Cabinas de Internet: Un negocio a la peruana República.- Un clic sobre la palabra "aceptar" y listo, Cinthia se inscribió por internet al examen de admisión de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos que con sus más de 400 años se abrió al ciberespacio. Ella no puede comprar una computadora ni pagar la conexión a la red, pero usó internet. ¿Cómo lo hizo?. Acudió a una de las 33,635 cabinas de internet que hay en el Perú en donde la red, a diferencia de otros países es una oportunidad de negocio. Las cabinas públicas y la telefonía móvil han llevado al Perú a ubicarse como el quinto país en el mundo con mayor avance en el Índice de Oportunidades Digitales, según el último reporte de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) que analizó a 180 países. Según el reporte de la UIT el Perú constituye un ejemplo de salto tecnológico. Es que pese a tener un ingreso anual de US$ 3,000, uno de los más bajos de la región, el Perú pasó a convertirse en el segundo país con mayor índice de penetración de internet. La conexión de banda ancha ha tenido un salto espectacular. Según Telefónica, hay 406 mil conexiones. En las calles peruanas hay tantas cabinas de internet como restaurantes y bodegas y con un precio sorprendente. Mientras en Europa cuesta unos US$ 18 la hora y sólo se halla en cybercafés y hoteles, en el Perú vale menos de un dólar (S/. 1.50). Freddy Camacho es un joven desempleado que abrió una cabina de internet con las remesas que su padre le envía desde España. Y si en un principio era un negocio altamente rentable, los competidores que fueron surgiendo cerca de su casa hizo que rebajara el precio de S/. 3 a S/. 1.50 la hora, lo que puso en jaque al negocio. Freddy tuvo que ofrecer otros servicios como digitación de textos, impresiones, venta de suministros para computadoras, fotocopias. El negocio de las cabinas de internet nació de una idea de la Red Científica Peruana (RCP). Cabinas de internet, oportunidades de negocio. Haga click en la imagen para ampliar. En la década de los 90, tras la liberalización del uso de internet ¿estaba limitado al ámbito académico¿ diversas organizaciones crearon redes en América Latina financiadas por organismos internacionales. Una de estas fue la RCP, creada en 1991 por un grupo de profesionales que vieron que la baja capacidad adquisitiva era el obstáculo para que los peruanos accedan a información y conocimientos difundidos por la red. "La idea inicial era que el gobierno promocione las cabinas y así se hizo. Primero se abrieron en Lima, Arequipa, Cusco, Chiclayo, Piura. El objetivo era crear una red nacional de centros financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero debido a cambios ministeriales, la propuesta no se concretó", recuerda Sandro Marcone, gerente comercial de RCP. Entonces recurrieron a la empresa privada, pero no a las grandes sino a las micro- empresas (mypes). En 1994, tras un intensivo programa de charlas en su cabina pública ubicada en el distrito de Miraflores, la RCP vio surgir a las primeras mypes cabinas de internet que, años más tarde, se convertirían en un modelo para exportar. Más allá de la tecnología, las circunstancias económico sociales que vivió el Perú en los 90 alentaron el crecimiento explosivo de las cabinas, muchas de ellas informales. De las facultades e institutos egresaba un gran número de especialistas en computación e informática que carecía de empleo. La internet era una interesante oportunidad. Ese es el caso del empresario Jesús De la Cruz quien cuando estaba desempleado usó las cabinas como oficina virtual para contactar con potenciales clientes. Hoy distribuye un sistema por el cual los padres de familia, a través de la red, saben cómo les va a sus hijos en el colegio. La empresa Andina Real SAC, a través de una página web, logró comercializar productos andinos. "Ha sido una confluencia de varias cosas: la necesidad, de la actitud emprendedora de los peruanos", afirma Luis Triveño, de la consultora Proexpansión. "El peruano siempre quiere complementar sus ingresos", agrega. Ese es el caso de Raúl García, que invirtió sus ahorros en una cabina que administra su esposa. Mientras otros países empiezan a copiar, los peruanos ya dieron un paso adelante: crearon los cibercentros. Yuri Herrera, presidente de la Asociación Peruana de Centros de Información (Aspeci) explicó que los cibercentros son un negocio diferente pues capacitan a adultos y ofrecen servicios a pequeñas empresas con visión exportadora. Hay cuatro cibercentros que ofrecen además servicios de fax, fotocopias, declaraciones de impuestos. Luego de tantos años de internet en el Perú, los niños son quienes más fácilmente aprenden el acceso a la red. Mientras tanto, en la cabina de Freddy está Daniella. Su mamá emigró a EEUU, pero ella la ve semanalmente. Solo le basta acudir a este establecimiento para a través de una webcam, ver el rostro añorado.