1.- ARTÍCULO DEL MES: INICIACIÓN A LA APNEA L a mayoría de los buceadores, sea cual sea el tipo de inmersiones que practiquen, tienen en mente la apnea. Los pescadores submarinos sabrán bien de lo que hablamos, pero seguro que los demás nos hemos planteado alguna vez... ¿cuánto aguantaría bajo el agua sin respirar? La apnea o buceo libre es la suspensión voluntaria de la respiración dentro del agua, esta actividad se practica “a pulmón”, es decir, sin ayuda de equipos de submarinismo o snorkel. En este artículo trataremos de arrojar algo de luz sobre esta modalidad de buceo fascinante. MODALIDADES DE APNEA Apnea estática El Apneista permanece estático tanto en fondo como flotando con sus vías respiratorias totalmente sumergidas. En esta modalidad se busca estar el máximo tiempo sumergido sin respirar. Esta es una de las dos modalidades contemplada en competiciones internacionales. Apnea dinámica En esta categoría se mide la máxima distancia que se puede recorrer bajo el agua. Dentro de esta modalidad se puede realizar el recorrido con aletas o sin aletas. Apnea libre Consiste en realizar el descenso sin aletas impulsándose mediante una cuerda para descender y ascender. Peso constante Consiste en alcanzar la máxima profundidad posible con la única ayuda motora de las aletas y con un lastre fijo. Es decir, se debe subir con el mismo peso con el que se inició la inmersión. Debido a esto, los deportistas suelen utilizar muy poco lastre, lo que dificulta enormemente el descenso, sobre todo durante los primeros metros. En esta categoría hay que tener muy presente la profundidad y sus múltiples consecuencias, que suponen un gran aumento en la dificultad. Durante los primeros veinte metros se gasta una enorme cantidad de aire para lograr descender, así como también resulta muy costoso ascender hasta alcanzar una flotabilidad aceptable. Por esta y otras razones se considera al peso constante la modalidad más competitiva y difícil. Se suele realizar la inmersión siguiendo la trayectoria de un cable tenso en cuyo extremo se encuentra una pequeña placa metálica indicando la profundidad. Peso variable En esta modalidad se permite descender con un peso diferente al del ascenso. Es posible dejar en el fondo un total de treinta kilos, para conseguir realizar un descenso más rápido y una subida a superficie más fácil, aunque siempre con la única ayuda de las aletas. Aquí cobra una especial importancia la adaptación al medio y a la profundidad, que constituye el principal problema a batir. No limits Esta es, sin duda, la más espectacular, peligrosa y controvertida de las modalidades de apnea. El nombre mismo indica cuales son las reglas a seguir: sin limites, todo vale con tal de alcanzar la máxima profundidad en una sola inspiración de aire normal. El apneista puede sumergirse con la cantidad de peso que desee y subir libre de tal peso. Además están permitidos globos inflables que lo suban a gran velocidad. El lastre suele tener forma de una pesada barra metálica en la que los deportistas se pueden sujetar fácilmente y que baja por un cable que llega a grandes profundidades. Basta con quitar el freno para comenzar el descenso, y una vez abajo, inflan unos grandes globos que suben velozmente despidiendo aire con los profundistas agarrados a ellos. Esta modalidad, debido a las grandes profundidades en las que se trabaja, conlleva grandes peligros que varias veces se han cobrado victimas. Además, las diversas organizaciones que promocionan y organizan las actividades apneísticas no han homologado el no limits, ya que no estaban dispuestas a afrontar el peligro consiguiente, y lo han declarado actividad experimental. CUIDADO CON EL NERVIOSISMO Está demostrado que uno de los factores que más acorta el tiempo de apnea de un individuo es el nerviosismo. Los nervios hacen que consumamos más oxígeno, por lo tanto el tiempo de permanencia sin respiración se reduce drásticamente. El actuar de manera precipitada provoca que aumente el ritmo cardíaco y, con él, el gasto metabólico de oxígeno. Este nerviosismo puede tener muchos motivos diferentes: temor por lo “desconocido”, poca preparación, miedo a no estar al nivel... Es por tanto fundamental que seamos capaces de establecer un control mental tal que podamos ver cualquier situación de forma objetiva, con la mayor tranquilidad posible. Al contrario de lo que pueda parecer, lo más importante es que cada uno de los movimientos que realicemos bajo el agua los hagamos con lentitud, pensándolos y sabiendo lo que estamos haciendo, de forma plenamente consciente. Todos los apneistas profesionales practican técnicas de relajación como parte de su entrenamiento diario: yoga, tai-chi... son varias las opciones de las que disponemos, todas ellas válidas, elija la suya. Estas técnicas nos enseñan no sólo a relajarnos, sino también a practicar una respiración más controlada (cosas que sin duda van unidas) CONSEJOS PARA MEJORAR El mejor consejo para mejorar nuestra apnea es el de practicar, pero para sacarle el máximo rendimiento a las horas de práctica ayuda contar con algunos consejos que a continuación explicamos: – Representa un gran ahorro de tiempo la contemplación bajo el agua de algún experto de apnea en acción: entonces, por simple imitación mental y real de sus formas de hacer, se pulen muchos errores que precisan muchas horas de equivocarse. – También es interesante poderse ver a uno mismo gravado en vídeo para hacernos una idea de los fallos que cometemos (bolsas de aire en el bañador o traje, aleteo imperfecto, golpe de riñón mal hecho, etc.). – El material tiene que ser el adecuado. Hay que ajustar perfectamente la flotabilidad, que permite olvidar la situación y control de la postura del cuerpo en la preparación de la apnea. Hay que encontrar las aletas ideales para cada buceador y usar siempre las mismas, pues si cambiamos a menudo de aletas perdemos gran parte de la sensibilidad conseguida. – La preparación es indispensable para realizar una apnea correcta. Hay que estar relajado y realizar correctamente las técnicas de preparación sin prisas. También hay que mantener una buena forma física e intentar ser constantes en los entrenos, incluso en invierno y si no podemos en el mar, en piscina. – No practique técnicas de hiperventilación antes de la apnea. A pesar de ser algo muy extendido, lo cierto es que practicar la hiperventilación antes de la apnea reviste una serie de importantísimos riesgos. Al realizar varias respiraciones profundas y rápidas no conseguimos aumentar el oxígeno en sangre, sino que lo que realmente estamos logrando es eliminar gran parte del CO2 presente en el pulmón y en la sangre. La necesidad de respirar se produce por un amento del CO2, por lo que, si practicamos la hiperventilación estaremos engañando a los sensores fisiológicos al tener una tasa menor de CO2 de la que correspondería si no hubiéramos practicado esta actividad. Al eliminar este CO2 conseguimos retrasar la señal de alarma pero no reducimos el consumo de oxígeno por las células. Por lo tanto, cuando el cerebro sepa que hay que salir, lo niveles de CO2 pueden ser más bajos de lo normal y esto puede producir incluso un síncope, algo sumamente peligroso sobre todo si sucede mientras estamos bajo el agua. – Practique siempre en compañía de alguien. Es una medida de seguridad básica y totalmente necesaria. Estar con un compañero puede salvarnos la vida. Eso sí, evite los “piques”, cada uno tiene sus propios límites y las comparaciones siempre son absurdas. – – Aprenda técnicas de relajación. Los apneistas profesionales practica yoga o cualquier otra técnica similar para relajarse y está demostrado que con ellas se puede mejorar el tiempo de permanencia bajo el agua. Además también pueden ayudarnos en nuestra vida diaria... Tenga siempre en cuenta que el mejor entrenamiento se consigue con la constancia. RECORDS MUNDIALES DE APNEA • Peso constante sin aletas Masculino: 100 m / William Trubridge / 14-12-2010 / Lugar: Agujero azul de Dean, Bahamas Femenino: 62 m / Natalia Molchanova / 3-12-2009 Lugar: Blue Hole, Bahamas • Peso constante con aletas Masculino: 124 m / Herbert Nitsch / 22-4-2010 / Lugar: Bahamas Femenino: 96 m / Sara Campbell / 2-4-2009 / Lugar: Creta, Grecia • Apnea dinámica sin aletas Masculino: 218 m / Dave Mullins / 27-9-2010 /Lugar: Wellington - Nueva Zelanda Femenino: 160 m / Natalia Molchanova / 20-8-2009 /Lugar: Aarhus, Denmark • Apnea dinámica con aletas Masculino: 265 m / Dave Mullins / 25-9-2010 /Lugar: Wellington - Nueva Zelanda Masculino: 250 m / Alexey Molchanov / 5-10-2008 / Lugar: Lignano - Italia Femenino: 225 m / Natalia Molchanova / 25-4-2010 / Lugar: Moscow, Russia • Apnea estática Masculino: 17 min 28 s / Tom Sietas / 30-12-2008 /Lugar: Madrid, España Masculino: 11 min 35 s / Stephane Mifsud / 8-06-2009 / Lugar: Hyeres, Francia Femenino: 8 min 23 s / Natalia Molchanova / 21-8-2009 / Lugar : Aarhus, Denmark • Inmersión libre Masculino: 120 m / Herbert Nitsch / 25-4-2010 / Lugar: Bahamas Femenino: 85 m / Natalia Molchanova / 27-7-2008 / Lugar: Creta - Grecia • Peso variable Masculino: 142 m / Herbert Nitsch / 7-12-2009 / Lugar: Blue Hole, Bahamas Femenino: 125 m / Natalia Molchanova / 16-6-2010 / Lugar: Kalamata, Grecia • Sin límites Masculino: 214 m / Herbert Nitsch / 14-6-2007 / Lugar: pelluhue-Chile Femenino: 160 m / Tanya Streeter / 17-8-2002 / Lugar: Turks y Caicos ESTABLECER LÍMITES Cada uno debe ser plenamente consciente de cuáles son sus propios límites. A todos nos asombra escuchar los increíbles récords alcanzados por apneístas profesionales, pero debemos tener muy presentes que éstos son deportistas de élite que realizan entrenamientos exhaustivos y totalmente controlados para poder alcanzar los tiempos que a todos nos sorprenden. Esa no puede ser nuestra meta, o por lo menos no a corto plazo. Cada uno debe saber para qué necesita la apnea y, partiendo del hecho de que no vamos a competir en ese durísimo mundo, deberemos ser capaces de establecer nuestros propios límites. Siempre es preferible seguir un proceso lento, empezando por tiempos muy cortos que iremos aumentando muy poco a poco, siempre manteniéndonos dentro de unos límites de absoluta seguridad. Lo más importante es que seamos persistentes en el entrenamiento y veremos como en poco tiempo nuestra resistencia va en aumento y es nuestro propio cuerpo el que nos pide “un poco más”. Pero lo más importante es no forzar la máquina e intentar no llegar nunca al extremo de necesitar aire de manera urgente, lo que podría llevarnos a una situación de estrés sin duda nada recomendable.