El ultra que hace temblar el trono de los Gandhi

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Fecha: 13/01/2014
7
Sección: INTERNACIONAL
Páginas: 7
EL PAÍS, lunes 13 de enero de 2014
INTERNACIONAL
El ultra que hace
temblar el trono
de los Gandhi
ma de actitud mental”, rememora la experta. La verdaderamente poderosa es su madre, Sonia
—presidenta del partido—, pero
sus compatriotas no le perdonan
su origen italiano y católico.
Modi sostiene que, incluso si
hubiera tenido alguna culpabilidad en la matanza de musulmanes en 2002, sus votantes le han
exonerado a golpe de victoria
electoral. En cada elección amplió su ventaja hasta controlar casi dos tercios del Parlamento de
Gujarat.
Los seguidores de Modi suelen destacar que no está implicado en ningún caso de corrupción, que es un líder fuerte, que
está soltero —lo que, suponen,
implica dedicación exclusiva al
Detalla Borreguero que el líder del BJP ha logrado suministrar electricidad constante —pese a que India es una potencia
nuclear los cortes de luz son todavía una plaga, nefasta para la industria— en este estado costero
al norte de Bombay, ha construido puertos y carreteras y lo ha
industrializado. Ha triplicado el
PIB, atraído inversiones extranjeras con impuestos bajos y logrado producir una cuarta parte de
las exportaciones indias.
Tres de cada cuatro de los
1.200 millones de indios —divididos en cientos de castas— aún
viven en pueblos y tanto la pobreza como el analfabetismo están
muy extendidos aunque la clase
media ronda los 300 millones.
Los desafíos son inmensos.
Aunque en un escenario tan
inmenso y atomizado es extremadamente difícil hacer pronósticos, una encuesta de India TodayTimes Now daba el pasado octubre ventaja a la coalición del BJP
de Modi frente a la del Congreso
de los Gandhi. A eso se une la
aplastante y humillante derrota
que el partido ultranacionalista
hindú propinó al Congreso en las
elecciones celebradas en cuatro
Estados en diciembre. Esos comicios depararon una gran sorpresa: un partido anticorrupción
que ha colocado a su líder, un
El candidato del
opositor BJP quiere
aliviar la burocracia
y atraer inversiones
Al favorito le
persigue su inacción
ante un pogromo
antimusulmán
Su partido derrotó
al gobernante
Congreso en las
últimas regionales
Rahul Gandhi
se perfila como
cabeza de lista del
partido en el poder
país, no como los Gandhi— y que
Gujarat ha prosperado de modo
inaudito. “Modi arreglará nuestros problemas. Atacará Pakistán y nos traerá un desarrollo como el que ha llevado a Gujarat”,
declaró el vendedor de té Gopi
Tiwari al blog India Ink del New
York Times.
activista convertido en funcionario, de jefe del Gobierno de Nueva Delhi.
Al Congreso le pesan los escándalos de corrupción y la fuerte ralentización del crecimiento
económico, que ha caído a la mitad, un 5% anual, insuficiente para absorber los diez millones de
indios que cada año se incorporan al mercado laboral. “Frente a
estas urgencias, los conflictos comunales quedan en segundo plano”, sostiene Borreguero.
Aunque Modi haya rebajado
mucho su tono ultranacionalista
jamás ha expresado ningún arrepentimiento por el pogromo. Y el
pasado septiembre dejó pasar la
ocasión de condenar la persecución de musulmanes Uttar Pradesh, que causó unos 50 muertos.
Los indios que rezan a Alá (unos
150 millones) están convencidos
de que un triunfo de Modi no augura nada bueno para su comunidad pero saben que electoralmente son poco relevantes.
Llama la atención que el candidato más joven no tenga cuenta de Twitter y que al sexagenario le sigan más de tres millones
de internautas en esa red. Modi
se ha sometido a una potentísima campaña de comunicación
durante los últimos años que ha
incluido incluso leves cambios
de aspecto para lograr la combinación justa de dinamismo, experiencia, lo hindú y lo occidental.
El nacionalista hindú Modi gana terreno
ante las próximas legislativas indias
NAIARA GALARRAGA
Madrid
En una India donde lo tradicional es que el público de los mítines sean acarreados pagados por
asistir, Narendra Modi ha hecho
un cambio revolucionario: cobra
entrada a los seguidores que
quieren escucharle en persona.
Y el caso es que llena. Modi, el
hombre con más posibilidades
de derrotar a los Gandhi y convertirse en el primer ministro de
la mayor democracia del mundo
en las elecciones a celebrar en
torno a mayo, es la antítesis de la
dinastía. Es un hombre hecho a
sí mismo. Este hijo de un vendedor de té que desde 2001 es el
jefe de Gobierno del Estado de
Gujarat es muy reconocido por
su gestión económica, porque
cumple lo que promete; entusiasma a los pequeños empresarios
con su programa de más eficacia, menos burocracia y cero corrupción.
Pero a Modi, un populista de
64 años, candidato del gran partido de la oposición, el ultranacionalista hindú del Partido Bharatiya Janata (BJP), le persigue su
pasividad ante un pogromo antimusulmán que causó más de un
millar de muertos en Gujarat en
2002, al poco de estrenarse al
frente del Ejecutivo estatal. Él insiste en su inocencia. Se le acusa
de dejar hacer, de no usar sus
poderes para intentar frenar los
asesinatos y violaciones por los
que otros 200.000 musulmanes
huyeron de sus casas. Aunque
ningún tribunal le ha condenado
en relación al episodio, es el motivo por el que tiene prohibido entrar en Estados Unidos. Modi es
desde hace años el político más
controvertido de la India.
“Ha logrado convertirse en un
líder nacional, algo muy importante en India, donde la política
está muy fragmentada en voto regional y de castas”, explica Eva
Borreguero, especialista en India
y profesora de Ciencia Política
en la Universidad Complutense
de Madrid.
El gobernante partido del Congreso todavía no ha designado
candidato pero todo apunta a
que será Rahul Gandhi (bisnieto
de Nehru, nieto de Indira y primogénito de Rajiv y Sonia). El veterano primer ministro actual,
Manmohan Singh, de 81 años, le
vino a ceder el cetro a primeros
de año al anunciar que no volverá a presentarse y afirmar:
“Rahul sería un excelente candidato”. Los observadores no son
tan optimistas. Con 43 años, no
ha logrado sacudirse la imagen
de niño de papá. Se le considera
inexperto y ha tenido monumentales meteduras de pata como decir que “la pobreza es un proble-
Narendra Modi, en Nueva Delhi el 24 de diciembre. / prakash singh (afp)
El triunfo de los anticorrupción
El activista anticorrupción Arvind Kejriwal, de 45 años, llegó
a su reciente toma de posesión
como jefe del Gobierno de Nueva Delhi en metro. Algo probablemente inédito en un político. Y más aún en una ciudad
donde no es tan extraño tener
coche con chófer. “Nuestra victoria parece un milagro, era inimaginable hace dos años. Hoy
el hombre de a pie ha ganado”,
proclamó ante unos 100.000 seguidores el pasado 28 de diciembre el líder de Aam Aadmi,
un funcionario reconvertido en
activista y después en político.
Su partido —denominado
Hombre de a pie y con una escoba por símbolo— fue la gran
sorpresa de las elecciones regionales de diciembre. Su triunfo
es la consecuencia política de
las inmensas protestas contra
la corrupción que vivió el país
en 2011 bajo el liderazgo de
otro activista, Anna Hazare,
que realizó varios ayunos al estilo Gandhi para exigir una batalla institucional contra esa lacra. La última clasificación de
Transparencia Internacional
coloca a India en el puesto 94
(entre 177) y a España en el 40.
El partido Aam Aadmi logró
28 escaños en la capital frente
a los 32 escaños de los ultranacionalistas hindúes del Bharatiya Janata y a los 8 del Congreso —enorme revés el sufrido
por el partido de los Gandhi,
que gobernaban Delhi desde
hacía nada menos que 15
años—. Estos resultados pusieron al partido anticorrupción
en un aprieto. ¿Mantenía su palabra de no gobernar con partidos a los que acusa de corrup-
tos o aceptaba su respaldo para liderar el Gobierno? Dieron
la palabra a sus militantes en
un referéndum y unos 700.000
respondieron por correo electrónico, teléfono y sms. El 74%
dijo sí a aceptar los votos del
Congreso para gobernar.
Kejriwal (1,1 millones de seguidores en Twitter) y sus ministros han empezado a gestionar. Ya no van en metro al trabajo, sino en coche oficial. Y
sopesan presentarse a las próximas elecciones generales en
una veintena de Estados. En vista de que ningún partido panindio alcanza mayoría suficiente
para gobernar y las coaliciones
son imprescindibles, como explica la politóloga Borreguero,
nadie quita ojo a cada movimiento del activista anticorrupción y los suyos.
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