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C^liIVO Uf lB PBPBVB
Constantino Toribio Fernández
Agente de Extensión Agraria.
MINISTERIO DE
AGRICULTURA
CULTIVO DE LA PAPAYA
La papaya tiene su origen en América Central, probablemente el sur de Méjico; de allí se ha e^tendido a todas
las zonas tropicales de la Tierra, donde se ha naturalizado
rápidamente.
En Canarias se encuentra en todas las islas, en las que
veg^eta muy bien y produce con abundancia.
Comúnmente, el fruto es conocido por papayo o papaya;
botánicamente se designa con el nombre cíe Cayica ^apa_ya
y está agrupada en la familia de las caricáceas.
Interés del cultivo.
Como cultivo, no cabe la menor duda de que tiene posibilidades económicas en zonas subtropicales. Este árbol tiene un alto rendimiento en producción ^% veg-eta bien en dichos climas, teniendo pocos gastos de explotación.
I,a f ruta que se pueda producir inicialmente tendría,
posiblemente, buena colocación, porque el papayo madura
sus frutos en invierno. I^TOririalmente, un árbol produce
50 frutos anuales, de los cuales, 25 ó 30 pueden madurar
fuera de verano. Ultimamente, esta fruta se está pag-an^lo
a los ag-ricultores a 10 pesetas el kilo, lo que supone 300 pesetas por árbol. ^demás, el árbol tiene otra aplicación, que
es la extracción del látet que contiene el fruto y del que se
e^trae un fermento llamado «papaína». L?na hectárea de
Fig. 1. - Buena producción de papaya. Planta
macho en la que las pocas flores hermafroditas
han dado lugar a estos
frutos.
^apayal puecle proclucir hasta 200 kilogramos de látex, y
éste alcanza precios de 3.000 a 5.000 pesetas el kilogramo.
Distintas formas de consumir y aprovecha.r el fruto.
5e aprovecha de las sigttientes maneras: 1.° Como fruta
f.resca. 2.° Maduro; es cortado en rodajas, y con azúcar y
limón v ptiesto al frío, forma ttna e^celente ensalada qtte
supone un magnífi'co postre. 3.' De verde; se quita la corteza, se corta en rodajas y se hierve con agua v azúcar,
formándose así una estupenda jalea.
El látex (líquido que exuda cuando se punzan todas las
partes verdes del ^rbol, PrinciPalmente el fruto) tiene numerosas aplicaciones en farmacia, en las industrias de alimentación para ablandar carne, en indtistria textil para
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suavizar fibras de lana y algodón, en la industria del caucho, en el curtido de pieles, etc.
Para la extracción del látex se eli^-en los f rutos verdes
a lus tres meses después de haber cuajado y se les hacen
cuatro. incisiones a lo largo, de tres milímetros de profunciiclacl, separadas entre sí unos diez milímetros ; esta operación cíebe hacerse por la matiana muy temprano, preferiblemente cuando comienza a amanecer. Se recogerá el producto obtenido tres o cuatro horas después; en un mismo fruto,
la operación debe repetirse dos veces en semana. El látex se
recoge en unas tolvas de plástico cuyos aros son de madera. La recogida del producto de la exuclación debe hacerse con hojas del mismo árbol o paletas de cristal, colocándolo en láminas o recipientes planos del mismo material,
que se cerrarán herméticamente para qtte no se produzcan
fermentaciones, y así se dejará hasta que se seque; al final
se formarán unos grumos de color blanco, que es el producto que se vencle y que alcanza precios mtry elevados.
Para hacer las incisiones sirven hojillas de afeitar de
acero inoxidable introducidas en un corcho, clejando tres
milímetros fitera de él ( véase dibujo) ; de esta forma, apoyando la base sobre el fruto, los cortes serán de la misma
l^rofuncliclad. La tolva de plástico se coloca conforme se
aprecia en la fig^ura, sostenida en tres palos.
Caracteres vegetativos y botánicos.
Más que árbol, el papayo es un arbust^ ^. Sus grandes
hojas, de color verde, penden cle unus largos pecíolos. La
duración de su vida es cle siete a quince arios, pero clesde
el punto de vista económico no debe permanecer en pie sino
dos años. La descripción de las flores y el resultado de su
fecundación tienen gran interés, ya que su perfecto conocimiento es fundamental para el buen rendimiento del cultivo.
Los arbustos de papayo tienen tres clases de pies diferentes : unos en los que solamente existen flores femeninas,
otros en los que se encuentran flores hermaf roditas y otros
pies que sólo tienen flores masculinas.
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Fig. 2.-Tolva de plástico colocada en el árbol
para recoger. el látex.
Arriba, utensilio usado
para hacer las incisiones en los frutos.
Flor f evrtenincr-.-^1 cáliz está formado por una corona
o estrella de cinco puntas muy pronunciada y fácil de distinguir. Encilna de éste se encuentra el ovario, cubierto por
los sépalos ; éstos son cinco, de color blanco amarillo, y
cuando muy tiernos, ligeramente tocados de violeta en la
punta; no están soldados; por lo tanto, se separan fácilmente.
Los estigmas son cinco, de color alnarillo, y tienen forma de abanico, o mejor dicho, de asta de venado; esta flor
temenina es totalmente inconfundible (véase dibujo a tanialio lnitad clel natural).
Los frutos de este pie son muy grandes y globosos.
Flor izer^aaj^rodita.-Tiene los dos sexos y es muy fácil distinguir el árbol que las posee, porque tiene tres clases
de flores diferentes.
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PETALOS ^^
SOLDADOS
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f-PETALOS
PETALOS
SOLDADOS
EN SU
TERCERA
PARTE
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CALIZ--^
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Fig. 3.-Flores de papaya: a, flor femenina cerrada; b, flor femenina
abierta; e, flor masculina; y f, flor hermafrodita elongata.
Una, la llamada f^e^tta^^tdria, es muy pal-ecida a la flor
femenina ; la única diferencia es que al separar los pétalos
se aprecian cinco estambres }^ que el ovario es lobulado, o
sea, que tiene cinco onclas bien pronunciadas. Los f rutos
cle esta flor son globosos ^^ lobulados.
La llamada elnn,qata tiene diez estalnbres, colocados en
clos tandas; la flol- es alal-gada ^^ cle fol-ma cilíndl-ica, al
igual que el ovario. Los frutos procedentes de esta flor son
también alargados.
Fig. 4. - Detalles de
flores femeninas d e
papaya, apreciándose
algunos frutos.
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La flor eonocida por intey^nedia o irregulc^r es un tipo
intermedio entre la peyatandria y la elo^zgata; no es una flor
bien constituida y forma frutos cleforlnes que se aprecian
inmediat^mente después de cuajaclos.
Flc^^- ynascul^ina.-Fsta flor es inconfundible, ya que crece en largos pedúnculos que miden más de medio metro y
en cuyos extremos se encuentran racimos en los que se pueclen contar, en cada uno, 1^ y 20 florecillas.
Las flores en sí, comparadas con las femeninas y hermaf roditas, son peqtteñas ; están formadas por ttn largo tttbo
constituido por los pétalos soldados (gamopétala), en cttyo
interior se encuentran 10 estambres, c^olocados en dos tandas de a cinco cada una. La flor tiene un pequeño pistilo
rudimentario y carece de estigmas. Normalmente, estas flores no dan f rutos, pero cuando lo hacen, éstos están colocacíos en largos pedúnculos y son alargados y de poca
calidad.
Fig. 5.-Planta «macho»
en la que las flores hermafroditas dieron lugar
a fruct.ificación. Además
tiene flores femeninas y
rt- isculinas.
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Propagación del papa,yo.
La plantación puecíe hacerse veg^etativamente, por mecíio de estacas, y principalmente por semillas, que es la manera más económic:a v
_ adecuacía.
Para hacerla por el primer procedimiento hay que disponer de estacas ; éstas se log^ran de las ramificaciones del
arbusto. Puesto que, normalmente, un papayo no se rami^ fica a no ser que sea viejo, después de los tres años, un
procedimiento para obtenerlas consiste en cortar la cabeza
del arbusto (cogollo ) y obligarle a ramificarse por los lados ;
cuando estos brotes tengan unos 25 ó 30 centímetros, se cortan a ras del árbol. Se sumerg-e la parte cortacía en agua.
caliente para evitar que se derrame mucha cantidad de savia.
(cauterización ) y a continuación se pasan a macetas de plástico de color- negro, de unos 35 centímetros de profundidad
por 20 de diámetro, que se habrán llenado previamente con
una tierra que tenga buena proporción de arena y materia
orgánica. Se colocan las macetas bajo un cobertizo donde
haya calor y no les den directamente los rayos del sol, y allí
se mantienen con buena humedad hasta que se observe que
las estacas han emitido raíces y están bien arraigadas, momento éste en el que se llevarán al terreno después de haberle aclimatado oportunamente.
Este procedimiento tiene la ventaja de que se puede saber si el árbol es hembra o hermafrodita y si es una clase
buena o mala.
La desventaja consiste en que es muy caro, ya que se:
necesitarían muchísiinos pies para obtener las estacas.
Para hacer los semilleros, lo más económico y práctico
son las macetas de turba o de plástico neg^ro. Estas deben
tener una profunclidad de unos 15 centímetros por 10 de
cíiámetro. Las semillas eleg^idas cíeben estar bien conformadas; conviene frotarlas con tierra de construcción (arena.
negra o dorada ) para quitarle la gelatina que a veces la
roclea. Esto se hace poniendo en un puñado de tierra quince
o veinte semillas v frotándolas con las dos manos.
La tierra para la siembra debe ser suelta v con buena
Fig. 6.-Arbol de pap a y a femenino con,
aproximadamente, año
y medio de desarrollo en el terreno de
asiento.
proporción de materia orgánica. La semilla se enterrará
unos cinco milímetros. Es conveniente poner dos o tres en
cada maceta, para luego hacer un repique. A continuación
se colocarán bajo un cobertizo donde no les falte la humedad. A los diez días de la siembra comenzará la germinación, y cuando las plántulas tengan un tamaño de 10 a 15
centímetros, ya están en situación para ponerse en terreno
definitivo. El poder germinativo de la semilla se pierde
pronto.
Plantación.
A1 efectuar el trasplante hay que procurar que la planta
quede enterrada al mismo nivel que estaba en la maceta, ya
que si se cubre el tallito demasiado, la planta muere.
En el tel-reno elegido deben abril-se hoyos de unos 50 centímetros de anchura y longitud por 80 de profundidad.
El mal-co de plantación adecuado puede ser de dos a tres
metros.
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Fig. 7.-Modo correcto de efectuar
el trasplante.
Factor muv
importante es
que el terreno
tenga un buen
clrenaje. A la tierra debe mezclársele un estiércol bien hecho v una buena proporción de abonos minerales, pero procurancío que, inicialmente, no estén en contacto con las raicillas, principalmente si el estiércol aún está sin transformar
o en períocío de fermentación.
En el caso de que no se haya practicado el método de
autofecundación (o polinización cruzada con hembra hermafrodita), deben plantarse en cada hoyo tres matitas, y
al lleg•ar la época de la floración se eliminan los machos y
las plantas hembras más débiles; debe procurarse dejar un
macho por cada 15
plantas hembras.
Normallnente el
papavo jwen no ranlifica lateralmente,
pero si lo hace deben
quitársele en seguida los brotes.
Fig, 8.----Planta adulta de papaya hembra
con ramas bajas. La
papaya es arbusto de
desarrollo precoz.
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Obsérvese que de hacer la plantacióii sabiend^ que los
pies son hembras o hermafroditas, el ahorro de abonos,
ag-ua ^^ mano de obra es grancle, ^^a que no se mantienen
plarrtas iníttiles que posteriormente tendrían que ser arrancadas.
Condiciones requeridas para el buen desarrollo del arbusto.
S'^relo.-I'rosl^era bien en <liferentes clases de terreno,
siempre que éstos sean profundos y drenen bien.
Cli7na.-Las temperatw-as de Canarias son mu^- favorables para el buen desarrollo del cultivo.
^
Ll árbol puede resistir ligeros f ríos ; sin ernbargo, el calor le es necesario para el buen desarrollo, y la f alta de calor
retarda el crecimiento y merma la producción.
Vieytitos.-A pesar de stt porte, con hojas }^ frutos muyg^randes, lo qtte hace pensar que el arbttsto es sensible a los
vientos, no es así. El tallo tiene cierta flehibilidad, al igual
que los larg^s pecíolos ; los pedíuiculos de las flores están
sujetos fuertemente al tallo, siendo muy difícil su desprendimiento. Los vientos pueden romper algunas hojas, pero
no suelen dañar flores ni frtttos. En las zonas ventosas,
como Agaete (Gran Canaria), donde los ag-uacates pierden
todas las flores por el viento, el papayo florece ^- f ructifica
hien.
Ar^^ta^.-^oporta bien la sequía, con cletrimento de stt
proclucción. Con 2.000 metros cúbicos por hectárea cle agua
al año, distribuiclos en cortos riegos con perí^^dc^s de quinrc
días, se obtienen buenas cosechas.
La plantación de este frutal se presta niu^- bien al ar<^^lc:hado del terreno por medio de plásticos cle color negro,
siendo mayor el rendimiento del árbc^l al evitarse el crecimiento cle malas hierba^ ti- mantenerse hírmedo el terreno.
Abozaa^^n.-Ln los seis lrrimer<^s meses de vida, el arbusto necesita abundante nitrógeno; éste debe ser suministraclo en los diferentes riegos, l^rocurando incorprn-ar al
terreno durante tocío el cultivo un<^s 700 gramos cle suliatc^
Fig. 9.-Obsérvese la inflorescencia y frutos que
están colgando de largos
pedúnculos.
amónico por pie, añadiendo en el I^rimer semestre de cultivo 350 gramos y el resto en los meses sigttientes.
A1 hacerse la plantación deben incorporarse al terreno
y mezclarse bien con la tierra unos 400 a 500 grainos por
mata de sulfato de potasa y otro tanto de superfosfato
de cal.
Fructificación.
llespués del trasplante, la papaya puede fructificar a
partir de los diez o doce meses, excepto algunas variedades, como por ejemplo la «Bett}-», que florece a los dos o
tres meses de plantada y f ructifica muy pronto.
Es conveniente hacer un aclareo de flores y f rutos, eliminando los más defectuosos y procurando que éstos no salgan amontonados, para evitar deformaciones; también deben eliminarse las hojas que están en medio de los frutos.
El árbol estará produciendo fruta durante varios años,
pero desde el punto de vista económico, la plantación no
debe estar en el terreno más de dos años.
Fig. 10:--N6tese como
en esta papaya henlbra sus frutos son redondos e insertos al
tronco sin apenas pedúnculo.
Recogida de la fruta.
El m^nuento oportuno es cuando se observe que la fruta
c^^mienza a amarillear. Como la fruta es delicada, la recogida debe hacerse con cuidaclo de no g^olpearla; para evitar
esto clebe irse colocando en cajas cuyas paredes }- fondos
estén recubiertos con material esponjoso.
La conservación de la fruta, con el fin cle enviarla a los
mercaclos, es aceptable. ^^ temperaturas cle 10 a 11 ^rados
centíg^raclos la duración del fruto es mayor, pero las tem1>eraturas inferiores a éstas son muv peligrosas para la ca]idad ^- conservación.
Organización del cultivo.
Con el fin de mantener una ordenacióll aderttada clel cultivo, conviene que todos los años se haga plantación cle set^iillas para sustituir a los árboles quc ya han cumpliclo dos
^lrios. Después cle esta eclad, el papa^-o es muy grancle, lo
que hace más costosa la recogida del fruto o la obtención
del látex, y la proclucción comienza a disminuir.
Los árboles femeninos son los mejores para la e^tracción del láte^, ya que el fruto es mttcho más ^^rancle. Sin
Fig. 11. - Cultivo
asociado de mango
y papaya.
embargo, l^ara la obtención de frutos para consttmir como
postre son preferibles los pies hermafr^ditas, por tener los
lrtrtos menor tamaño y ser más conlerciables.
Con el fin de clisponer sieml^re de ^lantas hembras y
hermafi-oditas, evitando n^antener pies machos, que son iinhroductivos ^- poco rentables, se hace necesario el practicar
la autol^olinización o holinización cruzada entre plantas femeninas v hern^afroditas o entre hermaEroditas. Esto se
hace basándose en due siempre que cruzamos una planta
hermafrodita con una hembra se obtienen frutos cuyas seinillas, una vez plairta^las, nos dan arbustos hembras y her^nafro^litas, _^- siemhre que cruzamos flores hermafroditas
entre sí, las semillas ^lel fruto que se forma tarnbién dan
hlanta^ heinbras ^- hernlafroditas.
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1'ara lograr la autofecttnclación o el cruzamiento se procecle cíe la forma siguiente:
Se eligen los árboles femeninos y herlnafroclitas que
mejur hayan fructificado, y cuanclo las flores están bien forinadas se hurga clentro de ellas con un pincelito o pluma
de ave muy suave, procurando llevar el polen a los estigmas. Una vez hecho esto se cubren las flores así tratadas
cc^n una bolsita cle plástico blanco o papel de celofán, perlnaneciendo así hasta que se observe que ha cuajaclo el
íruto.
Como cada fruto contiene de 800 a 1.000 semillas, basta con que esta operación se haga en cuatro o en cinco flores para disponer de gran canticlad cle. simiente.
• La autofecundación puede hacerse naturalmente, sin
intervención per,onaí, sienlpre que se teng^a la certeza de
que no hay peligro de contaminación con polen cle pie masculino ; sin embargo, esto es muy arriesgado.
Variedades.
Por ser árbol que se propaga principahnente por semi]la, son niuchísilnas las razas y varieclades que e^isten, y
cacla vez se obtienen nuevas.
Cc^n el fin de hacer tzna buena plantación convendría
Fig. 12.--Papayo de la
variedad «Solo».
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utilizar las variedades que están naturalizadas en nuestras
islas y que mejor vegetan y frttctifican.
Colno variedades interesantes para Canarias están la
«(^raham» ^- la «Fairchild», esta última para zonas altas.
Entre las mejor consideradas están la «^olo», cuyo fru-
to, en las plantas hermaf roditas, pesa unos 450 gramos ; la
forma es de pera, la cáscara dura y- el sabor duíce. F_sta
variecíad ha sido desplazada por la «Puna», q_ue tiene mejores características que la anterior. Sin embarg^o, habrá
que comprobar su resultaclo en las islas, ya que son plantas obtenidas en Ha^^^ai.
Plagas y enfermedades.
Como aún no hay plantaciones extensivas cle este cultivo en Canarias, tampoco han aparecido las plag^as especializadas. Son sensibles al ataque de los nematodos _v araña
roja, y también a la mosca de la fruta.
Hay gran níimero de virus que causan mucho claño a
este cultivo, pero poi- el momento no se conocen aquí; sería
conveniente no traer plantitas ni semilla de fuera, para no
introclucirlos.
Es planta muy delicada en cuanto a los tratamientos,
principalniente respecto de los insecticidas fosforados, los
cuales, a dosis normales para otros cultivos, son capaces
cle destruir al papayo, al cual se le arrug^an las hojas o éstas
adquieren la forma de «pata de pato» o bien se pudre el
cogollo.
PUBLICACIONES DE CAPACITACION AGRARIA
Bravo Murillo, 101, Madrid-20.
Se autoriza la reproducción íntegra
de esta publicación men^cionando su
origen, «Hojas Divulgadoras de] Ministerio de Agriculturav.
n^-r^sito te^at, i\t. 3.109 - 1Qss.
cr^^ficas uxuina.
Meléndez Valdés, 7.
Riadrid, 196R.
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