Expertos recomiendan cómo se debe integrar el transporte público en Bogotá Autoridades únicas que reúnan a todos los actores de la movilidad, reducción de la sobreoferta con decisiones políticas más fuertes e infraestructura más práctica y amable, algunas de las claves. Con problemas de movilidad similares a los de Bogotá, pero con soluciones viables que hoy benefician a miles de ciudadanos, cuatro expertos de México, Brasil, Chile y España se dieron cita ayer en la Cámara de Comercio para relatar los errores y aciertos en la consolidación de sus sistemas integrados de transporte. Lo hicieron en el marco del foro internacional 'Experiencias de Integración de Transporte Público en Iberoamérica', organizado por el Programa 'Ojo con Bogotá y la Región' de la Cámara de Comercio de Bogotá (CCB), la Universidad de Los Andes y EL TIEMPO. Y aunque los expertos resaltaron los avances de TransMilenio (TM), coincidieron en afirmar que un modelo de estas características no puede funcionar bien si sigue aislado del resto de vehículos de transporte público colectivo. Recaudo centralizado Una situación muy parecida a la que hasta 1997 mantuvo la ciudad de Belo Horizonte, en Brasil. "Ese año integramos buses, microbuses y tren en un sistema empresarial que nos permitió reducir tarifas y centralizar recaudo", sostuvo Daniel Marx, gerente de ese modelo. Pero los cambios también requieren de una autonomía administrativa y de un marco legal ajustado a la realidad de cada ciudad. Luis Enrique Moreno, director de Transporte Municipal del sistema Optibus en la ciudad León de Guanajuato, en México, explicó que con la integración "cambiamos el modelo de conductores con dobles horarios, irrespeto al usuario, accidentalidad y contaminación, por una sociedad empresarial que eliminó al transporte informal con buenos niveles de servicio". En Madrid, España, por ejemplo, se creó en 1985 el Consorcio Regional de Transportes, que coordina servicios, redes y tarifas. "Tenemos convenios con toda la región y hasta ofrecemos un sistema de abonos, que le permite a los usuarios pre-pagar tarifas más económicas. Hoy, con una sola tarjeta pueden usar tren pesado, metro, metro ligero y bus", indicó el experto Luis Enrique Melero. Pero no siempre el que va más rápido en estos cambios llega primero. Así lo concluyó Óscar Figueroa, asesor del Ministerio de Transportes del gobierno de Chile: "Transantiago quiso mejorar la movilidad, pero antes que eso la colapsó. El problema fue que se construyó con base en políticas nacionales que no involucraron la ciudad capital". Estas recomendaciones se sumaron a la que hizo María Fernanda Campo, presidenta de la CCB: "Urge avanzar en el diseño y estructuración del sistema integrado de Bogotá". Cada año el transporte público colectivo en Bogotá moviliza 1.420 millones de pasajeros. TransMilenio movilizó el año pasado 345 millones. 9,5 millones de viajes se realizan cada día en Bogotá. El 47% en transporte público, el 10% en TransMilenio, el 15% en carros particulares y el 15% a pie. Los 19.480 vehículos de transporte público colectivo que circulan por Bogotá son conducidos por 30.116 conductores según la Secretaría de Movilidad. 'No hay que pagar la chatarrización' Luis Enrique Moreno, director general de Transporte Municipal del sistema Optibus, en la ciudad de León de Guanajuato, México, indicó que para integrar todas las modalidades de transporte público de una ciudad en un solo sistema se requiere más que una fuerte voluntad política. "Los transportadores tienen que entender que para que los cambios se den también deben poner algo. En este caso yo recomiendo, por ejemplo, no pagar por la chatarrización (destrucción de los buses viejos), pues queda sobreentendido que el costo del vehículo se paga durante sus años de vida útil a través de la tarifa que a diario cancelan los usuarios". 'El beneficio mutuo de una tarifa baja' Daniel Marx, gerente de Coordinación de Proyectos de Transportes de la ciudad de Belo Horizonte, Brasil, sostuvo que desde que se implementó el sistema integrado de transporte masivo, en el año de 1997, se conformó un Consejo Fiscal que reúne a todos los actores locales de la movilidad, incluso a las asociaciones de usuarios. Según el experto, "este modelo nos permite discutir ampliamente y concertar el tema de tarifas sin generar grandes problemas, como manifestaciones o reducción de pasajeros cuando se presentan alzas necesarias. Incluso hemos logrado reducir las tarifas". Y agregó: "Como allí tienen voz y voto tanto usuarios como empresarios, ha sido más fácil estructurar tarifas diferenciales dependiendo de los modelos de desplazamiento de los ciudadanos y hasta las edades". Y aun con tarifas diferenciales, gracias a este mecanismo de concertación se pudo unificar el recaudo con tarjetas inteligentes y otros beneficios adicionales para los usuarios. De hecho, en esta ciudad hoy es posible conseguir descuentos en los viajes de bus, tren, taxis y hasta en centros comerciales que tienen estaciones.