía joven y guapo, vuelve a casarse.
Y se casa con una mujer que tiene dos hijas. Y todos viven juntos
en la casa de Cenicienta.
Las dos hermanas no hacen nada en la casa. Sólo ven la tele y
juegan con el ordenador. Mientras ellas se divierten, Cenicienta tiene
que limpiar la casa, hacer la comida y muchas cosas más.
Un día llega el cartero con una invitación para un baile en el
Palacio Real. Todas las chicas están invitadas. El príncipe, que es muy
guapo, busca una chica para casarse. Las hermanas de Cenicienta
están muy contentas. Compran vestidos nuevos y pasan muchas
horas delante del espejo. Cenicienta no tiene tiempo ni dinero para
comprar un vestido.
Por fin llega el día y las hermanas y la madre se van al baile.
Cenicienta está sola en casa y está llorando porque también quiere ir
al baile. Entonces, oye una voz:
Hada:
¿Qué pasa, Cenicienta? ¿Por qué lloras?
Cenicienta: Quiero ir al baile, pero no puedo ir porque no tengo vestido.
Hada:
¿Cómo? No te preocupes. Yo te voy a ayudar.
Locutor:
Entonces, Cenicienta levanta la cabeza y ve a una señora muy guapa.
Cenicienta: ¿Quién es usted?
Hada:
No me llames de usted. Soy tu Hada Buena. Y ahora, vamos,
tenemos prisa. Trae una calabaza grande. ¡Corre!
Locutor:
Cenicienta vuelve con la calabaza. Entonces el Hada Buena toca
la calabaza con su varita mágica y la transforma en una magnífica
carroza de oro.
Cenicienta: ¡Oh, qué carroza tan maravillosa!
Hada:
Y ahora, trae seis ratas y un ratón.
Locutor:
Y con su varita mágica el Hada transforma a las seis ratas en seis
hermosos caballos negros y al ratón en cochero.
Cenicienta: ¡Oh, qué maravilla!
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Palabras al aire 2001/2002
Érase una vez: Caperucita Roja
Programnr: 01046/tv3
Hada:
Ahora ya puedes ir al baile.
Cenicienta: No, no puedo ir con este vestido viejo y sucio y con estas zapatillas
viejas y usadas.
Hada:
Es verdad, tienes razón.
Locutor:
Entonces, el Hada, toca el vestido con su varita mágica y lo transforma en un precioso vestido rojo y despúes transforma sus viejas
zapatillas en zapatos de cristal.
Cenicienta: ¡Oh, qué maravilla!
Hada:
Bueno, ahora puedes ir al baile. Espero que lo pases muy bien. Pero,
¡cuidado!, tienes que volver antes de medianoche, porque a las doce
en punto todo va a ser como antes. Los caballos van a transformarse
en ratas y la carroza en calabaza. Y tú ... No lo olvides.
Locutor:
Cuando Cenicienta llega al baile todo el mundo la mira. Pero nadie
la reconoce. Todos los chicos quieren bailar con ella. El príncipe la
invita a bailar y baila con ella toda la noche. Cenicienta nunca ha
sido tan feliz en su vida.
De repente, el reloj da las doce y Cenicienta recuerda lo que ha
dicho el Hada. Entonces, deja al príncipe y sale corriendo. Corre tan
deprisa que pierde uno de sus zapatos de cristal. Al salir del Palacio
Real, su maravilloso vestido rojo se transforma en un vestido viejo
y sucio y ya no hay carroza ni caballos. Ahora hay seis ratas y una
calabaza. Cenicienta sigue corriendo. Está muy triste.
En el Palacio Real, el príncipe también está muy triste. Por fin ha
encontrado a una chica con la que quiere casarse. Pero no sabe quién
es, no sabe cómo se llama ni dónde vive. Tampoco tiene su número
de teléfono ni su dirección de correo electrónico. Lo único que tiene
es un zapatito de cristal.
Al día siguiente, el príncipe busca por todas partes a la chica que
ha perdido el zapato. Todas las chicas de la ciudad se prueban el
zapato, pero ninguna puede meter el pie: el zapato es demasiado
pequeño.
Finalmente, llega a la casa de Cenicienta. Las dos hermanas se
prueban el zapato. Pero sus pies son demasiado grandes. Entonces,
una de las hermanas coge un cuchillo y se corta un trozo del pie, pero
eso tampoco sirve. En ese momento, Cenicienta entra en el salón.
Príncipe:
¿Quién es esta chica? ¿Ha ido al baile ayer?
Hermanastra: Pues, claro que no. Es nuestra criada.
Madrastra: Además no tiene vestido de baile y está siempre muy sucia.
Príncipe:
Por favor, señorita, ¿quiere usted probarse el zapato?
Cenicienta: Sí, con mucho gusto.
Príncipe:
Pero, ¡este zapato es tuyo!
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Palabras al aire 2001/2002
Érase una vez: Caperucita Roja
Programnr: 01046/tv3
Cenicienta: Sí, y el otro está en mi habitación.
Locutor:
Cenicienta va a buscar el otro zapato. Las dos hermanas y la madrastra se ponen furiosas. Pero el príncipe está muy contento. Por
fin ha encontrado a la chica que ama. Cuando Cenicienta vuelve,
le dice:
Príncipe:
Oye, chica, ¿quieres casarte conmigo?
Cenicienta: Sí, sí y mil veces sí.
Locutor:
Y se casan. Después de la fiesta de la boda, Cenicienta y el príncipe se
van de viaje de boda a Tailandia. Y allí viven todavía felices.
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Palabras al aire 2001/2002
Érase una vez: La princesa del guisante
Programnr: 01046/tv2
La princesa del guisante
Sändningsdatum: 2001-11-14
Programlängd: 15 min.
Producent: Laura Albanesi
En un país muy lejos de aquí viven un rey y una reina. Como todos los reyes
viven en un palacio muy grande y muy bonito. Tienen un hijo, el príncipe.
El príncipe tiene veinte años y quiere casarse. Pero no es fácil encontrar una
princesa de verdad, porque hay muy pocas. Para ayudar al príncipe, sus padres
ponen anuncios en los periódicos, buscan por Internet, mandan ”emilios” a los
reyes y reinas de otros países, invitan a princesas a venir a su palacio … Pero al
príncipe no le gusta ninguna. Está muy triste y deprimido porque no encuentra
a su princesa.
Una tarde de otoño llaman a la puerta del palacio. ¿Quién puede ser? Llueve
y hace mucho viento. ¿Quién sale a la calle con este tiempo? Ni los perros del
príncipe quieren salir. Una criada abre la puerta. Unos minutos después le dice
a la reina:
Criada:
Reina:
Criada:
Reina:
En la puerta hay una princesa y dice que si puede pasar la noche
en el palacio.
¿Cómo? ¿Una princesa? ¿Y qué hace una princesa en la calle con este
tiempo tan malo? ¿Está loca? ¿Y tú cómo sabes que es una princesa?
Es lo que ella dice. Está muy mojada la pobre.
Voy a verla.
Cuando la reina llega a la puerta el príncipe ya está allí. El príncipe la ayuda a
quitarse la ropa mojada. Al príncipe le parece tan guapa que se enamora de ella.
La reina dice a las criadas:
Reina:
¡Rápido, unos vestidos secos y algo de comer para esta chica!
El príncipe habla con sus padres:
Príncipe:
Reina:
Rey:
Reina:
Príncipe:
Rey:
Reina:
Yo la quiero y quiero casarme con ella. Es tan guapa, tan hermosa,
tan maravillosa, tan … Nunca
he visto a una chica
tan guapa. ¡Ay!
Tranquilo, hijo, tranquilo - dice la reina. No sabemos si es una
princesa de verdad. A lo mejor es una modelo, o una actriz, o una
cantante … no sabemos. Pero, vamos a hacer una prueba.
¿Una prueba? ¿Qué prueba? - dice el rey.
La prueba del guisante.
¿La prueba del guisante? - dice el príncipe.
¿Y eso qué es? - dice el rey.
Tranquilos. Mañana lo vais a ver.
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Palabras al aire 2001/2002
Érase una vez: La princesa del guisante
Programnr: 01046/tv2
Por la noche todo el mundo está muy ocupado. Las criadas le preparan a la chica
una cama especial con veinte colchones. La reina las mira. Después se va a jugar
a las cartas. El rey, como todas las noches, está mirando un partido de cricket
en la televisión.
¿Y el príncipe? ¿Qué hace el príncipe? Nada. No puede hacer nada. No puede
concentrarse. Juega un rato con su tren eléctrico, pero enseguida se cansa. Chatea
un rato por Internet, pero también se cansa. Intenta dormir, pero no puede. Sólo
piensa en la chica. Está terriblemente enamorado.
Los perros del príncipe tampoco pueden dormir. Van de una habitación a otra.
Y la chica tampoco duerme. La cama es muy incómoda y no puede dormir.
¡Qué noche! A las tres de la mañana, la chica se levanta y mira debajo de los
colchones y después dice:
Princesa:
¡Ah, un guisante! Por eso no puedo dormir.
Al día siguiente, todos están muy cansados. El rey, la reina y el príncipe están
desayunando en el comedor. De repente, entra la chica. Tiene muy mala cara.
Rey:
Princesa:
¿Qué pasa? ¿No has dormido bien? - dice el rey.
No he dormido nada.
El rey le dice a la reina:
Rey:
Reina:
Princesa:
Príncipe:
Rey:
Reina:
Princesa:
Príncipe:
Princesa:
¿No le has dado la mejor cama?
Sí, naturalmente, una cama con veinte colchones. Una cama muy
cómoda y muy blanda.
¿Blanda? De eso nada. Y cómoda tampoco. Mire usted lo que he
encontrado debajo de los colchones.
¡Un guisante! - dice el príncipe.
¿Y quién ha puesto un guisante debajo de la cama? - pregunta el rey.
Yo - dice la reina. Esta es la prueba. Ahora podemos saber que eres
una princesa de verdad. Sólo una princesa puede sentir un guisante
debajo de veinte colchones.
¡Pues claro que soy una princesa, una princesa de verdad!
¿Sí? ¿De verdad? Entonces podemos casarnos. ¿Quieres casarte conmigo?
Sí, ¿por qué no?
El rey y la reina organizan una fantástica fiesta de boda con más de mil invitados.
El príncipe y la princesa son muy felices y bailan juntos toda la noche.
¿Y el guisante? Bueno, si queréis lo podéis ver en el Museo Real. Allí está en la
última sala de la izquierda, dentro de una pirámide de cristal. Sí, sí, ¡de verdad!
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Palabras al aire 2001/2002
Érase una vez: Caperucita Roja
Programnr: 01046/tv3
Caperucita Roja
Sändningsdatum: 2001-11-21
Programlängd: 15 min.
Producent: Laura Albanesi
Locutor:
En una casita cerca del bosque vive una niña con su madre. A la niña
todos le llaman Caperucita Roja porque siempre lleva una capa con
una caperuza roja. Un día su madre le dice:
Mamá:
Caperucita, la abuela está enferma. Está en la cama y no puede salir a
hacer la compra. ¿Por qué no vas a su casa y le llevas algo de comer?
Mira, he preparado una cesta con pan, fruta, leche, queso, un pastel y
una botella de vino. Pero, ten cuidado, ¿eh? Sigue siempre el camino
hasta llegar a la casa de la abuela. No entres en el bosque y no hables
con desconocidos, ¿vale?
Caperucita: Sí, mamá, no te preocupes. Voy directamente a casa de la abuela, no
entro en el bosque y no hablo con desconocidos.
Locutor:
Entonces, Caperucita coge su bicicleta y sale. Está muy contenta de
ir a casa de su abuela. Ella quiere mucho a su abuela. Además, el
bosque está muy bonito. Es primavera y está lleno de flores.
Caperucita: !Uy, qué flores más bonitas! Voy a hacer un ramo para la abuelita.
Locutor:
Baja de la bicicleta y empieza a coger flores.
Caperucita: ¡Uy, qué flores más bonitas hay allí también!
Locutor:
Y así, sin darse cuenta, Caperucita entra más y más en el bosque. De
repente, oye una voz detrás de ella:
Lobo:
Buenos días, amiguita mía.
Locutor:
Caperucita tiene mucho miedo cuando ve al lobo. Pero como es muy
buena y muy educada, dice:
Caperucita: Buenos días, señor.
Lobo:
¿Cómo te llamas, niña bonita?
Caperucita: A mí me llaman Caperucita porque siempre llevo esta capa roja con
esta caperuza roja.
Lobo:
¡Ah! Y…¿a dónde vas, Caperucita?
Caperucita: Voy a casa de mi abuelita a llevarle esta cestita con un poco de
comida porque está enferma y no puede salir a comprar y entonces
mi madre me ha dicho que por qué no voy a casa de la abuelita a
llevarle esta cestita con un poco de comida porque está enferma y
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Palabras al aire 2001/2002
Érase una vez: Caperucita Roja
Programnr: 01046/tv3
no puede salir a comprar y entonces yo le he dicho a mi mamá que
sí, claro, que yo puedo ir porque además a mí me gusta mucho ir
a casa de mi abuelita.
Lobo:
Ya, ya, ya, muy interesante. ¿Y dónde vive tu abuelita?
Caperucita: En una casita roja que hay al final del camino. Es la única casa que
hay y es muy fácil de encontrar y a mí me gusta mucho ir a casa de
mi abuelita porque es una casita roja que hay al final del camino y es
la única casa que hay y es muy fácil de encontrar.
Lobo:
Ya, ya, ya, comprendo. Y ahora estás cogiendo flores para tu abuelita,
¿verdad? Pues mira, allí detrás de esos árboles hay unas rosas muy
hermosas.
Caperucita: ¿Ah, sí? ¡Qué bien! Pues voy a cogerlas porque a mi abuelita le
encantan las flores y sobre todo las rosas porque mi abuelita dice que
las rosas son las flores más hermosas.
Locutor:
Y Caperucita sigue hablando y cogiendo flores. Pero el lobo ya no
está allí. El lobo ahora está corriendo por el bosque y en menos
de dos minutos llega a casa de la abuela. Abre la puerta, entra en
la habitación, se lanza sobre la abuela y se la come de un bocado.
Después se pone el gorro de noche y las gafas de la abuela y se mete
en la cama para esperar a Caperucita.
Lobo:
La abuela estaba un poco dura. Seguro que Caperucita está más
blandita.
Locutor:
Después de un largo rato, Caperucita coge la bicicleta y se va a casa
de su abuela. Cuando llega ve que la puerta está abierta. Pero, como
Caperucita es muy educada, llama antes de entrar.
Lobo:
¿Quién es?
Caperucita: Hola, abuelita. Soy yo, Caperucita. Tengo una cosa para ti. Es una
cestita con pan, fruta, leche, queso, un pastel y una botella de vino.
!Ah!, y unas flores porque sé que te gustan mucho. ¿Puedo entrar?
Lobo:
Pues, claro, hijita. Entra, entra. Estoy en la cama porque me duele
mucho la garganta.
Caperucita: Sí, se nota. Tienes la voz muy rara.
Locutor:
Caperucita entra y se acerca a la cama. La abuela tiene una cara
muy rara.
Caperucita: Abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes! ¿Por qué tienes las orejas
tan grandes?
Lobo:
Pues … para oír mejor a mi linda Caperucita.
Caperucita: Abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes! ¿Por qué tienes los ojos tan
grandes?
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Palabras al aire 2001/2002
Érase una vez: Caperucita Roja
Programnr: 01046/tv3
Lobo:
Pues … para ver mejor a mi linda Caperucita.
Caperucita: Abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes! ¿Por qué tienes los dientes
tan grandes?
Lobo:
Pues … ¡para comerte mejor!
Locutor:
Y entonces el lobo se come a Caperucita.
Lobo:
Mmm, ¡qué buena estaba!, ¡qué rica y qué blandita! Ahora ya no
tengo hambre. Ahora tengo sueño. Creo que voy a dormir un ratito.
Locutor:
Y el lobo se duerme y empieza a roncar, y a roncar y a roncar.
Entonces por la puerta de la casa pasa un cazador. Sabe que allí vive
una señora mayor y cuando oye los ronquidos, piensa:
Cazador:
¡Qué raro! ¡Cómo ronca esa señora! ¡No es posible!
Locutor:
El cazador ve la puerta abierta, entra en la casa, llega a la cama y
allí ve al lobo roncando.
Cazador:
¡Un lobo en la cama de la abuela! ¡Ah, ahora comprendo! El lobo se
ha comido a la abuela.
Locutor:
Rápidamente, el cazador saca su cuchillo, mata al lobo y luego le abre
el estómago. Entonces Caperucita sale del estómago.
Cazador:
Pero, pero, pero, ¡pero Caperucita! ¿Tú qué haces aquí?
Caperucita: Nada, que el lobo me ha comido. Es que mi abuelita está enferma
y no puede salir a comprar y entonces mi madre me ha dicho que
por qué no voy a casa de la abuelita a llevarle esta cestita con pan,
fruta, leche, queso, un pastel y una botella de vino y yo he cogido
también unas flores porque a mi abuelita le gustan mucho las flores,
sobre todo las rosas que son las flores más hermosas y cuando he
llegado …
Cazador:
¡Un momento, un momento, un momento! Pero, bueno, ¿dónde está
tu abuela?
Abuela:
Aquí, estoy aquí, en el estómago del lobo. Ayudarme a salir, por
favor.
Locutor:
Y entonces el cazador y Caperucita ayudan a la abuela a salir del
estómago del lobo.
Abuela:
¡Ay, ay, ay, qué día! Primero estoy enferma, luego me come el lobo.
Muchas gracias, señor cazador. ¡Ay, qué cansada estoy! ¡Y qué hambre
tengo! ¿Usted no tiene hambre? Caperucita, vamos a ver qué hay
en la cestita.
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Palabras al aire 2001/2002
Érase una vez: Caperucita Roja
Programnr: 01046/tv3
Locutor:
Entonces se sientan a la mesa, abren la botella de vino, sacan el
pan y el queso, la leche, la fruta y el pastel y comen y beben,
felices y contentos, mientras Caperucita habla y habla. Por la tarde,
Caperucita Roja vuelve a su casa y le cuenta todo a su madre.
Caperucita: … Y tenía los dientes muy grandes, y entonces yo le pregunto ”¿por
qué tienes los dientes tan grandes?” y entonces el lobo, porque era el
lobo, se lanza encima de mí y me come. Pero luego llega un cazador
y entonces…
Mamá:
Pero, hija mía, ¡qué imaginación tienes!
Caperucita: ¡Que no, mamá! ¡Que es verdad!
Locutor:
Y vosotros, ¿qué pensáis? ¿Creéis que es verdad?
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Palabras al aire2001/2002
Érase una vez…: Los tres cerditos
Programnr: 01046/tv4
Los tres cerditos
Sändningsdatum: SVT1, 28/11, 2001, kl. 11.00
Programlängd: 15 min
Producent: Laura Albanesi
Locutor:
Estos tres cerditos viven con su madre en una casita roja muy bonita.
Los tres cerditos comen muchísmo y por eso crecen muy deprisa.
Entonces, un día les dice su madre:
Mamá:
Ay, hijos míos, sois tan grandes y esta casa es tan pequeña... Creo que
ya es hora de construir vuestra propia casa. Pero, cuidado con el lobo
porque ya sabéis que le encantan los cerditos.
Locutor:
Los tres cerditos están un poco tristes, pero al mismo tiempo les hace
mucha ilusión vivir en su propia casa. Así que, en un momento, hacen
las maletas, sin olvidar sus cepillos de dientes, unas manzanas para el
camino y, por supuesto, sus walkman. Le dan un beso a su madre y se
marchan.
Después de media hora de camino, se encuentran con un hombre que
lleva un montón de paja al hombro. El primer cerdito le dice:
Cerdito 1:
Oiga, señor, ¿adónde va usted con tanta paja? ¿No me puede dar un
poquito para construirme una casa?
El hombre: Claro que sí. Toma, aquí tienes paja para tu casa.
Cerdito1: ¡Qué guay! Gracias. Me voy a hacer una casa aquí mismo. Así, si viene
el lobo no me puede comer.
Locutor:
Entonces, el primer cerdito se despide de sus hermanos: adiós, hasta
luego, chao.
Los otros dos cerditos siguen su camino. Media hora más tarde, se
encuentran con un hombre que lleva un montón de palos al hombro. Y
entonces, el segundo cerdito le dice:
Cerdito 2:
Oiga señor, ¿adónde va usted con tantos palos? ¿No me puede dar unos
pocos para construirme una casa?
El hombre: Claro que sí. Toma, aquí tienes palos para tu casa.
Cerdito 2: ¡Qué guay! Gracias. Me voy a hacer una casa aquí mismo. Así si viene
el lobo, no me puede comer.
Locutor:
Entonces, el segundo cerdito se despide de su hermano: Adiós, hasta
luego.
El tercer cerdito sigue solo su camino. Media hora más tarde, se
encuentra con un hombre que lleva una carretilla llena de ladrillos. El
tercer cerdito le dice:
Cerdito 3:
Oiga señor, ¿adónde va usted con tantos ladrillos? ¿No me puede dar
unos pocos para construirme una casa?
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Palabras al aire2001/2002
Érase una vez…: Los tres cerditos
Programnr: 01046/tv4
El hombre: Claro que sí. Toma, aquí tienes unos ladrillos para tu casa.
Cerdito 3: ¡Qué guay! Gracias. Me voy a hacer una casa aquí mismo. Así si viene
el lobo, no me puede comer.
Locutor:
Al día siguiente, el lobo, que está haciendo footing, llega a la casa del
primer cerdito, la casa de paja. Allí se para y dice:
El lobo:
Mmm, ¡qué bien huele! Huele a cerdito. ¡Cerdito, cerdito, ábreme la
puerta y enséñame tu casita, anda!
¡Qué listo! Tú lo que quieres es comerme. No, no te abro. Aquí no
entras.
¡Ah!, ¿no? Entonces voy a soplar, a soplar y a soplar y tu casa al suelo
voy a tirar.
Cerdito 1:
El lobo:
Locutor:
Y el lobo empieza a soplar y a soplar y toda la paja empieza a volar y
volar. Entonces el lobo coge al primer cerdito y se lo come: Mmm, ¡qué
rico!
Al día siguiente, el lobo está haciendo footing otra vez. Llega a la casa
del segundo cerdito, la casa de palos. Allí se para y dice:
El lobo:
Mmm, ¡qué bien huele! Huele a cerdito. ¡Cerdito, cerdito, ábreme la
puerta y enséñame tu casita, anda!
¡Qué listo! Tú lo que quieres es comerme. No, no te abro. Aquí no
entras.
¡Ah!, ¿no? Entonces voy a soplar, a soplar y a soplar y tu casa al suelo
voy a tirar.
Cerdito 1:
El lobo:
Locutor:
Y el lobo empieza a soplar y a soplar y todos los palos empiezan a volar
y volar. Entonces el lobo coge al primer cerdito y se lo come: Mmm,
¡qué rico, delicioso!
Al día siguiente, el lobo, que le gusta estar en forma, sigue haciendo
footing. Esta vez llega a la casa del tercer cerdito, la casa de ladrillo.
Allí se para y dice:
El lobo:
Mmm, ¡qué bien huele! Huele a cerdito. ¡Cerdito, cerdito, ábreme la
puerta y enséñame tu casita, anda!
¡Qué listo! Tú lo que quieres es comerme. No, no te abro. Aquí no
entras.
¡Ah!, ¿no? Entonces voy a soplar, a soplar y a soplar y tu casa al suelo
voy a tirar.
Cerdito 1:
El lobo:
Locutor:
Y el lobo empieza a soplar y a soplar y a soplar y a soplar, pero los
ladrillos no empiezan a volar. El lobo está furioso, pero no lo quiere
mostrar. Tengo que pensar algo para poder coger a este cerdito.
El lobo:
Oye, cerdito, ¿quieres venir conmigo a la granja a comer nabos? Mi
médico me dice que tengo que comer más legumbres.
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Palabras al aire2001/2002
Érase una vez…: Los tres cerditos
Programnr: 01046/tv4
Locutor:
El cerdito está muerto de miedo pero, como es muy listo, no lo quiere
mostrar.
Cerdito 3:
El lobo:
Cerdito 3
Sí, vale, es una idea estupenda.
Entonces, mañana vengo a buscarte a las seis de la mañana.
(para sí mismo): Estoy seguro de que el lobo lo que quiere es comerme.
¿Qué puedo hacer?
Locutor:
Al día siguiente, el cerdito sale de casa a las cinco de la mañana, llega a
la granja, llena un saco de nabos y después vuelve a su casa. A las seis
en punto llega el lobo.
El lobo:
Cerdito 3:
Cerdito, cerdito, son las seis, vamos a la granja.
Yo ya he ido. Tú me has dicho a las cinco, ¿no? He esperado un rato y
después he ido a coger a nabos y he llenado un saco. Están riquísimos.
Locutor:
El lobo está furioso, pero no lo quiere mostrar. Entonces dice:
El lobo:
Bueno, vale. ¿Quieres venir conmigo mañana a la granja a comer
manzanas? Están buenísimas y a mí me encanta la tarta de manzana.
Sí, vale, es una idea estupenda.
Entonces, mañana vengo a buscarte a las cinco de la mañana.
Cerdito 3:
El lobo:
Locutor:
Al día siguiente, el cerdito sale de casa a las cuatro de la mañana, llega a
la granja, sube a un manzano y llena un saco de manzanas. Pero, de
repente, llega el lobo. El cerdito está muerto de miedo, pero como es
muy listo, no lo quiere mostrar.
Cerdito 3:
¡Hombre, por fin llegas! ¿Por qué no has venido a mi casa a las cuatro?
He esperado un rato, pero al final he tenido que venir solo. Estas
manzanas están deliciosas. Toma, ¿quieres probar una?
Locutor:
Y el cerdito tira una manzana lejos, muy lejos. El lobo empieza a correr
detrás de la manzana. Entonces, el cerdito baja rápidamente del
manzano, coge su saco, sale corriendo, llega a su casa y cierra la puerta
con llave. El lobo, cuando llega, está muy furioso, pero no lo quiere
mostrar.
El lobo:
Oye, cerdito, ¿quieres venir conmigo al parque de atracciones, esta tarde
a las cuatro?
Sí, vale, es una idea estupenda.
Cerdito 3:
Locutor:
Pero, a las dos en punto, el cerdito se va solo al parque de atracciones.
Hay muchas cosas divertidas y el cerdito lo pasa muy bien. De repente,
llega el lobo. Entonces, el cerdito se esconde en un barril, se va rodando
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Palabras al aire2001/2002
Érase una vez…: Los tres cerditos
Programnr: 01046/tv4
hasta su casa y cierra la puerta con llave. El lobo, cuando llega allí, está
realmente furioso.
El lobo:
Mira, cerdito, voy a entrar en tu casa por la chimenea y te voy a comer.
Locutor:
El cerdito está temblando de miedo. Entonces, tiene una idea genial:
pone una enorme olla de agua sobre el fuego. El lobo baja por la
chimenea, cae en la olla llena de agua y...
El lobo:
Au, au, au...
Locutor:
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
4
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