Capítulo tercero Objetivos y metodo^ogía del tr^bajo ` de campo 1. OBJETIVO DE LA INVESTIGACION La información revisada a lo largo del capítulo segundo pone bien de manifiesto que el fenómeno de la agricultura a tiempo parcial está presente y es cuantitativamente muy importante en el País Valenciano. Incluso suponiendo que las estimaciones directas ^1 65 por 100 de alternantes dados por el Censo- e indirectas -la diferencia entre las 285.000 explotaciones existentes y las 72.000 personas físicas activas en la agricultura como jefes de explotación- sean aproximaciones por exceso a la realidad, podemos, desde luego, afirmar que más del 50 por 100 de las explotaciones agrícolas valencianas están afectadas por este régimen. Asimismo, hemos podido comprobar que el conocimiento del fenómeno que aporta la información disponible es muy superficial; es útil para delimitar territorialmente de forma grosera las zonas de mayor o menor incidencia, pero no permite ni siquiera iniciar el análisis de la naturaleza del fenómeno, diferenciando los distintos tipos y formas presentes. La importancia cuantitativa del fenómeno en esta región plantea la necesidad de un estudio en profundidad del mismo, imprescindible para el conocimiento de la actual realidad agraria valenciana y la compresión de su dinámica evolutiva. Para abordar ese necesario análisis, dos líneas de trabajo parecen adecuadas: a) La realización de encuestas o censos que aporten información estadística de base sobre la importancia y las características del fenómeno en el País. Deberán utilizarse criterios clasificatorios que contemplen el conjunto de las explotaciones e identifiquen los distintos subconjuntos con distintas realidades socio-económicas, a semejanza de los criterios alemanes o fran121 ceses ances descritos. También sería muy interesante disponer de indicadores complementarios sobre los niveles de renta de las familias, los status profesionales de los agentes activos fuera de lá explotación y sobre los antecedentes (profesiones anteriores, profesión del padre) de la situación actual. b) Limitando lógicamence el área territorial de estudio, profundizar en el análisis del proceso de génesis de las actuales situaciones de tiempo parcial, de la naturaleza, las características y la importancia relativa de las diversas "formas presentes, así como de los efectos que están produciendo sobre la organización de la actividad productiva agraria y sobre la dinámica de las estructuras. _ EI carácter del presente trabajo -una investigación individual- conduce evidentemente a seleccionar esta segunda línea; la compresión, siguiendo esta dirección, de la naturaleza y la lógica de la agricultura a tiempo parcial en el País Valenciano podrá ser un útil punto de partida para el planteamiento posterior de ese necesario estudio cuantificado y exhaustivo del fenómeno a lo largo del País. A partir de este objetivo genérico, esas mismas limitaciones materiales y el riesgo de perdernos dentro del complejo y mal delimitado campo de la agricultura a tiempo parcial, han exigido una cuidadosa selección y concreción de los hechos a estudiar. En primer lugar, la investigación -tal como ya adelantamos en el capítulo primero- va a limitarse al análisis de uno de los grandes tipos de agricultura a tiempo parcial allí definidos, las situaciones originadas por procesos de salida de población activa del sector agrario. Recordemos que la génesis de esas situaciones requería la presencia simultánea de dos condiciones, la crisis de determinados sistemas agrarios y la existencia de empleos externos a la explotación alternativos para la población activa. Concretaremos y limitaremos todavía más nuestro campo de estudio seleccionando, por un lado, algunos de los diversos sistemas agrarios que pueden diferenciarse dentro de la agricultura valenciana y, por otro, uno solo -la industrialización- de los procesos generadores de empleos externos que se han desarrollado en los últimos años en el País Valenciano, prescindiendo de otros (urbanización, desarrollo turístico) también im122 portantes (1). En definitiva, nos ocuparemos de analizar las formas de agricultura a tiempo parcial originadas al incidir el proceso de industrialización sobre determinados sistemas agrarios valencianos. Otras formas de agricultura a tiempo parcial, no relacionadas directamente con los procesos de creación de empleos externos, sino originad^ s por procesos internos al sector agrario, las situaciones de alternancia jornalero agrícola-pequeño propietario o ayuda familiar, son también abundantes, sobre todo, en el regadío. Sin que constituyan un objetivo específico de nuestro análisis, vamos a prestarles especial atentión en cuanto que constituyen un elemento esencial del sistema agrario cuyas transformaciones queremos analizar. Para plantear el trabajo concreto de campo es necesaria una mayor especificación de los puntos precisos sobre los que va a centrarse nuestro análisis de ese proceso complejo en cada área estudiada. En síntesis, serán éstos: - Inscripción de la génesis de la agricultura a tiempo parcial dentro del proceso global de transformación del sistema agrario en los últimos años. - Evaluación cuantitativa y análisis de las categorías de activos agrícolas que han salido del sector y grado de ligazón que mantienen con las explotaciones agrícolas. - Tipos de explotaciones a tiempo parcial que se han generado. - Funcionamiento de estas explotaciones comparadas con las «a tiempo completo» (diferencia en los tipos de cultivos, en las técnicas, etc.). (1) Algunos aucores privilegian el papel motor de la crisis agraria como generador del fenómeno y consideran los empleos externos como una mera «condición suficiente» para su aparición (ver Brun, Lacombe, Laurenr. «Les agricultures...», op. crt., pág. 1). $in embargo, parece evidente que los procesos de creación de esos empleos externos tienen capacidad per .re de generar situaciones de alternancia; la instalación de una fábrica o el desarrollo de un centro turístico en un medio rural no constituye, únicamente, una alternativa para los que, en otro caso, hubieran emigrado, sino que, normalmente, provocará un aumento del ritmo de salida de población activa de la agricultura. La aparición de esos empleos no deja inalteradas las condiciones en que el sistema agrario está sufriendo sus transformaciones, sino que incide en ellas pudiendo acelerarlas, frenarlas u orientarlas en determinado sentido. 123 - Estabilidad y perspectivas de futuro del sistema. Este conjunto de elementos nos permitirá realizar un diagnóscico del fenómeno en el área estudiada y una caracterización de la misma mediante indicadores que reflejen el peso de los distintos tipos de agricultores y de explotaciones a tiempo parcial. 2. METODOLOGIA Kótter, en su ya citado trabajo, señala que «los efectos de la industrialización pueden ser observados únicamente por medio de comparaciones, siendo necesario distinguir comparaciones "verticales" (temporales) y "horizontales" (territoriales). En una comparación horizontal, áreas con diférentes grados de industrialización son comparadas en un momento dado (...). En una comparación vertical se comparan las sucesivas etapas de industrializació ❑ de un área dada (...). Lo ideal es la combinación de comparaciones temporales y territoriales: el desarrollo de un área industrializada se compara con el de otra menos o no industrializada» (2). Estas líneas metodológicas, seguidas en lo esencial por la mayoría de los autores que estudian temas próximos (3), se reve:an también válidas para nuestro caso. El estudio, fundamentalmente estático y referido a un momento dado, deberá basarse en las comparaciones territoriales de K8tter, contemplando, no obstante, en cada lugar concreto la dimensión temporal del fenómeno que analizamos y la dinámica evolutiva del propio sistema agrario. Para cada uno de los sistemas agrarios en que hemos analizado el fenómeno, hemos (2) H. Kocter: «Economic and Social Implications...», op. rit., pág. 2. Entrecomillado en el cexco. (3) R. Gasson: «Industry and Migration of Farm Workers», Oxforrl Agrarran Studie.r, vol. II, núm. 2, 1973, págs. 141-160. Estudia las áreas próximas a dos ciudades en el este de Inglaterrá, con diferentes distancias a Londres y diferentes grados de industrialización. ^ Scott,,J. T., Jr., y Wahi, P. L.: «Faccors affecting the labor supply Schedule in a industrializing rural area», Illinoir Agriculture Economicr, vol. 14, núm. 1, 1974, págs. 31-35. Hace un esrudio simultáneo de dos áreas rurales de Illinois,.una agríco(a y otra que está experimentando un fuerce proceso de industrialización. 124 seleccionado áreas concretas con una estructura agraria suficientemente caracterizada y homogénea y que, en el momento actual, presentan diferencias importantes en la intensidad y las formas con que se ha desarrollado en ellas el proceso de industrialización. La necesidad de profundizar en el análisis y de obtener información cuantificada y detallada sobre diversos aspectos de la situación actual y de la evolución reciente ha aconsejado reducir la dimensión de las áreas de estudio, pareciendo adecuado para alcanzar esos objetivos basarse en análisis de municipios concretos de tamaño reducido (4). En principio, atendiendo también a una cierta homogeneidad demográfica de los mismos, los hemos seleccionado dentro de los límites de 1.000 y 3.000 habitantes. El área de investigación. Los sistemas agrarios del regadío valenciano La distinción entre la agricultura del secano y la agricultura del regadío es la primera diferenciación clara de sistemas o realidades agrarias que puede hacerse en el País Valenciano. Sin prejuzgar la importancia del fenómeno, en cada una de las dos regiones ni el interés de su estudio, eñ una primera selección del área estudiada hemos debido limitarnos al regadío. (4) Nuestra utilización de municipios pequeños no significa que los consideremos objeto más apropiado de estudio, tal como pretendía el análisis estructural-funcionalista tradicional (ver M. Jolliver. «L'analyse fonctionnelle-structurelle en question ou la théorie nécessaire», incluido en Ler collectrvitér ruraler fran^airer. Tomo IL Sociétér payranner ou lutte de darrer au village, Armand Colin, París, 1974, págs. 155-229. Ver particularmente el aparcado «Le village comme société authentique», págs. 195-201). Sin embargo, la utilización de este tipo de municipios nos ha permitido recoger la información con técnicas sencillas (análisis de la documentación local, obtención de datos cuantificados fiables a partir de entrevistas con informadores lo ^ ales, basándonos en el conocimiento mutuo existente en los pueblos no excesivamente grandes). Nuestro análisis de pueblos concretos ha intentado, asimismo, en todo momento, contemplar las profundas interrelaciones que los ligan al exterior y los insertan en conjuntos más amplios. Ver a este respecto la crítica de J. Martínez Alier (La ertabrlidad del latifundrrmo, Ruedo Ibérico, París, 1)6R, pág. 26) a los estudios de pueblps aislados. 125 Tampoco podemos considerar toda la agricultura del regadío valenciano como un único sistema agrario. Las diferencias en los cultivos -desde zonas de monocultivo hasta combinaciones diversas de naranjos-huerta-arroz- •parecen ir acompañadas de diferencias significativas en otros elementos del sistema agrario (tamaño de la propiedad, régimen de tenencia, organización del trabajo) como algunos autores apuntan. Para una comarca concreta, hace ya veinticinco años, Fontavella señalaba: «El régimen de explotación agrícola más extendido en Gandía es el del trabajo directo de los campos por sus dueños en los pequeños propietarios, particularmente en los de hortalizas. En los huertos de naranjos existen algunos propietarios más fuertes que los cultivan mediante la ayuda de obreros agrícolas de libre contratación durante las épocas de trabajo; y en las tierras de arroz no es raro el agricultor que posee la tierra en arriendo» (5). Lluch apunta también unas interesantes líneas de relación entre el cipo de cultivo y de agricultura y la evolución histórica; en las revueltas campesinas de finales del XIX, en L'Horta, «als propietaris els era vedat el camí d'expulsar als arrendataris per a explotar-ho ells, perque per raons de treball personal -sovint a la nit- i de coneixements artesans, els era impossible dé fer-ho directament, ádhuc amb treball assalariat». Identifica claramente cómo «la intensificació o els canvis de conreus proponen certes formes de propietat» y explica así cómo la antigua propiedad de origen feudal acaba dividiéndose en pequeñas explotaciones familiares. También señalá cómo para el naranjo la situación es diferente, las propiedades son más grandes y con cierto carácter absentista en ocasiones, pero no profundiza sobre las relaciones sociales de producción en este cultivo (6). EI testimonio de otro autor, Font de Mora, es bien preciso a este respecto: «la major part de la má d'obra que absorbeix el conreu del taronjer es contractada per la propietat mitjançant el sistema de jornal» (7). También Burriel, a lo largo (5) V. Fontavella: La huerta de Gandía. Instituto Juan Sebastián Elcano (C. S. I. C.), Zaragoza, 1952, ver pág. 107. (6) E. Lluch: La vía..., op. rrt., págs. 59-65. (7) L. Font de Mora: Taronja i raat eronómir. Edicions 62, Collecció 3 i 4. Valencia, 1971, ver pág. 111. 126 de su trabajo sobre L'Horta Sur, señala las diferencias entre la agricultura familiar dominate en toda la zona central hortícola de riego de pie y la mayor utilización de asalariados y el cierto carácter absentista de los propietarios de los huertos de naranjos regados con agua elevada, establecidos en los bordes inteiiores de la comarca (8). En conclusión, aunque es manifiesta la necesidad de un análisis territorial, completó a lo largo del País sobre estas cuestiones básicas, a efectos de nuestro trabajo parece posible diferenciar un sistema agrario característico de las zonas de monocultivo naranjero y otro propio de las zonas donde domina la orientación hortícola. Como zona donde ese sistema agrario de monocultivo naranjero presenta rasgos suficientemente homogéneos, para poder, dentro de ella, seleccionar nuestros casos a estudiar en función de la otra variable (el grado de industrialización), vamos a considerar la franja que se extiende desde el Norte de la Marina, por la Safor, algunos municipios de la Costera, la mayor parte de ambas Riberas, los bordes interiores de L'Horta, el núcleo cenrral del Camp de Morvedre y toda la Ilanura litoral de ambas Planas. Por el contrario, las zonas hortícolas aparecen más aisladas y diferenciadas entre ellas; nos hemos limitado al estudio de una sola comarca, L'Horta, caracterizada además de por su peculiar sistema agrario, por estar siendo intensamente afectada durante los años últimos por el espectacular crecimiento del núcléo urbano de Valencia y de sus zonas industriales adyacentes. La selección de pueblos. Las diferencias en el proceso de industrialización La selección de casos (pueblos concretos) dentro de las áreas que hemos delirnitado deberá hacerse en función de las diferencias en la intensidad y formas del proceso de industrialización. De los diversos posibles aspectos a considerar para (8) E. Burriel de Orueta: La huerta de Valenria. Zona Sur. Ertudio de Geograjía Agraria. Institución Alfonso el Magnánimo y Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia. Valencia, 1971 (ver básicamente págs. 306-318 y 428-439>. 127 determinar los valores de esta variable hemos recenido solamente dos: - Ausencia o presencia de actividad industrial importante en el mismo pueblo o en sus proximidades que haya supuesto una alternativa real de empleo para la población activa agraria local. - En orden a una prospección sobre la escabilidad de la agricultura a tiempo parcial, hemos diferenciado los casos donde hay una tradición de alternancia basada en la existencia de actividad industrial de cierta importancia desde hace cuarenta-cincuenta años como mínimo, frente a aquelios otros donde las instalaciones industriales se han producido recientemente, en la década de los sesenta. Dentro de la categoría de pueblos que estudiamos (9), esta dualidad suele ir asociada con otra: coexistencia continuada y e ^table agrícola-industrial, frente a irrupciones violentas de la nueva actividad económica en una zona antes exclusivamente agrícola. De acuerdo con este par de criterios hemos seleccionado tres municipios para cada una de las dos zonas: Uno sin industria, otro con industrialización antigua y tradición de alternancia y un tercero con industrialización reciente y rápida. Teniendo en cuenta la escasez de fuentes estadísticas que detallen información a nivel municipal sobre aspéctos como población activa por sectores, puestos de trabajo en el sector industrial, etc. (10), la selección de pueblos ha debido basarse en una prospección y comprobación sobre el terreno de mu- (9) Si una localidad con cierta tradición industrial hubiese mantenido en los años últimos el ritmo de crecimiento, hubiera salido con toda seguridad de nuestros límites demográficos de 3.000 habitantes. Existen ejemplos abundantes en el País Valenciano. (10) Las publicaciones de la Organización Sindical para la provincia de Valencia antes citadas (El Producto Neto... y los Cuadernor de Dorumentarión Bárica por comarcas) sólo detallan la población activa por sectores a nivel comarcal, no a nivel municipal. Otra fuente utilizada, la publicación Poblarrón activa por municipiot, año ]970 (Dirección General de Urbanismo, Madrid, 1972), da datos procedentes del INP y localiza los empleos en el lugar de afiliación, no en el de residencia, con la consiguiente sobrevaloración del empleo en los núcleos mayores donde van a trabajar obreros de las proximida- 128 chos casos concretos, no pudiendo negar la posible influencia en la misma de criterios subjetivos del investigador, así como de ciertos aspectos técnicos de la investigación (11). Su resultado ha sido la elección de estos seis municipios: lnd. Antigua Ind. Rectente Zona hortícola .... Massalfassar Vinalesa Beniparrell Zona naranjera .... Benifairó de Valldigna Almoines Betxí Sin lndustria Las apreciaciones del grado de industrialización han sido hechas de forma relativa respecto al nivel general de la zona estudiada. Así, en la urbanizada e industrializada Horta de Valencia, el municipio «sin industria» (Massalfassar) no deja de tener una cierta actividad industrial, pero el peso de las activides. La Memoria de 1971 de la Cámaza de Comercio de Valencia de daros por municipios (para todo el País) de empresas con más de 50 empleados. Sobre la distribución por cultivos de la superficie agrícola hemos utilizado como orientativos en esta fase de selección los datos municipales que, en este caso, sí ofrecen los Cuadernot de Documentacián Bática comarcales de la Organización Sindical. EI monocultivo de los tres pueblos naranjeros ha quedado confirmado al ocupar los círricos un 95 por 100 de la superficie labrada en regadío (la única cultivada) en Benifairó de Valldigna, un 97 por 100 en Almoines y un 99 por 100 en Betxí. En los [res pueblos seleccionados en L'Horta los cultivos hortícolas constituyen el aprovechamiento principal, ocupando un 66 por 100 de la superficie agrícola en Massalfassar, un 78 por 100 en Vinalesa y un 50 por 100 en Benipazrell, aunque también tiene importancia en los tres casos el nazanjo y(en Beniparrell) el anoz. (11) En aquellos casos donde se consideraban varios municipios adecuados por sus características obje[ivas, hemos seleccionado el que ofrecía mayores facilidades (conocimiento previo de informadores, etc) para la introducción del investigador. El único caso donde hemos sobrepasado el límite demográfico de 3.000 habiiantes ha sido Betxí (4.480 habitantes en 1975). La decisión fue tomada, dadas sus apropiadas carac[erísticas (monocultivo naranjero estricto y proceso industrializador espectacular y reciente), [ras una laboriosa e infructuosa búsqueda de un municipio de este [ipo den[ro de los límites señalados. Las características, en principio adecuadas, de un total de 18 municipios a todo lo largo de la zona estudiada, fueron contrastadas en de[alle sobre el terreno sin ser considerados válidos para nuestro análisis en la mayoría de los casos como consecuencia de lo incipiente y débil de su proceso industrializador. 129 0 dades agrícolas es mucho mayor que en los otros dos municipios allí estudiados y que en el conjunto de la comarca. El nivel de importancia del sector servicios -una variable no estudiaba que, por tanto, deben-,os mantener constante y a niveles que no interfieran con el resto del análisis- es similar y bastante reducido en los seis municipios. La técnica de recogida de información Una primera toma de contacto con el terreno y contrastación de la metodología (primeras hipótesis y elaboraciones teóricas, tipos de entrevistas a utilizar) se desarrolló en varios municipios durante los meses de febrero, marzo y abril de 1976. La recogida sistemática de información en los seis municipios seleccionados fue realizada desde octubre de 1976 a julio de 1977. La técnica ha consistido en el análisis de la documentación local y la realización de entrevistas. Los documentos utilizados han sido básicamente los siguientes: - Padrones Municipales de población. Analizamos tres padrones para cada pueblo, en principio, los correspondientes a 1955, 1965 y 1975. En Almoines y Beniparrell, al no ser posible localizar alguno de ellos, fue sustituido por el correspondiente a la fecha más próxima posible. - Documentación de las Hermandades. Básicamente hemos trabajado con los ficheros de propiedad y las relaciones de trabajadores y empresarios agrícolas. - Datos de las Delegaciones locales Sindicales sobre empleo y estructura de los sectores industrial y de servicios. - En algunos casos (Almoines, Betxí, Vinalesa), cierta documentación de las fábricas locales. - Estudios realizados por Agencias de Extensión Agraria (en Betxí). - Algunas contabilidades de propietarios agrícolas (en AI^ moines y Betxí). En la recogida de información por medio de entrevisras hemos procurado realizar una adecuada combinación de investi- 130 gación descriptiva y verificativa (12). Aunque precisábamos una información descriptiva sobre la mayoría de los puntos de nuestró estudio, era también necesario comprobar determinadas relaciones entre fenómenos como, por ejemplo, ver si los agricultores a tiempo parcial se dedican más o menos a determinados cultivos, verificar si los actuales alternantes son antiguos agricultores a tiempo completo a los que la crisis de sus explotaciones ha proletarizado o comprobar si la presión urbano-industrial sobre el suelo favorece la estabilidad de la alternancia. La elaboración de hipótesis sobre esas relaciones estaba basada en la revisión de la literatura sobre el tema y en nuestras conclusiones sobre la naturaleza y los efectos del fenómeno expuestos en el capítulo primero. También nos hemos apoyado en el bagaje científico existente en torno a los procesos de crisis de sistemas agrarios similares. EI procedimiento seguido en cada pueblo concreto ha partido del análisis de la documentación existente y de unas primeras entrevistas de recogida de información bruta con funcionarios de las Hermandades y Agentes de Extensión Agraria, y, en algunos casos, con personas de la localidad a las que teníamos acceso directo. Estos primeros informadores han orientado la posterior selección de entrevistados, no de forma aleatoria, sino encaminada a tomar casos típicos de las diversas categorías de población (obreros-campesinos, jornaleros-pequeños propietarios, agricultores a tiempo completo), procurandó al mismo tiempo que fueran individuos con suficiente competencia y capacidad para comunicar su experiencia (13). A partir del análisis de la documetrtación local y de esas primeras entrevistas, hemos podido también perfilar y adaptar a las condiciones locales las hipótesis a contrastar en las posteriores entrevistas. (12) Sobre utilización combinada de investigación descriptiva y verificativa, ver R. Mayntz, K. Holm, P. Hiibner: Introdurrión a lor métodor de la Soriologíq empírica, Alianza Universidad, Madrid, 1975, ver págs. 38-40. Ver también en C. Selltiz, M. Jahoda, M. Deutsch, S. W. Cook: Métodor de inrettigarión en !a^ relacioner .rociale.r, Rialp, Madrid, 1965, consideraciones en torno a la adecuada combinación de ambos tipos de investigación en «campos relativamente no determinados, donde existe escasa experiencia que sirva de guía», págs. 78-79. (13) Hemos^utilizado el concepto de «muestra intencional» de informadores (ver Selltiz, op. rit., pág. 74 y pág. 573)• 131 La realizacióri previa a ^ ada entrevista de un guión específico apoyado en !a información ya obtenida que servía de base para contrastar desde la óptica del nuevo entrevistado los puntos ya conocidos, así como para explorar de forma descriptiva aspectos nuevos, ha sido un elemento fundamental para alcanzar los resultados obtenidos (14). La constancia del entrevistador puede compensar, a efectos de comparabilidad, la no estandarización de las entrevistas. En total hemos entrevistado 59 personas en el conjunto de los seis municipios estudiados (15), por períodos de tiempo variables desde media a dos horas. Con algunos de estos informadores realizamos más de una entrevista. Durante las entrevistas tomábamos notas que, inmediatamente después, redactábamos y ampliábamos reseñando frases literales significativas. La cuantificación de la agricultura a tiempo parcial La fase final del esrudio de cada municipio ha consiscido en la realización de un inventario de las explotaciones cuyos jefes residen en la localidad, especificando para cada una de ellas su dimensión y la situación profesional del jefe. Esta información la hemos obtenido realizando un repaso exhaustivo de las explotaciones y de la población residente en el municipio, tomando como base las relaciones del Ayuntamiento y de la Hermandad (Padrones de habitantes, Censos de propietarios) con el concurso de un grupo de dos-tres informadores locales, buenos conocedores de toda la población y de las explotaciones que cada familia posee (16). Estos inventarios han servido de base para cuantificar la importancia que alcanzan en cada lugar (14) Se trata, en definitiva, de «entrevistas dirigidas» («focused interview) que permiten suficiente flexibilidad para recoger la información necesaria y en las que, al mismo tiempo, está suficientemente definida la información que se quiere, existe un análisis previo de la situación por parte del investigador y se han elaborado, en función de ese análisis, unas «guías de entrevista» (ver Selltiz, op. cit., págs. 299-301). (15) Han sido entrevistadas 10 personas en Massalfassar, 13 en Vinalesa, 10 en Beniparrell, nueve en Benifairó, ocho en Almoines y nueve en Betxí. (16) Los inventarios recogen en cada municipio un 90-95 por 100 del total de explotaciones cuyo jefe reside en la localidad; la no exhaustividad absolura 132 el conjunto de la agricultura a tiempo parcial^ y las diversas categorías de alternantes presentes. En esta cuantificación hemos considerado suficiente referirnos a las ocupaciones del jefe de explotación y no ocuparnos del resto de ' los miembros de la familia, ya que -dadas las condiciones de minifundio dominantes- prácticamente no existen ayudas familiares dedicados a tiempo çompleto a las explotaciones. En cada caso hemos considerado jefe de la explotación al que efectivamente la dirige o«lleva», independientemente de que la tierra figure en los Censos de Propiedad a nombre suyo o de su padre, suegro, etc. Cuando aparece la figura -frecuente en la zona naranjera- de un encargado o«procurador» asalariado que hace cierta gestión de la explotación, hemos seguido considerando jefe al propietario. En los casos de arrendamiento, con cierta importancia en L'Horta, hemos considerado jefe de la explotación al arrendatario (17). La aparcería es prácticamente inexistente en el regadío valenciano. La frecuencia con que se presentan en toda el área de regadío casos de explotaciones cuyas tierras están distribuidas entre varios términos municipales, hacía necesaria una definición precisa del universo (conjunto de explotaciones) al que debía referirse nuestro análisis en cada municipio, siendo condición indispensable que el criterio adoptado respetara la unidad de esas explotaciones. Para el objetivo de nuestra investigación -analizar las situaciones de agricultura a tiempo parcial originadas por procesos de salida del sector o proletarización de los pequeños agricultores- nos ha parecido suficiente y adecuado referirnos al conjunto de explotaciones cuyos jefes residen en el municipio, incluyendo en la dimensión de cada una de esas explotaciones las tierras localizadas en los términos municipales vecinos. .Por otra parte, nuestra técnica de recogida de información permite del análisis es consecuencia de que en los repasos aparece siempre alguna explotación cuyas características no son conocidas con certeza por los informadores. (17) Ias peculiaridades de los «arrendamientos modernos» en Vinalesa han motivado excepciones a esta regla general, como detallaremos en su momento. 133 134 obtener estos datos con suficiente fiabilidad, dado el buen c^nocimiento que en cada pueblo existe de la tierra que cada vecino posee, fuera o dentro del término municipal. En cambio, el análisis y la problemática de las explotaciones de «propietarios (o jefes) forasteros» no puede plantearse desde la limitada perspectiva que ofrece el estudio de unos pequeños municipios. Aparte de las dificultades que supondría intentar determinar desde allí su dimensión totál -comprenden con frecuencia tierras distribuidas en términos municipales alejados entre sí-, es evidente que su estudio debe inscribirse , dentro de un análisis general del fenómeno de las inversiones en tierras agrícolas por pane de las clases urbanas, fruto de las cuales son la mayoría de estas situaciones (al menos en el regadío), y debe abordarse desde una perspectiva más global del conjunto del País. De la adopción de este marco de análisis se deduce que los resultados obtenidos no reflejarán el peso real de las explotaciones «a tiempo parcial» de empresarios, profesionales liberales o funcionarios, categorías sociales que mayoritariamente residén fuera de los pequeños pueblos estudiados. Por el contrario, estos datos permitirán apreciar a partir de qué dimensión de las explotaciones los agricultores viven trabajando sólo su tierra o buscan ocupaciones externas y reflejarán también la distribución del conjunto de agricultores a tiempo parcial entre asalariados en la misma agricultura, en la industria o en servicios, es decir, permitirán caracterizar la situación que ha producido ese proceso de crisis agraria y empleo en el exterior de las explotaciones. 135