DEFENSOR DEL PACIENTE Distinción “Pablo Iglesias 2013” de la UGT C/ Carlos Domingo nº 5 – 28047 Madrid Telf./Fax.: 91 465 33 22 Telf.: 91 755 41 53 [email protected] www.negligenciasmedicas.com Martes, 23 de Junio de 2015 Condena a IBERMUTUAMUR por error diagnóstico en un accidente de trabajo. La Sala de Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, con sede en Valladolid, mediante sentencia tramitada por los Servicios Jurídicos de ‘El Defensor del Paciente’, ha condenado a la Mutua de Accidentes Laborales, IBERMUTUAMUR, por un error de diagnóstico inicial y, por ende, terapéutico a una paciente, de profesión periodista, tras el accidente laboral ocurrido en el año 2010 como consecuencia de una caída por las escaleras. La Sentencia estima que en el presente caso, ese error de diagnóstico se tradujo en una pérdida de oportunidad para la paciente, N.M.B, de 32 años en el momento del accidente, quien no pudo beneficiarse del tratamiento correcto en tiempo, comprometiendo con ello la curación de la lesión y el resultado final. Por ello, la Sala reconoce una indemnización a favor de la paciente de 30.000 Euros, cantidad que se verá incrementada con los intereses legales desde la fecha de reclamación para IBERMUTUAMUR, y respecto de la Aseguradora, ZURICH, con los intereses del Art. 20LCS. Según se recoge en la sentencia, la afectada sufrió el día 29 de septiembre de 2010 un accidente laboral, al caer por unas escaleras en el centro de trabajo, por lo que se personó en los servicios de Urgencias de su Mutua de Accidentes Laborales, IBERMUTUAMUR, y allí fue diagnosticada erróneamente de un esguince simple del tobillo. Tras la realización de radiografías del pie, se visualizó una lesión en escafoides que, sin explicación ninguna, se atribuyó a una lesión “antigua”, sin verificar con la paciente que fuera preexistente, ni realizar pruebas complementarias para corroborar dicha interpretación diagnóstica. De este modo, IBERMUTUAMUR etiquetó como lesión antigua lo que, en realidad, después se vería que era la fractura que se produjo con la caída sufrida. La paciente N.M.B. fue tratada con vendaje húmedo, sin inmovilización, en la creencia errónea de que se trataba de un esguince simple, comenzando apoyo y movilización a los pocos días, así como también tratamiento de rehabilitación. Lejos de mejorar su lesión, la paciente aquejaba continuos dolores e impotencia funcional de su pie. Sin embargo, todas sus quejas cayeron en saco roto. Finalmente, y ante la insistencia de la propia paciente, se realizó TAC en noviembre de 2010, en la que se advierte de que aquella “lesión antigua”, en realidad era la fractura de escafoides que aquejaba la paciente desde un principio, y que erróneamente no se diagnosticó. Sin embargo, a pesar de la confirmación del error diagnóstico, no se modificó la actitud terapéutica por parte de los facultativos de IBERMUTUAMUR. No fue hasta el mes de enero de 2011, cuando se repite TAC ante las continuas y persistentes quejas de la paciente, y se diagnostica y trata la fractura de escafoides, que ya comprometía otras articulaciones. Este TAC informó de la misma lesión que ya se conocía en noviembre de 2010, pero ahora sí, se decide tratar la fractura de escafoides, lo que no se había hecho en el mes de noviembre, contando con el mismo diagnóstico. La paciente, según recoge la sentencia, fue intervenida el día 7 de abril de 2011, de una fractura ya muy evolucionada, y con peor pronóstico de curación, al haber pasado 7 meses desde que se produjera la lesión. Tras un largo peregrinaje, con consultas incluso realizadas a facultativos externos a la Mutua, reintervenciones, tratamientos de rehabilitación, unidad del dolor y medidas ortopédicas, la evolución de la lesión no cursó de modo satisfactorio, consecuencia de la movilización inicial de una lesión que necesariamente requería su inmovilización con escayola para que consolide la fractura. Esta falta de movilización hizo que se afectaran otras articulaciones adyacentes, comprometiendo con ello el buen curso de la lesión, quedándole secuelas y dolor crónico, con cojera. La defensa del caso ha sido tramitada por los Servicios Jurídicos de ‘El Defensor del Paciente’. DEFENSOR del PACIENTE