UNA APROXIMACION A LA REFLEXION DEL PROCESO EDUCATIVO EN LA FORMACION Y LA PRACTICA PROFESIONAL A.S. Juana Clotilde Ordóñez Colque T.S. Isabel Cristina Hito Montaño Entendemos que en todo proceso educativo de aprendizaje interviene dos sujetos, el docente y el alumno, en la tarea de conocer, que según. Paulo Freyre significa, además de describir el concepto del conocimiento, develarlo en su dimensión real, teniendo ambos sujetos en esta dinámica, posibilidades y responsabilidades diferentes en una perspectiva no antagónica. Existen algunos elementos que explica el comportamiento del docente en el proceso de aprendizaje, caracterizados por la situación de crisis y violencia que vive el país y que manifiesta por las relaciones burocráticas e improductivas que establece en el estudiante y su vinculación fragmentada con el conocimiento, lo que le otorga una devaluada imagen como profesional. Así mismo del alumno, inmerso en el proceso educativo. La crisis social y educativa, se alimenta mutuamente por muchas vías y una de las menos visibles pero más poderosa es por el efecto negativo que ejerce sobre los comportamientos y expectativas de los que enseñan y aprenden, que se traduce en la pérdida de identidad de ambos como sujeto del proceso de construcción del conocimiento, dicotomizando la relación del concepto y la aprehensión de objeto (Paulo Freyre, espacio favorable para la reproducción de la ideología dominante. Así tenemos. •• La fragilidad del conocimiento teórico y alejamiento importante de la actividad investigativa, que se expresa de varias maneras, como falta de profundización en el conocimiento de contenidos, teóricos, débil dominio del estado actual de las disciplinas y de sus aportaciones a la problemática regional y nacional e insuficiente manejo instrumental específico de enseñanza. •• Esta insuficiencia pedagógica se enmascara en la creación de relaciones verticales en el proceso enseñanza aprendizaje, traducidas en posturas de www.ts.ucr.ac.cr 1 autoritarismo de cátedras omnipotentes, no por el contenido, sino con el fin de bloquear las reacciones contestatarias a producirse en el estudiante. •• Esta actuación, se distingue por una falta de identidad del docente con el saber, que significa el reconocimiento de la necesidad permanente de reeducar, de incrementar su cul tura y de tener claro que el alumno asiste a la universidad porque desea y quiere aprender, lo que significa que debe asumir una actitud crítica en su tarea de educador y por tanto que necesita” …. Conocer la realidad y las teorías que existe sobre la realidad y sobre la educación (…) conocer el papel de la universidad y del profesor y ser un sujeto crítico y responsable” (1) Wanderley, J. L. 1986 Los hábitos pedagógicos de educación alienante, ejercicios en la vida escolar previa del docente, tienden a ser reproducidos críticamente, en el proceso de enseñanza que orienta, tales como: solicitar que los alumnos usen la bibliografía que el no utiliza, considerar el error como equivocación de la práctica educativa y no como parte del proceso de aprendizaje diálogo como respuestas abstractas a la curiosidad del alumno, la evaluación como control, es decir un conjunto de actitudes que van a reprimir la relación crítica de crecimiento del docente y alumno. A este respecto Gramsci señala el perfil de un educador “… es aquel que no aparta al alumno de las grandes fuentes clásicas del pensamiento y no se interpone como un intermediario que de hecho impide la comunicación directa entre los verdaderos y grandes intelectuales…”(2) Gramsci A. 1987. Nicholas Burbules, agrega con respecto al tema que enseñanza significa” … desarrollar en el estudiante, capacidad para el descubrimiento del conocimiento y la revisión de valores (…) el relacionamiento de autoridad debe ser definido en términos de promoción de interés del educando” (3) Burbuls . N 1979. Paulo Freyre, Gadotti, entre otros señala que el educador ejerce autoridad, en el sentido de orientar al alumno a descubrir a conocer a apropiarse del objeto de www.ts.ucr.ac.cr 2 conocimiento, a ampliar y motivar su curiosidad y en este proceso tanto docente como alumno se re -educa, por lo tanto crecen. La falta de experiencia del docente en la actividad profesional y pedagógica, hacen que recurra a mecanismos que escondan esta debilidad, apropiándose de principios teóricos, como educación liberadora o convertir al aula en espacio democrático con el fin de legitimisar sus propias inseguridades de docentes. En la tarea de enseñanza …. “ prefiere participar junto con los alumnos en vez de atreverse a ejercer autoridad moral de aquel que se dispone a transmitir una información solidamente asentada (4) Paiva V. 1982. De esta manera opta por administrar las disciplinas bajo la forma de seminarios, desdibujados los roles que deben cumplir el docente y el alumno. Se rechaza la autoridad como dirección por un anti – autoritarismo casi desprovisto de contenidos. Las materias son impartidas con relativa autonomía pese a existir planes curriculares, pues cada docente tiende a enseñar lo que sabe o lo que necesita saber. Aquel que se esfuerza por cumplir rigurosamente con los programas, lo hace presionado por ser mejor que el docente que lo antecedió y acaba desarrollando sus propios contenidos. El resultado es el vació curricular en el que se diluye tanto la especificidad de cada materia como la organicidad del plan de estudios global. La burocracia universitaria y el sindicalismo, hacen que la figura del docente, adquiere matices ideológicas peculiares, ambos se disputan al académico, terminando por desvirtuar y relegar a segundo plano su tarea educativa, apartándose del compromiso de poner al alcance del alumno el dominio teórico e investigativo que le permitan formarse como persona crítica y responsable. www.ts.ucr.ac.cr 3 El docente, al identificarse como profesional asalariado tiene derecho a asociarse y reclamar por sus derechos que como ciudadano le corresponde, lo que no puede es conducir al alumno hacia sus intereses político partidarista, equivocando la real dimensión del acto educativo. A este respecto Pedro Demo, hace serias objeciones señalando “… militar en un partido es derecho democrático, más la escuela no es un partido. Es abuso de la educación adoctrinar en la sala de aula porque en vez de colaborar con el proceso de emancipación del alumno (…) por otras vía se hace manipulación” Agrega aún más “… muchos educadores críticos solo hacen crítica, destruyendo la coherencia de la conciencia crítica. Mostrar conciencia crítica, solamente puede ser hecho por quien cultiva conciencia crítica” (5) Demo P. 1990. En cuanto al alumno, pueden observarse dos tendencias: una que exigen la democratización del aula, especialmente por influencia del pensamiento de educación para la libertad y la otra descansa en supeditar la apropiación del saber a la obtención del título profesional o conclusión de estudios, más como instrumento de movilidad social o medio para conseguir un empleo de subsistencia. La preparación con que llega el alumno, no son aquellas que garantizan la continuidad en los estudios superiores ya que son dueños de hábitos de aprendizaje que imobilizan el conocimiento (memoristas o estudiosos eventuales). Lo que no desmerece la riqueza de experiencias con que cuenta. Además las condiciones económicas de muchos de ellos no aseguran su permanencia en la universidad, la mayoría son hijos de campesinos, trabajadores asalariados y trabajadores eventuales. Esta desarticulación entre la cultura estudiantil con la peculiar experiencia del docente, hace que se produzca un clima de democratismo descalificador en las www.ts.ucr.ac.cr 4 relaciones pedagógicas cotidianas, obstaculizando el cumplimiento de los objetivos del aprehender y el saber. La reconstrucción que se hace del docente y alumno en términos de comportamiento en la acción educativa, no pretende ser una explicación completa del asunto, más son presiones de aproximación a la realidad, que nos demuestra estar delante de una compleja y profunda crisis de reproducción cultural. La atomización de los sujetos educativos y su dificultad por apropiarse del saber, son los signos más evidentes de ese bloque. Sin embargo cabe la posibilidad de asegurar que las nuevas exigencias de la sociedad, provocará el surgimiento de nuevas tendencias en la educación universitaria, volcadas a explicar y atender este requerimiento, a este respecto Gramsci plantea “La universidad tiene la gran tarea humana de educar (…) para pensar de modo claro, seguro y personal, liberándolo de las dudas y el caos, en el que se encuentran sumergidos, gracias a lecturas mal absorvidas, conferencias más brillantes que sólidas, conversaciones y discusiones sin contenido” (24) Gramsci A. 1968. ASPECTOS DE REFLEXION SOBRE LA PRACTICA PROFESIONAL El servicio social en la actual coyuntura, encara un nuevo fenómeno, la presencia y el impulso de los movimientos populares en la escena socio – política del país, pese a los mecanismos de control desarrollados por el Estado, que exigen una nueva forma de actuación profesional y al que no puede sustraerse por su ubicación en el centro de las relaciones contradictorias entre estado y Sociedad Civil. A este respecto, Ella Carrasco señala” es explicito el reconocimiento de la historia reciente de los movimientos sociales. Que entre otras cosas, hace evidente la www.ts.ucr.ac.cr 5 capacidad del pueblo para generar alternativas y políticas de bienestar y a defender su derecho a intervenir en ellas (7) Carrasco E. 1990. A nivel Latinoamericano, esta necesidad es reconocida por Trabajadores Sociales, que se identifican con el trabajo que desarrollan los grupos populares” … es preciso volcarnos más para las necesidades y angustias, que para el cotidiano de las clases populares, para que colocándonos en una posición de apoyo a sus manifestaciones, podamos colaborar en la construcción de una sociedad más solidaria sobre su propio destino; osea para que las clases populares participen efectivamente de la sociedad. (8) Barboza A.S. 1982. La historia del servicio social nos demuestra, que la acción profesional siempre ha estado atravezada por los acontecimientos que se dan en el entorno social, por ello, hoy su objeto de intervención en el campo problemático son las carencias económico sociales y las relaciones que se generan al interno de ellas. Sin embargo, es sabido que actualmente se continua denominando a la práctica profesional como acción empírica, aislada de la realidad y teórica, concepción que obliga con mayor fuerza a reflexionar y entender esta situación. Para empesar, trataremos de comprender sobre la práctica y su relación con la realidad, no sin antes mencionar que la naturaleza de la práctica de los estudiantes se comprende como parte de la práctica, entendida como categoría de la Praxis. Tomando en cuenta el referencial de Losik se establece la existencia de una práctica utilitaria o fragmentada, por la que el hombre se familiariza con las cosas, las maneja pero que el mismo tiempo no e l permiten comprender la realidad se trata en todo caso de la práctica donde esta ausente la dimensión teleologica del hombre y aquella práctica, que permite explicar el mundo críticamente, es decir se trata de una praxis donde e hombre sabe que produce en la realidad y a su vez www.ts.ucr.ac.cr 6 que la realidad es propiciada por el rescatando su dimensión histórica en la realidad. Praxis, considerada por Karen Kosik” … es tanto objetivamente del hombre y dominio de la naturaleza, cuanto realización de la libertad humana (… ) es la abertura del hombre delante de la realidad y del ser (12) Kosik K, 1976. Esta comprensión significa tener en cuenta que “ la praxis humana, es la comprensión de la realidad humana social como unidad de producción y producto de sujeto y objeto de génesis y estructura” (13) Kosik K. 1976, lo que en buena cuenta considera que en la realidad” …. Las cosas, las relaciones y los significados son considerados como producto del hombre social y el propio hombre se revela como sujeto real del mundo social” (9) Kosik 1976 Podemos afirmar entonces, que la praxis no esta limitada a una práctica en contraposición a la teoría, sino que ella redimensiona la comprensión del hombre y su realidad. Se sitúa como actividad que se produce históricamente creadora de la realidad humana social en un contexto de totalidad. Estas reflexiones, nos aperturan el cambio para establecer una relación de la práctica del servicio social. En principio, la práctica del servicio social orienta su intervención a la atención de situaciones concretas producidas por las relaciones que se generan entre Estado Politicas Sociales y las demandas de los movimientos populares, las necesidades de atención de grupos e individuos marginalizados y en condiciones de pobreza y exclusión socia y en esa medida para explicar su acción recurre al subsidio de varias teorías, como la Psicología, Sociología, Estadística, Derecho, Educación entre otras. www.ts.ucr.ac.cr 7 En consecuencia, las situaciones concretas no deben ser absorbidas de forma aislada de una realidad; deben ser comprendidas como una totalidad de totalidades interligadas dialécticamente, por lo tanto la práctica del Servicio Social, que evidentemente está insertada en una totalidad, no puede intervenir en ella como tal; sino en situaciones concretas, lo que hace que su práctica no contenga todas las determinaciones de la práctica social. Quedarse en esta explicación inmediata de su actuación, estaría frente a una práctica asistencialista en el sentido meramente paternalista y fragmentada, sin recuperar el sentido de orientación hacia una práctica y teoría mayor que implica las perspectivas coyunturales desafíos de la realidad socia. Esto significa que el Asistente Social debe tener conciencia que su quehacer profesional va más allá de una declaración teórica, se trata de potencializar su práctica como un momento de la práctica mayor, lo que supone voluntad de acción y compromiso con la realidad que se descubre, en el proceso de formación e intervención profesional. www.ts.ucr.ac.cr 8 BIBLIOGRAFÍA: 1. ABELARDO “Identidad Iterculturalidad, mestizaje y Diversidad Cultural” 2. BOLETÍN CULTURAL BIZ [email protected] Haba Cuba Febrero de 1996 3. BARÁIBAR, Ximena. “Algunos aportes para la discusión sobre exclusión social”. Artículo publicado en el Boletín Electrónico Surá: www.ts.ucr.ac.cr Costa Rica. 2000. 4. 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