Considerando: 1º Que las Fuerzas de Policía son instituciones de

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Reglamento de Ética de los Miembros de las Fuerzas de Policía Adscritas al Ministerio de Seguridad Pública Nº 31463­SP, del 27 de agosto del 2003 Publicado en La Gaceta Nº 225 del 21 de noviembre del 2003 EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA Y EL MINISTRO DE SEGURIDAD PÚBLICA Con fundamento en lo dispuesto en los incisos 3), 8) y 18) del artículo 140 de la Constitución Política; Convención Americana Sobre Derechos Humanos, vigente desde el 18 de julio de 1978; artículos 25, inciso 1) y 28, inciso 2) acápites a) y b) de la Ley General de la Administración Pública Nº 6227 del 2 de mayo de 1978; artículos 1º, 2º, 3º, 6º y 8º de la Ley Orgánica del Ministerio de Seguridad Pública, Nº 5482; artículos 2º, 4º, 8º, 10, 59 inciso e), 70 y 71 de la Ley General de Policía, Nº 7410 y su reforma, y Ley del Servicio Nacional de Guardacostas, Nº 8000. Considerando: 1º­ Que las Fuerzas de Policía son instituciones de servicio público, de previsión constitucional, supeditadas al poder civil. Son de carácter civilista, de funcionalidad profesional y con una proyección de proximidad a los habitantes de la República. Existen para dar eficacia al Derecho y garantizar la seguridad pública mediante la prevención y represión de las manifestaciones de delincuencia. 2º­ Que, como toda organización de carácter profesional, necesita un conjunto de disposiciones éticas que explicite los valores necesarios que legitiman la acción profesional y que, traducidos en normas, regulan el ejercicio integral de la profesión policial. 3º­ Que existe una urgente necesidad de responder permanentemente a la confianza que la sociedad deposita en sus servidores policiales, con principios profesionales claros. 4º­ Que la conducta profesional y la conducta personal del servidor policial, están indisolublemente ligadas por la especial naturaleza de la profesión, lo cual hace necesario que exista un patrón de valores objetivos, ordenado según sus conceptos básicos en un solo cuerpo normativo para otorgarles claridad y eficacia. Por tanto, DECRETAN: Reglamento de Ética de los Miembros de las Fuerzas de Policía Adscritas al Ministerio de Seguridad Pública Artículo 1º­ Los miembros de las fuerzas de policía tienen el deber de cumplir con la misión encomendada, respetando el ordenamiento jurídico y con espíritu de servicio. Para lo anterior, deberán cumplir con los siguientes deberes: 1) Velar por la soberanía nacional, mantener la vigilancia y la seguridad de los habitantes, proteger sus bienes, cooperar en la protección de los recursos naturales de la Nación, prevenir y reprimir toda clase de delincuencia, y todos los demás deberes que le impone el ordenamiento jurídico. Como funcionarios públicos, son simples depositarios de la ley para hacerla cumplir, por lo que éticamente son los primeros llamados a respetar la ley y el orden. 2) Observar en todo momento los deberes que les impone la Constitución Política, los tratados internacionales, las leyes, los reglamentos y las disposiciones administrativas, así como los deberes que se desprenden de la misión institucional, sirviendo a la comunidad mediante la investigación, prevención y represión de las manifestaciones de delincuencia, de conformidad con la competencia policial en la que se encuentren circunscritos, teniendo siempre presente que su función profesional está enmarcada por el espíritu de servicio público, el bien común, el compromiso con los habitantes, con los tribunales de justicia y demás autoridades públicas. Artículo 2º­ Los miembros de las fuerzas de policía tienen el deber de capacitarse continuamente para el desempeño de sus funciones y ejercer la profesión policial de manera eficiente, objetiva, imparcial, con estricta observancia de los principios que caracterizan la actuación policial, para lo cual deberán cumplir con los siguientes aspectos: 1) Mantenerse informados sobre el marco de legalidad que regula la esfera de sus actuaciones, así como de los aspectos teóricos y operacionales propios de su profesión, con la finalidad de que el desempeño en la función policial se realice conforme a los principios de la actuación policial y con alta calidad profesional.
2) Asumir en el cumplimiento de su trabajo, ante todo, la verdad, entendida ésta como la correspondencia de los juicios profesionales con la realidad objetiva de los hechos, debiéndose respaldar el trabajo profesional con el empleo de la técnica policial como modelo de transparencia que otorga credibilidad, objetividad y solidez a la labor policial. 3) Actuar con total objetividad e imparcialidad, sin discriminar entre las personas en razón de su condición social, cultural o económica, de sus creencias religiosas o ideas políticas, o por los cargos que pudieran tener en la sociedad. Artículo 3º­ En razón de que la investidura policial se ostenta las veinticuatro horas del día durante todos los días del año, la conducta de los miembros de los cuerpos de policía debe ajustarse a los más altos ideales de dignidad humana y a los principios de urbanidad, buenas costumbres y sana convivencia social. En virtud de ello, deberán observar las siguientes reglas: 1) Conducirse de manera atenta, cordial, educada, amable, cortés, respetuosa, tolerante, comprensiva, diligente, eficiente y cívica, tanto en el ejercicio profesional como en el desempeño del cargo y en su vida privada. 2) Actuar bajo el principio de conciencia de grupo, teniendo presente que el trabajo policial es fundamentalmente trabajo en equipo, de conformidad con parámetros de cooperación, coordinación y lealtad en las tareas que se realizan. Por consiguiente, deben propiciar y mantener relaciones de respeto, disposición y buen ánimo para con sus compañeros, superiores y colaboradores subalternos, en aras de un ambiente laboral armónico y cordial. 3) Abstenerse de emitir comentarios que puedan incidir negativamente en la honra o reputación de sus compañeros, de sus superiores o de sus subalternos, o que puedan afectar la buena imagen del Ministerio. En caso de tener noticia sobre cualquier irregularidad, el servidor deberá plantear el asunto ante su jefe inmediato o ante el Departamento Disciplinario Legal. 4) Abstenerse de realizar en su vida privada y aún durante su tiempo libre, actuaciones incompatibles con la función policial, o que comprometan la investidura policial que ostenta durante las veinticuatro horas del día, todos los días del año. Artículo 4º­ Los miembros de las fuerzas de policía, en el desempeño de sus tareas, deben respetar la dignidad de las personas y proteger los derechos humanos. Deberán velar por la salud física y psicológica de las personas bajo su custodia, asegurando su protección, tomando para ello las medidas necesarias para proporcionarles atención médica cuando sea preciso. En ningún caso podrán infligir, instigar o tolerar la aplicación de medidas que atenten contra la integridad física o psicológica de las personas, con el objeto de obtener informaciones o confesiones, ni se podrá aceptar la tortura, los tratos ilegítimos, inhumanos o degradantes. Artículo 5º­ Durante los procedimientos utilizados para hacer cumplir la ley, los funcionarios solamente podrán utilizar la fuerza cuando sea estrictamente necesario, y en la medida que lo requiera el desempeño de sus funciones. Solamente harán uso de sus armas cuando exista un riesgo racionalmente grave para sus vidas o para su integridad física, o la de terceras personas. En todo caso, las acciones de este tipo deben estar regidas por los principios de razonabilidad y proporcionalidad. Artículo 6º­ Los funcionarios que por razón de su cargo tengan conocimiento de asuntos confidenciales, respetarán el secreto profesional que los obliga a proteger la información obtenida, con el propósito de proteger la investigación policial y la honra de las personas, a menos que el deber legal exija revelarla. Artículo 7º­ Los servidores policiales, bajo ninguna circunstancia deben cometer actos de corrupción ni tolerarlos en su presencia. Asimismo, están obligados a rechazar esos actos y a denunciar a quienes los cometan. Para ello, deberán observar las siguientes disposiciones: 1) Mantener siempre clara conciencia de su responsabilidad individual por los actos que ejecuten, actuando en todo momento con probidad y honradez, rechazando vigorosamente y denunciando toda acción u omisión que pueda conducir a actos de corrupción o cualquier otra conducta contraria al ordenamiento jurídico. El abstenerse de denunciar estas actuaciones convierte al servidor pasivo en co­partícipe y por ende responsable, de los actos ilegales y, o corruptos. 2) Abstenerse de sugerir, solicitar ni recibir estipendio, dádiva, donación o ventaja alguna para sí o para un tercero, incluso ni para la Unidad policial para la cual trabajan. En el supuesto de que alguna persona física o jurídica desee realizar donaciones al Ministerio o a cualquiera de sus dependencias, deberá orientársele para que formalice los trámites correspondientes ante la oficina administrativa competente, sea la Sección de Control y Fiscalización de Activos de la Proveeduría Institucional. 3) Abstenerse de utilizar su investidura o las facilidades que otorga el Ministerio, para cometer cualquier tipo de abuso en contra de las personas, o para procurarse alguna ventaja para sí o para un tercero.
4) Abstenerse de utilizar o propiciar el uso de herramientas y equipo asignado, para asuntos ajenos a la naturaleza de la función policial y al Ministerio de Seguridad Pública. Artículo 8º­ Los servidores policiales tienen el deber de guardar su compostura y disciplina en todo momento, mantener buena presentación personal, portar el uniforme oficial completo, con decoro y aseo, de modo que sea representativo de la buena imagen y reputación que corresponde a los miembros de las fuerzas de policía y al buen nombre del Ministerio de Seguridad Pública. Igualmente, deberán velar activamente por el decoro, orden y aseo de las instalaciones físicas y de los bienes e instrumentos de trabajo que se encuentren en la Unidad policial en la que laboran, de modo que no venga a menos el prestigio y la buena imagen de la Unidad Policial para la cual laboran, ni del Ministerio de Seguridad Pública. Artículo 9º­ Los servidores policiales tienen el deber de realizar su labor con una proyección de proximidad comunitaria, propiciando buenas relaciones y eficientes mecanismos de comunicación con los habitantes. Deben mantener una actitud diligente para brindar consejo y orientación en materia de prevención, con respecto a situaciones de riesgo para la seguridad de las personas y de sus bienes, conforme las políticas y programas preventivos de seguridad comunitaria establecidos por el Ministerio en sus programas de capacitación. Artículo 10.­ Los funcionarios policiales cultivarán el honor policial, como suprema cualidad moral que los impulsa a cumplir sus deberes profesionales en plenitud. Están obligados a cumplir el presente Reglamento de Ética de la Función Policial, comprometiéndose con sus valores y promoviéndolos. Artículo 11.­ El incumplimiento de los principios y deberes éticos comprendidos en el presente Reglamento conllevará las sanciones disciplinarias que sean en corresponder, según la gravedad de las circunstancias y conforme las disposiciones legales y reglamentarias que rigen la relación de servicio policial, previa instauración del debido proceso administrativo para tales efectos, sin perjuicio de otras responsabilidades que se pudieran derivar de la conducta reprochable. Artículo 12.­ Rige a partir de su publicación. Dado en la Presidencia de la República.­San José, a los veintisiete días del mes de agosto del año dos mil tres.
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