TEJIDO OSEO En el corte transversal de un hueso, pueden verse pequeños conductos llamados Canales de Havers, de cien a doscientas micras de diámetro, que en los huesos largos son paralelos y se comunican en función a lo que se llama Anastomosis. A estos canales llegan los nervios y vasos del periostio. A su alrededor están dispuestas concéntricamente laminillas que presentan manchas negras, que son en realidad diminutas cavidades llamadas Corpúsculos Oseos. En cada corpúsculo se encuentra una célula ósea que recibe el nombre de Osteoblasto, que segregan la osteína y las sales calcáreas componentes del tejido óseo. La osteína constituye la tercera parte de la composición ósea, las otras dos terceras partes se forman con fosfato tribásico de calcio (80%) carbonato de calcio (14%) fluoruro de calcio, que aumenta con la edad (4%); fosfato de magnesio (2%). Esas mismas sustancias, en diferentes proporciones se encuentran en el esmalte y marfil de los dientes. Además de los huesos, el esqueleto también tiene cartílagos, los cuales son más comunes en la edad juvenil. Los huesos, por otra parte, se forman lentamente. Las secreciones de los cartílagos quedan flexibles, mientras que las secreciones de los huesos se endurecen, debido a las sustanciad antes mencionadas. Las células óseas, separadas unas de otras por sus secreciones, se comunican entre sí, como ya dijimos gracias a sus prolongaciones filamentosas. (Ver la imagen de arriba a la izquierda).