LOLA LA AVENTURERA Érase una vez una niña llamada Lola. No tenía amigos porque creían que no servía para nada y que no sabía hacer nada bien. Todos los días estaba triste pero su madre siempre la consolaba. Le decía que sus compañeros no tenían razón y que eran injustos con ella,... todo para animarla. Como todos los días fue a la escuela. Allí sentada, sola, de repente apareció el profesor con un niño nuevo y desconocido. El profesor dijo que se llamaba Pedro, parecía simpático pero Lola después de tantos años con sus compañeros burlándose siempre de ella no confiaba en nadie. Pedro se sentó en el único hueco que había, al lado de Lola. Ella le miró raro, pues se extrañaba de que no le dijera nada ofensivo. Lola pensó que quizás era una buena persona y tímidamentese atrevió a decir -hola, me llamo LolaPedro la sonrió cariñosamente. De repente sonó el timbre, era la hora de irse a casa. Ya con más confianza se atrevió a decirle si volvían juntos a casa. Él asintió feliz. Así pasaron los días y cada vez eran más amigos. Los dos eran muy aventureros y un día decidieron emprender camino hacia un bosque cercano. Iban con mochilas cargadas de alimentos y objetos útiles para la aventura. Lola y Pedro iban cantando y de repente oyeron un ruido un tanto extraño. Estaban muy asustados, pero Lola, que había leído un libro sobre pájaros, identifico el sonido emitido y supo que se trataba de un cuervo. Así tranquilizó a Pedro y siguieron el camino. Tras una hora andando llegaron a una explanada por la que pasaba un río. Decidieron parar a comer. Después de comer fueron a explorar una cueva cercana. Estaba oscuro y según entraron salieron unos murciélagos y ellos salieron corriendo hasta llegar a casa. A partir de este momento querían saber que había en el fondo de la cueva. Por ello al día siguiente decidieron volver a la cueva, ya no tan oscura porque llevaban linternas. Pero se encontraron unos oseznos solos. Al verlos se asustaron mucho porque creían que su madre estaría cerca. Pero no estaba con ellos ni tampoco en la cueva. Siguieron andando por la cueva y al fondo se veía una luz. Se alegraron y siguieron. Allí había una llanura con un lago, árboles y muchas flores. Lola propuso la idea de hacer una cabaña para tener un refugio. Volvieron a casa. En un papel diseñaron la casa y poco a poco la fueron construyendo. Cada día llevaban ramitas y tablas de madera.Al fin la terminaron y llevaban juegos para pasar las tardes. Ahora que tenían refugio exploraron la llanura. Había una montaña y Pedro dijo que podían escalarla, pero estaba oscureciendo y decidieron que sería mejor irse a casa. Al día siguiente volvieron para escalar la montaña. Subían y subían pero parecía que nunca llegarían a la cima. Lola que estaba cansada se tropezó con una piedra y cayó al suelo. Se hizo una herida en la rodilla. No podía levantarse ni caminar. Pedro tuvo que bajar por la montaña y llegar al pueblo para avisar a sus padres y así poder ayudarla. Lola que estaba solase tapó la herida con una hoja que encontró. Mientras tanto sus padres corrían para curarle la herida. Tardaron un poco, pero al fin llegaron. Su padre había estudiado un poco de medicina y al ver la herida supo que no pasaba nada pero tenía que tapársela con una venda, y así lo hizo. Entre sus padres y Pedro la levantaron y bajaron con ella. Tendría que reposar y quedarse en casa unos días. Pedro la visitaba cada día y le traía regalos. Estaba muy preocupado por ella. Tenía que estar en casa dos días más y Pedro estaba ansioso de jugar con ella. Lola ya había reposado los dos últimos días que le quedaban. Los dos querían subir de nuevo a la montaña, pero esta vez llegar a la cima y dejar una bandera y un cofre para el futuro. Así que no esperaron más, empezaron a caminar hacia su escondite y comenzaron a subir la montaña. Ya con más cuidado, llegaron a la cima. Allí dejaronla bandera y el cofre enterrado, para cada año poder guardaralgún recuerdo. En la bandera había una L y una P. El cofre tenía una llave y decidieron hacer un colgante con ella. Su primer recuerdo, es decir, lo primero que dejaron en el cofre fue la piedra con la que Lola tropezó. Así cuando pasara el tiempo lo recordarían. Lola y Pedro iban creciendo y cada año como prometieron subían de nuevo la montaña para dejar su recuerdo y buscar nuevas aventuras. Cuando ya tenían nietos les contaron su secreto. Los nietos hicieron lo mismo. Cuando llegaron al cofre se sorprendieron de todo lo que habían guardado. Muchas cosas les parecían insignificantes, pero para Lola y Pedro era lo más valioso que tenían. Sus recuerdos… CARLOTA IZQUIERDO 1º ESO ILUSTRADO POR: ALEJANDRA RIVERA 1º ESO