ESTRATEGIAS DE BÚSQUEDA Y ORGANIZACIÓN DE MATERIAL ACADÉMICO ESCRITO Por Oscar Ortega Lobo 1. Evolución del material académico escrito. El material académico escrito es un material que cambia con el tiempo, sujeto a la crítica constructiva realizada por personas especializadas en el área de estudio en la que se enmarca el material. Se habla entonces de un proceso evolutivo del material académico escrito. La evolución del reporte técnico al libro es un proceso que puede tardar entre tres y cinco años. Libros Revistas internacionales Revistas nacionales Memorias de conferencias internacionales Memorias de conferencias nacionales Memorias de encuentros de investigación Reporte técnico de un centro de investigación Reporte técnico de un departamento académico Reporte técnico a título personal Material en páginas de internet En esta tabla, los materiales en la parte superior corresponden a aquellos que han pasado por una revisión más estricta por parte de pares académicos. Normalmente, toma más de 3 años la evolución de un material escrito hasta los niveles altos de la tabla. El espacio de búsqueda del material académico escrito es grande y continúa creciendo; así que se requieren estrategias para llegar a lo que se busca en una forma tanto eficaz como eficiente. 2. Pasos para llegar a lo que se busca. ! " # $ % & ' ( )* , + & + * " + + " + & " " & + & " + - * + % ." & " / + 2.2. Elabore una lista de palabras claves que le ayuden a cumplir con sus objetivos de búsqueda. 2.3. Haga una búsqueda de material usando las palabras claves de la lista. 2.4. Haga una preselección del material encontrado, basándose en criterios como los mencionados en la sección 3. 2.5. Lea el material preseleccionado concentrándose solo en las secciones: resumen, introducción y conclusiones. Escriba un párrafo resumiendo por cada material: lo leído y su relación con el problema de su interés. 2.6. Seleccione de nuevo. Escoja solo aquel material que tiene mas relevancia en el contexto del problema de su interés. 2.7. Lea en forma cuidadosa todo el texto del material seleccionado. Unos criterios para seleccionar el material. NOVEDAD: Si el tema de interés es un tema nuevo en el área de estudio, es preferible escoger materiales de publicación reciente, aunque se corra el riesgo de sacrificar calidad por obtener oportunidad. Si por el contrario el tema se ha trabajado por muchos años, es preferible escoger libros, de preferencia aquellos que tienen varias ediciones. POPULARIDAD: En términos generales, los autores acostumbran citar un material cuando consideran que éste es útil y de buena calidad. El número de citas a un artículo es un indicador de su popularidad, y por ende, de su calidad. El número de ediciones de un libro es también un indicador de su popularidad. RELEVANCIA: Es importante determinar si el material es relevante o no para el objetivo de la búsqueda que se esté realizando. Algunos buscadores entregan listas ordenadas en forma descendente por el grado de relevancia con respecto a las palabras claves usadas en la búsqueda. El investigador puede determinar sus propios criterios de relevancia, por ejemplo, calificando los materiales de 1 a 5 después de leer el resumen (abstract), la introducción, y la conclusión de cada uno de ellos. CONSISTENCIA: Es bueno leer material que está escrito en una forma consistente, tanto en su contenido, como en su relación con el área de estudio. Esto nos ayuda a nosotros mismos a ser consistentes, y a la vez nos evita cometer errores por asumir como válidas afirmaciones que no lo son y viceversa. El criterio de consistencia es difícil de evaluar sin leer en forma cuidadosa cada uno de los materiales; sin embargo, una forma práctica de aplicar este criterio es preferir: lo internacional en lugar de lo nacional, las revistas en lugar de las memorias de conferencias, las memorias de conferencias en lugar de los reportes técnicos. PROCEDENCIA: Este es un criterio de selección basado en la siguiente heurística: el que hace un trabajo bien una vez tiene buena probabilidad de hacerlo bien una segunda vez. Se puede evaluar este criterio, por ejemplo, determinando el número de veces que sus autores han sido citados por otros autores. Otra forma de evaluar la procedencia es observando los nombres de los centros de investigación y las universidades a los que están afiliados los autores.