Magazine-EL MUNDO - Universidad Complutense de Madrid

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Área:
237568
529000
81900 €
2856 cm2 - 300%
Fecha: 16/02/2014
Sección: REVISTA
Páginas: 22-24
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so por Francisco Rincón Durán. Prohibida su reproducción.
EN ACCIÓN
El jugador y
árbitro Luis de
Gortázar entre
Mercedes
O’Neale y Andrés
Álvarez-Sala
Turiel en la pista
de Vista Hermosa, en el Puerto
de Santa María
(Cádiz).
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DEPORTE
Fecha: 16/02/2014
Sección: REVISTA
Páginas: 22-24
De entretenimiento de reyes
Impreso por Francisco Rincón Durán. Prohibida su reproducción.
a juego de alta precisión.
RENACE
EL JUEGO DEL
OQUET
Vuelve el croquet animado
por los aficionados españoles. En mayo se celebra el
Campeonato Mundial en
Inglaterra. Por ITZIAR OCHOA
Fotografía de LUIS DE LAS ALAS
legan en fila y vestidos de impoluto blanco. En una mano,
un gin-tonic; en la otra, un
mazo hecho a medida. Saludan protocolariamente al referee (árbitro) y entran en la
pista de hierba cortada milimétricamente, donde seis
aros se erigen retadores. Hace apenas unos años eran
menos de 100, ahora son más de 300 en España los
adictos a este juego que levanta pasiones en países
tan diferentes como República Checa, Nueva Zelanda, Egipto, Estados Unidos o Inglaterra. En nuestro país, las principales pistas se reparten entre Cádiz, Madrid, Pontevedra y Asturias (en Gijón se
encuentra la única pública).
El croquet es un deporte con siete siglos de antigüedad, cuyos orígenes hay que buscarlos en Francia,
donde se denominaba paille-maille (juego del martillo). Cuando Jacobo VI de Escocia se convirtió en el
rey James I de Inglaterra en 1604 lo dio a conocer
en la corte inglesa, pero fue en Francia donde se rebautizó como croquet, nombre con el que se extendió por las colonias británicas y se popularizó en el resto del mundo. Tuvieron que pasar más de dos siglos
para que, en 1868, se fijaran las primeras normas de
juego en Wimbledon. “Aunque tiene el mismo origen
que el golf, el paille-maille era más parecido al croquet actual. En España aún hay restos de los campos
donde jugaron los primeros borbones: en La Granja de San Ildefonso, en Aranjuez o en El Retiro. Felipe V era muy aficionado”, explica Luis de Gortázar,
subcampeón de España (individual 2013) y uno de los
international referee titulados por la Croquet Academy
(Southwick, Reino Unido) junto con Emilio Marín.
Existen dos modalidades: “El croquet AC (Association Croquet) y el croquet GC (Golf Croquet). Las
dos tienen antecedentes igual de antiguos, pero la
que triunfa desde los años 80-90 es el golf croquet. La
primera es más difícil, más técnica y requiere mayor
estrategia”, apunta De Gortázar. El juego es aparentemente sencillo, consiste en pasar una bola por unos aros
y algunos lo definen como la versión salvaje del putting
golfístico: en el golf el putter es un palo metálico y pequeño que impacta sobre una bola diminuta, mientras
que en el croquet se utiliza un mazo grande de madera que golpea una bola de 453 g. Y en vez de meterla
en un hoyo, hay que hacerla pasar bajo un aro estrecho (solo queda un milímetro y medio de holgura entre la bola y el aro cuando se emboca).
L
CON HABILIDAD. ¿Y qué es lo que apasiona de este
entretenimiento? En opinión de José Luis Álvarez-Sala,
presidente de la Federación Española de Croquet y
miembro de la Junta Directiva Europea, “tiene muchos
matices porque es un juego de estrategia, en el que hay
que ir superando de forma sucesiva un recorrido que
marcan unos aros en un campo rectangular, de 32 x 26
metros, en un tiempo acotado. La táctica para anticipar las dos jugadas siguientes es esencial. No precisa
fuerza física, sino habilidad y puntería, se parece al
billar por los efectos y carambolas que se pueden realizar”. Además, requiere un componente de malicia:
“La mala idea es esencial a la hora de desbaratar el juego del oponente, lanzando su bola lejos del aro. Te enfadas mucho contigo mismo y con el contrincante, que
va a destruir lo que tú estás haciendo. Es estresante y
competitivo, por eso se vive con tanta pasión”, confiesa Álvarez-Sala, Jefe de Servicio de Neumología
del Hospital Clínico de Madrid y Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense.
Actualmente, el país donde está más extendido
es Egipto, con más de 6.000 federados. En Australia y Nueva Zelanda existe también una gran afición
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Impreso por Francisco Rincón Durán. Prohibida su reproducción.
DEPORTE Croquet
y mantienen unos 300 campos. Por su parte, en Reino Unido cuentan con unos 170 clubes de croquet y
en Estados Unidos, con cerca de 200. No es de extrañar que los mejores jugadores sean ingleses y egipcios, seguidos por los australianos y norteamericanos.
Reg Bamford (46 años), un sudafricano afincado en
Londres, es el actual campeón mundial en las dos modalidades. “Donde más afición hay es en Inglaterra,
Gales, Escocia, Australia y Nueva Zelanda”, confirma Álvarez-Sala. “En el ranking mundial de croquet, que se publicó en marzo, España ocupa la novena posición de 40.
Somos miembros de pleno de derecho en la Federación mundial y tenemos jugadores como José Riva,
con una gran proyección internacional”, continúa.
CÓMO JUGAR...
Cada jugador golpea dos
bolas de manera alterna:
el primero golpea la azul
y la negra y el segundo,
la roja y la amarilla. El
objetivo es pasar sus dos
bolas por todos los aros,
en el orden y sentido
correctos, tanto en el
recorrido de ida como en
el de vuelta. Finalmente,
hay que golpear la
clavija central (estaca)
antes de que lo logre el
adversario. Cada vez que
se supera un aro, así
como la estaca, se
consigue un punto.
1
2
8
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7
FINAL
14
5
6
11
12
3
9
4
10
13
SALIDA
BOLAS. A lo largo del juego, siempre deben ser
golpeadas siguiendo un mismo orden, según
un código de colores: primero azul, luego rojo,
después negro y, para terminar, amarillo.
ESTACA. Es la meta. El jugador que la golpee
antes con ambas bolas es el que gana el
campeonato. Su color recuerda el orden que
debe seguirse durante el torneo.
Realizado en
madera de boj
y ébano, de
Marcelino
Piquero
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brasss
pot.com).
Precio: desde
175 euros.
Más información en www.fecroquet.es. El vídeo de
este reportaje en Orbyt y en www.fueradeserie.com
.
MAZO
Una de las pistas de croquet más bonitas de nuestro
país es El Búho, situada en el jardín de la casa de Adela Rebuelta, en el centro de Jerez. “Es divertido que vengan los amigos a jugar a casa”, confiesa la propietaria,
quien declara no tener otro problema en su mantenimiento más que la preocupación que le producen las
sombras de los árboles. “El césped precisa el mismo cuidado que el de un green de golf. Para la construcción del
mío he contado con la asesoría de Cristóbal Romero,
greenkeeper del club Costa Ballena”, señala Rebuelta.
Los ingleses asocian el croquet al gin-tonic, de hecho los jugadores suelen bromear sobre el número de
copas con el que se juega mejor. Aunque en los campeonatos está prohibido introducir la bebida en el campo, en muchos clubes británicos hay un muñeco en las
bandas (mayordomo), para dejar el vaso durante el
transcurso del juego. “Pese a que la ginebra preferida de mi amigo y gran jugador Patricio Pemán sea la
London nº1, la Fifty Pounds es indiscutiblemente la
mía”, termina con un guiño humorístico Luis de Gortázar, antes de dar un tremendo golpazo con su maza
que emboca su bola en dos aros consecutivos. W
J. M .P
EL EXPERTO ESPAÑOL. Riva es un economista de 27
años que ha jugado siete campeonatos en España (y ha
ganado seis) y es el subcampeón de Europa en la modalidad AC 2013. De hecho, consiguió el Plate Trophy en
Nueva Jersey (EEUU), el segundo premio más importante del torneo. “Juego desde los 5 años y conquisté mi
primer campeonato a los 16,
participé en el Mundial 2002
(Nueva Zelanda) donde no
gané, pero pude aprender
de los mejores. Ahora entreno en el campo que tenemos
en casa para preparar el próximo mundial que se jugará en mayo, en Inglaterra”,
relata el jugador.
AL FRENTE. José Luis
El croquet no discrimiÁlvarez-Sala, presidenna edad ni sexo, puede ser
te de la Federación.
practicado por virtuosos del
deporte, sedentarios, niños o ancianos, por parejas o de
forma individual. “La connotación elitista puede tener una razón de ser histórica, pero hoy es uno de los
ejercicios más baratos. A diferencia de un campo de golf
que necesita hectáreas, uno de croquet se puede montar en cualquier sitio, acotando un terreno para el juego. La superficie reglamentaria es algo mayor a la de una
pista de tenis y con una modesta inversión es posible
construirla. Es algo que con pocos medios produce muchísima diversión. A día de hoy se practica principalmente en clubes privados, porque se desconoce. Eso es
algo que tiene que cambiar”, apunta De Gortázar.
En el sur, “Fernando Ansorena y yo fuimos los pioneros”, afirma Mercedes O’Neale, quien a sus 72 años
es la subcampeona de España 2013 por parejas. Recuerda que empezaron en Santa Clara (Jerez), “en el jardín de Enrique Fernández de Bobadilla, quien trajo
el primer set de mazos y bolas de croquet. Nos divirtió
tanto que, en 1980, contratamos a dos profesores ingleses, Robin Godby y Richard Rothwell. Viajamos
mucho a Inglaterra
para participar en
campeonatos, y ganamos varios trofeos en
la modalidad AC.
Soy feliz porque
ahora está aumentando la afición y
se están construyendo muchos campos en España”. Sin embargo, antes de esto, desde 1925, “Casimiro Velasco,
gran apasionado del croquet y toda una referencia en
Asturias, tenía un campo en su casa de Somió, que
aún tienen sus descendientes”, apunta Álvarez-Sala.
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