Poder Judicial de la Nación Causa: “Vargas Aignasse, Guillermo S/ Secuestro y desapariciones ”; Expte. V - 03/08.- San Miguel de Tucumán, de Abril de 2.011.- AUTOS y VISTOS: Las presentaciones efectuadas por el Sr. Fiscal General Subrogante Dr. Leopoldo Oscar Peralta Palma -fs. 8407/8410-, por el Sr. Defensor Público Oficial Ad Hoc Dr. Edgardo Adolfo Bertini en representación del penado Antonio Domingo Bussi -fs. 8420/8423 vta.-, y por el Dr. Horacio L. Guerineau en representación del penado Luciano Benjamín USO OFICIAL Menéndez -fs. 8447/8450-; y las contestaciones a las vistas corridas al Ministerio Público de la Defensa en representación del penado Antonio Domingo Bussi -fs. 8436/8437 vta-, al Ministerio Público Fiscal -fs. 8438/8439- y a la defensa del penado Luciano Benjamín Menéndez fs.8452/8453- y, CONSIDERANDO: Que el Ministerio Público Fiscal en su presentación de fs. 8407/8410 solicita se modifique la modalidad del cumplimiento de la pena de prisión impuesta a Luciano Benjamín Menéndez y a Antonio Domingo Bussi, y se ordene su ejecución en una institución dependiente del servicio penitenciario; y, asimismo, que se remita la sentencia firme de autos al Poder Ejecutivo Nacional -Ministerio de Defensa- a fin de que se aplique a los condenados mencionados pertenecientes al Ejército la pérdida definitiva del grado, la baja de las Fuerzas Armadas y la imposibilidad de readquirir estado militar.Con relación al pedido de modificación de la modalidad de cumplimiento de la pena el Sr. Fiscal General Subrogante en primer término manifiesta que dicha solicitud es oportuna en razón de haber quedado firme la sentencia dictada por este Tribunal el 04 de Septiembre de 2008.- 1 A continuación señala que los injustos por los que fueron condenados Menéndez y Bussi son delitos de lesa humanidad; característica dirimente y constitutiva que refleja la gravedad de los hechos investigados y juzgados, y revela que sus autores no pueden cumplir condena sino en una institución dependiente del servicio penitenciario.Sobre la calidad de los delitos y sus autores agrega que no se juzgaron delitos comunes, ni delincuentes que de manera aislada cometieron ilícitos para satisfacer objetivos personales; que, por el contrario, las actuaciones versaron sobre personas que valiéndose de estructuras de poder privaron de libertad, torturaron, asesinaron y ocultaron el cuerpo de sus víctimas.Seguidamente cita jurisprudencia nacional y doctrina internacional relativa al cumplimiento de la pena ante la comisión de delitos de lesa humanidad o graves.En cuanto al pedido de destitución de Menéndez y Bussi, el Ministerio Público Fiscal señala que ambos han sido condenados a prisión perpetua y que, por ello, en el marco de las prescripciones de los artículos 12 y 19 -en particular el inciso 1- del Código Penal corresponde aplicar la Ley 26.394 (artículos 1, 13 inciso 23, 14 y 19 del Anexo IV -Código de Disciplina de las Fuerzas Armadas-) en cuanto prevé que las faltas gravísimas conllevan la destitución, sanción que consiste en la pérdida definitiva del grado, la baja de las Fuerzas Armadas y la imposibilidad de readquirir estado militar.De otra parte hace mención a los artículos 184 bis y 187 bis del C.P.P.N. -que regulan las obligaciones de la autoridad militar frente a la comisión de delitos-, incorporados al citado cuerpo normativo por los artículos 24 y 25 -respectivamente- del Anexo I de la Ley 26.394.Respecto del principio de aplicación de la ley penal más benigna explica que la sanción de destitución que solicita en los términos de la ley 26.394 es tratada en similares términos a los empleados por la ley vigente al momento de los hechos, la Ley 14.029, circunstancia que lo releva de ahondar en la cuestión.También indica que el Código de Justicia Militar derogado en el artículo 533, al regular la degradación -actualmente denominada destitución-, 2 Poder Judicial de la Nación señalaba que consiste en la declaración formal de que el delincuente es indigno de llevar las armas y vestir el uniforme de los militares de la República.Finalmente manifiesta que esta cuestión ya fue analizada en la causa 13/84, en su Capítulo IX referente a la graduación e individualización de la pena.Que el Ministerio Público de la Defensa en representación del penado Antonio Domingo Bussi -fs. 8420/8423 vta.- y la defensa del penado Luciano Benjamín Menéndez -fs.8447/8450-, habiendo tomado conocimiento que la sentencia dictada por este Tribunal el 04 de Septiembre de 2008 ha quedado firme, solicitan se declare para el caso la inconstitucionalidad del artículo 19 inciso 4 del Código Penal; y, asimismo se mantenga el arresto domiciliario como modalidad de USO OFICIAL cumplimiento de la pena.Respecto del planteo de inconstitucionalidad sostienen que la inhabilitación absoluta como accesoria de la pena privativa de la libertad superior a tres años -regulada por el artículo 12 de Código Penal- en cuanto importa la suspensión del goce de jubilaciones, pensiones o retiros, sean éstos civiles o militares -artículo 19 inciso 4 del citado cuerpo legal- supone una clara violación a la Constitución Nacional que de ser aplicada colocaría a sus defendidos en una irrazonable situación de desamparo legal.En particular entienden que el artículo 19 inciso 4 del Código Penal vulnera al derecho de propiedad tanto en su uso y disposición (artículo 14 C.N.), como en su inviolabilidad (artículo 17 C.N.) en tanto privar a Menéndez y Bussi de sus beneficios jubilatorios supone una intromisión del Estado en la esfera privada de las personas sin fundamento racional alguno fuera de los de carácter estrictamente retributivo y talional.También señalan que la norma en cuestión ataca el derecho a la seguridad social consagrado por el artículo 14 bis constitucional en cuanto priva a sus representados del derecho fundamental a la protección previsional en la vejez o en la enfermedad, contingencias que aquejan a sus defendidos en razón de ser personas mayores de 80 años y que padecen de enfermedades crónicas.3 Agregan que el artículo 19 inciso 4 del Código Penal se contrapone con el artículo 16 de la C.N.-principio de igualdad ante la ley- en razón de que la distinción que establece para el goce o no de derechos entre personas condenadas a penas privativas de la libertad de hasta tres años, y las que lo fueren por un término mayor carece de todo fundamento fuera de razones subjetivas o asociadas con las condiciones personales del autor.Además indican que la norma cuya inconstitucionalidad pretenden sea declarada al regular el ejercicio de un derecho -el consagrado por el artículo 14 bis de la C.N.-lo altera, contraviniendo con ello al artículo 28 de la Carta Fundamental.De otra parte consideran que el artículo 19 inciso 4 de Código Penal vulnera los principios de trascendencia mínima del poder punitivo del Estado al extender las consecuencias de la pena al cónyuge y al entorno familiar del condenado; de humanidad, que goza de jerarquía constitucional en los términos del artículo 75 inciso 22 constitucional y dimana de los artículos 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (D.U.D.H), 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (P.I.D.C.P) y 5 inciso 2 de la Convención Americana de Derechos Humanos (C.A.D.H.); de buena fe y el principio pro homine.Por último expresan que los beneficios previsionales que perciben sus defendidos tienen carácter alimentario, que son el resultado de los aportes que efectuaron durante toda su vida laboral; y que tanto los mencionados, como sus cónyuges, son personas mayores que deben afrontar gastos médicos por padecer enfermedades crónicas o producto de la ancianidad.En cuanto al pedido de mantenimiento del arresto domiciliario como modalidad de cumplimiento de la pena, las defensas de Menéndez y Bussi señalan que ambos se encuentran incluidos en las previsiones del artículo 32 de la Ley 24.660 que al regular los casos en los que procede el arresto domiciliario contempla el estado de salud y la edad.- 4 Poder Judicial de la Nación Sobre el estado de salud expresan que ambos condenados padecen enfermedades que no pueden ser tratadas adecuadamente en establecimientos penitenciarios, pero que al mismo tiempo no requieren alojamiento en establecimientos hospitalarios.Con relación a Menéndez agregan que por prescripción médica se ha indicado a consecuencia de sus dolencias respiratorias su aislamiento, y que a raíz de ello en la audiencia de debate en causa “Romero Niklison” se dispuso su no concurrencia a la sala de juicio, ámbito en el que con anterioridad había sufrido una descompensación que determinó su internación.Respecto de Bussi señalan que su estado de salud también es precario, y que ello se ha evidenciado tanto por la decisión de USO OFICIAL separarlo del juicio oral en causa “Jefatura”, como por lo resuelto por el Juzgado Federal N° 1 con relación a la disposición de suspender su participación en todas las causas -autos “Jefatura II Grupo”- y someterlo a exámenes médicos trimestrales.Asimismo en cuanto al estado de salud de ambos condenados destacan que las enfermedades crónicas que padecen pueden ser controladas con tratamientos ambulatorios, que la internación hospitalaria genera el riego de contagio intrahospitalario, y que la situación de encierro y sus condiciones tiene efecto destructivo.En cuanto a la edad, señalan que siendo que ambos tienen más de 80 años se cumple con ello otra de las circunstancias previstas por la ley como habilitante del beneficio de la detención domiciliaria por situación especial.Por último expresan que el estado de la salud y la edad de sus defendidos hacen de éstos personas pertenecientes a lo que se denomina como grupo vulnerable y que la ley 24.660 contempla en sus previsiones, según resulta de su texto y de su espíritu.Al contestar las vistas que les fueran corridas el Ministerio Público de la Defensa, en representación del penado Antonio Domingo Bussi -fs. 8436/8437 vta. y la defensa del penado Luciano Benjamín Menéndez -fs.8452/8453- manifiestan que se oponen a la solicitud del Ministerio Público Fiscal de que sus defendidos cumplan la pena 5 impuesta en cárcel común y sean destituidos. De otra parte, reiteran su pedido de mantenimiento para el cumplimiento de la pena de la modalidad arresto domiciliario y de declaración de inconstitucionalidad del artículo 19 inciso 4 del Código Penal.Respecto de la solicitud de la acusación pública de que sus defendidos cumplan la pena impuesta en cárcel común, señalan que dicho pedido resulta totalmente arbitrario e ilegítimo, se apoya en argumentos peligrosistas (gravedad de los delitos, condiciones personales del autor, etc.) y deja de lado la grave situación de salud de Menéndez y Bussi.Agregan que el traslado a una cárcel común, al no contar dicho ámbito con la cobertura médica adecuada para el tratamiento de las dolencias de sus defendidos, implicaría el sometimiento a padecimientos innecesarios y mortificantes que agravarían las condiciones de detención al máximo, distorsionando con ello el fin de la pena.También señalan que sin ingresar en el análisis de cuál es el fin de la pena, éstos no deben confundirse con la modalidad de su cumplimiento; que el fin de la pena puede satisfacerse con independencia de su modalidad de cumplimiento.Finalmente entienden que toda medida tendiente a modificar la modalidad de cumplimiento de la pena -arresto domiciliario- de sus defendidos implicaría colocarlos en una situación de vulnerabilidad mortal contraria a las prescripciones de la Ley 24.660.Al contestar la vista que le fuera corrida, el Ministerio Público Fiscal -fs. 8438/8439- solicita que el Tribunal rechace los pedidos de las defensas de declaración de inconstitucionalidad del artículo 19 inciso 4 del Código Penal y de mantenimiento para el cumplimiento de la pena de la modalidad prisión domiciliaria.Con relación a ambas solicitudes entiende que debieron haber sido opuestas en su oportunidad, esto es, durante la audiencia, los alegatos o la vía recursiva habilitada.Respecto del planteo de inconstitucionalidad, entiende que constituye una maniobra que se distancia del debido proceso legal en tanto se encamina a dilatar el efectivo cumplimiento de la pena.6 Poder Judicial de la Nación Agrega que la referencia de las defensas a la norma atacada omite considerar que la suspensión de los beneficios previsionales para el penado especifica que el importe de los mismos será percibido por los parientes que tengan derecho a pensión; lo cual, como la doctrina y la jurisprudencia dominantes lo han entendido, revela que la medida importa una medida de protección al condenado que por el artículo 12 del citado cuerpo legal queda sujeto a la curatela establecida por el Código Civil para los incapaces.También manifiesta que no corresponde se confunda la inhabilitación absoluta con la muerte civil en tanto las consecuencias jurídicas de la primera no constituyen sino lógicas restricciones derivadas de la privación por largo tiempo de la libertad ambulatoria.- USO OFICIAL Sobre la pretendida vulneración al derecho a la seguridad social la acusación pública se remite a sus consideraciones precedentes, y con relación a la afectación a la igualdad ante la ley, señala que las defensas parecen no comprender que la distinción que la ley penal de fondo realiza entre penas privativas de la libertad de hasta tres años y de más de tres años responde a la diferencia que existe con relación a la modalidad de cumplimiento de la pena, entre cumplimiento condicional o efectivo. Tampoco entiende que haya una afectación al principio de trascendencia mínima de la pena.En cuanto al pedido de las defensas de mantenimiento para el cumplimiento de la pena de la modalidad arresto domiciliario el Ministerio Público Fiscal hace remisión a los argumentos expuestos en su presentación de fs. 8407/8410. No obstante, destaca que el cumplimiento de la pena en cárcel común responde no solo a los principios de justicia e igualdad ante la ley, sino también a razones de estricto carácter procesal. Y también subraya la circunstancia de que los delitos juzgados no son comunes en tanto sus autores se valieron del aparato estatal y de los lugares que en él ocupaban para perpetrarlos.Sobre la pérdida del estado militar que la confirmación de la sentencia condenatoria en autos conlleva, expresa que se trata de una cuestión sobre la cual al Tribunal no le corresponde entender y que, en 7 todo caso, deberá ser oportunamente planteada ante las autoridades competentes.A efectos de examinar las cuestiones planteadas por las partes se procederá a su estudio por separado y sucesivamente. Antes de hacerlo, sin embargo, es necesario tener en cuenta dos extremos. El primero es que todas ellas refieren a consecuencias de la aplicación del poder punitivo del Estado. El segundo es que las cuestiones planteadas resultan oportunas en razón de que la sentencia dictada por este Tribunal el 04 de septiembre de 2008 en los presentes autos se encuentra firme en razón de haber sido desestimadas las quejas interpuestas por las defensas de Menéndez y Bussi ante la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación.- I- Modalidad de cumplimiento de la pena.En el punto VIII de la sentencia del día 04 de septiembre de 2008 obrante a fs. 6.216/6276 el Tribunal -con una integración distinta respecto a uno de los jueces- resolvió diferir su pronunciamiento respecto de la forma de cumplimiento de la pena de prisión impuesta para la etapa de ejecución (libro V del C.P.P.N.) y mantener hasta esa instancia la modalidad de cumplimiento de la prisión preventiva vigente en autos, es decir, la que era en prisión domiciliaria.En esa oportunidad, al fundarse tal decisión se sostiene: “Para Luigi Ferrajoli, la pena es una sanción abstracta, cierta e igual. Las penas modernas, dice, son un fruto de la revolución política burguesa, que marca el nacimiento de la figura del "ciudadano" y del correspondiente principio de abstracta igualdad ante la ley (Cfr. Ferrajoli, Luigi, Derecho y razón, Trotta, España, 2000, p. 392). El hecho que se trata de una condena por delitos de lesa humanidad, que implica una conducta que afecta a la humanidad toda por la gravedad de la lesión a derechos esenciales de la persona humana en forma masiva, cruel y sistemática, considera este Tribunal que no lo obliga a adoptar una posición equivalente, que sacrifique la humanización de la pena lograda por el Estado de Derecho.- 8 Poder Judicial de la Nación A su vez, Eugenio Raúl Zaffaroni es preciso y contundente: "la detención domiciliaria está ahora regulada por el art. 10 del Código Penal y por el art. 33 de la ley 24.660, de cuya combinación resulta que opera en las siguientes hipótesis: a) para penas hasta seis meses, a las mujeres honestas, a los mayores de sesenta años y a las personas valetudinarias, y b) para penas superiores a seis meses, a los mayores de setenta años y a los enfermos terminales". Agrega que el tema de la edad no ofrece dificultades interpretativas. En cuanto a la expresión "podrá", señala que no hay ley republicana que permita la arbitrariedad frente a lo que es un derecho (Cfr. Zaffaroni, Eugenio Raúl, Derecho penal, Ediar, 2000, p. 907).Resulta cierto que los hechos por los que se los condena son USO OFICIAL de una extrema gravedad moral, pero la norma vigente no hace diferencias: el art. 33 de la ley 24.660 prevé dos supuestos sin excepciones. La aplicación debe ser igualitaria, sin generar discriminaciones donde la ley no hace diferencias. En sentido coincidente con la posición aquí sostenida, el fallo recaído en la causa "Becerra, Víctor Daniel s/recurso de casación", de la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, del 23/07/08, como así también el fallo de la Sala III del mismo Tribunal, en la causa "Kearney, Miguel", del 17/6/08.Pues bien, Luciano Benjamín Menéndez tiene ochenta y un años de edad y Antonio Domingo Bussi tiene ochenta y dos años de edad y padece -conforme informe obrante a fs. 5834/5835- las siguientes enfermedades: hipertensión arterial, dislipemia, cardiopatía isquémica crónica, fibrilación auricular crónica, estenosis aórtica severa y apnea del sueño.-”.En esta instancia, habiendo la sentencia de condena quedado firme, corresponde el pronunciamiento respecto de la modalidad de cumplimiento de la pena. Al respecto el Tribunal advierte que las situaciones existenciales ponderadas en oportunidad de decidir el mantenimiento del encarcelamiento domiciliario de Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi en su calidad de procesados con prisión preventiva no han variado al presente, momento en el que han 9 adquirido la calidad de condenados por sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada formal y material.Ello en tanto el supuesto de la edad como condición que posibilita el cumplimiento de la privación de libertad como prisión domiciliaria, que resulta del plexo normativo en juego -artículo 10 del Código Penal y artículos 32 y 33 de la Ley 24.660- naturalmente continúa verificándose a la fecha. El condenado Luciano Benjamín Menéndez tiene ochenta y tres años de edad y el condenado Antonio Domingo Bussi ochenta y cinco-. De otra parte, los informes médicos sobre el estado de salud de ambos penados dan cuenta de su adversidad.Al respecto, con relación a Luciano Benjamín Menéndez debe señalarse que en causa “Romero Niklison, María Alejandra S/ Su denuncia por privación ilegítima de la libertad y otros delitos en perjuicio de María Alejandra Niklison - Acumulados: ‘Romano, Miguel Armando y otros S/ Infracción Arts. 213 bis C.P.’, Expte. 358/78 y ‘Meneses, Adolfo Francisco S/ Su pedido’, Expte. N° 1119/00”, Expte. N° R-30/09, durante el transcurso de la audiencia de debate oral y público -según resulta del acta del juicio respectiva-, teniendo presentes los informes médicos presentados los días 02 y 03 de marzo de 2.011, este Tribunal -con una integración distinta respecto a uno de los jueces- dispuso que Menéndez a partir del día 09 de Marzo de 2.011 continuara compareciendo al juicio, aunque participando de éste desde su domicilio, comunicado con la Sala de Audiencias por medio del sistema de videoconferencia a raíz de su estado de salud.Asimismo, corresponde traer a consideración que en causa “c/Herrera, Rubén Nelson; Herrera, Pedro Javier; Gentil, Miguel Raúl; Menéndez, Luciano Benjamín; Mulhall, Carlos Alberto; Zanetto, Joge Héctor; Guil, Joaquín y Soraire, Andrés del Valle s/ Encubrimiento en concurso ideal con el tipo penal de omisión de represión de delincuentes; homicidio calificado en dos hechos en concurso real y lesiones; coacción agravada y lesiones, en perjuicio de Miguel Ragone, Santiago Catalino Arredes y Margarita Martínez de Leal”, Expte. 3115/09, que se tramita ante el Tribunal Oral en lo 10 Poder Judicial de la Nación Criminal Federal de Salta, se dispuso que Menéndez participe en las audiencias de debate oral y público que comenzaron el día 05 de abril de 2.011 a través del sistema de videoconferencia, debido a su estado de salud. Asimismo, el día 06 de Abril de 2011 -según resulta del acta del juicio agregada a los presentes autos a fs. 8501/8504- ratificó que Menéndez continuara participando del juicio desde su domicilio en Tucumán mediante tal modalidad por razones de salud, conforme lo manifestado por el Médico Forense de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán Dr. Raúl Antonio Asial, que dio cuenta que Menéndez presentaba un estado de hipertensión arterial y un cuadro de neumonía que impedían que el mismo fuera trasladado a la provincia de Salta; y, asimismo, que la ponderación de los antecedentes médicos reflejaban USO OFICIAL una afección crónica de larga evolución y no revertible.En cuanto a Antonio Domingo Bussi, resulta necesario tener en cuenta que en causa “Jefatura de Policía de Tucumán s/secuestros y desapariciones”, Expte. J-29/09, en el curso de la audiencia de debate oral y público, por resolución de este Tribunal -aunque con una integración distinta respecto a uno de los jueces- el día 30 de marzo de 2010 se dispuso su separación del juicio oral y público por razones de salud, de conformidad con lo prescripto por el artículo 365 inciso 5 y concordantes del C.P.P.N. En dicha oportunidad fueron ponderados los informes sobre el estado de salud de Bussi presentados por los peritos médicos forenses de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dres. Rando y Rudelier. El Dr. Rando examinó las condiciones físicas de Bussi y concluyó “que su estado de salud le impide participar en las audiencias del actual proceso oral y público y que el paciente, a la fecha, debe permanecer internado”. El dictamen también fue suscripto por los Dres. Castellanos, Barrionuevo y Lacroix. De otra parte, el Dr. Rudelir -médico psiquiatra- examinó las condiciones psíquicas del imputado Bussi y consideró que “al momento actual sus facultades mentales se encuentran compensadas, presentando una autonomía psíquica suficiente como para comprender la situación que atraviesa y el alcance de las imputaciones que se le efectúan”. En idéntico sentido se pronunció el perito de parte -médico psiquiatra- Matías Apestey. Tales 11 aseveraciones no son puestas en crisis por el médico psiquiatra de Bussi Martín Ernesto Wilde, sin perjuicio de su indicación de reposo.En la resolución que se menciona, no obstante la separación ordenada, también se dispuso que se efectúe un monitoreo del estado de salud de Bussi mediante exámenes médicos bimestrales a cargo del Médico Forense de la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán Dr. Raúl Antonio Asial, especificando que el profesional que se menciona debería tomar contacto periódico con los médicos tratantes e informar al Tribunal cualquier novedad. Es en ese marco que el Dr. Asial informa a este Tribunal el 12 de Abril de 2011 -fs. 8471/8484- “Antonio Domingo Bussi presenta una descompensación de su cuadro de Insuficiencia Cardíaca Crónica (cardiopatía dilatada con baja fracción de eyección). Las recaídas que sufre su patología son una consecuencia natural de la evolución de su enfermedad. Dicho cuadro es de carácter crónico, progresivo e irreversible.”.En consecuencia, por las razones consideradas, corresponde disponer que el cumplimiento de las penas dispuestas en autos se efectúe bajo la modalidad de prisión domiciliaria, manteniéndose así la modalidad de prisión preventiva domiciliaria cumplida en autos por los ahora condenados.- II- Destitución del penado.En cuanto al pedido del Ministerio Público Fiscal de remisión de la sentencia dictada en autos al Ministerio de Defensa del Poder Ejecutivo de la Nación a efectos de que se aplique a Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi, por su calidad de penados con prisión perpetua con sentencia firme, la sanción disciplinaria de destitución, el Tribunal dispone comunicar al ministerio referido la sentencia recaída en autos, haciéndose saber asimismo que la misma se encuentra firme, a efectos de la destitución -conforme puntos VI y VII de la parte resolutiva de la sentencia ya mencionada-, en el marco de las prescripciones de la Ley 14.029 vigente al momento de los hechos y las de la Ley 23.394.- 12 Poder Judicial de la Nación III- Suspensión del goce de jubilaciones del penado.Con relación a la solicitud de las defensas de que se declare, para el caso, la inconstitucionalidad del artículo 19 inciso 4 del Código Penal, se tiene presente que la A.N.S.E.S. a fs. 8505/8515 informa -a requerimiento de lo dispuesto por Presidencia de este Tribunal como medida previa a fs. 8491- que Luciano Benjamín Menéndez y Antonio Domingo Bussi son beneficiarios de Retiro Militar (caja otorgante IAF, Instituto de Ayuda Financiera del Ejército).La mencionada dependencia también informa que Menéndez es titular del beneficio N° 75-0-0014339-0, con fecha de alta Enero 1980 y que Bussi es titular del beneficio N° 75-0-0022486-0, con fecha de alta Abril 1982.- USO OFICIAL Siendo ello así, cabe tener presentes los argumentos esgrimidos por las defensas y explicitados supra.Pues bien, sobre la base de los extremos que se señalan, el Tribunal considera que en relación al presente caso corresponde declarar la inconstitucionalidad del inciso 4 del artículo 19 del Código Penal en cuanto preceptúa “La inhabilitación absoluta importa:…La suspensión del goce de toda jubilación, pensión o retiro, civil o militar, cuyo importe será percibido por los parientes que tengan derecho a pensión…” por los fundamentos que a continuación se analizan.Como circunstancia dirimente a efectos del pronunciamiento por la inconstitucionalidad de la norma citada resulta necesario dejar establecido que la suspensión de beneficios previsionales del condenado inhabilitado vulnera los derechos constitucionales consagrados en los artículos 14 y 17 -derecho de propiedad-, 14 bis derechos de la seguridad social-, 18 -finalidad de la pena- y 28 -principio de razonabilidad- de la Constitución Nacional; y, asimismo, en el marco del artículo 75 inciso 22 del citado texto constitucional, los artículos 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (D.U.D.H), 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (P.I.D.C.P) y 5 inciso 2 de la Convención Americana de Derechos Humanos (C.A.D.H.) en cuanto refieren a la dignidad de la pena.- 13 Con relación al derecho de propiedad, la norma que se analiza importa un menoscabo tanto a su libre uso y disposición -artículo 14 C.N.-, como a su inviolabilidad -artículo 17 C.N.-. Al respecto, preciso es señalar que los beneficios previsionales constituyen un derecho de carácter patrimonial adquirido con anterioridad a la oportunidad en que devienen exigibles que integra la propiedad en sentido constitucional, según la doctrina y la jurisprudencia lo han señalado amplia y reiteradamente. Y tal naturaleza de derecho patrimonial adquirido no resulta conmovida por la circunstancia de que los beneficios previsionales se encuentren supeditados a la condición de encontrarse el destinatario de los mismos en alguna de las contingencias de desamparo -v.g. ancianidad, muerte del cónyuge- que el derecho de la seguridad social propende cubrir.A su vez, no puede ser otra la naturaleza de los beneficios previsionales desde que el más Alto Tribunal ya en el año 1925, en “Bourdieu c. Municipalidad de la Capital” -Fallos 145:307-, ha sostenido que el término propiedad, tal como resulta empleado en los artículos 14 y 17 del texto constitucional, comprende todos los intereses que un hombre puede poseer fuera de sí mismo, fuera de su vida y de su libertad y se integra con todos los derechos que tengan un valor reconocido, ya sea que surjan de las relaciones de derecho privado o de actos administrativos.No obstante, los beneficios previsionales también han recibido consagración constitucional expresa en el artículo 14 bis que especifica el carácter integral e irrenunciable de los mismos.De otra parte, la norma sub examine supone un ataque al principio de razonabilidad; el cual, si bien no resulta recogido por la letra del artículo 28 de la Carta Fundamental, la doctrina y la jurisprudencia entienden que dimana de éste, estableciendo una línea que separa la reglamentación legítima de la norma constitucional, de la que la altera. Naturalmente no constituye tarea sencilla la localización de una norma infraconstitucional de un lado u otro de la mencionada línea. Sin embargo, la doctrina y la jurisprudencia han elaborado pautas de razonabilidad. En particular, la Corte Suprema de Justicia de la Nación al 14 Poder Judicial de la Nación proceder al control de razonabilidad en distintos pronunciamientos ha desarrollado diversos standards de razonabilidad tales como la proporcionalidad entre medios empleados y fines perseguidos, la relación entre costos y beneficios en términos del impacto de la norma sobre los derechos personales y el interés público o el interés estatal urgente frente a normas intensamente intrusivas con respecto a la esfera de derechos de los ciudadanos (Cfr. Gelli, María Angélica, Constitución de la Nación Argentina. Comentada y Concordada, La Ley, Buenos Aires, 2003, p. 248-257).A fin de explicitar por qué aquí se establece que el inciso 4 del artículo 19 del Código Penal al reglamentar la materia previsional la desnaturaliza, es menester atender al standard de la proporcionalidad. Al USO OFICIAL respecto, como ya lo ha sostenido el Tribunal Oral en lo Criminal N° 14 de la Capital Federal en su sentencia del 08 de Agosto de 2005 en causa N° 2070, cabe advertir que en materia previsional lo esencial es cubrir los riesgos de subsistencia y que ello demanda interpretar las leyes concernientes a dicho ámbito conforme a la finalidad que con ellas se persigue, cuidando de no desnaturalizarla con un excesivo rigor de los razonamientos. Así, tratándose de la norma penal que se analiza, se verifica una extralimitación en el marco razonable del legislador en la reglamentación de derechos que revela arbitrariedad; y no por falta de proporcionalidad sino por absoluta ausencia de relación entre el medio elegido y el fin buscado. En otros términos, en nada contribuye a la cobertura de los riesgos de subsistencia privar a una persona mientras dure una condena de un derecho constitucionalmente reconocido para atender a sus necesidades de vida.También en materia previsional es oportuno reparar en la incoherencia del legislador en la reglamentación del ámbito que se menciona, en tanto mientras que por la norma cuestionada en su constitucionalidad dispone para los penados la suspensión del goce de los beneficios previsionales, por el inciso g) del artículo 107 de la Ley 24.660 se establece que en el trabajo de los penados deberá respetarse la legislación laboral y de seguridad social vigente, lo que implica que el mismo es remunerado y, en lo que aquí interesa, supone la realización de 15 aportes. En definitiva, reviste total inconsistencia que al condenado inhabilitado que resulta incluido en el sistema previsional en calidad de aportante por las actividades laborales que desarrolla en una unidad penitenciaria, se lo excluya de dicho sistema al privárselo de los beneficios previsionales. Y agréguese a ello que la situación que se examina resulta aún más contradictoria si se repara en el hecho de que mientras la inclusión en el sistema previsional a los efectos de la realización de aportes se reconoce al penado que cumple pena privativa de la libertad en una unidad penitenciaria, la exclusión en el sistema previsional por la suspensión del goce de los beneficios previsionales alcanza aún al penado que cumple pena privativa de la libertad bajo prisión domiciliaria, modalidad de cumplimiento de la pena que coloca en cabeza del penado la atención de sus necesidades de subsistencia.En cuanto a la vulneración por la norma cuestionada del artículo 18 C.N.; y, por el artículo 75 inciso 22 del citado texto constitucional, los artículos 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (D.U.D.H), 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (P.I.D.C.P) y 5 inciso 2 de la Convención Americana de Derechos Humanos (C.A.D.H.), de lo que aquí se trata en el presente caso es de poner de manifiesto que el inciso 4 del artículo 19 del código de fondo trasunta una finalidad de mortificación innecesaria en el patrimonio de quien sufre una pena privativa de la libertad.Si bien la finalidad de la pena en la norma constitucional y en las internacionales ya mencionadas puede ser materia de discusión si resulta consagrada o no expresamente, todas ellas recogen la idea de readaptación social del penado y de dignidad de la pena; o, en todo caso, con seguridad, la falta de consagración de la finalidad de castigo de la pena. Es que como lo expresara el preámbulo del Proyecto Alternativo de un nuevo Código Penal alemán (1966), la pena es una “amarga necesidad en la comunidad de seres imperfectos que son los hombres”.Y lo afirmado con relación a la finalidad de la pena, asimismo, resulta corroborado por los lineamientos de la política penitenciaria nacional actual. Sobre el punto, con mayor precisión, no puede omitirse considerar que la Ley 24.660 de ejecución de la pena 16 Poder Judicial de la Nación privativa de la libertad promulgada el 08 de Julio de 1996, esto es, con posterioridad a la última reforma constitucional que otorga jerarquía constitucional a los tratados sobre derechos humanos, en su artículo 1 establece: “La ejecución de pena privativa de la libertad, en todas sus modalidades, tiene por finalidad lograr que el condenado adquiera la capacidad de comprender y respetar la ley procurando su adecuada reinserción social, promoviendo la comprensión y el apoyo de la sociedad. El régimen penitenciario deberá utilizar, de acuerdo con las circunstancias de cada caso, todos los medios de tratamiento interdisciplinario que resulten apropiados para la finalidad enunciada.”.Como se observa, lo que refleja la norma citada es la USO OFICIAL expresa consagración de la finalidad de readaptación social del condenado, en consonancia con el marco hermenéutico que brinda la Constitución reformada (Cfr. Edwards, Carlos Enrique, Ejecución de la pena privativa de la libertad, Astrea, Ciudad de Buenos Aires, 2007, p. 6-8). Ello sin entrar a considerar que el fin preventivo general de la pena, cual ratificación de la vigencia de la norma y restablecimiento de la confianza comunitaria, no determina de ninguna forma que resulte necesario confiscar el haber jubilatorio.Por último, al margen de la vulneración de normas constitucionales, no puede dejar de destacarse que un examen de la evolución legislativa del precepto cuestionado revela que el Proyecto de 1891 -que se aproxima al texto vigente- cuando incluía entre las consecuencias de la inhabilitación absoluta a la pérdida de toda jubilación, pensión o goce de montepío aludía a beneficios graciables, no a la conclusión de un ciclo de aportes previos. Solo con posterioridad las palabras “jubilaciones” y “pensiones” se aplicaron a situaciones distintas a las que originaron la norma (Cfr. Terragni, Marco A., “Artículo 19” en Baigún, David, Zaffaroni, Eugenio Raúl, Código penal y normas complementarias. Análisis doctrinal y jurisprudencial, Hammurabi, Bs. As., 1997, Vol. 1, p. 221-231). Dicha circunstancia deja pendiente el interrogante en torno a la finalidad de la norma atento a que en sus orígenes no tuvo la carga infamante que tiene en el texto vigente, en el 17 sentido de consagrar una incapacidad moral para el ejercicio de un derecho.Por lo que este Tribunal, RESUELVE: I) DISPONER que el cumplimiento de la pena de prisión impuesta en autos a los condenados LUCIANO BENJAMÍN MENÉNDEZ y ANTONIO DOMINGO BUSSI se cumpla bajo la modalidad de prisión domiciliaria, conforme se considera (artículo 10 del Código Penal y artículos 32 y 33 de la Ley 24.660).II) COMUNICAR al Ministerio de Defensa del Poder Ejecutivo de la Nación la sentencia recaída en autos, haciéndose saber que la misma se encuentra firme, a efectos de la destitución -según puntos VI y VII de la parte resolutiva de la sentencia obrante a fs. 6.216/6276-, conforme se considera (Ley 14.029 vigente al momento de los hechos y Ley 23.394).III) DECLARAR la inconstitucionalidad del inciso 4 del artículo 19 del Código Penal en relación al presente caso, conforme se considera (artículos 14, 14 bis, 17, 18 y 28 de la Constitución Nacional, y en el marco del artículo 75 inciso 22 del citado texto constitucional, los artículos 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos -D.U.D.H-, 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos -P.I.D.C.P- y 5 inciso 2 de la Convención Americana de Derechos Humanos -C.A.D.H.-).IV) REGISTRESE - HAGASE SABER Carlos E. I. Jiménez Montilla Juez de Cámara Gabriel Eduardo Casas Presidente Guillermo Daniel Molinari Juez de Cámara Subrogante ANTE MI: Mariano García Zavalía Secretario de Cámara 18