www.ceid.edu.ar - [email protected] Buenos Aires, Argentina EGIPTO. EL DÍA DE LA IRA 31/01/2011 Athina Kemou Análisis del Observatorio Electoral TEIM - www.opemam.org ∗ El ‘día de la ira’ marcó el comienzo de las masivas protestas callejeras en Egipto. La ira se desencadenó en la ‘rebelde’ ciudad de Mahalla1 y se extendió a otras seis ciudades del país. En la plaza Tahrir (liberación) más de 10.000 cairotas (según el gobierno) alzaron su voz contra Hosni Mubarak y su hijo Gamal gritando "Abajo Hosni, abajo Gamal", y pidieron el fin del estado de excepción y del gobierno de Mubarak. Los manifestantes también expresaron sus demandas relacionadas con las condiciones económicas del país. El inicio de la revuelta coincidió con la fiesta nacional en honor de la policía. Pocos se acuerdan que el 26 de enero de 1951, tuvo lugar el ‘día negro de El Cairo’, o ‘la segunda revolución’2 cuando la ciudad fue incendiada por manifestantes que se opusieron al régimen de aquella época y la dominación extranjera, preámbulo de la ‘revolución’ de los Oficiales Libres. ∗ Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos, Universidad Autónoma de Madrid, http://www.observatorioelectoral.es/ImgBase/AE-Egipto_2011_El_dia_de_la_ira.pdf 1 Mahalla, centro de la principal industria textil de Egipto, se considera como una ciudad símbolo del activismo político y social egipcio. En 2008 hubo una explosión de protestas obreras que fueron duramente reprimidas por el régimen. 2 La primera revolución de 1919 contra la ocupación británica en Egipto y Sudán. 1 Inspirados por la revuelta tunecina los egipcios salieron a la calle pensando que “los tunecinos no son mejores que nosotros”3. El régimen respondió con represión masiva. Los cuatro muertos, entre ellos una niña y un policía en el tercer día de protestas, y arrestos masivos4 son consecuencia de la violencia cruda del régimen, e indicador de su miedo. Sin embargo, los manifestantes contestaron con la misma dinámica atacando a la policía5 quemando y destruyendo coches oficiales, etc. El caso tunecino presenta muchas similitudes con el caso egipcio. El régimen egipcio encabezado por el presidente Hosni Mubarak, que ocupa la presidencia los últimos treinta años, controla casi todos recursos del poder relevantes, con la excepción del discurso ideológico, controlado principalmente por la Hermandad Musulmana. El régimen de Mubarak, un aliado fiel de Washington, disfruta la imagen de gobernar un país semidemocrático, que celebra regularmente elecciones tanto presidenciales como parlamentarias, contando con más de 26 partidos de oposición legalizados. En paralelo, el país sigue los pasos indicados por las instituciones financieras internacionales acelerando en los últimos años las políticas de liberalización económica. La ‘buena’ conducta de Mubarak está reconocida a nivel internacional, como lo demuestra el constante apoyo político, económico y logístico de la administración estadounidense. Y no se ha de omitir el apoyo europeo aunque en un grado menor, por la falta de intereses fuertes. Como en el caso tunecino, la larga imposición de prácticas autoritarias, reforzadas constitucionalmente por un estado de excepción prácticamente en vigor desde 19676 anula casi toda la posibilidad de un cambio real. Los partidos de oposición cuentan con poca organización debido a una serie de razones. En primer lugar, el retorno del multipartidismo vino como regalo del anterior presidente Anuar al-Sadat y no como consecuencia de presiones sociales, algo que debilita su papel. En segundo lugar, los partidos de oposición se mueven en un marco muy controlado por el régimen, y su margen de acción está regulado por la 3 Palabras de Adel Abou Zeid, miembro del partido al-Ghad. www.almasryalyoum.com/en/news/protesters-declare-open-ended-sit-tahrir-squareexperts-fear-escalation 4 Hasta el día 27 de enero los informes oficiales hablaban de 700 arrestos mientras que fuentes extranjeras hacían referencia a 1000. 5 Es interesante de subrayar que existe material escrito y audiovisual que indica la integración de policías en el movimiento. 6 Anuar al-Sadat dio fin al estado de excepción en mayo de 1980. Su asesinato en octubre de 1981 hizo que el régimen reactivara la ley que sigue renovándose en el parlamento. 2 ley de emergencia que impone entre otros la interdicción de asamblea, manifestación y libertad de prensa. Al mismo tiempo, no se puede negar la responsabilidad propia de los partidos de oposición, considerados como “one man show”. El autoritarismo dentro de los partidos políticos, las competiciones internas, y la relación clientelar entro los líderes de oposición y el régimen contribuyen considerablemente a la debilitación del papel opositor. La Hermandad Musulmana, considerada como la fuerza opositora más influyente en Egipto actual a pesar de estar ilegalizada, cuenta con mayor flexibilidad respecto a las limitaciones y obstáculos que enfrenten los partidos legalizados. La división interna entre reformistas y conservadores así como la frecuente colaboración de la organización, directa o indirecta, con el régimen debilitan su influencia en la sociedad egipcia. Pero más importante e indicativo del papel real de la Hermandad y de sus intereses es la falta de voluntad de los líderes de la organización en promocionar un cambio democrático, subrayado entre otros por el modelo autoritario que rige su funcionamiento interno. Indicativo de eso es la prisa de la Hermandad en declarar que la organización no participa en las manifestaciones7. Egipto no es Túnez Los movimientos populares que vieron la luz con la segunda intifada y continuaron con la ‘primavera del Cairo’ de 2005 pusieron el país en un proceso de despertar lento pero continuo. Con la cercanía de las elecciones presidenciales de 2005 las demandas políticas se convirtieron en laborales y económicas con la formación de ‘Kefaya’. La creación de la ‘Asamblea Nacional por el Cambio’ encabezada por Mohamed El Baradei –ex Director General del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y premio Nobel de la Paz– representó uno de los ulteriores esfuerzos de una parte de la sociedad egipcia por exigir cambios políticos que sin embargo fracasó8. 7 Sin embargo miembros de la Hermandad participan individualmente. Las declaraciones se pueden consultar en http://www.almasryalyoum.com/en/news/mbwe-didnt-participate-tahrir-square-demonstrations 8 En un intento de avergonzar al régimen, la 'Asociación Nacional para el Cambio’ compuesta por los principales grupos de oposición, incluyendo la Hermandad Musulmana, y los partidos de oposición, con la excepción de Neo Wafd, del partido nasserista y de Tagammu’ propuso un boicot masivo de las elecciones parlamentarias de 2010. A pesar del acuerdo inicial los partidos de oposición y la Hermandad finalmente participaron en las elecciones aunque el excesivo fraude de la primera 3 Pero Egipto no es Túnez, no sólo porque es el estado árabe más poblado, sino porque Egipto ya no es una dictadura perfecta. Su imperfección se deriva de la profunda división entre la nueva y vieja guardia del régimen de los últimos años. La avanzada edad y precaria salud del actual presidente están generando una feroz competencia entre las dos principales facciones del régimen en relación a la sucesión de Hosni Mubarak. La vieja guardia encabezada por Omar Suleiman se opone a la imposición de Gamal Mubarak, hijo del presidente y representante de la nueva guardia compuesta principalmente por empresarios. Los intereses de la vieja guardia conectados con la preservación de papel protagonista del estado y del ejército chocan con los intereses de la fracción joven del régimen que desea una liberalización mayor económica de Egipto. Egipto tampoco es Túnez porque los intereses de Washington no dejarán que se rompa su alianza privilegiada. Indicativo de la inquietud americana fueron las primeras declaraciones de Hilary Clinton, Secretaria del Estado de Estados Unidos, subrayando que el gobierno egipcio es estable y busca las medidas para contestar las aspiraciones de los ciudadanos. Mas indicativa aún es la comunicación telefónica que el presidente estadounidense tuvo con Hosni Mubarak, la primera de Obama con un jefe de estado árabe desde que el presidente tunecino Zine el Abidine Ben Ali huyó del país el 14 de enero. ¿Puede el ‘día de la ira’ terminar en un cambio real? El pesimismo predomina: ningún actor, sea egipcio sea extranjero, aparte el pueblo egipcio quiere en realidad un país democrático. Pero la continuidad de las manifestaciones y la dinámica y violencia de las mismas dejan margen de optimismo. Un cambio aparente no parece muy fácil. De un lado la situación económica9 tanto local como internacional deja poco margen de satisfacer las demandas económicas del pueblo egipcio, aunque es muy probable que los mecanismos rentistas se pongan en marcha, apoyados por Washington. A nivel político, el régimen podría proponer la celebración de unas nuevas elecciones parlamentarias para pacificar la vuelta les obligó a abandonar en la segunda. Los resultados fueron de 440 escaños para el Partido Nacional Democrático, sobre un total de 508 escaños, el Neo Wafd seis escaños, Tagammu cinco escaños y los partidos Al-Ghad, Al-Gil, Al-Salam y la Justicia Social, un escaño cada uno. Por último, la Hermandad Musulmana ganó un escaño de Mohamed Ashour, que participó en la segunda vuelta a pesar de la decisión del grupo a retirarse. 9 El segundo día de revueltas la libra egipcia tocó el nivel más bajo respecto al dólar americano desde 2005. 4 gente y la oposición. Pero es poco probable que abra voluntariamente el camino a la elección de un presidente elegido democráticamente. En ese contexto, las declaraciones de Mohamed El Baradei10 que se ofrece a liderar una transición democrática en Egipto parecen tener poco valor, considerando la falta de capacidad del ex director del OIEA a controlar poderosos actores egipcios. El futuro de Egipto depende de la capacidad de la población egipcia a mantener el carácter masivo y militante de las manifestaciones en un momento en que el régimen está en estado de alerta evidenciada no solo por la violencia ejercida pero también por la liberación de algunos detenidos para tranquilizar a los manifestantes. Sin embargo, es posible que el régimen utilice al ejército, entrenado para confrontar ese tipo de amenazas, para imponer la calma. Por el momento el gobierno egipcio decidió aumentar la presencia de policía secreta con 100.000 hombres para enfrentar la situación. En paralelo llamó a los representantes de las comunidades extranjeras de Egipto para pedir su colaboración que se ofrece a liderar una transición democrática en Egipto parecen tener poco valor, considerando la falta de capacidad del ex director del OIEA a controlar poderosos actores egipcios11. 10 Con dos días de retraso Mohamed El Baradei apareció en los medio de comunicación internacionales declarando "Vuelvo a El Cairo y vuelvo a la calle, porque, realmente, no hay otra elección. Hay que estar ahí acompañando a la multitud y esperando que la situación no se ponga fea, pero hasta el momento, el régimen parece no haber entendido el mensaje". 11 Según informaciones no oficiales los representantes de la comunidad griega han sido contactados por el gobierno egipcio, llamándoles la atención hacia los atentados contra los coptos, subrayando que en el caso de derrota del régimen la violencia interreligiosa aumentara y por consecuencia tendrá un impacto a la comunidad griega. 5