CULTIVO DE LA ATENCION La palabra “atención” deriva de las palabras latinas ad tenderse, que significan “extender hacia”, lo cual realmente denota lo que la atención es. El Yo quiere enfocar la mente en algún objeto en particular y la mente obedece y se “extiende hacia” tal objeto, concentrando en él toda la energía, observando cada detalle, disecando y analizando consciente y subconscientemente, extrayendo todos los datos posibles acerca del objeto, tanto internos como externos. Se ha definido la atención diciendo que es la concentración o “detención” de la conciencia. Definiciones sobre la atención de diversos autores. • De Thompson: “Las experiencias más permanentemente impresas en la conciencia son aquellas sobre las cuales se ha fijado la mayor suma de atención”. • De otro autor: “La atención es tan esencialmente necesaria a la comprensión, que sin ella las ideas y las percepciones no dejan rastro en la mente”. • De Hamilton: “Un acto de atención, esto es un acto de concentración, parece necesario a cada operación de la conciencia, del mismo modo que toda acción visual requiere la concentración o dilatación de la pupila. La atención es para la conciencia lo que la contracción de la pupila es a la vista, y para el ojo de la mente lo que el miscroscopio o el telescopio, al ojo corporal. Constituye la mejor mitad de todo poder intelectual”: • De Brodie: “La atención es mucho más que cualquier diferencia en el poder abstracto del razonamiento, lo que constituye la vasta diferencia entre las mentes de los individuos”: • De Butler: “El hábito más importante que conozco es el atender exclusivamente al asunto que está entre manos. Se dice comúnmente que la educación no puede infundir el genio; sin embargo, la atención conectada, peculiar de todo inventor es cuestionablemente capaz de acrecentar su poder hasta un grado casi indefinido por la perseverante práctica”. Hay dos clases de atención. La primera es la dirigida al interior de la mente hacia objetos y conceptos mentales. La segunda es la dirigida hacia objetos externos. Las mismas reglas inatentas tienen mala memoria”. También podemos clasificar la atención en: la atraída por alguna impresión llegada a la conciencia sin esfuerzo consciente de la voluntad, llamada atención involuntaria, porque la atrae la novedad del objeto, y la atención dirigida a algún objeto por esfuerzo de la voluntad, llamada atención voluntaria. La atención involuntaria es muy común y no requiere educación especial. En los animales y en los niños se observa mayormente que en los adultos, aunque gran número de estos no van mucho más allá. La atención voluntaria requiere esfuerzo y determinación y cierta educación mental que no está al alcance de la mayoría de las gentes porque “no se toman la molestia” de educarla. La atención voluntaria es el distintivo de los pensadores que enfocan la mente en objetos o asuntos que no les ofrecen inmediato interés, a fin de cultivar sus facultades mentales. La persona descuidada no prestará atención voluntaria a no ser por un momento, porque algún objeto pasajero, aunque de índole trivial, atraerá la atención involuntaria. La mente humana sólo es capaz de atender a un objeto a la vez, aunque puede pasar de un objeto a otro con tan asombrosa rapidez que algunos opinaron que podía abarcar varias cosas a la vez. *De Jouffroy: “Enseña la experiencia que no podemos prestar atención a dos objetos diferentes al mismo tiempo”. *De Holland: “No es posible presumir que por asociados que estén dos pensamientos subsistan a un mismo tiempo `en la mente` *De Lewes: “ La naturaleza de nuestro organismo nos impide tener más de un aspecto de un objeto en cada instante presente en la conciencia”. *De Wateley: “Los mejores filósofos están de acuerdo en que la mente no puede atender efectivamente a más de una cosa a la vez, pues cuando parece hacerlo así, se traslada con prodigiosa rapidez de una cosa a otra”. *De Beattie: “ Es cuestión de no poca importancia adquirir el hábito de hacer una sola cosa a la vez; es decir que mientras atendemos a un objeto no debiéramos pensar en otro”. *De Granville: “Una causa frecuente de fracaso en la facultad de atención es pretender pensar en más de una cosa a la vez”. *De Kay: “ Aquella mujer hacía las cosas fácilmente porque les prestaba atención al hacerlas. Cuando amasaba pan pensaba en el pan y no en la moda de su futuro vestido o en el compañero de su último baile”. *De Lord Chesterfield: “ Sobrará tiempo en el curso del día si sólo hacéis una sola cosa a la vez, pero no bastará todo un año si queréis hacer dos cosas a un tiempo”. DISCIPLINA MENTAL DE LA ATENCIÓN Ejercicio I: Empezad por tomar algún objeto familiar y colocarlo delante de vosotros procurando obtener tantas impresiones acerca de él como os sea posible. Estudiad su forma, color, tamaño y las mil y una particularidades que se presentan a vuestra atención. Hecho esto, analizadlo todo lo que sea posible, disecadlo mentalmente y estudiad sus partes. Cuanto más simple sea la parte considerada, tanto más clara será la impresión que recibáis y más vívidamente la recordaréis. Examinad sucesivamente todas las partes hasta abarcar todo el asunto. Después, tomad papel y lápiz y detallad tan aproximadamente como sea posible cuanto hayáis descubierto en el objeto examinado. Comparad la descripción gráfica con el objeto y veréis cuántas cosas habréis dejado de anotar. Al día siguiente tomad el mismo objeto, y después de examinarlo de nuevo escribid los detalles y hallaréis que habéis acumulado mayor número de impresiones acerca de él, y habréis descubierto muchos nuevos detalles durante vuestro segundo examen. Este ejercicio fortalecerá la memoria y la atención porque ambas facultades están estrechamente relacionadas, hasta el punto de que le memoria depende en gran parte de la claridad y vigor de las impresiones recibidas, y éstas a su vez dependen de la suma de atención puesta en el objeto observado. No hay que llegar a la fatiga en este ejercicio porque carece de fuerza la cansada atención. Es mejor proceder por grados aumentando progresivamente la tarea. Haced de esto un juego, si os agrada, y cuando notéis el firme y gradual progreso, se avivará vuestro interés. Convendrá practicar este ejercicio con algún amigo, de modo que separadamente examine cada cual el objeto y anote sus impresiones para comparar luego los resultados. Esto añade interés a la tarea y sorprenderá ver cuán rápidamente acrecientan los dos su facultad de observación, derivada de la atención. Ejercicio II: Es variación del primero. Consiste en entrar en una habitación y echar una mirada rápida por el interior; salir enseguida y después anotar y describir las cosas que habéis observado. La primera vez dejaréis de anotar alguna cosa, pero la práctica vigorizará vuestra facultad de observación. Este ejercicio también será más eficaz si se actúa con un amigo. D.O.P.