Algunas consideraciones sobre el accidente In Itinere

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Algunas
consideraciones
sobre el accidente
In Itinere
Basilio Galindo Moreno
Graduado Social
Recibo con agrado el encargo que me hace el Vicepresidente de Colegio Oficial de
Graduados Sociales de Murcia y Director de la revista corporativa Ventana Social Alfonso
Hernández Quereda. Desde el primer momento fui consciente del compromiso adquirido,
unos veinte minutos máximo, por lo que el uso de la motocicleta no era necesario y, en
consecuencia, se trataba de un riesgo libremente asumido por la trabajadora, lo que
excluía el derecho compensatorio
efectuar un trabajo, en un tiempo concreto, sobre un tema de tu libre elección y queriendo
aportar algo de interés para quienes lo lean.
Tras valorar distintas posibilidades, el tema elegido para estas páginas es EL ACCIDENTE
IN INTINERE. La elección la he realizado, tras la lectura de la sentencia de la corte suprema
La trabajadora recurrió ésta sentencia ante la Corte Suprema de Casación interponiéndose
por parte del INAIL escrito de oposición al recurso. Éste tribunal decidió sobre el recurso,
reconociendo el trabajo como único riesgo protegido, por consiguiente, el requisito de
que la exposición al riesgo tenga lugar como consecuencia del trabajo es necesario e
imprescindible.
de casación italiana, núm. 15617/2001, que despertó mi atención por las diferencias
que plantea respecto a nuestro ordenamiento.
Ésta sentencia está motivada por la caída de una trabajadora de su ciclomotor a las siete
y media de la mañana cuando se dirigía a su centro de trabajo. Como bien señala D.
Diego Enjuto desde la óptica jurídica española es sorprendente y siendo plenamente
conforme con su juicio sobre la misma, deseo aportar algún comentario más.
La trabajadora interpuso demanda judicial frente al “Istituto Nazionale per L`Assicurazione
contro gli Infortuni sul Lavoro” (INAIL), con el fin de que fuera reconocido el hecho como
accidente in itinere y se condenara al INAIL a abonar una indemnización por incapacidad
temporal y, en su caso, a reconocer a la actora el grado de incapacidad permanente.
La demanda fue desestimada en el Juzgado de lo Social de Florencia al considerar que
no existía ninguna razón especifica ni suficiente que pudiera justificar la utilización de
dicho medio de transporte privado, considerando además que no había quedado probada
la imposibilidad de acudir al lugar de trabajo por otro medio, como el transporte público
e incluso a pie, toda vez que la distancia existente entre el domicilio y el lugar de trabajo
es próxima a un kilómetro.
La sentencia se recurrió ante el Tribunal de Apelación de Florencia que no estimó el
petitum de la recurrente. Al valorar que la distancia existente entre el domicilio de la
trabajadora y el lugar de trabajo era de apenas un kilómetro, que podía ser recorrida en
El riesgo voluntariamente asumido de desplazarse al trabajo en un medio privado no
imprescindible, se considera como riesgo extraño y no vinculado a la actividad laboral
que desempeña el trabajador. Introduce de este modo el Tribunal un elemento
distorsionador de nexo necesario entre trabajo, riesgo y hecho en que materializa el
riesgo.
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Esta teoría expuesta por el Tribunal alcanza su razón de ser cuando el trabajador, para
llegar a su lugar de trabajo o para volver a su domicilio, debe hacer uso de un medio de
transporte público ó privado, que no sea el medio mas comúnmente utilizado por la
generalidad de los usuarios de la calle. Además será también requisito imprescindible
que la distancia entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo no pueda ser
recorrido a pie, ya que de lo contrario la concurrencia de este requisito decaería.
El Gobierno italiano, mediante delegación expresa del legislador, dictó una normativa
especifica sobre la tutela de los accidentes de trabajo, inspirándose para ello en la
jurisprudencia antes referida, reconociendo protección a los accidentes acaecidos a las
personas aseguradas durante el recorrido normal entre su domicilio y el lugar de trabajo,
excluyendo la tutela a los mismos en el caso de utilización de un medio de transporte
privado excepto que sea imprescindible.
Sobre esta base el Tribunal estimó que la distancia era aproximadamente un kilómetro,
como en su defensa alegó el INAIL, y que la utilización de un ciclomotor para recorrerlo,
significaba en la practica el asumir un riesgo voluntario, pues su uso no estaba en ningún
momento justificado ni era necesario para la trabajadora, en especial teniendo en
consideración que recorrerlo andando conllevaría un tiempo máximo de veinte minutos.
El Tribunal no reconoció ninguna relevancia a la comodidad que el uso del ciclomotor
aportaba a la trabajadora, por lo que concluye desestimando el recurso planteado por
la misma, y confirmando la sentencia del Tribunal de apelación de Florencia. Por lo que
este accidente le correspondería la consideración de accidente común de tráfico.
pensarse que el requisito del medio de transporte adecuado se fundamenta en un criterio
de práctica habitual y sentido común y no tanto en la norma especifica reguladora de
este tipo de accidente.
Nuestra jurisprudencia niega la calificación de accidente in itinere solamente en los
supuestos de imprudencia temeraria por parte del trabajador, consumo de drogas o tasas
muy elevadas de alcohol. No se tiene conocimiento de que hayan hecho depender la
calificación de un accidente como laboral o no laboral en función del medio de transporte
utilizado por el trabajador, ni de la supuesta racionalidad o normalidad del mismo. En
cuanto a la concesión de una prestación de incapacidad temporal o permanente, tampoco
se ha tenido en cuenta el medio de transporte utilizado al sufrir el accidente.
Considerando los anteriores criterios, difícilmente nuestra jurisprudencia adoptaría una
decisión como la de la Corte Suprema de Casación italiana antes reseñada, ya que el
uso de un medio de transporte privado para acudir al trabajo, aunque la distancia sea
corta, no es considerado como un riesgo voluntariamente asumido por el trabajador,
que impidiera la consideración de accidente in itinere, sino que lo fundamental en nuestra
normativa es que sea como consecuencia del desplazamiento al centro de trabajo en
la ida o vuelta.
Tabla 1
Accidentes totales ocurridos en España de Enero a Mayo 2005 y 2006.
(Fuente Ministerio de Trabajo)
El Derecho español acoge la fórmula del accidente in itinere en él articulo 115.2. a, del
Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social (RD 1/1994 de 20 de junio),
que dice: “Tendrán la consideración de accidente de trabajo los que sufra el trabajador
al ir o al volver del lugar de trabajo”.
Lo que exige la Ley es que el accidente suceda durante los desplazamientos anterior o
posterior al trabajo, pero del tenor literal del articulo antes citado no se desprende la
necesidad de que el domicilio se encuentre próximo, de que sea el propio domicilio, de
se siga un determinado trayecto, de que se utilicen medios de transporte públicos o
privados, etc.
Por otra parte, considerando el fondo de la sentencia italiana comentada, una gran parte
Sin embargo, la doctrina y la jurisprudencia han sistematizado al menos cuatro requisitos
específicos integrantes de la noción de accidente de trabajo in itinere. Como señala la
Sentencia del TSJ de Madrid de 20 de junio de 2005, estos requisitos son:
de los accidentes in itinere que suceden en España, serian considerados como accidentes
de tráfico.
Actualmente el número de accidentes in itinere, representa un porcentaje importante
• El traslado debe estar motivado, única y exclusivamente, por el trabajo; esto es,
su causa ha de ser la iniciación o finalización de la prestación de servicios.
• El accidente debe ocurrir en un tiempo inmediato o razonablemente próximo a las
horas de entrada o salida del trabajo, lo que implica conjuntamente la distancia
a recorrer y el medio de locomoción.
• El accidente de trabajo in itinere debe ocurrir, precisamente, en el camino de ida
o vuelta entre el domicilio del trabajador y su centro de trabajo. Advirtiéndose por
la jurisprudencia que se debe utilizar un trayecto adecuado, normal, usual, habitual.
Con respecto a este requisito, no obstante, se ha venido relativizando la necesidad
de que el punto de origen o destino sea el domicilio del trabajador, dándose mas
relevancia “al ir o volver del lugar de trabajo”, no siendo esencial que el domicilio
del trabajador sea el origen y destino en tanto no se rompa el nexo causal del
trabajo
• El medio de transporte utilizado cuando sobreviene el accidente, ha de ser racional
y adecuado para salvar la distancia entre el centro de trabajo y el domicilio del
trabajador o viceversa. En este sentido, medio de transporte adecuado es el normal
o habitual cuyo uso no entrañe riesgo grave e inminente, aunque no se exige su
empleo sistemático.
Si bien estos requisitos han sido emanados por los Tribunales en sus pronunciamientos
judiciales, la realidad es que con frecuencia se hace más hincapié en los tres primeros,
quedando el requisito del medio de transporte en un segundo plano, por lo que podría
dentro del total de accidentes relacionados con el trabajo.
La tabla 1 recoge los accidentes ocurridos en el periodo de enero a mayo de los años
2005 y 2006. En ella se observa como los accidentes totales se incrementan en un 5,07%
en ese periodo del 2006, los accidentes de trabajo presentan un incremento del 4,65%
y los in itinere un aumento del 9,14%.
Por otra parte, los accidentes de tráfico representan la sexta causa de siniestralidad a
nivel nacional y casi el 50% de las muertes de trabajadores en activo, muchos de los
cuales y según nuestro ordenamiento legislativo son catalogados como accidente in
itinere. Su incidencia merece acaparar nuestra atención y plantearnos algunas cuestiones,
ya que esta diferencia de ordenamientos implican desigualdades de derechos entre
trabajadores del conjunto europeo. ¿se planteará una uniformidad de criterios a adoptar
entre los distintos países miembros de la Comunidad Europea? ¿qué criterio prevalecerá,
el italiano, el español o el de otro país?. Indudablemente es imprescindible intentar reducir
por todos los medios la siniestralidad de los accidentes de tráfico, quizás la aplicación
del permiso de conducir por puntos la reducirá. Debemos de esperar a final de año para
conocer su evolución bajo ésta circunstancia.
Lo que es indudable es la necesidad de un gran esfuerzo en formación, tanto en educación
vial, como en materia preventiva dirigida al trabajador. El beneficio redundará en toda
la comunidad y el esfuerzo habrá merecido la pena.
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