Dialógica y Argumentación. Unidad 1. El texto de divulgación científica. Actividad 1B. 1. Realiza la lectura del texto científico. 2. Señala cuál es el tema central del texto. 3. Selecciona dos enunciados donde se pueda apreciar la postura del experto o del aprendiz respecto al tema. Indica a cuál de las dos posturas pertenecen. Justifica tu elección. 4. ¿Cuál es la intención comunicativa de este texto? Justifica tu respuesta. 5. ¿Qué propone la lectura y cómo se intenta demostrar? 6. El autor de un texto de divulgación científica tiene como objetivo principal dar a conocer la importancia del tema que aborda. Para ello se aparta del lenguaje científico especializado y expresa su opinión a través de una serie de enunciados o argumentos cuya intención es resaltar y ubicar el valor del hecho científico que enuncia. Con estas ideas en mente, identifica dos enunciados donde se pueda apreciar la opinión valorativa del autor respecto al tema que explica. Los Cazadores de Microbios (Fragmento) En el siglo XVII, el holandés Antonio Leeuwenhoek descubrió con su microscopio la existencia de unos pequeñísimos animalitos (los microbios) a los cuales se les conoció como animales subdivisibles. Los animalillos eran objeto de controversias y luchas enconadas La discusión giraba en torno a esta cuestión: ¿Nacen espontáneamente los seres vivos o deben tener padres forzosamente? Lázaro Spallanzani opinaba que no era posible la generación espontánea, aun de los bichejos de Leeuwenhoek. Spallanzani empezó a tranquilizarse cuando leyó el experimento con que Francisco Redi, en los finales del siglo XVII, había destruido la creencia de que las larvas y las moscas eran engendradas por la carne putrefacta. La lectura del experimento de Redi ciertamente que había inspirado a Spallanzani; pero el problema era diferente, ya que se trataba, no de las moscas, sino de los animalillos subvisibles, acerca de los cuales la opinión general era que ellos sí podían tener su origen por generación espontánea. El clérigo Needham, enemigo de Spallanzani y defensor de la generación espontánea, efectuó un experimento con caldo de carnero comprobando que dicho caldo engendraba animales microscópicos. Spallanzani al oír la noticia exclamó: ¿Por qué habrán aparecido esos animalillos en el caldo de carnero y en las sopas de semillas? Este experimento es una superchería; tal vez el mismo Needham no lo sepa, pero aquí hay gato encerrado y yo voy a destaparlo. Esos animalillos aparecieron porque Needham no calentó la botella todo el tiempo que era necesario y seguramente porque no la tapó herméticamente. Por tanto si las botellas se calientan más tiempo y sus cuellos se cierran herméticamente no aparecerán los animalillos. Conviene preparar tres grupos de botellas grandes, panzudas y de cuello angosto, poner en ellas diferentes clases de semillas y después verter en ellas agua. A un grupo se le dejará hirviendo durante una hora y se fundirán los cuellos con fuego. A un segundo grupo también se le cerrarán bien los cuellos fundiéndolos con fuego, pero sólo se dejará hervir por unos minutos. El tercer grupo de botellas se hervirá por una hora, pero sólo se tapará el cuello con un corcho. Después a los tres grupos se les dejará en reposo durante varios días. Después de lo cual, Spallanzani tomó semillas de diferentes clases, las puso en las redomas, vertió agua en todas y las separó en tres grupos. En el primer grupo de redomas, sus cuellos fueron fundidos a fuego quedando cerrados herméticamente, y después fueron hervidas durante una hora. En el segundo grupo de botellas, sus cuellos también fueron cerrados herméticamente; pero fueron hervidas sólo durante unos minutos. Las redomas del tercer grupo, fueron hervidas también durante una hora, pero sus cuellos sólo quedaron tapados con corchos. A los tres grupos se les dejó reposar por igual durante varios días, al cabo de los cuales se les sacó el corcho o se les rompió el cuello, para tomar algunas gotas y observarlas al microscopio. Se descubrió que las redomas del primer grupo no apareció ningún ser vivo. En las del segundo grupo, apareció uno que otro animalillo. En las del tercer grupo, había tantos animalillos, que las gotas parecían lagos donde nadaban peces de todas las clases. Si en las botellas del tercer grupo aparecieron tanto animalillos, a pesar de que dichas redomas fueron hervidas durante una hora, quiere decir que después de la ebullición lograron colarse algunos animalillos que hay en el aire. Por otra parte, si en las redomas del segundo grupo apareció uno que otro animalillo, quiere decir que hay algunos microbios que pueden resistir la temperatura del agua hirviendo durante algunos minutos. Se ve pues que en las botellas de Needham aparecieron animalillos porque no estaban cerradas herméticamente. Además he descubierto un nuevo hecho de gran importancia. Algunos seres vivientes (microbios) pueden soportar la temperatura del agua hirviendo y seguir vivos; para matarlos hay que mantenerlos a esa temperatura durante una hora. Todos los seres vivos, aun esos bichejos despreciables, tienen progenitores. Cerremos a fuego las redomas que contienen caldo y nada puede penetrarse en ellas procedente del exterior. Calentémoslas bastante tiempo y muere todo, aun esos bichejos resistentes al calor. Spallanzani lanzó contra Needham un brillante trabajo lleno de ironía y que conmovió al mundo. De Kruif. Paul. Los Cazadores de Microbios. México: Porrúa, 1996.