SaduceoS fariSeoS

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Publicación internacional de los adventistas del séptimo día
Vol. 11 No. 4
ENTRE
Saduceos y fariseos
14
Frente a la comisión
de nombramientos
24
Un ángel
en Sudáfrica
27
Símbolos
del Espíritu
Vol. 11 No. 4
N O TA
16
D E
TA P A
Jesús recupera
el centro
Gerald A. Klingbeil
Jesús siempre estuvo más allá
de las limitadas categorías
religiosas.
8Trabajemos juntos
PA N O R A M A
M U N D I A L
14
C R E E N C I A S
F U N D A M E N TA L E S
Frente a la comisión de
nombramientos
Daisy Hall
No es una tarea sino un llamado.
20La cabeza, el corazón y las manos
V I D A
A D V E N T I S TA
Youssry Guirguis
El servicio pleno incluye a los tres.
22Contemplad la perfección de Cristo
E S P Í R I T U
D E
P R O F E C Í A
Ted N. C. Wilson
Una tarea tan grande como la que tenemos
demanda la participación de todos.
Elena White
Somos transformados según lo que miramos.
24Un ángel en Sudáfrica
12Como si hubiera estado
Los personajes en torno a la cruz guardan una
asombrosa similitud con cada uno de nosotros.
Los pioneros misioneros de África enfrentaron
tremendos desafíos y recompensas maravillosas.
D E V O C I O N A L
Chantal J. Klingbeil
H E R E N C I A
Elaine Tarr Dodd
D E PA R TA M E N T O S
3 I N F O R M E
MUNDIAL
3
Noticias breves
6
Informe de noticias
10
Iglesia de un día
11 S alud M undial
Las picaduras de
abejas
A D V E N T I S TA
Congreso de la Asociación General 2015
Por la presente, se notifica que el sexagésimo
Congreso de la Asociación General de los Adventistas
del Séptimo Día será llevado a cabo del 2 al 11 de julio
de 2015 en el Alamodome de San Antonio (Texas,
EE. UU.). La primera reunión comenzará a las 8.00
del 2 de julio de 2015. Se insta a todos los delegados
debidamente acreditados a que se hagan presente
en ese momento.
T. N. C. Wilson, Presidente de la Asociación General,
G. T. Ng, Secretario de la Asociación General
R espuestas
26
a
pre g untas b í b licas
Acechados
27 E S T U D I O B Í B L I C O
Símbolos del Espíritu
INTERCAMBIO
28
DE IDEAS
spanish.adventistworld.org
www.adventistworld.org: Disponible en línea en diez idiomas
Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
2
Adventist World | Abril 2015
I l u s t r a c i ó n
d e
p o r ta d a
d e
J e f f
D e v e r y
B r e t t
M e l i t i
Armar los equipos
E
INFORME MUNDIAL
Iglesia Adventista inaugura
C a s t e l l
grupo de libertad religiosa
en Jamaica
P h i l l i p
s una de las tradiciones más antiguas en
los juegos de la plaza o de la escuela.
Apenas sonaba la campana del recreo, dos
capitanes alineaban a todos y se disponían a
«armar los equipos». Ya sea se jugara al fútbol
(en cualquiera de sus versiones), al béisbol, al
básquetbol o a algún juego autóctono de
competencia, esperábamos ser seleccionados
para «enfrentar» a otro equipo.
En las fáciles y cambiantes alianzas de la
niñez, ser seleccionado para un equipo duraba
solo un rato. Sí, es verdad que nos alegrábamos
momentáneamente al celebrar el momento de
la victoria. Pero los triunfos (y las divisiones)
solían olvidarse muy pronto, desdibujadas por
el fácil compañerismo de los que la pasaban
bien jugando juntos.
A medida que maduramos, sin embargo,
solemos gravitar en equipos más difíciles de
borrar, porque abarcan aspectos de nuestra
historia, cultura, lenguaje y aun nuestra fe. Son
cosas que no desaparecen, como sucedía cuando la maestra nos llamaba nuevamente a clases,
o el cronómetro señalaba el final del encuentro.
Comenzamos a otorgar significado, muchas
veces muy profundo, a los equipos que hemos
formado con los que comparten nuestra identidad escogida. Creemos que los que se unen a
nosotros son «mejores personas», a diferencia
de los «otros», que se han congregado en torno
a un idioma, cultura o postura diferentes.
Por ello, aun entre el pueblo remanente de
Dios, casi todo el tiempo se forman «equipos»,
ya no para jugar o disfrutar, sino para marcar
el territorio o enfatizar un punto teológico o
de conducta. Las afinidades, las creencias compartidas y la comunión se encuentran entre los
más grandes dones de Cristo a su iglesia, pero
él también ha de llorar por las maneras en las
que desgarramos su cuerpo como resultado
de divisiones innecesarias, y en ocasiones no
bíblicas, que hablan más de nuestro deseo de
ganar, que de su oración «para que [seamos]
uno, así como nosotros» (Juan 17:11).
Al leer la reveladora nota de tapa de este
mes, titulada «Entre saduceos y fariseos», lo
invito a orar por un corazón que reciba la
calidez continua del amor unificador
de Cristo, y la persistente lluvia
del Espíritu Santo.
AIRES DE LIBERTAD: Miles de personas asistieron al Festival de
Libertad Religiosa de Jamaica, llevado a cabo en el Estadio Nacional
de Kingston (Jamaica).
■■ La Iglesia Adventista ha inaugurado en Jamaica una sede de su Asociación Internacional de Libertad Religiosa, organización que defiende el
derecho de todas las religiones, en un festival llevado a cabo en Kingston, al
que asistieron importantes funcionarios de gobierno y miles de personas.
Los líderes del grupo, denominado Asociación Nacional de Libertad
Religiosa, dijeron que es necesario porque los jamaiquinos no deben dar
por sentada la libertad religiosa. Para muchos es un tema actual, porque
el gobierno sancionó hace unos meses una ley de flexibilización de la
semana laboral que según señalan algunas organizaciones religiosas, no
protege lo suficiente su día de adoración. El gobierno, sin embargo, insiste
en que la ley no representa una amenaza a la libertad religiosa, porque da
a los empleados un período de 24 horas que puede ser usado con ese fin.
La nueva asociación fue lanzada hace poco durante el primer Festival
de Libertad Religiosa de Jamaica, llevado a cabo en el Estadio Nacional
ante miles de adventistas y miembros de otras denominaciones.
«Nuestra misión es proteger, promover y defender la libertad religiosa de todos y en todas partes. Ahora esa también es vuestra misión»,
dijo a los asistentes John Graz, secretario general de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa y director del Departamento de Libertad
Religiosa de la Iglesia Adventista mundial.
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
3
■■ El Canal Hope de la Iglesia Adventista se está preparando para iniciar sus
operaciones en Papúa Nueva Guinea, al
producir el equivalente de trescientos
programas de media hora en espacio
de un mes.
Un equipo de treinta técnicos del
Canal Hope de diversas partes del mundo se reunió hace poco en la Universidad Adventista del Pacífico para trabajar
con cientos de voluntarios que buscan
producir programas que incluirán talentos locales, sermones y otros contenidos.
«Por la gracia de Dios, estamos haciendo historia en la Iglesia Adventista»,
dijo Edgard López, veterano productor
de televisión y gerente de proyectos de la
iniciativa denominada MEGA Proyecto
Esperanza PNG.
Un Proyecto Esperanza sirve como
4
Adventist World | Abril 2015
el fundamento para el desarrollo del
canal en cada país donde ingresa el
medio y, en este caso, ayudará a esparcir
el evangelio en Papúa Nueva Guinea y
el resto del Pacífico Sur.
«Este es el Proyecto Esperanza más
grande en el que alguna vez se haya embarcado el canal», dijo Kandus Thorp,
vicepresidenta de desarrollo internacional del Canal Hope.
–Shania Lopez, Adventist Record del
Pacífico Sur
Sierra Leona: ADRA
distribuye camas
■■ La Agencia Adventista de Desarrollo
y Recursos Asistenciales (ADRA) está
participando en el único programa de
descontaminación de Sierra Leona,
que fumiga hogares y remplaza colchones y ropa de cama infectados,
en un esfuerzo por impedir el avance
del Ébola.
ADRA dijo que los sobrevivientes
del Ébola están en riesgo de volver a
enfermarse, porque muchos prefieren
esconder su ropa de cama de la descontaminación de los equipos del gobierno
antes que comprar otra nueva.
Sin embargo, equipos de ADRA y de
su socio no gubernamental, Plan Sierra
Leona, están remplazando los colchones
y la ropa de cama en vecindarios de alto
riesgo en las afueras de Freetown, la capi-
A d v e n t i s t
tal de esta nación de África Occidental.
«Ahora están ansiosos de sacarse
de encima los artículos contaminados
porque saben que van a ser remplazados –dijo Gabriel Dankyi, coordinador
del programa contra el Ébola de la sede
local de ADRA–. Esto ha tenido un impacto significativo sobre la población. Y
nos siguen expresando su gratitud».
Desde noviembre pasado, ADRA ha
descontaminado casi mil hogares.
–ADRA y ANN
I n t e r n at i o n a l
Papúa Nueva Guinea: El
Canal Hope hace historia
TRANSMISIONES HISTÓRICAS: Los editores del canal trabajan en
la posproducción desde la Universidad Adventista del Pacífico en Port
Moresby (Papúa Nueva Guinea).
ADRA
Robert Pickersgill, ministro de Agua,
Tierra, Medio Ambiente y Cambio
Climático, quien representó al primer
ministro, dijo que el gobierno reconocía
el «enorme impacto» de la libertad
religiosa en el desarrollo de Jamaica, y
por ello consagró ese derecho en 2011
en una enmienda a la constitución.
El parlamentario Pearnel Charles,
quien representó al líder de la oposición
Andrew Holness, instó a los cristianos
a que se pronuncien contra la injusticia
humana. «Un ataque a la libertad en
alguna parte es un ataque a la libertad
en todas partes», expresó.
Jamaica se incorpora ahora a más
de ochenta países que cuentan con una
asociación nacional de libertad religiosa. En diciembre pasado, Papúa Nueva
Guinea lanzó su propia asociación
durante un festival similar.
–Rhoma Tomlinson, Unión Asociación
de Jamaica
R e c o r d
INFORME MUNDIAL
CONTRA EL ÉBOLA:Un equipo de
descontaminación de ADRA se prepara
para fumigar hogares y remplazar los
colchones y la ropa de cama infectados,
en un vecindario en las afueras de
Freetown (Sierra Leona).
EN EL LAGO MALAUI: Un barco navega cerca de la puesta de sol en la Bahía
Nkhata, desde donde salió el Vipya en su último viaje allá por 1946.
G e o f f
G a l l i c e
/
W i k i c o mm o n s
Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist World
Centenario pastor de Malaui se
lamenta al
recordar naufragio
Patrick Ziba cuenta que cuatro estudiantes
fallecieron después de robar en la escuela adventista
U
na fiesta para festejar cien años
puede ser una gran ocasión de
celebrar una vida. Pero Patrick
Ziba, pastor y educador adventista
jubilado de Malaui, vio ese día como
una oportunidad para compartir una
trágica lección sobre la importancia
de la obediencia, a ciento cincuenta
admiradores –incluido un ministro
del estado.
Ziba relató que cuatro estudiantes
de una institución adventista perecieron
con otras casi ciento cincuenta personas
cuando el barco en el que viajaban
naufragó en el Lago Malaui, después de
rechazar sus ruegos para que aceptaran
el castigo por haber robado. La tragedia,
que sucedió cuando Ziba tenía treinta y
un años, le ha dejado un mal recuerdo.
«Papá jamás se cansaba de contar la
historia a sus hijos para recordarles que
siempre es beneficioso ser obediente –dijo
Margaret Limbe, la quinta de los nueve
hijos de Zimbe, a la Agencia de Noticias
de Malaui–. Nos ha contado la historia
de la tragedia innumerables veces».
La historia comenzó cuando catorce
estudiantes fueron atrapados mientras
robaban maníes o cacahuetes de un granero de la Escuela Misionera Luwazi en
julio de 1946. Durante un tiempo ya se
había notado que alguien estaba robando
ese cultivo de la escuela, hasta que por
fin los responsables fueron descubiertos.
El director dio a los catorce estudiantes la opción de ser expulsados o
enfrentar un castigo que consistía en
que cada uno tendría que cavar una
letrina. Lamentablemente los estudiantes –provenientes todos de la misma
aldea– escogieron irse.
Ziba, que era docente en esa institución, pensó que los estudiantes habían
tomado una decisión equivocada, así
que los invitó a ir a su hogar, donde él y
su esposa los instaron a aceptar el castigo; sin embargo ellos no retrocedieron,
sino que salieron para el puerto de
Bahía Nkhata, donde pensaban tomar
un barco para regresar a su aldea.
Ziba no se dio por vencido. Al día
siguiente, caminó los veinticuatro kilómetros desde la escuela hasta el puerto.
«Encontró a los estudiantes y otra
vez les rogó que regresaran –dijo su
hija–. Pasó todo el día tratando de que
razonaran», pero ellos se negaron.
Así fue que seis de los estudiantes
compraron los billetes y abordaron el
M. V. Vipya. Los ocho restantes salieron
a buscar trabajo para ganarse el dinero
para el pasaje.
El barco, de cuarenta metros de
longitud, realizaba su cuarta travesía
después de haber sido botado un mes
antes, y zarpó con 194 pasajeros y tripulantes, incluidos los seis estudiantes. El
Vipya, fabricado en Belfast (Irlanda del
Norte) en el mismo astillero donde se
construyó el Titanic, comenzó a circular
pesadamente al enfrentar vientos en
contra y de pronto, una ola gigantesca
lo hundió. Al menos 145 personas se
ahogaron en la catástrofe, siendo el peor
accidente de la historia del lago. Solo
dos estudiantes de Luwazi fueron parte
de los 49 supervivientes.
La noticia de la tragedia devastó a
Ziba. Los invitados a la celebración de
su centenario en el Hotel Mzuzu, en
la ciudad de Mzuzu, a casi cincuenta
kilómetros al noroeste del puerto, escucharon que él aún se culpa por no haber
hecho más para que los estudiantes
permanecieran en la escuela. Al reportar
el cumpleaños de Ziba del pasado 28
de diciembre, la Agencia de Noticias de
Malaui expresó que el deseo que tenía
Ziba de ayudar a los catorce estudiantes
ejemplifica su vida abnegada. «Es esta
virtud y disposición de ayudar a otros
lo que hizo que este pastor fuera popular dondequiera iba para hacer la obra
de Dios –expresó–. Acaso ya no siga
predicando, pero la gente aún se refiere
a él en términos elogiosos». n
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
5
C omentario de
noticias
H
ace unos años, mi esposa
Melissa y yo estábamos
viajando por el estado de Idaho
(EE. UU.) en automóvil cuando nos
detuvimos a usar un teléfono. La cabina
de teléfono estaba cubierta de folletos
que incluían un fragmento de un libro
escrito por alguien que afirmaba haber
visitado el infierno. La descripción del
infierno era parcialmente gráfica, algo
entretenida, sumamente increíble y
totalmente no bíblica.
Lo mismo se podría decir de un
libro publicado en 2010, sobre la visita
que hizo un niño al cielo después de
«morir» en un accidente que lo dejó
cuadripléjico. Este libro El niño que
regresó del cielo, de Alex Malarkey, del
que se han vendido más de un millón
de ejemplares, fue transformado en un
filme para la televisión, fascinando a
personas de todo el mundo.
Alex, de solo seis años, pasó dos
meses en coma después del accidente
casi fatal. La maravilla de que recobró la
conciencia se vio eclipsada por el relato
que dio de lo que experimentó mientras
estaba inconsciente. Afirmó que ángeles
lo habían escoltado por las puertas del
cielo, que escuchó música celestial, vio
al diablo y habló con Jesús mismo. Sin
embargo, Alex admitió hace poco que
su historia era nada más que un verdadero fraude.
«No morí –dijo en una carta abierta–. Dije que fui al cielo porque creí que
así recibiría más atención».
El libro ha sido sacado de circulación por su editor, y las librerías ya no
lo ofrecen. Por supuesto, la pregunta
más importante es determinar si habría
que haber publicado semejante libro.
Desde una perspectiva bíblica, la clara
respuesta es «no». La Biblia no habla
6
Adventist World | Abril 2015
John Bradshaw, orador y director, Está escrito
Fraude
celestial:
Cómo un niño de
seis años engañó a todo
el mundo
Una perspectiva bíblica sobre el éxito de
ventas El niño que regresó del cielo
de personas que mueren, van al cielo
y regresan a la Tierra para contar lo
que vieron. Pablo habló de su propia
experiencia de ver el cielo en visión
(2 Cor. 12:2-4), y los profetas Daniel y
Juan escribieron de visiones que habían
experimentado (Dan. 7:9, 10; Apoc. 4).
Jesús regresó del cielo a la Tierra des-
pués de su resurrección para pasar unos
días con sus discípulos. Pero Jesús –al
igual que Moisés, la única otra persona
que la Biblia dice que murió, fue al cielo
y regresó a la Tierra– no dice nada sobre
cómo era el cielo.
F o t o g r a f í a :
W av e b r e a k
M e d i a
/ T h i n k s t o c k
Qué dice la Biblia
Lo alarmante de El niño que regresó
del cielo y de historias similares es
que contradicen directamente el claro
testimonio de las Escrituras. La Biblia
explica que la muerte es un sueño, no
un estado en el cual la gente puede viajar al cielo o a cualquier otro lugar. Jesús
dijo que Lázaro dormía (Juan 11:11), lo
que fue interpretado claramente como
«Lázaro ha muerto» (vers. 14).
La Biblia es sumamente coherente
con este tema. Pablo escribió que los
muertos duermen hasta que Jesús los
levante al momento de la segunda venida
(1 Cor. 15:51, 52), y que los salvados
que estén vivos cuando Jesús regrese
irán entonces al cielo, junto con los que
ya habían muerto en la fe y dormido
el sueño de la muerte. En numerosas
ocasiones, la Biblia se refiere a la muerte
como un sueño inconsciente que dura
desde el momento de la muerte hasta la
resurrección (Apoc. 14:13; Juan 5:28, 29).
Con los años, el enemigo de las
almas ha llevado a cabo una campaña
deliberada y cuidadosamente orquestada para confundir a la gente sobre la
muerte y la vida después de ella. Al igual
que la mayoría de los creyentes cristianos, de chico me enseñaron a creer que
los que morían iban inmediatamente
al cielo o al infierno o, en algún caso, al
purgatorio o limbo. No se trata de un
asunto teológico de poca importancia,
sino una tergiversación de la verdad
que conlleva al menos dos problemas
teológicos sumamente serios: la marginalización de Jesús, y la apertura de la
puerta al espiritismo.
El espiritismo es cosa seria. Se
gastan millones de dólares en psíquicos,
médiums y materiales afines. Alguien
que piensa visitar a un médium espiritista se está poniendo en contacto muy
cercano con el mismo diablo. Esa fue la
experiencia del rey Saúl (1 Sam. 28).
La Biblia deja en claro que el espiritismo será una importante influencia
en los días finales de la Tierra, y que esto
preparará a las personas para aceptar los
engaños finales de Satanás (Apoc. 16:13).
Un amigo me contó hace poco
que después de la trágica muerte de su
hija de veintitrés años, habría buscado
contactarse con ella recurriendo a un
médium, de no haber entendido lo
que dice la Biblia sobre la muerte. Ese
relacionamiento con el enemigo tiene
consecuencias desastrosas.
La comprensión errónea de este
tema también reduce el papel de Jesús.
En Juan 11:25, Jesús explicó a la hermana de Lázaro que él es «la resurrección
y la vida». Sin Jesús, los muertos no
tienen esperanza de vida más allá de la
tumba. Solo mediante la intervención
directa de Jesús, al momento de la
segunda venida, alguien puede resucitar
de la muerte. Si Jesús no levanta a los
muertos que duermen, el sepulcro
jamás liberará a sus prisioneros. Aun
los gigantes de la fe mencionados en
Hebreos 11 –con excepción de Moisés
y Enoc– “no recibieron lo prometido”
(Heb. 11:39) en forma inmediata, sino
que yacen en la tumba hasta el regreso
de Cristo, cuando serán levantados de
su lugar de descanso (vers. 40).
Si las personas van al cielo inmediatamente cuando mueren, la resurrección es innecesaria, y Jesús ya no es «la
resurrección y la vida». La pregunta de
Pablo en 1 Corintios 15:55 –«¿Dónde
[está], sepulcro, tu victoria?»– perdería
todo sentido.
Aumento de libros sobre
«turismo celestial»
Las historias como la de Alex Malarkey son sumamente populares. El libro
Noventa minutos en el cielo, publicado
en 2004, pasó más de cinco años en la
lista de éxitos del New York Times y se
vendieron más de seis millones de ejemplares. El cielo es real, la historia de un
niño de cuatro años que supuestamente
visitó el cielo, ha vendido más de diez
millones de ejemplares y en 2014 dio
lugar a una película que recaudó más de
cien millones de dólares. Ese fenómeno
editorial es ahora un género en sí mismo: el «turismo celestial».
El aumento de publicaciones de ese
tipo molestó a la madre de Alex Malarkey, quien aparentemente insistió por
un tiempo para que el libro no estuviera
en circulación. «Hay muchos que están
estafando y usando la Palabra de Dios
para lograr su objetivo. Son buenos
para hacerlo, en especial si no estudiamos la Biblia con profundidad»–dijo
Beth Malarkey en un blog.
¿Cómo se produjo entonces ese
fraude? Algunos dicen que el padre de
Alex, coautor del libro, vio la oportunidad de ganar dinero. A los editores de
libros no les gusta sacar de impresión
libros rentables. «La idea de que Alex
se retractó repentinamente no es
cierta –dijo según el Washington Post
Phil Johnson, director ejecutivo de un
ministerio de medios dirigido por el
escritor y conductor John MacArthur–.
En todos lados había pruebas de que el
niño en realidad no apoyaba el contenido del libro. Pero era un éxito en ventas.
Nadie quería darle de baja».
Alex, que ahora tiene dieciséis años,
deja un buen consejo: La gente «debería
leer la Biblia, que es suficiente –expresó
en la carta abierta–. La Biblia es la única
fuente de la verdad. Lo que escriba un
ser humano no puede ser infalible».
Mi esperanza es que muchos den
a su consejo la misma atención que
emplearon en leer sobre su supuesta
experiencia. n
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
7
P A N O R A M A
M U N D I A L
Trabajemos
Ted N. C. Wilson
E
n pocas semanas, se llevará a cabo el 60° Congreso
de la Asociación General de la Iglesia Adventista en
San Antonio (Texas, EE. UU.). Además de los 2571
delegados oficiales, otros miles de adventistas participarán
y disfrutarán de la comunión con sus hermanos de todo el
mundo. Durante esos días se dará un énfasis especial a los
aspectos mundiales de este movimiento ordenado por Dios,
que ahora suma más de dieciocho millones de miembros
con presencia en 216 países.
A pesar de ello, y por más maravilloso que resulte pensar
en la manera en que Dios guía y bendice este movimiento
en todo el planeta, también necesitamos recordar la función
fundamental de los feligreses y pastores de las 75.184 iglesias
adventistas del planeta.
Infraestructura práctica
Nuestro fundamento espiritual es, por supuesto, la
relación personal que tenemos con Cristo, que es la Roca. La
unidad de nuestra iglesia solo puede hacerse realidad cuando
todos estamos conectados con Jesucristo. No obstante, la
infraestructura práctica de la iglesia está edificada sobre la
fuerza pastoral; estas personas están dedicadas a la obra
dinámica del evangelismo, la atención de los miembros y la
tarea semanal de compartir la Palabra de Dios. Ellos asimismo
inspiran a los miembros para que compartan su fe y el
mensaje de la pronta venida de Cristo al impulsarlos para la
obra tan importante de cumplir con la misión.
Necesitamos apoyar, honrar y animar a nuestros pastores,
muchos de los cuales tienen enormes distritos que incluyen
decenas de iglesias y miles de feligreses. En esos casos, los
pastores tienen que depender completamente del Espíritu
Santo y los líderes locales. Es sumamente importante apoyarlos,
para que puedan capacitar a otros para una obra de evangelización más efectiva.
Somos llamados
Al honrar y orar por los pastores, pidamos al Señor que
nos ayude a apoyarlos, aligerando sus cargas –ya sea estemos
en pequeñas iglesias rurales o en grandes congregaciones de
ciudades o instituciones.
Dios nos llamó a cada uno, incluido a mí, que soy
miembro de una iglesia local, a alcanzar el campo misionero
que nos rodea –nuestras comunidades, vecinos y conocidos–
haciéndonos sus amigos, ministrando a sus necesidades y
compartiendo los mensajes bíblicos particulares que se nos
han encomendado. Como miembros de iglesia, hemos sido
llamados a hacer esta obra, y no deberíamos depender tan
solo del pastor para ello. Una de las mejores maneras de apoyarlo es diciéndole: «Pastor, pónganos por favor a trabajar».
8
Adventist World | Abril 2015
Un llamado especial
a los pastores y los
miembros
Oremos por los pastores. Oremos para que el Señor coloque un muro de protección en torno a ellos y sus familias.
Oremos para que se enfoquen completa y totalmente en la
Palabra de Dios, porque la autoridad de las Escrituras está
siendo atacada cada vez más. Los mensajes del púlpito tienen
que resonar con claridad bíblica, y no con contenidos filosóficos, psicológicos y culturales.
Una palabra a los pastores
Pastores, una de las funciones más importantes que tienen
es la de capacitar a los miembros y estimularlos a hacer la
obra misionera local, para que ustedes puedan planificar nuevas maneras de extender las fronteras del reino de Dios.
Esto, por supuesto, ya fue dicho: «Los ministros no deberían hacer el trabajo que corresponde a los laicos, agotando
sus energías e impidiendo que otros cumplan con su deber.
Deberían enseñar a los miembros cómo trabajar en la iglesia
y la comunidad para edificar la iglesia, hacer interesante la
reunión de oración, y capacitar como misioneros a jóvenes
talentosos. Los miembros de iglesia deberían cooperar activamente con los ministros, transformando la zona del país que
los rodea en su campo misionero de labor».1
Quince años después, durante el Congreso de la Asociación General de 1901, Elena White dedicó estas incisivas
palabras a los ministros: «¿Quién siente preocupación por las
almas que no pueden recibir la verdad hasta que alguien se
la lleve? Los ministros están rondando por las iglesias, como
si el ángel de misericordia no estuviera haciendo esfuerzos
por salvar las almas. Dios hace responsables a esos ministros
de los que están en oscuridad […]. Que establezcan iglesias
entendiendo que no deben esperar que el ministro los atienda
y los esté alimentando continuamente. Ellos tienen la verdad;
saben qué es la verdad […]. Necesitan estar bien arraigados y
cimentados en la fe».2
estar cerca de Dios y entregarle cada día nuestra vida.
Pablo comparte este concepto de manera dinámica en Efesios
4:1-6. Comienza llamándose «preso del Señor», y nos pide que
andemos «como es digno de la vocación con que fuisteis llamados». Los versículos 2 y 3 nos dicen que fuimos llamados «con
toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los
unos a los otros en amor, procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz». Necesitamos hacer esfuerzos reales
para mostrar nuestro amor a los demás en el vínculo de la paz.
El ámbito más abarcador de la unidad
Un claro llamado
El poderoso mensaje que Pablo nos da en 2 Timoteo 4
tiene que ser un claro llamado para todos. Nos pide que
prediquemos la palabra, y que instemos «a tiempo y fuera de
tiempo» (vers. 2), para que podamos decir junto con Pablo:
«He acabado la carrera» (vers. 7).
Jesús dice: «Apacienta mis ovejas» (Juan 21:17). Para hacerlo, necesitamos conocer a Dios y tener una conexión diaria con
él. Estudiemos con diligencia la Palabra de Dios y el Espíritu
de Profecía. Seamos firmes defensores de la oración personal
y pública. «Creed en Jehová, vuestro Dios y estaréis seguros;
creed a sus profetas y seréis prosperados» (2 Crón. 20:20).
Pastores, somos llamados para ser los siervos especiales de
Dios, según el deseo de su corazón. Esto está claro en Jeremías
3:15: «Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten
con conocimiento y con inteligencia». El Espíritu Santo lo
ayudará a discernir las verdaderas necesidades de las personas.
Sigamos el ejemplo de Cristo y salgamos a buscar a las
personas. Hemos sido llamados por Dios para una obra
especial que solo podrá ser llevada a cabo si cooperamos en la
tarea gloriosa que se nos ha encomendado, recordando que es
un emprendimiento cooperativo con el cielo.
Dios espera que demos lo mejor de nosotros. El apóstol
Pablo escribió: «Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del
Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo
el Señor servís» (Col. 3:23, 24).
Seamos siervos
La obra real de un pastor es la de ser siervo, alguien que da
sin escatimar esfuerzos. Para ser un siervo real, tenemos que
f o t o g r a f í a :
I P G G u t e n b e r gUKL t d / t h i n k s t o c k
Pablo entonces nos ayuda a comprender el ámbito más
abarcador de la unidad –que supera las meras convicciones
personales– al elevarnos a los atrios celestiales y los temas
eternos creados por el mismo Dios. Efesios 4:4-6 alcanza el
clímax con estas elevadas palabras: «Un solo cuerpo y un solo
Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo
bautismo, un solo Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos y
por todos y en todos».
Como pastor, asegúrese de que la voz del Espíritu Santo lo
lleve a la verdadera unidad, que solo se produce cuando
llegamos a ser uno con Dios en su vida, testimonio, misión,
capacitación y alimentación espiritual de los demás. «El secreto
del éxito estriba en la unión del poder divino con el esfuerzo
humano. Los que logran los mayores resultados son los que
confían más implícitamente en el Brazo todopoderoso».3
Dediquemos tiempo a las personas
Como pastor, sea un buen administrador y hágase tiempo
para visitar y conocer a sus miembros. El Señor dedicó tiempo
a conocer a las personas: comió con ellas, habló con ellas,
escuchó sus problemas, y simpatizó con ellas. Acaso no sea el
mejor predicador, pero si visita a sus miembros y los anima
espiritualmente, seguramente lo amarán.
Manténgase cerca de su cónyuge y familia. Que sus relaciones familiares sean un brillante ejemplo para el mundo de
lo que significa permitir que Cristo sea Cabeza del hogar y la
iglesia, mediante usted como el líder espiritual de la familia y
la iglesia. Que sus hijos sepan que usted los ama y los aprecia.
Que su vida familiar también muestre las señales del orden
celestial y la mayordomía cristiana. Sea líder al mostrarle a la
gente cómo depender plenamente del Señor para cada necesidad, y que un mayordomo fiel es bendecido por el cielo más
allá de toda comprensión.
En 3 Juan 2 leemos: «Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera
tu alma». La salud física y la espiritual están entrelazadas, y
debemos seguir tanto las leyes naturales de Dios como sus
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
9
P A N O R A M A
M U N D I A L
Iglesias de un día
1 Elena
2 Elena
3 Elena
White, The Review and Herald, 12 de octubre de 1886.
White, El ministerio pastoral, p. 116.
White, Patriarcas y profetas, p. 485.
Ted N. C. Wilson es
presidente de la
Iglesia Adventista del
Séptimo Día
10
Adventist World | Abril 2015
V o l u n t e e r s
M a r a n at h a
Pastores y miembros, el futuro nos
depara múltiples desafíos y pruebas.
Acaso seamos acosados y ridiculizados.
Sigamos mirando a Cristo, no a los seres
humanos. Dios quiere que tengamos
una relación continua y creciente con él;
ese es el secreto del real poder espiritual.
Cada mañana, colóquese en las manos
de Dios, pidiéndole que él lo oriente en
todo lo que haga; permita que lo guíe y
lo conduzca en todos sus caminos. Si así
lo hace, será una gran bendición para
todo el que se cruce en su camino.
Creer en Cristo no significa ser un
espectador de deporte; implica una
participación misionera activa. Nadie
debe sentirse culpable por no ir de
puerta en puerta, ya que hay muchas
maneras para testificar activamente por
Cristo. Si tenemos una relación con él,
tendremos algo para hacer y decir. No lo
ocultemos. De esta manera, estaremos
ayudando a apoyar la obra del pastor y
de todo el movimiento adventista.
Recuerde que su pastor necesita
tiempo con su familia, y no siempre
estará con usted. Manténganse firme en
su fe en el Señor. Jesús viene pronto. Si
permanecemos fieles a él y su Palabra, él
nos extenderá la maravillosa invitación:
«Venid, benditos de mi Padre, heredad
el Reino preparado para vosotros desde
la fundación del mundo» (Mat. 25:34). n
F o t o g r a f í a s :
Frente al futuro
Carrie Purkeypile
I n t e r n at i o n a l
Una oración de 35 años
leyes morales. Seamos defensores activos
del ministerio abarcador de salud,
ayudando a que las personas de las
ciudades y zonas rurales encuentren a
Jesús, la fuente de la vida y la salud.
Izquierda MISIONERA INFATIGABLE: Durante treinta y cinco años, Madam
Victoria compartió a Jesús con sus amigos y vecinos. Derecha SÁBADO
INAUGURAL: El templo nuevo de Oyarifa da testimonio de la fidelidad de una
cristiana y de la respuesta divina a las oraciones.
En 1978, Madam Victoria se trasladó a Oyarifa (Ghana). No mucho después,
comenzó a golpear puertas para ofrecer estudios bíblicos. Estaba tan entusiasmada
con Cristo que quiso establecer una iglesia adventista en su vecindario.
No obstante, había un saboteador en su medio. No importa donde fuera, un hombre
la seguía en bicicleta. La observaba trabajar, y después que ella se iba, hablaba con la
gente acusándola de ser una mentirosa. «¡No le crean!», decía a familia tras familia.
A pesar de ello, Madam Victoria seguía orando y compartiendo a Cristo.
Después de meses de hacerlo, dos personas decidieron bautizarse. Se unieron a
Madam Victoria para hacer el culto en su casa. Un par de años después, llegaron a
ser siete. Juntos levantaron cuatro paredes de barro y le adjuntaron paneles de paja
a manera de techo: ¡Era su primer templo! Estaban agradecidos por el espacio, pero
seguían pidiendo a Dios un lugar mejor, un lugar más digno para invitar a otros.
Entonces llegó un año de fuertes lluvias que se colaron por entre la paja del techo,
empaparon las paredes de barro y las hicieron caer.
Madam Victoria siguió orando y hablando de su tema favorito: Jesús. Era misionera con sus vecinos más cercanos, pero también hablaba de Dios en otros pueblos,
mientras distribuía gratuitamente artículos de cocina.
Treinta y cinco años después de mudarse a Oyarifa, Madam Victoria se enteró de
que Maranatha Volunteers International iría a construir una iglesia para su congregación. Pronto llegó el equipo que colocó la estructura del edificio, y lo hicieron tan rápido
que le costó creerlo. La oración de treinta y cinco años fue contestada en un corto día.
Ella y su congregación terminaron la estructura de acero con paredes, estuco y
pintura. Hubo un gran regocijo cuando dedicaron la nueva iglesia.
Dijo Madam Victoria: «¡Mi sueño se ha hecho realidad!».
ASI y Maranatha Volunteers International financian
e implementan los proyectos «Iglesias de un día» y
«Escuelas de un día». Desde 2009, se han levantado
más de 1600 construcciones de este tipo en diversos
países. Carrie Purkeypile es planificadora de
proyectos de Maranatha Volunteers International.
S alud
mundial
Las
picaduras
de abejas
Peter N. Landless y Allan R. Handysides
Mi nieta fue picada por una avispa o una abeja –no estoy segura cuál de las dos–
y sufrió una reacción muy fea. Su mano se puso roja y se hinchó. ¿Creen ustedes
que tiene riesgos de sufrir anafilaxia?
L
as picaduras de insectos pueden
causar reacciones severas variadas,
pero el grupo de insectos
denominado hymenoptera es el más
temible. Hay tres familias de hymenoptera
que suelen causar reacciones alérgicas:
Los apidae (abejas melíferas y abejorros),
los vespidae (avispas y avispones), y las
formicidae (hormigas coloradas).
Solo las hymenoptera hembras pican,
y por lo general solo lo hacen como
mecanismo de defensa, cuando se ven
amenazadas. El veneno contiene varias
aminas y cininas, químicos que contribuyen a que sintamos dolor, hinchazón
y picazón en el lugar de la picadura. Las
abejas melíferas dejan el aguijón en la
víctima, que puede ser quitado raspándolo con la uña. Esto no disminuye la
reacción, porque el veneno suele descargarse en veinte o treinta segundos,
tiempo menor a lo que suele llevar la
remoción del aguijón. La existencia de
una fuerte reacción local no implica de
por sí una reacción sistémica (en todo
el cuerpo), cuya forma más severa es
la anafilaxia. Una vez que la persona
sufre una reacción sistémica con fuerte
manifestación alérgica, sin embargo, se
puede anticipar que sucederá lo mismo
en caso de ser picado nuevamente. Suelen ser reacciones muy rápidas, aunque
en ocasiones pueden aparecer en forma
retardada.
Todo el que haya sufrido una reacción
seria necesita consultar con un alergista
o inmunólogo, para que se le practique
una prueba de anticuerpos IgE. Estos
F o t o g r a f í a : Ya n n
B o i x
anticuerpos se relacionan específicamente
con las reacciones alérgicas de diverso
grado. Los pacientes podrían iniciar un
tratamiento de insensibilización, que
acaso requiera tres años de exposición
repetida al antígeno específico para
culminar el tratamiento con éxito.
En el mundo varía mucho el número
de casos fatales por picaduras de abejas,
dado que va desde dos al año en Suecia
a unos cuarenta en Estados Unidos. Las
abejas melíferas pertenecen a las familias de los hymenoptera, y son por lejos
las mayores culpables. Las así llamadas
«abejas asesinas» no son más venenosas
pero sí más agresivas, y a veces atacan
en enjambres. En ese caso se puede
producir una reacción no alérgica sino
tóxica (envenenamiento).
Por lo general, la reacción pasajera y
localizada demanda escaso tratamiento,
más allá de unas compresas frías de
hielo, o alguna anestesia tópica y crema
con corticoides. Rara vez se necesita
antibióticos, y la aparición de líneas
rojas en forma casi inmediata indica una
reacción al veneno, no una infección.
Las reacciones sistémicas son
mucho más serias, y demandan la atención médica inmediata. La obstrucción
de las vías respiratorias superiores o
el colapso cardiovascular pueden ser
fatales. La inyección inmediata de
epinefrina (adrenalina) en el músculo
medio de la pierna tiene que llevarse a
cabo con una Epi-Pen ya preparada, o
una dosis de 0,5 mg en caso de un adulto y 0,3 mg para un niño. No existen
contraindicaciones para el uso de adrenalina/epinefrina y ante la presencia de
anafilaxia, esta puede salvar la vida.
Si los síntomas persisten, se indica
una dosis repetida en intervalos de cinco a quince minutos. La mayoría de los
pacientes requiere solo una inyección,
pero es imperativo llevar a la persona
rápidamente a un centro médico. Los
antihistamínicos también ayudan a
combatir los síntomas. Es importante
observar al paciente durante al menos
doce horas en una unidad equipada
para tratar la repetición de los síntomas.
Los adultos y niños con historia de
anafilaxia deberían llevar consigo un
inyector de epinefrina. Es importante
que esos pacientes eviten las zonas de
riesgo, y que tengan siempre disponible
más de un inyector.
Lo importante es diferenciar claramente entre una reacción local (dolor,
hinchazón, enrojecimiento en la zona
de la picadura) y una reacción sistémica
(hinchazón de los tejidos de la garganta, dificultad para respirar, o desmayo),
dado que las reacciones sistémicas son
las realmente peligrosas. n
Peter N. Landless es cardiólogo nuclear
certificado y director del Departamento de
Ministerios de Salud de la Asociación General.
Allan R. Handysides es ginecólogo certificado
y exdirector del Departamento de Ministerios
de Salud de la Asociación General.
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
11
D evocional
Como si hubiera
estado
Chantal J. Klingbeil
Reflexiones a partir de las escenas de la cruz
«Estaban allí, mirando de lejos, muchas mujeres que
habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. Entre
ellas se encontraban María Magdalena, María la madre de
Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo»
(Mat. 27:55, 56).*
¿Por qué estaban mirando a la distancia? ¿Tenían miedo
de involucrarse? ¿Era demasiado para soportarlo? Creo saber
lo que es mirar a la distancia. Crecí en un hogar adventista.
He estado siguiendo a Jesús por un buen tiempo y, sin
embargo, los años a menudo parecen incrementar la
distancia. Mantenerse al lado de Jesús es una tarea difícil,
además de riesgosa. No, jamás he tenido que enfrentar la
amenaza de la cruz, pero es tan fácil caer en la rutina, seguir
caminando con Cristo solo por costumbre. En esos casos,
fácilmente aparece la distancia.
«Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado
José, que también se había convertido en discípulo de Jesús.
Se presentó ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús, y
Pilato ordenó que se lo dieran. José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo puso en un sepulcro nuevo de
12
Adventist World | Abril 2015
su propiedad que había cavado en la roca. Luego hizo
rodar una piedra grande a la entrada del sepulcro, y se fue»
(Mat. 27:57-60).
Usted se introduce repentinamente en la historia. Es una
entrada inesperada y, en un momento oscuro. Todos los
discípulos –los que habían pasado más tiempo cerca de Jesús–
se esconden atemorizados, y aquí está usted, dispuesto a salir
de las sombras. Deja de lado su doble vida secreta, se adelanta
y pide con osadía el cuerpo de Cristo. Escoge a Cristo en un
momento cuando él no puede ofrecerle nada. Pero usted le
ofrece algo: su sepulcro nuevo. ¿Y si escoger a Jesús significara
alejarse de su círculo de amigos? ¿Y si la decisión de seguirlo
no le diese ganancia alguna? ¿Será que lo sigue para ver qué
puede conseguir, o lo que puede dar?
«Al día siguiente, después del día de la preparación,
los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron ante
Pilato. “Señor –le dijeron–, nosotros recordamos que
mientras ese engañador aún vivía, dijo: ‘A los tres días
resucitaré’”» (Mat. 27:62, 63).
Ustedes lo recordaban y sin embargo qué extraño que en
Escogió a Cristo en un momento
cuando él no podía ofrecerle nada .
este momento sus discípulos sufran una especie de amnesia,
aunque Jesús los había estado preparando por un buen
tiempo para esta instancia. Ustedes lo sabían, y conectaron los
cabos sueltos, aunque eso no cambió sus corazones. Pensaron
que estaban en lo correcto –que defendían la verdad– ¡pero
acababan de matar al que era Dios!
Para pensar: También yo tengo muchos conocimientos.
Creo que puedo probar con la Biblia que el sábado es el día
de reposo, y sé la verdad sobre el Santuario y el estado de los
muertos. Todo eso, sin embargo, no me sirve de nada si no
aprendo a seguir personalmente al Maestro. Sin esa relación
con Cristo, un día podría despertar a la realidad de que todo
el tiempo estuve luchando contra Dios.
«“Llévense una guardia de soldados –les ordenó Pilato–,
y vayan a asegurar el sepulcro lo mejor que puedan. Así
que ellos fueron, cerraron el sepulcro con una piedra, y lo
sellaron; y dejaron puesta la guardia» (Mat. 27:65, 66).
¡Vamos, Pilato! ¿Crees realmente que un sello en la tumba
y una guardia pueden solucionar algo? No tienes idea con
quién estás tratando. Él no es tan solo el «Rey de los judíos».
Creó estrellas y formó galaxias enteras solo con su palabra.
Si lo pienso bien, quizá no debería ser tan dura con Pilato.
Creo que tengo más piezas del rompecabezas de la historia
y una imagen más clara de Dios que la que tuvo él. A pesar
de ello, a menudo trato a Dios como si fuera muy pequeño.
Cuando oro, le digo qué hacer y cómo hacerlo. Quizá ya es
tiempo de dejar de restringir, manipular o dictar qué tiene
que hacer, para permitir en cambio que mi Creador haga
conmigo lo que en su amor mejor le parezca.
«El ángel le dijo a las mujeres: “No tengan miedo; sé que
ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado”» (Mat. 28:5).
Tenían miedo. Supongo que es normal. Cuando nos
encontramos con la santidad solemos tener miedo. Es la
paradoja de sentirnos atraídos por la santidad y entonces
repelidos por ella, cuando nos damos cuenta qué ajena es a
nuestra humanidad. Es una lucha diaria en mi corazón, el
conflicto entre lo que soy y lo que quiero ser. Quizá las
mujeres de la tumba estaban bien encaminadas. Se dieron
cuenta de que no tenían esperanza alguna hasta que hallaran
a Jesús.
«Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que
Jesús les había indicado. Cuando lo vieron, lo adoraron; pero
algunos dudaban. Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo:
“Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he
mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes
siempre, hasta el fin del mundo”» (Mat. 28:16-20).
Vieron a Jesús pero algunos dudaban. A veces pienso que
si pudiera tener al menos una vislumbre del cielo, ver algo
sobrenatural, que un ángel me visitara, entonces ya jamás
dudaría. Pero ustedes, discípulos, me mostraron que ver no
siempre es creer. La fe no es un destino. Es parte de una travesía. Comienza con la elección de creer en la Palabra de Dios,
y entonces avanzar. Todos ustedes, aun los que dudaron,
creyeron las palabras de Cristo e, impulsados por su autoridad, transformaron el mundo.
No necesito esperar a que mi iglesia organice la obra misionera que me gusta y me hace sentir cómoda. No necesito
depender de iniciativas, o de una conciencia tranquila para
comenzar a testificar. No necesito quedarme parada y mirar a
la distancia. Lo que necesito es reclamar la promesa de que él
siempre está conmigo, tanto hoy como mañana. Puedo decir
con confianza: «Mi Cristo no está muerto. Está vivo. Mira
cómo está transformando mi vida. Ven, quiero que conozcas
a mi Jesús». n
* Todas las citas bíblicas han sido tomadas de la Nueva Versión Internacional.
Chantal J. Klingbeil es directora asociada
del Patrimonio White de la Asociación
General. Está casada con Gerald, y tiene tres
hijas adolescentes.
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
13
C reencias
fundamentales
S
e sientan en círculo, inclinan los rostros, y oran por la
tarea que tienen por delante. Después del «Amén», se
miran, y entonces distribuyen hojas llenas de espacios
en blanco. La mitad de los maestros de Escuela Sabática ha
renunciado, el director del Club de Aventureros está agotado
y el matrimonio que dirigía Servicios Comunitarios se
mudó a otra ciudad.
Con la lista de miembros en mano, la comisión de
nombramientos se pregunta quiénes pueden ocupar esos
cargos. Entonces los integrantes comienzan a llamar por
teléfono, rogando a los miembros que acepten uno de los
puestos vacantes. Todos los consultados están de acuerdo
en que alguien tiene que hacer la tarea pero, como bien
saben los miembros de la comisión de nombramientos, es
increíblemente difícil encontrar alguien que esté dispuesto a
ocupar alguna de las responsabilidades.
La respuesta
El Nuevo Testamento aconseja cómo llenar esas vacantes,
de manera que la comisión de nombramientos no busque
desesperadamente a los remplazantes. En efecto, Dios nos dio
una manera maravillosa de evitar esta situación, al otorgar
dones espirituales a los miembros de iglesia.
Los dones espirituales son capacidades que Dios da a sus
seguidores por medio del Espíritu Santo. Se los puede llamar
talentos, aunque en realidad son mucho más que eso. Se
puede tener talento para hacer crucigramas o pararse sobre
un pie, pero los dones espirituales son capacidades especiales
otorgadas a cada persona con el propósito de ser usados para
apoyar y contribuir al crecimiento de la iglesia de Dios y el
cumplimiento de la Gran Comisión.
Cada persona tiene un don
Cada miembro de la iglesia de Dios posee un don espiritual, y se nos instruye a que lo usemos para que sea una bendición. En 1 Pedro 4:10 leemos: «Cada uno según el don que
ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios». Los dones espirituales
no son atributos personales. Provienen directamente de Dios,
y son escogidos por él específicamente para cada persona.
Dios espera que los cuidemos y usemos para el propósito por
el cual fueron dados.
Nuestros dones a veces varían a lo largo de la vida. Si
somos mayordomos fieles de un don, Dios puede bendecirnos
con otros, como es el caso de los siervos de la parábola que
invirtieron sabiamente sus talentos. En algún punto de la
vida, los dones pueden cambiar por completo. Las situaciones
y necesidades de la comunidad cambian, y Dios siempre tiene
poder para moldearnos según lo que resulte más útil para el
progreso de su reino.
Aunque existen muchos tipos diferentes de dones, el mismo
Espíritu es responsable de todos ellos. Pablo lo expresa de la
siguiente manera: «Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es
el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor
es el mismo. Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que
hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno
le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos
[…]. Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu,
NÚmerO 17
comisión de
nombramientos
a la
Daisy Hall
Los dones espirituales al rescate
14
Adventist World | Abril 2015
Dones y ministerios
espirituales
Dios concede a los miembros de su iglesia en todas
las edades dones espirituales para que cada uno los
emplee para el ministerio amante por el bien común de la
iglesia y de la humanidad. Concedidos mediante la operación del Espíritu Santo, quien los distribuye entre cada
miembro según su voluntad, los dones proporcionan todos
los ministerios y habilidades necesarias para que la iglesia cumpla la función ordenada por Dios. Las Escrituras
afirman que estos dones incluyen ministerios tales como
la fe, la sanidad, la profecía, la predicación, la enseñanza,
la administración, la reconciliación, la compasión y el
servicio abnegado, y la caridad, de manera de ayudar y
animar a nuestros semejantes. Algunos miembros son
llamados por Dios y dotados por el Espíritu para cumplir
funciones reconocidas por la iglesia en los ministerios
pastoral, de evangelización, apostólico y de enseñanza,
específicamente necesarios para equipar a los miembros
para el servicio, edificar a la iglesia de modo que alcance
la madurez espiritual y promover la unidad de la fe y el
conocimiento de Dios. Cuando los miembros emplean
estos dones espirituales como fieles mayordomos de las
diversas gracias de Dios, la iglesia es protegida de la
influencia destructora de las falsas doctrinas, crece gracias a un desarrollo que procede de Dios, y es edificada
en la fe y en el amor (Rom. 12:4-8; 1 Cor. 12:9-11, 27, 28;
Efe. 4:8, 11-16; Hech. 6:1-7; 1 Tim. 3:1-13; 1 Ped. 4:10, 11).
Los dones espirituales no
son atributos personales.
Los dones espirituales son
la manera que Dios tiene
de equiparnos para cumplir
su obra .
repartiendo a cada uno en particular como él quiere»
(1 Cor. 12:4-7, 11).
De manera muy similar al fruto del Espíritu, los dones
espirituales son el resultado de la obra del Espíritu Santo en
nuestra vida. Si hemos aceptado que el Espíritu Santo
transforma nuestro corazón para que seamos más como
Cristo y hagamos su obra, también hemos aceptado el don
del Espíritu que nos ayuda a cumplir esa tarea.
Algunos de los dones espirituales enumerados en las
Escrituras incluyen la sabiduría, el conocimiento, la sanación,
la profecía, la enseñanza, la administración, la generosidad,
la misericordia, la fe, el evangelismo y las destrezas manuales,
por nombrar solo algunos (1 Cor. 12:8-10, 28; Rom. 12:6-8;
Efe. 4:11; Éxo. 31:3). Existe una amplia variedad de dones, y
cada uno es esencial para hacer realidad el reino.
Usemos nuestros dones
En los ministerios de la iglesia hay un lugar para toda
clase de dones con los cuales Dios quiera bendecirnos. Algunos tienen aplicaciones más obvias que otros. Los que tienen
el don de la sanación pueden llegar a ser profesionales de la
salud. Los que tienen el don de la enseñanza pueden usar ese
don de muchas maneras diferentes dentro y fuera de la Iglesia
Adventista. Los dones de la generosidad, la misericordia y la
fe no pertenecen a un ministerio específico, sino que afectan
más bien a cada ministerio y pueden ser aplicados en muchos
contextos diferentes. Ningún don es más grande que otro, y
Dios espera que los usemos a todos.
En 1 Corintios 12:12-31, Pablo comparó a la iglesia con
el cuerpo humano. El cuerpo está hecho de muchas partes
diferentes con funciones también diferentes. Si algunas partes
no funcionan correctamente, todo el cuerpo sufre. En la
iglesia, cada miembro del cuerpo juega un papel vital en la
misión que nos encomendó Cristo. Si aguardamos con gozo
su regreso, no podemos dejar todo el trabajo a nuestros pastores, maestros o líderes. «Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde
estaría el oído? Si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato?
Pero ahora Dios ha colocado cada uno de los miembros en el
cuerpo como él quiso» (vers. 17, 18). El cuerpo de la iglesia
necesita que cada uno de sus miembros funcione plenamente
para cumplir las tareas asignadas por Dios.
Los dones espirituales son una parte increíblemente
importante de nuestras creencias fundamentales. Los adventistas creemos que Dios nos ha asignado una tarea, y los
dones espirituales son la manera que él tiene de equiparnos
para cumplirla. Como tal, necesitamos descubrir cuáles son
nuestros dones, y entonces usarlos. En consulta con los líderes
de la iglesia y con el Señor, en oración, cada miembro puede
descubrir sus dones espirituales y comenzar a trabajar en
esos ministerios. La posibilidad de hallar nuestra función
específica dentro de la iglesia puede resultar abrumadora. Sin
embargo, al darnos esos dones, Dios nos ha capacitado no
solo para hacer esas tareas sino también para destacarnos en
ellas. Podemos confiar en que él escogerá cada don de manera
personal y apropiada. Cuando lo hagamos, podremos lograr
más para su reino de que lo alguna vez creímos posible. n
Daisy Hall está terminando los estudios
secundarios por medio de estudios independientes en el hogar donde vive con su familia,
en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos). Le
gusta escribir la teoría de la educación y viajar por tierra.
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
15
N O TA D E TA PA
Gerald
A. Klingbeil
E
«
s muy complejo», podríamos
escuchar que decía suspirando
un campesino de Palestina
durante el período romano, cuando
se lo consultaba sobre la política y
la religión de su ciudad. Además de
la lucha diaria para sobrevivir, los
habitantes de Palestina del siglo I d.C.
tenían que luchar contra la opresiva
ocupación romana, los líderes locales
desesperados por más poder, los
partidos nacionalistas que siempre
estaban listos para iniciar una rebelión,
y la religión. Esta última jugaba una
función destacada y era parte de todo.
Afectaba la indumentaria; qué, cuándo
y cómo comer; cómo relacionarse con
otros, y hasta lo que uno debía sembrar
en el campo.
«Es muy complejo», era el refrán
diario en la Palestina romana en la
época cuando Jesús nació en «el cumplimiento del tiempo» (Gál. 4:4). «Es
muy complejo» describe su interacción
con los líderes judíos, lo que incluye a
escribas, fariseos y saduceos. «Es muy
complejo» también suena familiar para
gente que vive, no importa dónde, en
el siglo XXI. Ya sea en la Europa secular
o en una favela de Brasil; ya sea en la
atmósfera política de Washington, o en
la Siria o el Irak asolados por conflictos.
Vivimos en un mundo fragmentado,
dividido por profundas convicciones
religiosas, políticas o económicas.
Aun en nuestra iglesia podemos
ver una fragmentación creciente en
lugar de la interacción e integración
comprometidas por las que oró Jesús
en Juan 17:21. Si alguien tan solo menciona temas candentes tales como «la
ordenación de la mujer», «la formación
espiritual», o «la creación, la evolución
y Génesis 1» en una rueda de amigos de
la iglesia, es probable que se vea inmiscuido en una acalorada discusión, que
puede crear desconfianza entre quienes
tienen opiniones diferentes.
¿Cómo hizo Jesús para vivir en
un contexto tan divisivo? ¿Cómo
se relacionó con los que
estaban «a la derecha» o «a
la izquierda» del espectro
teológico? ¿Cómo hizo
el Salvador del mundo
RECUPERA EL
CENTro
Entre saduceos y fariseos
(no solo del mundo romano o mediterráneo) para ser fiel a sus principios
divinos, sin dejar de participar plenamente en el mundo?
Jesús y el conflicto
En el ministerio de Jesús, el conflicto
era omnipresente. No porque lo buscara,
sino que, en apariencia, su mera
presencia hacía que la gente tomara
partido. Algunos se oponían con firmeza
al «Trepador de Nazaret». Otros se
sentían intrigados, o se limitaban a
observar los conflictos. En su mayor
parte, los adversarios de Jesús pertenecían al círculo de líderes de Jerusalén.
Juan los llama «los judíos» (Juan 1:19;
2:18; 5:16-18; 6:41; etc.); en otras ocasiones son presentados como escribas,
ancianos o gobernantes (Mat. 9:3;
16:21; Mar. 3:22; Luc. 23:35; etc.) o,
más específicamente, como fariseos y
saduceos (Mat. 3:7; 9:11; 16:1, 12;
Mar. 12:18; por información adicional
sobre los grupos religiosos de Palestina
en el siglo I, véase el recuadro).
El conflicto también estaba presente
en el círculo íntimo de Jesús. En ocasiones, vemos que reprendió a sus propios
discípulos, dado que ellos también
luchaban por entender la realidad del
mundo, la misión del Maestro, las tradiciones con las que habían crecido, y
su propia naturaleza humana (y, por lo
tanto, caída). Recordemos las repetidas
discusiones sobre quién sería el más
grande en el reino de Dios (Mar., 9:34;
Luc. 22:24).
No obstante, en medio del conflicto,
Jesús siempre estuvo dispuesto a incluir
a todos, aun a sus enemigos declarados.
Por ejemplo, vemos a Jesús en un diálogo nocturno con Nicodemo, quien era
fariseo y uno de los líderes del Sanedrín
(Juan 3:1). Jesús también puede ser
visto en la casa de Simón, otro fariseo,
que estaba dando una fiesta en su
honor (Luc. 7:36-50). Los escribas, los
fariseos, los saduceos, los gobernantes y
los maestros de la ley siempre parecen
rodear a Jesús, escuchando con
detenimiento sus razonamientos,
discutiendo con severidad sus
convicciones, mostrando su
desacuerdo violentamente y,
I l u s t r a c i ó n
d e
J e f f
finalmente, complotando desesperados
para silenciar a aquel sobre el cual no
podían prevalecer.
En ocasiones, Jesús responde de manera sorpresiva y creativa a las trampas
que le tienden. Recuerde la ocasión en
que la impía alianza de fariseos y herodianos quería saber si estaba «permitido
dar tributo a César, o no» (Mat. 22:17;
cf. vers. 15-28). Creyeron que lo tenían
atrapado, pero su respuesta inesperada
los dejó completamente frustrados.
Una razón por la que Jesús causaba
tanto fastidio a los líderes religiosos
consistía en que no podía ser encasillado fácilmente en un punto del espectro
teológico de su tiempo. En una ocasión,
silencia a los saduceos cuando responde
a sus preguntas capciosas sobre la resurrección (vers. 23-33); entonces supera
con destreza una pregunta delicada y
falaz sobre «el mandamiento más importante de la ley» (vers. 36, NVI) que
le formulan los fariseos. Una y otra vez
se rehúsa a responder a las exigencias
descreídas de los que le piden un milagro (Mat. 12:38-45; 16:1-4),1 pero en
otras ocasiones participa directamente
de sus discusiones (Mat. 22:41-46).
El Evangelio de Mateo incluye una
de las interacciones más valiosas de
Cristo con los fariseos, los escribas y
los maestros de la ley. En una serie de
siete ayes, Jesús lamenta el orgullo y la
ceguera espirituales de sus adversarios
(Mat. 23).
En la cultura hebrea, los ayes indicaban duelo y muerte inminente (o
reciente). Si leemos el texto sin escuchar
el tono de su voz, podríamos arribar a la
conclusión de que Jesús estaba enojado.
Sabemos, sin embargo, que su misión
no era de venganza, enojo o irritación;
por el contrario, su reprensión está
marcada por un espíritu de compasión
y un ruego al arrepentimiento. «La
compasión divina se leía en el semblante
del Hijo de Dios –escribió Elena White–
mientras dirigía una última mirada al
templo y luego a sus oyentes. Con voz
ahogada por la profunda angustia de su
corazón y amargas lágrimas, exclamó:
“¡Jerusalem, Jerusalem, que matas a los
profetas, y apedreas a los que son enviados a ti! ¡cuántas veces quise juntar tus
D e v e r y
B r e t t
M e l i t i
hijos, como la gallina junta sus pollos
debajo de las alas, y no quisiste!”[…].
En el lamento de Cristo, se exhala el
anhelo del corazón de Dios».2
Recuperemos el centro
La interacción de Cristo con la gente
que lo rodeaba no estaba guiada por la
«corrección política» o por oportunidades estratégicas. Por el contrario, la
motivaba un amor «que jamás se rinde»
(como escribió el ministro escocés
George Matheson en el siglo XIX), dado
que sabía que ocupaba el centro de la
voluntad divina. Eso atraía la gente
hacia él. Jesús era en verdad diferente;
hablaba diferente; su teología era
comprensible y tan sencilla que todos
podían apreciarla; su humildad era
ejemplar; su motivación para aliviar el
sufrimiento parecía infatigable.
Pero aguarde un poquito —podría
decirme–. ¿No enumeró usted recién
las instancias de increíbles conflictos en
la vida de Jesús, y ahora afirma que, a
pesar de esos conflictos aparentemente
constantes, se las arreglaba para alcanzar
a todos? Así es. Aunque Jesús no temía
enfrentar los conflictos –en especial
teológicos– escogía con cuidado sus
batallas, y jamás cayó en la trampa de
encasillar a la gente en categorías específicas, como es el caso de los que dicen,
por ejemplo, «liberal», «conservador»,
«ultraconservador», «convencional», o
«no le importa». Ya sea que fuera fariseo
o saduceo, rico o pobre, educado o
analfabeto, Jesús veía a la persona, no
su inclinación teológica. Aun así, jamás
dudaba de la verdad y de los principios
establecidos por Dios.
Hace un año dediqué el verano a
releer los Evangelios. Estaba de vacaciones; tenía más tiempo para la Palabra
que en la atareada oficina editorial, y
me sentía intrigado por la manera en
que Jesús se relacionó con los teólogos
y líderes de su tiempo. Al seguir a Jesús
a lo largo de las páginas de Mateo,
Marcos, Lucas y Juan, noté seis principios destacados.
1 JesÚs jamás tomaba partido;
por el contrario, citaba las Escrituras.
Los fariseos daban énfasis a la Torá, la
pureza ritual y las complejidades de
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
17
N O TA D E TA PA
las leyes relacionadas con la menta y
el comino (Mat. 23:23), mientras que
los saduceos, en el otro extremo del
espectro teológico, ignoraban la Palabra
porque dudaban de su inspiración.
Su iluminismo helénico detestaba
la literalidad primitiva de sus contrincantes teológicos. Jesús lo señaló
claramente cuando resumió el dilema
de los saduceos diciéndoles: «Ignoráis
las Escrituras y el poder de Dios»
(Mar. 12:24). Cuando pensamos en Jesús,
sin embargo, lo vemos siempre citando
y explicando textos de la Palabra.
2 JesÚs dio énfasis a la misión
–la misión divina– y no se distrajo en
juegos de poder y escaramuzas teológicas. Después de sanar a la suegra de
Pedro y a muchos otros, Jesús fue a orar
a un lugar apartado (Mar. 1:29-39). Los
discípulos aún estaban maravillados por
lo que habían visto el día anterior. Era
el momento de cimentar sus ganancias
en Capernaúm. Todos lo buscaban.
Sin embargo, en lugar de cimentar sus
ganancias, Jesús se trasladó a otro lado.
Su misión abarcaba mucho más que
Capernaúm. «Vamos a los lugares veci-
nos para que predique allí también
–dijo Jesús a Pedro–, porque para
esto he venido» (Mar. 1:38). Parece ser que el énfasis en la misión
puede ser de gran ayuda cuando
se trata de superar un callejón
teológico sin salida.
3 JesÚs involucraba a todos,
aun a sus enemigos. Ya hemos
notado que el amor por la gente motivaba todas sus acciones. La historia
se encuentra en Mateo 19:16-24: Un
gobernante le espeta una pregunta
difícil pero fundamental: «¿Qué […]
haré para tener la vida eterna?»
Estoy seguro de que todos prestaron
atención. Jesús destaca la segunda parte
del Decálogo, que son los mandamientos
que gobiernan las relaciones humanas.
«Todo esto lo he guardado desde mi
juventud», replica el gobernante. Jesús
jamás cuestiona su declaración, pero
coloca el dedo en la llaga: «Vende todo
lo que tienes». Y recordamos el resto
de la historia. El gobernante se va triste,
porque tiene muchos bienes. Jesús
no lo condena; lo mira con dolor y
profundo amor.
En el
ministerio
de Jesús,
el conflicto era
omni­presente .
4 JesÚs reconoció la importancia
de la palabra profética. Vino en su
tiempo; ministró en su tiempo; murió
en su tiempo (cf. Dan. 9:24-27). Al
predicar, Jesús identificó el plan de
Dios proclamado por los profetas de
la antigüedad. Después del encarcelamiento de Juan, dejó Nazaret e hizo de
Capernaúm el centro de sus operaciones. Mateo 4:14 nos dice que lo hizo
para cumplir la profecía (cf. Isa. 9:1, 2).
Cuando estaba de viaje fuera de Palestina en la costa del Mediterráneo, en la
Grupos
de Palestina
La Palestina del siglo I d.C. contaba con una diversidad de
grupos y sectas religiosos. Conocemos algunos por las Escrituras;
otros no son mencionados en el texto bíblico pero son conocidos
a partir de fuentes extrabíblicas, como por ejemplo el historiador
judío Josefo, el filósofo judío Filo, escritores romanos o textos
rabínicos posteriores. Esos escritos dan fe de que la vida en
Palestina era en verdad compleja.
18
Adventist World | Abril 2015
Los fariseos: Un grupo más bien de laicos, no de
sacerdotes, que se dedicaba a interpretar la ley escrita y oral.
Se interesaban en la pureza ritual y los diezmos, creían en
el más allá y el juicio, y enfatizaban la enseñanza de la ley oral.
Al igual que todos los grupos judíos de la época, estaban
profundamente interesados en el futuro de Israel y albergaban
esperanzas mesiánicas.
Los saduceos: Un grupo más pequeño de líderes
mayormente acaudalados, a menudo asociados con la clase
sacerdotal de elite. Parece que estaban sumamente helenizados
(hablaban y usaban la filosofía griega), aunque al mismo tiempo
favorecían una agenda nacionalista. No creían en el más allá, ni
en el juicio o el castigo y las recompensas. Los textos rabínicos
región de Tiro y Sidón, y una mujer lo
siguió mientras le rogaba por su hija
enferma, reconoció que su misión era
ministrar en primer lugar «a las ovejas
perdidas de […] Israel» (Mat. 15:24).
Cada momento de su ministerio estaba
en armonía con la palabra profética.
5 JesÚs hablaba de manera
diferente. Más allá de los milagros y las
señales, la audiencia de Jesús reconoció
esa diferencia. Mateo resume el efecto
que provocaba sobre la gente de la
siguiente manera: «Cuando terminó
Jesús estas palabras, la gente estaba
admirada de su doctrina, porque les
enseñaba como quien tiene autoridad y
no como los escribas» (Mat. 7:28, 29).
Jesús no solo usó un lenguaje novedoso
y accesible, sino que hablaba con autoridad, algo que sus adversarios no podían
exhibir. Los fariseos eran expertos en las
tradiciones orales de la ley; los saduceos
hablaban griego fluidamente y procuraban asimilar la cultura helénica. Aun así,
Jesús hablaba con una autoridad que no
provenía de un cargo o designación.
6 En último término, JesÚs
mostró el poder de Dios. Más allá de
sus palabras, también había acción.
Demostraba el poder de Dios, y la gente
quedaba «atónita» (Mat. 12:23; Mar. 1:27).
En lugar de palabras huecas y vacías,
el ministerio de curación de Jesús tocó
a las personas en lo más íntimo de su
ser y sació el hambre que tenían del
Dios-con-nosotros. Querían a un Dios
que tocara y abrazara a su creación, y
que caminara con ellos por los senderos
sucios y polvorientos de un mundo en
eterna búsqueda de autenticidad.
Es muy complejo
¿Podemos aprender del Maestro
en medio de las complejidades de una
iglesia que este año enfrenta un crucial
Congreso de la Asociación General en
San Antonio? ¿Es posible descubrir
de qué manera abarca a personas de
todos los trasfondos y razas? El énfasis
de Jesús en la Palabra revelada de
Dios –como un todo, y también al
reconocer los principios escriturales
de interpretación– y su capacidad de
continuar la conversación con todas
las personas, son un gran desafío. Yo
tiendo a escuchar a aquellos con
quienes concuerdo, y suelo apartarme
de los que piensan distinto. Su énfasis
en la misión –nuestra misión– y el
reconocimiento de la importancia de la
palabra profética es un buen recordatorio de que las primeras cosas tienen que
estar primero. Por último, es preciso
preguntarnos si nuestra participación
se basa en la autoridad divina (y no en
la propia) y si está acompañada por el
poder divino (o la falta de este).
Sin duda es muy complejo. Sin duda
hemos sido lastimados. Pero somos llamados, juntos, para avanzar y reclamar
el lugar donde se encuentra Jesús: justo
en el centro de la voluntad de Dios. n
1 Jesús les prometió la «señal de Jonás» (Luc. 11:29; Mat. 12:39;
16:4).
2 Elena White, El Deseado de todas las gentes, p. 572.
Gerald A. Klingbeil es
editor asociado de
Adventist World. Aunque
en ocasiones es fariseo
y en otras saduceo, se siente feliz de
hallar su centro en Jesús.
religiosos
en el siglo I d.C.
nos dicen que tenían diferentes ideales de pureza que los fariseos.
Se oponían a la tradición oral.
Los esenios: Este grupo no es mencionado en el
Nuevo Testamento. Algunos estudiosos creen que el grupo
que vivía en la ribera del Mar Muerto en Qumrán, donde se
descubrieron los famosos rollos en 1947, era esenio. Tenían
estrictas reglas que incluían tres años de iniciación, propiedades compartidas, acaso el celibato, la pureza ritual y la obra
comunitaria, y estaban interesados en las Escrituras y su
interpretación.
Los herodianos: Un grupo aliado a la dinastía de
Herodes que se mostraba políticamente activo y teológicamente
alineado en términos generales con los saduceos.
Los zelotes: Este grupo se organizó oficialmente en
los años 67-68 d.C. Sin embargo, sus posturas antirromanas y
el sentido mesiánico de liberación tanto de la opresión romana
como de la aristocrática judía ya estaban presentes durante el
tiempo de Jesús. Los zelotes se enfocaban más en la política y la
acción militar que en la teología, aunque sus acciones poseían
un fundamento teológico subyacente.
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
19
V ida
¿
adventista
Q
ué es misión?
El Diccionario de la Real
Academia Española define la
palabra «misión» como «poder, facultad
que se da a alguien de ir a desempeñar
algún cometido».1 El término teológico
cristiano en latín es missio Dei,2 que nos
revela la fuente de la misión. Indica que
la misión comienza en Dios, que envía
a los misioneros. Al referirse a la esfera
de la misión, Stefan Paas dice: «No debemos limitar la “misión” a países lejanos».3 En otras palabras, «la misión no
debería ser definida por una dirección o
ubicación geográfica».4
Para que un misionero tenga éxito
en el campo misionero, es necesaria la
participación de toda la persona: de la
cabeza, el corazón y las manos. Tenemos
que comprometernos plenamente con
Dios, servir a los demás y compartir el
mensaje del evangelio para transformar
vidas, incluida la nuestra.
La cabeza
La misión comienza en la cabeza,
donde se encuentra el cerebro, la sede
de la percepción y el pensamiento. Para
ser creyentes, tenemos que aceptar a
Cristo con nuestra mente.5
El apóstol Pablo dice: «Y la paz de
Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús» (Fil. 4.7).
La palabra «entendimiento» es el término griego nous, que significa «mente».
Esta palabra se refiere a la capacidad de
pensar, razonar, entender y comprender.
También se refiere a la mente como la
fuente de todas las emociones.
En griego, la palabra «mente» representa el poder interior de una persona.
Es el centro de control del ser humano.6
Se entendía, por lo tanto, que el estado
de la mente determinaba el estado de la
vida en general. Al referirse a la importancia de la mente, Elena White escribió:
«Cuando la mente del hombre se pone
en comunión con la mente de Dios, el
ser finito con el Infinito, el efecto sobre
el cuerpo, la mente y el alma es superior
a todo cálculo. En esa comunión se halla
la más elevada educación. Es el método
20
Adventist World | Abril 2015
cabeza,
el corazón
y las manos
La
Youssry Guirguis
La misión requiere que
usemos los tres
de Dios para desarrollar a los hombres».7 Esto significa simplemente que
una actitud positiva hacia Dios afectará
e influirá sobre nuestros pensamientos,
sentimientos y manera en que nos comportamos o hacemos las cosas.
El corazón
El corazón es el «asiento» o centro
de las emociones. Es donde sentimos y
anticipamos lo que creemos, y donde
la Palabra de Dios comienza su obra
de fe. «La fe es por el oír, y el oír, por la
Palabra de Dios» (Rom. 10:17). La fe no
es tan solo una aplicación mecánica de
la verdad, sino que también afecta cómo
nos sentimos. Un misionero tiene que
sentir pasión por la misión. Siegfried
Horn define «pasión» como «una fuerte
emoción o deseo».8 El diccionario define
el término como una «intensa emoción
que supera los afectos de la mente», y que
incluye un «ardiente entusiamo».9 Por
ello, pasión es un «sentimiento o convicción intenso, motivador o dominante».10
Es importante recordar, sin embargo, que aunque la fe afecta la forma
como siente la persona, los sentimientos no deberían afectar nuestra fe. Hay
una diferencia.
Cuando el apóstol Pedro escribió a
las esposas en 1 Pedro 3:4, las instruyó a
que prestaran especial atención al atavío
«interno, el del corazón». La palabra
«corazón» es el término griego kardia.
Aunque Pedro no se refiere al órgano en
sí, el corazón físico es un órgano central
y fundamental para el cuerpo. Aunque
el corazón es invisible al ojo natural, el
cuerpo no puede vivir sin él. Tiene un
gran impacto en cada parte del cuerpo,
dado que bombea sangre por las arterias
y muchos kilómetros de vasos capilares.
Por ello, influye sobre la capacidad que
tiene la persona de vivir y funcionar.
Pedro da al lector una perspectiva poderosa respecto del espíritu humano.
De manera similar, los antiguos
egipcios creían que «cada palabra divina
[había] surgido a la existencia por
pensamiento del corazón y orden de la
lengua».11 Al igual que ellos, Pedro usa
la palabra «corazón» figurativamente
para referirse a la persona interior, la
sede de los sentimientos que motivan
nuestras acciones. En otras palabras, si
el corazón de una persona está lleno de
la vida de Dios, bombeará vida a cada
parte del ser de la persona. Por lo tanto,
todo lo que esté en el corazón se verá
f o t o g r a f í a :
D u b e
M t h o k o z i s i
GRADUACIÓN EN SOLUSI: La Universidad de Solusi, en Zimbabue, donde el autor vivió,
estudió y trabajó durante doce años, es la inspiración de este artículo. «Los profesores, el
personal y los estudiantes de Solusi ejemplifican el verdadero espíritu misionero por su amor,
paciencia, benignidad, gozo, compromiso, bondad y capacitación», dice Youssry Guirguis.
reproducido en la vida y conducta, e
influirá en la manera de relacionarnos
con los demás.
El espíritu humano es la fuerza de
vida de cada persona. Como observó
Elena White: «Todo aquel en cuyo
corazón habite Cristo, todo aquel que
quiera revelar su amor al mundo, es
colaborador con Dios para la bendición
de la humanidad. Cuando recibe gracia
del Salvador para impartir a otros,
de todo su ser fluye la marea de vida
espiritual».12
Cristo nos dice que «del corazón
salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones,
los hurtos, los falsos testimonios, las
blasfemias» (Mat. 15:19). Estas cosas
destruyen nuestra misión y unidad.
La Iglesia Adventista está orientada
hacia la misión. De allí que no resulta
sorprendente que Elena White abogó
por la unidad de la iglesia. Dijo ella:
«Trabajad con ardor en favor de la
unión. Orad, trabajad para obtenerla.
Ella os traerá salud espiritual, pensamientos elevados, nobleza de carácter,
ánimo celestial, y os permitirá vencer el
egoísmo y las suspicacias, y ser más que
vencedores por aquel que os amó, y se
dio a sí mismo por vosotros».13
Russell Brownsworth cuenta lo que
le sucedió a Lord Nelson, de Inglaterra,
antes de una importante batalla. Lord
Nelson escuchó que dos de sus oficiales
estaban discutiendo, de manera que
los llamó y les dijo: «Señores, cada uno
denme sus manos». Los dos capitanes
pusieron sus manos en las manos de
su comandante, y el comandante las
apretó con fuerza. «Hombres –les dijo–,
¡recuerden que el enemigo está allá
afuera!»
Es un gran ejemplo sobre el poder
de la unidad de acción.
Para tener unidad de acción en la
misión, tenemos que seguir a Cristo y
proclamarlo a todo el mundo. Necesitamos estar profundamente arraigados
en la Palabra de Dios, y dedicar mucho
tiempo a la oración. De esta manera
llegaremos a ser «sermones vivientes»
y podremos llevar a las almas perdidas
hacia Cristo (véase Mat. 28:19).
Las manos
Las manos simbolizan acción.
Trabajamos, hablamos y ministramos
con las manos. Hasta peleamos con
ellas. Las usamos para firmar contratos,
ajustar un microscopio o ejecutar un
instrumento musical. Las manos
pueden mostrar gozo o disgusto. Por
eso, cuando la cabeza y el corazón están
en sintonía con Dios respecto de la
misión, las manos también lo estarán.
No podemos quedarnos ociosos.
Necesitamos estar activos en el servicio
a la comunidad y ayudar a otros. No
deberíamos esperar por condiciones
perfectas para participar en el servicio.
El editor y escritor estadounidense
William Feather dijo: «Las condiciones
jamás son las apropiadas. La gente
que retrasa la acción hasta que todos
los hechos le sean favorables, jamás
hará nada».14
Elena White también enfatizó la
importancia de la acción: «Al trabajar,
somos colaboradores con Dios. Nos da
la tierra y sus tesoros, pero tenemos que
adaptarlos a nuestro uso y comodidad.
Hace crecer los árboles, pero nosotros
preparamos la madera y construimos
la casa. Ha escondido en la tierra la
plata y el oro, el hierro y el carbón,
pero únicamente podemos obtenerlos
mediante el trabajo perseverante […].
Necesitan aprender que el trabajo
honrado no degrada a nadie. Pero sí
degradan la ociosidad y la dependencia
egoísta».15
Todo con su debido equilibrio
Necesitamos abrazar una comprensión equilibrada de la misión, una que
abarque a toda la persona: la cabeza, el
corazón y las manos. Cuando aprendamos verdaderamente sobre la misión
divina, anhelaremos ser parte de ella. El
papel en la misión varía de individuo
en individuo, pero todos necesitamos
corazones completamente comprometidos con Dios y la disposición de servir
donde sea necesario. «Que el que adora
a Dios alabe con la boca, reciba con
el corazón, contemple con la mente,
dedique su dinero y brinde comunión
con sus manos».16
En último término, todo se basa en
el amor, que se revela en los actos de
sacrificio. Significa dar de nosotros para
ayudar a otros, y compartir con ellos
el mensaje del evangelio. Amar de esta
manera puede costarnos mucho, pero
los beneficios serán eternos.17 n
1 Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española,
vigésimo tercera ed. (2014), «misión».
2 «Misión de Dios», o «envío de Dios».
3 Stefan Paas, «Prepared for a Missionary Ministry in 21st
Century Europe», European Journal of Theology 20, no. 2
(2011): 119-130.
4 Ibíd.
5 Algunos pensamientos y el título pertenecen al sermon «The
Head, the Heart, and the Hands», de W. Alderman.
6 Rick Renner, Sparkling Gems From the Greek: 365 Greek Word
Studies for Every Day of the Year to Sharpen Your Understating of
God’s Word (Tulsa, Oklahoma: Rick Renner, 2003), p. 751.
7 Elena White, Los hechos de los apóstoles, p. 103.
8 Siegfried H. Horn, Seventh-day Adventist Bible Dictionary, rev.
ed. (1979), «passion».
9 The Cassell Concise English Dictionary (1989), «passion».
10 Merriam-Webster’s Collegiate Dictionary, undécima ed.
(2003), «passion».
11 En MindReach Library, www.cosmic-mindreach.com/Egypt_
Part1.html, consultado el 27 de enero de 2014.
12 Elena White, Los hechos de los apóstoles, p. 12.
13 Elena White, Consejos para la iglesia, p. 527.
14 www.worldofquotes.com/author/William+Feather/1/index.
html.
15 Elena White, La educación, p. 194.
16 Atribuido a Keith Huttenlocker. Véase www.churchesofchrist.
net/authors/Grady_Scott/thingsbeforeworship.htm.
17 Agradezco a Canaan Mkombe (profesor en la Universidad
Solusi) por corregir este artículo y añadir sus perspectivas.
Youssry Guirguis, que
posee una Maestría en
Religión de la Universidad
Solusi, está siguiendo
estudios doctorales en Estudios Bíblicos
en el Instituto Adventista Internacional de
Estudios Avanzados en las Filipinas.
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
21
E S P Í R I T U
D E
P R O F E C Í A
C
risto era infinito en sabiduría, y aun así, creyó que
lo mejor era aceptar a Judas, aunque conocía sus
imperfecciones de carácter. Juan no era perfecto, y
Pedro negó a su Señor. A pesar de ello, la iglesia cristiana
primitiva se organizó con hombres como ellos. Jesús los
aceptó para que aprendieran de él lo que constituye un
carácter cristiano perfecto.
uno de los discípulos. Su carácter era defectuoso, y no practicaba las palabras de Cristo. Preparó su alma para resistir la
influencia de la verdad, y mientras practicaba la crítica y condenaba a los demás, descuidaba su propia alma, y atesoraba y
fortalecía sus rasgos naturales de carácter hacia el mal, hasta
que se endureció tanto que llegó a vender al Señor por treinta
piezas de plata.
Elena White
Contemplad
la
perfección
de Cristo
Es nuestro deber estudiar
el carácter de Jesús
Es tarea de todo cristiano estudiar el carácter de Cristo.
Las lecciones que Jesús dio a sus discípulos no siempre armonizaban con los razonamientos de ellos. Había un inmenso
contraste entre las verdades que él enseñaba, que llegaban al
cielo y abarcaban la eternidad, y lo relacionado con la vida
común, temporal y terrenal. El Redentor del mundo buscó
siempre llevar la mente de lo terrenal a lo celestial. Cristo enseñó constantemente a sus discípulos, y sus lecciones sagradas
ejercieron una influencia moldeadora sobre sus caracteres.
Judas fue el único que no respondió a la iluminación divina.
Tenía toda la apariencia de justo, y aun así, cultivó la tendencia de acusar y condenar a los demás […].
Judas había ido a Cristo con el mismo espíritu de justificación propia, y si hubiera preguntado «¿Qué cosa me falta?»,
Jesús le habría respondido: «Guarda los mandamientos».
Judas era egoísta, codicioso y ladrón, pero a pesar de ello, fue
22
Adventist World | Abril 2015
¡Esforcémonos en contemplar a Cristo! Contad a todos
cuán peligroso es descuidar la salud eterna del alma al contemplar las almas enfermas de otros, al hablar de las fallas
de carácter que se encuentran en los que profesan el nombre
de Cristo. El carácter no llega a ser más y más como Cristo
si contemplamos el mal, sino que se va asemejando al mal
que contempla. El mismo amor al yo, la misma gratificación
egoísta, la misma indisposición al recibir consejo, el mismo
juicio independiente y sin santificar, se hará manifiesto en
los que critican que en aquellos a quienes critican. Actuarán
como si Cristo no fuera su modelo y ejemplo. ¡Oh, cuánto
necesitamos guardarnos contra las artimañas de Satanás!
Servir a Dios
Al referirse a los integrantes del pueblo escogido de Dios,
el apóstol Pablo dice: «De la mayoría de ellos no se agradó
F o t o g r a f í a
d e
C é l i o
Si l v e i r a
Dios, por lo cual quedaron tendidos en el desierto. Estas
cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no
codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron». Entonces
sigue una enumeración de los pecados que afligen al Espíritu
de Dios, y una vez más, el apóstol dice: «Todas estas cosas les
acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, que vivimos en estos tiempos finales. Así que
el que piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios,
que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir,
sino que dará también juntamente con la prueba la salida,
para que podáis soportarla. Por tanto, amados míos, huid
de la idolatría. Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo
que digo».
Las cuestiones más desfavorables que surgen en Battle Creek o
en cualquier otro lugar no deberían llevarnos a la perplejidad
y el desánimo. Todo lo que nos hace ver la debilidad de la
humanidad es parte del propósito del Señor para ayudarnos a
que lo miremos, y para que en ninguna instancia depositemos
nuestra confianza en el hombre, o hagamos de la carne nuestra fuerza. Recordemos que nuestro Sumo Sacerdote intercede
con ruegos a favor de su pueblo redimido, y vive siempre para
interceder por nosotros.
Si alguno peca, abogado tenemos para con el Padre, a
Jesucristo el justo. La sangre de Cristo ruega con poder y
eficacia por los que vuelven a caer, por los rebeldes, por los
que pecan contra la gran luz y el amor.
Satanás está a nuestra diestra para acusarnos, y nuestro
Somos parte de la gran red de la humanidad.
Somos cambiados a imagen de lo que contemplamos
No es raro ver imperfecciones en los que llevan adelante la
obra de Dios. Id a todo lugar donde haya una iglesia grande y
donde haya intereses en juego, como sucede en Battle Creek,
y veréis las profundas maquinaciones de Satanás. Esto, sin
embargo, no debería llevarnos a espaciarnos en las imperfecciones de los que ceden a sus tentaciones.
¿No agradaría más a Dios que adoptemos una mirada imparcial, y veamos cuántas almas sirven a Dios y lo glorifican
y honran con los talentos de sus medios e intelecto? ¿No sería
mejor considerar el maravilloso y milagroso poder de Dios
al transformar a los pobres pecadores degradados, que han
estado llenos de contaminación moral, pero que fueron transformados de manera tal que se asemejan a Cristo en carácter,
siendo partícipes de la naturaleza divina y habiendo escapado
de la corrupción del mundo y sus concupiscencias?
.
abogado está a la diestra de Dios para rogar por nosotros.
Jamás ha perdido un caso que se le ha encomendado […].
Dice: «Ya no estoy en el mundo; pero estos están en el mundo,
y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en
tu nombre, para que sean uno, así como nosotros […]. No
ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal
[…]. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al
mundo», para que sean partícipes conmigo en abnegación,
sacrificio y en mis sufrimientos.
Sí, el Señor contempla a sus hijos en este mundo, que es
perseguidor y ha sido arrebatado y dañado por la maldición,
y sabe que ellos necesitan todos los recursos divinos de su
simpatía y amor. Nuestro precursor ha entrado por nosotros
detrás del velo, y sin embargo, mediante la cadena dorada del
amor y la verdad, se vincula con su pueblo con la simpatía
más profunda. n
La red de la humanidad
Somos parte de la gran red de la humanidad. Somos
cambiados a imagen de lo que contemplamos. Entonces,
¡qué importante es que abramos el corazón a todo lo
verdadero, agradable y de buen nombre! Permitid que en
el corazón ingrese la luz del Sol de Justicia. No atesoréis una
raíz de amargura por la cual muchos sean contaminados.
Este texto ha sido tomado del artículo «Contemplate Christ’s
Perfection, Not Man’s Imperfection», publicado en la Review and
Herald, el 15 de agosto de 1893. Los adventistas creemos que
Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante
más de setenta años de ministerio público.
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
23
H erencia
adventista
Un
ángel
Elaine
Tarr Dodd
en Sudáfrica
De pronto, apareció un extraño y pidió estudiar la Biblia
L
a lectura no era la disciplina favorita de Ida, pero este relato
de su libro de cuarto grado la tenía intrigada y la cautivaba.
«El transportista» nos cuenta la historia de Fletcher Tarr,
que creció en Sudáfrica en el siglo XIX. Un día, Fletcher comenzó
a transportar diversos artículos hasta las minas de diamante y,
en el proceso, conoció la verdad del sábado. Mientras leía, Ida
sintió una presencia tan intensa que giró la cabeza para ver si
había alguien…
Surgimiento de un pionero
David Fletcher Tarr nació en 1861 como el duodécimo de
los dieciséis hijos de James y Hannah (Brent) Tarr, piadosos
cristianos de la Iglesia Metodista. Las familias Tarr y Brent
habían inmigrado a Sudáfrica como parte del grupo que
ahora se conoce como «Colonizadores de 1820». Estos nuevos
inmigrantes transformaron tierras salvajes en un lugar de
casas, pozos de agua y jardines, además de una iglesia que aún
se usa, cerca de la colina que llamaron Clumber.
Fletcher Tarr era un buen atleta y tirador al blanco que
amaba la Biblia, y a los quince años se convirtió en maestro de la
escuela dominical y, más tarde, en predicador laico. En 1887, su
primo Albert Davies y su esposa decidieron transportar suministros en carretas tiradas por bueyes hasta las minas de diamante de
Kimberley, a unos 1300 kilómetros al noroeste de allí. Fletcher
se sintió atraído por la idea y sintió que tenía que ir con ellos.
Viaje a lo desconocido
Con las carretas cargadas, comenzaron a avanzar, abriéndose camino. Un viernes de tarde, varias semanas después,
llegaron a Beaconsfield, en las afueras de Kimberley. Al buscar
un lugar donde acampar y alimentar a los bueyes, Albert fue
dirigido hasta un granjero llamado Pieter Wessels, quien les
dijo que podían quedarse allí siempre y cuando no realizaran
trabajo alguno durante las siguientes veinticuatro horas.
«El sábado comienza hoy a la puesta de sol y se extiende hasta
mañana a la misma hora», les explicó.
24
Adventist World | Abril 2015
Albert estaba asombrado de que una persona inteligente
no distinguiera un día del otro, y por eso comenzó a hacerle
preguntas a lo que Wessels le dio un estudio bíblico tan
sólido que Albert corrió a contarle a su primo sobre esa nueva
interpretación bíblica.
Fletcher, que era un estudioso de la Biblia, desestimó lo que
había dicho Wessels y lo consideró un tanto inestable. No obstante, a la mañana siguiente, aceptó su invitación de ir a predicar
a una gran audiencia del Ejército de Salvación en Beaconsfield.
Temprano esa mañana, durante sus devociones personales,
apareció alguien frente a su tienda. Fletcher lo invitó a pasar. El
extranjero quería estudiar, dijo, «sobre la santidad del primer
día de la semana». Pero después de más de dos horas de esperar
que Fletcher tratara sin éxito de probarle la santidad del domingo, el hombre desapareció de improviso. Fletcher jamás lo
vio otra vez, y ningún residente de la zona lo conocía; entonces
entendió que había sido un ángel enviado para convencerlo
sobre el verdadero día de reposo. Después de horas de fervientes oraciones decidió comenzar a guardar el sábado. Ahora
supo por qué había sentido ansias de viajar hacia el norte con
las carretas de bueyes. A lo largo de su ministerio, Dios le mostraría que ese anhelo también sería una bendición para otros.
Unos cuatro meses después, su primo Albert y su esposa
fueron bautizados en el dique que había en la propiedad de
Wessels. Poco después, los estudios con parientes y amigos, y
las predicaciones de I. Hankins, dieron como resultado el surgimiento de una sólida iglesia. Entre los nuevos conversos había
cinco predicadores locales. El templo, erigido por Fletcher en un
terreno donado por su primo Ebenezer Purdon, aún es utilizado
por los adventistas de la zona. Otra iglesia de Beaconsfield que
ayudó a establecer es ahora un monumento nacional promocionado como la primera iglesia adventista de Sudáfrica y está en el
lugar casi exacto donde el ángel apareció aquella mañana.
Después de estudiar por algunas semanas con James, su
hermano mayor, se convirtió toda la familia, compuesta por
quince hijos, y a ellos los siguió el siguiente hermano, Walter,
f o t o g r a f í a s
c o r t e s í a
d e l
a u t o r
Izquierda: Los cinco hijos de David y Olive: Floyd (extremo
izquierdo), llegó a ser vicepresidente de la Asociación General.
Al centro: Olive Philips Tarr, quien era enfermera personal de
John Harvey Kellogg, contrajo matrimonio con David Fletcher
Tarr en 1893. Derecha: David Fletcher Tarr, pastor
pionero, evangelista y establecedor de
iglesias en Sudáfrica.
quien era viudo, pero que también tenía varios
hijos. De estas dos familias, diecisiete llegaron a
trabajar para la iglesia, cuatro de ellos como ministros ordenados. Desde entonces, muchos otros
descendientes también han trabajado para la iglesia.
Un servicio cada vez mayor
En 1890, Fletcher y dos sobrinos navegaron a Estados
Unidos para asistir al Colegio Superior de Battle Creek,
donde conoció a Elena White. Regresó en 1893 a Sudáfrica
acompañado por su flamante esposa, Olive Phillips, que
había sido jefa de enfermeras de John Harvey Kellogg.
Como además del inglés hablaba con fluidez el xhosa,
Fletcher trabajó con la población nativa, a menudo dejando
sola a Olive en su hogar, una casa de metal corrugado de solo
dos habitaciones, que era demasiado calurosa en verano y
terriblemente fría en invierno.
Una noche, mientras secaba frutas sobre la mesa de la
cocina, Olive dejó la sección superior de la puerta abierta
para que entrara aire. De pronto, por allí se asomó alguien de
aspecto amenazante. Olive dio un salto, cerró y trabó la puerta; corrió hasta la ventana abierta mientras llamaba a Peter, el
perro grande de la familia, y alcanzó a cerrarla justo cuando
el mismo rostro aparecía allí. La ventana del dormitorio
estaba cerrada, pero al correr la cortina, una tremenda piedra
la hizo añicos. Un segundo después, llegó Peter y aplicó sus
dientes al intruso. Dando gritos desesperados, el hombre
desapareció en las tinieblas. A la mañana siguiente, Olive
encontró partes del pantalón del intruso que habían quedado
junto a la ventana del dormitorio.
Tiempo después los Tarr y su hijo Percy se trasladaron a
Ciudad del Cabo, donde Fletcher fue pastor de congregaciones
inglesas y holandesas. Entonces participó de la obra pastoral
y evangélica en las ciudades, con su salario de obrero nacional
de siete libras esterlinas al mes, un equivalente de siete dólares
semanales. Olive se encargaba de alimentar a sus cinco hijos,
y daba vuelta las desteñidas ropas para usarlas también del
revés, descosiendo y volviendo a coser los ruedos. La familia
solía caminar kilómetros para ahorrar los centavos del tranvía.
Alrededor de 1916, para consternación de los directivos de la iglesia y de su esposo, Olive aceptó un cargo en
la ciudad de Port Elizabeth como supervisora del bienestar de
viudas indigentes. Sus labores en las colinas de Port Elizabeth
le reportaban unos tres dólares por semana, pero su salud se
resintió. A pesar de ello, durante la gran epidemia de gripe de
1918, fue designada jefa de enfermeras de la ciudad gracias a su
experiencia en el Sanatorio de Battle Creek. Cuando Fletcher
estaba de viaje, ella también dirigía los cultos sabáticos de la
iglesia, además de tocar el viejo órgano de fuelles, dirigir los
cánticos, ocupar el púlpito, y seguir de cerca la conducta de
sus dos inquietos hijos menores, sentados en la primera fila.
Vacaciones y adiós
En 1921, Olive tomó sus primeras y únicas vacaciones en
los Estados Unidos, después de haberse ausentado durante
veinticuatro años de su familia y amigos. Su antiguo jefe, el
Dr. Kellogg, observó que necesitaba una cirugía, e insistió
en operarla. Olive regresó al campo misionero durante doce
años más, hasta que falleció en 1933 en East London, a los
sesenta y tres años. Después de su muerte, Fletcher vivió en
forma alternada con sus hijos, mientras seguía de pastor
en una iglesia. Sus nietos recuerdan sus atrapantes relatos y
su imparable compromiso a la hora de compartir su fe.
Mientras vivía en Durban en 1947, Fletcher contrajo
neumonía y falleció a los ochenta y seis años. Su lápida dice:
«Aguardo al Dador de la vida». Hoy día, numerosos creyentes
que también aguardan lo mismo, remontan sus comienzos en
la fe adventista a los noventa y nueve años de servicio que,
entre ambos, David y Olive Tarr dieron a Sudáfrica.
Regreso a California
La pequeña Ida creció y se apuntó en la Escuela de Terapia
Física de la Universidad de Loma Linda, olvidando por completo lo que había experimentado al leer la historia de Fletcher
Tarr. En Loma Linda conoció al estudiante de odontología
David Otis, quien compartía su amor por el Señor. Tiempo
después contrajeron matrimonio e iniciaron una familia.
Cierto día, David descubrió entre sus pertenencias un libro de
lecturas de cuatro grado con la historia de su bisabuelo, David
Fletcher Tarr, el primer ministro adventista de habla inglesa
en Sudáfrica. Cuando le mostró la historia a Ida, esa antigua
impresión pareció regresar. Debe haber sido una presencia
celestial que observó la fascinación que sentía con un relato
que habría de ejercer un impacto en su vida futura. n
Elaine Tarr Dodd es exdirectora de
relaciones públicas de It Is Written. Esta
historia está basada en la que escribió su
padre, W. F. Tarr, quien falleció en 1994.
Elaine y su esposo viven en Collegedale (Tennessee, EE. UU.).
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
25
R espuestas
¿Sabían
Adán y Eva que
un enemigo de Dios
aparecería para
tentarlos?
a
pre g untas
Acechados
No hay ningún versículo
bíblico que indique claramente que así fue, pero
debemos examinar algunos detalles. Analicemos la
narrativa para ver si el texto
bíblico nos brinda alguna evidencia que apunta en esa dirección.
También analicemos la enseñanza general
de la Biblia sobre el enemigo de Dios.
1. Seres celestiales antes de Adán y Eva: La
Biblia indica que Dios creó a los seres celestiales
antes de crear a Adán y Eva. Según Job, los hijos de Dios
se regocijaron cuando Dios creó la tierra (38:7), y Génesis
indica que Dios ya había creado los querubines antes de Adán
y Eva (3:24). Fue uno de esos querubines que se rebeló contra
Dios y fue expulsado del cielo (Isa. 14:12-14; Eze. 28:13-18).
Ese querubín llegaría a ser el enemigo del jardín.
2. La responsabilidad de Adán y Eva: La narrativa de
la creación indica que después de crear, Dios dio a Adán y Eva
instrucciones específicas sobre sus funciones y responsabilidades. Uno esperaría que una instrucción tal incluyera información sobre el enemigo de Dios. La primera vez que Dios
les habló, los bendijo y les mandó «llenar la tierra» (Gén.
1:28). Debían ejercer potestad sobre el resto de la creación y
disfrutar de una dieta específica que fuera diferente a la de los
animales (1:29, 30). También les mandó que no comieran del
árbol del conocimiento del bien y del mal, o de lo contrario
morirían (2:16; 3:3).
En estas instrucciones difícilmente se hable de un
enemigo de Dios. No obstante, Adán y Eva eran claramente
responsables ante Dios como mayordomos del planeta.
También se hace referencia a la posibilidad de morir, y esto
de por sí indica una instancia de peligro: la posibilidad de
tomar la decisión equivocada. Pero hasta entonces, no existe
un indicio específico sobre un enemigo contra el cual tengan
que estar en guardia.
Hay más. Dios pidió al ser humano que «lo labrara
[‘abad] [al jardín] y lo cuidara [shamar]» (2:15). El verbo
‘abad («trabajar; servir») puede significar, en algunos contextos, «cultivar, trabajar en» la tierra (4:2, 12). El verbo shamar
26
b í b licas
Adventist World | Abril 2015
significa «vigilar, proteger, guardar». El uso de este verbo
indica que Adán y Eva tenían que estar alertas, guardando
y protegiendo el jardín. Esto implica peligro y la presencia
potencial de un enemigo. Dios tiene que haberles hablado de
la naturaleza del enemigo. Esta interpretación del verbo es
apoyada por el uso que se le da en 3:24.
Después de la caída, la protección del jardín, en
particular del árbol de la vida, fue colocada en manos de
querubines. Como los humanos fallaron, Dios asignó esa
responsabilidad a otros.
3. Había un Tentador en el Edén: El peligro implícito
de Génesis 2:15 queda identificado en forma explícita en
Génesis 3. Un enemigo de Dios se opone abiertamente a su
palabra y lo acusa de limitar intencionalmente el desarrollo
de Adán y Eva (3:4). Les dice que al rechazar la palabra de
Dios, serán «como Dios» (vers. 5). Este enemigo revela en la
conversación lo que el querubín caído quería para sí: «Seré
semejante al Altísimo» (Isa. 14:14). Ahora conocemos la
verdadera identidad de ese enemigo: el Nuevo Testamento
lo identifica como «Diablo y Satanás» (Apoc. 12:9). Esos
detalles son suficientes para indicar que Adán y Eva habían
sido informados sobre ese enemigo, y que se les pidió que
estuvieran alertas.
4. Engaño en el Edén: Hay otro elemento que puede
ayudarnos a responder la pregunta. Eva procura defenderse
aduciendo que fue engañada por la serpiente (3:13). Sin duda,
fue engañada (2 Cor. 11:3; 1 Tim. 2:14), pero el engaño no
fue aceptado como una excusa válida para su desobediencia.
¿Por qué no? La razón, creo yo, es que se les había informado
que el enemigo de Dios vendría a tentarlos. Esperaba que el
enemigo obrara de una manera determinada, pero él la sorprendió y la engañó. Si se hubiera abstenido de dialogar con
la serpiente, habría estado segura. n
Ángel Manuel Rodríguez ha sido pastor,
profesor y teólogo. Como jubilado, sigue
trabajando por la iglesia.
E studio
b í b lico
Mark A. Finley
Símbolos
del
Espíritu
L
a Biblia usa diversos símbolos para describir el ministerio
y la obra del Espíritu Santo. Cada uno revela una función
particular. Estos símbolos comunican facetas del
ministerio del Espíritu Santo a nuestro corazón. Dios nos habla
mediante esos símbolos para animar y fortalecer nuestra fe. En
la lección de este mes, estudiaremos cuatro de los símbolos del
Espíritu Santo: el viento, el agua, el fuego y el aceite. Al estudiar
cada uno de ellos, lo invito a pedir a Dios en oración que lo
ayude a aplicar en su vida las verdades que descubra.
1
¿Cómo describió Jesús a Nicodemo el misterio
del nuevo nacimiento? ¿Por qué cree que Jesús usó
el símbolo del viento? Lea Juan 3:7, 8.
2 Lea la visión que Dios dio en Ezequiel 37:1-10.
¿Qué enfermedad espiritual se describe aquí? ¿Qué
solución ofrece Dios? ¿Cómo se aplica esto a nosotros?
Cuando Ezequiel vio el valle de los huesos secos, que representa la muerte espiritual, lo inundó la desesperanza. En
respuesta a la pregunta de Dios: «Hijo de hombre, ¿vivirán
estos huesos?», el profeta respondió: «Señor Jehová, tú lo
sabes» (Eze. 37:3). Lo que parecía imposible para el profeta
fue posible para Dios. El Señor insufla nuevo aliento en las
vidas espirituales muertas. El símbolo del aliento representa
el poder vivificante de Dios por el Espíritu Santo para
transformar la muerte espiritual en vida espiritual.
3 En momentos de severa sequía, ¿qué promesa
dio Dios a su pueblo? ¿Cuál es el significado más
profundo de esta promesa, y cómo se relaciona
con el derramamiento del Espíritu Santo? Lea
Joel 2:21-23, 28, 29 y Hechos 2:1-3, 16-21.
El derramamiento de la lluvia durante la hambruna y la
sequía en el Israel antiguo representaba el poderoso derramamiento del Espíritu Santo en el día de Pentecostés para
marcar el inicio de la dispensación cristiana. En el libro de
Hechos, el derramamiento del Espíritu Santo con el poder
del Pentecostés resultó en decenas de miles que se acercaron a
Cristo. Dios promete derramar su Espíritu otra vez al fin del
tiempo para completar la comisión evangélica.
f o t o g r a f í a :
M i c h a e l
S c h w a r z e n b e r g e r
4 ¿Qué consejo da Dios a su pueblo en el tiempo
del fin sobre el derramamiento del Espíritu Santo
con el poder de la lluvia tardía? Lea Zacarías 10:1 y
Santiago 5:7, 8.
Elena White escribió: «La gran obra de evangelización no
terminará con menor manifestación del poder divino que la
que señaló el principio de ella. Las profecías que se cumplieron en tiempo de la efusión de la lluvia temprana, al principio
del ministerio evangélico, deben volverse a cumplir en tiempo
de la lluvia tardía, al fin de dicho ministerio» (El conflicto de
los siglos, p. 596).
5
¿Por qué Dios usa el fuego para simbolizar
el Espíritu Santo? ¿Qué representa el fuego? Lea
Malaquías 3:2, 3 y Hebreos 12:39.
En las Escrituras, el fuego representa la presencia purificadora
de Dios mediante el ministerio del Espíritu Santo. El Señor
nos invita a orar diariamente para que el fuego de la presencia
del Espíritu consuma la mundanalidad de nuestra vida.
6 ¿Qué faceta del ministerio del Espíritu Santo
está representada por el aceite? Lea los siguientes
pasajes: Santiago 5:14, 15 y Lucas 10:33, 34.
A lo largo de la Biblia, el símbolo del aceite es asociado con
consagración y sanidad. Mediante el Espíritu Santo, Jesús
anhela sanar las cicatrices internas y darnos plenitud física,
mental, emocional y espiritual.
7 ¿Cómo podemos recibir la plenitud de este
precioso don que Dios tiene para nosotros?
Lea Lucas 11:13.
Al ir a Jesús, creyendo que él anhela derramar su Espíritu
para darnos nueva vida, purificar nuestra alma y sanarnos
por dentro, podemos tener absoluta confianza de que él anhela darnos el don de su Espíritu aún más de lo que nosotros
anhelamos recibirlo. Si vamos a él por fe, podemos tener
la seguridad de que siempre escucha el clamor de sus hijos
cuando le piden el Espíritu, y nos bendecirá más allá de lo
que esperamos. n
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
27
I N T ER C A M B I O D E I D E A S
Cartas
Preocupa la «grave pérdida»
de miembros
En relación con la preocupación de G.
T. Ng por la pérdida de miembros en
la Iglesia Adventista (Diciembre 2014),
estoy de acuerdo de que es importante
retener y nutrir a los miembros. Sin
embargo, todos los líderes de la iglesia
necesitan evaluar la metodología para el
crecimiento de iglesia. Seguir haciendo
algo que ha fracasado, no producirá
mejores resultados.
Los líderes tienen que prestar
atención al consejo de Elena White
en Palabras de vida del Gran Maestro:
«Los últimos rayos de luz misericordiosa, el último mensaje de clemencia que
ha de darse al mundo, es una revelación
de su carácter de amor» (p. 342). Quizá
necesitamos ajustar nuestro énfasis y
enfoque, para pasar de enamorarnos de
las doctrinas a enamorarnos de quienes
están por detrás de las doctrinas: de la
Deidad. Necesitamos dedicar más tiempo para que la gente llegue a conocer al
Señor. Los invito a orar con fervor por
un enfoque renovado del evangelismo,
que haga decrecer las «grandes pérdidas» citadas en el artículo.
Respecto del programa para dejar de
fumar «Respire libremente», he estado
siguiendo los comentarios de los lectores
en esta sección. Creo que el objetivo de
Daniel Handysides (Septiembre 2014
«Iglesia Adventista lanza “Respire Libremente 2”, un nuevo plan para dejar de
fumar») es un enfoque que enfatiza la
Pedidos y
Jesús nos dejó un legado de amor y aceptación.
Necesitamos hallar maneras de llegar a todas
las personas con bondad y misericordia .
–Joanne Rector, Battle Creek, Míchigan, Estados Unidos
salud y la amistad hacia los fumadores.
Por cierto, ninguna persona debería
pensar que una iglesia adventista puede
llegar a respaldar el hábito de fumar.
Asimismo, se puede enseñar a los niños
que Dios llega hasta las personas allí donde están, y entonces los ayuda a crecer.
Jesús nos dejó un legado de amor y
aceptación. Necesitamos hallar maneras
de llegar a todas las personas con
bondad y misericordia, brindándoles
soluciones para sus hábitos dañinos.
Ojalá que los métodos de Cristo sean
nuestros métodos.
Quizá deberíamos analizar nuestro
pecado que nos lleva a ostentar actitudes piadosas y perfeccionistas.
Joanne Rector
B attle Creek, Míchigan,
Estados Unidos
Confiemos en el Todopoderoso
Acabo de leer el artículo de Ted N. C.
Wilson titulado «Confiemos en el Todopoderoso» (Diciembre 2014). En él se
menciona a Satanás en veintiún ocasiones. ¿Tenemos que enfocarnos tanto en
Satanás? ¿No deberíamos más bien enfocarnos en Cristo y las buenas nuevas
que nos ha dado? No convenceremos
a la gente pintándoles una descripción
escalofriante de Satanás, y dudo que con
esto muchos adventistas sean motivados
a avanzar más en el camino de la fe.
Me apenó escuchar que la familia
Wilson está pasando por muchas
pruebas familiares. Ansío llegar al cielo,
donde ya no existirá el dolor.
Lieselotte Petersen
Mölln, Alemania
¿Otra vez?
Les escribo en relación con el artículo
de Andrew McChesney titulado «Consulta sobre ordenación de la mujer es
enviada al Congreso de la AG» (Diciembre 2014). ¿Por qué se nos pide que
oremos otra vez por la conducción del
Espíritu Santo? Se nos pidió que oráramos por su conducción en 1990 y 1995,
cuando el Congreso de la Asociación
agradecimientos
Dios me bendijo con una esposa y
cuatro hijos, además del cuidado de
diecisiete huérfanos. También coordino
un grupo de creyentes que busca esparcir
el evangelio en todo el mundo. Por
favor, oren por mí y mis actividades.
Benard, Kenia
28
Adventist World | Abril 2015
Mis hijos han dejado de asistir a la iglesia.
Beben, fuman y se drogan. Oren por
favor para que experimenten un cambio
completo de vida y sigan al Señor y
trabajen para él por el resto de sus vidas.
Barwana, Singapur
Por favor, oren para que apruebe mis
exámenes de enfermería y pueda
ingresar al segundo año.
Lorritta, Reino Unido
Oren por favor para que consiga alguien
que patrocine mis estudios.
Jacob, Uganda
General votó sobre la cuestión, lo que
resultó en una gran mayoría contra la
ordenación de la mujer.
¿Creemos que Dios dio la conducción equivocada? ¿Le estamos pidiendo
que cambie de parecer? ¿Vamos a seguir
pidiendo y votando hasta que los que
favorecen la ordenación de la mujer
reciban la orientación «correcta»?
Al pedir que oremos nuevamente,
parece que la iglesia no cree que hemos
recibido la orientación correcta, o siquiera alguna orientación al respecto.
Derald Barham
por vía electrónica
Cuando tenía 12 años, deseaba ser anciana de iglesia y pastora. Tuve que dejar de lado esos sueños porque la iglesia
era muy estricta en ese sentido. Cambié
de dirección y estudié ingeniería de
alimentos. Ahora tengo 38 añostryes,
insertJtrtrno. y estoy emocionada al leer
este artículo sobre la ordenación de las
mujeres. Dios no hace acepción de personas. Dios llama tanto a los hombres
como a las mujeres. Estoy segura de
que hay muchas mujeres que han sido
llamadas por Dios, y que en su corazón
desean el ministerio, que tendrán la
oportunidad de hacer realidad ese llamado para honra y gloria del Señor.
Hulda Naomi Chambi Mamani
Hortolandia, Brasil
Pautas para las cartas: Envíelas por favor a letters@
adventistworld.org. Las cartas tienen que ser claras, con una
extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del
artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre,
el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde
nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio
y claridad. No todas las cartas serán publicadas.
Acuérdense de mí en sus oraciones. Oro
para ser libre de mi pasado y disfrutar
de una vida transformada, una salud
restaurada y paz en el corazón.
Fenix, Brasil
En los últimos tiempos, Dios me ha
guiado a través de muchas situaciones
pasos
Según un estudio de la Universidad de Oklahoma
(EE. UU.), los que dan al menos diez mil pasos
al día reducen los riesgos de sufrir una afección
cardiovascular en un 69 por ciento.
Un estudio australiano halló que las personas que
usan una aplicación de podómetro tienen veinte
veces más probabilidades de superar el blanco. Esas
aplicaciones pueden descargarse gratuitamente
en la mayoría de los teléfonos inteligentes.
Fuente: Men’s Health
Revividos por la Palabra
Un viaje de descubrimientos a lo largo de la Biblia
Dios nos habla por su Palabra. Únase a los creyentes de
más de 180 países que están leyendo un capítulo de la
Biblia por día. Si desea descargar la Guía de Lectura,
visite RevivedbyHisWord.org, o apúntese para recibir
el capítulo diario de la Biblia por vía electrónica.
Si desea participar de esta iniciativa, comience aquí:
1º de mayo de 2015 • Colosenses 3
en las que me ha mostrado que está
junto a mí. Él vive, y es mi Salvador y
amigo. Por mucho tiempo no fui un
verdadero cristiano, y mi relación con
Dios era inexistente. ¡Todo eso ha cambiado! Les agradezco por sus oraciones.
Galeva, Papúa Nueva Guinea
Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y
agradecimientos por las oraciones contestadas a prayer@
adventistworld.org. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta
palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de
espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por
favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos
por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a Adventist World,
12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
29
I N T ER C A M B I O D E I D E A S
Hace
105 años
Lostopprımeros
Los primeros cinco
idiomas del mundo para
hacer negocios son:
1 inglés
2 mandarín
3 francés
4 árabe
E
l 2 de abril de 1910, Judson S. James bautizó catorce hombres y seis
mujeres, que eran los primeros conversos adventistas en el sur de la India.
James había viajado a la India en 1906, desde donde en 1908 se
trasladó al distrito de Tirunelveli, en el estado de Tamil Nadu, y vivió en una
casa-escuela en el medio de una aldea. Junto con su esposa instalaron un
dispensario médico en la galería de su casa. Una epidemia de cólera los forzó a
dedicar la mayor parte del tiempo a trabajar por los enfermos, con la ayuda de
la enfermera Belle Shryock.
Los residentes le dieron a James casi una hectárea de tierra fuera de la aldea,
donde construyó una residencia de ladrillos y cemento: Fueron las primeras instalaciones misioneras construidas en India con fondos adventistas para la misión.
Uno de los bautizados en abril de 1910 fue Edward Duraiswamy Thomas,
cuyo padre tenía conexiones con la escuela de capacitación de la Iglesia Anglicana
cercana. Thomas llegó a ser el primer indio ordenado al ministerio adventista.
La Escuela Secundaria James Memorial fue nombrada en honor de
Judson James, y la Escuela Secundaria E. D. Thomas Memorial, en honor de
Edward Thomas.
5 español
Además, hablar más de
un idioma puede ayudar a
retrasar los síntomas de la
enfermedad de Alzheimer.
Fuente: The Rotarian
Un
mejor cerebro
El altruismo (el servicio
desinteresado) ha mostrado
incrementar el tamaño de la
amígdala cerebral, esa parte
que reacciona ante el temor
y el placer. Dicho de otra
manera,la amígdala cerebral
es más grande y responde
más en los altruistas.
Fuente: Proceedings of the National Academy of Sciences/The Rotarian
Mensajes de texto
contra la malaria
El 92 por ciento de las muertes en el
mundo por causa de la malaria tienen
lugar en el África subsahariana, donde los
bajos índices de fidelidad a los tratamientos comprometen la recuperación. A pesar
de ello, investigadores de la Escuela de
Salud Pública de la Universidad Harvard
descubrieron que los recordatorios
mediante mensajes de texto incrementaban
un cinco por ciento las probabilidades de
que se completara el tratamiento.
Fuente: The Rotarian
¿En qué
lugar
«He aquí, vengo pronto . . .»
Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los
adventistas de todo el mundo en creencias, misión,
vida y esperanza.
del
mund
se encuentra?
RESPUESTA: En la iglesia adventista Central de San Francisco, en California
(EE. UU.), están recreando la visión de Elena White sobre lo que podría
haber sucedido en el Congreso de la Asociación General de 1901 en Battle
Creek (Míchigan), si los delegados se hubieran mostrado más humildes. El
Congreso de 1901 se ocupó de cuestiones difíciles relacionadas con el liderazgo
y la organización del movimiento en rápida expansión. La producción final,
«Lo que pudo haber sido», filmada en enero, será presentada en el Congreso
de la Asociación General 2015 en San Antonio (Texas, EE. UU.), entre el
2 y el 11 de julio próximos.
Otra razón para
dejar
La gente que deja de fumar experimenta menos
ansiedad, depresión y estrés que los fumadores.
El humor de los que sufren de depresión mejora
al dejar de fumar, tanto como si tomaran
antidepresivos.
Por lo general, lleva seis semanas después de
abandonar el hábito sentirse de mejor humor.
Editor
ADVENTIST WORLD es una publicación internacional de
la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por
la Asociación General y la División de Asia-Pacífico
Norte de la Iglesia Adventista.
Editor ejecutivo
Bill Knott
Editor asociado
Claude Richli
Gerente editor internacional
Pyung Duk Chun
Junta editora
Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vice-­
presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy;
Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana;
G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella S.
Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal.
Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD
Jairyong Lee, chair; Akeri Suzuki, Kenneth Osborn,
Guimo Sung, Pyung Duk Chun, Suk Hee Han
Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU.
Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados),
Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi,
Kimberly Luste Maran, Andrew McChesney
Editores de Seúl, Corea
Pyung Duk Chun, Jae Man Park, Hyo Jun Kim
Editor en línea
Carlos Medley
Directora de operaciones
Merle Poirier
Editores invitados
Mark A. Finley, John M. Fowler
Consultor
E. Edward Zinke
Gerente financiera
Rachel J. Child
Asistente administrativa
Marvene Thorpe-Baptiste
Junta administrativa
Jayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario;
P. D. Chun, Karnik Doukmetzian, Suk Hee Han,
Kenneth Osborn, Juan Prestol, Claude Richli, Akeri Suzuki,
Exoficio: Robert Lemon, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson
Dirección y diseño gráfico
Jeff Dever, Brett Meliti
Consultores
Ted N. C. Wilson, Robert E. Lemon, G. T. Ng, Guillermo
E. Biaggi, Lowell C. Cooper, Daniel R. Jackson,
Raafat Kamal, Geoffrey Mbwana, Armando Miranda,
Pardon K. Mwansa, Michael L. Ryan, Blasious M.
Ruguri, Benjamin D. Schoun, Ella S. Simmons,
Alberto C. Gulfan, Jr., Erton Köhler, Jairyong Lee,
Israel Leito, John Rathinaraj, Paul S. Ratsara,
Barry Oliver, Bruno Vertallier, Gilbert Wari
A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos
no solicitados. Dirija toda correspondencia a
12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU.
Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638
E-mail: [email protected]
Sitio Web: http://www.adventistworld.org/
A menos que se indique lo contrario, todas las referencias
bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995.
ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa
simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia,
Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos, Indonesia y México.
Vol. 11, No. 4
Fuente: British Medical Journal/Women’s Health
Vol. 11 No. 4 | Adventist World
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