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Domingo 3 de julio de 2016 .Žs!×Os#ARACAS
2
La Patria Buena | Nº 289 s$OMINGODEJULIODE
Suplemento dominical del
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e la vida de Pedro Pérez Delgado en Ospino,
su aldea natal, se tienen pocas referencias.
Se dice que nació en 1881, y que
su padre fue el indio guariqueño
Pedro Pérez Pérez, soldado de la
Guerra Federal en las tropas de
Ezequiel Zamora, y su madre,
Josefa Delgado, ospinense. En
Ospino nadie puede indicar con
certeza la casa y la calle en que
vivieran sus padres y el relato
oral, si es que lo hubo, tampoco
sobrevivió al paso del tiempo.
En cierta oportunidad se corrió la versión de que había una
casa en donde habitaron los padres de Pedro Pérez Delgado,
pero el señalamiento fue desmentido por Orlando Cortez,
actual cronista de Ospino.
Durante muchos años la historia de este guerrillero antigo-
mecista permaneció un tanto
oculta y desdibujada hasta que
un bisnieto suyo, Hugo Rafael
Chávez Frías, comenzó a hurgar.
El propio Chávez contó que “yo
me puse años y años a investigar
esa historia, buscando papeles,
grabando cosas y además preguntándole a los viejos por esos
pueblos”. En el libro del barinés
Pedro León Tapia, Maisanta, el
último hombre a caballo, Chávez
halló una valiosa información
sobre su bisabuelo.
De la juventud de Maisanta
en Ospino la historia se reduce al incidente en que mata a
un coronel que había abusado de su hermana. Chávez, al
contar el hecho, señala que “le
metió cuatro tiros a un coronel
de apellido Masías, en Ospino,
porque le preñó la hermana y
no reconoció la barriga. Era un
carajito de quince años, le metió
cuatro tiros. Ya había muerto el
viejo Pedro Pérez Pérez. Tuvo
que irse, porque si no lo matan,
y se metió a la guerra”.
Pedro León Tapia, en Maisanta, el último hombre a caballo,
narró aquel pasaje decisivo en
el destino de quien más tarde
sería una leyenda en los llanos
venezolanos.
“Esa noche, como a las 12, venía el hombre por la calle. Los caserones de Ospino le tapaban con
la sombra y en el momento en que
salió desde el manto negro para
entrar en el claro de la bocacalle
amarilla por una luna menguante, le hizo el tiro a media cuadra,
justo a punto de mira, con el fusil
de su padre que la madre le pasó
a través de la ventana entreabierta y de la sombra de la casa en la
noche sin faroles”.
Después, la vida lleva a Maisanta por Valencia, Tinaquillo,
Sabaneta (Barinas), Villa de
Cura, San Fernando; fue comerciante, arriero; regentó una
carnicería; estuvo en La Mata
Carmelera, en Cojedes, donde
Joaquín Crespo muere de un
certero tiro; se une a las tropas de Cipriano Castro. Se alza
después contra Juan Vicente
Gómez; se apodera del buque
Masparro, con el que intenta
tomar San Fernando; se une a
Arévalo Cedeño; participa en
el sangriento combate de Guasdualito en 1921. Capturado en
1922 en Apure fue enviado al
Castillo de Puerto Cabello, donde muere en 1924.
Alirio Ramón Acosta, cronista del municipio Esteller,
estado Portuguesa, asegura en
un escrito que Pedro Pérez Delgado vivió en Píritu, alrededor
de 1908. Incluso fue miembro de
la Junta de Fomento del distrito
Esteller como vocal principal.
“En esta permanencia en Píritu”, indica el cronista, “ reside
en la casa de Roque Román, con
quien convino una afectuosa
amistad, a tal punto que apadrinó a los mellizos Rafael Ramón
y Manuela quienes habían nacido el 24 de diciembre de 1908.
En muchas ocasiones se le oía
recitar poemas de Lazo Martí
mientras bañaba a su caballo.
En esta andanza, según cuenta
la historia, convivió con una
mujer en la zona rural estelle-
riana con quien tuvo una hija
de nombre Rosa Inés Delgado,
madre de Petra Delgado, quien
tuvo varios hijos, entre ellos
Ramón, Miguel y Pablo”.
En octubre del 2012, el para
entonces gobernador del estado Portuguesa, Wilmar Castro
Soteldo, reivindica la figura
del guerrillero al inaugurar
la avenida Maisanta y una estatua ecuestre en la entrada
de Ospino.
TERESITA HEREDIA
Una valiente hija de este pueblo
portugueseño es Teresita Heredia, nacida en 1787. Se le señala
como una de las heroínas de la
Guerra de Independencia.
Acusada de apoyar la causa patriota fue puesta presa.
El gobernador de Valencia,
Luis Dato, hizo que caminara desnuda, bañada en miel y
plumas, mientras sonaba el
redoble de tambores. Durante
Nº 289 s$OMINGODEJULIODE|La
0ANDEHORNO
Se asegura en Ospino que el
pan de horno llegó a esa tierra
de manos del coronel Mauricio
Zamora, en 1858. Desde entonces ha permanecido como
parte de las tradiciones gastronómicas locales. Entre las
mujeres se menciona a Ildefonza Zamora, a Dulce Zamora y a
su sobrina, de igual nombre y
apellido como genuinas representantes del pan de horno de
Ospino.
el juicio que le montaron negó
todos los cargos. Confiesa que
se llama Teresa Heredia, de
oficio costurera, que tiene 19
años y es viuda de José Antonio Agüero, “quien debe estar
en los infiernos por realista”.
El Consejo de Guerra no pudo
probar su actividad revolucionaria, pero el asesor Oropeza
aconsejó: “Que se expulse a la
América del Norte a esa mujer
incorregible, para que allí sea
independiente y la enseñen a
vivir en sociedad”. Murió en
Estados Unidos.
Tanto en la Guerra de Independencia como en la Guerra
Federal, Ospino fue escenario
de cruentos enfrentamientos.
Se afirma que Simón Bolívar
pernoctó una noche en el pueblo, en una solariega mansión
ya desaparecida que estaba a un
costado de la iglesia en el terreno que hoy ocupa un parque.
El 2 de febrero de 1814, durante
la Guerra de Independencia, Ospino fue sitiada por las fuerzas
comandadas por el Coronel de
Milicias, el canario José Antonio Yánez, reconocido como uno
de los oficiales más temidos del
ejército realista. Contaba con 200
fusileros y 700 caballos. Se peleó
cuerpo a cuerpo entre patriotas
y españoles. En la contienda, Yánez perece de un balazo.
Un referencia del combate
indica “…que el pueblo de Ospino, lleno de furor al contemplar el cadáver de este tirano,
se reunió y pidió al jefe de las
tropas de la República que se le
hiciese cuartos, colocándose su
cabeza en la capital de Barinas,
un brazo en la ciudad de Guanare, otro en la de Guasdualito,
una pierna en Nutrias y la otra
en el campo de batalla”.
“ME VES, Y SUFRES”
Los ospinenses cuentan con orgullo que Ospino, entre 1881 y
1883, fue capital del estado sur
de occidente que agrupa a los
actuales Barinas, Portuguesa y
Cojedes. El esplendor económico
que una vez tuvo se refleja en los
más de 50 grandes caserones que
Patria"UENA
Antiguamente el pan de horno
se preparaba con maíz cariaco,
pero la desaparición de la variedad las obligó a cambiarse al
maíz blanco.
La receta enumerada por Dulce
Zamora contiene maíz, manteca
vegetal, manteca de ubre, azúcar,
esencias dulces (clavitos, canela,
guayabita). La harina se amasa
con los ingredientes, se forman
las rosquitas y se meten a un horno, ya sea de adobe, a leña, a gas.
El buen pan de horno debe
deshacerse en la boca. Se come
con café o con leche.
hoy todavía quedan en el pueblo,
así como la magnífica iglesia levantada frente a la plaza Bolívar,
en honor a San Fernando.
Además, en los folletos turísticos portugueseños aparece la
imagen de la catarata más alta
de la región de los llanos, el chorro San Miguel, ubicado en las
montañas del municipio Ospino; tiene 75 metros de altura.
En el siglo XIX, refiere la reseña histórica, Ospino sostenía
vínculos comerciales con dos
principales puertos fluviales
del eje Orinoco- Apure (El Baúl,
en Cojedes, y Puerto Nutrias, en
Barinas). Se comerciaba ganado en pie, quesos, carne y cuero,
además de cacao, añil, café y tabaco. En las primeras décadas
el siglo XX sufrió los embates de
epidemias y enfermedades que
acabaron con familias enteras.
Los sobrevivientes emigraron
hacia Acarigua, Barquisimeto
y el centro del país.
“Este pueblo fue capital del estado Zamora. Aquí había plata
que da miedo. Y morocotas”, señala el cronista, Orlando Cortéz.
En las inmediaciones de
la plaza Bolívar, rodeada de
algunos de los caserones, se
respira el aire campestre que
todavía caracteriza al pueblo.
En una esquina está el museo
de geohistoria, con apenas algunas piezas y figuras hechas
por artesanos.
“Me ves, y sufres”, señala
un letrero escrito en el vidrio
3
Suplemento dominical del
Dulce Zamora explica que,
cuando se consiguen los insumos, hace, tres veces a la semana, unos 18 kilos de masa.
De su madre aprendió la receta. Cuenta entre risas que de niña
se peleaban por lavar los utensilios para comerse los retazos.
“Aquí había una persona que
hacía un queso de mano y un
suero picante que eran una
maravilla: doña Chella, a quien
llamaban Roselia. Emilia Ribas
elaboraba dulces criollos: jalea
de mango, dulce de arroz”, dice
Dulce Zamora.
de un viejo vehículo Toyota
Macho, estacionado en una de
las calles adyacentes.
Adentro de la iglesia, Santiago González, quien se presenta
como ministro de la comunión,
alaba las bondades de Ospino
como pueblo acogedor.
“Nadie dice mi silla mata; uno
tiene que alabar lo que es de uno.
Es bonito (Ospino) y cálido para
vivir; es un poquito tranquilo.
Se produce maíz, quinchoncho,
yuca, plátano. El santo tiene su
culto de veneración, y Dios, de
adoración. Son dos cultos que se
celebran en la vida”, señala.
El templo se terminó de inauguró el 8 de diciembre de 1807,
indica el cronista.
Diomar Peña, un pintor ospinense entrando en los 67 años,
ha dedicado su vida a pintar
las viejas casas del pueblo. Algunas, ya destruidas, las reconstruyó apelando a su memoria. Confiesa que conserva
más de 40 casas dibujadas. En
esa colección personal de casas de estilo colonial, hay seis
que ya desaparecieron.Dice
que de pequeño se aficionó a
la pintura.
“Me cuenta mi mamá, Edelmira Peña, que cuando mataban las gallinas yo agarraba
las plumas y me ponía a pintar. Aquí se margina mucho al
artista plástico. Yo he ofrecido
estas pinturas a diferentes organismos pero no se han interesado”, señala.
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Doña Edelmira Peña, nacida
en 1926, llegó a Ospino de 22
años con su suegra y su esposo.
Estaban en Papelón, otro pueblo portugueseño, donde vivieron un tiempo atendiendo una
posada y restaurante.
Doña Edelmira, a sus 90 años,
sigue siendo una mujer inquieta y negada a postrarse en una
cama a merced de los achaques
de la edad. Cuenta que nació en
Churuguara, estado Falcón.
Montada en un camión, junto al
marido y la suegra, se vino hasta Barquisimeto y de allí se fue
hasta Guanare en un carro de
mulas. Llegaron a Papelón en
otro camión.
De sus recuerdos señala que
Ospino era un pueblo muy
tranquilo de caminos de piedra, puras veredas; una sola
vía. No había carros. La gente
vivía de la agricultura. Sembraban yuca, quinchoncho,
maíz. La comida barata. El
arroz lo trabajaban en las vegas. El café en los cerros.
“La suegra montó un restaurante que se llamaba pensión La
Coriana. Yo para criar a mis hijos trabajé mucho. Me acostaba
a las doce de la noche para pararme en la madrugada a moler
maíz pilado para hacer las arepas a leña. Se compraba el maíz
pilado. A las cinco ya las arepas
estaban listas. La plaza amanecía llena de ganado. Nadie se
metía con nadie. Usted podía
amanecer con un bojote de real
metido en el bolsillo, que nadie
le hacía nada... Había una sola
farmacia, pero todo era barato
y se encontraban los remedios.
Uno se sentaba hasta las diez de
la noche a echar cuentos, hasta que le diera sueño”, expresa
doña Edelmira
Ospino
4
Suplemento dominical del
Parte de Historia | Nº 289 s$OMINGODEJULIODE
(I de II)
¡Cara
este es el
Guev
Ernesto Limia Díaz
L
a Revolución Cubana
conmovió los cimientos
de Latinoamérica, sobre
todo después que una
ola de simpatías peligrosamente extendida se constituyera en
“…clarinada de alerta sobre la
importancia de esta región y
atrajera las iras imperialistas,
obligándola a la defensa de sus
costas en Playa Girón, primero,
y durante la Crisis de Octubre,
después. Este último incidente
pudo haber provocado una guerra de incalculables proporciones, al producirse, en torno a
Cuba, el choque de norteamericanos y soviéticos” (Guevara,
2012: 184).
La fuerza que comenzó a cobrar la izquierda a escala internacional obligó a Estados
Unidos a revisar su política exterior y, bajo la administración
del demócrata John F. Kennedy,
quien se había alzado con la
presidencia en marzo de 1961,
implementó una doctrina de
“respuesta flexible que descartaba el enfrentamiento atómico
con la Unión Soviética y centró
su mira en la lucha contra los
movimientos de liberación nacional. Fue la manera escogida por los círculos de poder en
Washington para frenar el auge
revolucionario mundial: mientras inmovilizaban a la URSS
y a Europa del Este –esperanzadas en un acercamiento tendente a la convivencia pacífica
cuya orientación implicó un
mayor esfuerzo estadounidense
en el campo de la subversión político-ideológica–, acrecentaron
los combates en el Tercer Mundo contra toda lucha redentora.
El propio Kennedy lo develó
en un discurso: “El gran campo de batalla para la defensa y
expresión de la libertad es hoy
toda la mitad del sur del globo:
Asia, Iberoamérica, África y el
Medio Oriente. Las tierras de
Nº 289 s$OMINGODEJULIODE|Parte
de(ISTORIA
Suplemento dominical del
5
ajo,
comandante
vara…!
Compartimos con nuestros lectores la intervención del
cubano, historiador y Licenciado en Derecho Ernesto Limia Díaz, en el acto de presentación del libro Ellos cuentan sobre él (Casa Editorial Verde Olivo, 2015) del escritor, periodista y narrador Andrés Castillo Bernal, en la
Fortaleza de la Cabaña, el 17 de junio de 2016, publicada
en Cubadebate. Limia Díaz nos acerca, una vez más, a la
inmensidad de ese hombre que fue Ernesto Guevara. El
texto de excelente factura es algo extenso, por razones
de espacio, lo presentaremos en dos entregas, he aquí la
primera parte. (Redacción CO)
los pueblos que despiertan […]”
(Sorensen, 1956: 787, t. II).
En América Latina –bajo el
eslogan de “no permitiremos
otra Cuba”–, Estados Unidos
trabajó en dos direcciones: por
un lado, apostó por hacer más
eficiente la respuesta a las “amenazas comunistas” mediante
operaciones
paramilitares,
en función de lo cual el canal
de Panamá devino escuela de
contrainsurgencia y torturas;
por el otro, promovió la Alianza para el Progreso, programa
que incluía invertir $20.000.000
000, para apuntalar las bases
de la dominación neocolonial
mediante la consolidación de
la presencia de sus monopolios,
fomentar planes de desarrollo
que paliaran las críticas condiciones socioeconómicas en la
región, generadoras de un descontento que estaba siendo catalizado por el ejemplo cubano,
y estructurar una dependencia
que garantizara el respaldo político incondicional a las proyecciones contra la isla.
Dada la nueva correlación
mundial de fuerzas y el declive
del hegemonismo estadounidense, el 10 de junio de 1963, en
la American University, John
F. Kennedy se pronunció por la
paz con la URSS. Días después,
instaló el “teléfono rojo” entre
el Despacho Oval y el Kremlin
para facilitar la comunicación
directa con Nikita S. Jruschov
y, a continuación, rubricó el
Tratado de Moscú que proscribió los ensayos nucleares a
campo descubierto; además,
resolvió no comprometerse en
una guerra a gran escala en
Vietnam.
La actitud de Kennedy despertó esperanzas para la humanidad, que apenas un año
antes estuvo abocada a una
conflagración nuclear. Respecto a Cuba, el 19 de junio aprobó
un plan para sabotear objetivos
económicos claves y el 8 de julio
acentuó el bloqueo financiero;
en paralelo empezó a evaluar
su inclusión en la estrategia
de “tendido de puentes”; de hecho, el 24 de octubre de 1963,
recibió al periodista francés
Jean Daniel y envió con él un
recado al máximo líder de la
Revolución Cubana: era posible
la coexistencia pacífica entre
los dos países. Si Cuba dejaba
de apoyar los movimientos revolucionarios del continente,
Estados Unidos levantaría el
bloqueo económico. “Salí de la
Oficina Oval de la Casa Blanca
con la impresión de que yo era
un mensajero de la paz. Yo estaba convencido de que Kennedy
quería un acercamiento, quería
que yo regresara y le dijera que
Castro deseaba un acercamien-
%RNESTO#HE'UEVARAENLA!SAMBLE'ENERALDELAS.ACIONES5NIDASEN
to” –narró Daniel años después
a la televisión (Diez, 2011: 207).
La noche del 18 de noviembre,
Kennedy reiteró este mensaje
en una intervención pública en
Miami: “Una cuadrilla de conspiradores ha hecho de Cuba instrumento de un esfuerzo dirigido por potencias externas para
subvertir el orden de las restantes repúblicas americanas. Esto
y solo esto nos divide. Mientras
esto siga siendo así, nada es posible; sin ello, todo es posible.
Una vez que se haya suprimido
esta barrera, estaremos dispuestos a trabajar de todo corazón con el pueblo cubano para
alcanzar esos objetivos de progreso, que hace muy pocos años
despertaron las esperanzas y
las simpatías del hemisferio”
(Schlesinger Jr., 1970: 810).
Mientras Kennedy hablaba
en Miami, Jean Daniel esperaba en una habitación del Habana Riviera por la llamada que
no llegaba. El 19 de noviembre,
en vísperas de su partida rumbo a México, había perdido toda
ilusión. Creyó esfumada su
oportunidad de protagonizar
un capítulo excepcional de la
política internacional, cuando
Fidel se apareció en el hotel.
Conversaron de 10 de la noche
a 4 de la madrugada del día
20. El 22 de noviembre se reencontraron en Varadero sobre
el mediodía. Daniel retomó el
tema. Fidel interpretó el interés
del presidente estadounidense
como un gesto tendente a establecer un canal de intercambio,
al parecer con cierta intención
constructiva, y admiró su valor para moverse en esa nueva
dirección pese a las sabidas
presiones políticas internas;
de pronto, la radio anunció que
Kennedy había sido asesinado
en Dallas, Texas.
La catástrofe catapultó a la
Casa Blanca a uno de los protagonistas del derrocamiento
de Jacobo Arbenz en Guatemala, en 1954: el vicepresidente Lyndon B. Johnson, quien
abandonó el curso transitado
por Kennedy. Johnson tuvo su
bautismo de fuego en agosto de
1964, cuando dio luz verde a la
provocación ejecutada por la
CIA en el golfo de Tonkin, para
compeler al Congreso a aprobar
la intervención a gran escala en
la guerra de Vietnam. Y dada la
fuerza que cobraban los movimientos de liberación en África, promovió la penetración en
ese continente del capital norteamericano, que hasta entonces
solo tenía presencia importante
en Sudáfrica. En el Congo, el
oficial de la CIA Gerry Gossens
le propuso a Joseph Mobutu
crear una fuerza para combatir
la influencia soviética y cubana
en la región: “Mobutu me dio
una casa, siete agentes y seis
Volkswagen, y yo les enseñé tareas de vigilancia. Creamos un
servicio congoleño bajo las órdenes de la CIA. Los dirigimos.
Los organizamos. A la larga,
con la bendición del presidente,
pagamos sus gastos operativos”
–confesó Gossens al periodista
estadounidense Tim Weiner.
También le dijo que, a cambio
de libertad de acción total –que
incluyó el consentimiento para
que la CIA construyera bases y
cuarteles en el corazón de África–, la agencia le entregó a Mobutu dinero y armas, aviones
y pilotos, un médico personal
Continúa en la siguiente página
6
Parte de Historia | Nº 289 s$OMINGODEJULIODE
Suplemento dominical del
&IDEL'UEVARAYOTROSREVOLUCIONARIOSMARCHANEN,A(ABANA
Viene de la página anterior
y la seguridad de la más estrecha relación política con el Gobierno estadounidense (Weiner,
2008: 296).
El 9 de diciembre de 1964,
Ernesto Che Guevara viajó a
Nueva York para participar en
la XIX Asamblea General de
las Naciones Unidas; el día 11
pronunció un discurso estremecedor. Había sonado la hora
postrera del colonialismo y millones de habitantes de África,
Asia y América Latina se levantaban al encuentro de una
nueva vida e imponían su irrestricto derecho a la autodeterminación. El imperialismo quería
convertir la reunión en “…un
vano torneo oratorio en vez de
resolver los graves problemas
del mundo; debemos impedírselo” –reclamó. Cuba se sentía
con el derecho y la obligación de
hacerlo, como trinchera “…de la
libertad del mundo situada a pocos pasos del imperialismo norteamericano para mostrar con
su acción, con su ejemplo diario,
que los pueblos sí pueden liberarse y sí pueden mantenerse libres en las actuales condiciones
de la humanidad”. Se pronunció por la coexistencia pacífica:
“Mucho se ha avanzado en el
mundo en este campo; pero el
imperialismo –norteamericano, sobre todo– ha pretendido
hacer creer que la coexistencia
pacífica es de uso exclusivo de
las grandes potencias de la tierra” –apuntó.
Denunció la política de Estados
Unidos contra Vietnam y se detuvo en el Congo: “¿Cómo es posible que olvidemos la forma en
que fue traicionada la esperanza
que Patricio Lumumba puso en
las Naciones Unidas? ¿Cómo es
posible que olvidemos los rejuegos y maniobras que sucedieron
a la ocupación de ese país por las
tropas de las Naciones Unidas,
bajo cuyos auspicios actuaron
impunemente los asesinos del
gran patriota africano?” –preguntó. A continuación, señaló a
los autores: “Paracaidistas belgas, transportados por aviones
norteamericanos que partieron
de bases inglesas”; luego les lanzó el más abierto desafío: “Todos
los hombres libres del mundo
deben aprestarse a vengar el crimen del Congo”.
Se solidarizó con el pueblo
de Puerto Rico y denunció las
agresiones
estadounidenses
contra Panamá, Santo Domingo, Colombia, Guatemala y
Venezuela. Habló de las intervenciones solapadas por intermedio de las misiones militares
que participan en la represión
interna y “…en todos los golpes
de Estado, llamados ‘gorilazos’,
que tantas veces se repitieron
en el continente americano
durante los últimos tiempos”.
El ejemplo de Cuba fructificaría en el continente: “Porque
esta gran humanidad ha dicho
¡Basta! y ha echado a andar. Y
su marcha, de gigantes, ya no
se detendrá hasta conquistar
la verdadera independencia,
por la que ya han muerto más
de una vez inútilmente. Ahora,
en todo caso, los que mueran,
morirán como los de Cuba, los
de Playa Girón, morirán por su
única, verdadera e irrenunciable independencia”. Y con el cierre dejó electrizado al auditorio:
“la proclama es: Patria o muerte” (Guevara, 2012: 142-150).
Una secuencia de golpes de Estado organizados y financiados
por la CIA en Brasil, Argentina y
Bolivia, y la agresión contra República Dominicana en abril de
1965, con más de veinticinco mil
infantes de marina, pusieron de
manifiesto la política de Lyndon
B. Johnson hacia la región: “…
los viejos conceptos y las viejas
etiquetas ya son obsoletos. En el
mundo de hoy, en el cual los ene-
migos de la libertad hablan de
‘guerras de liberación nacional’,
la vieja distinción entre ‘guerra
civil’ y ‘guerra internacional’
ya ha perdido gran parte de su
significado (…). El momento de
decisión debe convertirse en el
momento para la acción” –definió Johnson en la Universidad
de Baylor, el 28 de mayo de 1965
(Alzugaray, 1987: 152).
Http://www.cubadebate.cu/
opinion/2016/06/30/carajo-estees-el-comandante-guevara/#.
V3gKZqe37tT
Cuba
Nº 289 s$OMINGODEJULIODE|Parte
de ,ITERATURA
7
Suplemento dominical del
La palabra que te (d)escribe
Jairo Aníbal Niño:
“El adulto debe preguntarse
qué quiere ser cuando sea niño”
1.
Tantos poemas por tantas muertes, y no fueron
suficientes. Tantos versos por tantos disparos, y no fueron suficientes. Tantas palabras
por tantas injusticias, y no fueron suficientes. Tantos poemas,
tantos versos, tantas palabras,
fueron leídas para apaciguar
los dolores que nacieron en las
décadas de la violencia colombiana. Y no fueron suficientes. José Asunción Silva, León
Grieff, Gabriel García Márquez,
Álvaro Mutis, Gonzalo Arango,
Raúl Gómez Jattín, Jotamario
Arbeláez, Juan Manuel Roca,
Nicolás Suescún, los Jaramillo
(Jaime Jaramillo Escobar y Darío Jaramillo Agudelo), Giovanni Quessep, Aurelio Arturo, y la
lista sigue y sigue, y se pierde…
…O no, no se pierde nada, y se
gana mucho, sino se gana todo:
¡la paz!
2.
Entre todos esos grandes nombres del país,
–mal llamado vecino
ya que comparte el destino de
toda Nuestramérica, tal como
nos rebautizó acertadamente
José Martí, es decir que es, que
somos, habitantes de la misma
casa, sin paredes linderas–, se
encuentra un autor no tan conocido más allá de su Moniquirá natal, no tan reconocido por
la crítica literaria, no tan cocido para los adultos, pero fundamental para que las madres de
casa y las madres de la escuela
amortigüen en sus niños el ruido de los balazos y le suban el
volumen al sonido amoroso.
3.
¿Cómo saber, cómo medir,
cómo calcular, el aporte
a la paz colombiana que
hizo Jairo Aníbal Niño? No es
descabellado especular que muchos de los que hoy, desde la calle,
la casa, la fábrica, la universidad,
el club, hasta los que se sentaron
en la mesa de diálogo, impusieron
la paz sobre la guerra, fueron sus
lectores siendo niños… justicia
debida, en el 2011.
4.
(Paréntesis)
(Dicen que los grupos
armados entregarán
sus armas como gesto de buena
voluntad, como condición para
que otras condiciones de ambas
En Colombia le ha ganado
la palabra a la bala. Siendo
grito, pero también susurro,
la mezcla explosiva de vocales,
consonantes y corazones mató
a la muerte. Muchos escritores
han puesto de lo suyo en esta
victoria que es de todos, pero
muy especialmente de los que
se imaginaron un mundo mejor,
un mundo de iguales. Entre
ellos, y de manera singular
porque siempre escribió para los
menores, se encuentra este poeta
de Moniquirá. Esta victoria de
todos lleva su nombre porque él
nos nombra a todos
partes se cumplan, dicen que el
Gobierno y los paramilitares no
atacarán, no asediarán, no asesinarán, no perseguirán. Dicen,
dicen y dicen. Uno quiere que
digan que a cambio de un fusil
entregado sea dado un espacio
donde cultivar, donde construir,
donde vivir, un espacio donde
los espere un libro de Jairo Aníbal Niño para que le hagan un
homenaje a su apellido).
5.
Usted
“Usted
que es una persona adulta
–y por lo tanto
sensata, madura, razonable,
con una gran experiencia
y que sabe muchas cosas–,
¿qué quiere ser cuando sea
niño?”*
(*Hace algunos años, en Mérida, intentando entrevistarlo,
quien suscribe este texto fue
recibido con esta pregunta: “El
adulto debe preguntarse qué
quiere ser cuando sea niño.
¿Qué quieres ser tú? Respóndeme eso, y luego yo te respondo
todo lo que tú quieras…”. Tiempo más tarde, en una feria del
libro de Bogotá, dimos con Preguntario, publicado en 1989).
6.
“¿Qué es el gato
“¿Qué es el gato?
El gato es una gota de tigre”.
7.
8.
9.
“¿Qué es el tigre?
El tigre es un aguacero
de gatos”.
Preguntario pasó a hacer parte de la lista de honor de la Organización Internacional para
el Libro Juvenil.
“¿Qué dijo el pájaro
cuando vio al avión?
El pájaro dijo:
-¡Qué alegría! Volvieron los
dinosaurios”.
11.
“La Gioconda
Una vez en Barranquilla existió un hombre
que dedicó su vida a estudiar
el fenómeno de la sonrisa de la
Gioconda.
Luego de muchos años de estudio e investigaciones, descubrió que Leonardo no pintó sobre la cara de la mujer ninguna
sonrisa.
De su pincel surgió un rostro
adusto con ojos del dulce color
de las nubes del vino. Es el espectador quien al mirarla y
quererla sonríe primero. Ella lo
hace después”.
12.
10.
Quien
sostenía
que alguien feliz
es sospechoso nació en 1941 y falleció el 30 de
agosto de 2010. En el arte lo
probó todo, lo fue todo: pintor,
titiritero, guionista de cine,
poeta, narrador. Por su obra
escrita obtuvo, a lo largo de su
fructífera trayectoria creadora, toda suerte de distinción.
Y provoca, entre su destacada
obra premiada, señalar que
Parece
mentira
pero la humanidad
toda se ha encargado de transformarla en triste
realidad: La paz es mucho más
difícil de conseguir que la guerra. “Hay un culto a la muerte y
al horror, porque con la muerte
y el horror dominan. Y someten.”, afirmó en su momento
Jairo Aníbal Niño.
Se cumplen hoy
10 años de la última vez que nos
sentamos con él, café de por
medio, para un trabajo a ser
publicado en la revista Imagen. Esa mañana recordamos
el cielo azul, las nubes blancas,
se habló poco para el gusto de
este servidor, pero se dijo mucho para el gusto de todos. Nos
permitimos citar las dos últimas preguntas, más bien sus
dos últimas respuestas, que lo
retrataron ese día y todos los
días que vendrán, presente y
presente, nunca ausente.
13.
-Escribe para los
niños, pero más
bien pareciera que
escribe para los adultos.
-Escribo para los niños, para
los adultos y también para los
Rubén Wisotzki
I/ Manuel Loayza
Caracas
arcángeles, los perros y las
manzanas si me quieren leer.
Nos falta humildad. Uno no
puede disponer para quién escribe, ni el que lee puede disponer qué es lo que está escrito para él. ¿De dónde ha salido
tanta arrogancia? Yo procuro
en todo momento alejarme
de ella. ¿Para qué sirve? Nos
creemos los únicos con voz en
esta tierra. Un estudio científico reciente ha descubierto
que los gusanitos cantan. Sí,
cantan. Yo le hablo a mi casa,
le pregunto cómo está, si amaneció bien. Hay una tendencia
terrible a la disección, y se
comprende muy poco que todas las cosas forman parte de
una red. Claro que esto no lo
puedo ir comentando por ahí
porque lo más probable es que
al fondo del pasillo me esperen con una camisa de fuerza,
¿no?
14.
-Usted no propone
un nuevo orden
mundial sino un
nuevo orden universal.
-Esto hay que cambiarlo de
alguna manera. Yo cada vez
que visito una ciudad agarro
una guía telefónica, señalo un
nombre al azar y lo llamo. Si
me contestan no hago más que
presentarme: “Hola, me llamo
Jairo Aníbal Niño, usted no
me conoce, estoy de paso por
esta ciudad, y simplemente
lo llamo para desearle lo mejor”. En ocasiones siento que
alguien solloza al otro lado de
la línea, en ocasiones atinan
a responderme y me dan las
gracias, en ocasiones me mentan la madre. No me importa.
Yo sigo buscando a los locos,
a los niños, a los enamorados,
yo sigo buscando a los que no
se dejan avasallar por el horror y los sistemas económicos, yo sigo buscando a los que
piensan que tenemos derecho
a lo mejor del mundo, yo sigo
buscando a los que están convencidos de que un niño que
corre por la calle derrota en
su alegría al Fondo Monetario
Internacional.
15.
¿Qué quiere ser usted, querido lector,
cuando sea niño?
8
Parte de Música | Nº 289 s$OMINGODEJULIODE
Suplemento dominical del
3WINGLATINO
¿Y el retrato de la vieja… dónde está?
,OSVAIVENES
DEUNTANGOINMORTAL
DESDESUESTRENO
CONELCANTOR-IGUEL
-ONTEROHASTA
LAINTERPRETACIØNHECHA
POR(ÏCTOR,AVOE
ENHOMENAJEA&ELIPE0IRELA
T/ Ángel Méndez
F/ Archivo CO
E
l aguacero nostálgico
nos cubrió sin piedad
este 29 de junio. Se
cumplieron 23 años de
un adiós bastante triste, el de
Héctor Juan Pérez Martínez,
mejor conocido como Héctor
Lavoe. Recordamos episodios
de su vida, barnizada de alegría
para cubrir las costuras trágicas. Nuestros encuentros, tanto
en Venezuela como en Nueva
York y Puerto Rico. Diálogos
entrecortados por la firma de
algún autógrafo o la necesidad
de una foto (el “selfie” ha existido toda la vida). Sus éxitos, sus
canciones…
Fue en 1979 cuando asistimos
al bautizo del LP Recordando
a Felipe Pirela. En ese álbum
Héctor grabó una canción que
podemos calificar de inmortal.
Una de esas piezas destinadas
a trascender en el tiempo si son
interpretadas tal y como las
imaginó su autor. Hablamos
de “El retrato de mamá”, compuesta en 1959 por Carlos Russo
y la uruguaya Marujita Falero
para que don Miguel Montero,
un cantor nacido en San Miguel de Tucumán, poseedor de
un estilo potente, dramático y
un tanto llorón, se luciera en los
escenarios de Buenos Aires.
“Bien hermano. Vine a verte, no es para pedirte nada... /
Yo, aunque pobre, voy tirando...
Te agradezco la intención / ese
Cadillac en la puerta y esta
mansión alhajada / dicen lo
que progresaste, que es alta tu
posición…”.
Pero la canción en cuestión no
fue tomada muy en cuenta por
los argentinos. Tanto así que
cuando se escribe la biografía
de Montero, no se menciona el
tango que él estrenara en el año
59. “El retrato de mamá” viene
a ser un suceso discográfico
cuando es versionado en tiempo
de bolero por tres estrellas de la
rockola: Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas y Lucho Barrios,
quienes le acuñaron el término
“tangolero” para destacar que
se trataba de un tango llevado
a tiempo meloso, edulcorado,
melodramático, con guitarra
incorporada y demás hierbas.
Yo lo escuché en ese tiempo,
cuando un par de negritos barloventeños apodados “Los Cominos”, se plantaban frente a la
ventana de mi casa en La Vega,
uno que otro viernes a las 5:00
de la madrugada para llevarles
serenatas a mi hermana y a mi
mamá. Una simple excusa para
degustar el “mondongo” que religiosamente Barbarita preparaba los fines de semana.
“El retrato de mamá”, sin
Montero, Jaramillo y Los Cominos, siguió ascendiendo hasta
llegar a Felipe Pirela, quien la
pegó del techo con su interpretación. Su voz, su apego a la madre, el divorcio y todos los rollos
en que se vio envuelto, contribuyeron a la notoriedad de algunas
de sus canciones, entre ellas el
tango en cuestión. Fue tanto el
éxito alcanzado por el marabino
que obligó al maestro Billo Frómeta a regrabar la pieza, pero
en la voz del sustituto de Pirela
en su orquesta: “El Puma” José
Luis Rodríguez, quien dejó bien
sentado su futuro en ese LP de
tangos para la Billo’s Caracas
Boys, grabado en 1962.
“Esta salita en que estamos,
decorada a lo moderno / con sus
cuadros que la adornan,
cuesta todo un dineral... /
No, guardáte la cartera, no
es por plata que yo vengo, /
p
pero decime: El retrato de la
v
vieja... ¿Dónde está?...”.
La pieza cobró fama y fue
v
versionada por muchos canttantes y en ritmos diversos.
E
El merenguero Fernandito
V
Villalona la montó metiénd
dole un redoblante para
ssustituir el bandoneón y le
ssalió una mamarrachada
d
de versión que semeja más
una marcha que un tango.
u
Más tarde, unos mexicanos
M
llamados Banda Pequeños
ll
Musical, quienes se califiM
can como una “banda tapatía
ca
asombrosa que toca música
as
original y fresca”, se lanzaor
ron con una versión charrera
ro
que pasó de cursi a mala, parqu
ticularmente por el video que
tic
colgaron en YouTube. Más
co
recientes son las respetables
re
versiones de Oscar Santana y
Armando Aguirre. Venezolano
uno y argentino el otro, quienes se apegaron al tango puro
y al “tangolero”. Los de Alberdi se fueron con el estilo de Los
Hermanos Arriagada y don
Johnny Albino también metió
leña, pero a su modo, al de Los
Panchos que siempre conservó.
Mencionaré a Los Girasoles,
que se atrevieron a grabarla,
pero en ritmo de cumbia. ¡Por
Dios!
Así llegamos a la guinda de la
torta, a la versión de un Héctor
Lavoe en plena efervescencia.
Venezuela, Caracas, es para el
momento –1979– la capital de
la salsa. La puerta de entrada
a Latinoamérica. Felipe Pirela
había sido idolatrado en Puerto
Rico, donde fue asesinado. Solo
un personaje como Héctor Lavoe podía alcanzar el éxito con
las canciones de Pirela, quien
era su cantante favorito. Y así
fue. El álbum fue para Héctor
un sueño convertido en realidad: se había pagado un merecido homenaje a un colega con
quien tuvo mucho en común.
Los aficionados, sin duda, fueron influenciados por las controvertidas personalidades de
ambos artistas, quienes nunca
alcanzaron realmente la estabilidad emocional. Ambos marcados por un destino dramático
con resultado fatal. Cada canción de ese LP fue un éxito en
los Hits Parades de América latina, despuntando en Venezuela “El retrato de mamá”.
“Desde el cielo... ella te ve y te
perdona, / pero yo que soy un reo
no te puedo perdonar./ Decime...
por qué entre tanta “parada” /
falta la joya más cara: ¡El retrato de mamá!”
Caracas
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