PARA HABLAR CON DIOS (II) Retablo, en su origen, quiere decir lo que está detrás de la tabla, de la madera con que se construían los altares. El retablo del oratorio de la UM es un óleo inspirado en un cuadro de Murillo que representa la huída a Egipto de la Sagrada Familia, y fue regalado por mons. Álvaro Del Portillo, primer sucesor de San Josemaría Escrivá. La contemplación de la “trinidad de la tierra” (Jesús, María y José) facilita el diálogo con la Trinidad del cielo: José mira a María, María mira a Jesús, Jesús nos mira a todos... desde la Cruz. El presbiterio (lugar de los presbíteros o sacerdotes) es el espacio que rodea al altar de una iglesia u oratorio. En su lado derecho, tomando como referencia el sagrario, se encuentra una imagen de la Santísima Virgen que despierta un particular cariño: es una reproducción de la Nuestra Señora de los Treinta y Tres, a la que el Papa Juan XXIII proclamó en 1960 como “Patrona del Uruguay”. El 8 de mayo de 1988, Juan Pablo II viajó a Florida, donde se venera la imagen original, para honrar a nuestra Patrona. Dijo entonces el Papa: “esta imagen nos pone en ininterrumpida conexión con las generaciones de vuestro pueblo que han ensalzado a María, que han acudido a su protección, que se han dejado guiar por su ejemplo. (...) Su talla en madera de vuestros montes es fruto de esta tierra uruguaya. Manos indias la labraron y trajeron por estos parajes. Amor de indios, blancos y mestizos le hicieron una pequeña hornacina y le ofrecieron sus tierras. Ahora es ya como un memorial de la historia de cada uno de vosotros, de cada familia, de todo el Uruguay”. En el oratorio de la UM, no pocas personas le encomiendan a la Virgen de los Treinta y Tres sus intenciones, rezando el Rosario.