Mujer sin relleno Género: Artículo Autor: Melissa Limón Publicado en la gaceta mensual de la Universidad Tecnológica de México En muchas ocasiones es complicado diferenciar entre delgadez y bulimia. Día a día el acoso de los medios nos consume al grado de no valorar nuestro cuerpo. En la actualidad, la salud transita en segundo término, dejándonos arrastrar por una estética que carece de sentido, e incluso, va en contra de la lógica. La moda, las presiones sociales, las modelos de la tele, los anuncios que vemos en la calle; todos esos factores alteran nuestra autoestima, ya que vemos a mujeres en extremo delgadas y con una perpetua sonrisa seductora que nos incita a ser como ellas. Pese a que vivimos invadidos por estereotipos de belleza , donde las mujeres mantienen un cuerpo asexual, rectilíneo, más propio de una niña, y pese a ello, a ese absurdo, nos damos a comer productos “Light” porque se supone nos aligera la vida un poco. Comer es una función fisiológica y un placer inigualable. Nadie puede engañarse a si mismo, mucho menos engañar a su organismo. Si sufrimos alguna alteración alimenticia y mantenemos un deseo obsesivo por tener un peso por debajo de lo normal es obvio que tenemos un problema, un problema grave que puede terminar con la muerte… ¡pero eso que importa! Si lo único que queremos es vernos lindas, flacas y con una cintura de diez. Pues bien, déjame decirte que si tú eres una de esas chicas que les urge agradar a los demás por su delgada figura, o atraer a los hombres con tu nueva talla tres a pesar de las mal comidas que te avientas, de las depresiones constantes a las cuales te enfrentas sola, o a esos cambios de humor que ni aunque tuvieras a Brad Pitt te animarías, pues lo único que quieres es estar en cama y a oscuras pensando en una nueva forma de bajar de peso, te digo que no tienes un problema, sino varios. Afortunadamente tienen solución. Alza la voz, abre los ojos. Mujer, la bulimia es una enfermad mental. Sé que quizá estés harta de escuchar consejos y de que te digan qué hacer. Tu bien sabes que vomitar no es la solución, afectas no sólo a tu estómago, también tu corazón sale pagando. Cuando devuelves la comida tú corazón trabaja el doble y el pobre cada vez se hace más pequeño, provocando así un infarto o de plano quedar como vegetal. ¿Quieres eso? Lo olvidaba, la salud por el momento no es importante, sólo la imagen, ¿No es así? Cuanto te apuesto que te la vives pegada a la tele para ver que tanto has superado las expectativas, de seguro piensas que si tal o cual chica logró bajar tres kilos tu podrás bajar lo doble, sí, lo sé, esto es una competencia, además, la bulimia es una moda, casi todas las modelos viven de ella y logran verse lindas e indiferentes, vistiendo ese gran conjunto del diseñador del momento. ¿Por qué tú no? En términos terrenales puedo casi asegurarte, con la certeza de que ganaría, que ahora crees que los chicos te persiguen más que antes, sales a más lugares, aunque evitas restaurantes o fiestas donde seguro habrá deliciosos aperitivos. Pero en caso de que no lo puedas controlar y ese precioso chico de ojos oscuros te pida lo acompañes como lo más sagrado asistirás… ¿pero cuál es el problema si decides aventarte una rebanada de pizza? Vómito al instante es la solución, aunque en tú bolso no deben faltar las pastillitas de menta. ¿No te has preguntado qué pensaría tu galán si supiera que hace unos momentos lo desechaste todo por la boca y ahora lo besas al estilo francés? Otra cosa… ya no te molestes en tallarte los ojos, el espejo no miente. Sé que te la vives preguntando a tu familiares (a quienes por cierto tienes hartos con eso de las calorías, dietas, atentados suicidas y tu irritabilidad) que sientes que subiste un imperdonable kilo y eso es peor que cualquier terremoto que haya dejado a gente desprotegida, eso no te importa, no tienes tiempo. Sólo quieres saber si ya estás más flaca para seguir quejándote de que la ropa que ahora tienes ya no te queda. Te decía, el espejo no miente, es una pena que no puedas verte tal cual eres. Te sigues viendo gorda y te matas haciendo ejercicio para bajar esos kilitos que te sobran sin darte cuenta que tienes meses sin menstruar, que poco a poco aparece vello en tu cuerpo, que te la vives cerrando las ventanas porque eres intolerante al frío, además de diarreas que al ratito no podrás controlar. Sólo puedo decirte algo más… chicas como tú, que oscilan entre los 12 y 25 años están viviendo un infierno que no es necesario. Nadie dijo que la aceptación de uno mismo era sencilla, cuesta trabajo admitir nuestros defectos, pero estos no desaparecen con soluciones en apariencia fáciles. Sino, sólo mírate, eres un desorden por dentro y por fuera. Si uno de tus tantos motivos por los cuales te provocas la inanición es por el sexo opuesto, te aclaro que una encuesta reciente que se les hizo a los varones conforme a que es lo que les atrae de una chica, todos, absolutamente todos, prefieren una mujer segura de sí y sin complejos. Ninguno dio atribuciones al físico. Difícil de creer ¿verdad?, pero es así, la seguridad y la aceptación de ti misma te hacen bella y única, porque nadie, absolutamente nadie puede parecerse a ti que eres poesía… ya no imites. Es tiempo de madurar. Dedica tu tiempo a la creatividad, a lo que realmente te apasiona, para que en un futuro seas muestra de éxito y admiración. Destruirse es acabarse… por favor, tenlo en cuenta.