MINISTERIO INTERDENOMINACIONAL “Pregonero de Justicia” Sólo por GRACIA, Sólo por CRISTO, Sólo por FE, Sola ESCRITURA Jr. Sao Paulo 1608 (Lima 31 - Perú) Telfs: 359 - 0103 / 797- 2760 Email : [email protected] Web : www.pregonerodejusticiape.com Estimado Amigo, comparta con sus amistades nuestra página WEB. Ingrese mensualmente, encontrará un nuevo estudio bíblico. “Pregonero de Justicia” 1 LAS DOS GRANDES RELIGIONES INTRODUCCION ¿Cuántas religiones hay en el mundo? ¿Podríamos hacer una relación de ellas?, eso nos tomaría algún tiempo, puesto que según las estadísticas se cuentan por miles entre religiones y sectas. Muchos suelen decir: tantas religiones hay que prefiero seguir la mía propia, y otros prefieren no creer en nada. Nos sorprendería saber que toda esta complejidad se reduce tan solo a dos religiones, solo a dos en el mundo. Y esto tiene que ver con la cuestión de cómo el ser humano puede alcanzar aceptación delante de Dios, como alcanzar el perdón y la vida eterna. Si bien es cierto hay muchas formas y prácticas religiosas en el mundo, en cuestión de salvación se reduce a solo dos religiones en esencia. El origen de estas dos religiones la encontramos en los comienzos de la humanidad, específicamente en Caín y Abel, La historia de estos dos hombres nos enseña admirablemente el comienzo de estas dos grandes religiones, la forma como tenemos que acercarnos a Dios para ser aceptados por El, y la forma como el hombre independientemente del plan Divino osa presentarse a Dios para definitivamente sufrir su rechazo. No importa cual sea nuestra religión o creencia estamos inmersos en una u otra religión, y de ello dependerá en esencia nuestro destino eterno, sea para vida o para muerte, para bendición o maldición. LA RELIGION DE CAIN (Del mérito de las obras) Veamos en que consiste la religión de Caín. Caín fue el primer nacido de mujer, hijo de Adán y Eva, su oficio era de labrador de la tierra “y Caín fue labrador de la tierra” Génesis 4:2. es decir, se dedico al arduo trabajo del campo, sembrar, cosechar, remover la tierra, picando, arando, despedregando, regando; en cumplimiento a lo que Dios había dicho en Génesis 3:19 “con el sudor de tu frente comerás el pan”, y podemos suponer que Caín era un hombre trabajador, que tenía las manos callosas, que terminaba el día cansado de sus labores. Pero al final vino la cosecha, recogió los frutos de su trabajo y los presentó en un altar a Dios, pero la Biblia nos informa “no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya” Génesis 4:5. pero porque no fue aceptada la ofrenda de Caín. ¿No fue acaso lo mejor de sus frutos que había traído, fruto de su esfuerzo y dedicación? Seguro que sí, pero precisamente allí estaba el problema. La ofrenda que estaba presentando a Dios, no era una ofrenda perfecta, era el fruto de una tierra maldita por el pecado Génesis 3:17 “maldita será la tierra por tu causa”, lo que estaba presentando Caín era una ofrenda teñida con maldición. Y para hallar aceptación delante de Dios necesitamos presentar obras perfectas sin ninguna mancha de pecado, y para estar a cuentas con Dios, necesitamos su perdón, y esto solo es posible mediante un sacrificio de sangre ya que “sin sangre no se hace remisión” Hebreos 9:22. Esto le fue enseñado a Caín por sus padres. Dios demanda una obediencia perfecta, para tener derecho a la vida “Pregonero de Justicia” 2 eterna. Una obediencia que no falle en un solo punto “cualquiera que guardare la ley pero ofendiere en un punto se hace culpable de todos” Santiago 2:10, pero desde que el hombre pecó, su naturaleza se hizo mala “He aquí en maldad he sido formado y en pecado me concibió mi madre“ Salmos 51:5 y Caín fue concebido en pecado, es decir heredó la naturaleza pecaminosa de sus padres caídos, y todo lo que podía ofrecer estaba manchado por el pecado, así como la tierra fue maldita, el corazón del hombre también se hizo maldito “todo designio del corazón de ellos era de continuo solamente al mal” Génesis 6:5. “engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso quien lo conocerá” Jeremías 17:9. Caín al presentar los frutos de la tierra no estaba reconociendo la enormidad del pecado y la culpabilidad, ni que el castigo por la desobediencia es la muerte “la paga del pecado es muerte” Romanos 6:23. “el alma que pecare esa morirá” Ezequiel 18:4. estaba poniendo en poco la justicia divina, tenía una pobre idea de la santidad de Dios, pensó que el pecado era algo que se podía pagar ofreciendo: papas zanahorias y hortalizas; .poniendo de lado el plan de salvación que Dios había trazado, estableció su propio plan de salvación, esperando ser aprobado por Dios “hay caminos que al hombre le parecen buenos pero su fin son caminos de muerte” Proverbios 14:12 , pero fue rechazado como era de esperarse, la ofrenda por el pecado era una ofrenda sangrienta, un cordero inmolado, que representaba a la perfecta ofrenda por el pecado conforme a lo prometido por Dios Génesis 3:15. que es la perfecta justicia de Cristo expresada en su vida y su muerte sustitutivas. Romanos 5:10. En conclusión la ofrenda de Caín no podía ser aceptada por Dios porque no expresaba un reconocimiento de la culpabilidad ni del castigo que merecía el pecado y que nuestras obras por mejores que parezcan jamás podrán limpiar la mancha de pecado de nuestros registros, solo podemos ser reconciliados con Dios mediante la sangre de Cristo y además la única forma de alcanzar aceptación delante de Dios, no es presentando el fruto imperfecto de nuestros esfuerzos, como lo hizo Caín, sino presentando la perfecta justicia de Cristo. La ofrenda que presento Caín correspondía a las ofrendas de gratitud por las bendiciones recibidas, las primicias de los frutos de la tierra. no correspondía a la ofrenda por el pecado, a pesar de haber sido enseñado sobre la forma correcta de como presentarse delante de Dios, presentó los frutos de la tierra, no lo hizo por ignorancia, era resultado de su desobediencia a Dios, en su corazón no había el mínimo reconocimiento de la justicia y misericordia divina, es posible que considerara una injusticia la maldición que recibiera la tierra y la humanidad a causa del pecado de Adán, en su corazón había sentimientos de murmuración y rebelión contra Dios, el mismo que abrigó Lucifer en el cielo. Su ofrenda expresaba la altanería de su corazón y el rechazo al plan de Salvación “si bien hicieres ¿no serás enaltecido?, y si no hicieres bien el pecado está a la puerta” Génesis 4:7 A Caín se le dio la oportunidad de rectificarse, si confiaba en los méritos del Salvador prometido y obedecía los requerimientos de Dios o persistía en la incredulidad y trasgresión. Pero en lugar de reconocer su pecado, Caín continuó quejándose de la injusticia de Dios, y abrigando envidia y odio contra Abel. Caín odió y mató a su hermano, no porque “Pregonero de Justicia” 3 Abel le hubiese causado algún mal, sino “porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas” 1 Juan 3:12. En esto podemos ver el extremo a donde el hombre puede llegar la religión que se basa en la exaltación del mérito propio. La religión de Caín se fundamenta en el mérito de las buenas obras, así como Caín presentó el fruto de sus esfuerzos para alcanzar la aprobación de Dios, hoy en día muchos religiosos pretenden alcanzar el favor de Dios presentado sus buenas acciones, haciendo penitencias, ayunos, peregrinaciones y donaciones. Considerando el sacrificio de Cristo como insuficiente para alcanzar el perdón y la aceptación de Dios, asumen que la fe en la justicia de Cristo no basta, que ésta debe sumarse a las buenas obras para tener seguridad de nuestra salvación “si la fe y las obras pudieran comprar el don de la salvación, entonces el Creador estaría obligado ante la criatura. En este punto la falsedad tiene una oportunidad de ser aceptada como verdad. Si algún hombre puede merecer la salvación por algo que pueda hacer, entonces está en la misma posición del católico que cumple penitencias por sus pecados. La salvación en tal caso, es en cierto modo una obligación, que puede ganarse como un sueldo” FO 18. “Porque por gracia soy salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe” Efesios 2:8,9. “Pregonero de Justicia” 4 Las muchas religiones que existen se fundamentan en el mérito de las buenas obras, pueden tener diferentes prácticas, diferentes formas de culto, pero en sus enseñanzas buscan ser aceptados por sus obras, por eso las diferentes religiones son variedades de la misma religión. El hindú debe hacer sacrificios, repetir oraciones, y vivir una vida pura. El Krishna cree que se salvará repitiendo “Hare Krishna” cierto número de veces cada día, además de otras prácticas. Los budistas siguen los ocho pasos hacia el nirvana (que significa “nada”), incluidas las oraciones y el dar dinero, así como otras obras. El musulmán guardad los cinco pilares del Islam: el testimonio (“Kalimatu ash shahada”), oraciones (“salat”), limosnas a los pobres (“Zacat”), ayuno (“saum”), y el peregrinaje a la meca (“hajj”), Los llamados testigos de Jehová también creen que se salvarán haciendo las buenas obras que su organización les indica. Los católicos romanos, asimismo creen que alcanzarán la salvación cumpliendo los sacramentos, bautizando de niños, recibiendo la eucaristía, rezando, dando limosnas y continuar en la gracia perteneciendo a la “santa madre iglesia”, de todas las religiones el catolicismo es la más elaborada, más complicada y adornada, pretendiendo al fin de cuentas la salvación por obras. Muchas iglesias protestantes se han deslizado también de la verdad del evangelio, predicando el bautismo, la fidelidad a la iglesia y las buenas obras como vitales para ser aceptados por Dios o bien para obtener y mantener la salvación. Es un error fatal, una herejía. El hombre nunca podrá ser su propio salvador ni co-salvador con Dios, sólo el Señor Jesucristo salva. La religión de las obras también está reflejado en el humanismo, que busca la exaltación del hombre por el hombre, enseña que en esencia el hombre es bueno pero la sociedad lo corrompe, que lo que el hombre necesita no es un salvador sino ser conciente de su propia capacidad para superarse, que su problema mayor no es el pecado sino la ignorancia. El humanismo está representado en la torre de babel, donde el hombre busca, separado e independiente de Dios, llegar al cielo, usando sus facultades, su ingenio, su esfuerzo; hoy en día también muchos pretenden alcanzar la gloria, a través de la ciencia y la tecnología, desarrollando sus facultades, adquiriendo fama y poder, pero todo esto tendrá un triste final, como lo tuvo la torre de babel, todo lo que el hombre pueda lograr separado de Dios solo tiene un beneficio temporal mas no eterno “de que le vale al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma”.Mateo 16:26. La busca del mérito propio a través de las obras, es la esencia del humanismo, que busca la gloria del hombre y no la de Dios. Asimismo la Nueva Era busca descubrir en cada ser humano un dios, no solo desvirtúan a Dios, sino pretenden usando lo que ellos llaman la energía cósmica alcanzar la autorrealización, donde el sacrificio de Cristo no tiene lugar, la nueva era es un sincretismo, unión de todas las creencias orientales con occidente, que va más allá del humanismo, busca hacer del hombre un dios, sin Dios y sin su plan de salvación. Éstas son las formas modernas de la salvación por obras, por mérito propio. La religión de Caín está reflejado en la parábola del fariseo y publicano, por el fariseo que dice “te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como este publicano; “Pregonero de Justicia” 5 ayuno dos veces por semana, doy los diezmos de todo lo que gano” Lucas 18:11. Su oración a Dios demuestra la búsqueda del mérito en las obras, el problema en sí no está en ayunar o diezmar, Dios desea que sus verdaderos hijos le obedezcan “si me amáis guardad mis mandamientos” Juan 14:15. Pero cuando ponemos el mérito en lo que hacemos (obras), nuestra oración no llega al trono de Dios, de allí que la parábola va dirigida a “unos que se consideraban así mismos como justos” Lucas 18:9. Y la religión judía había perdido de vista el plan de salvación, la salvación por gracia que estaba ilustrada en los sacrificios diarios del santuario, y habían arrastrado los principios del paganismo “Mediante el paganismo, Satanás había apartado de Dios a los hombres durante muchos siglos, pero al pervertir la fe de Israel había obtenido su mayor triunfo. Al contemplar y adorar sus propias concepciones, los paganos habían perdido el conocimiento de Dios, y se habían ido corrompiendo cada vez más. Así había sucedido también en Israel. El principio de que el hombre puede salvarse por sus obras, que es fundamento de la religión pagana, era el principio de la religión judaica. Satanás lo había implantado y doquiera se lo adopte, os hombres no tienen defensa contra el pecado” DTG 26. También la religión de Caín está reflejado en el hijo mayor de la parábola del hijo prodigo. Quien reclamo que se le hiciera fiesta “He aquí tantos años te sirvo no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos” Lucas 15:29. representa a aquellos religiosos que por no haber caído en los grandes excesos del vicio y del pecado, están llenos de justicia propia, y por lo tanto reclaman las bendiciones y las recompensas de Dios, no tienen un concepto claro de lo que es el pecado, y la necesidad de la gracia de Dios, se sienten con derecho a todos los privilegios, no demuestran un espíritu agradecido a Dios ni de alabanza por su misericordia y favor, demuestran un corazón orgulloso, altanero, y a la vez discriminativo “la justificación propia no solamente induce a los hombres a tener un falso concepto de Dios, sino que también los hace fríos de corazón y criticones para con sus hermanos” PVGM 192. LA RELIGION DE ABEL (De la dependencia de la gracia salvadora) “Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín” Hebreos 11:4. Abel no presentó frutos de obras, sino presentó un cordero, tomó uno de su rebaño y conforme a lo ordenado por Dios, lo presentó en sacrificio. Demostrando su fe en la promesa de Dios, que anunció desde el principio la venida de un Salvador Génesis 3:15. La figura de un Sustituto, estaba simbolizado en el cordero sacrificado, quien tomaría el lugar del pecador, y desde allí a lo largo de todo el antiguo testamento se repite el mismo sistema de sacrificios, Se ofreció una vida por otra vida, la sangre brotó, un cordero debía ser ofrecido en lugar de Abel. De este modo Abel también demostró que el pecado es cosa seria que solo la muerte podía pagar el precio del pecado y expresó su plena dependencia de Dios, de su misericordia y favor, aceptando agradecido la esperanza de la redención. “Pregonero de Justicia” 6 “Por el cual alcanzó testimonio de que era justo” Hebreos 11:4. “Y miró con agrado a Abel y a su ofrenda” Génesis 4:4. Como resultado de su obediencia a la fe, fue declarado justo delante de Dios, no por algo bueno que presentó a su favor, sino por su completa confianza en la justicia de Cristo simbolizado en el cordero. Dios aceptó a Abel y a su ofrenda, es decir, no solo fue la ofrenda aceptada, por representar a Cristo, sino también Abel, porque “somos aceptos en el Amado” Efesios 1:6. La religión de Abel se fundamenta en la fe, no en las obras; en la fe de Jesús, en el conocimiento de Cristo como Sustituto y Salvador, y su aceptación como tal. “nosotros también hemos creído en Jesucristo para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado” Gálatas 2:16. No es por obras es por pura gracia “y si es por gracia, ya no es por obras, de otra manera la gracia ya no es gracia” Romanos 11:6. La gracia, que es el don que Dios otorga a quien no merece recibirlo, La religión de Abel está representada en la actitud del publicano de la parábola, a diferencia del fariseo, “no quería ni aún levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, se propicio a mi pecador” Lucas 18:13, se acercó en una actitud humilde, no se sentía digno de levantar los ojos al cielo porque entendía que era pecador, no tenía nada que ofrecer a su favor, ningún mérito que presentarle a Dios, solo se acogió a su misericordia, se propicio a mi pecador equivale a decir Señor ten misericordia de mí “nos salvó no por obras de justicia que nosotros hayamos hecho sino por su misericordia” Tito 3:5. “Os digo, que éste volvió a su casa justificado antes que el otro, porque cualquiera que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido” Lucas 18:14. Entendiendo que todos estamos enfermos con la lepra del pecado, y necesitados igualmente de la gracia de Dios, no hay lugar a compararnos unos a otros, ni para el desprecio o discriminación del prójimo, “no hay judío, ni griego; no hay esclavo ni “Pregonero de Justicia” 7 libre; no hay varón ni mujer, porque todos sois uno en Cristo Jesús” Gálatas 3:28. La religión de Abel también está representada en el hijo pródigo de la parábola, quien regresó al padre sin presentar ningún mérito a su favor “Padre he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digno de ser llamado tu hijo, hazme como a uno de tus jornaleros” Lucas 15:18,19. Y está es la forma como debemos presentarnos cada día a Dios, no sólo los que cayeron en grandes pecados, sino todos los que entendemos la pecaminosidad de nuestra naturaleza, así como lo hacía Daniel. “hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes” Daniel 9:5. Y todos los que pertenecen a la religión de Abel “Ningún apóstol o profeta pretendió haber vivido sin pecado. Los hombre que han estado más cerca de Dios, los hombres que estuvieron dispuestos a sacrificar la vida antes de cometer as sabiendas un acto pecaminoso, los hombres honrados por Dios con luz divina y poder, confesaron la pecaminosidad de su naturaleza. No pusieron su confianza en la carne, no pretendieron poseer justicia propia, sino que confiaron plenamente en la Justicia de Cristo” HA 483. y la respuestas de Dios para todos ellos es la misma “sacad el mejor vestido, y vestidle y poned un anillo en su mano y calzado en sus píes, y hagamos fiesta” Lucas 15: 22. “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no desprecia tú, OH Dios” Salmos 51:17. En conclusión: en esencia sólo hay dos religiones, como dijo un reformador: “No hay más que dos religiones en el mundo. Una, que los hombre han inventado, y según el cual se salva el ser humano por medio de ceremonias y buenas obras, la otra es la que está revelada en la Biblia y que enseña al hombre a no esperar su salvación sino en la gracia soberana de Dios” CS 233. . “Pregonero de Justicia” 8 LA RELIGION DE CAIN LA RELIGION DE ABEL 1. Pone el mérito las obras (justicia propia). 1. pone el mérito en la obra de Cristo (Justicia de Cristo) 2. Busca la exaltación propia “no soy como los otros.” 3. No se reconoce pecador. “ayuno dos veces por semana, doy diezmos de todo lo que gano” Lucas 18:12. 2. Busca la gloria de Dios “no por obras para que nadie se glorié” Efesios 2:9. 3. reconoce su condición pecaminosa. “se propicio a mi pecador” Lucas 18:13. 4. Se compara con los demás y las discrimina “ni aún como este publicano.” 4. se compara con la justicia de Cristo y no se siente digno de levantar los ojos al cielo. 5. desprecia a su prójimo, hasta el punto de perseguirlo y ser homicida 5. Ama a su prójimo, hasta el punto de incluirlos sin distinción Gálatas 3:28. 6. es exclusivista 6. Es universal. 7. Reclama el favor de Dios “Tanto años te sirvo…nunca me has dado un cabrito para gozarme con mis amigos” Lucas 15:29. 8. Es rechazado. 7. Agradece por el favor de Dios, porque recibe más de lo que merece. Efesios 1:3. 8. Es aceptado. “este volvió a su casa justificado antes que el otro” Lucas 18:14. Atte. __________ José Olivera. Lima, 02 de Enero 2009. “Pregonero de Justicia” 9