la ingesta excesiva de alcohol puede provocar hipoglucemia grave

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El Hospital de La Plana ha organizado un taller de educación terapéutica
para adolescentes diabéticos
LA INGESTA EXCESIVA DE ALCOHOL PUEDE
PROVOCAR HIPOGLUCEMIA GRAVE EN PACIENTES
DIABÉTICOS
Villarreal (11.08.03). Una toma excesiva de alcohol puede provocar
en los pacientes diabéticos episodios de hipoglucemia grave, según ha
señalado María Teresa Marí, educadora en diabetes del Hospital de La
Plana, durante un taller de educación terapéutica celebrado en el centro
sanitario y dirigido a un grupo de 11 adolescentes diabéticos con edades
comprendidas entre los 13 y los 17 años.
Asimismo, María Teresa Marí ha añadido que para evitar una
hipoglucemia grave deberá también tenerse en cuenta “no tomar bebidas
alcohólicas si se está en ayunas”. Un exceso de alcohol en el organismo
bloquea la capacidad del hígado de aportar azúcar a la sangre.
La hipoglucemia aparece cuando se produce un descenso de la
cantidad de glucosa en sangre por debajo de los 60 mg/dl (los
parámetros normales de glucosa se sitúan en 70-110 mg/dl). Los síntomas
que presenta una hipoglucemia grave son generalmente dolor de cabeza,
alteración de la palabra (hablar lento, entrecortado, dificultoso, etc),
agresividad, trastornos visuales (visión borrosa, doble…), convulsiones y
hasta incluso pérdida de conciencia (estado de coma).
Para la enfermera educadora, sobre todo los adolescentes con
diabetes tipo I (juvenil) deben tener en cuenta todo ello, “pues
generalmente es durante las salidas de los fines de semana cuando puede
producirse una hipoglucemia grave, al confluir factores como beber
alcohol, estar en movimiento y haber hecho ya la digestión de la cena”.
Asimismo, una hipoglucemia grave puede ser debida a que el
diabético no ha reconocido inicialmente un descenso de glucosa en sangre
(hipoglucemia leve) o no ha actuado de forma inmediata para corregirlo.
Ante un caso de hipoglucemia grave, cualquier persona deberá
llamar en primer lugar a un servicio de urgencias, advirtiendo en caso de
saberse que se trata de una persona diabética. A continuación, el familiar
o amigo del diabético deberá inyectarle una dosis de glucagón (hormona
contrarreguladora que antagoniza las acciones de la insulina), repitiendo
la operación a los 10 minutos si permanece inconsciente. En tercer lugar,
una vez recuperado, al paciente se le administrará por vía oral líquidos
azucarados.
Hipoglucemia leve-moderada
Las causas de un descenso de la cantidad de glucosa en la sangre
son varias y en ocasiones esta disminución es debido a más de una. De
este modo, podemos encontrarnos con que el paciente se haya
administrado demasiada insulina (por errores al medirla o por confusión
del tipo de insulina que debía inyectarse), haya comido menos de lo
habitual y/o cambiado el horario de las comidas, por realizar más
ejercicio del habitual, ingesta de medicamentos que disminuyen la
glucosa (aspirinas, sulfamidas…), diarreas que suponen una disminución
de la absorción intestinal o desaparición de situaciones de estrés (tensión
emocional, infecciones…).
En las hipoglucemias leves-moderadas, el paciente presenta
síntomas como sudor frío, temblores, nerviosismo, hambre, debilidad,
palpitaciones u hormigueos.
Ante la existencia de una hipoglucemia leve-moderada o sospecha
de ésta, se debe detener inmediatamente la actividad que se está
realizando, así como tomar de inmediato hidratos de carbono, la principal
fuente de energía de nuestra alimentación. En concreto, la persona
diabética puede elegir entre un vaso de refresco azucarado, 2 terrones de
azúcar, un zumo de frutas con o sin azúcar, un vaso de leche o 3 galletas
tipo “María”. Si tras 5 ó 10 minutos la situación no mejora, deberá
repetirse la toma.
Cómo evitar una hipoglucemia
Para disminuir la frecuencia de las hipoglucemias (levesmoderadas o graves) se deberán tener en cuenta los siguientes aspectos:
regularidad en cantidades y horarios de comidas, insulina y ejercicio (no
retrasar ni saltarse las comidas); tomar suplemento de azúcares o bajar la
dosis de insulina, según consejo del médico, antes de realizar actividades
físicas extraordinarias (correr, andar, pasear…); mantener técnica y dosis
correcta de insulina; llevar siempre azúcar en el bolsillo; tener la hormona
inyectable glucagón a mano y haber instruido correctamente a las
personas del entorno de convivencia; realizar con frecuencia un
autoanálisis sanguíneo en casa.
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