Oficio 220-028190 Del 11 de Mayo de 2012 ASUNTO: Junta Directiva – No es viable delegar la representación de un miembro de dicho cuerpo colegiado – Reuniones universales del máximo órgano social. Me refiero a su comunicación radicada en esta entidad con el número 2012-01-079504, por medio de la cual plantea las siguientes inquietudes relacionadas con una sociedad anónima: “ 1. Cuál es la validez de las decisiones tomadas en una Junta Directiva, en la cual sus miembros principales otorgan poderes especiales a terceros, para que los representen en dichas reuniones, desconociendo la existencia de miembros suplentes debidamente designados por la Asamblea General de Accionistas, e inscritos ante la Cámara de Comercio del domicilio principal de la sociedad. 2. Cuáles son los requisitos para que la Asamblea General de Accionistas de una sociedad anónima, se reúna por fuera del domicilio social, y, sus decisiones sean válidas. 3. Cuáles son los efectos de las determinaciones de una Asamblea General de Accionistas, celebrada por fuera del domicilio social, sin la comparecencia de la totalidad de los accionistas de la sociedad. 4. Cuáles son los efectos de las decisiones adoptadas por una Junta Directiva, cuando sus miembros principales no asisten, y, quienes votan son los representantes o apoderados de estos, desconociendo el derecho que le asiste a los suplentes de actuar frente a la ausencia de los miembros principales. Sobre el particular, en relación con sus inquietudes tenemos: Respuesta a las preguntas 1 y 4: Con el fin de dar contestación a las presentes inquietudes, es preciso tener en cuanta lo consagrado en los artículos 434 y 436 del Estatuto mercantil, que a la letra dicen: Art. 434._ Las atribuciones de la junta directiva se expresarán en los estatutos. Dicha junta se integrará con no menos de tres miembros, y cada uno de ellos tendrá un suplente. A falta de estipulación expresa en contrario, los suplentes serán numéricos. Art. 436._ Los principales y los suplentes de la junta serán elegidos por la asamblea general, para períodos determinados y por cuociente electoral, sin perjuicio de que puedan ser reelegidos o removidos libremente por la misma asamblea. Vistas las normas anteriores, es claro que son norma de carácter imperativo, en donde los miembros de la junta directiva, tanto los principales como los suplentes, son elegidos directamente por el máximo órgano social y no por nadie más, por lo tanto, esa facultad atribuida al citado órgano es indelegable y por ende ni siquiera mediante pacto estatutario es posible, pretender que un miembro de junta directiva, delegue su asistencia a las reuniones del cuerpo colegiado. Si un miembro principal de la junta directiva por una u otra razón no puede asistir a una sesión, la persona que debe reemplazarlo es el miembro suplente que fue elegido en su debida oportunidad. Ahora bien, si tanto el principal como el suplente no pueden concurrir a la reunión citada, simplemente ese renglón estaría ausente y como es obvio no vota. El cargo de miembro del cuerpo que nos ocupa, es personal e intransferible, máxime que las personas elegidas representan los intereses de los asociados, que bien pueden ser los minoritarios quienes solo mediante esta instancia pueden hacerse representar y participar en las orientaciones de la compañía de la cual forman parte. Y es que ubicados en el escenario anterior, vemos como pretender delegar la representación de la asistencia de un miembro de junta directiva en un tercero, indudablemente desvirtuaría la figura de la suplencia, pues no tendría razón de ser su existencia y por eso se reitera que bajo ningún punto de vista no es dable designar un apoderado o mandatario para que actúe en representación de un miembro del cuerpo colegido. Cosa diferente ocurre con las personas jurídicas de carácter público que hacen parte de una junta directiva, toda vez que en este caso al estar dotadas dichas sociedades de un régimen especial, el miembro de la junta directiva puede ser nombrado para una reunión determinada. Ahora bien, si en una junta directiva forma parte como uno de sus miembros una persona jurídica, debe asistir a las sesiones, la persona que en un momento determinado tenga el cargo de representante legal principal y en su ausencia temporal o definitiva, únicamente puede ser suplido por el suplente respectivo, que al igual que el principal, debe encontrarse debidamente inscrito en el registro mercantil. De desconocerse lo antes expuesto estaríamos frente a una reunión que adolece de un requisito de ley, caso en el cual podrá acudirse a impugnar la decisión de la junta directiva en los términos del artículo 421 del Código de Procedimiento Civil. Respuesta a las preguntas 2 y 3 Debemos partir de la base que la regla general es que las reuniones del máximo órgano social, llámese junta de socios, o asamblea general de accionistas, debe realizarse en el lugar de su domicilio social, con sujeción a lo previsto en los estatutos y en la ley en cuanto a convocatoria y quórum, conforme lo consagrado en el artículo 186 del Código de Comercio. Ahora bien, la misma ley en su artículo 186 de la citada obra, contempla la posibilidad de que una reunión del máximo órgano social de una compañía, pueda declararse legalmente instalada y por consiguiente deliberar y decidir válidamente, en cualquier día y lugar, siempre y cuando en dicha sesión se encuentren presentes o debidamente representadas la totalidad de las acciones o cuotas que conforman el capital del ente societario. Es claro entonces que de no estar reunido la totalidad del capital social en el presente caso, las decisiones tomadas serán ineficaces (Artículo 190 del estatuto mercantil). En los anteriores términos se ha dado contestación a su consulta, no sin antes anotarle que los efectos del presente pronunciamiento son los descritos en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.