El cáncer de mama hereditario José Hernando Arteaga Caiza, M.D.* y Adrián Pablo Huñis, M.D. Desde hace más de un siglo se acepta que en algunas familias el mayor riesgo para la susceptibilidad al cáncer de mama lo constituye un componente genético y hoy se reconoce que un gen autosómico dominante es detectado en esas familias. Surge así el concepto de cáncer de mama hereditario para describir en una familia un patrón de segregación mendeliana de cáncer de mama. José Hernando Arteaga Caiza M. D.* *Médico Especialista en Ginecología Adrián Pablo Huñis M. D.° °Docente Adscripto de Medicina Interna (UBA) Profesor Asociado de Oncología (Universidad Maimónides) 1/MEDICO INTERAMERICANO 2004 Con el descubrimiento en 1990 de mutaciones germinales que pasan de generación en generación, hoy se sabe que el cáncer puede aparecer más tempranamente que lo usual, porque no hay que esperar a que se produzcan las primeras etapas que son las más lentas. Según la literatura, alrededor del 5 al 10 % de todos los cánceres de mama son hereditarios. Al menos 2 genes están asociados al cáncer de mama hereditario: el BRCA1 al síndrome de cáncer de mama y ovario y el BRCA2 al síndrome de cáncer de mama sitio específico, los cuales, juntos, determinan aproximadamente el 85 % de todos los cánceres de mama hereditarios. (1) La formulación de la teoría de la doble mutación se convirtió en un hecho trascendental para comprender la génesis del cáncer hereditario. Los genes descubiertos – BRCA1, BRCA2 – juegan un papel muy importante en el cáncer hereditario de mama y del ovario. Ayudan a prevenir el cáncer produciendo moléculas que impiden que las células se multipliquen anormalmente. Si una mujer hereda una mutación del BRCA1 o del BRCA2 de su madre o del padre, las mamas y los ovarios son más susceptibles de desarrollar el cáncer. Datos epidemiológicos En los EE.UU. las mujeres tienen un riesgo de 1 en 10 y de 1 en 55 de desarrollar cáncer de mama y cáncer de ovario durante su período de vida. Cuando existen mutaciones en cualquiera de los genes BRCA1 y BRCA2 el riesgo se multiplica por ocho y es del 70% al 90% y para el cáncer de ovarios se multiplica por 30 y el riesgo es de 40% al 60%. Los cánceres de mama hereditarios poseen características clínicas e histopatológicas diferentes de las que presentan los cánceres de mama esporádicos: 1°) edad más joven al diagnóstico 2°) frecuencia de afectación bilateral 2°) peor pronóstico (aneuploidía, alto grado histológico, índice de proliferación elevado). El riesgo de padecer cáncer de mama en las mujeres que tienen la madre o hermana con cáncer de mama es dos o tres veces superior al del resto de la población. En aquellos casos en que estaban afectas ambas, la madre y la hermana el riesgo aumentaba hasta 6.5 veces respecto a la población sin antecedentes familiares de primer grado. Al tratarse de una mutación germinal la que causa la predisposición al cáncer, se encuentra en todas las células del organismo, por lo que se necesitan muy pocas mutaciones somáticas, en el ámbito de las células ductales de la mama, para que tenga lugar el desarrollo de la neoplasia. Puede ser heredada tanto de la madre como del padre, estando presente la mutación desde el nacimiento en las portadoras. La predisposición al cáncer tiene una herencia dominante, con un 50% de riesgo de transmitir los alelos de las mutaciones a los hijos, y por tanto un 50% de riesgo de ser portador de la mutación genética (2) Síndromes del cáncer de mama hereditario El estudio de numerosos antecedentes ha dado como resultado el reconocimiento de diferentes síndromes en los que predomina la existencia de cáncer de mama hereditario. a. Síndrome de Li-Fraumeni Descrpito inicialmente en 1969, con un patrón de cáncer hereditario. Se hereda de forma autosómica dominante con alta penetrancia. Incluye la asociación de tumores de mama, sarcomas de partes blandas, tumores cerebrales, leucemia y carcinomas suprarrenales. De las mujeres con este síndrome que presentan cáncer de mama, el 77% se diagnostican entre los 22 y 45 años y el 25% tienen tumores bilaterales. (3) b. Enfermedad de Cowden También llamado síndrome de múltiples hamartomas y cáncer de mama. El cáncer de mama afecta al 90% de las mujeres con una edad media al diagnóstico de 40 años. Con frecuencia es de presentación bilateral. c. Síndrome mama-ovario o síndrome de Lynch (4) La asociación entre el cáncer de mama y ovario fue descrita por Lynch Se estima que el riesgo acumulado de cáncer de mama o de ovario en las hijas de las madres afectas de este síndrome es del 46%,lo que se corresponde con una herencia autosómica dominante de alta penetrancia. A menor edad de diagnóstico y mayor frecuencia de bilateralidad, es más pequeña la probabilidad de que la asociación sea debida al azar. Narod y sus colaboradores encontraron una relación inequívoca entre el marcador genético D17S74 en 17q21 y la aparición de cáncer de ovario en los miembros de la familia. (5) El gen BRCA1 y la función de su proteína El gen BRCA1 se expresa en distintos epitelios del organismo durante el desarrollo, y su expresión se ve aumentada durante el embarazo y disminuye tras el parto. Se ha observado que el BRCA1 es inducido por estrógenos. La inhibición del BRCA1 causa un aumento de la proliferación de células de epitelio mamario tanto normales como cancerosas. En los cánceres de mama hereditarios y en algunos esporádicos, se ha detectado una menor expresión de la proteína BRCA1 normal. (6) De acuerdo con esto la expresión del gen normal, pero no de las formas mutadas, inhibe el crecimiento de células tumorales de mama y ovario. La delección de los diez últimos aminoácidos de BRCA1 es suficiente para abolir su capacidad de inhibir el crecimiento tumoral. Aproximadamente la mitad de los tumores de mama y ovario de las portadoras de mutaciones presentan la pérdida de la copia normal del BRCA1, quedando sólo la forma que contiene la mutación heredada. Todo esto indica el carácter del BRCA1 como gen supresor y su efecto específico sobre cánceres de mama. El síndrome del cáncer hereditario relacionado con el BRCA 1 tiene un fenotipo patológico característico (7, 8) que consiste en un aumento en el número de cánceres aneuploides, bajos índices de ADN aneuploide, más carcinomas medulares y una alta tasa de proliferación medida por citometría de flujo de ADN y el grado de mitosis y menor evidencia de carcinoma intraductal in situ que en el cáncer de mama en general.(Tabla 1) Tipos de mutaciones de BRCA1 Las mutaciones más frecuentes en el gen BRCA1 corresponden a delecciones o inserciones de bases que provocan un desplazamiento de la fase de lectura, Son las llamadas mutaciones frameshift, que aparecen hasta en el 71% de los casos. Existen mutaciones puntuales consistentes en la sustitución de un solo nucleótido, se denomina mutación missense. Si el nucleótido que es sustituido provoca un codón stop, finalizando la traducción de la proteína, se conoce como mutación nonsense. Es posible que la frameshift sea la mutación más frecuente, al ser la que se detecta con más facilidad. Se han encontrado algunos rasgos que aumentan la probabilidad de poseer mutaciones de BRCA1: la existencia de cáncer de mama y ovario en un mismo individuo de la familia, el diagnóstico de cáncer de mama a una edad joven, y la existencia entre los ancestros de judíos Asquenazíes. Las portadoras de esta mutación presentan un aumento del riesgo de padecer cáncer de mama a una edad temprana de 27 veces, con un riesgo atribuido del 20%. (9) Estas observaciones serán de gran utilidad en la práctica clínica para elegir aquellas mujeres de mayor riesgo para realizar los estudios genéticos en busca de las mutaciones del gen BRCA1. El gen BRCA 2 En 1994 se localizó otro gen relacionado con la susceptibilidad heredada al cáncer de mama, el BRCA2, ligado al cromosoma 13. Este gen podría ser el responsable del 25-30% de los casos de cáncer de mama. La mujer portadora de la mutación BRCA2 tendría un riesgo perpetuo de cáncer de mama de aproximadamente 85%, y su riesgo para cáncer ovárico está en el rango de 10-20%. El varón portador de la mutación BRCA2 tienen un 7% riesgo perpetuo MEDICO INTERAMERICANO 2004/ aproximado para cáncer del mama. (10) Desde la localización y posterior clonación del gen BRCA1 se han podido realizar estudios que distinguen con más precisión los casos de cáncer hereditario de los esporádicos, para poder luego determinar las posibles diferencias clínicas y patológicas entre ambos. El conocimiento de estas características tendría importantes implicaciones en la vigilancia, diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama en las portadoras de mutaciones del BRCA1. (11) Recomendaciones para las mujeres portadoras de mutaciones Estas mujeres deben ser conscientes de que las mamografías y la exploración clínica de la mama pueden no detectar lesiones premalignas. Es por ello que cuando existe una historia familiar llamativa con pérdidas personales cercanas, resulta difícil convencer a las mujeres de que las mamografías y la exploración física de la mama no les aportan la protección que ellas buscan. Con frecuencia estas mujeres solicitan información acerca de otras opciones como la mastectomía profiláctica, en ausencia de otras medidas preventivas. En contra de la realización de cirugía profiláctica se argumenta que la mastectomía total profiláctica no permite la extirpación completa del tejido mamario con las técnicas actuales, lo que implica que ante la presencia de una mutación germinal de BRCA1 y resto de tejido mamario, persiste un aumento de riesgo de desarrollar cáncer de mama después de la cirugía. En cáncer de mama hereditario, se estableció en las familias la diferenciación en dos grupos: moderado y alto riesgo, ambos probablemente con diferentes bases moleculares subyacentes. El grupo de moderado riesgo se caracteriza por una historia familiar menos llamativa, sin casos de cáncer de ovario y con una edad media al diagnóstico más avanzada. Puede que en estas familias la aparición de casos no sea debida a un gen de predisposición heredado de forma dominante. En el grupo de alto riesgo se encontrarían aquellas familias con múltiples casos de cáncer de mama (al me3/MEDICO INTERAMERICANO 2004 nos tres) en parientes cercanos, que son diagnosticados a una edad muy joven, pudiendo existir también casos de cáncer de ovario y que parecen ser el resultado de la mutación de un gen autosómico dominante de alta penetrancia como BRCA1 ó BRCA2 (12) En estas familias la susceptibilidad puede ser transmitida por los padres a los hijos con un patrón autosómico dominante según el cual cada hijo tiene una probabilidad del 50% de ser portador de la mutación heredada. (13) Si se considera a una familia como de alto riesgo y probablemente portadora de alguna mutación en BRCA1, se puede realizar el análisis de las mutaciones en uno o más de los individuos de la familia afectos de cáncer de mama. Si se identifica una mutación que parece tener significado funcional, entonces puede ser iniciado el estudio individual en aquellos miembros sanos de la familia que estén interesados en saber si son portadores de la misma mutación que su pariente con cáncer de mama. Pero en definitiva tenemos que elegir una de las siguientes posibilidades: 1°)Vigilancia intensiva y precoz, con repetidas exploraciones para intentar identificar cuanto antes un posible cáncer 2°)entrar en un programa de prevención química que disminuya potencialmente el riesgo de desarrollar cáncer (14) 2°)cirugía preventiva, extirpando la zona problema (mastectomía bilateral profiláctica, etc.). Matloff y colaboradores realizaron una encuesta con un grupo de especialistas en estudios genéticos. Concretamente incluyeron en su investigación a los miembros del National Society of Genetic (NSGC) Special Interest Group (SIG) en Cáncer. De los 296 miembros activos del grupo respondieron 163 (55%). La mayoría de los que respondieron fueron mujeres (93.3%) y en edades entre 24 y 49 años (87.8%). El 25% de participantes dijeron que en caso de tener una mutación BRCA1/BRCA2 preferirían la mastectomía bilateral preventiva que la vigilancia intensiva o la prevención quí- mica. Conclusiones No todas las mujeres que hereden el gen de la susceptibilidad al cáncer de mama van a desarrollar la enfermedad. Gran parte de la investigación genética de la actualidad, plantea una serie de retos sociales y éticos, en buena medida similares a problemas ya habituales en la discusión filosófica, social o política. Pero debido a la magnitud y tipo de información que se va a derivar, y sobre todo, atendiendo a determinados contextos donde esa información se podría usar, y recordando pasadas experiencias traumáticas de discriminación y barbarie con el pretexto de datos genéticos, no es extraño que junto al interés que puede acompañar a todo gran programa científico, haya surgido la necesidad de abordar una reflexión interdisciplinaria sobre los previsibles impactos de esta “Nueva Genética” y el modo en que la sociedad debería gestionar y controlar sus resultados. La difusión de datos genéticos personales a terceras personas o a entidades (empresas, compañías de seguros, etc.) podría suponer un grave atentado a la intimidad y poner en peligro expectativas de la persona afectada, condicionando delicadas decisiones en diversos ámbitos (familiar, educativo, de salud, laboral, de seguros, etc.). Muchos individuos podrían entrar en la categoría de diagnosticados "por adelantado" de "no-paciente" o "enfermo saludable". ¿Cómo organizarán sus vidas a la vista del diagnóstico / pronóstico? Muchos de ellos, independientemente de los problemas psicológicos (hipocondría incluida), tendrán que hacerse periódicas revisiones, pruebas, etc, y podrían acogerse a retiros laborales ante síntomas que no tienen por qué tener relación con la antedicha y temida enfermedad. En el fondo late la preocupación social sobre el uso / abuso de los datos genéticos. Se proyecta la sombra de la duda sobre si la información genética servirá para discriminar a individuos o poblaciones y para conculcar derechos fundamentales. La adquisi ción de datos genéticos fuera del contexto familiar puede llevar a la estig- matización y discriminación de los individuos por motivos biológicos lo que haría difícil el encontrar empleo aun cuando no sufra todavía la enfermedad. La mayor parte de organizaciones profesionales de obstetricia y de genética se han opuesto a la introducción de pruebas genéticas fuera del marco controlado de la investigación académica clínica, y antes de que se resuelvan las cuestiones sobre fiabilidad, control de calidad, etc. Personalidades del Programa ELSI (Ethical, Legal and Social Issues) han advertido que las pruebas de los genes BRCA comercializadas no cumplen los requisitos emanados de los grupos consultivos del Proyecto Genoma so bre buena práctica con los tests genéticos. Cabe recordar que los factores de riesgo en cáncer de mama son muy difíciles, sino imposibles de controlar. Por tanto, la prevención debe ir dirigida al nivel secundario, y la mejor manera de lograrla es mediante diagnósticos tempranos que permitirán un aumento de la sobrevida y una mejor calidad de vida para las enfermas. Bibliografía 1) Kolowski P, Sobczak K, Napierala M, et al. 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