“el que coma de este Pan vivirá eternamente” Jn 6,51 Oración “el que coma de este Pan vivirá eternamente” Jn 6,51 Canto al Espíritu Monición “Creo en la vida eterna”… Ésta es la última confesión que hacemos en el Credo; pero es también fundamento sobre el que descansa nuestra fe; una vida eterna que está ligada a Jesús, a comer su pan, alimentarnos de la Eucaristía. En este rato de adoración van a resonar sus palabras: “el que coma de este pan vivirá eternamente”… Tenemos hambre de Dios, necesitamos el pan de la vida eterna. Llegamos al final de nuestros “encuentros” y lo hacemos contemplando al pan de vida y su promesa de vida eterna. Que nuestra adoración en esta noche a Jesús, pan vivo, sea profunda, confiada, agradecida… Lectura de la Palabra de Dios (Jn 6,39-40.44.51.54-57) “[Dice Jesús]: «La voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que Él me dio, sino que lo resucite en el último día. Ésta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en Él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día". Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo, que he 1 Oración - 26/05/2011 sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí». Comentario de la Palabra de Dios Hay tres voluntades que sólo la gracia de Dios puede hacer que confluyan para ganar nuestros corazones al final de los días. La voluntad del Padre: “…40 ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en Él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día” La voluntad del Hijo: “… que no pierda nada de lo que Él me ha dado, sino que lo resucite el último día” La voluntad del discípulo: “Está escrito en los profetas: «Serán todos enseñados por Dios». Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí”. (Jn 6,45) El discípulo ha de CREER: «En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo."Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí» (Jn 6,47-51;55-57). Se tratará siempre de vivir esta fe, acogiendo el Misterio de la Redención en nuestro interior, comprometidos con esa carne entregada para la salvación del mundo: el Pan que como, me transforma y me pide entregarme, dejarme hacer en todo, hasta en las actitudes más simples, porque todo ha de pasar por la configuración con Él. Comemos y bebemos la carne y la sangre de Aquel que, siendo el Buen Pastor, por Amor se convierte en Cordero para el 2 Oración - 26/05/2011 sacrificio, del que podemos comer su carne y beber su sangre, permaneciendo así en Él y Él en nosotros para así tener Vida en Él. Adoración (silencio) Resonancias de la Palabra Joven Ésta es la voluntad de mi Padre: que el que ve al Hijo y cree en Él, tenga Vida eterna y que yo lo resucite en el último día". Señor, yo creo, pero quiero creer más… Quiero creer, sin dudarlo nunca, que voy a vivir contigo para siempre… Que Tú me vas a resucitar, que me vas a dar tu misma vida, la vida que el Padre te ha dado a ti. La esperanza me hace gozar de todo lo bueno que ya poseo. La esperanza en una vida eterna es una riqueza muy superior a todos los valores de esta vida. Mi felicidad aquí se cambiará en una felicidad mucho mayor y que no pasará jamás. Mantra Pausa Canto Oración con el Catecismo de la Iglesia 989 Creemos firmemente, y así lo esperamos, que del mismo modo que Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos, y que vive para siempre, igualmente los justos después de su muerte vivirán para siempre con Cristo resucitado y que El los resucitará en el último día (cf. Jn 6, 39-40). Como la suya, nuestra resurrección será obra de la Santísima Trinidad: Si el Espíritu de Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos dará también la vida a vuestros cuerpos mortales por su 3 Oración - 26/05/2011 Espíritu que habita en vosotros (Rm 8, 11; cf. 1 Ts 4, 14; 1 Co 6, 14; 2 Co 4, 14; Flp 3, 10-11). Pausa Joven Señor, creo y así lo espero, que viviré para siempre. Y creo que también vivirán contigo y conmigo para siempre todos los que aquí he querido, todos los que aquí me has dado y están cerca de mi corazón. Creo Señor que mi vida, como la de todos, son vidas para la eternidad, para el amor pleno y gozoso… Lo creo Señor y lo deseo Mantra 994 Pero hay más: Jesús liga la fe en la resurrección a la fe en su propia persona: "Yo soy la resurrección y la vida" (Jn 11, 25). Es el mismo Jesús el que resucitará en el último día a quienes hayan creído en él. (cf. Jn 5, 24-25; 6, 40) y hayan comido su cuerpo y bebido su sangre (cf. Jn 6, 54). En su vida pública ofrece ya un signo y una prenda de la resurrección devolviendo la vida a algunos muertos (cf. Mc 5, 21-42; Lc 7, 11-17; Jn 11), anunciando así su propia Resurrección que, no obstante, será de otro orden. De este acontecimiento único, El habla como del "signo de Jonás" (Mt 12, 39), del signo del Templo (cf. Jn 2, 1922): anuncia su Resurrección al tercer día después de su muerte (cf. Mc 10, 34). Pausa Joven Señor Jesús, Tú eres la resurrección y la vida. Tú has venido para que tengamos vida y la tengamos en abundancia. Nosotros tenemos vida, pero Tú eres la VIDA; por eso sólo Tú puedes resucitarnos. Jesús, aumenta mi fe y confianza en ti… 4 Oración - 26/05/2011 Mantra 1038 La resurrección de todos los muertos, "de los justos y de los pecadores" (Hch 24, 15), precederá al Juicio final. Esta será "la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación" (Jn 5, 28-29). Entonces, Cristo vendrá "en su gloria acompañado de todos sus ángeles,... Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha, y las cabras a su izquierda... E irán estos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna." (Mt 25, 31. 32. 46). Pausa Joven Señor, oir hablar de juicio final me produce cierto respeto o temor. Ante Dios juez ¿cómo puedo resultar inocente? ¿cómo no imaginarme en el lado izquierdo enfrentándome a un castigo eterno como lo plantea esta parte del Catecismo y del Evangelio? Pero te contemplo a ti, Jesús, muerto en la cruz para el perdón de mis pecados, y te adoro hecho pan, hecho eucaristía por mi y desaparece en mi todo temor… Mi Dios es misericordioso. Mi Dios me justifica. Mi Dios me regala la vida eterna. Mantra 1042 Al fin de los tiempos el Reino de Dios llegará a su plenitud. Después del juicio final, los justos reinarán para siempre con Cristo, glorificados en cuerpo y alma, y el mismo universo será renovado: La Iglesia sólo llegará a su perfección en la gloria del cielo... cuando llegue el tiempo de la restauración universal y cuando, con la humanidad, también el universo entero, que está íntimamente unido al hombre y que alcanza su meta a través del hombre, quede perfectamente renovado en Cristo (LG 48). 5 Oración - 26/05/2011 Pausa Joven Mi final, el final de todos los hombres, el final de la Iglesia es la plenitud, la glorificación, la perfección… ¡Qué diferente de lo que percibimos aquí donde todo se muere: las personas, las instituciones, los afectos…! Pero es que, Señor, si Tú eres la resurrección y la vida contigo sólo puede haber vida. Vivir para siempre, sí, pero vivir para siempre contigo, a quien he ido conociendo y amando, de quien he comido su cuerpo y bebido su sangre. Me llamas a una verdadera y total comunión de vida. Gracias Señor por el regalo de tu vida en mí… Mantra Pausa Joven Señor, no quiero acostumbrarme a lo extraordinario de tu amor, no quiero perder la capacidad de sorprenderme y maravillarme ante el gran misterio de la fe y la grandeza de tu amor. No quiero acostumbrarme y vivir como normales todo el bien que me has hecho y el que espero… Señor, que no me acostumbre a vivir contigo, que no me acostumbre a cogerte en mis manos y comerte hecho eucaristía. Mantra Lectura de la Palabra de Dios (Jn 5,19-30) «Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: "En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra 6 Oración - 26/05/2011 todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado». Comentario de la Palabra de Dios Es necesario adentrándonos en este discurso sobre la resurrección, tener presente el principio del Amor que está a la base de la relación entre el Padre y el Hijo, para así poder comprender que lo que el Amor realiza es consecuencia del ofrecimiento mutuo de las dos Personas: el Espíritu Santo de Amor. “Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: "En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo”. 7 Oración - 26/05/2011 Tomamos el texto desde el versículo, ya que en él explicita Jesús que lo que Él hace no parte de su propia iniciativa, sino que su obrar es fruto de lo que ha aprendido junto al Padre. Éste es el relato de la cercanía y de la proximidad íntima del Padre y del Hijo, donde el quehacer del Hijo queda imbuido del Amor y de la Bondad que Él ha conocido en el Corazón del Padre. Este principio de Unidad, de unión en el Amor, revela la identidad del Padre a través de las manifestaciones de misericordia y compasión que el Hijo muestra a los hombres. “Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que Él hace. Y le mostrará obras aún mayores que éstas, para que os asombréis”. El Padre es quien devuelve la vida a los muertos… El Hijo da la vida a los que quiere… Y el Padre ha dejado todo juicio en manos del Hijo, para que honrando al Hijo honremos también al Padre y viceversa: “Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado”. La fe en Jesucristo es el don que hemos de pedir encarecidamente: Creer en Él para vivir de lo que le hemos oído por la Palabra; el compromiso de vivir según la identificación con La Palabra proclamada: JESUCRISTO. Así el Hijo nos concederá la Resurrección de vida. Creyendo en el Padre y escuchando al Hijo, que es la Palabra, se nos garantiza la vida eterna. El Hijo recibe del Padre aquello que sólo Él posee: vida en sí mismo, poder para juzgar y poder para hacer salir a los muertos de los sepulcros; los que hayan escuchado al que es la 8 Oración - 26/05/2011 Palabra habrán hecho el bien; quienes lo hayan rehusado tendrán una resurrección de juicio. “En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre”. Aun habiendo recibido todo poder del Padre, Él no hace nada sin mirar al Padre, que es todo Misericordia, éste será un juicio justo, porque será según el corazón del Padre. El Hijo en todo busca hallar y cumplir la voluntad del Padre: “Atraeré a todos hacia mí” “No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio.Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. El origen de todo es el Amor (Dios), y el Fin es la Misericordia… es el Amor (Dios) que ha pasado por el Corazón traspasado de Jesús… Adoración (silencio) Oración final 9 Oración - 26/05/2011 Como oración final tomamos la oración colecta de la misa de la solemnidad del Corpus Christi: “¡Oh Dios que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión; te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu Redención!” Canto final 10 Oración - 26/05/2011