Los procesos discursivos como una forma de revisión en los valores

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Los procesos discursivos como una forma de revisión en los valores del
Trabajador Social1
Luis Antonio Serrano Guerra (Autor)2
Integrantes del Cuerpo Académico 272 (Coautores)
[email protected]
Modalidad:
Ponencia
Eje temático:
La dimensión ético-política de la práctica profesional y la
organización política del Trabajo Social
[Cuando esté en posición de poder decir mediante qué discurso se puede llevar la
convicción a las almas más diversas, cuando, puesto en presencia de un
individuo, sepa leer su corazón y pueda decirse a sí mismo: “he aquí el hombre,
he aquí el carácter que mis maestros me han pintado; él está delante de mí; y
para persuadirle de tal o cual cosa deberé usar de tal o cual lenguaje”; cuando él
posea todos estos conocimientos, cuando sepa distinguir las ocasiones en que es
preciso hablar y en las que es preciso callar; cuando sepa emplear o evitar con
oportunidad el estilo conciso, las quejas lastimeras, las amplificaciones
magníficas y todos los demás giros que la escuela le haya enseñado; sólo
entonces poseeré el arte de la palabra.]
Platón
Introducción
A través de la historia se han estudiado los comportamientos, hábitos y costumbres de los
pueblos y sociedades, cada sociedad encierra un misterio de signos, símbolos y
significados, que conforman su
cultura en cada sociedad, que es única e irrepetible, tal
vez haya influencias e hibridación en ciertos hábitos y costumbres, pero la esencia está
ahí y nadie puede cambiarla; el principal problema de los países capitalistas y poderosos
ha sido, el querer influir, modificar o incluso cambiar ciertos hábitos de los pueblos,
porque lo creen necesario para el desarrollo de la humanidad, para ellos muchos actos
culturales son inhumanos, cuando lo que ellos hacen no se justifica de ninguna manera,
de hecho nada justifica una intervención de un país a otro y mucho menos sí se trata de
cuestiones de valores, ya que podríamos preguntar ¿Cuál cultura muestra una moral
correcta? O también podríamos preguntarnos ¿qué es lo correcto y para quién? La
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Ponencia presentada en el XIX Seminario Latinoamericano de Escuelas de Trabajo Social. El Trabajo Social en la
coyuntura latinoamericana: desafíos para su formación, articulación y acción profesional. Universidad Católica
Santiago de Guayaquil. Guayaquil, Ecuador. 4-8 de octubre 2009.
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Profesor e Investigador de la Universidad de Guadalajara, adscrito al Departamento de Trabajo Social, egresado de la
Licenciatura en Ciencias de la Comunicación y de la Maestría en Periodismo por la Universidad de Saint Climent Ohridski,
Sofía, Bulgaria. Egresado de la Maestría en Literaturas del Siglo XX, y Doctorante en Letras de la Universidad de
Guadalajara, Jalisco, México.
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intervención de Estados Unidos en Iraq y en otras partes del mundo, no se justifica de
ninguna forma; la libertad, cultura, creencias y valores se deben de respetar,
La sociedad “buena” no se moldea con “buenos” principios, ni con guerras. La
ética no se expresa con palabras, sino con medidas que dignifiquen a sus habitantes, es
decir, con trabajo justamente retribuido, con educación, salud y vivienda para todos, con
libertad y auténtica democracia. Lo ético debe desplazarse de los enunciados, de los
discursos, a la práctica. Nunca como hoy son violados los derechos humanos, ejemplos
hay muchos, las muertas de Juárez, que no han tenido justicia, la sociedad recrimina por
esos crímenes contra las mujeres, que han sido violadas y asesinadas en esa parte de
nuestra nación, el valor y la justifica están devaluados, no se puede permitir ninguna
violencia a cualquier grupo social, étnico, político, religioso, al que pertenezcan los seres
humanos. Para las personas que aplican la violencia, los valores sólo sirven según se
usen para sus propósitos, Como dijo Savater, “los derechos humanos, para nuestra
vergüenza colectiva, son todavía hoy un catálogo de buenos propósitos”.
La acción de la violencia y la Guerra, no se justifican de ninguna manera, los
intereses de los grupos poderosos, no deben sobreponerse a los derechos y libertades de
la mayoría, por ello, los principios morales no son la acción, sino la relación con la acción
en virtud de las convenciones culturales en las que se participa.
El valor debe estar implícito en la acción en tanto señale que todo es construido
socialmente. No se debe aceptar la existencia de valores absolutos, ni universales, que
vayan en contra de cualquier grupo social, sólo debe hacerse hincapié en la posibilidad de
un compromiso moral.
Este estudio tiene como principal objetivo, revisar nuestra congruencia como
docentes en el proceso discursivo, a través de nuestras acciones y convicciones que nos
conllevan a la práctica de la enseñanza, mediante la currícula oficial y oculta en el
Departamento de Trabajo Social, de la Universidad de Guadalajara.
Lo anterior nos podría llevar a indagar hasta que punto el trabajo en y desde el
discurso de los académicos en Trabajo Social, influye y determina ciertos patrones y
conductas que podrían reflejarse más allá de las aulas, mediante la apropiación de los
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significados de vida de los profesores, a través de la interaccón que surge, no sólo en las
relaciones humanas, sino en el salón de clase, generando no sólo una nueva percepción
de la realidad, sino que además, en algunas ocasiones surgen reflexiones de sí mismos
como profesionistas en el Trabajo Social.
Desarrollo:
A través del discurso se van transmitiendo significados de vida que algunas veces
hacemos conscientes y otras no, mi pregunta sería ¿Qué tipo de signifcados de vida,
repetimos como patrones, conductas, hábitos y costumbres, que condicionan, afectan y
son apropiados por los estudiantes, mismos que se verán reflejados en el comportamiento
y conocimiento asimilados por los profesionistas, a través de las relaciones humanas
dentro de la práctica docente?
El Departamento de Trabajo Social como disciplina, pertenece a un organigrama
más amplio como: la División de Estudios Políticos y Sociales, al Centro de Ciencias
Sociales y Humanidade y este a su vez a la misma Univesidad de Guadalajara, todo esto,
conlleva una carga semántica y significativa de lo que representamos y de cómo nos ven
desde dentro y fuera a la profesión, por ello, sin duda alguna, hay fenómenos sociales que
influyeron en determinado momento, para que la carrera fuera tomando el rumbo que
hasta el momento ha elegido; en esta parte, cabe reflexionar, a cerca de ¿Cuáles serían
esos significados de vida que influyeron y determinarón parte de la personalidad y la
profesión, considerando no sólo las relaciones humanas que se dan en las aulas, sino
también extraulicas; conformando ciertos rasgos y características de lo que será el futuro
profesionista, el cual se verá involucrado en un trabajo directo con las problemáticas
sociales?
Una revisión del discurso del trabajo social en y desde la histórico, nos arrojaría
datos interesantes, de lo que perdura todavía en la formación profesional, y que tan
benefico o perjudicial, son esos significados de vida que se repiten de generación en
generación, claro, esto se refleja mediante la práctica docente, y en última instancia en el
perfil del egresado, que se verá avalado o desvalorado a través del contacto directo con la
sociedad; lo que nos podría dar un diagnóstico, de hasta qué punto se siguen repitiendo
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patrones y conductas, que tal vez, en su momento fueron eficaces o no, pero que en la
actualidad necesitamos de nuevas formas de replantear nuestra profesión para darle un
mejor futuro a los alumnos y con ello, solucionar los problemas sociales con una visión
más integradora, humana y global.
De lo anterior surge nuestra hipótesis, que tiene una estrecha relación con la
realidad significante, que se observa y aparece en los discursos académicos, que
determina directa o indirectamente al perfil de los estudiantes; algunas veces, no los
dejamos crecer, no les permitimos que se descubran, ni mucho menos les damos
herramientas, para que cuestionen ciertos aspectos del conocimiento por sí mismos, esto
sin dejar de lado la falta de revalorización y la baja autoestima, que algunos profesores
transmiten desde el discurso, afectando con esto su estado de animo y su desarrollo
académico, no permitiéndoles obtener un conocimiento pleno, y que en última instancia
se refleja en su desempeño profesional; hay ciertos elementos que se dan en las
relaciones humanas y que se observan
mediante las prácticas docentes, como el
paternalismo o más bien dicho, el sentido materno, que muchas veces no permite
descubrir las habilidades y las destrezas que los jóvenes tienen que alcanzar por sí
mismos, entre otros aspectos que precisamente se podrán vislumbrar a través del análisis
del discurso semiótico.
En la medida en que los académicos y los estudiantes hagamos conciencia de lo
que decimos, sus significados y consecuencias, podremos replantear y repensar nuestro
quehacer como profesionistas, dándole un sentido más humano y profesional con bases
solidas, sustentadas tanto en lo teórico como en lo metodológico, para enfrentar los retos
y problemáticas que enfrenta nuestra sociedad.
Para estudiar lo anterior, es necesario retomar algunas temáticas, que se
relacionan y que definitivamente tienen que ver con su formación: El contexto histórico, el
género como concepto que determina el comportamiento en la vida social, el lenguaje que
como lengua convencional y natural, tiende a conformar estructuras de pensamiento y
crea lo que somos a partir de cómo nos concebimos en y a partir del lenguaje, y por
último, las relaciones humanas, que se dan a partir de un juego de poder y mediante
arquetipos que en cierta forma nos dicen la esencia de nuestro yo, a partir de los valores,
hábitos y costumbres, que sin duda alguna, tienen que ver con el lenguaje y en como
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fuimos dándole forma a lo que es la carrera y la profesión del Trabajo Social.
El discurso en y desde el Trabajo Social, como marco de referencia, nos ilustra lo que
fue, es y podría llegar a ser la profesión del trabajo social, aquí es importante vincular los
acontecimientos que dieron cierto rumbo a la profesión y que indudablemente influyeron y
siguen creando realmente una visión de lo que es la profesión, a través de las prácticas
docentes.
Dentro de estas prácticas docentes, se dan las relaciones humanas, el género y la
historia se ven desdibujadas en y a través del lenguaje, por ello, nuestro objetivo es
vislumbrar los tejidos que conforman la red (lo que se piensa, lo que se dice ser y lo que
representa la realidad significanate), que es la profesión del Trabajo Social, mediante el
discurso de los docentes (Trabajadores Sociales) y en un segunda estudio el discurso de
los estudiantes (últimos dos semestres y egresados).
a) Las relaciones humanas juegan un papel preponderante en la formación y en el
perfil del Trabajo Social, aquí tratamos de encontrar hasta qué punto, los y las
trabajadoras sociales, siguen las costumbres, hábitos y patrones a partir de los
valores que han transcurrido durante el acontecer histórico de la carrera, a través
del discurso.
b) Otro punto importante es el género, que sin duda tiene gran impacto en cómo se
ven y se sienten los y las trabajadoras sociales, ante un país como México,
siempre es bueno tener un punto de comparación, aquí podríamos ver
otros
sistemas políticos y económicos de otras latitudes del mundo, en cómo se sienten
y se ven los trabajadores sociales, que sin duda alguna, aquí en México y más
precisamente en la Universidad de Guadalajara, observaremos como nuestro
sistema determina la visión de calidad y cualidad del ser y del sentirse de un
trabajador social en nuestra sociedad.
c) La historia suele concebirse como un mosaico de fenómenos que dejaron huella
por los acontecimientos ocurridos en el pasado, sí bien estudiáramos a fondo cada
uno de ellos, encontraríamos alteraciones, mentiras, verdades o actos que han
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sido minimizados, pero que su alcance es inimaginable. Sin embargo, sabemos
que no todos los acontecimientos tienen el mismo impacto sobre el futuro, ni todos
los momentos de la historia se han considerado enriquecedores en la producción
de nuevas posibilidades del trabajador social.
d) No obstante, el lenguaje es relevante, ya que la historia del Trabajo Social ha
marcado el espacio visible e invisible desde su concepción, sus rasgos nos
conllevan precisamente a las formas “mentales” que determinan en cierta forma: el
cómo nos concebimos y el cómo nos pensamos a nosotros mismos en y desde el
mundo que nos rodea, aquí es donde el discurso semiótico, puede arrojarnos
datos importantes de lo que somos y como nos queremos ver a futuro.
Por lo que consideramos a la Semiótica de la comunicación en las relaciones
humanas, como nuestra herramienta de trabajo, ya que es a partir de este medio, que
podremos ver lo qué somos y cómo nos queremos ver, el discurso es la materia prima, a
través de la cual, nos objetivisamos, gracias a la relación que se da entre el signifcado, el
significante y el referente, observamos una realidad mediada por el mismo lenguaje, y que
en cierta forma, nos recrea y conforma; mediante los significados de vida nos vamos
transformando; por ello es importante reflexionar entorno de nuestras prácticas docentes,
¿qué de todo lo que transmitimos tiene la posibilidad de encontrar falsación? ¿cuáles son
esos significados de vida concientes o inconcientes que transmitimos? y ¿qué huellas
dejamos en los estudiantes que se repetirán a lo largo de su vida, convirtiendose en
fortalezas o debilidades de su profesión?
Conclusiones:
Los estudiantes a lo largo de la carrera van adquiriendo no sólo conocimientos, sino
hábitos y costumbres que se relacionan con los significados de vida de los profesores, por
lo que, pretendemos describir cuales son estos, para ver hasta qué punto son un reflejo
de nuestra actividad profesional.
Hay actitudes y aptitudes que no sólo se adquieren en la niñez y adolescencia, sino
que también se transforman, asimilan y adoptan en la juventud y más precisamente,
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mediante la formación profesional, cuáles de estas son transmitidas mediante el currículo
oculto y / o oficial de nuestra práctica docente.
Todos los puntos anteriores se trabajan desde una perspecta teórica y metodológica
de Greimas y otros estudiosos del enunciado y la enunciación como Joseph Courtés, que
son los elementos por medio de los cuales se analizará los diversos discursos que
transcurren en el devenir de la formación de los estudiantes; de alguna forma en los
resultados se veran reflejados los valores y / o antivalores que determinan al profesionista
en Trabajo Social y su ética profesional que lo caracteríza en la sociedad.
Partiendo del lenguaje como herramienta que los seres humanos utilizamos en lo
que llamamos el “lenguaje del devenir”, yo no sé, hasta qué punto se repitan los
fenómenos históricos, como lo menciona Mircea Eliade, en el Mito del Eterno Retorno, en
donde menciona que:
En efecto es necesario confrontar al “hombre histórico” (moderno), quien se sabe y
se ve como creador de la historia, junto con el hombre de las civilizaciones
tradicionales, que, la vio, tenía el respeto de la historia como un negativas de la
historia. (p. 158)
Lo moderno y lo tradicional se contraponen, yuxtaponen y mezclan y no sabemos hasta
qué momento, estamos en una nueva era un tanto matizada de este mismo “lenguaje del
devenir” como lo señala Rafael Echeverría en su Ontología del Lenguaje, en donde
escribe que:
Antes de la invención del alfabeto, los seres humanos vivían en lo que llamamos
un “lenguaje del devenir”. Lenguaje y acción estaban entonces estrechamente
unidos. Se reconocía de manera natural que el hablar tenía el poder de hacer que
ciertas cosas sucedieran; cosas que posiblemente no habrían acontecido, de no
haber dicho alguien lo que dijo (Echeverría, 2008: 20).
Precisamente, en nuestro estudio profundizaremos más a fondo en cada uno de
los puntos antes mencionados y los analizaremos utilizando el método de la semiótica de
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A. J. Greimas y Joseph Courtés, aplicando un análisis al discurso de los profesores y de
los alumnos del Departamento de Trabajo Social de la Universida de Guadalajara.
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