IX LA CONVERSION DE LA SEPARACON DE CUERPOS EN DIVORCIO* SUMARIO: 1. Admisión del divorcio y de la separación de cuerpos en el derecho venezolano. Identidad de causales. Excepciones. - 2. El mutuo consentimiento como causal exclusiva de separación de cuerpos. Procedimiento para hacerla valer. Contenido de la solicitud. - 3. El consentimiento de los cónyuges no es un contrato sino un acuerdo. El no produce la separación sino el derecho a solicitarla. - 4. Efectos de hecho de las decisiones sobre separación de cuerpos. El transcurso del tiempo. Causal. Derecho potestativo a la conversión en divorcio. Procedimiento sumario para hacerlo valer. 5. Reconciliación. Sus efectos. Modalidades y formas de su alegación. Crítica a la práctica forense. - 6. Procedimiento de conversión. Aplicación del principio de que las partes están a derecho. Peticiones no reconvencionales durante el procedimiento. Su admisión. Reciente doctrina de casación. Recurso. - 7. Tribunal competente. - 8. Contenido de la sentencia de conversión. Efectos del pronunciamiento. Cosa juzgada. Efectos constitutivos. Registro de la sentencia. 1. El derecho civil venezolano admite las dos modalidades tradicionales del divorcio, esto es, el divorcio en sentido estricto que disuelve el vínculo matrimonial (divortium quoad vinculum), y la separación de cuerpos que se limita en sus efectos personales e inmediatos a relajar el vínculo sin extinguirlo, suspendiendo solamente la vida común de los casados (divortium quoad torum et cohabitationem). Tanto el uno como el otro presentan la peculiaridad de que para producir sus respectivos efectos jurídicos no es suficiente la mera voluntad de los esposos para alcanzarlos, sino que es menester la preexistencia de hechos o actos más o menos complejos, específi* Este ensayo fue publicado en la Revista del Colegio de Abogados del Distrito Federal, Año XXIV, Abril-Junio de 1961, N 9 116, Págs. 9 a 31. 228 Luis LORETO camente determinados por la ley, que dan derecho únicamente a los esposos para demandar el divorcio o la separación de cuerpos de la' autoridad judicial competente, hechos y actos que vienen a constituirse en "causales" para demandarlos. Ellas son únicamente aquéllas que han sido establecidas taxativamente en la ley, siendo común a ambas instituciones, con excepción de la constituida por el mutuo consentimiento de los esposos, exclusiva de la separación de cuerpos, y la del transcurso de dos años después de obtenida ésta, sin haber ocurrido en dicho lapso la reconciliación de ellos, que es propia del divorcio. De ahí que la llamada separación de cuerpos por mutuo consentimiento, no lo sea en realidad, limitándose la voluntad de los esposos a constituir una causal para solicitarla, sin que tal voluntad por sí sola la origine. Tal es el sentido propio y auténtico ue tiene la expresión "separación de cuerpos por mutuo consentimiento" 2. Cuando la demanda de separación se apoyare en una o varias de las causales que podrían también dar motivo al divorcio, la acción correspondiente para hacerlas valer pertenecerá únicamente al cónyuge que no haya dado causa a ellas, siguiéndose la tramitación del procedimiento especial contencioso establecido al efecto, de manera común con el divorcio, en el Código de Procedimiento Civil. Por el contrario, cuando la causal fuere la del mutuo consentimiento, el procedimiento es sumarísimo, y consiste en invocarla ambos cónyuges ante el Juez de Primera Instancia en lo civil del domicilio conyugal, quien, en principio, se limitará en sus funciones a pronunciar la separación en el mismo acto en que fuere presentada la manifestación personalmente por los esposos (Art. 189 del Código Civil). No obstante la forma imperativa en que está concebida esta disposición, que parece establecer una actividad absolutamente vinculada de la conducta del funcionario judicial al contenido de la manifestación, es indudable que el Juez al pronunciarse deberá velar porque no se infrinjan las normas de orden público que son por su esencia inderogables por voluntad de los interesados, haciéndole a tal fin las observaciones que estime de derecho. Tal sería el caso de que por el acuerdo se privara al padre de la patria potestad que ejerce para atribuírsela a la madre. En cambio la ley permite que los esposos puedan regular la situación, el cuidado y la manutención de los CoNvERsIoN DE LA SEPARACION DE CUERPOS. 229 hijos, silos hubiere; el monto de la pensión alimenticia que el uno debe pagar al otro, si esto fuere necesario, y si optan por la separación de bienes (separatio . quoad bona, art. 558 del Código de Procedimiento Civil). 3. Importa advertir que la declaración de los esposos en tal sentido no es un contrato, sino un acuerdo en sentido propio, dada la convergencia de voluntades hacia la consecución de un fin común, acuerdo éste que viene a constituir el supuesto de hecho necesario, la causal que legitima y funda el pronunciamiento que se solicita del Tribunal. Importa señalar igualmente que ese consentimiento mutuo de los esposos para separarse, no produce por sí solo el estado de separación de cuerpos que aspiran conseguir, sino que es el presupuesto necesario, pero no suficiente, para que el Juez decrete la separación. En nuestro sistema el decreto no es un requisito de eficacia del acuerdo manifestado por los esposos, y menos todavía una condicio juris, que al dictarse venga a dar eficacia a efectos de separación surgidos por la manifestación de voluntad mutua, ya que el acuerdo en tal sentido está limitado en sus efectos únicamente a originar el derecho de solicitar la separación de cuerpos, esto es, la causal de la misma. Por tanto, el acto que se solicita del Juez no es en verdad el pronunciamiento de un decreto de homologación, como así generalmente se lo considera', sino que su contenido se resuelve en el reconocimiento de la existencia de la causal invocada y del derecho De que no se trata aquí de un fenómeno de verdadera homologación, si esta voz se toma en el sentido que comunmente tiene en la técnica jurídica, resulta evidente del análisis que se haga de todo el proceso que la solicitud de separación provoca. Homologación es la "acción y efecto de refrendar, aprobar y conferir vigor a un acto jurídico que hasta ese momento tenía eficacia solamente relativa" (GOUTURE, Vocabulario Jurídico, Montevideo 1960, al explicar dicha voz). El mutuo consentimiento de los esposos está erigido por el legislador simplemente en causal de la cual surge el derecho potestativo a solicitar la separación de cuerpos mediante decreto del Juez y nada más. Ese decreto no viene a conferir vigor a una separación de cuerpos voluntaria que ya había producido efectos de tal en modo relativo. No. Ese decreto reconoce y declara existente la causal y el derecho a demandar la separación que se constituye por el decreto mismo, siendo por tanto la fuente inmediata y prístina de ese efecto jurídico. Por eso es de naturaleza constitutiva y no declarativa, como con manifiesta impropiedad científica y técnica se dice en el artículo 189 del Código Civil. El decreto es título o causa de la separación. Cfr. CHIOVENDA, Principii di diritto proscessuale civile. 41 Ed., pág. 179; ROSENBERG, Lehrbuch, 61 Ed., pág. 386, SCHOENKE-SCHROEDER-NIESE, Zivilprozessrecht, 1956, pág. 204; BUZAID, A acçao declaratória no direito brasileiro, 1943, pág. 89. 2 3 0 Luis LORETO potestativo que de ella surge para conseguir la tutela del Estado por el pronunciamiento de una determinación constitutiva que viene a realizar y a hacer efectivo ese derecho. Es por fuerza del decreto, por tanto, que el vínculo matrimonial se relaja y surge el nuevo estado de separación de cuerpos con eficacia de futuro (ex nunc). Es desde la fecha de su publicación que el nuevo estado conyugal surge con todas sus consecuencias, y de ahí que, antes de su pronunciamiento, cualquiera de los cónyuges puede arrepentirse, quitándole a la manifestación de voluntad común todos sus efectos, ya que la separación no es nunca consensual, sino siempre judicial2. 4. Además del efecto de relajación del vínculo matrimonial y de suspensión de la vida común de los casados que tanto la sentencia como el decreto de separación de cuerpos producen el ordenamiento jurídico atribuye a ese pronunciamiento efectos de hecho o secundarios de suma importancia. Transcurridos que sean dos años después de ese pronunciamiento, surge en la esfera jurídica de cada uno de los cónyuges el derecho potestativo dirigido a solicitar del Estado, no del otro cónyuge, que la separación de cuerpos sea convertida en divorcio, si no ha habido reconciliación. Esta situación compleja de pronunciamiento anterior y de transcurso del tiempo, viene a funcionar en la economía del sistema positivo como un hecho específico legal constitutivo de una causal de divorcio (la 7 del art. 185 del Código Civil). El legislador ha considerado la separación de cuerpos como una.. situación anormal a causa del "celibato obligatorio" que impone, por lo cual no desea que ella se prolongue indefinidamente contra Ja voluntad de uno cualquiera de los cónyuges. Rota ya la armonía conyugal que una reconciliación no ha logrado restablecer durante el transcurso de dos años, se creyó oportuno para los esposos y conveniente para la sociedad, facilitarles el medio de salir de una situación embarazosa, abreviándoles el camino 2 Véase una sentencia de la Corte de Casación de Italia, de 3 de marzo de 1936, en Rivista di diritto processaale civile, 1936, Parte II, pág. 153, con nota crítica y disidente de CARNELUTTI, para quien el acuerdo de los cónyuges es el hecho declarado (accertato) por el Juez en el acto de homologación, y éste la declaración constitutiva de la eficacia del acuerdo. En nuestro sistema el decreto es presupuesto de existencia de la separación no condición de eficacia como en el italiano. Cfr. ANDRTOLI, Commento al Codice di Procedura Civíle, 1947, III, pág. 401. CONVERSION DE LA SEPARACION DE CUERPOS 231 para alcanzar el estado de divorciados. A tal efecto, el legislador estructuró una específica causal que permite indistintamente a cada uno de los cónyuges convertir la separación de cuerpos en divorcio. Para' hacerla valer se estableció un krocedimiento muy sumario dirigido a demandar la conversión, a dar conocimiento de la demanda al otro cónyuge para que se defienda y alegue lo que estime conveniente a sus intereses, a que el funcionario judicial examine el procedimiento anterior que condujo a la separación, y a que se pronuncie el divorcio.. Mediante esa demanda el actor hace valer una acción de naturaleza constitutiva, pues tiene por objeto hacer valer el derecho potestativo a conseguir la disolución del vínculo matrimonial por sentencia. Corresponderá al demandante suministrar la prueba de los hechos constitutivos de esa causal de divorcio, y al demandado la prueba de los hechos impeditivos, modificativos o extintivos que alegue en contra de la demanda tal como ha sido planteada por el actor. 5. Entre los hechos extintivos del derecho a demandar la conversión, tiene un lugar muy importante el que se deriva de la reconciliación. Sobre la manera de alegarse y probarse ésta, existen en la práctica errores de interpretación y aplicación que es conveniente denunciar y corregir. El legislador patrio, como muchos otros, no ha definido la reconciliación, pero la doctrina más autorizada está conteste en considerarla como la expresión de un estado de ánimo de los esposos en virtud del cual convienen en renovar la vida en común con perdón de las faltas cometidas. Por tanto es siempre un acto bilateral en que se manifiesta un acuerdo de voluntades de los esposos dirigido al restablecimiento material y espiritual de la vida conyugal. En cuanto a la manera en que debe expresarse ese estado de ánimo, cabe distinguirse el caso de la reconciliación verificada antes de solicitar el divorcio o la separación de cuerpos, de aquellos otros en los cuales ella ocurre con posterioridad a tal solicitud, sea durante el juicio o después de dictada la separación de cuerpos. Cuando la reconciliación se produce antes de promoverse el juicio, la ley no prescribe la adopción de forma especial alguna en que ella debe manifestarse, ni señala un destinatario a quien debe estar dirigida para la producción de sus efectos, por lo cual los esposos 232 Luis LORETO son libres de expresar su voluntad reconciliadora en la forma que a bien tengan, tanto de palabras o por escrito, como por hechos concluyentes, de manera expresa o tácita. De consiguiente, la prueba de la reconciliación efectuada anteriormente al juicio y que se alegue en su debida oportunidad, puede hacerse con todos los medios permitidos por la ley para la demostración de los hechos jurídicos en general, sin restricción alguna: testigos, cartas, posiciones juradas, presunciones del .hombre, etc. Cosa distinta sucede en nuestra opinión, cuando la reconciliación sobreviene durante el juicio o después de haberse dictado la separación de cuerpos. En estos casos ella tiene consecuencias jurídicas de suma importancia, ya que, en el primero, extingue la acción de divorcio o de separación de cuerpos, poniendo término al juicio; y, en el segundo, deja sin efecto la decisión o decreto ejecutorio de la separación de cuerpos, extinguiéndose así uno de los elementos de la causal de conversión, cual es la existencia de una separación válida y actualmente eficaz. De ahí que nuestro legislador, a diferencia del de otros países, haya dispuesto que en uno y otro de estos casos, los cónyuges deban ponerla en conocimiento del Tribunal que conozca de la causa (durante el juicio) o haya conocido de ella (después del pronunciamiento sobre separación de cuerpos), para que la reconciliación produzca los efectos legales (Art. 194 del Código Civil). En estos supuestos, ella reviste los caracteres de un acto de naturaleza formal y rece pticio, ya que no surtirá sus efectos si no es comunicada al Tribunal. Como quiera que nuestro procedimiento es predominantemente escrito y los Jueces no pueden sacar elementos de convicción fuera de los autos, ni suplir elementos que no consten de ellos, debiendo atenerse a lo alegado y probado (Art. 12 del Código de Procedimiento Civil), resulta necesariamente que ese conocimiento que de la reconciliación efectuada deben dar los esposos al Tribunal, no puede hacerse sino por escrito, cualquiera que sea la especie de éste, bajo pena de no producirse los efectos legales importantísimos que de ella se derivan. De esta doctrina referida particularmente al procedimiento sumario de conversión, aparece que la práctica seguida en nuestro Foro según la cual se admite alegar y probar ampliamente la reconciliación sobrevenida después de dictado el / CONVERSION DE LA SEPARACXON DE CUERPOS 233 pronunciamiento ejecutorio, sin tenerse en cuenta para nada la forma escrita y recepticia antes señalada; es contraria a la letra y al espíritu de la norma contenida en la parte final del artículo 194 del Código Civil. Con la adopción por nuestro legislador de ese sistema formalista, se ha querido impedir que pueda considerarse como reconciliación cualquiera situación que haya podido colocar a los esposos en condiciones de verse, hablarse y aun convivir juntos durante cierto tiempo, pero sin estar animados del designio de restablecer la armonía y la cdnvivencia doméstica. El sistema adoptado se pro- ¡ pone evitar esas dudas y desechar las formas equívocas de las tácitas o ,presumidas reconciliaciones. Por tanto, sólo la reconciliación formalmente comunicada al Tribunal que conoció y pronunció la separación, es la única que tiene la virtud jurídica de dejar sin efecto el pronunciamiento ejecutorio antes recaído y, consiguientemente, la fuerza de extinguir el derecho a conseguir el divorcio por conversión de aquélla. Cualquiera otra prueba promovida en tal sentido, sería inadmisible por ¡legal'. 6. Admitida la demanda de conversión el Juez ordenará la citación del otro cónyuge en la forma ordinaria, acto procesal éste que es un requisito necesario para la validez de todo el procedimiento que es de naturaleza contenciosa. A este respecto, conviene ilustrar una cuestión interesante que puede dar motivo a erradas interpretaciones y aplicaciones. Estando regido nuestro sistema procesal por el principio según el cual hecha la citación para la litis-contestación o dada legalmente por practicada, "las partes están a derecho", no habrá más necesidad de efectuar otra citación o notificación a las dos partes de ninguno de los actos del juicio, a menos que haya norma que así lo ordene expresamente. De este principio cardinal que encuentra aplicación en todo proceso, sea ordinario o especial, breve o sumario, resulta que citado el otro cónyuge para ser oído sobre la demanda de con3 Nuestro sistema es el mismo brasileño del desquite (Art. 646 Cod. Proc. Civ.), pero más simple, por cuanto no requiere homologación de la reconciliación. "Sin el proceso judicial de la reconciliación, el acto privado de los cónyuges reconciliados no anula el desquite", según la enseñanza de ODIL0N DE ANDRADE, Comentários ao Código de Processo Civil. Vol. VII, pág. 370. 234 Luis LORETO versión, ninguna otra nueva citación o notificación será menester practicar a las partes, sea demandante o demandada, para los actos, de tramitación del procedimiento sumario, considerándoselas desde ese momento suficientemente advertidas de todo lo que en él suceda, pues están a derecho. De ahí que sean innecesarios los traslados y vistas de los escritos y peticiones que durante el procedimiento hicieren las partes, cualquiera que sea la naturaleza y el contenido de ellos, pues se les supone que son de su conocimiento o del de sus apoderados. Es muy corriente en nuestra práctica forense que entre las peticiones hechas por alguno de los cónyuges, figure la que se dirige a obtener la modificación en mayor o menor medida del régimen jurídico que estableció la sentencia o el decreto que pronunció -la separación de cuerpos. Esas peticiones pueden ser hechas por el esposo en la misma demanda, o por el otro, demandado, en la oportunidad de oírsele sobre el contenido de la demanda de conversión. Así, por ejemplo, a menudo se encuentran pedimentos dirigidos, a que se modifique la guarda y el cuidado de los hijos menores, o la pensión alimenticia que les había sido' fijada anteriormente. Esas peticiones se hallan aun en el caso de tratarse de fijaciones hechas por los esposos en el acuerdo para separarse por mutuo consentimiento. Esta circunstancia no será óbice para que el Juez, después de examinar el caso en sí mismo y en las razones y pruebas que se aduzcan para fundamentarlo, de oír al Consejo Venezolano del Niño, y -ponderar rectamente los beneficios tanto personales corno sociales que se derivarían de la modificación solicitada para la vida del menor,' acceda a ella y la acuerde en la sentencia misma de conversión. Las partes en el procedimiento sumario están a derecho, considerándoselas legalmente enteradas de todos los actos procesales de obtención o de causación que se realicen en el mismo, siendo innecesaria toda notificación de ellos a las partes. En este sentido se pronuncia la doctrina, como aparece del siguiente fragmento: "Es de observarse que las decisiones relativas a la guarda de los hijos no tienen jamás autoridad de la cosa juzgada, pudiendo siempre ser modificadas según el interés de los hijos, a petición de la familia o del ministerio público. El Tribunal que pronuncia la conversión puede por tanto, si se le solicita y si juzga apropiado hacerlo, quitar la guarda de los hijos al esposo CONVERSION DE LA SEPARACION.DE CUERPOS 235 al cual ella había sido confiada por la "sentencia de separáción, y es solamente en caso de silencio de la sentencia de conversión sobre este punto, que la guarda d& los hijos queda al esposo al cual ella fue atribuida por- la de separación. Esta enseñanza aparece sustancialmente acogida en una reciente sentencia de la Corte de Casación, en Sala Civil, Mercantil y del Trabajo, que, en su parte pertinente, dice textualmente: "Si en el convenio de separación de cuerpos, que deja subsistente el vínculo matrimonial, puede llevarse a cabo la expresada distribución de la patria potestad, con mayor razón debe poder hacerse cuando el matrimonio se disuelve por la conversión de esa separación de cuerpos en divorcio... En la oportunidad en que el Juez en el procedimiento de conversión de la separación de cuerpos en divorcio, según lo previsto en el artículo 185, ordinal 7? del Código Civil, a petición de uno de los cónyuges declara la conversión solicitada con audiencia del otro cónyuge y con rista del procedimiento anterior, es evidente que, sin infringir los artículos citados, puede disponer que los hijos menores de edad habidos en el matrimonio queden bajo la guarda y custodia de la madre, y que el padre conserve los restantes atributos de la patria potestad`. No se trata en la especie de un caso de mutua petición o demanda reconvencional que sería inadmisible en el procedimiento sumario, sino de pedimentos dirigidos a establecer y fijar las mejores condiciones, tanto morales como económicas, en que debe desenvolverse para el futuro la existencia de los hijos menores. La situación anteriormente establecida era provisional, y en la apreciación de su permanencia o alteración, el Juez de la causa tiene un amplio y saludable poder discrecional. Como en virtud de las modificaciones solicitadas y acogidas o denegadas en la decisión, alguno de los cónyuges puede considerarse agraviado por ella, es manifiesto que él puede alzarse al Superior para la corrección del agravio en los términos de ley. BEUDANT-LEREBOURS-PIGEONNIERE, Cours de droit civil francais, París 1936, Tome II, N9 924. Sentencia de 26 de julio de 1960, publicada en Revista de Derecho y Legislación, Caracas, 1960, año IL, Nos. 590592, pág. 132 y sig. 236 1Luis LORETO Comprobada que sea la causal de divorcio por conversión, el Juez deberá declarar procedente el derecho a obtenerlo, y, en acatamiento a su contenido que forma objeto del proceso sumario, constituirlo en efecto. Aquí su actividad no es discrecional sino vinculada'. 7. Tribunal competente por el territorio para conocer del procedimiento de conversión, es el mismo que hizo el pronunciamiento de separación de cuerpos. En él quedó radicada la competencia para pronunciar sobre la conversión, a tal punto de que si los cónyuges cambiaron de domicilio en el intervalo, no será el Tribunal de éste el competente para pronunciarla, sino aquél que conoció de la separación, por ser el único que puede tener "vista" del procedimiento anterior.. Se trata de una competencia típicamente funcional, y, por lo tanto, improrrogable. Hay como úna especie de perpetuatio fon. 8. En lo tocante al contenido y efectos de la sentencia de conversión, nada determina de manera precisa el sistema positivo, pero es evidente que deben ser en principio, aquellos de la sentencia y decretos convertidos que no sean incompatibles o contrarios a los que se producen en un divorcio obtenido en juicio directo y especial contencioso (constitutivos, de hecho y reflejos), además de aquellos contenidos y efectos que surjan por haberse acogido las modificaciones solicitadas en el trámite de procedimiento sumario de conversión. Así, por ejemplo, el matrimonio queda disuelto; la mujer no podrá usar más el apellido del anterior marido; se extingue la comunidad de bienes si todavía existiere; cesarán todos los derechos y deberes derivados de la condición de cónyuges, tales como el deber de fidelidad y el de prestarse alimentos; la vocación hereditaria legítima cuya pérdida estaba supeditada a la falta de una posible reconciliación, se pierde definitivamente. Por el contrario, aquellas situaciones jurídicas ya establecidas y reguladas por la sentencia o el decreto de separación de cuerpos, tales como las relativas al ejercicio de la patria potestad, educación, alimentos y guarda de los hijos menores que no sufrieron modificación alguna por la sentencia, quedan en toda su fuerza y vigor. No debe 6 NIKISCH, Zivilprozessrecbt, 1952, pág. Civil, 1956, 1, N9 671 c). 155, 3; MARTY y REYNAUD, Droit CONVERSION DE LA SEPARACION DE CUERPOS 237 olvidarse que el divorcio no crea de todo punto situaciones completamente nuevas y originales. Muchas de ellas tienen su raíz en el pasado, en actos y situaciones anteriores del cual el que ahora se dicta no es sino una mera conversión. Por tanto, la sentencia de divorcio arrastra del pasado para el presente y de éste para el porvenir, muchas consecuencias y situaciones jurídicas ya establecidas que, en principio, deben mantenerse y consolidarse bajo el nuevo estado en todo aquello que armonice con el que surge del divorcio. La conversión de la separación de cuerpos en divorcio, una vez , que queda ejecutoria la sentencia que la pronuncia, adquiere autoridad de cosa juzgada inter partes en tanto que efecto declarativo del derecho reconocido y declarado a la conversión; sus efectos erga omnes son obra de la función constitutiva de la sentencia, y no propiamente de la cosa juzgada material. Estos efectos constitutivos se producen para el futuro (ex nunc), y siendo de naturaleza ideal, no son propiamente hablando susceptibles de ejecución. Quedaría tmnicamente por realizar su inserción en los registros del estado civil, a los fines previstos por la ley.