07 Tera 7051 tratamient 28/9/06 11:13 Página 1 Terapéutica Tratamiento del edema en el síndrome nefrótico L. Sans y P. Fernández-Llama Servicio de Nefrología. Fundació Puigvert. Barcelona. España. Puntos clave • En caso de la presencia de edema en el síndrome nefrótico debe realizarse restricción de sodio y agua. Tabla I. Alimentos ricos en sal, no recomendados en dietas hiposódicas Alimentos Carne, pescado, huevos, embutidos Pescados congelados, marisco Carnes en conserva, concentrados de carne, caldos y salsas preparadas industrialmente, butifarras, salchichas Leche y derivados Quesos • Iniciar tratamiento con diurético de asa, a dosis e intervalos de administración adecuados. • En caso de no obtener respuesta, se puede añadir un diurético tiacídico, y si es necesario se puede asociar un diurético ahorrador de potasio. • En determinadas circunstancias puede requerirse perfusión de albúmina. El síndrome nefrótico se caracteriza por proteinuria intensa (> 3 g/día), hipoalbuminemia e hiperlipidemia. La pérdida de proteínas por la orina conduce a hipoalbuminemia y edemas, signo típico del síndrome. Al desarrollo de edemas también contribuye la retención renal de sodio. El tratamiento del edema nefrótico debe ir, por tanto, dirigido a contrarrestar estos efectos y se basa en: – Disminuir la ingesta de sodio y agua. – Aumentar la excreción de sodio mediante la administración de diuréticos. – Aumentar la presión oncótica plasmática mediante la administración de albúmina intravenosa. Mientras se inicia el tratamiento del edema, hay que poner en marcha las medidas necesarias para el diagnóstico etiológico del síndrome nefrótico. Restricción de la ingesta de sodio y agua La ingesta diaria de sal no debería ser > 6 g/día (aproximadamente 2,3 g de sodio o 100 mmol de sodio/día) (tabla I). La ingesta hídrica tampoco debería ser > 750-1.000 ml/día. Tratamiento diurético Tipos de diuréticos y mecanismo de acción El diurético es el principal fármaco para el tratamiento del edema. Actúa bloqueando la reabsorción tubular de sodio lo Féculas y cereales Cereales, pan y tostadas con sal Verduras Apio, espinacas, verduras en conserva y/o congeladas Frutas Ninguna Azúcares y derivados Pastelería, repostería, bollería, galletas Grasas Natas, mantequillas Bebidas Bebidas con gas, café Condimentos Condimentos envasados industrialmente (mostaza, ketchup, mayonesa...) que incrementa la natriuresis y, por tanto, el volumen de orina. La potencia de cada uno de ellos viene determinada por su lugar de acción en el túbulo. Los diuréticos de asa, que son los más potentes, bloquean el cotransportador Na-K-2Cl del asa de Henle donde se reabsorbe entre un 20 y un 30% del sodio filtrado por el glomérulo. En el túbulo distal sólo se reabsorbe un 5-10% del sodio mediante el transportador de sodio sensible a la tiacida. Los diuréticos tiacídicos bloquean este transportador por lo que son menos potentes que los anteriores. En el túbulo colector se reabsorbe entre un 2 y un 5% del sodio filtrado a través del canal epitelial de sodio, que intercambia sodio por potasio, y los diuréticos que actúan a ese nivel se denominan ahorradores de potasio. La aldosterona favorece la reabsorción de sodio mediante la estimulación del canal epitelial de sodio; la espironolactona y la eplerenona son antagonistas de la aldosterona, de ahí que se incluyan dentro del grupo de diuréticos ahorradores de potasio. A pesar de que en el túbulo proximal se reabsorbe cerca del 60-70% del sodio filtrado, los diuréticos proximales son poco efectivos porque el resto del túbulo aumenta su capacidad de reabsorber sodio para evitar una pérdida excesiva de éste. A excepción de los antagonistas de la aldosterona, el resto de diuréticos actúa sobre sus moléculas diana dentro de la luz del túbulo. Dado que la mayor parte de los diuréticos están unidos a proteínas no se filtran por el glomérulo y sólo alcanzan la luz del túbulo a través de un proceso de secreción tubular. JANO 6-12 OCTUBRE 2006. N.º 1.622 . www.doyma.es/jano 59 07 Tera 7051 tratamient 28/9/06 Terapéutica 11:13 Página 2 Tratamiento del edema en el síndrome nefrótico L. Sans y P. Fernández-Llama Tabla II. Dosis de diuréticos vía oral e intervalo de administración para el tratamiento del edema nefrótico Diurético Dosis (mg)/día ClCr > 75ml/min Intervalo (h) ClCr 25-75 ml/min ClCr < 25 ml/min Diuréticos de asa Furosemida 80 120-160 240-300 6-8-12* Torasemida 10 10-20 20-40 12-24 Diuréticos tiacídicos Hidroclorotiacida 25-50 50-100 100-200 8-12-24 Clortalidona 50-100 100-150 150-200 24-48 Contraindicado 24 Diurético ahorrador de potasio Espironolactona 25 -200 Individualizar ClCr: aclaramiento de creatinina. *En situaciones de anasarca refractaria puede ser necesaria la administración intravenosa (véase texto). Tabla III. ¿Cómo mejorar la efectividad de los diuréticos? Aumentar la dosis de los diuréticos Administrar diuréticos con vida media más larga o aumentar la frecuencia de la administración (evitar retención de sal posdiurético). La perfusión continua es más efectiva que la misma dosis del agente administrada en bolo Asociar diuréticos que actúen en distintos segmentos de la nefrona; se denomina bloqueo secuencial de los segmentos tubulares que ha demostrado un efecto sinérgico de los diuréticos Prevenir o tratar los trastornos del equilibrio ácido-base y la hiperuricemia mejora la eficacia diurética Evitar la administración conjunta de probenecid, ciertos antibióticos (sulfonamidas, β-lactámicos), ácido valproico, cimetidina y agentes antivirales, ya que compiten con el diurético en el proceso de secreción tubular Evitar la interrupción brusca del tratamiento diurético Generalmente, el tratamiento con diuréticos de asa y restricción hidrosalina es efectivo para el control de los edemas, pero hay casos en los que hay resistencia al mismo. Resistencia al tratamiento diurético Fisiopatología de la resistencia a los diuréticos Para optimizar el efecto de los diuréticos hay que tener en cuenta diversos aspectos. Por un lado, la semivida de un diurético determina la frecuencia de su administración (tabla II). Los diuréticos de asa son los que tienen una semivida más corta. El efecto del diurético se disipa en el intervalo entre dosis. Durante este tiempo, los túbulos reabsorben sodio ávidamente, dando lugar a una retención de sodio de rebote que puede ser de tal magnitud que anule el efecto natriurético previo. Por otro lado, con la administración de diuréticos de asa, el sodio que escapa de la reabsorción del asa de Henle fluye a regiones más distales que, con el tiempo, aumentan su capacidad de reabsorber este sodio disminuyendo el efecto natriurético del diurético. De ahí, la eficacia del bloqueo secuencial de los segmentos tubulares con distintas familias de diuréticos. También, hay que tener en cuenta que hay fármacos que pueden interferir con la secreción tubular de los diuréticos como el probenecid (tabla III). 60 JANO 6-12 OCTUBRE 2006. N.º 1.622 . www.doyma.es/jano En el síndrome nefrótico se producen, además, otros trastornos que favorecen una resistencia al tratamiento diurético como son: – Una menor absorción oral del fármaco por el edema de la mucosa digestiva. – Dada la proteinurua el diurético se filtra en el glomérulo unido a proteínas, y se encuentra ligado a éstas en la luz tubular y es, por lo tanto, inactivo. – La disminución de la presión oncótica por la hipoalbuminemia favorece el paso de plasma al espacio extravascular, por lo que se produce un aumento del volumen de distribución del fármaco y llega menos fármaco al riñón. Estrategias en caso de resistencia al tratamiento diurético Las estrategias para hacer frente a la resistencia al tratamiento diurético van dirigidas a contrarrestar estos efectos y serían: aumentar la dosis administrada y/o disminuir el intervalo de administración, y combinar diuréticos con efecto sinérgico. Se utilizan generalmente combinaciones de diuréticos de asa y tiacidas. En algunas ocasiones se añaden ahorradores de potasio (fig. 1). La dosis inicial intravenosa debería ser la mitad de la dosis inicial vía oral y se debería ir aumentando progresivamente en caso de no obtener respuesta. La administración intravenosa de furosemida se puede realizar en forma de bolo o, mejor aún, con perfusión continua, ya que es una forma de administración más segura y se consiguen concentraciones óptimas y constantes del fármaco. La administración de furosemida intravenosa en forma de bolo debería hacerse lentamente (3060 min) para minimizar el riesgo de ototoxicidad. En caso de administración en forma de perfusión continua, se administrará un bolo inicial de 1-2 mg/kg y posteriormente perfusión a 0,1-0,5 mg/kg/h, se puede llegar hasta un máximo de 3 mg/kg/día. En caso de insuficiencia renal, la dosis máxima se debería doblar, ya que estos pacientes presentan una menor respuesta a los diuréticos debido a una disminución del filtrado glomerular. En la terapia combinada intravenosa los diuréticos podrán administrarse al mismo tiempo. Si la tiacida se administra por vía oral y la furosemida por vía intravenosa, la administración de la tiacida 30 min antes conseguirá bloquear el transportador del túbulo distal antes de que el diurético más potente empiece a hacer su efecto. 07 Tera 7051 tratamient 28/9/06 11:13 Página 3 Efectos adversos de los diuréticos Entre los efectos adversos del tratamiento con diurético cabe destacar las alteraciones hidroelectrolíticas (hipopotasemia, hiponatremia, hipomagnesemia, hipo o hipercalcemia), las alteraciones del equilibrio ácido-base (alcalosis metabólica), la hipovolemia y la hiperuricemia. Para prevenir la hipopotasemia se podría añadir a la terapia combinada un diurético ahorrador de potasio como la espironolactona, pero se deberá tener cuidado con la administración de este fármaco en el caso de que haya insuficiencia renal. Hay que tener en cuenta que la hiponatremia es más frecuente con las tiacidas porque éstas alteran la capacidad de diluir la orina. El rápido aumento de la diuresis con el tratamiento diurético puede llevar a una hipovolemia y, como consecuencia, un fracaso renal agudo por disminución del volumen intravascular. El control del peso es un parámetro fundamental para controlar el balance entre la ingesta de líquido y Figura 1. Algoritmo para la utilización de diuréticos por vía oral en el tratamiento del edema nefrótico. Iniciar tratamiento con un diurético de asa vía oral (furosemida o torasemida) Respuesta insuficiente la diuresis. La pérdida de peso diaria no debería ser superior a 0,5-0,75 kg/día. Para poder controlar estos efectos adversos se debería realizar analíticas periódicamente incluyendo electrolitos y función renal. Otro efecto adverso importante es la ototoxicidad asociada a las dosis elevadas de diuréticos de asa. Perfusión de albúmina A veces es difícil conseguir una diuresis adecuada en pacientes con síndrome nefrótico. Por eso, en pacientes con hipoalbuminemia severa (< 20 g/l) o con anasarca refractaria podría ser necesario un tratamiento combinado intravenoso con albúmina al 20% (dosis, 0,5-1 g/kg; ritmo de perfusión 2-3 ml/min) y furosemida administrada durante o al final de la perfusión de albúmina. Con este tratamiento combinado se consigue mantener el diurético dentro del espacio vascular y así incrementar la cantidad de diurético que llega al riñón. El efecto de la perfusión de albúmina es transitorio, y la mayor parte de ella se pierde por la orina de forma rápida (en unas 24-48 h), a menos que remita la proteinuria, motivo por el cual las perfusiones deberán ser periódicas. La perfusión de albúmina conlleva el riesgo de precipitar un edema pulmonar, así que durante y después de la perfusión se deberían monitorizar los signos vitales. J Bibliografía recomendada Brater C. Diuretic therapy. N Engl J Med. 1998;339:387-95. Donkerwolcke RAMG, Cameron JS. The nephrotic syndrome: management, complications, and pathophysiology. En: Davison AM, et al, editors. Oxford Textbook of Clinical Nephrology. 3rd ed. 2005. p. 41537. Evaluar respuesta cada 1-2 semanas (valoración de edemas y disminución de peso) Falk RJ, Jennette JC, Nachman PH. Primary glomerular disease. The Kidney. 7th ed. Brenner and Rector; 2004. p. 1293-380. Respuesta insuficiente Wilcox CS. Diuretics. The Kidney. 7th ed. Brenner and Rector; 2004. p. 2345-80. Aumentar dosis y/o intervalo de administración (véase tabla II) Respuesta insuficiente Asociar diurético tiacídico (hidroclorotiacida o clortalidona) Respuesta insuficiente Asociar diurético ahorrador de potasio (si 1ClCr > 75 ml/min, 2K0/K0 + 3Na0 > 0,6) Respuesta insuficiente Administración intravenosa del diurético del asa y valorar necesidad de administración de albúmina (véase texto) 1 Una vez obtenida una buena respuesta, la dosis de mantenimiento de los diuréticos se debe disminuir progresivamente 1ClCr: aclaramiento de 2K : potasio en orina. 0 3Na 0: sodio en orina. creatinina. JANO 6-12 OCTUBRE 2006. N.º 1.622 . www.doyma.es/jano 61