COLABORACIONE 4 17 de novie nbrel1992 Gregorio Prieto que estás en los cielos - Me llama por teléfono la poetisa Sagrario Torres, en esta nebliscente mañana de noviembre, y me comunica que Gregorio Prieto acaba de fallecer. Era una noticia casi esperada desde que hace un par de meses sufrió una afección pulmonar grave. Desde la ventana de mi alcoba. En esta hora temprana del día, aparecen difuminadas, vestidas por la niebla, las ramas desnudas de los chopos. El otoño ha llegado y las hojas doradas yacen sobre el campo solitario cubriéndolo con una alfombra hecha de sueños y de ilusiones ya perdidas. Tenía que ser en otoño cuando este poeta en línea, que era Gregorio Prieto, dibujara en el aire la últimas parábola, el último suspiro. Hombre solitario, observador profundo, que con su penetrante mirada de artista excepcional, entraba en la mente de cualquier interlocutor, adivinando sus pensamientos. Yo lo evoco hoy aquí, cuando aún su cuerpo espera reposar para la eternidad en la última morada, en aquellos primeros contactos en su casa de la calle Serrano, vuelto él ya de su voluntario destierro, rodeado de arcángeles, ofreciéndonos el te con aroma inglés, al calor de una mesa camilla. Porque yo siempre fui para él "el malo" de los Creis. Y llevaba razón. De esto hace ya casi cuarenta años. Era entonces un hombre vivo, astuto, desconfiado ante sus enemigos y por eso recurría a la protección celestial de sus arcángeles. Pero en el fondo de su actitud, recelosa en apariencia, sólo latía un corazón de niño. SabMente dirigido y encauzado por valdepeñeros insignes, como Esteban López Vega, Antonio Sánchez Ruiz, Emilio Ruiz Parra, Vicente NeIlo y otros, y por miembros de su fundación como José Mi- 1 Capilla ardiente con los restos de Gregorio Prieto guel Odero, José Antonio García Noblejas y la hija de éste, Conchita, vino a rendir a Valdepeñas el tributo más gra~de que nunca se hubiera podido soñar: el Museo de la Fundación que lleva su nombre. Uno de los mejores exponentes de generosidad y de amor por un pueblo y por la cultura de una región como es la Maincha. Nunca pensamos, los que pudimos seguir de cerca la vida austera y solitaria de Gregorio Prieto en las décadas anteriores a su desembarco en V'aldepeñas, que un artista pudiera ser tan altruista y desinteresado, para con su tierra y cctn los suyos; él, que se alimentaba en su casa de Madrid con un puñado de arroz y poco más, ha sabido legar a su aiudad natal un tesoro artístico de incalculable valor cultural. La Fundación Gregorio Prieto no sólo es el escaparate donde se muestra su ingente obra pictórica, sino un faro difusor de cultura y de promoción artística. El no tenía más entorno familiar que su obra y su Fundación. Su amor a la Virgen de Consolación, a la que veneraba -yo creo que por encima del concepto de Dios- ha quedado expresado en esos magníficos dibujos que penden de las paredes de su museo y de la propia parroquia de la Asunción. Seguro que Ella habrá salido a recibir su alma limpia y pura con el manto protector, tantas veces evocado por el artista que se consideraba ya, él mismo, subido a los altares aquí en la tierra. Valdepeñas, Castilla-La Mancha y España entera han perdido uno de los pintores más significativos del siglo XX y, sobre todo, el mejor dibujante de la pintura moderna. Ha muerto, pero su obra -más de 3.000 cuadros y dibujos queda viva para gozo de los presentes y de los que vengan después en ese caserón -museo donde se ha sabido conjugar acertadamente la arquitectura manchega del siglo XVlll con la pintura de artista valdepeñero. Gregorio Prieto fue un pintor que trabajó para gozo y disfrute de su propia obra, vendió muy pocos cuadros y gracias a su austeridad hoy pueden verse, reunidos en un bello museo, los más importantes cuadros y dibujos de su labor creadora. Gregorio Prieto supo retirarse a tiempo y últimamente sólo dibujaba estrellas, sabía que su misión como pintor ya estaba cumplida y su satisfacción como artista colmada plenamente con la visita del Rey a -su Fundación con motivo de imponérsele la Medalla de Oro de las Aries de Castilla-La Mancha y, posteriormente, con el traslado a su mismo museo de la Academia de San Fernando, para nombrarlo académico de honor de dicha institución. Actos, ambos, que Ilenaron de lágrimas y de emoción sin límites sus noventa años de dedicación a las Bellas Artes. Vivía sosegada y tranquilamente en la Residencia de Nuestra Señora de Consolación en su pueblo natal, bien atendido por las Hermanitas de la Caridad. Valdepeñas llora la muerte de uno de sus más ilusties hijos. Seguro que su alma habrá encontrado ya la paz eterna en ese cielo lleno de luz y de color orlado de estrellas. Las estrellas que día a día iba pintando hasta hoy en que ha encontrado definitivamente la mano de dios. Francisco Creis Córdoba Xaro y su laberinto de pasiones Se muestra en la Casa de Cultura de Valdepeñas, una exposición de pinturas de la artista alcazareña Xaro, con el epígrafe "Flores y Enigmas". La pintora es una creadora de nuestra tierra que en su trayectoria plástica, viene aportando una forma especial de sentir el arte, además de ser una joven promesa que trae aires renovadores, en el a veces abúlico panorama artístico provincial. Xaro nos oferta sus últimos trabajos, encuadrables -por encuadrar-, dentro del postmodemismo, pues utiliza axiomas de esta corriente para describir su concepción lírica de la pintura. Concibe sus realizaciones, fragmentando -a veces- la superficie del cuadro en parcelas humanas, en otros casos amalgamándose con elementos expresionistas que son \os que conforman a primera vista sus composiciones, o bien aderezando otras obras, mediante collages o insinuando esquematizaciones y motivos abstractos. Xaro mezcla y recrea sus visiones plásticas, con elementos de todo tipo. Utiliza trazos suaves, espontáneos pero definitorio~de la idea que desea plasmar. Las tonalidades cSl das y colores puros juegan papel que le han destinaou para perpetuar imágenes esenciales, que nos referencia su mundo comprometido fundamentalmente con lo social. La pintora es vitalista, siente amor por la vida, las flores, los besos, el rock, el asfalto..., los enigmas. El ser humano. Su propuesta plástica rezuma su propia cosmogonia y deja entrever los compartimentos de su interior, de ese lugar sensible que anida en los vericuetos de su persona y que se manifiesta en esas policromías armoniosas, que acotan y definen fragmentos de existencias. Xaro hace tiempo que destapó su caja de muñecas y dejó que vivieran su propio argumento y narraran sus íntimas vivencias. Ella asiste perpleja al discurrir de la vida. Su "vouyerismo" es el de un paseante anónimo por parques y jardines, que sorprende a parejas en su comunicación, o bien rostros enigmáticos de seres de una mitología cotidiana, que aparecen y desaparecen fugazmente, o flores sin nombre que Xaro inventa en el último momento y comienzan a existir solamente cuando oficia el rito iniciático de vibrar ante un lienzo con su varita mágica embadurnada de color. "Flores y Enigmas" es su apuesta para intimidarnos / motivarnos. ella se nos muestra como una gran seductora, una bruja / maga que se ha tridimensionado entre las paredes de su Alcázar, para mostrarnos lo que habitualmente atrapa con sus redes de hilos invisibles y que periódicamente nos muestra consciente de nuestra fascinación. Pero Xaro en la consecuencia de su aventura, es una niña que está creciente y se pierde irremisiblemente en el laberinto sin fondo de las pasiones humanas. Allí es donde ella bucea y nos descubre el perfume de las flores y el aroma añejo de nuestros propios enigmas. José González Ortiz Escritor. Crítico de arte, miembro de AECA Diálogo de Conforme los humanos traspasan la frontera de la tercera edad, hablan más pero escuchan menos. Lo más parecido a un diálogo de sordos es una tertulia de ancianos. Se desarrolla, poco más o menos, así. -Este verano fuí a Mérida -inicia uno la conversación, esperando que le pregunten por los lugares que visitó. -La Costa Brava es estupenda. Un sobrino mío fue en julio con su esposa y sus tres hijos y pudieron bañarse todos los días -le contesta otro, chafándole al primero sus ansias de contar sus experiencias. -Lo importante del Tratado de Maastricht- interviene uno que se las da de leído y no veanea- es que los jubilados de Francia, Alemania y España podremos reunirnos en las mismas cafeterías. -Yo fuí a Alemania -intercala otro tertuliano que sólo escuchó que se mencionaba a Alemania y quería presumir de viajero-, y allí había trabajado para todos. -A mí me duelen las articulaciones p o ~las noches -comentó uno y, dirigiéndose a la mayoría, interpela- 'sabéis de algún remedio? -La que casi no ve es mi mujer -le responde otro, aprovechando que se hablaba de una Wencia-. Por eso puedo hacerle trampas cuando jugamos a las cartas por la noche. -De la vista operaron a mi hermano en Barcelona y, .después de un mes, continuó yendo al bingo dice uno que quiere monopolizar las dolencias oculares. -La lotería es mejor. Yo juego todas las semanas al bonoloto, a la primitiva, a la lotería y a las quinielas -explica un aficinado a los juegos de azar-. Si queréis, os cuento cómo mi vecino hace para rellenar las quinielas. -Si tu vecino quisiera que conociéramos su sistema, vendría a la tertulia -le replica alguien con cara de pocos amigos. -Ya vino, pero cuando comenzó a hablar de su sistema para rellenar el boleto, uno le dijo que el mejor relleno era el que hacía su suegra, oriunda de Almendralejo. -En Almendralejo vivía un chico que hizo conmigo la mili -terció otro contertulio. Ya se sabe: antes faltarán peces en el mar que le falten al viejo cosas que contar. Victor Olmos