Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 HEMORRAGIA DE LA PORCIÓN PETROSA DEL HUESO TEMPORAL COMO SIGNO DE INTERÉS CRIMINALÍSTICO DE LA ASFIXIA POR SUMERSIÓN Germán Saavedra* Napoleón Tocci D.** Resumen Se desarrolla un estudio de la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. El objetivo de la investigación es establecer la relación entre la hemorragia de la porción petrosa del temporal y la asfixia por sumersión. Se planteó como hipótesis que la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal es un signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión y guarda relación con otra asfixia mecánica. La investigación es tipo correlacional y su diseño ex post facto. La población la conformaron veinte (20) sujetos víctimas por asfixia, de los cuales cinco (05) fueron del sexo femenino y quince (15) del sexo masculino. El procedimiento utilizado fue la observación, registrando sistemáticamente la presencia o ausencia de elementos en la autopsia practicada a los cadáveres. Los datos obtenidos se analizan mediante la estadística descriptiva, expresados en porcentajes y/o frecuencias. Palabras clave: Asfixia; Hemorragia. Porción petrosa; Sumersión. PETROSA HEMORRHAGE THE PORTION OF THE TEMPORAL BONE AS SIGN OF INTEREST CRIMINAL ASPHYXIATION BY DROWNING Abstract Develops a study of bleeding from the Petrosa portion of the temporal bone as a sign of Criminal asphyxia by drowning. The objective of this research is to establish the portion of the bleeding time and Petrosa of asphyxia by drowning. Raised the hypothesis that the bleeding of the Petrosa portion of the temporal bone is a sign of forensic interest of asphyxia by drowning and other related mechanical asphyxia. The research is correlational and rate design ex post facto. The population consisted of twenty (20) subjects by suffocation victims, of whom five (05) were female and fifteen (15) male. The procedure used was the observation, recording systematically the presence or absence of the autopsy on the bodies. The data were analyzed using descriptive statistics in terms of percentages and / or frequencies. Key words: Choking Hemorrhage-bone portion of the temporal bone Petrosa‑Drowning. Recibido: 09-2-09 Aceptado: 24-4-09 * Médico Cirujano. Especialista en Anestesiología ( UCLA ). Post Grado en Criminalística (USM). Abogado (UAM) . Maestrante en Ciencias Penales y Criminológicas UC. Médico Forense. Experto Profesional IV. Jefe de la Medicatura Forense de la Subdelegación de Puerto Cabello del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (CICPC). Docente del Instituto Universitario de Tecnología de Puerto Cabello. Email: gesa59(@)hotmail.com ** Médico Cirujano. Especialista en Anatomía Patológica (UCV). Post Grado en Criminalística USM. Patólogo Forense. Experto Profesional III del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas (CICPC). Doctorante en Ciencias Médicas de la UC. Docente de la Facultad de Ciencias de la Salud. Email: napoleontocci(@)hotmail.com 547 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. Sumario Introducción Capítulo I El Problema Contextualización y delimitación del problema Objetivos de la Investigación Justificación Sistema de Hipótesis Sistema de variables Capítulo II Marco Teórico Antecedentes de la investigación Fundamentos teóricos Mecanismo de la muerte El ahogamiento Basamento legal Capítulo III Marco Metodológico Tipo y diseño de investigación Instrumentos Procedimientos Capítulo IV Presentación y análisis de los resultados Presentación de los datos Análisis de los resultados Capítulo V Conclusiones y Recomendaciones Bibliografía 548 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 Introducción La presente investigación está referida a la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. A través del estudio se pretende aportar evidencia que le permitan al médico y patólogo forense tomar decisiones en circunstancias en las cuales la muerte ha sucedido como consecuencia de algún tipo de asfixia. Aunque existen varios tipos de asfixia, en general se acepta, que ésta se asociaron con la pérdida de la conciencia como resultado del escaso oxígeno y, a menudo demasiado dióxido de carbono en la sangre. En medicina forense, la asfixia es un término general que acompaña una variedad de condiciones que tradicionalmente se ha pensado que tienen que ver con la utilización del oxígeno. En consecuencia, para sobrevivir, una persona necesita oxígeno, y eliminar los productos indeseados. Este proceso se denomina respiración. Con el fin de respirar, debe haber un pasaje libre desde el ambiente a los pulmones, el pecho debe expandirse y permitir el movimiento del aire en los pulmones, y éstos también deben expandirse. Además, es importante destacar que las asfixias involucran algún defecto en la respiración. Sin embargo, la asfixia incluye también alteración en el flujo sanguíneo cerebral, como por ejemplo en la compresión del cuello; situaciones en las cuales en el ambiente falta oxígeno, tal como sucede en la atmósfera vaciada; incremento de la presión vascular del tórax y el cerebro, como en la compresión del pecho; y la asfixia por sumersión, como ocurre en el ahogamiento. La naturaleza de la muerte por asfixia puede ser natural, homicida, suicida y accidental. La determinación de la causa de la muerte por ahogamiento es cuestión que ha preocupado a patólogos y forenses, la posibilidad de identificar estas causas es compleja por la inexistencia de pruebas especificas que permitan determinarlas. El acopio de evidencias es un elemento fundamental en la distinción definitiva de las causas de la muerte ocurridas en un entorno acuático. Este trabajo consta de cinco capítulos. En el primero se presenta el problema en estudio, el cual trata de la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como evidencia en la determinación de la causa de la muerte por sumersión. En el segundo capítulo se presenta el marco teórico, donde 549 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. se presentan los fundamentos que sustenten la investigación; en este sentido, se hace referencia a las teorías relativas a la asfixia, mecanismo de muerte por asfixia y bases legales que apoyan estas teorías. En el tercer capítulo se presenta la metodología que rige la investigación, la cual se basa en un estudio ex post facto; el cuarto capítulo está constituido por el análisis de los datos obtenidos de las autopsias practicadas a víctimas de asfixia por sumersión y mecánica, determinándose su significación estadística a través de la prueba Chi cuadrado y, el quinto capítulo, está conformado por las conclusiones y recomendaciones, entre ellas destaca el hecho que hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal es un signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión y por ello en el informe forense debe constar si hubo hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal en las víctimas por asfixia. Capítulo I El Problema 1.1. Contextualización y Delimitación del Problema La asfixia por sumersión es un problema complejo y de importantes consecuencias en la investigación médico legal. Lo cual hace necesario que al evaluar estas cosas el médico forense tenga presente que ante todo cadáver extraído del agua debe plantearse tres posibilidades, como son las siguientes: que se trate de una muerte por sumersión, tanto en su variedad de sumersión-inhibición como en la de sumersión asfixia; que se trate de una muerte accidental en el agua por una causa distinta, ejemplo, una angina de pecho; y que corresponda a la caída al agua de una víctima (liberación de un cadáver). La mayoría de los cuerpos de ahogados son rescatados cuando ya ha aparecido la putrefacción, o en reducción esquelética franca. No es posible emplear signos clásicos de asfixia. Por lo tanto, es importante mencionar que a nivel de la base del cráneo es factible encontrar dos signos, la hemorragia temporal o signo de Niles (1962), que consiste en sangre extravasada en las células de las celdas mastoideas y el oído medio, que se transparenta como una zona azulada en la cara antero posterior de la porción petrosa del hueso temporal a nivel del tegmen timpani. El otro signo que es posible encontrar en casos de sumersión es el de Vargas Alvarado (1972) debido a hemorragia en las celdas del etmoides, y se 550 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 observan como zonas azuladas en el compartimiento anterior de la base del cráneo, a cada lado de la apófisis crista galli. Ambos signos pueden estar ausentes por proceso crónico del conducto auditivo externo de las fosas nasales. Por otra parte, estas hemorragias carecen de valor como signos de sumersión cuando se ha producido por traumatismo craneoencefálico. El diagnóstico de ahogamiento es complicado por el hecho de que no hay pruebas específicas para probar el ahogamiento. Algunos estudios se han llevado a cabo para evaluar la absorción y circulación de organismos pequeños encontrados en el agua aspirada por la víctima durante el ahogamiento. En estos momentos, estos estudios no han sido validados, requieren experticia especial y no están disponibles generalmente. El ahogamiento puede ser difícil de diagnosticar, sin embargo cuando la información de investigación apropiada sobre la víctima, las circunstancias y la escena son asociada con los hallazgos del examen post-mortem, incluyendo pruebas de laboratorio, un diagnóstico correcto puede usualmente hacerse (Teke, 1993). El médico y el patólogo forense se enfrentan en algunas ocasiones a la problemática de decidir si un individuo fue víctima de asfixia por sumersión o por otro tipo de asfixia, y establecer la naturaleza de dicha muerte; es de interés criminalístico el conocer que existe un signo objetivo, evaluable y constante en los fallecidos por asfixias mecánicas, que es la hemorragia del hueso del peñasco. La hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal es un signo de las asfixias por sumersión, que puede estar presente en otros casos de asfixias, pero que en las asfixias por sumersión siempre están presentes. . Por ejemplo, el gradiente de presión entre el oído medio y el ambiente en el que ocurre en la sumersión, no es el factor único o principal para ello. La hipoxia es un elemento común en todas las causas de muerte presentadas en este estudio, pudiendo ser ésta la causa del daño al endotelio vascular, con la subsecuente hemorragia a nivel del oído medio. Debido a que la hemorragia de la porción petrosa del temporal se presenta en casos cuyo factor común es la hipoxia, podría pensarse que sea esta la que cause la lesión vascular, con la subsecuente hemorragia, Estudios recientes han demostrado que el endotelio vascular, a pesar de ser una estructura relativamente simple, se comporta como un tejido con muchas funciones sintéticas y metabólicas, siendo sensible a alteraciones locales como cambios físicos, químicos y humorales, y no escapa a los efectos que sobre él y los otros tejidos del organismo ocasiona un 551 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. fenómeno hipóxico. Por otro lado, varios autores coinciden en que el efecto de la hipoxia sobre el endotelio vascular, depende de su intensidad, del tipo de sustancias vasoactivas que se liberen del endotelio en una situación de estrés como ésta, del estado nutricional del individuo y de la presencia de patologías de fondo. La omisión o falta de búsqueda de este signo puede entorpecer en algún momento la orientación de una investigación criminalística. Según Gómez (1999) como consecuencia de esta problemática puede pasarse por alto un evento físiopatológico fundamental en el diagnóstico anatomopatológico en la asfixia mecánica por sumersión o por otros mecanismos asfícticos, y por otro lado puede quedar impune algún hecho criminal. Es necesario dar a conocer a los expertos encargados de efectuar las autopsias y exámenes médico legales, la importancia de la valorización de este signo. En esta investigación se plantea la necesidad de la búsqueda del signo de la hemorragia de la porción petrosa del temporal, y se pretende implementar como norma a la hora de valorar una asfixia por sumersión, o por otro mecanismo asfíctico, la búsqueda y registro de este signo a nivel de este hueso. En este estudio se analiza la hemorragia de la porción petrosa de ambos huesos temporales, correspondiente a las autopsias de cadáveres con causas de muerte relacionadas con asfixias mecánicas por sumersión y otros mecanismos asfícticos, examinados en la Morgue del Hospital Dr. Adolfo Prince Lara, en la ciudad de Puerto Cabello del Estado Carabobo, en el período comprendido entre Enero de 2007 y Diciembre de 2007. 1.2 Formulación de la Investigación De acuerdo con el problema planteado se establecen las siguientes interrogantes de investigación, relacionadas con la hemorragia del hueso del peñasco del temporal y las asfixias mecánicas: ¿Cómo podría asociarse la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal con la muerte por asfixia mecánica por sumersión de forma que coadyuve a esclarecer la circunstancia en que se encontraba la víctima al momento de entrar al agua: viva o muerta? ¿Qué relación existe entre la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal y otras asfixias mecánicas? 552 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 1.3 Objetivos de la Investigación Objetivo General Establecer la relación entre la hemorragia del hueso del temporal y la asfixia mecánica por sumersión, como signo de interés criminalístico para el diagnóstico de la naturaleza y circunstancias de la muerte, en la Morgue del Hospital Dr. Adolfo Prince Lara, en la ciudad de Puerto Cabello del Estado Carabobo, en el período comprendido entre Enero de 2007 y Diciembre de 2007. Objetivos Específicos - Demostrar que la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal, es un signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión que evidencia la circunstancia en que se encontraba la víctima en el momento de entrar al agua: viva o muerta. - Determinar la relación entre la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal con otras asfixias mecánicas (ahorcamiento), para orientar al médico y al patólogo forense acerca de las circunstancias en que ocurrió la muerte. 1.4 Justificación de la Investigación Aunque el diagnóstico de la sumersión sea complicado, es un hecho que amerita su investigación y aclarar, mediante las evidencias, que no se trata de un homicidio, pues de suceder así, entonces el crimen y el criminal quedarían impunes. Los estudios que hasta ahora se han realizado sobre la absorción de organismos presentes en el entorno acuático, no se consideran evidencias válidas y convincentes a la hora de establecer la causa de la muerte por sumersión, por lo que la búsqueda de evidencias contundentes y válidas, desde el punto de vista de la medicina forense y de la criminalística, sea una línea de investigación con marcado valor social, judicial y científico. La investigación que se realiza sobre la posibilidad de que la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal sea un signo de interés 553 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. criminalístico en la asfixia por sumersión, y la relación de su presencia en los otros mecanismos asfícticos, permitiría esclarecer los hechos en los cuales un sujeto pierda la vida en circunstancias extrañas en las cuales esté presente una situación de asfixia, y que aparentemente se trate de un accidente, de un error de la víctima, pero no de un acto criminal, y así evitar que un victimario o que un hecho criminal queden impunes, siendo la pretensión de este trabajo establecer, y aportar a los entes administradores de justicia, un conocimiento científico de gran valor probatorio en lo relativo al diagnóstico de la naturaleza y las circunstancias de la muerte en los casos producidos por asfixia mecánica, que permitan una adecuada y oportuna administración de justicia. 1.5 Sistemas de Hipótesis 1.5.1 Hipótesis General La hemorragia de la porción petrosa del hueso Temporal, es un signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión y guarda relación con otra asfixia mecánica. 1.6. Sistema de Variables 1.6.1 Definición Conceptual Cuadro Nº 1. Identificación y Conceptualización de las Variables. 554 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 Fuentes: Macropatología, p. 34, Sandritter 1972, Barcelona, España. Medicina Legal, p. 15, Martín 1994, Caracas. Manual de Criminalística, pp. 110 – 111, González 1998, Caracas. 1.6.2 Operacionalización de las Variables Cuadro Nº 2. Definición Operacional de las Variables. Fuentes: Macropatología, p. 34, Sandritter 1972, Barcelona, España. Medicina Legal, p. 15, Martín 1994, Caracas, Venezuela. Manual de Criminalística, pp. 110 – 111, González 1998, Caracas. 555 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. Capítulo II Marco Teórico 2.1 Antecedentes Relacionados con la Investigación La búsqueda de antecedentes relacionados con el objeto de estudio de la presente investigación no ha proporcionado hasta el presente resultados satisfactorios, en relación con la cantidad de trabajos encontrados, lo cual evidencia escasez de estudios referidos al tema. En este sentido se reseñan dos antecedentes relacionados con el estudio. Uno de ellos, realizado por Niles (1962) sobre “La Hemorragia en el Oído Medio y en las Celdas Mastoideas en las Víctimas por Ahogamiento” donde el objetivo planteado fue indagar acerca de las características que describen la hemorragia en las celdas mastoideas y en el oído medio e sujetos víctimas de muerte por sumersión. Este investigador encontró que se produce una hemorragia en el hueso temporal (porción petrosa del temporal), la cual tiene lugar en las celdas mastoideas, en el oído medio. En esta última localización se visualiza como zona azulosa en la parte media de la cara antero-superior de la porción escamosa del hueso temporal. Se explica por los cambios de presión en estas estructuras durante la penetración del líquido en el conducto auditivo. La otra, es una investigación realizada por Castillo (1994) denominada “Hemorragia del Hueso Temporal en Muerte por Sumersión”, cuyo objetivo fue identificar signos asociados a la muerte por sumersión; se destaca entre las conclusiones que la hemorragia del hueso del peñasco es un signo óseo de gran utilidad en el diagnóstico de estos casos, sobre todo cuando por lo avanzado de la putrefacción no es posible contar con los signos respiratorios u otras pruebas de laboratorio. Lo relevante de este estudio en relación con la investigación es el hecho de que se evidencia que el sangramiento en el hueso del peñasco perdura en las víctimas de la muerte por ahogamiento, lo cual es de gran utilidad desde el punto de vista forense y criminalístico. En este caso lo interesante, y que conecta con la investigación, es la descripción que se hace de la manera como se manifiesta el sangramiento del hueso temporal y las causas que conducen a este sangramiento lo cual permite al patólogo forense reconocer si la muerte tuvo lugar en un medio acuático. 556 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 2.2 Fundamentos Teóricos De acuerdo con Robbins (1997) las causas de la asfixia pueden ser categorizadas como mecánicas o químicas. La asfixia mecánica usualmente envuelve una fuerza física o anormalidad que afecta la respiración o la circulación. La asfixia química usualmente envuelve una reacción entre un agente químico y el cuerpo, principalmente resulta en interferencia con la toma de oxígeno, transporte y/o utilización. En algunos tipos de asfixia, pueden causarse efectos dañinos por la acumulación de dióxido de carbono en el ambiente o en la sangre. Hay numerosas maneras para categorizar las causas de la asfixia. En general, estos sistemas de clasificación tienen mayor categorías, los que están basados en la naturaleza del mecanismo predominante (por ejemplo, obstrucción del conducto aéreo, alteraciones del flujo de sangre, etcétera) y subcategorías definidas por otros parámetros tales como el sitio anatómico de la obstrucción o la naturaleza de la fuerza aplicada. Algunos tipos de asfixia envuelven más de un mecanismo (López y García 1990). En suma, en cualquier caso dado, más de un tipo de asfixia puede presentarse. Según Rubin y Fernández (1990) asfixia es la obstrucción del paso del aire por oclusión de la boca y/o la nariz. Algunos patólogos también incluyen instancias que abarcan la oclusión de la orofaringe (área sobre la garganta donde desembocan la cavidad bucal y la cavidad nasal) como asfixia. La oclusión puede ser causada por varios tipos de objetos, incluyendo cosas tales como las manos, una almohada, una bolsa plástica o “trapos”. Ocasionalmente dentro o alrededor de la boca o la nariz. En adición, algunos casos de asfixia son causados por oclusión de la parte alta de la faringe por la lengua, también puede ocurrir cuando una mordaza es colocada fuertemente en la boca o cuando la quijada de un infante es empujada hacia atrás. El grado de lesiones en asfixia es variable. En algunos casos, éstas pueden ser mínimas o simplemente no se presentan lesiones externas. La asfixia puede ser por homicidio, accidente o suicidio. La asfixia es una forma común de homicidio contra los niños. Las investigaciones juegan un rol importante en la determinación de la forma de muerte en esos casos, puesto que cada forma de muerte puede tener rasgos físicos parecidos. La obstrucción de las vías respiratorias puede ocurrir cuando los tejidos de ellas las recubren. Típicamente, la inflamación puede abarcar la laringe, los tejidos blandos inmediatamente relacionados con la laringe o los pequeños 557 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. conductos de aire en los pulmones (bronquio y/o bronquiolo). La inflamación de las vías respiratorias puede ocurrir por varias condiciones. Una reacción alérgica aguda de un tipo llamado anafilaxis puede resultar en una prominente inflamación de la laringe y de las partes blandas que rodean la abertura de la laringe. La inflamación puede extenderse lo suficiente para impedir el paso de aire en la laringe y causar la muerte. Un ejemplo de reacción alérgica que abarca la anafilaxia incluye la administración de penicilina a individuos susceptibles o picadas de abejas a alguien alérgico a la ponzoña de las abejas. Una masa, tal como un tumor, puede desarrollarse dentro de las vías respiratorias y bloquear el paso de aire, ocasionando asfixia. Los tumores que ocasionan asfixia están frecuentemente ubicados en la laringe o la traquea. Sustancias irritantes como la pimienta u otros agentes químicos introducidos en las vías respiratorias pueden causar inflamación en el interior de las vías respiratorias e impedir el paso de aire. La obstrucción puede ser complicada por moco, restos inflamatorios y espasmo. La obstrucción ocurre de esta manera frecuentemente a nivel de la laringe y/o las pequeñas vías de conducción de aire. Las vías respiratorias, usualmente la laringe, pueden inflamarse como consecuencia directa de lesiones tales como un golpe en el cuello. En estos casos, es frecuente que demore de minutos a horas entre el momento de la lesión y la asfixia. La obstrucción de las pequeñas vías de conducción de aire también puede ocasionar asfixia. La obstrucción de dichas pequeñas vías puede ser mecánica, funcional o por la combinación de ambos. Es de notar que las pequeñas vías de conducción de aire se pueden cerrar por la presencia de restos inflamatorios o moco. En el asma, las pequeñas vías de conducción típicamente cerradas por placas de moco que acortan junto con la contracción de los músculos el diámetro de las vías respiratorias. La asfixia también puede ocurrir si una masa extrínseca en las vías respiratorias ejerce una presión en ellas y las comprime. Una masa extrínseca en las vías respiratorias incluye cosas, hematomas y tumores. La asfixia por sumersión puede definirse como un mecanismo de muerte ocasionado por respirar bajo el agua o por perder la respiración bajo el agua. Hay una variedad de asfixia mecánica desencadenada por la penetración de una materia líquida o semilíquida en las vías respiratorias. Tal material 558 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 puede ser el agua (corriente o estancada) o un material semilíquido distinto: barro, lodo, contenido de las letrinas, otras. Este tipo de asfixia no requiere la inmersión total del cuerpo. Se distingue por ello una sumersión completa, es decir, de todo el cuerpo, y una sumersión incompleta, parcial, que en sus casos más extremos lo es sólo de los orificios respiratorios. Hay diversas etiologías de producirse la sumersión, se deben distinguir cuatro variedades: accidental, suicida, homicida y suplicio (Rivers y Lee, 1970). La accidental se trata de una caída fortuita en el medio líquido o también de imprudencias notorias, puede tener lugar, en el primer caso, tanto en aguas profundas como en charcos. La suicida consiste en la presencia sobre el cadáver de medios o artilugios utilizados por el suicida para asegurarse de la realización de sus propósitos: ataduras en los pies, pesos en la cintura o al cuello, brazos o manos ligadas, introducción total en un saco. La homicida, en este caso la sumersión criminal, en la que previamente se ataca a la víctima mediante contusiones craneales o administrándole un hipnótico, será posible la comprobación en el cadáver de tales maniobras, en general se da más a menudo en los recién nacidos y niños pequeños que en los adultos. El suplicio tiene un interés exclusivamente histórico, ya que en la actualidad no es empleada la sumersión con esta finalidad. 2.2.1 Mecanismo de la Muerte La muerte puede producirse por asfixia: es la sumersión asfíctica, llamada también ahogado azul, por la coloración violácea que toma la facies, piel y mucosa del cadáver, cuando la muerte se produce por inhibición, no se produce asfixia y en este caso se habla de un ahogado blanco. Según Harríes (1990) las fases de la sumersión asfíctica son: - Fase inicial de apnea voluntaria: consiste en la retención de la respiración como defensa a la penetración del agua a los pulmones, dura todo lo que es posible para retener voluntariamente la respiración, según sea la capacidad vital individual (alrededor de treinta (30) segundos y generalmente no más de sesenta (60) segundos). 559 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. - Fase de disnea intensa: la respiración se hace profunda y repetida por la intensa estimulación de los centros respiratorios estimulados por la acumulación del dióxido de carbono que produce la fase anterior, la hipernea determina una violenta aspiración de agua que choca con la superficie alveolar y produce rupturas alveolares y shock con pérdida del conocimiento. - Fase convulsiva: se producen movimientos incoordinados, convulsivos, propios del daño cerebral por la carencia de oxígeno. - Fase asfíctica o de muerte aparente: existe una relajación muscular generalizada, pérdida absoluta de la conciencia, latidos cardíacos imperceptibles y respiración inconstante y superficial. - Fase muerte real: se produce paralización absoluta y definitiva de todas las funciones vitales. La duración total de la sumersión asfíctica es de aproximadamente cinco (5) a seis (6) minutos y puede prolongarse en la medida que la víctima pueda emerger a la superficie, logrando inspiración de aire. 2.2.2 El Ahogamiento El ahogamiento es la muerte debida a la sumersión en un líquido, generalmente agua. La sumersión no tiene que ser total. El ahogamiento puede también ocurrir cuando solamente una parte del cuerpo está en el líquido como puede ocurrir, por ejemplo, a una persona boca abajo en un agua poco profunda. También el ahogamiento puede incluir otros factores encontrados en la asfixia, y los hallazgos físicos en la autopsia difieren algo de los encontrados en otras formas típicas de la asfixia (Dix, Graham y Hanzick, 2000). El ahogamiento se caracteriza, especialmente en agua fría, por un período inicial de pánico e hiperventilación. Retener la respiración puede intentarse hasta cierto punto, dependiendo de las concentraciones de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre, ocurrirá respiración involuntaria. La hipoxia, que ocurre durante el ahogamiento, es causada por aspiración de agua o laringe espasmo. La aspiración de agua es responsable de la hipoxia en aproximadamente ochenta y cinco (85) al noventa (90) por ciento de los ahogamientos (llamado ahogamiento por “Pulmón húmedo”) mientras que el laríngeo espasmo causa la hipoxia en el otro diez (10) al quince (15) por ciento llamado ahogamiento por “Pulmón seco”). 560 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 La aspiración de agua causa numerosas alteraciones en el pulmón, lo que conduce a la hipoxia. Estas incluyen presencia de líquido dentro de los espacios aéreos e intersticios, perdida de agente flotador (un químico implicado en mantener la tensión superficial y la expansión del espacio aéreo), la presencia de material rico en proteína en el conducto de ventilación y en los espacios aéreos y daños en la interfase aire sangre. El daño puede también ser hecho por inhalación de contaminantes, químicos y bacterias. Algún daño puede no hacerse evidente a menos que el paciente sobreviva por varias horas o días. Raramente, la muerte ocurre de repente cuando alguien entra o se sumerge en el agua fría. En estos casos, la activación de los receptores en la piel conduce a un paro cardiaco mediado por el nervio vago. Rivers y Lee (1970) plantean que aunque existen considerables variaciones, en la mayoría de las víctimas por ahogamiento y episodios de ahogamiento cumplen con un numero limitado de escenarios bien reconocidos. La mayoría de las víctimas por ahogamiento son masculinos y, posiblemente, sean niños o adolescentes, los adultos sanos quienes pueden nadar, raramente se ahogan a menos que exista una razón que intervenga para hacer que ellos tengan menos posibilidades para sobrevivir en el agua, tal como una enfermedad natural, alcohol, drogas, lesión o que se involucren en una actividad más allá de sus capacidades o en un ambiente peligroso. La vasta mayoría de ahogamientos son accidentes, mientras que aproximadamente el diez (10) por ciento son suicidios y menos del uno (1) por ciento son homicidios. La investigación de las circunstancias y la escena de la muerte son fundamentales en el establecimiento, no sólo de las causas de la muerte, sino también, de la manera de la muerte, ya que los hallazgos de la autopsia de una víctima por ahogamiento pueden bien ser idénticos si la víctima entró, cayo o fue empujada en el agua. Puesto que el hombre por naturaleza no es un animal acuático, las excursiones humanas al agua pueden ser vistas como el hombre versus el ambiente hostil. La investigación de la muerte por ahogamiento conlleva a la determinación de los factores humanos y ambientales que presionan la víctima para que salga viva y sana del agua. Plantea González (1998) que los factores humanos que necesitan evaluarse en la investigación de las circunstancias y escenas de la muerte incluyen cosas como la edad de la víctima, nivel de entrenamiento, historia de conducta previa, actividades de pre-nado, habilidades de natación y experiencia, potencialmente debilitado o enfermedad incapacitante (física 561 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. y/o mental) o lesiones que puedan también conducir a ahogamiento o a dificultar los esfuerzos de sobrevivencia (asma, lesiones del cuello, etcétera). La presencia de tóxicos (más comúnmente etanol) que puedan llevar a comportamiento descuidado o a inefectivos esfuerzos de sobrevivencia, condiciones de la ropa y equipo. Así mismo, argumenta este autor que incluye cosas como temperatura del agua, corriente, terreno, profundidad del agua, objetos flotantes y la presencia de animales y plantas perjudiciales. Factores adicionales entran en juego en las muertes durante actividades de buceo. En adición a la información de la investigación acerca de la víctima y la escena como se describió arriba, los testimonios de los testigos pueden también ser de mucha ayuda. Por ejemplo, el colapso repentino o hundimiento en el agua, sin ninguna lucha o esfuerzo de sobrevivencia evidente, sugiere muerte de repente o incapacitación no relacionada al agua. Similar inactividad después de buscar en agua poco profunda, puede señalar la presencia de una incapacitación o una lesión mortal de cabeza o cuello. Igualmente, el colapso repentino de un submarinista inmediatamente sobre la superficie, sugiere una embolia aérea. La localización de la víctima puede también ayudar en la comprensión de la naturaleza de la muerte. La mayoría de los hallazgos en la autopsia se deben a la permanencia del cuello en el agua, sin consideración de si la muerte fue causada o no por ahogamiento. Además, los cambios típicos postmortem que ocurren pueden alterarse debido a la inmersión en el agua (acción de introducir algo en líquido). El pelo y la ropa están generalmente húmedos a menos que el cuerpo haya sido lavado, o que se haya sacado del agua o el agua se haya resumido y el secado ocurra antes que el cuerpo sea encontrado. También el secado puede ocurrir entre el tiempo que el cuerpo es recuperado y cuando éste es examinado por el patólogo. La exposición a la humedad causa arrugamiento de la piel, la cual es más notable en las manos y en los pies. Este arrugamiento puede ser visto dentro de media (1/2) a una (1) hora de estar en el agua. Este es el mismo arrugamiento que puede observarse en las manos y en los pies de la mayoría de las personas vivas cuando salen de la bañera. El comienzo y curso del rigor mortis es variable y estará afectado por la temperatura del agua y la actividad antemortem. La palidez en un cuerpo sumergido es normalmente más pronunciada en la cara, en la parte superior del pecho y en la porción distal de las extremidades. El patrón de palidez refleja la 562 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 posición que un cuerpo humano generalmente toma cuando está sumergido. La palidez puede ser rosada, especialmente en los cuerpos recuperados del agua fría. La tasa de descomposición depende de la temperatura del agua y es generalmente más lenta que la de un cuerpo en la tierra expuesto al aire. La descomposición puede estar relativamente acelerada en agua estancada cargada de bacterias, comparada con el agua fresca que fluye. En general, la mayoría de los cuerpos no flotan en la superficie del agua a menos que sean sumergidos. A medida que la descomposición avanza y se forman los gases dentro de las cavidades y tejidos del cuerpo por la acción de las bacterias (putrefacción), el cuerpo se hace más capaz de flotar y subirá a la superficie, de allí el nombre de “flotador”. Si el agua está suficientemente fría para retardar extensivamente la proliferación de bacterias, el cuerpo puede que nunca salga a la superficie. Una vez que el cuerpo es sacado del agua, la tasa de descomposición se acelera más que en la tasa usualmente observada en un cuerpo expuesto al aire. Aunque la proliferación de bacterias se retarda en el agua, las bacterias todavía se diseminan y se distribuyen en todos los tejidos. Cuando el agua se calienta, las bacterias entonces proliferan. Por esta razón, es importante examinar un cuerpo tan pronto como sea posible después que es sacado del agua. La exposición al agua fría puede también dificultar la descomposición a través de la formación adiposa. Varias lesiones pueden observarse en un cuerpo recuperado del agua. Las lesiones antemortem pueden observarse y son testimonios de muerte o inhabilidad. Otras lesiones pueden ayudar a reconstruir los eventos conducentes a la entrada al agua. Además, las lesiones postmortem son también comúnmente vistas en cuerpos recuperados del agua, tal como ocurre por la alimentación de animales acuáticos, rasguños o golpes contra el fondo o contra objetos en el agua, o ser golpeado por una embarcación acuática o por sus partes, por ejemplo, la propela. Las lesiones antemortem pueden simular unas postmortem si la hemorragia en el tejido es liberada en el agua. Las petequias en la superficie del cuerpo pueden ocurrir en el ahogamiento, pero no son comunes y cuando se presentan sólo comprometen una parte de la superficie corporal. Cuando las petequias ocurren, en órganos internos, ellas se encuentran mayormente en la superficie de los pulmones en gran cantidad (en la pleura). El hallazgo que quizás sea la más sugestiva indicación que una persona estaba viva en el agua, es la presencia de espuma emanando de la nariz y/o la boca. La espuma es causada por la mezcla de aire con agua. La espuma es 563 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. siempre blanca, blancuzca o rosada (teñido de rojo). La espuma es a menudo bastante prominente en las víctimas y se reproducirá si se quita. La espuma también es comúnmente encontrada dentro de la tráquea y porciones más dístales en el conducto de ventilación. Debe reconocerse que la espuma pulmonar no es específica por ahogamiento o por respirar mientras se está sumergido, y puede ser vista en otras condiciones en las cuales está presente en copioso edema pulmonar, por ejemplo, en la sobre dosis por heroína, sin embargo en la ausencia de otra causa potencial, la presencia de la espuma evidencia fehacientemente que la víctima estaba respirando mientras se encontraba en el agua. La ausencia de espuma no necesariamente indica que la persona estaba muerta cuando se sumergió. Ya que pudiera tratarse de un ahogado con “pulmón seco” o por otra causa. Otros hallazgos no específicos pueden también estar presentes en los pulmones. Los pulmones de las víctimas por ahogamientos están a menudo pesados, por causa de la presencia de edema pulmonar y líquido aspirado por medio del ahogamiento. Los pulmones aparecen hiperexpandidos debido a la presencia de agua y aire atrapado. La presencia de agua, vómito, material de las plantas, arena en la boca, en el conducto de ventilación, pulmones o en el estómago, no tiene significación para el diagnóstico, ya que estos materiales pueden llegar pasivamente a estos lugares después de la muerte. El ahorcamiento y al estrangulación causan asfixia por compresión de las estructuras vitales que se encuentran dentro del cuello. Aunque las vías respiratorias pueden estar comprimidas en el cadáver bien sea por ahorcamiento o estrangulación, es la compresión de los vasos sanguíneos que se encuentran dentro del cuello (venas yugulares y arterias carótidas) la responsable de causar un estado de inconsciencia y la muerte. Según Gómez (1999) se necesita aplicar una presión de 4.4 libras sobre las venas yugulares para ocluirlas, 7 libras ocluyen las arterias carótidas y 33 libras ocluyen la tráquea de un adulto. Las vías respiratorias de los niños se pueden comprimir con menor fuerza que en los adultos. La comprensión de las vías aéreas no es necesaria para que ocurra un estado de inconsciencia o la muerte. Existe un número de muertes relacionadas con el ahorcamiento que han ocurrido en personas con traqueotomías cuyas ligaduras estaban sobre el sitio de la traqueotomía. Hasta ahora, esas personas murieron estrictamente por la compresión de los vasos sanguíneos del cuello partiendo de que la traqueotomía les deja respirar después de que fuese hecha la ligadura. 564 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 Durante el ahorcamiento, la compresión a nivel cervical se genera al deslizarse la ligadura o el nudo por efecto del cuerpo colgado de la víctima. En el ahorcamiento no judicial es extremadamente común que no ocurra una caída o que se rompa el cuello pero causa muerte por compresión de los grandes vasos sanguíneos del cuello (con o sin compromiso de la vía respiratoria). Mientras ésta tome una presión relativamente pequeña sobre los grandes vasos sanguíneos del cuello se va a producir la muerte sin necesidad de la completa suspensión del cuello. De hecho, muchas personas que mueren por ahorcamiento no están totalmente suspendidas. Sus pies, si no sus piernas y glúteos, están usualmente en contacto con el piso. El estado de inconsciencia ocurre rápidamente cuando se cierran las arterias carótidas. El estado de inconsciencia puede tardarse un corto período de tiempo si sólo se comprimen las venas yugulares o si sólo se comprimen las vías respiratorias, la ligadura está diseñada para que resulte la comprensión de la vía respiratoria mientras comienzan a actuar las fuerzas requeridas para producir daño a los vasos sanguíneos. La lesión externa más común en el ahorcamiento es la marca de la ligadura. La apariencia de la marca es muy variable. Esta puede tener apariencia desde una leve depresión en el cuello hasta un profundo surco. La apariencia de la marca de la ligadura depende de muchos factores, incluyendo el ancho de la ligadura, si está suave, si está lisa; la cantidad de fuerza ejercida sobre el cuello; la duración que el cuerpo tiene suspendido; si cayó o no por su peso; si estaba envuelto o no en algún material; también si entre el material y la piel se interpuso ropa. En general, el cuerpo que ha estado suspendido por algunas horas por una delgada y firme ligadura, tendrá marcas más prominentes; una ancha y suave ligadura, también una toalla suave, puede causar marcas mínimas o simplemente no ocasiona marcas. Algunas marcas de ligaduras pueden contener partes de la ligadura, hilo o tejido de una ligadura de ropa; configuración de un cable de electricidad o el contorno de un cinturón. La marca puede ser roja o amarillo oscuro. El aspecto amarillo oscuro sugiere que la marca fue hecha postmortem y que la persona fue asesinada de otra forma y su cuerpo fue colgado. De hecho, algunas marcas de ligaduras son hechas predominantemente después de la muerte, la persona que murió por ahorcamiento, al cabo de minutos de la suspensión inicial queda suspendida mientras que el cuerpo es hallado y liberado. Durante este tiempo, el cual es a veces por muchas horas, la ligadura 565 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. continua ejerciendo presión a la piel resultando en una marca de ligadura postmortem prominente. Las prolongaciones de la marca de la ligadura están usualmente orientadas en forma diagonal alrededor del cuello (encontrada en personas que están colgadas con el cuerpo suspendido en posición vertical), encerrando el cuello excepto debajo del punto de suspensión donde la ligadura está frecuentemente sin contacto con la piel y está localizada usualmente sobre el nivel del cartílago tiroides (manzana de Adán). Las prolongaciones de las marcas pasan alrededor del cuello ascendiendo paralelas al punto de suspensión. Ocasionalmente, la marca alrededor del cuello puede ser horizontal al ahorcamiento; por ejemplo, cuando la persona ata la cuerda al dosel de la cama, o se apoya en la cama y lanza su cabeza al final de la cama. Las marcas de ligaduras horizontal alrededor del cuello sugieren estrangulación, es importante para el patólogo conocer como fue suspendido y la marca alrededor del cuello, especialmente si está en una posición atípica, para poder interpretarlo adecuadamente. Este puede presentar magulladuras a lo largo de la marca de la ligadura; como quiera que sea, una magulladura prominentemente en la piel, especialmente afuera de las marcas de ligaduras no es carácter distintivo de ahorcamiento. El nudo también puede dejar una marca en el cuello. Las ligaduras encontradas rodeando el anillo pueden ser removidas y de esta manera no se rompe el nudo. Esto facilita la reconstrucción del evento para determinar si la víctima pudo atar potentemente el nudo y asegurar el lazo. La cara y el cuello sobre el nivel de la ligadura pueden estar congestionados y parecer púrpura oscuro si las venas yugulares fueron comprimidas tiempo antes que las arterias carótidas fueran comprimidas, permitiendo el flujo de sangre hacia la cabeza. En esos casos, algunas petequias puede encontrarse en la cara (usualmente rodeando la órbita ocular), la conjuntiva y, ocasionalmente, la gingival. De cualquier manera, en otras instancias del ahorcamiento, las venas yugulares y las arterias carótidas pueden aparecer ocluidas al mismo tiempo, en muchas muertes por ahorcamiento la cara esta relativamente pálida (excepto por el frecuente livor mortis) y las petequias están ausentes sobre el nivel de la ligadura. El Rigor Mortis en alguien que ha estado suspendido por horas puede ser más profundo en la mitad inferior del cuerpo, notablemente en la porción distal de las extremidades. Mientras algunos vasos sanguíneos están distendidos con sangre durante la formación e intensificación del rigor, otros 566 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 vasos sanguíneos pueden romperse causando pequeñas áreas de apariencia sangrante en la piel. Estas áreas de extravasación postmortem son conocidas como manchas tardías. Las víctimas de ahorcamiento frecuentemente tienen protrusión de la lengua. El segmento protruido de la lengua esta frecuentemente rojo, rojo – negro, o negro. La protrusión está acompañada por un nudo empujado hacia arriba mientras el cuerpo decrece bajo la influencia de la gravedad. El relativo movimiento hacia arriba de la lengua la empuja, porque están íntimamente conectados hacia fuera de la boca. El segmento protruido descolorido de la lengua es consecuencia de la atmósfera seca. Las lesiones de las estructuras internas del cuello en el ahorcamiento no judicial son típicamente mínimas o ausentes, reflejando la relativa suavidad con que estaba sostenida la presión envuelta en el ahorcamiento. Ocasionalmente se encuentran pequeñas hemorragias en los tejidos blandos del cuello; aunque en muchos casos, esta no es una hemorragia de los tejidos blandos del cuello. Una excepción de ello se observa algunas veces en el ahorcamiento, envuelve desde el salto hasta un momento antes de la suspensión, aunque puede ocurrir si alguien salta desde el balcón con un nudo alrededor del cuello, esencialmente, esto cambia el ahorcamiento de no judicial a cuasi judicial. La laringe y el hueso hioides están típicamente intactos en el ahorcamiento, cuando está la columna cervical. Raramente, estas otras estructuras pueden estar dañadas en el ahorcamiento si se salta, especialmente si la víctima es un anciano (a) estas estructuras son más frágiles. La vasta mayoría de los ahorcamientos no judiciales son suicidios. Los homicidios por ahorcamiento son extraños. Una ocasional muerte por ahorcamiento es accidental. Este ahorcamiento ocasional puede ocurrir en infantes, jóvenes o adultos (a veces niños) durante actividad autoerótica. El autoerotismo abarca solo actividad sexual en quienes la utilizan como mecanismo para aumentar la estimulación sexual. Algunos individuos dicen que la excitación sexual aumenta cuando el cerebro tiene una cantidad menor de oxigeno que la ideal (hipoxia). De esta manera, el autoerotismo tradicionalmente envuelve el uso de algunos métodos controlables de asfixia no letal. La muerte ocurre cuando inconsciente e inadvertidamente se pierde el control o el mecanismo de escape falla. Frecuentemente, la piel puede estar protegida por relleno o una toalla. El ahorcamiento es la causa más común de muerte durante la actividad autoerótica. Aunque, la presencia de relleno no necesariamente es un indicador de una muerte accidental, en un suicidio 567 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. ocasional la víctima puede rellenar el nudo para reducir el discomfort mientras está muriendo. La ocasional muerte es debido a la sofocación. La muerte está relacionada con el uso de mecanismos eléctricos que son utilizados también durante la actividad autoerótica. Las muertes por autoerotismo abarcan típicamente adultos jóvenes masculinos; aunque, se han examinado muertos por autoerotismo en donde los muertos son niños y ancianos. La muerte de personas de sexo femenino por autoerotismo es muy poco frecuente. La escena en investigación frecuentemente releva pornografía, algunos muestran cierto grado de desnudez y puede haber una pequeña exposición de genitales, travestismo, una persona atada y/o uno de otro tipo de atadura. Estos escenarios y los “Equipos” utilizados pueden ser complejos y bizarros. Es un indicador frecuente que ese tipo de comportamiento haya ocurrido algunas veces en el pasado. La complejidad del escenario puede indicar “maduración” y repetición de la actividad, o si la actividad ha sido practicada repentinamente puede ser comprobada físicamente por surcos encontrados en el lugar donde la suspensión ha ocurrido en el pasado. Cualquier mecanismo en uso hace que suceda o cualquier actividad sea llevada a cabo, esta es alguna clase de escape para prevenir la asfixia letal. El escape puede abarcar nada más que remover una bolsa plástica de la cabeza o pararse para liberar la presión en el cuello. En otros casos, el mecanismo de escape puede ser relativamente complejo. Los individuos quienes por este tipo de actividad están intentando sólo satisfacer una experiencia sexual y no están intentando suicidarse por lo tanto, esas muertes son certificadas como un accidente. El ahogamiento abarca el bloqueo de las vías aéreas internas faringolaringe (cuerdas vocales), traquea y bronquios por un material extraño. En los adultos, cuando un objeto extraño , bloquea las vías respiratorias superiores, este objeto no es inhalado generalmente, pero en cambio, está incluido profundamente en la garganta (faringo-laringe) donde éste cierra la abertura de la laringe y el esófago. La persona puede ser capaz de exhalar pero no puede inhalar ya que le objeto funciona como válvula. Por esta razón, la fuerza con que expele aire de los pulmones o del estomago desaloja el objeto y se evita así la muerte. En contrate, el ahogamiento en niños frecuentemente es producida por la inhalación de pequeños objetos dentro de las vías respiratorias. Los Adultos quienes se ahogan con objetos o cuerpos extraños, están usualmente débiles por algunas condiciones propias de ellos: como intoxicación (etanol u otro depresivo), enfermedades nerviosas, senilidad, daños mentales o 568 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 dentaduras postizas. El debilitamiento usualmente contribuye a la obstrucción de las vías aéreas superiores.; esto también incluye fuerzas que abruman la deglución y el mecanismo de protección de las vías respiratorias, también puede ocurrir que un mecanismo induzca una deglución forzada en un paciente psicótico. Un ejemplo clásico de ahogamiento es el “Café Coronar”, el cual es usualmente causado por una pieza larga de carne inadecuadamente masticada alojada en la garganta. En contraste, un niño que muere por ahogamiento no presenta daños externos o lesiones. Los niños están más expuestos al riesgo de ahogamiento porque sus vías respiratorias tienen un diámetro pequeño y están propensos a introducir pequeños objetos dentro y alrededor de la boca. Es posible que también ocurra la aspiración de materiales discretos. Quizás la más común de éstas sea la aspiración del contenido gástrico, lo cual aunque se ve frecuentemente es una forma de muerte por asfixia que es muy inusual. Los adultos y niños que no mueren aspirando el contenido gástrico no presentan daños o lesiones. La aspiración del contenido gástrico es muy común que ocurra en personas en agonía o puede ser un evento postmortem en individuos que están moribundos por causa que no guardan relación con la asfixia. La aspiración del contenido gástrico puede obstaculizar los esfuerzos de resucitar a un individuo y puede causar severos problemas respiratorios en el sobreviviente. Cuando esto sucede, usualmente con una inadecuada protección de las vías respiratorias se pueden observar lesiones cerebrales en los pacientes, bajo la influencia de drogas, etanol o bajo anestesia general. No todo el material aspirado es extraño al cuerpo, aunque si puede ser extraño a las vías respiratorias. La aspiración de sangre causada por lesiones en la cabeza o el cuello puede terminar bloqueando las vías respiratorias. La mayoría de las muertes por ahogamientos son accidentales. Aunque, ocasionalmente el ahogamiento puede ser por homicidio. Ejemplos de ahogamiento por homicidio incluye forcejeo y oclusión de las vías respiratorias por una mordaza. Algunas mordazas, tales como ropa limpia, pueden permitir el paso de aire cuando ellas están secas pero poco permeables y oclusivas cuando ellas saturan con la saliva. Aspiración de pimienta inadecuadamente administrada puede causar la muerte de niños. En el caso de aspiración de pimienta, la obstrucción de las vías respiratorias es causada no solo por la masa de pimienta que impactó en las vías respiratorias sino que también irrita y/o inflama las vías respiratorias por las propiedades irritantes de la pimienta. 569 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. 2.3 Basamento Legal El cadáver y los fenómenos que en él van a tener lugar revisten múltiples problemas jurídicos, que obligan a conocer y a interpretar adecuadamente los principales problemas legales relacionados con el cadáver, estos comprenden: El diagnostico de la muerte; la forma rápida o lenta de producirse, la data de la muerte, origen de la muerte y de las condiciones que se produjo. Desde el punto de vista legal, los investigadores y los expertos deben conocer muy bien los fenómenos que se suceden en el cuerpo, desde el momento en que se hacen aparentes los signos externos de la muerte hasta su destrucción final, como las técnicas utilizadas en la observación y análisis del cadáver (Autopsias). Asimismo en este documento, en el artículo 406 se establece que: en los casos que se enumeran a continuación se aplicarán las siguientes penas: Ordinal 1° De quince a veinte años de presidio a quien cometa el homicidio por medio de veneno, o de incendio, sumersión u otros de los delitos previstos en el título VII de este libro. La penalización de un homicidio cuya causa de muerte involucra la sumersión exige que se determine en forma contundente esta causa para la imposición de justicia. En este sentido, se considera que se debe contar con una evidencia inobjetable de las causas de muerte por sumersión. En cuyo caso, la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de ésta puede constituir un indicador válido y confiable. Este puede coadyuvar para determinar si el tipo de asfixia que ha ocasionado la muerte de un sujeto ha ocurrido de manera accidental o no, y en consecuencia, la administración de justicia pueda estar bien fundamentada. Capítulo III Marco Metodológico 3.1 Tipo y Diseño de la Investigación La investigación realizada fue de tipo descriptivo. De acuerdo con Hernández, Fernández y Baptista (1998) “los estudios descriptivos miden dos o más variables que se pretende ver cómo se presenta en una realidad determinada” (p.62). En este caso se trató de la existencia de la hemorragia de 570 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 la porción petrosa del hueso temporal en la asfixia mecánica (ahorcamiento) y la asfixia por sumersión. El diseño de la investigación es el ex post facto, ya que se busca determinar en qué porcentaje se presenta en la asfixia por sumersión la hemorragia en el hueso del peñasco y en otras asfixias mecánicas (ahorcamiento). De manera que no se pueden manipular las variables, por lo que los casos se analizaron luego que los hechos tuvieron lugar. Al respecto, Kerlinger (1979) acota, con relación a este diseño de investigación, que la “la investigación no experimental o ex post facto es cualquier investigación en la que resulta imposible manipular variables o asignar aleatoriamente a los sujetos o las condiciones” (p.116). En este sentido, los sujetos son observados en su situación natural o realidad. El diseño ex post facto consiste en comparar dos o más grupos, uno de los cuales ha sido expuesto a una experiencia determinada y los otros no. Para el caso que se presenta, la experiencia se refiere a que los sujetos sean víctimas por sumersión, comparándose este grupo con uno cuyos sujetos hayan sido víctimas por otras asfixias mecánicas, como ahorcamiento (Hernández, Fernández y Baptista, 1998). 3.2 Población y Muestra La población objeto de estudio la conformaron todas las víctimas por asfixia por sumersión y por asfixia mecánica (ahorcamiento) que ingresaron a la patología forense del hospital “Adolfo Prince Lara” de la ciudad de Puerto Cabello, Estado Carabobo, entre los meses de Enero a Diciembre del 2007. Se consideró trabajar con toda la población y no extraer una muestra, ya que la población podía resultar relativamente pequeña y por lo tanto se analizaron todos los casos que se presentaron. La población objeto de estudio fue de veinte (20) sujetos. 3.3 Instrumentos El instrumento utilizado en esta investigación fue la observación directa. Hernández, Fernández y Baptista (1998) señalan que la observación “puede utilizarse como instrumento de medición en muy diversas circunstancias” (p. 310). Esta consiste en el registro sistemático, válido y confiable de la presencia o ausencia de elementos en una situación dada. 571 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. En la investigación que se realizó los aspectos observados se registraron en un formato elaborado en medicina forense para anotar los resultados de las autopsias practicadas a los cadáveres, que en este caso se trató de víctimas por asfixia mecánica (ahorcamiento) o ahogamiento (asfixia por sumersión). 3.4 Procedimientos Se trabajó con sujetos, víctimas, que llegaron al hospital “Adolfo Prince Lara” en el período comprendido entre los meses de Enero a Diciembre del año 2007, cuyo mecanismo de muerte fue identificado como asfixia por ahogamiento o ahorcamiento. El primer paso consistió en realizar un examen externo del cadáver, el cual se fundamentó en cuatro principios básicos: (1) establecer elementos de identificación, tales como: edad, sexo, sitio del suceso; (2) elementos referidos al tiempo de fallecimiento, como la hora en que ocurrió el suceso; (3) signos de traumatismo, como la descripción externa del cuerpo de la víctima; y (4) signos de enfermedad. El segundo paso estuvo representado por el examen interno del cuerpo de la víctima, lo que en términos médicos se denomina “Autopsia”. El tercer paso consistió en indagar, en cada caso, la presencia o ausencia de hemorragia en la porción petrosa del temporal o signo de Niles, previa apertura del cráneo de la víctima. En el cuarto paso se clasificaron los cadáveres según el mecanismo de la muerte (ahorcamiento o ahogamiento) y la presencia o no de hemorragia en el hueso temporal o del peñasco. Finalmente, en el quinto paso, se aplicó análisis estadístico para establecer la relación entre la hemorragia del hueso del peñasco y otras asfixias mecánicas, así como para determinar si este tipo de hemorragia puede considerarse un signo patognomónico de asfixia por sumersión. Capítulo IV Presentación y Análisis de Resultados 4.1 Presentación de los Datos Los datos recopilados de la aplicación del instrumento se presentan en el siguiente cuadro. 572 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 Cuadro Nº 3. Víctimas por Asfixia. Fuentes: Datos recopilados por los autores. De los datos obtenidos en el cuadro 3 se observa que el setenta y cinco por ciento (75%) de los cadáveres presentados en el Hospital se debieron a víctimas por sumersión (ahogamiento); de los cuales dos (02) fueron de sexo femenino y trece (13) masculino. Además, dos (02) se ahogaron en agua dulce y trece (13); en agua salada por otra parte, cinco (05) cadáveres fueron víctimas de asfixia por ahorcamiento, de los cuales tres (03) fueron de sexo femenino y dos (02) de sexo masculino. Asimismo, todas las víctimas presentaron el signo de hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal. 573 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. 4.2 Análisis de los Resultados Los datos son analizados descriptivamente mediante el porcentaje y/o frecuencia en que se presentó la hemorragia del hueso del peñasco en las víctimas provenientes de asfixia por sumersión y por asfixias mecánicas (ahorcamiento). Se observa en el cuadro 3, que en el cien por ciento de los casos de las víctimas por sumersión presentaron hemorragia del hueso del peñasco, igualmente se observa que también el cien por ciento de los casos de víctimas ocurridos por ahorcamiento presentan sangramiento en esta región petrosa del cuerpo. Adicionalmente al análisis estadístico de los datos obtenidos de esta investigación, se presenta en la evidencia fotográfica de víctimas por sumersión, en los cuales se observa sangramiento del hueso del peñasco (ver figura 1). Posteriormente en las fotografías de víctimas por ahorcamiento (ver figura 2) en las cuales también se observa sangramiento de la porción petrosa del hueso temporal. En la evidencia fotográfica (ver figura 1 y 2) de víctimas por sumersión y ahorcamiento, se observa un área de color violáceo o azulada, indicada por la flecha, en la cara antero superior de la porción petrosa del hueso temporal, en la cara interna de la base del cráneo, en sujetos víctimas de asfixia por sumersión y ahorcamiento. En una persona con vida normalmente existe una presión en los senos venosos intracraneanos que permite la salida de sangre desde la confluencia de los senos venosos longitudinal superior y longitudinal inferior en la prensa de Herófilo a través de los senos sigmoideos, ubicados en un canal labrado sobre la porción petrosa del hueso temporal, hacia la vena yugular interna. Cuando una persona ingresa con vida al agua la presión que ejerce el agua al pasar a través del conducto auditivo externo hacia el oído medio ocasiona la ruptura de la membrana timpánica. Del oído medio la presión va hacia el conducto auditivo interno; desde allí pasa al interior del cráneo por un agujero por donde transcurre el nervio auditivo o estatoacústico en su trayecto hacia el aparato coclear o caracol en el oído interno. Una vez que la presión pasa del medio externo al interior del cráneo aumenta la presión intracraneana y esto ocasiona que se rompan los senos venosos sigmoideos dejando sangre no oxigenada en el canal por donde transcurren los senos sigmoideos ubicado en la cara antero superior de la porción petrosa del hueso temporal, en ambos 574 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 lados derecho e izquierdo respectivamente. Esto explica el color azulado de la región indicada por la flecha. El efecto de la oclusión mecánica que ejerce el ahorcamiento sobre las venas yugulares internas y sobre las arterias carótidas primitivas, derecha e izquierda respectivamente, a cada lado del cuello, hace que las venas yugulares internas interrumpan el vaciamiento sanguíneo del interior del cráneo en los troncos venosos braquiocefálicos izquierdo y derecho correspondiente y de allí a las venas subclavias. Esto trae como consecuencia éxtasis sanguíneo en el interior del cráneo, lo que trae como consecuencia la ruptura de arterias de mediano y pequeño calibre, pudiéndose observar en estos casos una hemorragia de color rojo rutilante. En otros casos cuando la oclusión es suficiente para ocluir la arteria carótida primitiva, derecha e izquierda, ocasionando la interrupción del flujo sanguíneo lo que lleva a un estado de hipoxia – isquemia finalizando en un infarto cerebral. Si la hipoxia afecta al sistema cardionector en el encéfalo, encargado de enviar estímulos al nodo sinusal y por ende controlar la actividad cardiaca, puede desencadenar la muerte debido a un paro cardíaco. La importancia forense de estos hallazgos radica en que ellos permiten establecer si una persona estaba viva o muerta en el momento de entrar al agua. Esto se explica de la siguiente manera: si la persona estaba viva en el momento de entrar al agua existe presión a nivel de los senos sigmoideos y por ende en el oído medio que contrarresta a la presión externa; la presión externa al ser mayor que la interna la vence culminando con la ruptura de los senos venosos y por lo tanto se observarán los resultados ya conocidos, sangre de color azulada o violácea en la cara antero superior de la porción petrosa del temporal en la base del cráneo. Si la persona estaba muerta al momento de entrar al agua no hay presión que se oponga a la presión externa y esta última en vez de hacer que se rompan los senos venosos sigmoideos hace que estos colapsen, es decir, unan sus paredes. Desde el punto de vista criminalístico, estos hallazgos expuestos anteriormente, aunado al resto de evidencias, permiten determinar si se está en presencia de un accidente o si una persona fue asesinada y lanzada al agua o asesinada fuera del agua, estando entonces en presencia de un hecho punible judicialmente en caso de demostrase el homicidio. 575 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. Capítulo V Conclusiones y Recomendaciones 5.1 Conclusiones De los resultados obtenidos de la investigación y de los objetivos planteados se concluye lo siguiente: 1. Las evidencias estadísticas indican que existe hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal en la asfixia por sumersión y en asfixia mecánica. Este hecho es importante dado que ayuda a esclarecer las circunstancias en que se encontraba el sujeto antes de entrar en el agua; es decir, si un individuo cuya muerte ocurrió por asfixia, mecánica supuestamente por sumersión, pero no presenta la hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal, es indicativo de que ya estaba muerto aunque el cadáver sea encontrado en un medio acuoso u otro ambiente. Por lo tanto, se estaría presuntamente en presencia de un homicidio. 2. La hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal se puede considerar que es un signo de interés criminalístico dado que se evidenció en ambos tipos de víctimas por ahogamiento en medio acuático y por ahorcamiento. De allí que la hemorragia del hueso temporal constituye una evidencia válida y confiable para establecer las causas de la muerte por sumersión y ahorcamiento, complementando así la existencia de evidencias menos contundentes, como la presencia en el cuerpo de la víctima de organismos existentes en el medio acuático, para el caso de víctimas por sumersión. Lo cual es un aporte que sirve de apoyo al patólogo forense para decidir sobre las circunstancias en las cuales ocurrió la muerte; de esta forma, se pudiera descartar si se trató de un suceso accidental o un acto criminal. 3. Por otro lado, el signo de Niles es de interés criminalístico, en aquellos cadáveres que aparecen días después de haber ocurrido el fallecimiento de la víctima; en donde el estado de autolisis del cuerpo humano, dificulta al patólogo la evaluación de otros signos de interés que se pierden por la descomposición en los tejidos blandos y vísceras. Es por ello que la apertura del cráneo permite el hallazgo de la hemorragia temporal, que no se pierde a pesar de 576 Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Nº 5, 2009. ISSN 1856 – 7878. pp. 547-580 la putrefacción y que nos indica que la persona presentó una asfixia mecánica como mecanismo final de muerte. 5.2 Recomendaciones De la investigación realizada se derivan las siguientes recomendaciones: 1. Sugerir al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, que en los casos de víctimas por sumersión y por ahorcamiento se practique la autopsia de ley, la cual debe hacer constar si hubo o no hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal. 2. Realizar en los casos de víctimas por ahogamiento las pruebas de gravedad específica de sangre, niveles de cloruro en el plasma sanguíneo, niveles de magnesio en el plasma sanguíneo y presencia de diatomeas, a los fines de completar la información que permita esclarecer las causas reales de la muerte. Fotografías Figura 1. Hemorragia de la porción petrosa del temporal. Víctima por sumersión. 577 Hemorragia de la porción petrosa del hueso temporal como signo de interés criminalístico de la asfixia por sumersión. Germán Saavedra / Napoleón Tocci D. Figura 1. Presencia de hemorragia de la porción petrosa del temporal. Víctima de ahorcamiento. Bibliografía Castillo, P. (1994). Hemorragia del Hueso Temporal en Muerte por Sumersión. Tesis de Especialización no publicada, Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica. Código Orgánico Procesal Penal (2001). Gaceta Oficial de la República de Venezuela, Nº5.558 (Extraordinaria), Noviembre 14, 2001. Dix, J., Graham D. y Hanzlick R. (2000). Asphyxia and Drowning. New York, USA: Editorial CRC. Gisberg, Juan A. (2001). Medicina Legal y Toxicología. (5a Edición).Barcelona, España: Editorial MASSON, S.A. Gómez, A. (1999). Manual de Ciencias Forenses y Criminalística. México: Editorial Trillas. González, V. (1998). Manual de Criminalística. 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