“Me emociona más un gol de mi hijo que un título del Atlético de Madrid” Para Ciriaco Álvarez Expósito, del área de mantenimiento del departamento de Infraestructuras y Servicios, practicar deporte es bueno tanto para el físico como para la mente. Por eso siempre ha estado muy vinculado al fútbol. Primero como jugador y ahora como forofo del Atlético de Madrid y de Las Rozas Boadilla, el equipo de su hijo. ¿Desde cuándo sigues al Atlético de Madrid? Sigo al Atlético de Madrid desde que tengo uso de razón, cuando me empezó a gustar el fútbol, desde pequeño. A los seguidores del Atlético de Madrid se les suele llamar sufridores… Hay un dicho que afirma que todo atlético es sufridor, pero yo no estoy de acuerdo. Para que uno gane también tiene que haber otros que pierdan. ¿Qué tiene el Atlético que no tenga el Real Madrid? Me gusta más la forma de ganar del Atlético que la del Real Madrid, porque creo que disfrutamos más. Cuando estás acostumbrado a ganar muchas veces lo ves como algo normal. Si comes jamón todos los días ya no lo aprecias. Y si comes lentejas y un día te dan jamón… A lo mejor yo soy del Atlético por rebeldía. Lo más fácil es ser del que gana y lo complicado es ser del que pierde. ¿Has jugado mucho al fútbol? Siempre he jugado. Empecé en la calle, porque antes se jugaba en la calle, no había polideportivos como ahora. Jugábamos en los descampados o en la misma carretera. Estuve en el Móstoles, como extremo delantero porque era rápido, en categoría nacional, cuando tenía quince años. Primero jugué en el Dínamo de Estrecho y un ojeador del Real Madrid se fijó en mí. En aquel momento mis padres se iban de viaje a la playa y tuve que escoger entre ir con ellos o hacer las pruebas del equipo. Yo nunca había ido a la playa y al final me decidí por la playa... Después de pasar por el Móstoles me fui a un equipo más amateur, para tener tiempo para trabajar y finalmente jugué al fútbol sala hasta los 25 o 26 años. ¿Cuál es la clave para jugar bien? La clave es la técnica, no basta solo con correr. A eso hay que sumar una buena preparación física, correr bien y un equipo unido. Como tengas el equipo dividido lo llevas mal… Tu hijo también es un aficionado a este deporte… Sí, mi hijo también ha salido futbolero. Practica fútbol sala desde los 8 años y ahora tiene 12. Juega como pivote defensivo en Las Rozas Boadilla, ¡mi segundo equipo! Ésta es mi gran afición, ir el sábado o el domingo a verle jugar. ¿Qué te emociona más, un gol de tu hijo o que el Atlético de Madrid gané la liga? ¡No hay comparación! ¡Me emociona mucho más un gol de mi hijo! Disfruto más viendo a Las Rozas Boadilla que al Atlético. Yo vengo a trabajar los lunes feliz, solamente por ver cómo ha disfrutado del deporte y cómo se lo ha pasado. Eso no tiene precio. Con él estoy disfrutando lo que no pudo hacer mi padre conmigo cuando yo jugaba al fútbol, porque su trabajo se lo impedía. Gracias a mi compañero Hamid, que me cambia los sábados en los que mi hijo tiene un partido, yo ahora sí puedo ir al campo a verle jugar. ¿Cómo se vive en casa un partido de tu hijo? Lo vivimos como un día de fiesta. Es algo más que un partido. Mi mujer se ha vuelto una gran fan y eso que antes odiaba el fútbol. Mi hija también suele ir a muchos partidos. Nos vamos a los torneos con él e intentamos ir todos juntos. Somos muy forofos del equipo de mi hijo. De tanto gritar en los partidos, algunas veces nos quedamos afónicos. Además de Las Rozas Boadilla, ¿tu hijo también es del Atlético de Madrid? Él me ha salido del Madrid, forofo, forofo. Pero lo llevo bien; creo que en el fondo le tira un poco el Atlético aunque se ría de mí. Y yo también me he acercado algo al Real Madrid, por mi hijo. Hace poco hicimos una apuesta y como perdió, tuvo que vestirse con la ropa del Atlético… Para acabar la entrevista, ¿cómo crees que quedará este año tu equipo? Creo que este año con Simeone podemos estar en la Champions. Les está haciendo correr, que es lo que les faltaba, porque iban muy de señoritos… Me gusta que gane mi equipo, pero no vale de cualquier manera. Una cosa es ser un forofo loco, al que solo le vale lo suyo y lo demás no importa, y otra cosa es disfrutar del fútbol.