El crecimiento de la zona del euro se mantiene a un ritmo sostenido

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Bruselas, 3 de julio de 2007
El crecimiento de la zona del euro se mantiene a un
ritmo sostenido
Según el informe trimestral sobre la zona del euro publicado hoy, la zona del
euro inició el año 2007 en buenas condiciones. El crecimiento económico
alcanzó en el primer trimestre el 3% en términos anuales, impulsado por la
demanda interna, en particular por la inversión. El consumo disminuyó
ligeramente, pero se espera se recupere rápidamente al acercarse la
confianza de los consumidores a un máximo absoluto. Aunque se registró
una desaceleración de las exportaciones, ello refleja principalmente efectos
estadísticos y, posiblemente, una degradación del marco internacional más
que una apreciación del euro. La sección más detallada del informe muestra
que la integración financiera tiene claramente efectos positivos sobre el
crecimiento económico y también es importante para un funcionamiento
armónico de la UEM. Por consiguiente, los Estados miembros de la zona del
euro pueden beneficiarse de la integración financiera aún más que los
restantes Estados miembros de la UE.
En el primer trimestre de 2007, el PIB de la zona del euro creció el 0,6%, impulsado
por la fuerte expansión de la inversión. El consumo de las economías domésticas
disminuyó ligeramente como consecuencia sobre todo de la contracción del
consumo alemán, derivada del aumento del IVA. Sin embargo, este aumento tuvo
unos efectos moderados en los precios de consumo, ya que la inflación se mantuvo
bastante estable, en torno al 1,9%. El desempleo sigue disminuyendo, habiendo
alcanzado el 7,1% en abril, lo que representa casi un punto porcentual menos que
un año antes, mientras que en el primer trimestre se registró un fuerte aumento
(0,4%) en el número de personas empleadas (533 000 personas). Esta favorable
evolución, junto con una confianza de los consumidores que se encuentra a un nivel
muy elevado, deberá fomentar la expansión del consumo durante el próximo
trimestre. De cara al futuro, las perspectivas económicas globales para la zona del
euro siguen brillantes (según las previsiones de primavera de la Comisión, la zona
del euro crecerá un 2,6% en 2007). Las perspectivas de inflación a corto plazo se
mantienen favorables, con unos precios que se prevén estables, una inflación que
sigue controlada y unos costes laborales unitarios en lento aumento. Sin embargo,
algunos riesgos de subida de los precios podrían concretarse a medida que el ciclo
económico avance.
No hacer recaer la responsabilidad en el euro
La expansión del comercio de la zona del euro disminuyó significativamente en el
primer trimestre, en 0,3 puntos porcentuales respecto del trimestre anterior. Esta
desaceleración refleja en parte la corrección estadística efectuada tras las cifras
excepcionalmente elevadas del último trimestre de 2006, aunque también una ligera
desaceleración del comercio mundial.
Tras una pausa en 2005, el euro se apreció en los últimos trimestres frente a las
monedas de algunos de los principales países destinatarios de las exportaciones de
la zona del euro. Por término medio, la apreciación se mantiene a un nivel
relativamente moderado, aproximadamente el 4% en términos nominales desde
principios de 2006, y en parte ha sido compensada por la favorable evolución de los
costes internos. Por otro lado, la experiencia adquirida en el anterior periodo de
apreciación, durante la primera mitad de la presente década, muestra que las
fluctuaciones del tipo de cambio real (tipo de cambio ajustado en función de las
evoluciones relativas de los costes y precios en la zona del euro y en sus principales
socios comerciales) tienen unos efectos relativamente moderados en el
comportamiento de las exportaciones de la zona del euro: se estima que en el
periodo 2001-2006, las fluctuaciones del tipo de cambio disminuyeron la expansión
anual de las exportaciones de la zona del euro en 0,6 puntos porcentuales,
proporción pequeña frente a la expansión anual media del 5% registrada por las
exportaciones durante el periodo y al aumento anual de 0,5 puntos porcentuales en
la segunda mitad de la década de los años noventa, cuando el euro se depreció. El
hecho de que algunos países de la zona del euro hayan tenido un comportamiento
mucho mejor que el de otros países con los que comparten la misma moneda
demuestra una vez más que el tipo de cambio sólo desempeña un papel limitado en
el comportamiento de las exportaciones de un país. Por consiguiente, las causas del
mediocre comportamiento del comercio de algunos países miembros deben
buscarse en otra parte, y particularmente en la evolución de sus salarios y su
productividad. También se han comprobado que en los últimos años la apreciación
del euro sólo ha reducido ligeramente los beneficios de los exportadores.
El informe examina asimismo la relación entre la política fiscal y la inflación,
constatando que la primera puede tener considerables efectos sobre la inflación
interna, aunque ello dependerá de la naturaleza del ajuste fiscal. Según las
simulaciones realizadas, la aplicación de medidas fiscales expansivas en un Estado
miembro puede tener efectos sobre la inflación del resto de la zona del euro
considerables y persistentes en el caso de que dichas medidas provoquen
perturbaciones de los gastos en países de gran tamaño que tengan una economía
abierta.
En su sección más detallada, el informe analiza la integración financiera de la UE y
su papel en el ajuste de la zona del euro. La integración financiera permite
productos nuevos y de mejor calidad y lleva a un mayor crecimiento en la UE.
También es importante para un funcionamiento armónico de la zona del euro
gracias a su papel estabilizador y a una mejor asignación de los recursos en caso
de perturbaciones nacionales específicas. La integración financiera, que implica el
desarrollo de las actividades de préstamo y empréstito en los mercados
internacionales, permite a los agentes económicos disponer de una gama más
amplia de activos, lo que permite a los consumidores protegerse contra posibles
perturbaciones, reduciendo así la inestabilidad del consumo a largo plazo. Una serie
de indicadores del mercado financiero confirman la creciente integración financiera
de la UE al actuar el euro como catalizador del cambio. Ha aumentado la
diversificación de las carteras de valores con el objetivo de mejorar las estructuras
de riesgos-rendimientos, reducir las distorsiones nacionales y llevar a un aumento
de la distribución de riesgos. Los países de la zona del euro pueden beneficiarse
más de la integración financiera que los restantes países de la UE y deben liderar
los esfuerzos encaminados a crear un verdadero mercado financiero integrado para
la UE en su conjunto.
El documento completo puede consultarse en:
http://europa.eu.int/comm/economy_finance/publications/quarterly_report_on_the_euro_area_en.htm
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