1 SANTA MARÍA EUFRASIA Y LOS VOTOS RELIGIOSOS 1

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SANTA MARÍA EUFRASIA Y LOS VOTOS RELIGIOSOS
1. Significado de los votos Religiosos en la Vida Consagrada, hoy
Antes de examinar la forma como María Eufrasia vivió los Votos Religiosos,
precisemos lo que éstos representan hoy.
El Documento de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y
Sociedades de Vida Apostólica: “Caminar desde Cristo”, dice:
“Si es verdad, que todos los cristianos están llamados ‘a la santidad y a la
perfección en su propio estado’ (LG, 42) las personas consagradas, gracias a
una ‘nueva y especial consagración’ (VC, 31) tienen la misión de hacer
resplandecer la forma de vida de Cristo, a través del testimonio de los
consejos evangélicos como apoyo a la fidelidad de todo el cuerpo de Cristo.
(C desde C, 13)
Y el documento continúa: « Los Votos con que los consagrados se
comprometen a vivir los consejos evangélicos confieren toda su radicalidad a la
respuesta de amor. La virginidad ensancha el corazón en la medida del amor
de Cristo y les hace capaces de amar como Él ha amado. La pobreza les hace
libres de la esclavitud de las cosas y necesidades artificiales a las que empuja
la sociedad de consumo, y les hace descubrir a Cristo, único tesoro por el que
verdaderamente vale la pena vivir. La obediencia pone la vida enteramente en
sus manos para que la realice según el diseño de Dios y haga una obra
maestra. (C desde C, 22)
Y en el Nº 45 precisa: “La codicia de los bienes, el ansia de placer, la idolatría
del poder, o sea la triple concupiscencia que marca la historia y que está en el
origen de los males actuales sólo puede ser vencida si se descubren los
valores evangélicos de la pobreza, la castidad y el servicio (Cf. VC, 88-91). Los
consagrados deben saber proclamar, con la vida y con la palabra, la belleza de
la pobreza del espíritu y de la castidad del corazón que liberan el servicio
hacia los hermanos y de la obediencia que hace duraderos los frutos de la
caridad.
El documento insiste en que una existencia transfigurada por los consejos
evangélicos se convierte en un testimonio profético silencioso sobre todo en
la capacidad de hacerse solidarios con el que sufre. (C desde C, 33)
REFLEXIONA:
1. Y TÚ: COMO PRESENTARÍAS LA IMPORTANCIA DE LOS VOTOS
RELIGIOSOS EN LA VIDA CONSAGRADA, HOY?
2. María Eufrasia y los Votos Religiosos
Vamos a utilizar algunas declaraciones hechas durante el Proceso Ordinario
para la beatificación de María Eufrasia Pelletier para ver cómo:
a. María Eufrasia amó sus votos religiosos
Ella misma nos cuenta cómo, en su noviciado, recibió muchas luces sobre la
obediencia, durante una lectura en el refectorio (Cf. Ma. de Sn Agustín Fernández
1
y fue admitida a hacer votos de
devoción al terminar su primer año de noviciado. (Cf. MSAFC, Ibid, p 539).
Concha, MSAFC, Proceso Ordinario (P.O p 383),
Ella apreciaba mucho sus votos, los renovaba con alegría (Cf. Marie de Saint Pierre
de Coudenhove MSPC, P.O, p.132) , y era evidente el fervor y la unción de su voz y
de su mirada cuando cada año, en la fiesta de la Presentación de la Virgen, los
renovaba, de primera. (Cf Emilie Barrion, Procès Apostolique, (P.A). 1043)
b María Eufrasia recomendaba el amor y la práctica de los Votos
Durante la vida de María Eufrasia, en el
Buen Pastor la fórmula de los Votos era
la misma que en El Refugio, sólo se
había agregado lo relativo a la Superiora
General (Cf. Marie de St Pierre Merckelbagh,
P.O, p.241).
Para ella era evidente la excelencia de
los Votos religiosos y para ayudar a
profundizarlos, hizo que se insertara en
las Constituciones la costumbre de la
Ángeles que representan las virtudes de
renovación anua l y también, en forma
MEP fe, confianza, amor, humildad.
privada, cada mes. Además aconsejaba
NOIRMOUTIER Casa Natal
renovaciones privadas cada día durante
la Eucaristía (Cf. MSPC, P.O, p 132). Ella las realizaba fielmente y no omitía nada
para que se realizaran. (Cf. Elfen, Marie du Sauveur, Proceso Apostólico (P.A), p 1043).
En todos los Capítulos y Conferencias, recomendaba con insistencia el amor y
la práctica de los Votos. (Cf. Richard, Claudine, P.O, p. 1276).
En forma reiterada insiste sobre la necesidad de practicarlos, y aún no duda en
proponerse como ejemplo cuando tuvo que hacer algún reproche a la Casa de
Grenoble respecto a la sumisión a los Superiores eclesiásticos:
“Me habéis visto faltar al respeto y condescendencia hacia mis superiores?
Acaso he afligido o faltado al respeto a los confesores? Entonces, hagan lo
mismo, evitando todos mis defectos” Cf. Sophie Letocart, P.O, p 275-276
Antes de recibir la Unción de los Enfermos, renovó sus Votos con gran
devoción (Cf. MSAFC, P.O, P 559)
c. María Eufrasia se esforzó en practicar los Votos.
Vamos a desarrollar este tema en los próximos web-trabajos
2. INVESTIGA:
EN ANGERS EL TEXTO DE LA CONSTITUCIÓN 52 FUE ENCUADRADO Y
CONSERVADO. CONOCES UNA ANÉCDOTA RELACIONADA CON ESTE
HECHO?
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C. MARÍA EUFRASIA SE ESMERABA EN LA PRÁCTICA DE LOS
VOTOS
I. LA OBEDIENCIA
1) Cómo podemos comprender hoy el voto de Obediencia?
La Obediencia al Evangelio, común a todos los creyentes, se vive de manera
diferente según las diversas formas de vida cristiana.
Fundamento bíblico
El ejemplo de Cristo es evocado a la raíz del compromiso de la vida
religiosa. Veamos algunos textos de la enseñanza de la Iglesia sobre la
vida Consagrada
“Los votos son… en concreto, tres maneras de comprometerse a vivir como
Cristo vivió, en sectores que abrazan toda la existencia: posesiones, afectos,
autonomía. Cada uno pone de relieve una relación con Jesús, consagrado y
enviado. Él…vino a hacer la Voluntad del Padre que le envió, y lo hizo
permanentemente, «aprendiendo la obediencia por el sufrimiento y
convirtiéndose en causa de salvación para todos los que obedecen » (Hb 5, 8).
(Sagrada Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares, Elementos
esenciales de la doctrina de la Iglesia sobre la vida religiosa, Nº 15, mayo
31 de 1983)
“La renovación llevada a cabo durante estos años ha contribuido a delinear una
nueva imagen de la autoridad, en referencia más estrecha a sus raíces
evangélicas, y, por lo mismo, al servicio del progreso espiritual de cada uno y
de la edificación de la vida fraterna en la comunidad (Congregación para los
Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, La Vida
Fraterna en Comunidad, Nº 49 febrero 2 de 1994)
“Mediante la profesión de los consejos evangélicos la persona consagrada no
sólo hace de Cristo el centro de la propia vida, sino que se preocupa de
reproducir en sí mismo, en cuanto es posible, « aquella forma de vida que
escogió el Hijo de Dios al venir al mundo… adhiriéndose, con el sacrificio de la
propia libertad, al misterio de la
obediencia
filial,
lo
confiesa
infinitamente amado y amante, como
Aquel que se complace sólo en la
Voluntad del Padre (cf. Jn 4, 34), al que
está perfectamente unido y del que
depende en todo. Con tal identificación
« conformadora » con el misterio de
Cristo, la vida consagrada realiza por un
título
especial
aquella
confessio
Trinitatis que caracteriza toda la vida
cristiana, reconociendo con admiración
Vitral comedor (en francés) Casa Madre:
la sublime belleza de Dios Padre, Hijo y
La Voluntad de Dios guíe siempre su
Espíritu Santo y testimoniando con
conducta.
alegría su amorosa condescendencia
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hacia cada ser humano (Vita Consecrata, 16)
REFLEXIONA:
El Evangelio nos muestra cómo para Jesús es primordial la Obediencia a su
Padre: toda su vida realizó esta obediencia.
Vino a hacer “la Voluntad del que me ha enviado” (Cf. Jn. 6, 38);
“Aprendió en su pasión lo que es obedecer” (Hechos, 5, 8),
Por su obediencia justificó la multitud (Cfr. Rom 5, 19) ,
Jesús también conoció la obediencia a las autoridades humanas.
Obedeció a María y a José: “Les estaba sujeto” (Lc. 2, 51).
Además, como sus conciudadanos, Jesús se sometió a las autoridades,
civiles y religiosas, salvo cuando se oponían a la Voluntad del Padre. El
reconoce que Pilatos tiene poder sobre Él y que su autoridad viene de lo
Alto (Jn 19, 11),
Pide “dar al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios” (Mt. 22,
21).
La obediencia religiosa encuentra su justificación evangélica pasando por
el concepto de la comunidad y sus estructuras. (2) Boisvert, op. cit, p.,
131-133
Diversas justificaciones
Obedecer para estar seguro de hacer la Voluntad de Dios?
A veces los superiores toman decisiones arbitrarias o erróneas, inspirados por
motivos poco evangélicos. En este caso, quién puede asegurarnos que la
decisión del superior representa verdaderamente la voluntad de Dios, y en qué
sentido su cumplimiento es querido por Él?
Según la Escritura, la Voluntad de Dios es su designio de amor sobre toda
la humanidad, para que lleguemos a ser hijos/as de Dios, y hermanos/as;
que realicemos este designio de amor. Cada uno/a es llamado/a a ver
como puede corresponder en su vida a este designio de amor de Dios,
con sus cualidades y defectos (Rev. Christus, 1999).
Valor y virtud ?
«La simple sumisión a la voluntad de otro, excepto Dios, no representa en sí
misma ningún valor moral” (3) Rahner, Karl, Mission et grâce ,II : Serviterurs du Peuple
de Dieu, Mame, 1963, p.p. 147-148, cité par Boisvert, ibid, pág. 134
Ella supone una desvalorización de su propia capacidad de decisión, y una
supervaporización del juicio del otro, estimado como superior al propio.
El temor o el rechazo a decidir por sí mismo y de obrar según su decisión,
puede hacer que el religioso se vuelva menos capaz de querer algo de manera
responsable, lo cual no es ningún valor.
Además, la sumisión a la autoridad no es en sí una virtud. “En ninguna parte de
la Escritura aparece que la sumisión de un hombre a otro sea virtuoso en sí
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mismo” (4) (Boisvert, idem) y “en ninguna parte se dice que en la búsqueda de la
Voluntad de Dios sea más virtuoso someterse a las decisiones de otra persona,
que tomar sus propias decisiones, según su discernimiento personal” (5)
Veilleux, Armand, Méditations sur l’obéissance, dans La Vie des communautés
religieuses, p. 232 cité par Boisvert, Ibid, pag. 135.
Renunciamiento y mortificación ?
Justificar la obediencia religiosa por el renunciamiento es muy ambiguo y
completamente insuficiente. Si el renunciamiento a veces acompaña la práctica
de la obediencia, no constituye el objetivo, es una simple consecuencia.
Cuestión de coherencia?
Lo que justifica la obediencia a la autoridad es la coherencia con la elección
que libremente uno ha hecho de una forma de existencia cristiana que
implica un tipo de comunidad fraterna.
En efecto, ninguna comunidad puede vivir sin un mínimo de organización y de
unidad, y por consiguiente, sin obediencia a una autoridad. Obedecer significa
entonces, ser lógico y consistente con su elección; ser sincero y honesto
consigo mismo; ser fiel a sí y a los otros.
Rehusar la obediencia, después que uno se ha comprometido en la vida
religiosa, equivale a contradecirse, a desconocer las consecuencias de su
opción, a ser irresponsable. Dios no es “un Dios de desorden, sino de paz” (1Co
14, 33), Él quiere que todo hombre respete una de las condiciones de la unidad
del grupo: la obediencia a la autoridad. Al entrar a la vida religiosa no se
suprime la dimensión social del ser ni la exigencia universal de la obediencia;
ella no hace más que aplicarla a una forma particular de existencia. Para los/las
religiosos/as como para las otras personas, pero según diversas modalidades,
la obediencia es una condición de orden armonía.
Esto no implica que la obediencia religiosa tenga el mismo rostro en todas las
culturas e institutos. Siempre estará marcada por los contextos sociocultural y
eclesial; además tendrá los rasgos de la fisonomía particular de una
comunidad. Sería desconocer este pluralismo necesario, preconizar un solo
tipo de obediencia religiosa, que pudiese y debiese ser el modelo de todos los
demás. La mejor para un grupo será aquélla que sirva mejor al fin del grupo.
La obediencia al superior se justifica por su vínculo con el proyecto
comunitario, precisado en la Regla de Vida, porque el Voto de Obediencia se
define como una sumisión a los superiores legítimos en todo lo que se
relaciona con la Regla (Las Constituciones).
Una exigencia de la vida común?
La vida religiosa se caracteriza por una triple elección, entre ellas la vida
común. Esta es imposible sin la función de unidad y por lo tanto sin obediencia
a las personas encargadas de promoverla, es decir, de la obediencia a los
superiores al interior del Instituto. Esta obediencia se sitúa en el plan de las
relaciones interpersonales; es someter su voluntad a la de otra persona. (1)
Boisvert, Laurent, ofm, “L’0béissance aux supérieurs, une exigence de la
Communauté », article photocopie, sans références, p. 130
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Identificar a Dios con el Superior?
Hay que distinguir la obediencia a Dios y la obediencia al Superior.
Las decisiones tomadas por el superior no deben ser atribuídas a Dios, sino a
la persona que las toma, ellas comportan la marca de su fragilidad. Por tanto
no hay necesariamente coincidencia entre la voluntad del superior y la voluntad
de Dios, por el solo hecho de que la decisión haya sido tomada por la
autoridad.
Dios quiere que el/la religioso/a obedezca, porque Él es el Dios de la Unidad:
pero Él no quiere que se le considere responsable de decisiones humanas,
atribuyéndoselas. Hay que comprender que los superiores toman decisiones a
veces acertadas, y a veces inadecuadas, puesto que ellas traducen la voluntad
de personas humanas.
Fe cristiana
Marcada por la fragilidad humana, la obediencia religiosa sólo puede ser
vivida válidamente en la fe. Todos buscamos una respuesta a nuestra
necesidad normal de seguridad. Esta respuesta no puede estar seriamente
fundada en la hipótesis de la conformidad permanente y cierta de la voluntad
del superior y la Voluntad de Dios. Al contrario, ella reside en una fe total en la
presencia activa de Dios en el desenvolvimiento de nuestra existencia.
“Mi Padre trabaja siempre y Yo también, Yo trabajo” (Jn 5, 17), dijo Jesús. Este
Dios de amor conduce a su designio y lo realiza a su manera: “Él hace
concurrir todo al bien de los que le aman” (Rm 8, 28).
Esto no constituyo en manera alguna una incitación a descuidar la seriedad de
las decisiones y la calidad de la obediencia. Se trata más bien de una llamada
a ejercer la autoridad y a vivir la sumisión sin preocuparse
desmesuradamente de las consecuencias negativas que resulten de los
límites personales Se pide tanto a los superiores/as como a los que les están
sujetos que hagan todo lo posible y que simultáneamente vivan el
abandono. Dios les ayuda en eso que está a su alcance, y saca ventaja en su
favor de las limitaciones y del mal, puesto que se dirigen a Él, con confianza
La obediencia religiosa cultiva la irresponsabilidad y favorece el
infantilismo?
La obediencia libre y responsable no es una quimera, ella existe realmente y se
expresa en actividad creadora. Lejos de ser sinónimo de sometimiento y
alienación, de pasividad y docilidad inerte, la obediencia bien comprendida
traduce y promete la libertad y la responsabilidad. Sólo con esta condición
es humana y evangélica.
Dada la dificultad de vivir esta obediencia, a veces se está tentado de
sustituir la responsabilidad del superior a la suya. Se justifica esta
abdicación cuando la obediencia se identifica con la renuncia de su propia
voluntad. Además de ser nociva a la persona y al grupo, tal dimisión no es
digna de la persona humana.
Libertad solidaria
La verdadera obediencia implica el reencuentro de dos libertades, no la
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adhesión de un esclavo a la voluntad libre de otro. Nada debe dispensar la
decisión libre y personal. Además sería absurdo e ilusorio querer renunciar
totalmente a su propia decisión.
En su profesión el/la religioso/a no entrega «a otros su poder de decisión.
Al contrario, se compromete siempre en transformar en una decisión libre
y personal lo que su Regla de Vida [Constituciones, Proyecto de Vida],
sus hermanos/as, sus superiores/as
le pidieren en nombre de la
obediencia al querer de Dios. De
manera que, en el último momento de
su “sí”, rehúsa ser sometido a otro que
no sea al Dios y el Padre de Jesucristo,
a quien él sigue. Quiere permanecer
dueño de sí, al interior de su acto”. (6)
J.M.R. Tillard, Les chemins de l'obéissance,
dans Lumen Vitae 31 (1976) 355 356, cité par
Boisvert, Ibid, pag p. 141.
Se trata de poder hacer un discernimiento tomando las decisiones que nos
parecen mejores. Para cada uno/a, es un espacio de creatividad, para llegar a
ser hijos/as de Dios, hermanos/as. ( Rondet )
Esta obediencia libre, el/la religioso/a la vive, no en soledad, sino en
solidaridad con sus hermanos/as. Su compromiso en un proyecto común y
su pertenencia a un grupo le impiden comportarse de forma autosuficiente, sin
tener en cuenta su ser fraternal. Es necesario, por lo tanto, que viva su libertad,
en solidaridad con la libertad de sus hermanos/as; para que no se convierta en
algo individualista y utilitario.
Vivida en la libertad, la obediencia fortifica y acrecienta la libertad, a
condición de que se perciba su sentido y se obre motivado por él. Arriba
dijimos ya que la razón inmediata de la obediencia a la autoridad es la
unidad comunitaria que hace posible y fecundo el proyecto común. La
razón última es vivir y servir juntos el Evangelio según una forma de
existencia libremente escogida . Es decir, la obediencia es liberadora en un
doble sentido: primero desarrolla la dimensión de comunión de la
persona, su aptitud para vivir y obrar en solidaridad con los otros según
el proyecto comunitario. En segundo lugar, como favorece la vida según la
Regla, ésta ayuda a los/as religiosos/as a ser más evangélicos y
evangelizadores con y por sus hermanos/as, por lo tanto, más libres
espiritualmente.
Responsabilidad personal
En su obediencia, el religioso/a conserva su responsabilidad intelectual. Puede
suceder que se encuentre en desacuerdo con ciertas decisiones de la
autoridad, lo cual es completamente normal, ya que en ninguna parte se dice
que el superior siempre tiene la razón, ni que quien le está sujeto siempre está
en el error. Eso no quita al superior el derecho de decidir, ni a quien le está
sujeto el deber de obedecer. Entonces los/las religiosos/as pueden
conservar una opinión personal en desacuerdo con la de la autoridad, sin
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que se le pueda tachar de insubordinación.
La obediencia no obliga a los/las religiosos/as a ponerse intelectualmente
de acuerdo con la decisión del superior, sino a comulgar con su voluntad
y a ejecutarla. Alegar razones místicas o morales para obligar a someter su
pensamiento al de la autoridad es uno de los medios más perfeccionados de
volver esclava su inteligencia.
La obediencia responsable implica además que los/las religiosos/as sean
conscientes del poder de la autoridad y de sus límites. El mandato que
el/la superior/a han recibido, no le confiere todos los derechos sobre la vida de
los otros.
Suponiendo que, después de reflexionar, orar y consultar, el/ella permanece
convencido/a de su incapacidad profunda para realizar la tarea propuesta, debe
hacer conocer su punto de vista a quien tiene la autoridad. Si la decisión se
mantiene, pero el/la religioso/a se siente completamente inepto para seguirla
de manera válida, puede rehusar “en conciencia” la obediencia puesto que
nadie está obligado a lo imposible. Pero siempre se requiere un intercambio
claro, un diálogo sincero, decir su opinión, tener como última razón vivir y servir
juntos el Evangelio.
La obediencia responsable también debe traducirse en una participación activa
y creativa a la realización del proyecto común: hacer lo posible, empeñarse con
todas sus fuerza e inteligencia en su realización
Conclusión
Legitimada por la dimensión comunitaria del proyecto, la obediencia a los
superiores es una exigencia de fidelidad para aquel/aquélla que ha escogido
una forma de existencia que implica la comunidad fraternal. Debe vivirla en la
fragilidad y la fe, la libertad y la responsabilidad, si quiere que se convierta en
un camino de superación humana y evangélica. Como ella no es absoluta,
permanece subordinada a la obediencia a Dios, con cuya Voluntad, sin
embargo, no se identifica. De allí el lugar de una santa obediencia religiosa
inspirada por el deseo de la mayor fidelidad a Dios.
2) CÓMO SE ESFORZÓ MARÍA EUFRASIA EN LA PRÁCTICA DE LA
OBEDIENCIA?
En algunos textos del Proceso de Canonización de María Eufrasia que
citaremos, es posible encontrar expresiones que disuenan de la manera como
hoy, después del Vaticano II, se entiende la Vida consagrada. Ellas
corresponden al sentir de una época determinada: la Escuela Francesa de
Espiritualidad del siglo 19, y es dentro de ese contexto que es necesario
interpretarlos y comprenderlo y no con los parámetros de hoy
Puntos de vista divergentes causaron dificultades a María Eufrasia con los
Obispos, especialmente con los de Tours y Angers. En el Proceso Ordinario se
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recogieron muchas declaraciones para clarificar si María Eufrasia faltó a la
sumisión debida al Obispo diocesano, si los Superiores de la Comunidad
fueron consultados y respetados por ella, si ella ejerció la autoridad de manera
imperiosa, si utilizó el disimulo y la mentira…
Podemos mirar algunos testimonios:
a) De su obediencia a los Obispos y Superiores Eclesiásticos en
general
« La Sierva de Dios jamás resistió a las órdenes, conceptos o consejos
del Ordinario, en las visitas canónicas” Sophie Letocart, P.O, p 217
Era muy sumisa a la autoridad diocesana, de lo cual dio prueba no sólo
a Mr. Montault, Mr Paysan, Mr Régnier, Mr Angebault, sino también a
todos los Superiores delegados por el Ordinario. Formó a sus religiosas
en este mismo espíritu de respeto, obediencia, veneración hacia
nuestros señores Obispos. (MSAFC, P.O, p.510)
« No fue solo durante su noviciado ni durante los primeros años de su
vida religiosa que la Sierva de Dios practicó la Obediencia hacia sus
Superiores y Directores espirituales, sino toda su vida” (Sophie Letocart,
P.O, p 275-276)
Angers- Baúl de viajes de
María Eufrasia
b) Obediencia de María Eufrasia respecto al
Obispo de Tours
María de San Pedro de Coudenhove, (MSPC) declaró
en el Proceso Ordinario, p 72) :
«Supe que no había terminado su trienio de
superiorato en Tours, y el Arzobispo la llamó. A pesar
de su tristeza para abandonar su obra apenas
naciente, a pesar de la tristeza de sus hijas, ella
obedeció”.
INVESTIGA :
3. EN EL CONTENIDO DE LA PRIMERA OBEDIENCIA DADA A MARÍA
EUFRASIA POR EL OBISPO DE TOURS (1ºJUNIO 1829) SE EXPRESABA
CLARAMENTE LA OBLIGACIÓN DE REGRESAR A ANGERS?
4. ENCUENTRAS ALGUNA DIFERENCIA CON LA SEGUNDA OBEDIENCIA
(DEL 20 DE MAYO). CUÁL?
Quieres recibir estos documentos? Contáctanos.
c) Obediencia a Mr. Angebault
Además de otros testigos, la Madre María de San Agustín Fernández Concha
explica las causas de las dificultades entre María Eufrasia y Mr. Angebault, y la
manera cómo ella respondió.
«Es verdad que las dificultades comenzaron con el gobierno de Mr
Angebault, es decir después de 1842, y no terminaron para la
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Congregación hasta la muerte de este prelado en 1869. La causa de
ellas se debe buscar en la prevención que Mr. Angebault tenía contra la
Sierva de Dios desde su llegada a Angers y también en las ideas
erróneas que tenía sobre la autoridad del Cardenal Protector, sobre la de
la S. de D, y sobre su propia autoridad, que él exageraba bastante.
En primer lugar Mr. Angebault llegó con prevenciones, como él mismo
confesó a Nuestra. Madre General actual, quien que veía allí la fuente de
tantas penas.
He oído decir que cuando Mr. Angebault era
Vicario General en Nantes, fue prevenido
contra la S. de D. por las Hermanas de El
Refugio en esta ciudad; todos los Refugios
eran muy opuestos al Generalato. En 1865
la S. de D. me dijo que después de la
muerte de Mr. Paysan, ella había deseado
Mr. Charles ANGEBAULT
tener como Obispo a Mr. Régnier, Superior
Catedral de Angers
muy amado en el Buen Pastor y que Mr.
Angebault se sintió muy ofendido cuando le informaron de este deseo.”
(MSAFC, O.P p.510
La testigo describe como respondió María Eufrasia:
« Solo tengo que decir que entre nosotras es una tradición y un recuerdo
universal entre todas sin excepción, que tuvo por Mr. Angebault, Obispo
de Angers una deferencia, respeto y veneración inquebrantables.
Además de lo recordado por las Hermanas tenemos muchas circulares
en las cuales testimonia a toda su Congregación sentimientos de estima,
reconocimiento y sumisión respecto a este prelado. Por ejemplo, en una
circular enviada a la Casa de Munich, del 4 de enero de 1844, encuentro
estas palabras: ‘Estamos llenas de reconocimiento por la paternal
protección que Mr. El Obispo de Angers se digna conceder al Instituto
entero, y tenemos el deber de seguir a la letra sus sabios consejos para
el gobierno de nuestras queridas penitentes’. Este pasaje de la circular
prueba que había informado a nuestras Hermanas de Munich sobre la
benevolencia de Mr. Angebault” (MSAFC, P.O, p.507)
Y la Madre María de San Pedro de Coudenhove precisa : «Siempre vi a
nuestra Madre Fundadora muy respetuosa y sumisa hacia los
Superiores eclesiásticos, en aquello que podía ceder, porque, parto de
este principio: que una Superiora General sometida inmediatamente a la
autoridad del Cardenal Protector, tiene derechos que no tienen otras
Superioras” (Idem, p 93)
Continúa afirmando “Creo que jamás faltó a la sumisión que debía al
Obispo de Angers. Siempre aceptó con docilidad la dirección o consejos
del Ordinario para lo espiritual y temporal de la Congregación del Buen
Pastor, salvo los derechos del Cardenal Protector y sus propios
derechos de Superiora General. Con las mismas restricciones creo que
jamás resistió las órdenes, reprimendas o consejos del Ordinario en sus
visitas episcopales” (Idem, p. 94)
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MSPC defendió a María Eufrasia de la acusación de ser falsa, que le
hizo Mr. Angebault:
“Cumpliendo lo ordenado en nuestras Constituciones religiosas, cuando
Monseñor le hacía reproches inmerecidos, ella pedía perdón, de rodillas,
como si hubiera sido culpable, pero esta humildad, esta obediencia y
esta sumisión no querían decir que nuestra Madre hubiera cometido
faltas respecto al Obispo. Monseñor interpretaba esta conducta como
una confesión de culpabilidad, y más tarde, creyendo tener que hacerle
los mismos reproches, la acusaba de falsedad. Yo no admito que
hubiera en ella una actitud doble respecto al Ordinario.» (Idem p. 99)
« Sin que las Constituciones la obligaran a ello, jamás hacía un viaje, sin
el permiso del Obispo de Angers, y también pedía el consentimiento de
su Ordinario para distribuir las Hermanas en las Casas locales. El exilio
de la Madre Teresa de Couëspel, ilustre bienhechora y benefactora…
fue un martirio para su corazón maternal; y sin embargo por deferencia
por el Obispo, consintió a este alejamiento, y cuando más tarde el
Ordinario se opuso a la elección de la Hna. de Couëspel, como asistente
general, ella fue quien convenció a las Hermanas del Capítulo, a ceder
sus derechos para no desagradar al prelado”. (MSAFC, ibid, p. 549-550)
Investiga:
5. CÓMO FUE VIVIDA POR MARÍA EUFRASIA LA OPOSICIÓN DE MR.
ANGEBAUT A QUE LA HNA. TERESA DE COÜESPEL REGRESARA A LA
CASA MADRE?
6. MARÍA DE SAN PEDRO DE COUDENHOVE EN SU DECLARACIÓN CITA
TRES HECHOS DE UNA OBEDIENCIA ADMIRABLE, DE MARÍA EUFRASIA.
CUÁLES SON?
Para mayores informes, no dudes en contáctanos.
7. CUÁL ES TU OPINIÓN SOBRE LA MANERA COMO MARÍA EUFRASIA
VIVIÓ LA OBEDIENCIA, Y QUÉ CONCLUSIONES SACAS PARA TU VIDA
RELIGIOSA DE HOY?
Te agradecemos si quieres compartirnos tus reflexiones.
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