FRANCISCO PALAU: Profeta de la Iglesia

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FRANCISCO PALAU:
Profeta de la Iglesia
“Vi la Ciudad Santa, la nueva
Jerusalén, bajada del cielo, de junto a
Dios, engalanada como una novia
para su esposo”
(Ap 21,2)
“Fue elevado mi espíritu sobre
la cima de un monte alto y
sublime, y el que me guiaba me
manifestó desde allí la ciudad
santa de Jerusalén” (811,14)
 ¿Quién es PROFETA? La Palabra es más fuerte que el profeta y no la puede callar.
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PROFETA:
- llamado de modo irresistible por Dios
- elegido como mensajero suyo
- enviado para ser él mismo “profecía”. En el profeta todo es profecía:
Os 1-2; Is 20,3; Jer 16; Ez 4,3
SAN ELÍAS: Profeta del Carmelo. Vinculado a la experiencia de Dios
Exponente del sentido de Dios
En un ambiente sofocante, surge el PROFETA para recordar que Dios es UNO SOLO,
salva al pueblo del POLITEÍSMO, a través de la palabra y de su testimonio como
profeta:
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Palabra de Yaveh: no habría lluvia
Kerit, se reconforta el profeta
Destruye los baales
Jezabel le persigue; le desploma, entra en miedo... quiere morir, entra en la
noche. También él ha de purificar sus propios “ídolos”
TEXTOS: 1Re 17-18: Defiende el plan de Dios en la historia y en la debilidad humana
Descubre a Dios, no en las formas tradicionales: “aire, tierra,
fuego”, sino en una “brisa suave”: tiene “olfato de Dios”
1Re 19:
“Los miedos” de Elías, quiere morir, necesita purificarse.
HOREB: Símbolo de experiencia profética.
 En el monte, Dios se hace presencia. “Paso de Yavéh”
Pero debe descubrirlo
Estar a la escucha, atento
 En la cueva, lugar de encuentro; la cueva de la fertilidad
 En la brisa, ¡adora!. “Ardo en celo”
 Envío, “vuelve por otro camino”. “Vete y unge”
► FRANCISCO PALAU.
1. Protagonista de una experiencia espiritual
El P. Palau es protagonista de una experiencia espiritual singular y profunda que
consolidó a lo largo de los años en la experiencia de la vida diaria y en las duras
vicisitudes históricas que tuvo que vivir, hasta concretarse en su “pasión eclesial”. Un
proceso en dos momentos:
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● Búsqueda. Su camino personal es un camino de búsqueda constante prolongagada, acompañado de lucha interior: “Te busqué y no te hallé,
¿dónde estabas entonces? Pasé mi vida en busca de mi cosa amada”
● Encuentro. La búsqueda incansable le lleva al encuentro: “Pasados cuarenta
años en búsqueda de ti, te hallé porque tú me saliste al encuentro,
porque tú te diste a conocer”. La comunión con la Iglesia le consagra de manera incondicional a su servicio: “Me entrego a ella, vivo
y viviré por ella”
2. Que genera misión
En adelante… Descubierto el misterio de la Iglesia su vida estará dedicada a que todos
la amen y la sirvan, es una necesidad del corazón que ama: “Hallada la cosa amada, no
teniendo el espíritu sus fuerzas ocupadas en buscarla, éstas se han dirigido a servirla y
cumplir la misión que su Padre celestial tenga a bien darle con respecto a ella”. La
pasión por la Iglesia es una miseriosa e irresistible fuerza que lo atrae y da impulso a
todas sus acciones evangelizadoras: “El objeto de nuestro amor es Dios y los prójimos
constituyendo en Cristo-Cabeza una sola cosa que es su Iglesia. Imagen viva y acabada
de Dios Trino y uno”.
3. En su ser de apóstol y en su obrar
● Llamada divina. La misión, en el Padre Palau, pertenece al ser antes y más que
al hacer. Caracteriza su vivir para Dios: Los intereses de Dios y de su Iglesia son cosa
propia”. Lo que hace no es obra suya, menos aún una necesidad personal de altruismo, sino más bien un imperativo de Dios, una llamada divina de la que tiene plena
conciencia y de la que no puede sustraerse: “Siento que Dios me llama a la predicación y me he de abandonar al espíritu que me guía y allá donde veo puerta abierta,
por allí he de entrar. He de cumplir la misión que Dios me ordena”
En sus escritos encontramos expresiones típicamente proféticas, al estilo de los profetas bíblicos:
“Marcha, predica el evangelio” (801 = 7,11))
“Marcha yo te envío; y en medio del choque te diré lo que tengas que hacer”
(820,31 = 8,31)
“Vete ,predica el evangelio, lanza los demonios y cura los enfermos; yo vendré y
estaré contigo” (888 = 12,2))
No se llama profeta, pero tiene conciencia clara de su “herencia profética”, como
”legado de origen”, como “raíz”. Tiene un modo de entender y vivir al estilo de los
profetas. Según el espíritu de Elías y el Monte Carmelo (Ct 115,6)
La figura del profeta Elías es incuestionable, en Francisco Palau: 819,29-30 = 8,29-30
 Al igual que Elías: 739,18-21 = 1,18-21
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gesta su profetismo en las cuevas y en la soledad, su “Kerit”
está a la escucha en la oración y en los acontecimientos de la Historia
contrasta valores evangélicos con actitudes, criterios, valores dominantes
noche: “mi corazón ha ido siempre en pos de ti, mas ¡ay! Nadie daba razón de
ti” (803); “empecé a vivir muriendo” (871,15 = 10,15)
purificación: “cuán indigno soy de ti” (809,6 = 8,6)
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también tiene su HOREB: “El Vedrá”, lugar de encuentro y de experiencia de
Dios y de la Iglesia: luces y sombras; lucha y espera; presencia fascinante..., que
le grita: “Ve, yo te envío” (800,11-12 = 7,11-12)
la pena y el sufrimiento prueban la autenticidad del amor, que le urge al
servicio (724 = IV,2)
En Elías ve la unidad de quien contempla al Señor en el desierto, en el monte y se
vuelve celoso de su gloria: experiencia de Dios fecunda.
● Disposición permanente de acogida y de apertura a la voluntad de Dios
y de sus planes: “Dios solo conoce los destinos del hombre y los caminos por
donde puede marchar”. ´Él Señor, se los revelará a su tiempo y lo guiará a puerto
seguro. De esta certeza brotan las actitudes de apertura confiada y de sereno
abandono. Sabe que “como buen padre, me conduce por la mano y me guía por
donde Él quiere… yo ando seguro, guiado en los cuidados de su paternal
solicitud”. Es Él quien llama, es Él quien envía, la obra es suya, por tanto
“proporcionará y facilitará medios para salir”.
La misión es fruto de la entrega (744,29 = 1,29; 864-865 = 10,1-2)
● A la escucha. Francisco Palau se coloca siempre en actitud de escucha y de
discernimiento para descubrir la misión que Dios y la Iglesia le confían en cada
momento. Escucha y discierne:
- en clima de oración, ante todo: “en la oración yo cuido de consultar a Dios”
- dedicándole tiempo: “hace días me ocupaba en la oración en el proyecto que
realizáis. Habiendo precedido mucha oración”
- abierto a lo que el “Espíritu inspire”. Está a la escucha, en disposición permanente de acogida. No se preocupa del porvenir de su vida.
● Fidelidad a toda prueba. El verdadero apóstol se distingue por su fidelidad:
a Dios que lo envía; al destinatario a quien es enviado; al mensaje que debe
anunciar. La fidelidad del Padre Palau asume:
- Un aspecto activo de decisión, espíritu de iniciativa, coraje, firmeza,
determinación. “Trabajar con todas mis fuerzas en la salvación de la almas, allá
donde se me abra camino”
- Un aspecto pasivo de resistencia, tenacidad, aguante, reacción en fe y amor
frente a las contradicciones y dificultades, a la defensa de las cosas de Dios y de
la Amada. Es obra de Dios y Él la cuidará: “Es “obra suya y seguirá su carrera. Yo
no torceré nunca el camino”
Dios lo llama a la predicación y aunque sus fuerzas se resistan, cuando de por
medido está la llamada, nada cuenta lo demás (Cartas 54,1 y 56,1).
Nunca abandona la misión por impedimentos (928, 16-17 = 16,16-17).
No se lanza a la acción sin orar, aunque sea “horrenda batalla” (729,5 = VII,29).
● Sensible a la historia y a la gente de su historia. No es una relación
intimista entre él y su Dios. Con mirada atenta a la realidad se vale de
mediaciones: situaciones, circunstancias, personas favorables o contrarias a él con
tal de conocer “lo que podemos hacer para agradar a Dios. Yo he tratado este
asunto con todos los amigos que puedan ayudarme y con los que puedan
contradecirme y peso muchísimo las cosas”. La misma realidad, la misma historia,
las mismas circunstancias de vida, no las ve como obstáculos, lee como signos de
Dios. A pesar de su dureza, se vuelven para él en luz y manifestación clara de la
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voluntad divina, camino de vida y misión: “Para establecerse se han de consultar
las circunstancias de las personas, del país y otras muchas cosas”
4. CONCIENCIA PROFÉTICA
a) A nivel personal: El empuje profético de Francisco Palau se comprueba en todas
las modalidades de misión que ha desplegado: confinado, encarcelado, criticado,
perseguido, temido: “a causa de la Palabra de Dios” (Ct 115)
Su experiencia de Iglesia y el amor a ella le hacen fecundo en todos los campos:
escribe, misiona, anuncia, denuncia, se mantiene en dinámica creativa, funda.
Actúa el profetismo en los distintos reclamos de “la Amada”, en lo concreto d la
historia.
b) A nivel corporativo (950,13 = 20,13): Cuál es la misión que se le pide. Cómo debe
encarnar el “espíritu profético” de Elías. Cómo ha de cumplir su misión hasta el
final de la vida (818-819, 28-29 = 8,28-29 ¡importante!)
5. SU MISIÓN. Está al servicio de la Iglesia y de los hombres. En cuanto es testigo, es
heraldo. Su misión está en estrecha vinculación con la vida espiritual. La dimensión
profética está en relación con el servicio a la Iglesia en situaciones semejantes a lo que
expresan los libros proféticos (887-888 = 12,1-3, en Cervelló, bella página de envío). Visión
actual del profetismo: SERVICIO.
A la hora del envío, vuelve sobre esto: oración, fe, sacrificio, que han de estar a la base
del profetismo: “Bajó el Espíritu del Señor, de súplica y de oración” (889,6 = 12,6; 898,9 =
13,9)
 LA AUTENTICIDAD de la vocación

carmelita,
será refrendo de la autenticidad profética:
• En la vida. Es Dios quien le manda, quien le envía: “¡Ante ti
estoy!”
• Enviado: encomienda de Dios y de la Iglesia. Él es un “testigo
y ejerce un ministerio
• Siendo lo que es, siendo fiel, se pondrá de manifiesto su
testimonio. No sólo a través de la misión, sino de la vida (740,20)
REFLEXIÓN:
1. Lectura de los textos de los PROFETAS
2. “Saboreo” los textos palautianos, confrontando con el “tono” de los profetas
3. ¿Qué dice todo esto a nuestro profetismo “hoy”, nosotras “hijas de profetas” ,
“Familia de Elías” (Plan de Formación, 25)
4. También nosotras, como el Fundador, “estamos llamadas a recorrer en la Iglesia,
los caminos del Espíritu y a ser profecía viva para el mundo de hoy”, ¿cómo
hacemos esto realidad?. Recordamos alguna misión profética “más entendible” en
nuestra sociedad.
5. Oramos el Tema
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