Los notarios eligen a Antonio Ojeda como nuevo presidente El decano del Colegio Notarial de Andalucía, Antonio Ojeda, ha sido elegido hoy presidente del Consejo General del Notariado para un mandato de cuatro años y en un momento en el que las notarias españolas han empezado a sufrir importantes caídas de ingresos a consecuencia de la crisis económica. La candidatura de Antonio Ojeda Escobar, hasta ahora vicepresidente, ha obtenido el respaldo de una amplia mayoría del Consejo General del Notariado, ya que ha sido apoyada por 12 de los 17 decanos que integran este órgano de representación de los notarios. Joan Carles Ollé Favaró, decano del Colegio Notarial de Cataluña, ha obtenido los otros cinco votos. La elección de Antonio Ojeda, que fue el primer presidente del Parlamento andaluz, marca una línea de continuidad con su antecesor, José Marqueño, y de hecho entre sus objetivos prioritarios se ha marcado la continuación de algunos que ya fueron fijados en el periodo anterior. Así, el nuevo Consejo General del Notariado, cuya vicepresidencia asume el decano del Colegio de las Islas Canarias, Francisco Javier Guerrero, se ha comprometido a 'profundizar en el reforzamiento de la función notarial como medio de control de la legalidad' y al servicio de los ciudadanos. Igualmente, el Consejo anuncia que seguirá colaborando con el Gobierno en el desarrollo de la llamada 'hoja de ruta' para la reforma del sistema de seguridad jurídica preventiva anunciada por el Ejecutivo para evitar duplicidades entre notarios y registradores. En este sentido, destaca que el punto de partida será el informe que el anterior Consejo General del Notariado remitió al Ministerio de Justicia sobre las disfunciones del sistema, que a su juicio debe adaptarse a las nuevas exigencias sociales y económicas. El relevo en la cúpula de los notarios llega después de una etapa difícil en la que el colectivo notarial vio cuestionada su función de 'control de legalidad' por la anulación de varios artículos de su Reglamento por parte del Tribunal Supremo, y además temió los efectos de una importante subida de aranceles que había anunciado el Gobierno para notarios y registradores. Sin embargo, finalmente el Ejecutivo dio marcha atrás y el pasado mes de diciembre renunció a esa subida de aranceles para no perjudicar en plena crisis económica a los miles de trabajadores dependientes de ambos colectivos.