366746. . Cuarta Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo CXXVI, Pág. 913. FALTAS DE PROBIDAD U HONRADEZ. COMPETENCIA DESLEAL. La fracción II del artículo 121 de la Ley Federal del Trabajo, establece como causa justificada de rescisión del vínculo individual, el hecho de que el trabajador incurra durante sus labores en faltas de probidad u honradez y la fracción IV del mismo artículo indica, como causal, la comisión por parte del trabajador de dichos actos fuera del servicio, que sean de tal manera graves que hagan imposible el cumplimiento del contrato de trabajo. Ahora bien, es imposible que la ley consigne en forma específica todos y cada uno de los posibles actos que puedan ser considerados como faltas de probidad u honradez y, por lo tanto, es facultad de los tribunales del trabajo examinar si los actos que se imputan a un trabajador son o no suficientes para estimarlos improbos o deshonestos. Por otra parte, los artículos 4o. y 5o. constitucionales establecen la libertad del trabajo, pero esta garantía no implica que la labor puede ser desarrollada aun en contra de los principios legales, pues se establece que dicha libertad concluye cuando el trabajo no es lícito. Aun cuando el trabajo, en sí mismo considerado, sea lícito, por el hecho de incurrirse en una falta de probidad u honradez por medio de éste, es suficiente para que pueda tener aplicación la causal de rescisión anteriormente mencionada. Es cierto que no existe disposición legal alguna que prohiba a un trabajador prestar sus servicios a dos o más patrones, pero debe examinarse cada caso específico, para determinar si esta multiplicidad en la prestación de los servicios, puede ser considerada o no como falta de probidad. Un obrero, evidentemente puede laborar para dos patrones, cobrando salario a ambos, sin que este hecho escueto implique una falta de honradez; pero sí lo es en el caso de un trabajador obligado en los términos del contrato colectivo concertado por el sindicato al que pertenecía, debía fomentar nuevos clientes exclusivamente para una empresa; de manera que al promover clientela de la misma clase para otra empresa, es evidente que el trabajador sí incurrió en falta de probidad, pues dada la índole de sus labores y las obligaciones que dimanaban del contrato colectivo no podía prestar servicios a otra empresa del mismo ramo. Amparo directo 2096/53. Hugo Fernández de Lara. 24 de junio de 1955. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Mario G. Rebolledo F. -1-