En lucha Diciembre 2006 Editorial 3 La derrota de Bush es la victoria de la resistencia en Irak El pasado mes los dos jefes de estado que más apostaron por la guerra de Irak se veían forzados a admitir que la ocupación en Irak está siendo un desastre. Blair admitía en una entrevista que la ocupación estaba siendo un fracaso, aunque después quiso rectificar, el malestar en el ejército británico es un hecho que a estas alturas ni él puede negar. Pero quizá más importante fue el revés que sufrió George W. Bush y el Partido Republicano en las pasadas elecciones legislativas en EEUU. Bush perdía el control no sólo de la Cámara de Representantes, sino también del Senado. Y lo que es más significativo, forzaba la destitución del arquitecto de la estrategia en Irak: Donald Rumsfeld. Detrás de la supuesta dimisión de Rumsfeld se esconde un cambio de estrategia de las clases dirigentes norteamericanas. Su sustituto, James Baker, simboliza ese cambio. Baker, lidera el Grupo de Estudios sobre Irak, el cual está desarrollando una nueva estrategia entre tres posibilidades: seguir con lo hecho hasta ahora, marcar una fecha para la retirada de las tropas o dejar bases en Irak y sus alrededores para mantener el control de la situación. Pero para EEUU el control geoestratégico de Oriente Próximo es demasiado importante como para simplemente marcharse. Las opciones de dejar algunas tropas, separar Irak en base a sectas religiosas o llegar a algún tipo de pacto con Siria e Irán, son opciones que pueden traer aún más dificultades al ocupante. Confiar en el Partido Demócrata para una retirada de las tropas tampoco es una opción. Hilary Clinton, la candidata demócrata con más posibilidades de ser elegida para la carrera hacia la Casa Blanca, ya ha comentado su intención de no irse de Irak fácilmente. Mientras que la división en la clase dirigente norteamericana es más patente que nunca, las cartas del imperialismo continúan encima de la mesa, pero no todas están descubiertas. El movimiento La derrota de Bush en las urnas es un claro voto contra la guerra en Irak y una economía que cada vez va peor para los más pobres. Pero esta derrota no ha surgido de la nada. La feroz resistencia que se está dando en Irak contra la ocupación (ver artículo en la página 5) está forzando esta situación. La victoria de Hezbolá contra Israel el pasado verano también paró los planes imperialistas. Pero la situación en Oriente Próximo continúa siendo explosiva. Tanto en el Líbano, en forma de confrontación, como en Palestina, en forma de ocupación, se están viendo los estragos del imperialismo. Aunque ahora Israel quiera llegar a algún tipo de acuerdo presionado por la Casa Blanca, sigue con las matanzas en los territorios ocupados. La debacle de Bush y el hecho de que el debate sobre retirarse de Irak o no, esté encima la mesa es una clara victoria para el movimiento antiguerra a nivel internacional. La convocatoria de una manifestación a nivel nacional en EEUU para el marzo del año que viene puede ser un punto de inflexión para el futuro del movimiento. En el Estado español, estar atentos a lo que sucede en Oriente Próximo y dar una respuesta unitaria a las agresiones será también imprescindible. Pero debemos tener muy claro que la única solución es la retirada de todas las tropas de ocupación. El Estado español es el que más viviendas construye de la UE, mientras las constructoras aumentan cada vez más sus beneficios. Seguir movilizándose para detener la especulación Los escándalos urbanísticos de Marbella o Telde, en Gran Canaria, son la punta del iceberg de una práctica mafiosa ampliamente generalizada, el binomio corrupción-especulación. En el “paraíso del ladrillo” entre el 35 y el 40% de los presupuestos locales procede del ámbito urbanístico. Autorizar un proyecto de recalificación del suelo conlleva suculentos ingresos para la administración local. Las comisiones y favores que reciben concejales y alcaldes, por supuesto ilegales, no hacen más que acelerar un proceso que produce grandes beneficios a las empresas constructoras y fomenta la especulación urbanística. Vivienda y capitalismo El negocio de la construcción es un sector fundamental de la economía española. La recalificación de terrenos en los viejos cascos urbanos de las grandes ciudades, ofrece la oportunidad de construir lujosas viviendas y nuevos hoteles al alcance sólo de unos pocos. Inmobiliarias y constructoras se hacen con pisos y bloques enteros en los centros urbanos, manteniéndolos vacíos a la espera que el valor de esos terrenos suba, para en un futuro recalificar y construir nuevas viviendas a un precio que duplica y a veces triplica su valor inicial. Así el precio medio de la vivienda sube y los beneficios no dejan de crecer. A pesar de que existen más de tres millones de viviendas vacías –no segundas residencias-, el Estado español es el que más viviendas construye en la UE. La constructora española, Actividades de Construcción y Servicios (ACS) obtuvo unos beneficios netos de 607’5 millones de euros durante los nueve primeros meses de 2006, un incremento del 38% respecto al mismo periodo de 2005. Datos como éste contrastan con el empobrecimiento de las familias trabajadoras. El Instituto Nacional de Estadística nos sorprendió a finales de octubre al anunciar la existencia de ocho millones de pobres en el Estado español. Uno de cada cinco españoles vive bajo el umbral de la pobreza, con ingresos inferiores a 523 euros al mes, 77 euros por debajo del salario mínimo. Al mismo tiempo, el Banco de España sitúa entre las cau- sas del creciente endeudamiento de las familias “la adquisición de la vivienda, impulsado sobre todo por los préstamos hipotecarios”. Empobrecimiento Así, la misma especulación que reporta grandes beneficios a una pequeña élite de constructoras, inmobiliarias y bancos, contribuye decisivamente a la extensión de la precariedad. La nueva Ley del Suelo es un paso, aunque muy insuficiente. Su aprobación responde en buena medida al miedo de que la burbuja inmobiliaria pudiera reventarse y embarrancar la economía si no existe un control efectivo, como lleva tiempo avisando el propio FMI. A otro nivel, que se apruebe esta ley y que se debatan proyectos como el del Plan Anticorrupción en Madrid tiene mucho que ver con las masivas protestas organizadas por asambleas y plataformas por una vivienda digna en todo el Estado, que han conseguido situar la problemática en el centro del debate político. Hay que seguir movilizándonos. América Latina: de la resistencia contra el neoliberalismo a la victoria Las luchas populares en América Latina son un reflejo de la crisis del imperialismo neoliberal y, al mismo tiempo, suponen la apertura de una nueva etapa de movilizaciones en contra del sistema capitalista que ha reavivado cuestiones que parecían obsoletas. En los últimos doce años, desde el movimiento zapatista de Chiapas, han sucedido multitud de procesos de resistencia popular a las medidas económicas y políticas aplicadas por los gobiernos neoliberales, títeres de las potencias imperialistas. Referentes Estas experiencias, surgidas desde la base de los movimientos populares, han supuesto en varios casos el derrocamiento de va- rios presidentes neoliberales, como Mesa y Sánchez de Lozada en Bolivia. Además, como ocurre actualmente en Uruguay y en Oaxaca, se han traducido en una radicalización de los sindicatos y los trabajadores, la convocatoria de huelgas, la toma de fábricas y la creación de asambleas populares, etc. Todo esto supone una creación progresiva de un poder popular en contra de las élites propietarias estatales. La evolución política de estas protestas refleja un paso adelante en las luchas. Así, las contradicciones de clase son un factor central de las demandas de las movilizaciones populares. Venezuela es hoy en todo ese proceso de radicalización el referente más importante. La resistencia de estos movimientos de base supone un ejemplo de autoorganización que debe servir como referente para el movimiento anticapitalista en otras partes del mundo. Para la izquierda anticapitalista europea, América Latina está llena de muestras de cómo resistir a la ofensiva neoliberal. Las movilizaciones en América Latina son un reflejo de que, en la actualidad, seguimos buscando nuevas formas de resistencia y que éstas alcanzan victorias. Suponen una ventana que podemos abrir para mostrar la capacidad de los trabajadores y de otros colectivos oprimidos por el sistema capitalista para unirse, organizarse y ganar. Aprender de estas luchas es clave para fortalecer la izquierda anticapitalista en Europa. 23-D: por una vivienda digna d a id v a n r o p e ll a c la a s o m e volv éstate en tu ciudad: nifi >> Sábado 23 de diciembre, ma oza, etc... Madrid, Barcelona, Sevilla, Zarag nda.net o llama al 677884543 Para más info visita www.vdevivie En lucha Apdo. de correos 563, 08080 Barcelona Email: [email protected] Telf. redacción: 93 217 30 50 Telf. móvil: 658 639 384 Web: www.enlucha.org Depósito legal: B-40.229-95 Impreso en IMPRINTSA, Sant Fruitós del Bages