EL SENTIDO COMUN SE DEBE VOLVER CRÍTICO PARA SUPERAR EL ANDROCENTRISMO EN LA ACADEMIA 2. Las concepciones globalizantes sobre las mujeres y los hombres son generalmente androcéntricas, el hombre es el modelo referente y la mujer la copia referida. 3. Estos pensamientos que surgen de las ideas de que la mujer es defectuosa, imperfecta o fallida como sostenía algunos filósofos, Aristóteles por ejemplo y que ella, esta mas ligada a la naturaleza que al desarrollo de la cultura. 4. La actividad cultural se ha considerado como creación de los hombres y en este caso el término no se entiende inclusivo, se entiende para los varones quienes se abrogan la potestad de someter a la naturaleza y a todo lo que se identifique con ella, incluida la mujer. 5. Actualmente lo anterior puede parecer exagerado, pero no lo es, solo tenemos que leer los periódicos o escuchar y/o ver los noticieros para enterarnos de que quienes mas soportan la violencia intrafamiliar y social son las mujeres, violencia ejercida casi siempre por hombres. 6. Estas ideas están vinculadas a los fundamentos concepcionales del ideario colectivo de las sociedades que lo asumen, incluso lo ven “natural” y creen que así tiene que ser la realidad que alimenta sus conocimientos, sus valoraciones, sus conductas y sus proyecciones. 7. Por eso cuando se habla del famoso “sentido común” estamos refiriéndonos al sentir y al pensar que es común en la sociedad para juzgar, valorar y tomar decisiones que consideran adecuadas, porque se consideran obvias. 8. Pero esas determinaciones no surgen de la nada, son razonamientos e ideas preconcebidas que han sido socializadas y las hemos asimilado en todo nuestro proceso de endoculturacion, en donde la educación en todos los niveles juega un papel fundamental. 9. Pero la educación para ser instrumento de transformación social debe ser critica de las concepciones tradicionales que se han considerado adecuadas, según el sentido común, para determinar los espacios y funciones de mujeres y hombres. 10. El sentido crítico es inherente al conocimiento científico y en la academia no se deben aceptar acráticamente enunciados considerados de sentido común los que no permiten evaluación crítica y solo son repeticiones de tradiciones patriarcales muchas veces injustas para las mujeres. 11. Entonces podemos decir que el sentido común en una sociedad patriarcal parte precisamente del paradigma androcéntrico que al mantenerlo por medio de las ideologías se reproduce y se fortalece alimentando todas las actividades incluso el quehacer científico y académico. 12. Por ej. era obvio que las mujeres no constituían las comunidades científicas encargadas de valorar lo que era o no era, científico, entonces el sentido común era que cuando nos referimos a personas que hacen ciencia lo evidenciemos prudentemente en masculino por que si hablábamos en femenino dicha comunidad se podía sentir ofendida. 13. Fue hasta en el siglo XX que las Academias Científicas aceptaron incorporar a mujeres (EEUU el 1ro. en 1925, la URSS en 1939, Inglaterra en 1945, siguiendo otros estados siendo el ultimo Japón que lo permitió en 1993) 14. Actualmente en la academia, nadie discute que por medio del lenguaje se transmiten códigos sociales, símbolos, tradiciones y cuando el lenguaje es sexista lo que se mantiene son condiciones que favorecen a los hombres y perjudica a las mujeres. 15. A pesar de que las mujeres han estado presentes en todas las áreas del conocimiento, los registros oficiales muy poco dicen al respecto. La invisibilizacion de las mujeres ha sido la constante en un mundo patriarcal empecinado en considerar la racionalidad solo como atributo masculino. Lo anterior es una falacia que desde siempre se ha utilizado para centralizar el poder en manos de los hombres y que la realidad se ha encargado de desvirtuar. 16.La creación de conocimiento desde una perspectiva feminista es un propósito viable que debe involucrar a la conducción de nuestras universidades para propiciar en el cuerpo académico las aptitudes para producir nuevos conocimientos y no solamente la repetición y/o reproducción de conocimientos tradicionales que subestiman las concepciones e intereses de las mujeres. 17. Insistir en la importancia de la educación para lograr erradicar el patriarcado el que lamentablemente se expresa tanto por acción como por omisión en las estructuraciones curriculares de todos los niveles de la educación formal, no formal. 18. Lograr una educación transformadora que propicie la equidad de género, para lo que necesitamos sensibilizar y capacitar al personal docente, que sea apto en el manejo teórico de la perspectiva de género y que sus actuaciones en tal sentido, sean consecuentes con sus concepciones. MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCIÓN ….