92 TEMA DE FONDO COMUNICACIÓN POLÍTICA participantes: Una profesión que se reivindica David Redoli, presidente de ACOP José Carlos León, director creativo y docente y escritor Manuel Mostaza, director de operaciones de Sigma Dos Diego Crescente, socio de Mas Consulting Pedro Marfil, gerente y coordinador de ACOP Aunque la agenda de los comunicadores políticos es complicada, hemos conseguido reunir en torno a una mesa de debate a algunos de ellos para conocer directamente su análisis sobre el estado de esta profesión en España. A todos les une un objetivo común: acabar con el absurdo mito del político que no necesita asesores porque “se lo hace todo él”, incluso los discursos. La ciudadanía debería entender que la calidad de la política depende también de la calidad de los asesores de los políticos. Texto: Javier San Román ¿Qué es un comunicador político? ¿Es una profesión o una manera de militar en una organización política? ¿o las dos cosas? David Redoli. Es una profesión que está en proceso de definición. Estamos en ciernes. Nos nutrimos de cinco tipos de profesionales conocidos: sociólogos, politólogos, periodistas, psicólogos e historiadores. La comunicación es uno de los vertices del triángulo que enmarca la política: los otros dos son la economía y las leyes. Yo pongo la comunicación en el vértice de arriba de este triángulo, pero eso ya es subjetivo. La comunicación no es la política, sino un instrumento que permite practicarla; igual que el destornillador que te permite montar la estantería no es la estantería. Los profesionales de la comunicación política son los que usan esa herramienta, le dan forma a las ideas y a la narrativa. Lo que para un publicista es el producto para nosotros es el candidato, aunque yo veo muchas más diferencias que semejanzas en estas dos profesiones. José Carlos León. También la profesión publicitaria tuvo que consolidarse poco a poco hasta ser reconocida como es hoy. Eso empezó en los años 50. Sus antecedentes están en otras profesiones como los agentes comerciales de los medios de comunicación o los representantes de las grandes estrellas de Hollywood. Si Redoli aclara que la comunicación es solo una herramienta y no la política tal vez sea porque últimanente se está confundiendo el medio (la comunicación) con el fin (la política) ¿es así? José Carlos León. No es igual en todos los casos. En algunos candidatos o partidos parece que el 90% es comunicación; si lo que dicen no coincide con lo que hacen es cuando hablamos de la demagogia. Por otra parte, decir que sin comunicación no hay política es muchas veces la expresión de un deseo, concretamente el de que se comunique más con la ciudadanía, incluso una medida impopular como un recorte o el rescate a la banca. Pero en la práctica eso no está pasando. El Partido Popular está fallando en comunicación, y sin embargo está en el gobierno y hace política. De hecho, su política de comunicación ha sido muchas veces no comunicar las cosas. Creo que en España se elige no comunicar cuando lo que se tiene que decir no es fácil. Es una inercia antidemocrática de cuando el poder era único y se hacían las cosas “porque había que hacerlas y punto”. Diego Crescente. Tal vez sí se pueda hacer política sin comunicación, y el gobierno actual lo tiene demostrado. Hemos visto cómo medidas muy importantes se explicaban con tres líneas en el Congreso; por no hablar del famoso plasma. A veces la comunicación consise en publicar en el BOE. Otra cosa es el elemento utilistarista de la comunicación. Comunicar bien sirve para llegar al poder y mantenerse en él. Pero no es indispensable para hacer política. Sin embargo, se nota una pulsión de cambio en la sociedad y ahora se exige mucho más la comunicación de todas las medidas y decisiones. De hecho, la imagen del “televisor de plasma” es una de las que más se ha utilizado contra el presidente Rajoy. Es un ya un icono cultural. José Carlos León. Es que lo que se vende desde la comunicación política muchas veces no es la medida concreta, y por eso no se considera necesario explicarla. Lo que se vende es un posicionamiento político; y el que compre eso parece que tiene que aceptar todo lo que implique en términos de decisiones o medidas. Ha habido casos increíbles sobre esto. Manuel Mostaza. Si la política son esos tres vértices, que no lo sé, creo que el de la comunicación no es el que más pesa. Y tal vez me faltaría alguno, como el de las identidades de grupo o nación. David Redoli. Hay tres planos: estratégico, táctico y operativo; y la comunicación tiene más que ver con el táctico y el COMUNICACIÓN POLÍTICA David Redoli José Carlos León operativo que con el estratégico. José Carlos León. Hay partidos que sí están basados en una estrategia de comunicación, y de hecho van cambiando su programa según la conveniencia. Es una política de comunicación ante todo. Aún está por ver si esa forma de hacer política es buena o no, o qué resultado tendrá a largo plazo, pero está claro que crean sobre la marcha y son pura comunicación. Buscando un posicionamiento ganador basado en ideas de comunicación, como por ejemplo “somos distintos”, que no es una idea política, pero sí estratégica. Los expertos en comunicación se ofrecen para dar forma a la estrategia ideológica para que la ciudadanía lo entienda y en cualquier caso pueda dejarse convencer por el mensaje; pero si la estrategia política es la propia comunicación se produce una perversión del modelo. Es decir, si se trata de forma sin fondo; o de decir lo que se quiere oír, el método se habrá convertido en el fin, y es parte de lo que puede estar sucediendo ahora en España, y lo que explicaría que se hable de la muerte de las ideologías o la transversalidad. ¿No es esto una alteración del orden de las cosas? Manuel Mostaza. Es una reflexión interesante. Creo que la sociedad española está muy poco politizada, aunque pueda parecer lo contrario. Creo que en España hay una supervivencia del discurso antipolítico, resultado de la cultura heredada de la dictadura (el propio dictador decía que no hacía política). A todo esto se le suma un nivel de movilización partidista baja en comparación con otros países de Europa. Esto puede propiciar que el medio acabe siendo el mensaje. Algo que solo puede darse si hay bajos niveles de exigencia ideológica o incluso ética en la sociedad. El envoltorio puede acabar sustituyendo a lo que tiene dentro. El fondo exige más esfuerzo, y la forma evita muchas veces la fatigosa tarea de pensar. De este modo, la política se puede convertir en algo evanescente, y que el storytelling sea todo. TEMA DE FONDO 93 Manuel Mostaza En la publicidad hace tiempo que se habla de algo parecido. Se compite en relato más que en atributos de producto -a los que se llama commodities; es decir, algo que el consumidor da por supuesto-. Cuando todos los productos de una misma categoría se parecen entre sí, se supone que el consumidor toma sus decisiones de compra en función de estos recursos de comunicación. José Carlos León. Pero hay grandes diferencias. La publicidad es la actividad de comunicación más controlada que existe. Tenemos legislación y un organismo de autorregulación con sus propios códigos. Por ejemplo, no podemos hacer comparaciones con la competencia que no estén avaladas por estudios, y existe el concepto “publicidad engañosa”. Aplica eso a la comunicación política, a ver qué sale. La publicidad es un contrato. David Redoli. No existe lo mismo en comunicación política, si te refieres al tema de las promesas incumplidas, y además creo que no debería existir. José Carlos León. Hay una paradoja en este mercado político. Que la sociedad parece progresista y de izquierdas pero luego es muy conservadora. Hay resistencia a cambiar de partido. Creo que por eso los partidos no ganan elecciones sino que las pierden. No se pasa factura a los partidos cuando no cumplen y es por eso. Y también por eso hay mucha comunicación política emocional. Pedro Marfil. Yo creo que sí hay reclamos racionales en el debate político. Por ejemplo, el mensaje del voto útil siempre ha intentado eso y muchas veces lo ha conseguido y ha sido decisivo. Manuel Mostaza. Creo que las sociedades occidentales en general han ido perdiendo carga ideológica desde los años 50, y han ido ganando en desconfianza. Desde el 74 es más la gente que piensa que el gobierno no hace lo correcto que al revés. Esta cultura de que el gobierno es algo que hay que 94 TEMA DE FONDO COMUNICACIÓN POLÍTICA Diego Crescente soportar es típica de una sociedad del bienestar. Lo que sucede es que ese bienestar relaja la ideología. Es muy complicado que una sociedad acomodada y con servicios públicos tenga grandes conflictos ideológicos. Una de las consecuencias puede ser que la comunicación llene vacíos. Los dos nuevos partidos que están creciendo en España han encargado su programa económico a gente externa. Es como para preguntarles ¿entonces para qué te presentas? Sacaríamos la conclusión de que el partido no lo ha formado un grupo de gente que comparta unas ideas sobre cómo debe ser la economía, lo que les ha unido es otra cosa. El partido existe antes de que existan sus planteamientos económicos. Luego, cuando hay que hacer un programa económico, recurren a gente externa. Entonces no es la propuesta la que gana los votos, sino que primero se ganan los votos, por caminos que tienen que ver mucho con la comunicación, y luego se hace la propuesta. Es como si creáramos la marca y una vez conseguidos los clientes tuviéramos que hacer el producto. Diego Crescente. Pero el producto no debe confundirse. No es un producto, es una idea. El proceso lineal debate internoprograma-presentación-comunicación se está alterando. Ahora lo que plantean estos otros grupos es una política de demanda frente a una política de oferta, que no debe considerarse mala en sí misma. Ellos mismos lo presentan como la esencia misma de la democracia. Hay nuevas demandas ciudadanas que ningún partido las estaba recogiendo, y tienen un proceso de construcción bajo una marca política. Manuel Mostaza. Esas demandas no son tan espontáneas, primero se siembran y luego se recogen dentro de la organización política. Es un poco ingenuo suponer que la demanda nace en la ciudadanía, porque en parte se ha creado desde la propia organización política. ¿Es esto lo que se llama populismo? Una especie de acusación que se lanzan unos partidos a otros últimamente. Diego Crescente. También puede interpretarse como lo más Pedro Marfil democrático del mundo. Lo que pasa es que no es a lo que estamos acostumbrados. Es revolucionario, pero que el político responda a la demanda de la sociedad no tiene por qué ser malo. También las marcas se están adaptando ahora a un nuevo entorno en el que los consumidores opinan abiertamente sobre los productos a través de las redes sociales. Es algo que no existía y obliga a una adaptación. Pedro Marfil. Hay que ser cauteloso y diferenciar entre discurso populista y discurso adaptado a un contexto. Algunos autores como José Ignacio Torreblanca comentan que el fenómeno Podemos o Ciudadanos era predecible desde hace años. Existía realmente un porcentaje muy considerable en la población de gente a la que no le gustaba como se estaba desarrollando la política. Y eso empieza a manifestarse en el 15M. El hecho de que luego surjan elementos que saben leer ese contexto es perfectamente explicable. La adaptación del discurso al contexto es la variable clave. Efectivamente, el 15M se convirtió en un símbolo que ha sabido incorporarse a un discurso político, del mismo modo que hacen los publicitario en los buenos anuncios: detectan el mito en el subconsciente colectivo y lo convierten en lenguaje de masas para vender un producto. Lo hicieron también con la estética del 15m en algunos anuncios de marcas muy conocidas. Manuel Mostaza. Yo siento no estar de acuerdo. Hay un poco de la falacia de la narrativa en todo esto. Una falacia que consiste en decir que “esto se veía venir porque ha acabado así”. Tenemos la necesidad de generarnos relatos, cuanto más hermosos mejor. Y el del 15M lo es porque primero fue la gente y luego fueron unos profesores de la facultad de políticas de la Universidad Complutense que lo convirtieron en partido, pero eso es un relato ingenuo. Construido artificialmente y después de conocidos los acontecimientos. Por ejemplo, antes ya estaba UPyD con un discurso anticorrupción parecido. José Carlos León. No parece una casualidad que ese relato lo 96 TEMA DE FONDO COMUNICACIÓN POLÍTICA « La emergencia de nuevos partidos está relacionada con la duración de la crisis y su brutal impacto. No solo con el 15M. Creo que ha habido partidos que detectaron los huecos de oportunidad para generar un marco. » (Manuel Mostaza) hayan construido expertos en comunicación política desde la Universidad. El 15M no tenía tampoco una propuesta política concreta, era bastante caótico en ese sentido. Pero ahora alguien lo ha convertido en una fuerza política que tiene que rellenarse de propuestas casi por obligación. Había reivindicaciones, algunas incluso contradictorias, pero al final tenía su USP: estoy indignado y quiero que las cosas cambien. No era un programa político. Alguien lo ha convertido en una fuerza electoral. Manuel Mostaza. La emergencia de nuevos partidos está relacionada con la duración de la crisis y su brutal impacto. No solo con el 15M. Creo que ha habido partidos que detectaron los huecos de oportunidad para generar un marco. Otro factor que explica el fenómeno Podemos es su constante presencia televisiva y su buena capacidad para comunicar y para generar un marco de pensamiento, pero eso no significa que el marco sea real, porque ningún marco lo es, son contrucciones culturales. A los españoles el problema que más les preocupa es el paro, muy por encima de la corrupción, pero el marco que ha triunfado es el de la lucha contra la corrupción antes que contra el paro. El debate político se centra mucho en este otro asunto, inlcuso se relaciona este con todo los demás. Es mucho menos inocente de lo que parece. Porque detrás lo que hay es una ambición de poder. La política es lucha por el poder, y el poder es la voluntad de encontrar obediencia. ¡Claro que se quiere llegar al poder, y claro que se usa la vía populista, porque en un ecenario de crisis económica es un camino rápido y eficaz! El relato sobre lo inevitable y espontáneo que ha sido este fenómeno es ingenuo. También podría no haber pasado nada de esto. Izquierda Unida podría haber aprovechado el impulso y hoy no estaríamos en este escenario; y no se podría usar la falacia narrativa o se usaría de otro modo. Muchas veces cuanto más hermoso es un relato, menos epistemológico. José Carlos León. En términos de marketing lo que hacen las encuestas es buscar el nicho de mercado, la oportunidad. Pero se detecta la necesidad, no tanto la solución. Eso corresponde al que fabrica el producto. Y muchas otras veces la necesidad no se detecta sino que se crea. Por ejemplo, ahora se cuestiona el bipartidismo, un sistema que funciona perfectamente en otros países democráticos. En cambio mucha gente siente la necesidad de acabar con él no de reformarlo. Es un éxito de comunicación, y se está gestionando desde las redes sociales y las tertulias televisivas. Sobre eso hay cierta controversia ¿Se está sobredimensionando el poder de internet en el debate político? José Carlos León. Tal vez. Obama invirtió mucho más en publicidad en televisión que el partido republicano, y sin embargo construyó la leyenda de que se apoyó en las redes sociales. Y cuando llevaba dos años gobernando ya había invertido dos veces más en TV que su antecesor. Esas leyendas son muy frecuentes y tienen que ver con los marcos. Por ejemplo, después de las europeas toda la atención de la prensa se concentró en Podemos, como si hubieran ganado. David Redoli. También es cierto que a Podemos se le está haciendo una guerra comunicacional desde el momento en que se ha entendido que es un fenómeno de comunicación. Se le ataca con sus mismas armas, como era previsible. Y creo que eso da importancia a la comunicación, una vez más. Por otra parte, las redes sociales son espacios que fomentan la tribalización. Gente que busca afines para consolidar sus ideas. No hay tanto debate. Pero esa es una guerra de frames, por ejemplo el de abajo contra arriba intenta imponerse o sustituir al de izquierdas contra derechas. Es un pulso de frames, no de propuestas políticas. Diego Crescente. En el fondo las campañas electorales son eso, y por tanto la comunicación sí es importante en ese periodo, que además es el más emocional. Lo que pasa es que últimamente la campaña electoral es permanente, no un periodo determinado. Por eso también aumenta la importancia de la comunicación política. Manuel Mostaza. La mayoría de la población cuando se le pregunta que se defina ideológicamente integra el margen entre el cuatro y el seis, siendo 0 extrema izquierda y 10 extrema derecha. Este diagrama forma una campana de gaus casi perfecta y el pico está en torno al 4,6. El consenso entre cuatro y seis hace que no se debatan propuesta ideológicas porque en esa horquilla no es posible demasiado debate. Además, hay que añadir que el Estado español ha perdido mucha soberanía al integrarse en la Unión Europea. Hay un consenso sobre la pertenencia a la Unión Europea que solo Podemos empezó cuestionándolo, y ahora ni siquiera eso. Lo mismo con otros asuntos como el aborto. Por eso el debate es sobre otros asuntos. La salida a esta situación no se busca por el lado ideológico, sino del frame. Por ejemplo: “yo no COMUNICACIÓN POLÍTICA TEMA DE FONDO 97 « Se ha construido un relato alrededor de este líder (Pablo Iglesias), que no importa si es tan real o no. Claro que tiene pasado político, pero el relato del mito ha triunfado. » (David Redoli) soy como tú”. José Carlos León. Partidos como UPyD ya lo utilizaron y no les funcionó tan bien. Quizás por el momento, porque no tuvieron tanto eco mediático, porque tenían un perfil tecnócrata más que emocional o porque Rosa Díez tenía un pasado político. Pedro Marfil. A UPyD le ha fallado la coherencia del relato. No podían proponer un cambio de la misma manera porque venía del propio sistema que querían cambiar, y era algo muy reconocible. Pero Pablo Iglesias también tiene pasado político, aunque se conozca menos. También ha formado parte del sistema a su manera. David Redoli. Se ha construido un relato alrededor de este líder, que no importa si es tan real o no. Claro que tiene pasado político, pero el relato del mito ha triunfado. Para hacer un discurso político hay que manejar bien los mitos, junto con los frames y la metáfora. Obama sigue usando el mito del american dream para hablar de sí mismo porque es el primer presidente negro, mientras que sociólogos como Robert Putnam o Livinsky dicen que el ascensor social se ha roto en Estados Unidos y por tanto ya no existe el american dream. El chavismo ha utilizado el mito bolivariano y le ha funcionado mucho, incluso modificando la verdadera historia de Simón Bolívar. Igual que Fidel Castro construyó el mito del Che Guevara. Esto es consustancial al buen político, y los de Podemos han utilizado muy bien la contrucción de mitos. Incluso Pablo Iglesias ha hecho un mito de sí mismo. El profesor sin pasado y sin mancha que da un paso adelante en medio de la crisis institucional. Ese mito ha triunfado aunque no sea del todo cierto porque está metido en política desde hace mucho tiempo. Esos mitos cuando se imponen son muy difíciles de contradecir. Las encuestas están frente a un reto importante porque hay demasiadas novedades ¿está su credibilidad en juego? Manuel Mostaza. La campana de gaus en el marco izquierda derecha sigue existiendo y creemos que tiene su importancia. El pico estaría en un 4,6 y a Podemos se lo indentifica en el 2,5, incluso por debajo de IU, y a Ciudadanos en el 5,5. Por eso nace el marco de la transversalidad. No hay ninguna ley electoral, pero sí parece difícil que un partido por encima del 8 o por debajo del 3 gane unas elecciones. La salida natural es impugnar la escala. Y hablar del pueblo contra la casta, arriba y abajo, etcétera. Beppe Grillo lo utilizó en Italia, y tiene sentido porque el caso de IU ha demostrado ya durante años que en el otro marco hay un techo que conoduce a la irrelevancia. La estrategia de Podemos es buena porque es la única posible; el posicionamiento de Ciudadanos es un poco más cómodo, y por eso no tiene que cambiar tanto el marco. Una parte importante del crecimiento de Ciudadanos se basa en antiguos votantes del PP, antiguos votantes de centro izquierda y una parte de gente que pasa su cabreo con el sistema desde Podemos a Ciudadanos. El porcentaje funciona a tercios más o menos. Cuando se habla de la cocina de las encuestas se usa una metáfora peyorativa porque parece que la cocina consiste en que salga el plato que tú quieres. En realidad lo que se persigue es acertar porque es un servicio profesional ¿qué es la cocina? Manuel Mostaza. Como metáfora es mejor hablar de un puzzle. Necesitamos todas las piezas. Sin todas las piezas no ves el puzzle, porque hay huecos. Puede que la pieza más importante sea la intención directa de voto, pero no es la única. Si el parlamento se compusiera de lo que dice la intención directa de voto en las encuestas el Partido Popular sería fuerza extraparlamentaria en Cataluña. No todo el mundo dice a quien va a votar. Hay otra pieza que es el recuerdo de voto. A veces no es que los encuestados mientan, sino que se engañan a sí mismos; como ocurre ahora cuando preguntas por las europeas y mucha gente que no voto a Podemos dice que sí les votó. Lo mismo ocurre con el recuerdo de voto del PP, que es mucho más bajo de lo que sucedió en las elecciones. La intención directa de voto, sin el resto de las piezas, no vale para nada. ¿Son performativas las encuestas? Manuel Mostaza. Somos un espejo. Yo os digo lo que veo. Claro que tiene un efecto performativo. Es evidente. Pero por favor: “no disparen al pianista”. José Carlos León. En el mercado publicitario el líder tiene un efecto arrastre. David Redoli. También es cierto que las encuestas tienen un efecto sobre el equipo profesional de un político. Tal vez demasiado. Sobre todo si se adaptan las estrategias. Hablemos también del papel de los medios de comunicación. Cuando una marca hace un anuncio y compra un espacio publicitario para publicarlo, puede estar segura de 98 TEMA DE FONDO COMUNICACIÓN POLÍTICA que lo que llegará a la audiencia es lo que haya hecho, bien o mal. En cambio, con la comunicación política el mensaje diseñado tiene que pasar por el filtro de los informadores, que están muy politizados, y puede haber una distorsión, ¿estáis de acuerdo en que aquí hay también una diferencia? José Carlos León. La publicidad es unívoca. Las marcas hacen relaciones públicas, pero no creo que el peso sea tanto como en la comunicación política. Diego Crescente. Es evidente que se pueden utilizar las encuestas como arma política. Pero hay que suponer la profesionalidad de las empresas que las hacen. David Redoli. Mazzoleni habla de mediocracias. Lo que aparece en los medios de comunicación tiene tanta influencia en la percepción de la realidad, que o buscamos canales para contrarrestasr ese cuarto poder que podemos llegar a estar dominados por la percepción que se transmite a través de esos medios. Manuel Mostaza. La política también es una cuestión de élites, nos guste o no. Muy poca gente lee y a muy poca le interesa la política de verdad. El producto está muy constreñido. Y a veces hay una endogamia en la comunicación política, de la que forman parte de los periodistas y su relación con los políticos. José Carlos León. Estoy de acuerdo en el factor élite. Pero si a la ciudadanía no le gusta el factor élite debe abrirse más y aprovechar las oportunidades de participación. El debate sobre el Estado de la Nación no se sigue mucho, y eso es abandono ciudadano, lo que deja espacio para que sea la élite la que decide. A veces después de ver el DET lees los titulares de los periódicos y te dices: “yo no he visto esto”. Es cuando te das cuenta del poder de los medios. Porque tú sí viste el Debate. Pero si solo confías en el titular la percepción cambiará. Lo mismo para el resto de las informaciones, donde se sacan de contexto frases y se hacen muchas otras cosas. Creo que si la ciudadanía tuviera más conciencia política real los políticos y las élites lo tendrían más difícil para pasar el examen, y tampoco tendría tanto efecto performativo la encuesta electoral del día antes. Diego Crescente. Está participación ciudadana ayudaría a que hubiera menos endogamia en la élite, que está muy preocupada por ocupar el editorial de un periódico como El País, cuando en realidad no lo está leyendo tanta gente como la que luego ve la tertulia política del sábado por la noche. También hay un consumo endogámico de la comunicación política. Pedro Marfil. La dinámica de medios ha favorecido a los políticos que no dejan indiferentes a nadie con sus intervenciones, como ocurre con los de Podemos. Porque conectan y son mediáticos. Eso gusta a los periodistas mucho más que un discurso político más riguroso. Eso es espectáculo, no es aburrido. El lenguaje de Podemos se adapta mucho mejor a este formato. Dentro de las lógicas mediáticas este factor es importante. Conocer el lenguaje de los medios es ganar mucho terreno en política. Para eso está nuestra profesión también. Diego Crescente. Es casi lo primero que pide un político que recurre a un asesor como nosotros: aprender a manejar el lenguaje de los medios, a desenvolverse en este espacio y sobre todo en la televisión. José Carlos León. Aquí también puede haber una semejanza con la publicidad: la simplificación del mensaje para adaptarlo al molde mediático. Como la gente rechaza el análisis en profundidad hay que hacer una USP: Estoy contra la casta, somos el partido de los trabajadores, el que me ataca a mí ataca a la nación, etcétera. Ese tipo de simplificaciones parecen destinadas a consolidar el efecto tribalización, muy fomentada también por las redes sociales, como decía antes Redoli ¿Se puede decir que esta tribalización limita la migración de voto, y como consecuencia el campo de actuación de la comunicación política, o al menos de unos de sus objetivos? David Redoli. Una de las consecuencias de la tribalización es el sesgo de la credibilidad. Por eso creo que los comunicadores políticos tenemos que ser también un poco psicólogos. La mente funciona así. Minimiza los defectos propios, o de tu grupo, y maximiza los del rival. Se está viendo claramente ahora en los temas de corrupción. Por eso Luis Arroyo dice que la política es creer para ver, no ver para creer. Es decir, solo ves lo que ya crees, que es también lo que dice tu partido. Y creo que no se hace de manera cínica, sino sincera. Es simplemente un mecanismo psicológico, que debemos tener en cuenta. COMUNICACIÓN POLÍTICA José Carlos León. Y Ortega y Gasset decía que era mucho más fácil convencerte de algo que convencerte de que te han engañado. David Redoli. El marais, o la masa de indecisos no pasa en España de los dos millones de personas, que puede parecer mucho, o suficiente, pero son muchos más los que votan a su partidos pase lo que pase. Es así desde los 70. No hay demasiada migración de progresista a conservador, pero sí hay indecisos y hay desmotivación. Y eso se puede mover más fácilmente. Aunque la comunicación política está para mucho más que cambiar la intención de voto. La situación ideal para nosotros no es ser solo un proveedor de un servicio profesional, sino integrarnos en el equipo, formar parte de él. Algo parecido piden las agencias de publicidad a sus clientes, sobre todo para plantear estrategias cuyo resultado mejora a largo plazo. Lo que ocurre es que al profesional de la comunicación política se le puede acabar confundiendo con un político más, cuando en realidad debería ser capaz de trabajar para cualquiera, si estamos hablando de un oficio; ahí sí debería existir la transversalidad. Manuel Mostaza. El sueño ideal de un asesor de comunicación que quiere hacer un buen trabajo es formar parte integral del equipo. Pero eso tiene consecuencias. Muchos de los asesores políticos se preocupan por dejar claro que son de determinado partido, por eso es un poco ingenuo pensar que te pueda llamar el otro. Diego Crescente. No estoy seguro de que ser reconocido como parte de un partido sea una ventaja para el asesor. Deberíamos poder tener clientes de espectros diferentes. En otros países funciona así. Pedro Marfil. A nivel local esto se da con más frecuencia. No debemos limitar nuestro campo de actuación a las altas esferas del poder. Nuestro ámbito de actuación es mucho más grande. José Carlos León. Desde un punto de vista publicitario, esto es perfectamente posible. El enfoque profesional parte de unas preguntas que debe responder el cliente: cuál es tu público, cuáles son tus valores, cuál tu lenguaje… y una vez conocidas las respuestas decirle cómo comunicar. Si luego se trabaja para otro partido, se repiten las preguntas y se cambian los consejos si es preciso. El programa político no lo TEMA DE FONDO 99 hace el comunicador. David Redoli. Los publicitarios sois conocidos. Se habla de las agencias, de los creativos, inlcuso se os premia el trabajo en festivales. Nosotros en cambio somos invisibles. Y no por elección, sino porque así es la cultura política española. El asesor que brilla está expuesto a un peligro. Sra. Rushmore puede ahora presumir del trabajo que hizo para Zapatero, pero los que fueron sus asesores no lo hacen. Y eso es una diferencia cultural. Probablemente la raíz está en esta idea equivocada de que el político se lo hace todo: hasta escribirse sus discursos. Hay periodistas españoles que llegan a decir sobre un político que “le han escrito el discurso” en tono de crítica. En cambio, en Estados Unidos el político presume de haber incorporado a determinado escritor a su equipo de redacción de discursos. La diferencia es muy grande. Manuel Mostaza Estoy totalmente de acuerdo y creo que esto enlaza con ese sustrato de antipolítica que hay en la sociedad española al que me refería antes. De ahí deriva ese mito del político que trabaja solo y lo hace todo él sin descanso, un modelo antiguo. Parece que si tienes que rodearte de expertos es que no eres un líder, cuando en realidad es todo lo contrario. David Redoli. Es el mismo prejuicio que existe con determinados avances técnicos como el teleprompter, que el político al principio lo rechazaba porque pensaba que la gente interpretaría que no está siendo líder o le falta personalidad para hablar por sí mismo: “qué dirá la gente si leo”. Es absurdo. Obama pronuncia 600 discursos al año, y todo lo hace con teleprompter. Lo curioso es que el político español diga que quiere ser como él. ¿En qué quedamos? Lo que demuestra un discurso elaborado por un equipo es que está trabajado, y que se ha estudiado por expertos para que tenga criterio y fundamento. Deberíamos terminar con el rechazo a aceptar que se tiene ese equipo. La calidad de los asesores influye en la calidad de la política, y por tanto en la calidad de la democracia. Es algo que deberíamos envidiar de los publicitarios. Ellos no tienen ese complejo. Hasta les dan premios. A nosotros no nos darían premios, a lo mejor nos despedían si decimos que hemos escrito determinado discurso.