fragmento de la obra sobre este tema

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QUEBRANTAMIENTO DE ORDEN DE
ALEJAMIENTO
Artículo 468 del Código Penal:
1. Los que quebrantaren su condena, medida de
seguridad, prisión, medida cautelar, conducción o
custodia serán castigados con la pena de [...]
2. Se impondrá en todo caso la pena [...] a los que
quebrantaren una pena de las contempladas en el
artículo 48 de este Código o una medida cautelar o de
seguridad de la misma naturaleza impuesta en procesos
criminales en los que el ofendido sea alguna de las
personas a las que se refiere el artículo 173.2, así como a
aquellos que quebrantaren la medida de libertad vigilada.
Las penas a las que se refiere en concreto según el
artículo 48 del mismo Código Penal son:
Artículo 48 del Código Penal
1. La privación del derecho a residir en determinados
lugares o acudir a ellos impide al penado residir o acudir
al lugar en que haya cometido el delito o falta, o a aquel
en que resida la víctima o su familia, si fueren distintos.
2. La prohibición de aproximarse a la víctima, o a
aquellos de sus familiares u otras personas que
determine el juez o tribunal, impide al penado acercarse
a ellos, en cualquier lugar donde se encuentren, así como
acercarse a su domicilio, a sus lugares de trabajo y a
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cualquier otro que sea frecuentado por ellos, quedando
en suspenso, respecto de los hijos, el régimen de visitas,
comunicación y estancia que, en su caso, se hubiere
reconocido en sentencia civil hasta el total cumplimiento
de esta pena.
3. La prohibición de comunicarse con la víctima, o con
aquellos de sus familiares u otras personas que
determine el juez o tribunal, impide al penado establecer
con ellas, por cualquier medio de comunicación o medio
informático o telemático, contacto escrito, verbal o
visual.
4. El juez o tribunal podrá acordar que el control de
estas medidas se realice a través de aquellos medios
electrónicos que lo permitan.
En el caso de quebrantamiento consentido por la
víctima dicho consentimiento es irrelevante y por tanto
se debe proceder a la detención del autor.
Sentencia del Tribunal Supremo 1156/2005: [...] el
cumplimiento de una pena no puede quedar al arbitrio
del condenado (…) y lo mismo debe decirse de la medida
de alejamiento como medida cautelar.
Sentencia del Tribunal Supremo 1156/2005: [...] la
vigencia o anulación de la medida no puede quedar al
arbitrio de aquella persona en cuya protección se otorga,
porque ello la convierte en árbitro de una decisión que no
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sólo le afecta a ella, sino también a la persona de quien se
debe proteger [...]
Por último cabe también tener en cuenta la Circular
6/2011 de la Fiscalía General del Estado sobre Violencia
de Género, que cita el Pleno de la Sala Segunda del
Tribunal Supremo, a través de acuerdo no Jurisdiccional
en el que se acordó que: El consentimiento de la mujer no
excluye la punibilidad a efectos del artículo 468 del
Código Penal.
Excluyendo por tanto cualquier clase de eficacia al
consentimiento, expreso o tácito, otorgado por la víctima
para la reanudación de los encuentros o de la
convivencia. Posteriores sentencias como la 20/2009 del
29 de enero han proclamado la irrelevancia absoluta del
consentimiento prestado por la víctima a la reanudación
de la convivencia, independientemente de las
condiciones en las que el mismo fue emitido, igualmente
se pronuncian las sentencias 39/2009 de 29 de Enero,
172/2009 de 24 de febrero y 349/2009 de 30 de marzo
entre otras de 2010 y 2011.
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